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✝ Epílogo ✝

“Un final no es definitivo cuando permanece una hoja en blanco”
                                                      |D. V|

Doce años después

¿Quién es Draven Villeel?

Él es un escritor talentoso que domina el género de fantasía. A sus 18 años, fue todo un éxito su primer libro en papel titulado “Darkside” en el momento que se atrevió a compartir sus escritos y no solo escribir para él. En todas partes del Mundo, demasiado público lector de distintas edades conoce su libro, la trama y todo lo que oculta la oscuridad.

Cuenta sobre portadores de magia contra el mismo vampirismo en un pueblo maldito que para muchos, es Synerdale, para otros Neevil.

Baker contra Vleid en una batalla noche tras noche por la libertad, por venganza de siglos con un sin fin de secretos ocultos.

Hasta que se logró la libertad por una portadora de luz con un Conector y ese fue el desenlace de la historia.

Una historia real por contar.

Más para muchos, todo fue ficción.

Nadie cree en los secretos de la oscuridad.

El mismo Draven Villeel cree lo posible cuando lo vivió y sobrevivió para contarlo.

El joven escritor, observa sus manos con detenimiento cuando no evita sentir nerviosismo como el mismo miedo por lo que va a enfrentar.

Suspira y sentado sobre un pequeño banco, fija la vista en el espejo frente a él a medida que baja sus manos.

En su reflejo ve su aspecto joven, sus ojos grises y su cabello blanco en su totalidad.

—¿Draven? —se asoma una mujer y al verlo, sonríe y se adentra a la estancia—¿estás listo?

—No —él le responde con sinceridad.

Ella se detiene detrás suyo y se inclina tras apoyar sus manos en sus hombros.

—No es la primera vez que haces esto.

—Parece como si lo fuera —la mujer de cabello castaño, observa el espejo. Ambos reflejados con gran diferencia de edad— no puedo acostumbrarme. Solo quise escribir un libro.

—Esto es parte de todo, Draven —ella ajusta sus lentes y besa su mejila— puedes con esto —regresa la vista al espejo— yo veo un joven valiente, talentoso que ha enfrentado peores cosas que una multitud de fans lectores.

Él sonríe ampliamente.

—No sé que haría sin ti. Siempre me animas a superar todo.

—Soy tú editora y estaré siempre para ti —ella retira sus manos y se aleja pocos pasos de él— no los hagas esperar. Te toca salir en tres minutos —lo apunta— Tú puedes Draven.

Dicho esto y la mujer castaña, se voltea. Sus tacones resuenan contra el piso y se dedica a abandonar la estancia.

Él toma una profunda respiración y se levanta dandole la espalda al espejo.

—Soy Draven Villeel —se anima a si mismo al quedarse solo— puedo lograrlo —bufa y guía sus manos a sus mejillas— no puedo —se voltea y apoya sus manos sobre la pequeña mesa— vinieron a conocerme —emite al ver su reflejo nuevamente— están aquí por Darkside.

Con valor, se endereza, mueve sus brazos y se encamina a la salida disminuyendo su nerviosismo.

Al salir, por su editora es guiado a su lugar por una amplia librería.

—¿Cuánto publico es?

—Más que la vez anterior —la mujer ríe ante su expresión de temor— vamos Draven, todo va a salir bien —se detiene a pocos pasos y se voltea— recuerda lo que hablamos —estira sus brazos y acomoda el cuello de su chamara negra— tranquilo y solo responde como el escritor de tú libro ¿De acuerdo?

—Insisten en conocer mi vida privada.

—Draven —su editora baja sus brazos—no olvides quien eres. Anda, ve y te recompensare.

—¿No puedes ir en mi lugar? —comienza a avanzar con sus manos en sus bolsillos.

Ella niega, lo empuja y le desea suerte.

El joven escritor se encamina a su lugar, de reojo observa a su público lector esperandolo como percibe justo a frente un escritorio con un puño de sus libros; como detrás, una pancarta que transmite su imagen públicitaria.

Draven Villeel sonriente con su libro en mano.

Toma una profunda respiración y al llegar, toma asiento en su silla frente al escritorio. En cuanto notan su presencia, el público lector enloquece con un sin fin de gritos.

Su editora interviene y pide a todos calmarse, guardar silencio al darles indicaciones.

Cada uno se sienta en cada silla justo al frente del escritor. Mujeres y hombres de distintas edades y apariencias que comparten un mismo gusto por el mismo libro en sus manos.

