“Cada conjuro de la bruja poderosa era una danza entre lo sublime y lo temido, un recordatorio de que la magia no conoce límites”
                                         |Draven Villeel|

Los únicos dos Vleid, siguen asimilando las recientes pérdidas.

Nicolaik con el corazón de un antiguo vampiro en mano, se acerca lentamente a su creadora.

—¿Qué vamos a hacer?

Scarlet Vleid, deja de observar su mano con sangre y gira a verlo.

—Sobrevivir, vencer a los únicos Baker y ser libres de este pueblo —se levanta situando sus manos en su cintura— y lograr que la oscuridad, sea eterna en nuestro beneficio.

—Perdimos a todos Madre.

—No te perdí a ti Nicolaik —la vampiresa se acerca a él y su pálida mano sitúa en su mejilla—. Tranquilo hijo mío, los vamos a recuperar.

—Nunca debiste resucitar a Dukelow —le responde el vampiro con molestia en su voz.

—Tú no me reproches, lo hice pensando en todos —retira su mano y lo rodea dejando su mano en su hombro— su corazón era lo único que necesitamos para la Noche Eterna.

—A costa de Sasha y Kyve dejar de existir. Contando a Maxius y a Blood por culpa de la hija de Baker —gruñe —Otro error— el vampiro hace una corta pausa y presiona su agarre en el corazón— debí matarla en el pasado y nada de esto estaría pasando.

—Nicolaik —ella lo obliga a verlo con su tacto en su barbilla— ningún Vleid se arrepiente de sus actos, si te pedí no matar a Nea Baker —le sonríe mostrando sus colmillos— fue pensando en el futuro. Analiza la situación, no existe Jhony Baker, seguimos atrapados en Neevil y solo su única descendencia, nos ayudará a lograr lo que tanto queremos.

—Su don, lo usará en nuestra contra. Fueron siglos intentando derrotar a Baker para ahora enfrentarnos a una portadora de luz. —Scarlet retira su mano y se sitúa frente a él— que es superior a nosotros.

—No tengo un hijo débil ¿olvidas lo poderoso que eres? Eres un Vleid, mi hijo y tienes un gran poder —ella le arrebata el corazón y retrocede un paso—. Date cuenta, Nicolaik. Sigues existiendo sin Jhony, conservas aún ese valioso don que puedes usar en su contra —sus ojos carmin se intensifican— ¿No anhelas venganza?

Él deja crecer sus colmillos y se demora segundos en responder.

—Si, Madre —humedece sus labios y avanza a tomar asiento en el sillón— haré lo que sea.

—Cuento contigo Nicolaik, esta noche les vamos a demostrar que como Vleid somos superiores. —Scarlet se acerca a él y se inclina con el corazón en mano— puedes usar todo ese don sin limitaciones —le sonríe con malicia— porque quiero a Nea Baker aquí como al pequeño crio—percibe una línea oscura extenderse por debajo de su ojo derecho —y después, te permitiré matarla de la peor manera— lo obliga a verla al sostener con una mano el corazón— Será nuestra venganza.

✝✝✝

En la iglesia, se refugian el resto del aquerrale, dos Baker, Cazadores y una visitante siendo el único escondite ante Vleid. Entre barreras de protección, magia, perciben la noche transcurrir hasta que comienza a amanecer en ventaja para cada uno.

Nea Baker sin lograr dormir, agotada se encamina en dirección a Joan quien yace dormido en los brazos de Yane. Ambos cubiertos por una manta en una esquina de la iglesia.

Medio sonríe al ver a Nery y a Matt en otra esquina, juntos, abrazados compartiendo la misma manta en cuanto el sueño los venció.

Al llegar hasta su sobrino, se inca revisando su frente. Se inclina a darle un beso en su mejilla logrando el despertar de Yane que alterada abre los ojos.

—Soy yo, tranquila.

—Nea —la chica castaña le sonríe y bosteza— ¿ya amaneció? —la peli blanco, asiente y ambas desvían la vista en Joan— se ve tan hermoso.

