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✝ Extra Especial: La Noche de Halloween

🕯Antes de leer:
Este capítulo extra es después del Final y antes del Epílogo para mejor entendimiento. Sin más que añadir, disfruten su lectura 🍷

“Que tus miedos se conviertan en risas esta noche de Halloween”
                                       |Draven Villeel|

Uno, dos, tres —Nea Baker avanzó con lentitud mientras observó a su alrededor la pequeña estancia— ¿Dónde estará Joan? —fingió pensar tras escuchar su risa debajo de la mesa— Joan —canturreo, se acercó a la mesa y logró ver sus pies moverse. Con una sonrisa, Nea se inclinó y levantó la tela de golpe— ¡Te encontré!

—¡Bu! —le gritó su sobrino y entre risas, salió de la mesa.

—Joan —la peliblanco suspiró y situó sus manos en su cintura al verlo alejarse— siéntate a desayunar.

El pequeño Baker riendo, negó.

Nea fingiendo molestia, trató de alcanzarlo. Ambos dieron vueltas alrededor de la mesa entre risas hasta que el pequeño, fue atrapado por su cuidadora.

—Te tengo —Nea Baker lo cargó entre sus brazos y lo besó de la mejilla— tienes que desayunar, Joan.

Él dejo de reír, asintió y en cuanto Nea lo bajó al suelo, el pequeño fue a lavarse las manos.

Se demoro poco tiempo en volver. Por su cuenta, se sentó en su silla y logró alcanzar la mesa a sus 7 años.

—¿Qué vamos a desayunar, Tía Nea?

La susodicha, se dedicó a traer todo lo necesario, dejó todo sobre la mesa y tomó asiento en el otro extremo.

—Cereal con leche —le acercó el tazón como la caja de hojuelas.

Joan suspiró.

—¿Otra vez?

—Son de chocolate esta vez. —Nea le sonrió apenada— son deliciosas.

El pequeño Baker, apoyó sus brazos sobre la mesa.

—Mi mami me preparaba hotcake y eran muy ricos —demostró tristeza— extraño eso.

—Joan, entiendo que extrañes tú vida de antes —acarició su mejilla— que te siga doliendo y sigas extrañando a tú mami por lo que pasó —él asintió— pero tenemos que seguir adelante. Esta pequeña casa, es lo único que pude conseguir para los dos —retiró su mano— no he conseguido dinero y tampoco sé preparar hotcake, pero te juro que algún día, te los prepararé— le sonrió e introdujo la mano en la caja y sacó un puño de hojuelas—. Mm, muy ricas —las probó sin necesidad de leche.

No obstante, un golpe en la puerta, causó su atención.

Nea Baker, tensa, compartió una mirada con su sobrino.

—Quédate aquí —le pidió en voz baja y alerta, se dirigió a la puerta.

Maldjo no estar preparada con alguna arma, más en dado caso, usaría su don.

Otro golpe escuchó y al llegar a la puerta, se asomó por el orificio. Tan pronto la calma le invadió y se dedicó a abrir.

—¡Hola Nea! —una joven castaña sonriente, la saludo.

—Hola Yane —la peliblanco le medio sonrió— pasa.

Yane se adentró con una bolsa de regalo oculta detrás de su espalda.

—¡Hola Joan! —avanzó hasta él.

—Tía Yane —la recibió el pequeño sin bajarse de la silla. Enseguida recibió dos besos en cada mejilla.

—Te traje una sorpresa ¿adivina? —Yane inclinada un poco, admiro su sonrisa.

Nea tras cerrar la puerta, se acercó a ambos.

—¿Galletas? —adivinó Joan.

Yane negó.

—¡Un regalo! —le mostró la bolsa de envoltura. Joan la aceptó y revisó su contenido.

—Un carrito rojo —lo mantuvo en su mano— gracias tía Yane.

—Pensé en tí Joan —ella le respondió.

Nea al ver el detalle se cruzó de brazos.

—¿Quieres desayunar cereal? —le preguntó el pequeño Baker—. Mi tía Nea, eligió de chocolate.

Yane con una mueca observó la caja y la leche.

—Nea, no te vayas a molestar pero siempre le das cereal a Joan. Un niño como él está en constante crecimiento que merece más variedad.