Él espera la indicación de su editora, al ver al público calmado, entre el silencio se inclina y su mano guía a sostener el micrófono justo al frente.

—Hola —carraspea— soy Draven Villeel —se obliga a controlarse— el escritor de Darkside —se retira un poco y su mano libre sostiene su propio libro detallando la portada llamativa de una reja abierta dándole la bienvenida a un pueblo maldito con tonos sombríos. Con el libro en mano, regresa la vista al frente— nunca tengo un buen discurso —ríe sin ánimos— pero ante todo, estoy agradecido porque todos me dieron la oportunidad de conocer lo que escribo. Todos aquí leyeron mi libro —humedece sus labios varias veces y busca la ayuda de su editora que en una esquina lo observa cruzada de brazos— que... comiencen las preguntas —deja de verla mientras deja el libro en su sitio.

Una chica de cabello castaño corto, levanta su mano sin soltar su libro.

—¿Si? —le cede la palabra el escritor.

—¿En qué se inspiró para escribir su libro?

Draven Villeel, suspira y apoya sus brazos sobre el escritorio al cruzarse de brazos y se inclina al micrófono.

—En todo lo que ha sido mi vida y porque creo que todos tenemos un lado oscuro.

La chica conforme, le agradece.

Enseguida, más presentes del público levantan su mano.

—El joven de atrás —Draven Villeel lo observa con atención.

—¿Por qué los Baker y el aquerrale tienen el cabello blanco? ¿Usted adapto esa apariencia por sus personajes?

Él medio sonríe y niega.

—En portadores de magia, es una peculiaridad que los define portar el cabello blanco porque nacen asi. Es como los colmillos en vampiros, alas en hadas o colas en sirenas. La fantasía es extensa y cada ser sobrenatural es distinto —hace una corta pausa— y no, no uso el cabello blanco por mis personajes es... un gusto nada más —ríe sin ánimos— no soy Brujo, soy escritor.

Otra chica, levanta su mano y al recibir su permiso, se pone de pie abrazando su libro.

—¿Qué pasó con Nea Baker y su sobrino? Su final es confuso.

—Ellos fueron felices con su libertad —el escritor incómodo rasca su nariz.

—¿Piensa escribir un segundo libro? Lo espero tanto —le pregunta la misma chica.

Draven Villeel observa fugazmente a su editora.

—Estoy trabajando en eso —regresa la vista al frente— en arreglar las ideas y sinceramente, no estoy seguro que vaya a haber una secuela pero les estaremos avisando.

La lectora, asiente y toma asiento en su lugar.

Otra chica de cabello rojo, levanta su mano.

—El niño de la historia ¿creé que enfrentó sus miedos?

Él se demora en responder.

—Estoy seguro que si. Como cualquier niño, le tenía miedo a los monstruos que su misma imaginación, creó sin estar ahí y en el libro, se recalca sobre unos monstruos reales, vampiros —pasa saliva— Joan Baker, enfrentó sus miedos y dejó de temerle a la oscuridad.

Otro chico, levanta su mano y con la oportunidad, le pregunta:

—Relata su libro como si todo fuera tan real que nos pone a dudar —ríe sin ánimos— ¿Le gustaría que fuera real? ¿Realmente existir el pueblo maldito con Baker y Vleid?

—Creo que la realidad depende de nosotros mismos. En lo que queremos creer, en lo vemos a nuestro alrededor y eso nos dará las respuestas a las dudas que tenemos.

Por último, otra chica pide hablar:

—Hola, me encanta su libro —le sonríe apenada— es muy joven y guapo para ser escritor —ajusta sus lentes recibiendo su media sonrisa— ¿Qué piensa que se oculta en la oscuridad?

Draven Villeel duda segundos en responder.

—La oscuridad define cientos y miles de misterios y distintos mundos de imaginación donde todo es posible. Hay mucho por contar.

La chica le agradece y regresa a tomar asiento en su lugar.

Tras la indicación de la editora, comienza la firma de libros.

Draven Villeel, menos tenso firma muchos libros con varias dedicatorias. Recibe halagos, abrazos hasta selfies que trata de lucir sonriente hasta que la multitud, abandona el establecimiento.

Un aplauso causa su atención a medida que ella se acerca a él.

El joven escritor, pasa sus manos por su cabello blanco y le sonríe.