—Gracias por cuidarlo. —Nea pasa su mano por su cabello varias veces—. Joan se recuperó, no tiene más fiebre pero los síntomas volverán, es este don que nos perjudica a ambos.

—Lo sé y sinceramente me preocupo por él. Es solo un niño muy pequeño para sufrir todo esto a su corta edad—. Nea asiente varias veces— perdió a sus padres y lo entiendo porque pasé por lo mismo. —Yane hace una corta pausa y fija la vista en Nea— por eso vení a Neevil, crei que Mauren Agnes me ayudaría a traerlos de vuelta. Me engañó y me juró que lo haría, para ese entonces era una jovencita de 18 años que le creyó hasta que me enteré que me hizo venir a un pueblo de vampiros para ser donante y su aquerrale salvarse y no pude huir. Llevó tres años aquí— suspira profundamente.

—Lo siento Yane, te prometo que vas a ser libre de este maldito pueblo y si esta en mis manos, te ayudaré a resucitar a tus padres como voy a resucitar a Carolina, a Thiago hasta mi padre como si existe la manera, a Jhon y tal vez a Mauren.

—Mi único deseo Nea es salir de aquí. He escuchado lo rumores y no quiero que te dañes a ti misma o mis padres vuelvan diferentes. La resurrección los cambia ¿no?

—Así es, quisiera decirte lo contrario.

Yane mantiene a Joan en sus brazos y se las ingenia para sostener a Nea de la mano.

—Aprendí que debo soltarlos, dejarlos descansar en paz. Nadie está lista para perder a tus padres y solo eso te pido Nea como la libertad para todos nosotros y ante todo, otra vida para Joan.

—Eso haré, Yane —le sonríe— muchas gracias.

—Nea —una tercera voz interviene. Ella se levanta y se da la vuelta— necesitamos hablar de las armas.

Cassie Willford se da la vuelta y se aleja varios pasos.

Nea con una fugaz mirada a Joan, comienza a seguirla hasta ambas detenerse a cierta distancia.

—La situación es crítica Nea —la Comandante se voltea y se cruza de brazos— no tenemos nuestras armas, la Fortaleza quedó destruida.

—El aquerrale les ayudará a crear nuevas armas.

—Espadas —Cassie niega varias veces—es lo único que pueden crear. No tienes acceso a conseguir estacas o balas de platas.

—Será suficiente con mi don, me corresponde derrotarlos.

—Nadie está aquí a salvo Nea, ni por una protección o por su magia, esos Nocturnos faltantes pueden venir y cruzar en cualquier momento si se debilitan.

Nea suspira.

—Se fueron y esta noche tomé la decisión de ir a su Mansión, es hora de matarlos.

—Cuenta con nuestra ayuda, Nea.

—La vigilancia se reemplaza por varios del aquerrale —anuncia Caston Grenm cuando se acerca a ellas y bosteza cubriendo su boca con su mano.

—Puede descansar soldado —le dice Cassie con burla.

Él observa a ambas y se cruza de brazos.

—No puedo creer que el sueño no las venza.

—Resistencia Caston —le responde Nea.

—Desde que estoy aquí, no he dormido como se debe. Siempre son prioridades, alerta ante todo como Cazadora y más en esta situación —le dice la Comandante.

—Es de día, no hay riesgo hasta la próxima noche. Podemos descansar un rato y estar listos para vencerlos —le dice Nea causando su asentimiento.

...

Transcurren horas hasta que vuelve a anochecer. En la iglesia todos se vuelven a ocultar bajo su protección.

Los Cazadores se preparan con espadas creadas a base de plata con destellos de magia como el mismo aquerrale con su don.

—No nos vamos a quedar cruzados de brazos esperando a ser salvados. Somos Cazadores hasta el final y vamos a pelear contra esos Nocturnos —espeta Cassie Willford al llegar al punto de reunión y observa a cada uno de su reducido grupo—. Nery, vigilas la parte este con Matt. Caston, la puerta principal cerca de su aquerrale y yo iré a la parte norte, las ventanas no están aseguradas.