—Mi tía Nea va aprender a preparame hotcakes como los que me hacia mi mami.

La susodicha, revolvió su cabello blanco.

—Así es Joan y no Yane, no tiene nada de malo. Mi sobrino, esta creciendo muy sano y fuerte.

La castaña suspiró.

—Esta bien, pero si quieren puedo preparar hoy los hotcakes.

—¡Sii! —se emocionó Joan.

—Yane, no es necesario.

—No es molestia, lo que sea por Joan —le dio un fugaz abrazo y lo sostuvo de la mano— vamos a prepararlos juntos.

Lo guió hasta la cocina.

Nea resoplo y bajó sus brazos.

—Yane, no hay nada de los ingredientes —le dijo en voz alta mientras se dirigía a la cocina.

Después de todo, Yane tuvo que comprar todos los ingredientes necesarios en compañía de Nea y de Joan Baker. Cuando regresaron a casa, entre los tres prepararon unos deliciosos hotcakes atentos en la explicación de Yane hasta que un Joan feliz, disfrutó su desayunó con ambas.

—¿Quieres más?

—Si —Joan le entregó su plato.

—Gracias por esto Yane —le dijo Nea en voz baja al estar sentada a su lado—tal vez no he sido una buena cuidadora. Ha sido difícil cuidar a Joan cuando por años, estuve sola.

—Tienes mi ayuda, Nea —le sonrió tras entregarle el plato al pequeño Baker— se lo juré a Carolina.

Nea suspiró y observó el jarrón sobre una repisa en la pared. Volvió a récordar su propia promesa.

—Me llevará más tiempo de lo que creo.

—No te angusties, vas a lograrlo —. Yane observó a Joan disfrutar su desayuno ajeno a su conversación— juntas no encargaremos de que Joan, sea feliz.

—Le ilusionó y le gustó mucho su fiesta de cumpleaños. Gracias a tú idea —le dijo Nea— aunque fue la primera vez que faltó Caro.

Ambas demostraron tristeza.

De pronto, un golpe en la puerta resono.

—Que extraño —emitió Nea y se levantó de la mesa— sigue comiendo Joan.

Yane estuvo apunto de hablar cuando Nea fue rápida en dirigirse a la salida. Tensa, abrió la puerta de golpe y suspiró al ver a la pareja frente a ella.

—Es bueno verte Nea.

—Cassie —le sonrió y desvío la vista en el hombre a su lado. —Caston— abrazó fugazmente a cada uno— entren.

Ambos le agradecieron y se adentraron a su casa.

Para Nea, no le pareció raro verlos agarrados de las manos cuando desde hace meses habían formalizado su romance.

—Hola, hola —emitió Cassie al llegar hasta la mesa. Tras soltar a Caston, se sentó en la silla y le sonrió al pequeño Cazador.

—¿Todo ha estado bien, Nea? —le preguntó Caston al quedarse atrás.

—Cada día es sobrevivencia— le respondió Nea en voz baja.

Su mentor con clara preocupación, se sentó en la silla, a un lado de su amada.

—Que sorpresa su visita —les dijo Nea y tomó asiento.

—Yo los invite —confesó Yane—pedi esta reunión para algo importante. No siempre todos coincidimos en Riverdale.

—Nuestra estadía no será duradera. Solo estamos aquí por unas cosas de Thiago —espetó Cassie Willford con tristeza— y después regresaremos a Valoltli.

—¿Sucede algo grave?

—No señor Caston, no es algo que deban preocuparse —le respondió Yane— es sobre una idea en mente. Aún faltan Nery y Matt.

Causó la curiosidad en todos.

—Tampoco pienso quedarme mucho tiempo en Riverdale  y no estoy segura a donde iremos. —Nea ojeo a Joan— solo será por unos días.

—No quiero irme, mi tía Yane no nos visitará.

—Joan —la susodicha causó su atención— estaremos en contacto y donde vayan, iré a visitarte ¿De acuerdo?

El pequeño Baker, asintió.

Nuevamente, un golpe en la puerta causó la atención de todos.

Nea segura de su presencia, se levantó a abrir y en cuanto abrió la puerta, observó a los últimos invitados.

—¡Nea! —la saludó Nery.