—Eso estuvo genial.

—Creo que equivoqué mucho. Olvidé muchas cosas.

—Fuiste tú mismo Draven —su editora se detiene y le pide acercarse. Él se levanta de su silla, rodea el escritorio y avanza hasta ella que se dirige a una esquina— estoy orgullosa de ti.

El peliblanco suspira y se sitúa frente a ella.

—Todo gracias a ti —recibe su abrazo y cuando se aleja, su editora de una mesa sostiene una caja de galletas.

—Son para ti, es tú recompensa —él sonríe y acepta la caja tras invadirle los recuerdos.

—Gracias, son mis favoritas —le sonríe—me siguen preguntando por el color de mi cabello.

—Para todos es raro si juras que no es teñido—. Draven recuerda su anterior firma que fue todo un desastre cuando los nervios lo traicionaron ante tantas preguntas de su físico y se quedó en sin palabras hasta que su editora lo salvó — y es una moda para muchos.

—No lo puedo cambiar y lo sabés.

—Nunca te podíria cambiar tú imagen —ella le sonríe— al menos hoy nadie preguntó tú vida privada.

—No y espero que no se repita la otra vez. Su insistencia en saber donde vivo, si tengo pareja. Nada sobre mi libro.

—Así es esto Draven y todo porque eres muy apuesto —recibe su seriedad—soy sincera— ríe— anda, ya puedes irte, yo me encargo de todo y seguimos en contacto. La próxima semana, tenemos agendada otra firma de tus libros.

Él asiente varias veces.

—Gracias Yane —se despide de ella con un casto beso en la mejilla y con la caja de galletas en mano, abandona la librería.

Afuera, la luz del día ilumina las calles. Entre la multitud de personas yendo en rumbos distintos, Draven Villeel se escabulle a medida que camina en dirección a su hogar.

Atento observa a su alrededor varias tiendas decoradas con adornos de Halloween al ser Octubre como en las calles las hojas secas de los árboles y la baja temperatura ante un viento descontrolado.

Draven frota sus manos y dobla a la esquina cuando de pronto se detiene al reconocer una familia frente a él.

—Señor Caston y Señora Cassie.

Ellos sorprendidos se detienen y al reconocerlo, le sonríen.

—Vaya, si eres tú. Años sin vernos desde la última vez —ella porta una boina en su cabeza dejando su cabello negro esta vez corto hasta sus hombros como un abrigo mientras se abraza a si misma—¿cómo estás?

—Mucho mejor.

—Perdimos comunicación con los dos cuando nos enteramos que se fueron.

—Cambiamos constantemente de lugar hasta que regresamos a Valoltli.

Caston le sonríe.

—Me gustaría visitarlos antes de que se vayan —busca un bolígrafo en su bolsillo y se la entrega al mismo tiempo que estira su brazo.

Draven ríe y avanza un paso a anotar la dirección en su brazo.

—Nos dará mucho gusto recibirlos —le entrega el bolígrafo y retrocede. Un pequeño niño de cabello castaño, capta su atención tras ocultarse detrás de su padre— ¿Él es...?

—Thiago, nuestro hijo —le responde Cassie Willford— como vez, ya no es un bebé, acaba de cumplir seis años.

—Hola —Draven se inclina y apoya sus manos en sus rodillas— no temas, puedo ser tú amigo si quieres.

—Saluda, hijo —le pide su padre y lo obliga a situarse al frente de él.

El pequeño apenado, lo saluda con su mano.

—Me recuerda a mi —el peliblanco se endereza y suspira— la diferencia es el cabello —sonríe— se parece a los dos.

—Más a mi —espeta Caston.

—Yo fui quién lo tuvo —emite su esposa y baja sus brazos.

—Son una hermosa familia. —Draven al verla con detenimiento nota un bulto en su estómago— es lo que creo que es.

—Si pequeño cazador. —Cassie comparte una mirada cómplice con su esposo— estoy embarazada, en pocos meses nacerá nuestra hija.

—Casandra —termina Caston por ella —nos dará gusto compartir esa fecha con los dos.

—Le contaré —le contesta el peliblanco.

—Nos enteramos de tú libro —le dice Cassie— lo compramos, lo leímos y ya sabemos que nos mencionas.

El escritor incómodo, oculta sus manos en sus bolsillos.

—Es interesante tú libro, esta bien que les adviertas a todo el Mundo de lo que pasó.