Todos asienten y los primeros en irse son Nery y Matt agarrados de la mano.

—Es una noche más, Cassie.

—Comandante —lo corrige— ve a vigilar Caston.

Él le sonríe, anula la distancia y sin previo aviso, le roba un casto beso en los labios.

—Es la suerte que necesito —dicho esto y él rápido se voltea cada vez alejándose más.

Cassie reacciona sin evitar una media sonrisa.

—No vas a matarlo por eso ¿verdad? —le dice Nea al llegar a su lado. Desde cierta distancia observó todo con sorpresa—. Caston fue muy impulsivo.

—No —Cassie se medio gira y se cruza de brazos— no voy a reclamarle. Realmente esperaba que lo hiciera que hasta lo hizo mal. —Nea ríe y se detiene a pocos pasos de ella— lo estuve pensando, si logramos todos salir de aquí, me daré una oportunidad con Caston si él quiere intentarlo —se encoge de hombros— te pido tú silencio.

Nea finge sellar sus labios con un cierre imaginario.

—No saldrá ninguna palabra de mi, los dos lo merecen. —Nea suspira y con seriedad la observa— no olvido la promesa con Thiago, voy a resucitarlo.

Recibe el silencio de Cassie Willford por cortos segundos.

—No ha sido fácil seguir sin mi hermano y sé que puedes lograrlo pero te voy a pedir que no lo hagas —Nea la observa confundida— me sigue doliendo su muerte pero sé que de alguna forma, Thiago ha sido libre de este pueblo y solo quiero que descanse en paz. Pienso que está con mis padres y tendrá ese descanso que merece cuando Neevil sea destruido, solo eso te pido Nea y respeta mi decisión. Ninguna de las dos, lo olvidará y siempre lo vamos a recordar.

Nea Baker, rápido se limpia una lágrima rebelde de su mejilla.

—¿Estás segura? —Cassie asiente varias veces— esta bien. Envidio tú forma de pensar, mi lado egoísta, solo quiere recuperar a todos al costo que sea.

—Piensa las consecuencias Nea, el pequeño cazador te necesita.

Ella asiente y toma una profunda respiración.

—Por Joan, seré fuerte y si no lo logro, al menos sé que lo intenté. Tampoco quiero prometerle que Caro y mi hermano, volverán porque puede suceder que no y tendré que... soltarlos. Dejar de aferrarme a esa idea por su propio bien.

Cassie coloca su mano en su hombro, con una vaga sonrisa se despide de ella y se marcha rumbo a su punto de vigilancia.

La portadora de luz, toma una profunda respiración y se dirige hasta su sobrino que la espera sentado en los escalones con Yane sentada a su lado y con Morgan de pie.

—Joan, quiero que te quedes aquí.

—¿Irás a vencer a los monstruos, tía Nea? —ella asiente— llévame, no me dejes aquí.

—No puedo pero volveré como siempre.

—El Conector debe estar cerca de la portadora de luz, no basta transferir su don en ti —le dice Morgan con seriedad— no tienes ni idea de la magnitud de tú poder.

—No voy a arriesgar la vida de mi sobrino por esos Vleid —le responde Nea y comparte una mirada con Yane—quedate con él— extiende su mano hacia Joan— sobreviviré.

El pequeño Baker esta apunto de sostener su mano cuando un grito los interrumpe y causa la atención de todos.

—¡Están aquí! —anuncia un Brujo y todo se vuelve un caos cuando perciben sus barreras deteriorarse.

—Vleid —emite Nea, rápido se voltea y corre hacia la puerta principal.

—¡Tía Nea! —le grita Joan al levantarse más Yane lo detiene del brazo a tiempo.

Afuera de la iglesia, entre cada copo de nieve que cae permanece Scarlet Vleid acompaña de su hijo que cerca de la puerta principal, usa su don. Los hilos de magia resaltan de su palidez al punto de extender su marca y abarcar por completo uno de sus ojos carmin.

—No te detengas Nicolaik —la vampiresa deja en evidencia sus colmillos.