—Hola —se dejó abrazar por ambos y les permitió la entrada.

Dentro, tanto Matt y Nery se dirigieron a tomar asiento.

—¿Nos dirás a que se debe la reunión? —le preguntó Nea dirigiéndose a Yane tras sentarse a un lado de su sobrino.

La joven castaña emocionada, unió sus manos.

—En dos días será Halloween y me gustaría celebrarlo con todos. Una reunión pequeña, aquí mismo, disfrazados ¿qué opinan?

—Suena cool —emitió Matt— cuenta con nosotros.

—¡Si! —Nery aplaudió ante la idea— nosotros seremos zombies.

—Hace años que no celebro esa fecha, me será de ayuda para adaptarme a todo las celebraciones que me perdí—comentó Cassie— ¿De qué te gustaría nuestro disfraz Caston?

—No estoy en contra de esa celebración pero, un hombre de mi edad no se vería bien con un disfraz.

—Tonterías, claro que si —lo animo Yane.

—Cielo, no seas aburrido. —Cassie agarró sin permiso hojuelas de cereal—por una ocasión especial, podemos ser de nuevo Cazadores. Solo tenemos que buscar los sombreros correctos.

Caston al notar su mirada de convencimiento y su tacto en su mejilla, asintió.

—Esta bien, seré un Cazador mi Comandante Willford.

Ante la vista de todos, se dieron un casto beso en los labios.

—¡Yiuh! —inquirió Joan causando la risa de todos.

—Nea —Yane giró a verla— ¿Qué opinas?

—No estoy muy segura de celebrar Halloween —fijó su atención en su sobrino— Joan ¿te gustaría celebrarlo?

—Con mami lo celebraba —asintió varias veces.

Nea sonrió.

—Entonces si, celebremos Halloween.

Tanto Yane como Nery festejaron al aplaudir.

—Yo me encargo de los preparativos —emitió la castaña —Joan ¿de qué te gustaría disfrazarte?

El pequeño Baker, se encogió de hombros.

—¿De qué te disfrazaba, Carolina? —le preguntó Nea.

Joan, lució pensativo. Con su dedo tocó su barbilla varias veces.

—Recuerdo que fui un duende y un... vampiro —emitió en voz baja lo último.

Más fue escuchado por todos.

Nea al ver su afectación, sostuvo su mano.

—Tranquilo Joan, buscaremos otro disfraz.

—Puede ser un Brujo —sugirió Yane— no es ofensa, pero he visto disfraces hermosos.

El pequeño Baker asintió varias veces.

—Eso será. —Nea Baker observó a cada uno— sinceramente, desde hace años que no celebro Halloween.

—Podrías ser una Bruja, Nea —le dijo Matt— todos los días lo eres pero me refiero con sombrero— rio.

—No, yo no pienso disfrazarme.

—Tía Nea —Joan causó su atención— mi mami se disfrazaba.

Ella suspiró ante su chantaje.

—Esta bien Joan, lo haré por ti —rozó su nariz con la suya y se retiró— ¿Qué tan malo podría ser?

+++ DOS DÍAS DESPUÉS +++

Nea Baker en compañía de Joan, observó la decoración. Había arañas en telarañas colgadas desde el techo. Calabazas gigantes en las esquinas y flores de cempasúchil en el suelo. En el centro, se encontraba la mesa con una variedad de dulces tradicionales.

—Creo que Yane, exageró —emitió Nea al ver el esqueleto en un rincón.

—A mi me gusta —dijo el pequeño— pero eso me da miedo.

—No te hará nada, Joan. —Nea suspiró y observó la hora en el reloj en la pared—. Yane solo fue a arreglarse y el resto, no deben tardar en venir.

Ambos con su disfraz puesto.

En Joan consistía con una capa negra como un pantalón y camisa negra. Hasta un sombrero grande en forma de punta.

En Nea, un vestido con detalles morados y negro. Largo y de tirantes. Se colocó unas botas negras más abajo de sus rodillas. Su cabello lo dejó suelto y liso. Su maquillaje casual remarcando sus labios rojos.

—¿Usarás tú sombrero? —Joan se ajustó el suyo en su cabeza y desde su baja altura, la observó.

Nea con su sombrero en mano, dudó y ante la mirada de su sobrino, accedió.

