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Capítulo XXVll: Ancestral

“En la penumbra de la noche, el verdadero poder revela su magia más oscura”
                                    |Draven Villeel|

  🕯️ N E A    B A K E R

—Las cadenas, Sasha —le pide el maldito vampiro a mi lado cuando aún sigo presa de su agarre.

Dejo de ver a la anciana falsa, la peor Bruja de todas tras conocer la verdad y observo a esa vampiresa. Más de una vez la había tenido frente a mi, ser evidente sus ojos carmin, poseer un bello rostro, sus rulos rojos perfectamente adornan su cabello y ese horrible vestido antiguo y ampon color azul cielo que el corsé aferrado en su cintura, marca su delgadez y la presión eleva más sus pechos.

No me pasa desapercibida su sonrisa maliciosa, su hilera de dientes blancos cuando acata su orden y se da la vuelta.

—Al fin vamos a gozar de la venganza —desvío la vista al escuchar otra voz. Ah, ese vampiro relojero. Estuve tan cerca de arrebatarle la eternidad ante un simple reloj— por Blood, por Maxius.

Lo veo con detenimiento.

Oculta su apariencia de vampiro, sus ojos tal vez no son en un intenso carmin pero tienen un minúsculo destello. Además, su pálidez no desaparece y aunque no muestre sus colmillos, lo considero un Vleid más.

—La lista es infinita —le respondo sin sentir el menor arrepentimiento— llegué a matar Vleid que incluso desconocía su nombre, tan inferiores a mi.

Mis palabras causan afecto en él cuando deja crecer sus colmillos. Debe pensar querer arrancarme la cabeza cuando con ese peligro, avanza hasta mi.

—Kyve —lo detiene ante su voz el vampiro pelinegro a mi lado.

Sin borrar mi sonrisa, considero ser el momento perfecto para atacarlos. Bien es cierto que no porto una arma a mi disposición, traer una no lograría la primera parte de plan: Entrar a su Mansión. Lo segundo era atacarlos, buscar sus debilidades. Así que creo un plan en mi cabeza al tener dos vampiros cerca. Si los ataco, seré libre y podre permitirle a la anciana escapar.

—Matala de una vez Nicolaik —le desagrada mi mirada cuando no tiemblo y no pido ayuda. Cuando estoy en total calma cuando ya me he enfrentado a vampiros antes.

—Será Madre quien lo hará.

Ruedo los ojos.

Es adsurdo que la consideren “su Madre” cuando no lo es y más en aquellos que alguna vez fueron humanos. Excepto por el vampiro original concebido por ella.

—La misma que sufre en una prisión —hablo ignorando su mirada— podré con ella ¿cómo prefieren que mate a su preciada Madre? —inquiero con burla y logro la distracción.

—Nicolaik, haz que se calle. No me voy a controlar a herirla.

Le doy una mala mirada al vampiro castaño y lentamente dejo fluir mi don en la palma de mi mano cuando su tacto frío me detiene.

—Ni lo intentes —mi plan falla por su intervención. Nicolaik Vleid con su maldito don, anula el mio. Incluso puedo sentir una sustracción de mi fuerza— sin tú poder no eres nada, Nea Baker.

Musito y giro a verlo.

—Sin ese poder, no eres más que un vampiro con miedo a que los mate.

Gruñe molesto por mis palabras.

—¡Sasha, las cadenas! —oculto la mueca cuando sus uñas se clavan más en mi piel. Dejo de verlo y me obliga a caminar quedando más cerca de Mauren Agnes que no luce feliz de verme aquí.

Comparto con ella el mismo desagrado cuando estoy rodeada de seres que odio.

—Hincate

—Ante ti, jamás.

Él me obliga a arrodillarme. Ante su fuerza que me supera en ese estado, lo hago hasta tocar el suelo. Cada vez pierdo débilidad cuando no puedo usar mi don como portadora de luz.

Frente a la falsa y mentirosa anciana permanezco mientras soy rodeada por esas cadenas que presionan mis brazos.

Bajo la vista y me cuesta creer que para ser un vampiro, conoce la manera de usar ese don que posee para afectarme.

—Disfruta tú estadía, Nea Baker.