Dentro cada portador de magia, usa su don y vuelven a crear sus barreras cuando de pronto, los vidrios de las ventanas estallan.

Morgan cubre a Joan como a Yane con su don. Nea se detiene y molesta, observa alrededor.

—Tenemos que detenerlos, aseguren a Joan Baker como a Cazadores y a Yane.

Varios asienten y salen con ella de la iglesia.

Nea siente la baja temperatura, la nieve cubre las calles de Neevil ante un pueblo deteriorado a falta del creador Jhony Baker.

Soportando el frío, ella se detiene frente a un vampiro que le sonríe con malicia.

—Me ahorraste el tiempo de ir por ti.

Recibe su silencio.

De pronto, una granada rueda cerca de sus pasos y en segundos, estalla dándoles poco tiempo de protegerse con su don.

Scarlet Vleid sigilosa, vuelve a lanzar granadas fuera de la iglesia. Sin problema, sin barreras avanza, cruza el límite y se escabulle a falta de portadores cuando de pronto se cruza con Cazadores.

—No es necesario la bienvenida.

—Maldita —le responde Cassie y con la espada, se lanza a atacarla cuando a pocos pasos se detiene —¿qué? —inquire confusa.

Caston, Nery y Matt imitan su acción cuando sus manos con cada espada, se inmovilizan.

—No pueden dañarme, mi hijo no lo permite —la misma oscuridad emerge de ella y con calma, ella avanza ocultando una granada en su mano— agradezcanle a Jhony Baker.

—No es posible. —Cassie es la primera en bajar su arma, avanza y una barrera invisible la vuelve a detener.

—Si me disculpan, no me interesan para mis asuntos. —Scarlet Vleid, retira el seguro y con malicia les lanza la granada huyendo con velocidad a tiempo de la explosión que causa la iglesia derrumbarse.

A cierta distancia, Yane inconsciente se encuentra sobre el suelo mientras Joan del suelo se levanta y al verla, se acerca a curarla.

—Caleb, no gastes tú energía con ella —le dice Morgan y lo jala lejos de ella.

—Quiero salvarla.

—Me tienes que salvar a mi —lo sostiene de los hombros— nos iremos y seremos una familia.

Joan asustado niega varias veces.

Morgan en contra de su voluntad, del brazo lo jala lejos de los escombros de la iglesia ignorando sus súplicas y llanto.

—Ese Baker me pertenece —la Bruja se detiene al ver justo al frente a Scarlet Vleid en su camino. Morgan rápido oculta a Joan detrás suyo.

—No te llevarás a mi hijo.

Joan entre lágrimas, se asoma con miedo al contemplar la maldad de la vampiresa.

—No es nada tuyo —Scarlet Vleid avanza hacia ella y enseguida Morgan deja fluir su don para detenerla. Crea una bola de energía y esta apunto de lanzarla cuando su magia se torna oscura y percibe el ardor en su mano. Con una queja, desaparece su don— infinitamente, agradecida hijo mío —espeta Scarlet y ante la nula distancia, sostiene a Morgan del cuello, su tacto le quema la piel. Ella impresionada. — El aquerrale no puede dañar a un Baker ¿verdad?

—El líder... no existe.

Scarlet le sonríe ampliamente.

—Existe su don en mi Nicolaik.

Ante las quejas de la Bruja, Joan asustado corre en dirección contraria. La vampiresa al darse cuenta, gruñe y lanza lejos con brusquedad a Morgan y sin demorarse, con velocidad alcanza al pequeño Baker.

—¿A dónde creés que vas pequeñin?

Joan al verla, retrocede con torpeza.

—No me haga daño —solloza.

Scarlet Vleid su pálida mano, la guía a su mejilla y se inclina hacia él.

—No temas, tendré consideración contigo. Soy amiga de Jhony Baker, tú abuelo ¿cierto?

—Quiero ir con mi tía Nea.

La vampiresa se endereza, sonríe con malicia y lo sostiene del brazo.

—Ella, vendrá a buscarte. Déjame cuidarte pequeñin. —con velocidad se lo lleva ignorando sus gritos de auxilio.