—Solo por ti —se lo colocó siendo más grande que el suyo, negro con estrellas. Enseguida, Joan Baker sonrió—. Después de esto, lo devolveré —agregó al recordar que todo lo obtuvo por su don al hechizar a la dueña de la tienda.

No obstante, la puerta sonó.

—Vamos —Nea sostuvo de la mano a su sobrino y juntos se dirigieron a la puerta.

Al abrirla se encontraron con Yane luciendo su disfraz de calabaza.

—¡Tía Yane!

—Hola—con dificultad entró a la casa—es algo tosco —al ver al pequeño verla con una sonrisa, se preparó— ¡Soy una calabaza! ¡Buu! —comenzó a cantar y a moverse con dificultad causando su risa— ¡Tengo muchos dulces! ¡Buu! —río contagiada por su risa.

Nea medio sonrió al ver feliz a su sobrino.

—Iré a sentarme —Yane dejó de reír y se dirigió al sillón más cercano — ¿me ayudan? —emitió avergonzada ante la dificultad de su disfraz.

Tanto Nea como Joan se acercaron a ella y le ayudaron a tomar asiento entre risas.

—Los dos se ven muy bien —les dijo al verlo.

—Somos Baker —emitió Nea y compartió una mirada cómplice con su sobrino.

Varios minutos después, la puerta sonó. Nea esta vez se dedicó a abrir sola cuando Joan se quedó acompañando a Yane.

Al abrir la puerta, vio a Caston como a Cassie con su disfraz de Cazadores. Ambos con una gabardina negra como un sombrero grande en su cabeza.

—Feliz Halloween —emitió Caston.

—Te vez bien —se burló la peliblanco.

—Tú igual, Nea.

Ambos rieron.

—No encontramos los sombreros correctos. Me hubieran gustado más grandes como los de Neevil —espetó Cassie.

—Yo los veo bien. —Nea evitó su comentario cuando le seguían pareciendo ridículos— pasen por favor.

Los dos se adentraron y saludaron tanto a Yane como a Joan.

En poco tiempo, llegó Nery con Matt y con un golpe en la puerta, Nea con Joan se dirigió a abrir.

—Los estábamos esperando —les dijo la Bruja al verlos y río por su disfraz de zombie.

Los dos con ropa rota, con sangre falsa, la cara blanca y heridas creadas con maquillaje con el cabello hecho un desastre.

—¡Somos zombies! —Nery los saludo.

—Me comeré tú cerebro —emitió Matt, gruñó y fingió caminar como zombie.

Rápidamente Joan se ocultó detrás de Nea con miedo.

—Matt —recibió un codazo por parte de Nery.

—Es broma —él se detuvo y recuperó su postura.

—Entren —Nea se apartó de la puerta dándole una mala mirada a Matt. Enseguida cerró la puerta y se dio la vuelta— no es un zombie real —sus palabras lo tranquilizaron—. Vamos con todos —con Joan, se dirigió a la sala y tomaron asiento.

Por Yane, resono una baja melodia gótica.

Disfrutaron la comida, probaron distintos dulces y crearon juegos.

Entre risas por parte de todos cuando Yane se lanzó sobre Matt con tal de darle oportunidad a Joan de alcanzar el fantasma. Nery fingió demorarse con tal de verlo sostener el premio y brincar sonriente.

—¡Siii! —le gritó Yane agitada a medida que trataba de levantarse.

—Eso es trampa —se quejó Matt adolorido— ayuda amor.

Nery recurrió a ayudarlo.

Nea levantó a Yane y Joan regresó con el fantasma en mano.

—Es obvio quien ganó —anunció Cassie Willford como juez— ¡El pequeño Cazador y Yane! —les entregó una caja de chocolates a cada uno.

—Me rindo —emitió la castaña tras chocar su puño con el de Joan y todos
regresaron a la sala —¿Qué hora es?

—Las 11 en punto.

—¡Los dulces! —Yane con un brinco, logró ponerse de pie— Joan, es hora de ir a pedir dulces.

—Yane, es muy noche —intervino Nea—es peligroso para Joan.

—Lo voy a cuidar bien, dale permiso Nea.

Joan con su calabaza vacía, le hizo puchero.

—Esta bien pero los acompañaré—emitió Nea.