—Para todo es solo un libro, creen que no es real.

—Es lo mejor —le dice Cassie— me gustó que menciones a la Comandante Willford valiente contra los Nocturnos.

—Tuve ayuda con ciertos detalles.

—Yo no estoy de acuerdo en algo —le apunta Caston— aparento el amor por Cassie desde la primera vez que se me menciona en el libro.

—Oh, cariño. Eras muy evidente.

Draven se encoge de hombros.

Los tres ríen y Caston baja su brazo.

—Ya quiero ir al parque —les pide su hijo.

—Espera Thiago —le dice su madre.

—Vayan, no les robo más su tiempo —el peliblanco se despide de cada uno, el pequeño se anima a chocar su puño con el suyo tras Draven obsequiarle un paquete de galletas y cada vez se aleja de ellos.

Por la calle sigue su camino hasta llegar a su hogar. Una pequeña casa con las ventanas cerradas. Con su llave, abre la puerta y entra.

—¡Hola! —cierra la puerta y avanza varios pasos— ya llegué —anuncia y deja la caja de galletas sobre una repisa en la pared. Ante su mirada, observa un gato negro caminar hasta él y ronronea cerca de sus pies— Ey, Lucky, siempre eres el primero que me recibe —se dedica a agarrarlo y entre sus brazos lo carga— ¿Te portaste bien? —ríe al sentir sus bigotes en su mejilla.

—Bienvenido Draven —resuena una melodiosa voz al aparecer en la sala y causa su atención— o mejor dicho, Joan.

Ella se cruza de brazos.

Él baja al gato y al enderzarse, le sonríe.

—Hola tía Nea —avanza a abrazarla como cada día— te extrañaba tanto.

—Fueron horas Joan —cuando se alejan, ella no evita revolver su cabello —ya comenzaba a preocuparme.

—Nunca me quieres acompañar.

—Prefiero quedarme —ella al ver el gato, lo agarra y lo carga entre sus brazos— sabés lo que pienso de esos lugares —regresa la vista en él— ¿cómo te fue?

—Bien, a todos les gustó el libro y por Yane recibo más promoción —se cruza de brazos— si tan solo supieran que no es solo un libro.

—Nadie te creería Joan, si estuve de acuerdo en que escribíeras todo lo que pasó fue porque solo quería verte feliz.

—Fue una manera de superar todo y porque mi tía Yane insistió, vio mi potencial —se encoge de hombros— preferí ser escritor a ser Doctor y ver mucha sangre.

—Decidiste lo mejor para ti Joan.

Él asiente.

—Pero no puedo olvidar lo que pasó y cada día es más difícil ocultar lo que somos.

Nea Baker con su cabello blanco suelto, ondulado hasta su cintura con un vestido negro largo con tirantes en sus hombros se acerca a él.

—Quisiera remediar el daño, cambiar el pasado y que nada por lo que pasaste, lo hayas presenciado.

—No se puede pero contigo todos estos años, lo supero. No me haz dejado solo tía Nea —ella le sonríe— lo que si me sigue pareciendo extraño es que Lucky sigue con vida cuando creimos que aquella vez, lo habían atropellado.

—Es un gato misterioso —le responde ella— comienzo a creer que su antigua dueña, lo maldijo o con un hechizo lo hizo un sobreviviente eterno más que cualquier otro gato normal —lo acerca a su rostro— ¿Verdad Lucky? —Joan sonríe al verla sonreír. Ante su mirada, Nea Baker regresa a verlo— ¿Qué?

—No, nada.

Ella bufa y suelta al gato.

—Dilo Joan, con Lucky parezco a Mauren Agnes.

—Recuerdo que antes Lucky no te agradaba —ella se cruza de brazos— ahora si y no puedes evadir la realidad tía Nea.

—Lo sé pero no soy ella —avanza hacia una mesa en el centro— nunca la veré como mi... Madre aunque lo sea —resopla— no me hagas recordar eso.

—No lo haré —Joan la sigue y al detenerse, rasca su nariz—. De camino a casa, me crucé con alguien.

Nea alerta rápido se voltea.

—¿Con quién? —luce tensa.

—Con Caston Grenm acompañado de Cassie Willford con su hijo Thiago.

Ella suspira de alivio.

—Oh, años sin saber de ellos.

—Su hijo tiene mi edad en esa época. Seis años y su Madre, esta embarazada otra vez. Tendrán una niña, Casandra así la nombraran.