Mientras tanto, a cada portador de magia se le complicó atacar al vampiro ante ellos. Con velocidad, Nicolaik Vleid usó de su don y logró matar a varios.

Pocos tras la explosión, anulan su don, débiles cuando presienten la sustracción de su don debido al Vleid cerca como el campo magnético de su propio don.

Nea sin darse por vencida, deja fluir su don más cada vez se debilita al punto de desaparecer su magia. Maldice y con su puño, se lanza a atacarlo.

Es la única que logra cruzar de su propia barrera más su mano es sostenida por él.

—Por mi, te mataba ahora mismo —le dice Nicolaik Vleid.

Nea percibe el cambio en uno de sus ojos y le sostiene la mirada.

—El único que morirá eres tú y será por mí —ella resiste el dolor ante su fuerza como los mismos hilos de oscuridad rodean su muñeca.

La portadora de magia, con una mala mirada, deja fluir su don y una débil energía le lanza logrando su libertad. Sin embargo, el vampiro es más veloz para alcanzar y la lanza contra el suelo a cierta distancia.

En cuanto se levanta, Nea al apoyarse con sus manos, nota esa línea de oscuridad en su mano como la debilidad al expulsar sangre mientras en sus pensamientos repite:

«Joan»

Una y otra vez ante el dolor en su pecho como el creciente miedo tras escuchar la explosión.

Nicolaik Vleid, impresionado con su propio don derriba a cada portador de magia del aquerrale cada vez que sustrae su propio don y le otorga más fuerza para a varios arrancarles la cabeza con brutalidad como su órgano latente sin darles la oportunidad de curarse.

Con sus manos manchadas de sangre, anula la energía oscura de sus manos y tras observar alrededor, apoya sus manos en sus rodillas.

Débil, busca a Scarlet Vleid.

Al percibir movimiento, desvía la vista y se endereza avanzando en dirección a Nea Baker que comienza a recuperarse tras dejar de expulsar sangre.

—No te queda nada, Nea Baker —le  dice el vampiro en voz alta causando su atención— estamos igual. Justa venganza.

—Vete al infierno —masculla Nea y lo observa con atención a un lado de ella—no entiendo —tose— ¿cómo es que usas ese don... ?

—Y te debilito al mismo tiempo —termina por ella. Nicolaik le sonríe con malicia mostrando sus puntiagudos colmillos— para mala suerte tuya, Baker fue muy influyente en los dos —se agacha a su baja altura y la sostiene del brazo— y por lo visto, no dependo de él. Si muero, tú mueres conmigo. Si estoy débil, tú lo estarás tanto o más como yo.

—No —Nea molesta se esfuerza en levantarse cuando vuelve a expulsar sangre.

—Nea, Nea, Nea —Nicolaik ojea la iglesia destruida y regresa la vista en ella— somos descendientes de Baker, de distinta manera y es una pena del lado contrario.

Con velocidad, la sostiene del brazo y la obliga a levantarse. Nea entre quejas, con sangre en su boca y barbilla, trata de safarse de su agarre.

El vampiro gruñe y cubre su boca como la nariz con su pálida mano. Ejerce fuerza hasta verla perder el conocimiento entre sus brazos y con desagrado, la sostiene yéndose con velocidad rumbo a la Mansión.

Por otro lado, la primera consciente es Morgan. Desesperada observa a su alrededor y emite un bajo:

«Caleb»

Comienza a caminar y observa las cenizas de cada Brujo. Impactada al ser de las únicas sobrevivientes.

Rápido se desvia a la iglesia y entre los escombros, busca a Ancestral hasta encontrarlo ileso. Suspira y tras percibir quejas, desvía su atención con el grimorio en mano.

—La Cazadora —se levanta, avanza a cierta distancia y aparta un trozo del escombro y se sitúa frente a ella.

—¿No vas a ayudarme? —le reclama Cassie con esfuerzo en levantarse.

Morgan asiente y le ayuda a ponerse de pie.

—¿Estás herida?

La Comandante se revisa a si misma.