—¡Y nosotros! —gritaron al unísono Matt y Nery y se levantaron.

—Espero les den dulces —espetó Yane—¿vienen? —se dirigió a los Cazadores.

—No, preferimos quedarnos aquí si Nea está de acuerdo. —respondió Cassie.

—Es su casa —ella sostuvo de la mano a Joan y se dirigió a la salida.

Entonces, los cinco se despidieron de la pareja de Cazadores y salieron de la casa.

La oscuridad de Riverdale los recibió y a medida que comenzaron a caminar, se cruzaron con niños como adultos disfrazados por las calles.

—Nos vamos a adelantar —les avisó Nery, agarrada de la mano con Matt, ambos se alejaron.

Tanto Nea, Joan y Yane, caminaron a la par.

Las dos vigilando al pequeño Baker cada vez que se iba a pedir dulces en cada casa. Cada vez, su pequeña calabaza comenzó a llenarse.

Joan a pocos pasos al frente, sonriente comenzó a brincar a medida que seguía por la calle sin temerle a la oscuridad.

—Me gusta verlo así, feliz y sin miedo —emitió Nea en voz baja para Yane.

—A mi igual, lo merece después de lo que pasó —la peliblanco asintió—. Oye Nea, ¿no haz pensado en volver a inscribir a Joan a la escuela? Se debe preparar, tiene que aprender cuando ya perdió un año.

—Yane, no estamos en un lugar fijo. Son constantes cambios para él.

—Lo sé, pero no entiendo porque se van siempre.

—Sigo buscando respuestas para resucitar a Carolina y a Jhon. Después, Joan tendrá estabilidad, le enseñaré lo que pueda, es muy inteligente.

—No lo dudo, pero Joan debe regresar a la escuela y tener una vida normal.

—Yane, somos Baker y no voy a tolerar que se burlen de él por su cabello blanco que no puede ocultar.

Ella asintió y ambas se detuvieron al ver al pequeño, dirigirse a tocar una puerta.

—Entiendo eso, no será fácil pero podemos buscarle maestros privados o yo estoy dispuesta a enseñarle pero Joan debe seguir con sus estudios.

—Eso me parece mejor. —Nea se cruzó de brazos y mantuvo su atención en su sobrino— mi prioridad es la felicidad y bienestar de mi sobrino Yane, aunque no parezca pero como Baker, por lo ocurrido, es difícil tener una vida normal. Yo no puedo dejar de ser una portadora de magia como él, un Conector. Su propia magia, no controla, en ambos es débil pero en Joan fluye sin control cuando está molestó o tenso.

—Comprendo eso, Nea.

De pronto, observaron la puerta de la casa de enfrente, cerrarse de golpe. Joan retrocedió y se giró con lágrimas en sus ojos.

Rápido, ambas se acercaron a él.

—¿Qué pasó Joan? —le preguntó Nea preocupada.

—El señor no quiso darme dulces.

—Desgraciado —emitió Yane— lo siento, es que estoy molesta —limpió la lágrima de su mejilla— solo es un niño.

—Me va a escuchar.

—Nea, espera.

Yane no alcanzó a detenerla, con su puño, Nea Baker golpeó la puerta varias veces hasta que fue abierta.

—¡¿Qué quieren?! —salió un hombre de edad.

—Mire Señor, fue muy grosero con mi sobrino. —Nea lo señaló— y no voy a permitirlo.

—El niño solo quiere un dulce, si no tiene, puede decirlo con amabilidad —le dijo Yane desde su lugar.

—Dejen de molestar, vayan a otra casa.

La Bruja molesta dejó fluir su magia en su mano.

—Tía Nea —ante la voz de Joan, se detuvo y anuló su don.

Más calmada, observó un tazón de dulces cerca de la puerta.

—Es un egoísta —le reclamó Nea— tiene dulces.

—Tengo, pero es horrible su disfraz. No merece nada.

Nea le dio una cachetada y le arrebato el tazón.

—¡Corran! —sostuvo de la mano a su sobrino y huyeron los tres de la casa ignorando el grito del hombre.

Al estar lo suficiente lejos, se detuvieron con la respiración acelerada.

—Fue un milagro no caerme —espetó Yane tratando de recuperar el aliento.