En cuanto se levanta, lo observo desde el suelo con más odio. Pese a su altura, no le permito que me intimide.

—No será por mucho tiempo, vampiro.

—No será por mucho tiempo que sigas con vida —bufo cuando tanto la vampira se sitúa a su lado como el vampiro castaño del otro extremo de él— ¿Quién es superior ahora?

—No les daré la... victoria. —cada vez las cadenas se aferran a mi cuerpo que arde el simple tacto con la piel expuesta de mis brazos.

«¿Cómo es que su don sigue en la cadenas y lo controla sin necesidad de hacer contacto?»

—No tendrás más opción que rendirte —bajo la vista y trato de ocultar el dolor— Kyve, prepara las copas. Tenemos que celebrar esto y esperar con ansias a Scarlet.

Escucho sus pasos al alejarse cada vez más.

—Es un lástima que no todos los Vleid vayan a ver tú muerte.

Alzo la vista y sin darle mi respuesta, lo veo irse.

—¿Qué? —le digo a la defensiva a esa maldita vampiresa.

—Lo estoy disfrutando tanto desgraciada.

«Yo disfrutaré matarlos a los tres»

Lo pienso en mi mente.

En todo momento, le sostengo la mirada y Sasha Vleid, con esa elegancia que posee, se voltea y la veo irse hacia un pasillo hasta perderla de vista.

Resoplo y observo con detenimiento su Mansión. Confieso que es de mi agrado, amplia, detecto unas escaleras, un balcón y el ambiente es sombrío, poca iluminación se filtran por las ventanas con las cortinas cerradas.

Lástima que sea habitada por vampiros.

—No debiste entregarte, insolente.

Ante su voz, poso mi vista en ella.

—Ni te atrevas a hablarme —recibe toda mi molestia.

Ella bufa.

Mauren Agnes en las misma condiciones que yo. Pese a ambas ser poderosas, su maldito don nos inmoviliza que muy apenas podemos mover la cabeza más no levantarnos por nosotras mismas.

—¿Dónde dejaste al Conector? —Desvío la vista y la ignoro—. Insolente —insiste— ¿Cómo sigue Jhony? —se queja— Nea.

Suspiro y giro a verla.

—Joan está con los Cazadores, los únicos que confío antes que un maldito aquerrale.

—La traidora era Reachel —sonríe— la destruiste, que orgullosa estoy de ti. Cuando Jhony se entere, te culpara a ti. Siglos queriendo matarla.

—Estoy enterada sobre su parentesco con Scarlet.

Mauren Agnes asiente varias veces sin negarlo.

—Me arrepiento Nea, debí matar a Reachel ese día con Sabrina, no existen Brujas buenas y eso nos hizo creer.

—Lo sé, conozco una Bruja tan maldita frente a mi —le sostengo la mirada cuando la ira se acumula en mi. Una parte de mi quiere reclamarle, escucharla y otra simplemente ignorarla y dejarla a su suerte—. Fue Morgan quien me contó todo. Ella me advirtió y en ese momento, solo quise advertirte anciana.

—Sé defenderme sola —observa a su alrededor— espero tengas un plan —baja la voz.

—Mi plan es sobrevivir —le respondo en el mismo tono bajo.

—No nos venceran insolente.

Paso saliva ante el nudo en mi garganta.

Verla con detenimiento, dejo de engañarme a mi misma cuando reconozco el parecido.

—Reachel conocía tú secreto —causo su atención— el mismo que le contaste a Joan. Ese secreto oculto por 20 años que Jhony Baker me reveló —hago una corta pausa e ignoro que Vleid puedan escucharme—Soy tú hija.

Ella baja la vista como lo supuse. Más no creo en su arrepentimiento.

—Toda mi vida he sido engañada —alzo la voz— toda mi vida creí que Everit era mi madre cuando de quien provengo es de un maldito Brujo y... de ti.

—Por eso eres poderosa —ella alza la vista— por mi y por Jhony. Eso te hace ser diferente a Jhon, nunca fuiste hija de una creadora humana normal, no Nea, eras hija... mía —desvía la vista— es cierto, yo soy tú maldita y verdadera madre.

Niego varias veces y nos invade el silencio.