—No me sorprende, crearon una familia y solo les deseo lo mejor.

Joan asiente.

—Les di la dirección —le dice apenado.

Nea suspira.

—Bueno, no dudo que en cualquier momento van a estar aquí.

—Les preocupas.

—Estoy bien Joan —ella se voltea y se acerca a la mesa con Ancestral de Jhony Baker sobre un puño de viejos libros—. De cualquier forma, nos iremos.

—¿Otra vez? No tenemos que huir todo el tiempo.

—Sabés como funciona esto Joan —ella le responde tras revisar un grimorio—. Tú aparentas ser joven aún sin necesidad de recurrir a la magia pero yo si lo hice. Tanto los juzgaba y mirame, con magia aparento tener 20 años cuando son 32.

—Sigues siendo joven tía Nea —se acerca a ella—. Dime la verdad.

Ella cierra el grimorio y gira a verlo.

—Joan, busco respuestas. Desde lo que pasó, perdí mi don como portadora de luz y solo tengo un don débil para lo necesario y por más que lo intento, no encuentro la manera de recuperarlos.

—Tía Nea, me consta el esfuerzo que haces pero es suficiente.

—No, es que no lo entiendes —ella se voltea— te lo prometí, se los debo.

—Ninguno es el mismo de antes —a su lado, Joan coloca su mano en su hombro— igual perdí mi don como Conector y siendo sincero, no me gusta usar magia. No me gusta ser un Brujo pero te voy a seguir ayudando.

—Lo hemos intentado Joan. Ni con tú don que supera al mío, funciona —hace una corta pausa— no podemos revivir a tú Madre ni liberar a mi hermano de Ancestral.

Nea se aleja de él y avanza hasta la repisa de enfrente. Levanta sus brazos y cuando sostiene el jarrón, regresa con él.

—Carolina y Jhon, tienen que volver.

—Ambos me han hecho mucha falta pero no puedo, no podemos aferrarnos a esa idea.

—Joan —le dice con seriedad.

Él suspira y se acerca a ella.

—Tía Nea, te agradezco por todo pero es momento de darle un descanso en paz a mi Madre.

—No nos vamos a rendir.

—Solo quiero cumplir su deseo —las lágrimas se acumulan en sus ojos—. De niño, me llevaste a conocer el mar y te obedeci en no tirar sus cenizas porque la idea me ilusionó. Estuve de acuerdo pero han sido años.

—No importa el tiempo, Joan. No moriré sin cumplir mi promesa.

—¡Te estás afectando tía, Nea!

Ella molesta, le entrega el jarrón.

—Eres su hijo, deberías creer mucho más que se logrará —rápido limpia una lágrima de su mejilla— ¡Voy a reparar el daño! ¡¿Me oíste?! ¡Volverán, Joan! —le da una mala mirada y se voltea en dirección a su cuarto.

—Tía Nea —él deja deslizar las lágrimas por sus mejillas— no te molestes otra vez —la pierde de vista por el pasillo y escucha una puerta cerrarse de golpe.

Joan suspira y baja la vista en el jarrón.

—Lo siento mamá —lo acerca más a él y deposita un casto beso sobre su foto. Sin soltarlo, avanza hasta la mesa y lo deja sobre la madera— lo siento padre —desvía la vista en Ancestral cerrado que evita tocar— me duele soltarlos como a mi tía Nea pero es lo correcto —toma asiento en la silla más cerca— la magia no repara todo —apoya sus brazos, oculta su rostro y llora tras revivir los miedos y el dolor cuando era solo un niño.

(...)

Cuando es de noche, Joan Baker deja de escribir una lluvia de ideas para su segundo libro y se dirige al cuarto de su tía Nea y toca la puerta varias veces. Tras su permiso, empuja la puerta y se asoma.

—¿Estás más tranquila?

—Si, entra Joan —él se adentra y le sonríe— perdóname, no debí reaccionar así pero sabés que la situación, me supera y la frustración...

—No te reprocho nada ni te culpo. Ese día, nos salvaste a todos.

—Quiero verte feliz, Joan.

—Lo soy contigo.

—Te he escuchado llorar y las pesadillas cada noche que tienes desde años —él baja la vista y ella se levanta de la cama mientras se acerca a su sobrino— y de todo eso, me culpo.