—Aquí tienes Joan. —Nea vació el tazón de dulces en su calabaza hasta llenarla —y no le hagas caso a ese hombre, tú disfraz es el mejor.

Él sonrió.

—Nea, no puedes enseñarle eso a Joan. —Yane hizo una corta pausa— a tomar lo que no es suyo.

—Ese hombre fue un egoísta. —Nea agarró una paleta y tras quitarle la envoltura, se la colocó en la boca.

—Joan, tú no vayas a hacer eso —le pidió Yane— prometemelo.

Él pequeño Baker asintió y observó a cada una en un dilema por sus distintos comportamientos.

—Te lo juro Tía Yane —le sonrió feliz con su calabaza llena de dulces— gracias Tía Nea.

Ambas se observaron y no evitaron la risa al recordar lo sucedido.

(...)

A media noche, regresaron todos a la casa de los Baker y varias horas después, cada uno se fue a sus respectivas casas.

Los primeros en irse fueron Cassie con Caston.

Luego, Nery con Matt y finalmente Yane.

Al quedarse solos, cansados tanto Nea y Joan se fueron a la habitación compartida. El primero en entrar a la cama fue el pequeño Baker y después Nea tras quitarse el disfraz. Ambos con sus respectivas pijamas.

—No apagues la luz.

—Joan, tienes que ser valiente como lo fuiste hoy. No tuviste mucho miedo.

Él se cubrió con las cobijas hasta sus ojos.

—Por favor, solo esta noche.

Nea hizo una mueca y suspiró.

—Bien, solo por hoy —accedió a su petición y dejó la luz encendida a falta de una lámpara pequeña. Enseguida se dirigió a la cama y entró bajo las cobijas a un lado de su sobrino.

—¿Me cuentas un cuento?

—Joan, ya es tarde.

—Un ratito, tía Nea.

Ella ante su mirada, asintió y agarró el libro del buro desde un extremo. Lo abrió y comenzó a leer en voz alta: El Principito.

Joan le prestó atención mientras debajo de la almohada, sacó un caramelo.

Tan pronto, Nea dejó de leer.

—Joan, no más dulces.

—Es el último, tía Nea.

Ella giró a verlo.

—Ya te habías lavado los dientes.

Él le sonrió luciendo la ventana a falta de un diente.

—Solo por esta noche ¿De acuerdo? —su sobrino asintió y ella siguió leyendo hasta que el sueño venció al Conector.

Nea bostezo, dejó de leer y cerró el libro. Tras acomodar y arropar a Joan, dejó el libro en su lugar y terminó por acostarse. Besó su mejilla, lo abrazó y se dedicó a dormir.

Ante todo lo ocurrido, agradeció a sus adentros por sobrevivir un día más.

#

Día de Halloween, una mala fecha para el mismísimo Nicolaik Vleid ante los recuerdos invadirle.

La única noche donde podía lucir como el vampiro que era sin ocultar su real apariencia ante humanos a su alrededor.

Siguió vagando por las calles de Hillary a base de vagas pistas con tal de encontrar a los Baker.

Fueron meses difíciles para el vampiro, con constantes cambios a medida que los rastreaba.

La última vez, alcanzó a reconocer su estadía en Esmeralty por medio de Nea Baker y aunque trató, fueron semanas sin repetirse esa extraña conexión.

Sin embargo, no encontró a ninguno y eso creció su odio.

—Baker —pronunció y se detuvo en la oscuridad de la calle. La única oportunidad que tenía para salir de cada escondite y calmar su sed como seguir con su desesperada búsqueda, era por las noches.

Por su audicción desarrollada, detectó humanos a cierta distancia acercarse entre risas. Con sus absurdos disfraces y una ofensa para el vampiro cuando fingen en ese día, ser distintos; imitar a un ser sobrenatural incluyendo el vampirismo.

—Ingenuos —emitió en voz baja.

Se dedicó a esperar consumido en el silencio y en el tormento de sus propios recuerdos de siglos:

—¿Dónde está Madre? —preguntó Nicolaik Vleid al ver a los cuatro vampiros convertidos reunidos en la sala frente a él.

—No debe tardar, paciencia hermano —le respondió Blood.

Él asintió.