—¿Por qué? —le pregunto acabando con el silencio prolongado cuando me supera el sentimentalismo.

Mauren Agnes se atreve a verme y me sorprende ella carecer de emociones. Controlarse cuando no hay lágrimas en sus ojos a comparación de mi.

—Nea, aunque no me creas. Quise lo mejor para ti, lo sé. Piensa lo peor de mi, en tú mente, matame de mil maneras pero es cierto —suspira— cuando naciste, te quise poner a salvo. No accedí a lo que Jhony quería. Dejarte conmigo, criarte en este aquerrale, sería un mayor peligro para ti siendo tan pequeña. De serlo, habrían días que él no iba a poder salvarte al estar lejos con su Familia, Everit y Jhon, eso lo eran para él y conmigo Nea, habrían días que tampoco te iba a salvar cuando he cometido tantos errores, mis acciones me hizo ganar enemigos hasta del mismo aquerrale que hasta ellos mismos, serían capaz de dañarte. Así que yo solo quise ponerte a salvo. Preferí renunciar a ti cuando merecías otra vida, tener un cariño de madre que de mi, nunca ibas a obtener. Protección, felicidad a muerte, sangre y poder.

—Te odio Mauren.

—Tienes todo el derecho insolente —dejo deslizar una lágrima por mi mejilla— pero tienes que conocer toda la historia por mi.

—Ya escuché lo suficiente.

—Escúchame Nea —insiste— todo es cierto pero tienes que estar enterada que no fui tan mala como creés —bufo—. Apesar de mis acciones, siempre estuve al pendiente de ti. Jhony sembró en mi la idea de querer conocerte, cada vez que venía al aquerrale, me hablaba de ti —humedece sus labios—. Nea está creciendo, Nea comenzó a hablar, Nea nombró a Everit, mamá. Nuestra hija, no heredó nuestro don —asiente— oh, eso fue un alivio para mi y a la vez, la decepción de no concebir a alguien poderosa y así fue por años. Jhony me contaba todo de ti apesar de nunca preguntarle hasta que dejó de hacerlo. Fingí que no me importabas cuando era mentira, siempre te recordé, siempre pensé en ti en esos momentos de debilidad y arrepentimiento por abandonarte.

>>Entonces, a falta de Jhony, actúe por mi cuenta. Lo seguí y lo encontré con Everit, tenias cinco años y jugabas con Jhon. Parecían una hermosa familia y le decías mamá a Everit —las lágrimas comienza a acumularse en sus ojos— no podía arruinar tú felicidad cuando ya había tomado una decisión. Así era lo mejor, perderte Nea. Tú, nunca conocer la verdad y se lo hice jurar a Jhony —sorbe su nariz— Ese día, comprobé que no me equivoqué y ni Jhony en dejarte con Everit, ella cuidarte y verte como su hija apesar de no serlo, es algo que siempre le voy a agradecer. Fue la madre que yo debí ser contigo, fue mucho mejor que yo.

Hace una corta pausa.

>>Así que volví con el aquerrale sin nadie darse cuenta. En esas salidas para buscar a Scarlet, iba a verte y te salve en dadas ocasiones. Cuando te caíste de aquel árbol y te llevaron a ese centro de salud, yo fui la enfermera que te curó. Cuando cumpliste ocho años y estabas llorando en el parque porque no tenias amigas por el color de tu cabello, yo fui tú amiga mágica.

La veo sorprendida al recordar esos momentos de mi infancia.

—¿Rave?

—Si, fui Rave —confiesa cuando recuerdo a esa niña igual a mi. Quien me entendió por tener el mismo cabello blanco y ser mi amiga tras jugar conmigo. Sin embargo, cuando Everit apareció, Rave se fue y no la vi más—. A tus doce años, fui Maren, tú única amiga cuando estudiabas como una humana normal, quien te entendía y te acompañó por una semana.

Lo recuerdo, a Maren la cambiaron de escuela y se perdió una amistad que apenas comenzaba a surgir o eso creí.

—No puede ser —niego varias veces.

—En tus quince años, te vi llorar y sufrir por Jhon. Estabas en la calle Nea y yo fui esa anciana que ayudaste a cruzar la calle y ahí conociste de casualidad a Caston Grenm.