—No lo hagas —Joan alza la vista y se deja abrazar por ella.

—Un último intento y te prometo que llevaremos sus cenizas al mar y Ancestral, lo voy a destruir —él rápido se aleja de ella— el pasado no va arruinar tú vida, Joan.

—Vivo el presente o me esfuerzo en olvidar y lo haré porque cuento contigo —sostiene sus manos— ¿Quieres salir a la cafetería de aquí cerca?

—Es de noche.

—¿Y? Ninguno debe temerle a la oscuridad, eso aprendí de ti.

Nea le sonríe.

—Tienes razón, no hay nada porque temer —repite sus palabras— vamos.

Ambos se dirigen a la salida.

Al llegar a la sala, observan a Lucky dormido sobre un pequeño sillón.

—Espero no se salga, siempre encuentra la manera —emite Nea en voz baja mientras se dirigen a la puerta —espera —corre a una esquina y oculta con una delgada tela oscura, su cabello— listo.

—No deberías ocultarte.

—Podrían reconocerme por mi cabello blanco y porque soy tú tía Nea. La misma de tú libro y ahora que eres famoso Draven, no me voy a arriesgar.

Él ríe.

—Creo que debí cambiar nombres.

Ella niega y ambos terminan por salir. En cuanto Joan cierra la puerta, se engancha del brazo de su tía Nea a medida que caminan bajo la noche.

—¿Por qué quieres ir a la cafetería de aquí cerca?

—Quiero beber un café.

Nea lo observa con burla.

—¿Seguro? A mi parece una excusa para ver a Bianca.

—No, eso no... no es así... solo quiero el café y distraernos —le responde nervioso y desvía la vista ocultando su rubor— y de casualidad ella trabaja ahí.

—Joan —Nea ríe por su aptitud— no tiene nada de malo si te gusta Bianca.

—No me gusta —gira a verla, bufa y regresa la vista al frente—. Bianca es muy linda, es de mi edad, tiene unos hermosos ojos azules cielo y una sonrisa encantadora —suspira— pero somos polos opuestos.

—No me parece que lo sean. Los he visto hablar y creo que ella siente algo por ti.

—¿Eso creés ? —inquiere Joan con ilusión. De pronto niega y deja de verla—no tía Nea, no puedo ni siquiera intentarlo.

—Joan...

—No he dicho.

—Draven...

—Bianca desconoce lo que soy. Cree que soy el escritor de un libro que cuenta una historia falsa y no es así. Incluso le mentí con mi verdadero nombre —hace una corta pausa— no la voy a involucrar en mi vida ni voy a involucrar sentimientos.

—Deberías darte la oportunidad.

—Estoy enfocado en otras cosas.

Nea bufa.

—Bueno, al menos hablale. Estoy segura que le vas a alegrar la noche.

Joan lo duda un instante.

—Solo por educación le hablaré.

Nea asiente de acuerdo y ambos entran al local ajenos de su mirada, ajenos de la oscuridad al acecho.

En la solitaria calle, una silueta aparece con su vista clavada en aquel local iluminando por lámparas y con pocos clientes. Por la amplia ventana observa a los Baker tras encontrarlos y reconocerlos, cerca de una barra tras ser atendidos por una chica de cabello castaño que le sonríe al joven peliblanco.

—No van a escapar más de mi, Baker —emite Nicolaik Vleid con malicia sin ocultar sus colmillos— muy pronto, sabrán de mi —inclina su cabeza a un lado y la ira le invade— será mi propia venganza por cada Vleid —oculta sus manos en sus bolsillos delanteros.

Mientras que desde la distancia los sigue vigilando, oculto desde las sombras.





N/A:
Ufff, llegar a esta parte parecía tan lejana. Estoy feliz, triste y orgullosa de mi misma. Hoy un 5 de Octubre 2024 culmino el #1 Libro cuando lo inicie en un 30 de octubre del año pasado. Hace un año, mucho antes y son mil recuerdos.

¿Pensaron que Joan Baker sería Draven Villeel al final? Cuénteme sus teorías.

Entiendo a Draven, si algún día NEEVIL saliera en físico sería un caos de nervios, ese sueño permanece y espero algún día cumplirlo.

JOAN BAKER / DRAVEN VILLEEL





Infinitas gracias por leer 🖤

Este epílogo deriva mil dudas que pronto van a ser resueltas. Sigan leyendo lo último de NEEVIL 👀👉

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