—Estoy ansioso por salir esta noche —comentó un Maxius luciendo sus colmillos— es el día con más víctimas a nuestra disposición.

—Nadie se oculta, vagan por horas durante la noche y nosotros tenemos la oportunidad de drenarlos. —Sasha se ajusto su ampon vestido— si, es mi noche favorita.

—Que este día no nos disfraiga del tiempo.

—Kyve tiene razón, todos debemos estar atentos. Controlarnos, beber lo que nos plazca considerando que la noche no es eterna para nosotros —les pidió Nicolaik y observó a cada uno.

Kyve revisó la hora en su reloj.

—Es la peor desventaja de ser vampiro —espetó Maxius y observó sus uñas largas con aburricion.

—Cumpliremos las reglas Nicolaik —Sasha le sonrió— pero no nos arruines la diversión.

—Atentos, llegó Madre —les avisó Blood.

En poco tiempo, Scarlet Vleid apareció ante ellos.

—Hijos míos.

—Te estábamos esperando, Madre —Nicolaik se acercó a ella.

Con cariño maternal, ella acarició su pálida mejilla.

—Aquí estoy, Nicolaik. Lamento la tardanza —ojeo a todos— estaba ocupada con Lord Lewis.

—¿Lo sigues frecuentando, Madre?

—Fue la última vez, Maximo —le respondió a su hijo— le he arrancado la cabeza.

Pasó a un lado de su primer hijo y se acercó al resto.

Enseguida, Nicolaik se dio la vuelta.

—Madre, será noticia en todo Gales. Nos tendremos que ir.

—No hay nada divertido en este lugar para quedarnos. Será nuestra última noche, hijos míos.

—Ya estaba harta de este lugar, Madre —le dijo Sasha al verla fascinada.

—A mi no me caí bien ese humano, Lord Lewis tenía otra intención con Madre —espetó Kyve— pidió tú mano.

—No voy a comprometerme con ninguno hombre, ni mucho menos con un humano. No hay nada de que preocuparse.

—Eso espero, no es el primer humano con quien te involucras de esa forma —Nicolaik le sostuvo la mirada.

Scarlet Vleid sin lucir molesta, siguió sonriente con sus colmillos expuestos.

—Madre tiene derecho a ser deseada y no tenemos que pedirle explicaciones, va para todos —intervino Blood.

—Hijo mío, te agradezco tú comprensión —con sus manos en su delgada cintura, se acercó a Nicolaik—no involucro sentimientos.

Ella se dio la vuelta y extendió sus brazos.

—Es Halloween, la noche perfecta para drenar, matar y manchar las calles de real sangre en este lugar. Los Vleid, no nos podemos perder la diversión —sonrió con malicia—. Hoy, quiero ver a todos mis hijos e hijas, alimentarse. Hoy quiero que todos, dejen pruebas para Jhony Baker —río siniestra y enfocó la vista en Alexandro—Mi querido, Blood —se dirigió de esa forma a él— hoy bebe toda sangre a tú disposición, lo mereces. No te conformes con copas.

—Entendido Madre —usó su acento italiano.

—Máximo —él dio un paso adelante— no te distraigas, ni vayas a perder tus anillos.

—No Madre, estaré atento de ellos —movió sus dedos luciendo los diez distintos.

Scarlet Vleid asintió ante su respuesta y observó a su hija.

—Sasha, no olvides tú sombrilla.

—No la soltaré, Madre —ella la ajustó en su brazo.

—Y Kyve, atento del tiempo —él asintió—Nicolaik —se dio la vuelta— te alimentas y por esta noche no busques más candidatos a Vleid.

—Entendido, Madre.

Ella satisfecha con todos, se dirigió a la salida.

—Regresaremos al amanecer —emitió en voz alta—. Vamos, la noche no es eterna.

Cada uno la siguió.

Esa noche, Gales se tiño de carmin por Vleid.

Nicolaik movió la cabeza y los recuerdos desaparecieron.

Sin embargo ¿cómo olvidar cada momento con Scarlet, Blood, Maxius, Sasha y Kyve?

Hubo demasiados recuerdos durante siglos, los seis juntos por un tiempo. Momentos de felicidad, victorias compartidas hasta compartir los más malditos planes en contra de Baker.

Y todo se había perdido.