Cierro los ojos unos segundos.

—Eres bondadosa jovencita. Ayudar a esa pobre anciana dice mucho de ti.

—Mi madre me enseñó a ser buena con todos —lloré de nuevo— pero igual el destino fue cruel conmigo al arrebatarme a mi familia.

—¿Estás sola? —asentí— Tranquila, no te haré nada, puedes venir conmigo —lo observé desconfiada. Parecía un militar— Caston Grenm.

—Nea Baker —tímida acepté su mano y al ver hacia atrás, la anciana ya no estaba.

Confíe en Caston y me hizo una asesina cuando él sabía quien era.

—Eras tú —emito.

—En dadas oportunidades, estuve presente y no te pido un perdón que se que no lo merezco pero Nea, cuando te conocí me di cuenta de lo equivocada que estuve. Realmente tenias un poder oculto, fuiste mi orgullo y mejor que yo —desvía la vista evitando que la vea llorar—. Es cierto que nunca estuviste en mis planes. Siempre me dediqué al aquerrale, no me permiti una debilidad. Todo para mi era poder nada más pero en este entonces, era una jovencita y cuando por primera vez, mi maldita madre me presentó ante Jhony Baker, me cautivo. Él tan joven y por legado y falta de sus creadores, fue el líder del aquerrale. Jhony siempre fue atento conmigo, me ayudó con mi don, aprendí mucho de él, estuvo para mi cuando perdí a mi madre en batalla y de eso, cada día creció ese maldito sentimiento —gira a verme— por primera vez me enamoré y cuando se lo confesé, Jhony me rechazó.

>>Después se fue, sucedió lo de Scarlet y lo odie a los dos. A ella si la había elegido, más todo fue falso. Cuando volvió, me enteré lo que había hecho, lo recibí en el aquerrale cuando yo tomé el liderazgo y con el tiempo, volví a insistir y Jhony nuevamente me rechazó. Luego me enteré que había conocido una humana en Valoltli, a Everit y parecía enamorado y un día, Jhony llegó con la emoción de confesar a todos que iba a tener su primer hijo, Jhon.

Una lágrima se desliza por su mejilla.

—Fingi emoción por él cuando estaba por dentro llena de celos, envidia por una normal humana que lo enamoró pero solo tuve que esperar tres años cuando su romance, comenzó a verse afectado, a caer y aquella noche, Jhony llegó molesto con Everit por no entenderlo. Fue mi oportunidad para consolarlo y ahí lo bese y por primera vez, Jhony no me apartó —suspira— me entregué a él y para mala suerte quedé embarazada sin planearlo pero ante todo, no quise abortar conociendo las maneras. En una ocasión, en un enfrentamiento con Scarlet, experimenté el miedo de perderte, por Jhony, fuiste salvada y ahí tomé la decisión de permitirte nacer pero no cuidarte, conmigo no ibas a estar a salvo. Tomé la decisión de entregarte a Jhony y fingí que no me importabas. Cuando él se fue, lloré Nea, fui débil, me dolió la distancia, sentí el afecto de Madre cuando te cargué por poco tiempo en mis brazos y yo misma te entregué a tú padre —detecto sus pasos y desvío la vista hacia esa puerta— Tú te volviste mi debilidad, Nea.

Regreso a verla sin poder articular palabra.

—Salvate hija —me dice en un tono bajo.

—Más sorpresas portadora de luz —resuena su molesta voz—. Brujas, más secretos —él aplaude— lo ocultaron demasiado bien por años.

—Nicolaik, nos van a perjudicar.

—Incluso para Madre será una sorpresa.

Lo veo pasar entre las dos e inclinarse con su mirada hacia mi.

—Mirate Nea Baker, el mismo lazo de sangre, te destruyó.

No le respondo, prefiero el silencio y bajo la vista.

—Nicolaik —ella le habla.

—No será así Sasha —veo sus zapatos negros impecables avanzar hasta ella— tenemos la dicha de tener prisioneras tanto Madre e hija —alzo la vista y nos señala— y lo mejor es que podrán ver la muerte de cada una por Scarlet.