—Creo que no —suspira y observa alrededor— ¿Dónde está Nea? —gira a verla— ¿Dónde está el pequeño Cazador? ¡¿Dónde está mi equipo?! —alza la voz.

—Scarlet Vleid se llevó al Conector, no pude defenderlo. Ese vampiro, nos perjudicó a todos. Mira a tú alrededor, venció a todo el aquerrale, soy la única y no dudo que se llevaron a la portadora de luz. —Morgan hace sus manos puños impotente— es obvio, que vinieron por ellos.

—Carajos —maldice Cassie y comienza a caminar entre los escombros— no me rendiré, ayúdame a buscar a mi equipo —observa alrededor.

Morgan la sigue atenta a cualquier ruido.

—Para ser una humana normal sin don, eres sobreviviente.

Cassie le da una fugaz mirada cuando detecta un grito de auxilio.

—¡Por allá! —corre mientras la Bruja la sigue.

A cierta distancia, Nery con una herida en su brazo, retira un trozo de escombro sobre un Matt inconsciente.

—No mueras Matt, por favor —la joven castaña comienza a llorar.

Cassie al llegar hasta ella, la ayuda a levantarse y revisa al Cazador en el suelo.

—Con signos vitales —les avisa y observa a la Bruja— su corazón late débil, eres la única que puede curarlo.

Morgan duda un instante.

—Por favor, ayudalo —le pide Nery.

—¿Me ayudarán a salvar a—«Caleb» piensa— al Conector?

—Ese pequeño cazador nos importa a todos —le responde Cassie y se aleja de Matt.

Morgan asiente y se inca a su lado. Deja fluir su don que nuevamente recupera y le otorga fuerza. En poco tiempo, Matt comienza a despertar y con ayuda de Cassie, se levanta.

—Usa ese don para curarla —ella señala a Nery— iré a buscar a Caston.

Morgan desvía la vista en Nery y en silencio cura su herida recibiendo su agradecimiento.

—¡Bruja, por aquí! —le grita Cassie Willford tras ver a Caston de pie sostener a Yane inconsciente.

Morgan resopla y comienza a seguirla.

—No creo que resista —le dice Caston en el momento que la Comandante llega hasta ambos.

—Yane, vamos Yane, sobrevive —le dice Cassie al revisarla.

Morgan de nuevo se acerca y deja fluir su don sobre su pecho hasta alejarse.

—Vivirá.

Tanto Nery y Matt recuperados se acercan a ellos.

—¿Nea?

—Los Vleid se la llevaron como a su sobrino.

Caston demuestra molestia.

—¿Dónde nos vamos a ocultar? —cuestiona Nery.

—¿Qué haremos? —pregunta Matt.

—Tenemos que salvarlos, ir a su Mansión.

—No tenemos armas Cassie, contamos con una... Bruja y no tenemos más escondites —le dice Caston.

—Mi don está débil, sugiero esperar al amanecer y buscar un refugio— les dice Morgan abrazando Ancestral en su pecho—. Si tenemos suerte, ellos no vendrán por nosotros cuando ya tienen lo que querían.

Los invade el silencio y comparten miradas.

—El restaurante de Yane —acaba con el silencio prolongado Cassie Willford—no es seguro pero ahí podemos crear un plan. Todos recuperarnos y cuando sea de día ir por Nea y por el pequeño cazador.

Todos asienten de acuerdo y comienzan a avanzar entre la noche.

#

   N E A  B A K E R

Cuando despierto, siento mis manos atadas, una mayor debilidad y un mal sabor de boca ante mi propia sangre. Me veo a mi misma de rodillas en una situación lo bastante similar cuando estoy en su Mansión, esta vez sola con una gran duda:

«¿Dónde está Joan?»

Desesperada observo alrededor cuando no puedo moverme, huir y matarlos de una maldita vez.

—¡Vleid! —grito con todas mis fuerzas hasta que ellos hacen acto de presencia. Por un instante ignoro a la maldita de Scarlet como a su hijo cuando ella tiene bajo agarre a mi sobrino que no deja de llorar y temblar—Joan, tranquilo. Te voy a sacar de aquí.