Cada día, los extrañaba.

Un año, un tormentoso y doloroso año para el único vampiro existente ante la pérdida de su propia familia y fue peor, seguir sin cumplir su juramento.

—¡Ey! ¿Por qué tan solo? —una voz causó su atención.

Nicolaik Vleid desvío la vista y vio a los humanos cerca. Eran tres, dos hombres y una mujer. Uno con un disfraz de vampiro, el otro con una máscara blanca y siniestra y la chica con orejas de coneja en su cabeza con un corto y sensual vestido color blanco.

—Ese es un buen disfraz, amigo —le aplaudió el falso vampiro.

—Amigo —repitió Nicolaik y gruñó— humanos ingenuos —se alejó de la pared y comenzó acercarse a los tres.

—Vas marcarme con tus colmillos —la chica rió— no me resistiré.

—Ey, tranquilo —el sujeto de la máscara retrocedió.

—¿Quieres ir a una fiesta? Es aquí cerca. Ganarás por tú disfraz. Mirate, pareces tan real.

—No es un disfraz —le respondió Nicolaik al detenerse a pocos pasos de ellos.

Los tres rieron.

—Si, vampiro real —la chica limpió sus lágrimas por la risa— si claro.

—¿Estas drogado, amigo?

Nicolaik los observó con malicia.

—Tienen cinco segundos para escapar —les dijo con seriedad dándoles ventaja, más en cinco segundos, los alcanzaría.

Otra vez, los humanos rieron.

—Que miedo —se burló el falso vampiro.

—Me cae bien ese tipo —espetó la chica— podemos follar todo lo que quieras.

—¡Ey! Eres nuestra novia —se quejó el de la máscara.

—Da igual uno más —ella fue la primera en acercarse y situó su mano en su pecho— no siento latir tú corazón.

—Ni el tuyo va a latir —con velocidad, Nicolaik atravesó su mano en su pecho y le arrancó el corazón. Enseguida, sangre brotó de su boca y por el real vampiro cayó al suelo sin vida.

—¡Joder! —ambos chicos retrocedieron— este tipo está loco.

Con miedo huyeron.

Sin embargo, rápido fueron alcanzados.

Al vampiro falso, le arrancó la cabeza y con el segundo, clavo sus colmillos en su cuello sin detenerse hasta drenarlo por completo.

Nicolaik se alejó con rastro de sangre en su boca y lo dejó caer al suelo.

Juró esa noche no detenerse y descontrolarse.

Dejó los cuerpos atrás y siguió su camino. De pronto, se detuvo al ver un fantasma frente a él.

—Nathalie —no lució miedo más seguía sin entender su afán de molestarlo desde que apareció de nuevo en su eternidad— mereces descansar en paz, estás muerta.

Su sombra comenzó a distorcionarse hasta desaparecer por completo. Más Nicolaik sabía que volvería como los recuerdos con ella.

—¿Qué estás haciendo, Nicolaik? —le preguntó Scarlet Vleid al verlo en el monte con una pala mientras escarbaba. Notó a su extremo, el cuerpo envuelto de la joven Bonnet en sábanas blancas.

—Nathalie merece su propia tumba.

—Era una humana ingenua, débil e inútil para procrear una creación tuya. —Scarlet se burló y se acercó a él. Su delgado y largo dedo, posó en su barbilla y lo obligó a verlo— por más que intentes cambiar lo que eres con éstas absurdas acciones Nicolaik, en ti siempre existirá la maldad.

Dicho esto y se retiró.

Más el vampiro siguió escarbando hasta enterrar el cuerpo. Su creencia lo orillo a no colocar una cruz más dejó su collar sobre la tierra grabado la N en el metal con su foto dentro.

Adiós Nathalie.

Permaneció por horas viendo el puño de tierra con la culpa carcomiendole por haber sido un monstruo con ella.

Cuando Nicolaik regresó a la realidad, solo deseó que la cordura no afectara su promesa a cada Vleid.





¡FELIZ HALLOWEEN! 🎃🕸️⚰️🕯️🍷

LES DEJO UNAS FOTOS CON IA DE LOS PERSONAJES PRINCIPALES EN ESTILO DARK.


NOS VEMOS EN: S A N G R E   V L E I D.

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