...

Malditos Vleid que disfrutan de la situación.

Para estas alturas, he dejado de llorar y no le he dirigido la palabra a Mauren Agnes que no insiste y al menos respeta mi espacio aunque en ese momento, poca distancia nos separe.

Los he contemplado más tiempo en dichas condiciones. Varias veces Nicolaik Vleid regresa y refuerza las cadenas con su don. Más he visto que igual lo debilita cuando esa marca de oscuridad en su cuello, se extiende hasta su mejilla y ante el exceso de su ese don, líneas oscuras aparecen por debajo de su ojo derecho.

Los he visto beber copas tras copas más uno de ellos expulsa esa sangre.

El vampiro original.

He notado la importancia que le tiene Sasha Vleid a su líder que hasta podría decir que parece una clase de amor, raro si son vampiros y en otro vampiro castaño, respeto hasta celos por  Nicolaik Vleid.

El peor de los tres.

Suspiro cuando mis rodillas duelen ante la posición y más débil me siento.

—Resiste Nea.

Desvío la vista en ella y asiento cuando Mauren Agnes,  luce más débil y se encuentra más pálida.

—Saldremos de aquí.

—Tú, daré mi vida por ti —me sonríe— eso hace una madre ¿no?

Recibe mi silencio.

—Nicolaik, es demasiado arriesgado salir.

—Eres un vampiro, Kyve.

Sus voces causan nuestra atención.

Al menos tenemos entrenamiento en sus discusiones.

—No estoy tan seguro.

—Ve, consigue sangre y regresas. Yo no puedo alejarme de estas Brujas —Ambos quedan frente a frente—.Madre la va a requerir.

—Podemos usar la sangre de ellas —nos señala.

—Será decisión de Madre —eso no voy a permitir— pero tanto tú y Sasha, requieren sangre y no hay suministros.

—Como tú Nicolaik, la sangre de Sasha no te ayudará mucho.

—Kyve, no es algo que me agrade  hacer.

El vampiro castaño gruñe.

—A esta hora, los visitantes son trasladados, veré que puedo conseguir. Es una lástima que no tenga mi reloj.

—Ten cuidado.

Ruedo los ojos al verlos compartir afecto ante un fugaz abrazo y Kyve Vleid abandona con velocidad la Mansión.

—Sasha —Nicolaik pronuncia sin dejar de verme.

Ella aparece y se acerca a él dejando su mano en su hombro.

—Tengo listas las copas Nico, falta la sangre para recibir a Madre.

—Mandé a Kyve.

—¿No es demasiado riesgo? —él gira a verla.

—Es un Vleid —Nicolaik retira su mano de su hombro— como fue un pretexto para tener privacidad.

—Nicolaik, no es momento.

Hago una mueca de disgusto.

—Para hablar Sasha —él nos observa y ninguna disimula la atención en ambos— Ven conmigo— deja de vernos y la guía en dirección a las escaleras hasta perderlos de vista.

—Los romances nunca funcionan —escucho decir a Mauren cuando lo único que quiero es regresar con Joan quien me otorga fuerza para resistir.

#

Nicolaik Vleid guía a Sasha hasta su despacho. En cuanto cierra la puerta, se acerca a ella que sonriente lo recibe.

—¿De qué quieres hablar?

—De esto Sasha —señala a ambos— de lo que con los siglos, hemos creado.

Ella le sonríe siendo expuestos sus colmillos.

—¿Lo sientes? La conexión Nico, estoy ansiosa por ser marcada por ti.

Él la sostiene de las manos ante su intención por tocarlo.

—No siento nada por ti Sasha —ella lo observa fijamente en silencio— tal vez un deseo carnal pero conmigo no tendrás esa conexión que esperas que sea. Lo he intentado por siglos pero no puedo. Te aprecio, me importas, accedí por tú deseo para verte feliz y porque Madre... me lo pidió pero estoy seguro Sasha que no quiero marcarte, por eso lo he evitado. Un vampiro como yo, no tendrá una conexión con nadie.

—Nico, tú me juraste marcarme...

—Sasha no hagas esto más difícil.

Ella retrocede varios pasos.