—Tía Nea —él habla en un hilo de voz.

—No le mientas al pequeñin, Nea Baker —resuena su maldita voz y la veo situar su mano en su barbilla como sus filosas uñas advertir en dañarlo— su vida, dependerá de ti.

—Suéltalo —le exijo.

La maldita ensancha su sonrisa.

—Nicolaik, llevatelo al despacho y lo encierras con tú don.

—¡No se atrevan!

—¡Tía Nea! —Joan estira su mano hacia mi buscando mi ayuda cuando me siento impotente por las cadenas.

Nicolaik Vleid se acerca a él y se lo arrebata a Scarlet sin el menor cuidado.

—¡Noo! —Joan llora lleno de miedo— Tú eres malo.

—Madre, no voy a tolerar a un crio.

—Yo me encargo hijo mío —Scarlet obliga a Joan a verla— Si nos ayudan, los dejaremos ir.

—Joan, no las escuches —emito en voz alta— no les creas.

—Confía en mi pequeñin y mi hijo Nicolaik, no te hará ningún daño.

La maldita oculta su apariencia cuando ante los ojos de Joan, le teme más a Nicolaik Vleid cuando él no oculta el carmin de sus ojos como los colmillos.

—Joan —trato de causar su atención cuando ante mi mirada, él acepta su mano y Scarlet se lo lleva— ¡Joan! —los veo subir las escaleras hasta que los pierdo de vista— ¡Malditos sean, Vleid!

Trato de usar mi don más por las cadenas, no fluye en mi.

Cada vez crece mi preocupación por Joan hasta que ambos regresan a la sala principal.

—Nea Baker, no te hemos dado la bienvenida que mereces —emite esa maldita vampiresa cada vez que se acerca a mi.

Le sostengo la mirada y solo veo como antes, a solo ellos dos.

—El antiguo vampiro —inquiero y sonrio burlona — el resto de tus pocos hijos ¿me temen? No los veo por aquí y me encantaría matarlos.

—Mis hijos, no existen más que Nicolaik —ella clava sus uñas en mis mejillas con fuerza. Eso me sorprende cuando creí que permanecían cuatro Vleid más uno antiguo — y a Dukelow, yo misma me encargué de matar —no lo creo cuando desconozco su intención— solo requería su corazón y con tú ayuda, me ayudaras a crear la Noche Eterna.

Asimilo sus palabras.

«No era solo sangre»

Paso saliva más no les demuestro afectación.

—Un corazón de vampiro, se desintegra.

—No cuando tienes un don como  Jhony.

Fugazmente observo a su hijo legítimo que luce más débil cuando no resiste mucho ese don que posee.

—No van a obtener nada de mi —les advierto.

—Niegate y Joan Baker, morirá —reciben todo mi odio— es tan sencillo. Primero vas a crear la Noche Eterna y después, como hija única de Jhony, nos vas a liberar de Neevil.

—Eso nunca —le respondo.

—Madre... —veo al vampiro apoyarse del sillón.

Ella lo ignora cuando comienza a rodearme.

—Tú don aliado al don de Nicolaik podrán resucitar a todos mis hijos. Uno a uno —ríe siniestra ante su estúpida idea— y cuando no seas necesaria —sitúa sus manos en mis hombros y se inclina percibiendo su real apariencia de vampiresa— morirás —sus largas uña traspasa mi ropa como mi piel— pero no por mucho.

—Madre, no...

—Nicolaik te convertirá y ningún Baker existirá. Tendrán la suerte de ser Vleid para siempre.

—Jamás —mascullo entre dientes cuando nunca permitiría ser como ellos. Ser vampiresa, ser Vleid, ser lo que más odio y mucho menos, afectar a esa magnitud a Joan y condenarlo.

—No tendrás opción, querida —Scarlet Vleid retira sus manos y guía su agarre a mi barbilla— mi futura y nueva hija.

Siento un líquido espeso brotar de mi nariz, para colmo soy tentación para ambos cuando los ojos de la vampiresa se oscurecen y sus colmillos crecen más.

