Toque la puerta de la habitación de Negan con rapidez, desde que llegue desde Alexandria mi corazón palpitaba con fuerza, había una nueva amenaza y esta vez eran peor que Los Salvadores.

—¿_________? Hey preciosa, no sabía que habías llegado —Negan se cargó en el umbral de la puerta con una sonrisa.

—H-Hay problemas Negan —Murmuré y mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Preciosa —Negan tomo mi cara entre sus manos—, ¿Qué sucede?

Ambos entramos y nos sentamos en el sofá que había en el interior de la habitación. Mi mente seguía recordando lo que Rick me dijo.

'' —Hay una nueva comunidad ________, se llaman los susurradores y ya mataron a varios de los nuestros.

— ¿Quiénes? —Miré con preocupación a mi amigo.

—Algunos de los trabajadores y bueno, Rosita —Bajo la mirada y ojos se llenaron de lágrimas, había perdido a mi amiga y ninguno estuvo para salvarla. Rick me abrazo con fuerza''

Mire a mi novio, se notaba preocupado y no dejaba de quitarme las lágrimas que caían por mis mejillas.

—Hay una nueva comunidad, se llaman lo susurradores —Negan frunció el ceño observándome—. Mataron a personas de Alexandria, les cortaron la cabeza y las pusieron en estacas Negan.

Rompí a llorar otra vez, me dolía la muerte de Rosita. Me sentía culpable por no haberla ayudado y no estar ahí, tal vez hubiera podido hacer algo.

— ¿Susurradores?

—Visten las pieles de los caminantes, y solo susurran —Bajé la mirada—. Mataron a Rosita.

Negan sabía lo importante que era mi familia de Alexandria y era por eso que aún me dejaba verlos sin oponerse.

—Lo siento tanto preciosa —Paso una mano por mi mejilla.

—Tenemos que ayudarles Negan, nosotros y las demás comunidades —Negan negó.

—No lo haré _________. Por más que te amé y de mi vida por ti, no lo haré. Son tu familia no la mía.

—Negan por favor —Supliqué y el volvió a negar.

El enojo que llevaba acumulado me hizo explotar diciendo cosas que tal vez no quería decir.

—Eres un débil —Me levanté.

—No soy débil.

— ¿No? —Dije con ironía—. Eres un cobarde, ¿sabes por qué? El miedo te consume, el miedo no es un impedimento Negan.

—Lo es —Negan también se veía enojado.

—No, mi amor. El miedo es una puerta que creamos porque somos inseguros. El miedo no existe, Negan. No abres la puerta y te enfrentas lo que esta tras ella. Pero eso para ti es imposible. No eres lo suficientemente valiente para tomar la llave y abrir la puerta —La rabia me estaba consumiendo y lo sabía.

—Lo soy —Respondió y por un segundo me quede sin argumentos.

— ¿Ah sí? Entonces, ¿por qué todas esas comunidades tienen que seguir sufriendo? Sabes porqué: No eres valiente. Nunca-lo-serás.

—Lo soy —Volvió a repetir.

—No —Murmuré y me volteé, quería marcharme de ahí pero también quería golpearlo por no ayudarme.

— ¡Lo soy y te lo voy a demostrar! —Grito con enojo.

— ¿Cómo? —Me acerque y ambos quedamos frente a frente.

—Voy a salvarlos —Anuncio, sorprendiéndome a mí misma.

Abrí mi boca para decir algo, pero de esta no salía nada.

—Voy a salvarlos —Volvió a repetir y esta vez me miro a los ojos.

— ¿Lo harás? —Mi voz se quebró un poco por la conmoción.

—Lo haré —Confirmo y se acercó abrazándome con fuerza.

Y en ese momento me di cuenta que amaba a Negan y él me amaba a mí.

—Te amo —Murmuré y su cuerpo se tensó, segundos después se relajó.

—Y yo te amo a ti preciosa —Beso mi frente.