—Te vi con Kyve. Me he dado cuenta que él si siente ese sentimiento mortal por ti, pese a los siglos. Apesar de que me elegiste a mi, ha sido evidente sus celos cuando estás conmigo.

—¿Lo...sabías?

Nicolaik asiente.

—Como sé que hace tiempo tuvo el valor de confesarse contigo y tú lo rechazaste. Escuché hablar del tema a Maxius con Blood.

—Kyve no me interesa.

—No, pero lo ilusionas como yo... lo hice contigo. Los vi y escuché Sasha, le pediste matar a Nea Baker y porque te conozco, la recompensa seria un beso.

—No te engañaría Nicolaik —con velocidad coloca sus manos en sus hombros— te amo a ti, solo a ti.

—Sasha, no te aferres a mi. Lo nuestro si existía... hoy se acabó.

—No, tú me rompas el corazón. No pasaré por lo mismo que mi pasado.

—Sasha —él se safa de su agarre— no hay amor.

—¡Se lo juraste a Madre! ¡Me tienes que amar Nico! ¡Tienes que estar conmigo!

—Hablaré con Madre y por primera vez, voy a desobedecerla. No te voy a engañar más.

—Nicolaik, piensa bien lo que me estas diciendo —ella deja brotar las lágrimas— lograré que te enamores de mi.

—Carezco de eso, Sasha. Lo he intentado pero no existe en mi. Yo nunca fui humano ¿lo entiendes? —pasa sus pálidas manos por su cabello oscuro —Es lo mejor para los dos —deja de verla y se dirige a la puerta.

—Nico —la vampiresa lo mira abrir la puerta y antes de salir, con velocidad lo detiene— Te enamoraste de ella —lo obliga a verla— Madre me contó de Nathalie Bonnet y yo puedo ser ella.

Nicolaik se tensa ante la mención de ese nombre de siglos y por impulso, la sostiene del cuello sin ejercer fuerza.

—No vuelvas a repetir su nombre. Ni de ella me enamoré cuando todo fue una mentira —la suelta y la hace retroceder— Desconoces mi pasado Sasha y Nathalie, forma parte de el cuando solo fue una humana que le creyó a un vampiro y por lo mismo, la mate.

—Madre aseguró...

—Scarlet no tenía la menor idea. Ella más que nadie, conoce que ese sentimiento, es debilidad.

Dicho esto y se marcha dejando a la vampiresa sola, molesta, sosteniendo su vestido con fuerza.

(...)

—¿Los escuchaste? —le pregunta Mauren Agnes a Nea al causar su atención.

—No me importan.

—Insolente. Quieres irte de aquí ¿si o no? —Nea asiente— por lo que escuché, lastima que no tenga una audición desarrollada como todos ellos —Mauren suspira— fue suficiente para entender que a esa maldita vampiresa, Nicolaik Vleid le destrozó el corazón.

—¿Acaso tienen uno?

—Nea —la regaña— Tal vez nos equivocamos y sienten —su sonrisa maliciosa se apodera de ella— Sea como sea, una mujer despechada es capaz de todo hasta matar a su amor por un engaño. —Nea la observa confusa— verlo caer por otra mujer hermosa, de cabello blanco, Bruja es suficiente prueba.

—Mauren ¿qué estupidez quieres cometer? —Nea baja la voz— es un vampiro.

—No insolente, yo no haré nada pero tú belleza es tu ventaja para salir de aquí.

Nea al entender niega varias veces.

—No

—Si, tenemos una oportunidad. El tiempo es nuestro enemigo, piensa en Jhony, en Joan cerca de Ancestral con la maldita de Scarlet libre.

Nea maldice a sus adentros.

—No soy como tú, yo no... usaré mis encantos para eso y menos con él —hace una mueca de disgusto— o me mata o ella lo hace.

—Eres valiosa para Scarlet, Nicolaik te salva y mata a Sasha Vleid por ti.

Nea niega en desacuerdo con su plan.

En ese momento, Nicolaik comienza a bajar las escaleras. Al terminar con el último escalón, se detiene al percibir la sangre de su nariz.

—Nea —Mauren le advierte con la mirada.

Ella bufa y lo observa pasar por su lado tras Nicolaik Vleid limpiar su nariz.