—Suéltala.

Resuena su voz.

Nunca imaginé escuchar eso viniendo de él.

—Nicolaik ¿qué incoherencias dices?

—Te exijo... que la sueltes.

Realmente se ve mal e inestable cuando se acerca con pasos lentos a ambas.

—No vas a... dañarla Madre.

—¿Qué te pasa hijo mío?

Él la apunta con su mano y se detiene a pocos pasos.

—Nathalie —pronuncia y recibe mi confusión— suéltala.

—Nicolaik, no es ella —le dice su maldita creadora. Ajena a esa susodicha, pienso la manera de escapar y llevarme a Joan— mirala bien— resoplo cuando me sostiene de las mejillas— escucha a tú Madre.

Por una fracción de segundo creo que puedo engañarlo si extrañamente esta en contra de su propia progenitora.

Nunca creí tener un vampiro de mi lado.

—Es Nea Baker, no Nathalie Bonnet —le insiste ella y retira su agarre cuando ante nuestros ojos él cae al suelo inconsciente con sangre brotando de su nariz.

Me alegro por eso, verlo en su estado débil. Sin embargo, me afecta igual cuando mis ojos pesan, cierro los ojos y me pierdo en la oscuridad.

...

Por segunda vez, despierto. Puedo mover mi cuerpo y lentamente me siento en la sala en el suelo más siento agarre en uno de mis brazos presionar mi muñeca. Ahí, percibo la cadena atada al vampiro a mi lado.

Desconcertada, fijó la vista en él cuando puedo detallar de más de cerca la marca con su don abarcar uno de sus ojos y luce mucho peor.

—¿Qué significa esto? —muevo mi brazo más con un forcejo él me lo impide— ¿Tú Madre te castigó? Es suficiente en verte de lejos.

—La idea no me agrada Nea Baker pero no me voy a arriesgar a que escapes.

Es mi turno de sonreír con malicia.

—No puedes controlar ese don que presumes malgastandolo en mi y en mantener a mi sobrino encerrado.

—¿Te aplaudo tú inteligencia? —recibo su mirada de desagrado—. Ninguno va a escapar hasta lograr lo que queremos.

—Eso si lo permito.

La maldita de Scarlet Vleid hace acto de presencia cuando aparece con una copa en mano.

—Aquí tienes hijo mío —se la entrega a él — recuperate —me observa fugazmente—¿Creíste que tendrías ventaja? —se inclina y ruedo los ojos cuando ella acaricia su mejilla con cariño maternal— siempre, Nicolaik me va a preferir a mi. Siempre logro su estabilidad, siempre hace lo que le pido.

—De la misma forma los dos —me inclino un poco— acabarán muertos.

Nos invade el silencio y lo veo beber su sangre y tiene más ventaja para sustraer mi don y fuerza.

Desvío la vista y no evito pensar en Joan, debe estar más asustado, me necesita como pienso en Caston, Cassie, Nery, Matt hasta en Yane cuando vi la iglesia derrrumbarse y no estoy segura si sobrevivieron.

Hasta perdí a Ancestral.

—Requiero más sangre, Madre.

—Nicolaik, vas a mejorar.

Regreso a verlos cuando tengo su atención en mi. Ambos comparten una mirada cómplice cuando en un segundo el vampiro anula la distancia y sostiene mi brazo.

Por supuesto, me defiendo.

Con mi brazo libre, trato de empujarlo.

—Solo será unas gotas Nea Baker —espeta Scarlet Vleid cuando lo permite y lo disfruta ver.

Me molesta su tacto en mi nuca como la cercanía cuando percibo sus colmillos acercarse más a mi cuello y por más que lo intento, Nicolaik Vleid vuelve a marcarme hasta que pierdo el conocimiento ajena al trascurso de la noche.

✘ Ilustraciónes creadas con IA:

Nea Baker/portadora de luz.

Nicolaik Vleid/ vampiro.

✝ Maratón 1/3 Sigan leyendo y no olviden sus votos y comentarios. Recta final 👉🍷🕯️