—No vas a soportar demasiado —le dice Nea causando su atención.

El vampiro al escucharla, gruñe y gira a verla desde su altura.

—Resistiré más que tú.

—Tú don en dos Brujas —Nea niega— no lo creo.

Nicolaik ojea a las dos consciente de su debilidad y forza una sonrisa mostrando sus colmillos.

—Tus palabras Nea Baker, me han dado una gran idea —le dice y lo mira irse con velocidad.

—Era encantarlo, no espantarlo y darle motivos para matarte.

—Actuo base a mi propio plan —le responde Nea y suspira.

De pronto, perciben ruido en la puerta y en poco tiempo, notan a Kyve Vleid regresar arrastrando un cuerpo hasta perderlo de vista.

—Oh, era Fernando —le dice Mauren al reconocer al humano visitante— vino aquí creyendo que íbamos a ayudarlo a resucitar a su esposa e hija muertas.

—Superaste la maldad, anciana —le responde Nea impotente en su lugar.

—Es lo único que pude conseguir —en cuanto lo observa, Kyve deja caer el cuerpo al suelo bajo un rastro de sangre y profundas heridas— ¿Dónde está Sasha?

—Arriba —le dice Nicolaik y ojea el cuerpo— vacía su sangre en las copas —avanza hasta él y se detiene a su lado— Lo estuve pensando y tienes razón Kyve, tenemos dos donantes aquí.

—Entonces ¿por qué me hiciste salir a buscar más sangre?

—Para decidir mi futuro. —Nicolaik coloca su mano en su hombro—. Te pido una disculpa por tanto daño que desde siglos te cause —él lo observa confundido— Sasha es libre, de mi.

Dicho esto y avanza rumbo a la salida de la cocina.

Kyve se queda pasmado sin creerlo.

En cuanto Nicolaik Vleid aparece en la sala, se acerca a ellas y observa sus propias manos dejando crecer sus uñas.

—Kyve, una copa —le pide en voz alta y las señala— ¿Quién de las dos será primero?

—Vete al infierno, vampiro —le responde Mauren Agnes.

Nicolaik gruñe y fija la vista en Nea.

—¿Será deliciosa tú sangre, Nea Baker?

—Porque no lo averiguas —se obliga a sonreirle cuando su idea es que la libere y de esa forma, atacar sin permitirle un robo de su sangre.

El vampiro pelinegro, le da a una mala mirada y se acerca a ella. Cuando se hinca, primero anula su don de las cadenas y después las retira de su cuerpo.

—Me sorprende el vampiro que eres.

—No me conoces Bruja. —Nicolaik se inclina más a ella al retirar por completo las cadenas y la sostiene del brazo con fuerza para levantarla.

—Estoy débil, puedes soltarme.

—No confío en palabras de una Baker.

Nicolaik la obliga avanzar varios pasos, Nea siente la debilidad y el esfuerzo y fugazmente observa a Mauren atenta.

—¿Qué haces Nicolaik? No debiste soltarla —le reclama Kyve en cuanto se da cuenta y deja una copa de cristal sobre la mesa de centro y se acerca a ambos.

—No será por mucho tiempo Kyve, estoy sediente y estoy harto de rechazar toda la sangre —con un jalón la sitúa frente a él— requiero poder y aquí Nea Baker, tiene mucho que obsequiarme.

Nea se tensa al sentir su mano ladear su cabeza y dejar expuesto su cuello.

—Nicolaik, no creo que sea el momento...

—Silencio Kyve —lo interrumpe él y guía sus colmillos a su cuello— La compartiré con todos.

Nea comienza a moverse en su lugar cuando su agarre en su nuca se lo impide sumada a la pérdida de debilidad y sin rodeos, siente sus colmillos perforar su piel y beber de ella sin control.

—¡Suéltala monstruo! —le exige Mauren.

En ese momento, Sasha aparece y al darse cuenta, esta por alejarla de él cegado por los celos cuando Kyve la detiene.

—¡Nicolaik! ¿Cómo te atreves a marcarla a ella?

—Te ignora, sabés.

La vampira gruñe y percibe el olor agradable de su sangre.

Nea con una queja, mueve sus dedos esperando que su don se haga presente cuando el vampiro se aleja de ella con rastro de sangre en su boca y barbilla.

—Es Bruja, no vampiresa —le responde Nicolaik a Sasha y la suelta.

Nea débil cae al suelo con su vista borrosa y lo último que percibe es sombras a su alrededor antes de cerrar sus ojos por completo.

...

—¡¿Qué?! Mi hija en su Mansión —espeta Jhony Baker sin creerlo al escucharlos con atención.

Estuvo preocupado por su ausencia hasta ser un nuevo día.

—La conoce, es terca y decidida— le dice Cassie Willford frente a él— Nea esta dispuesta a terminar con esto.

—No debieron dejarla ir... la van a matar —el Brujo se levanta con ayuda de su bastón— no perderé a mi hija.

—Es lo que nos preocupa. Una noche en su Mansión, horas desde que Nea entró y hasta ahora, sigue sin salir. Además de Mauren Agnes.

Jhony niega varias veces y observa de la Comandante, a Caston como detrás suyo a Matt con Nery cargando en sus brazos a un Joan dormido.

—Por eso recurrimos a usted. Queremos ayudar a Nea —le dice Nery.

—¿Les lanzo una bomba?

Los tres Cazadores le dan una mala mirada a Matt.

—No, a mi me corresponde actuar —le responde Jhony Baker y desvía la vista en Ancestral desde la mesa— por mi culpa, mi hija está en peligro por vampiros. Si no salve a Jhon, al menos tengo que salvar a Nea —sostiene el grimorio con fuerza y regresa a verlos—. No existe la barrera, espero a que sea de noche y los Vleid vengan por mi siendo demasiado tarde para mi hija y Mauren o de una vez, de día, salgo a salvarla.

—¿Qué piensa hacer? —le pregunta Cassie.

—Entregar Ancestral, es lo que quieren. Scarlet por Nea—Jhony Baker decidido, avanza varios pasos— Cuiden de mi nieto con su vida.

—Lo haremos, tanto el pequeño Cazador nos importa como Nea Baker.

Él al escucharla, asiente.

—Joan —pronuncia y el pequeño Baker comienza a despertar. Jhony Baker se acerca a Nery y pasa su mano por el cabello blanco de su nieto— Quédate aquí, los Cazadores te van a salvar y Nea, volverá para sacarte de este pueblo maldito —se inclina y besa su frente—. Nunca olvides que eres tan poderoso como tú padre, un Conector —extiende su mano hacia él.

Joan asiente y sitúa su pequeña mano sobre la suya y le otorga poder.

—Eres Joan Baker —le dice tras soltarlo y se dirige a la salida con Ancestral.

—Abuelo —Joan trata de bajarse de Nery— ¡Abuelo Jhony!

—Tranquilo pequeño, estás a salvo con nosotros —le dice Nery para tranquilizarlo.

—Cassie, tenemos que ir a ayudar.

—No Caston, tal vez fue tu idea recurrir a Jhony Baker por la vida de Nea pero nuestro lugar es aquí y con nuestras armas, proteger al pequeño Baker.

Los tres se sitúan a su alrededor con sus armas mientras Joan entre los brazos de una Cazadora, observa preocupado hacia la puerta.

Jhony Baker en cuanto da un paso a la calle, fuera de su vieja casa, percibe la luz resplandeciente.

Suspira y con valor, avanza hasta su Mansión. Cruza y se detiene cerca de la estatua sosteniendo Ancestral en manos.

—¡Vleid!

Su grito logran escuchar a la perfección y todos desvían la vista hacia la puerta.

—No, Jhony —se lamenta Mauren Agnes.

—Es Baker —Nicolaik sonríe con malicia y desvía la vista en una Nea recien despierta sentada en el sillón rodeada por dos Vleid más— Tú padre vino a salvarte.

—Nicolaik, es Ancestral —le avisa Kyve.

—Madre —espeta Sasha más calmada.

El vampiro líder rápido actúa, libera a Mauren de las cadenas al anular su don y ella débil, es sostenida por Sasha y Kyve. Mientras Nicolaik Vleid se encarga de sostener a Nea Baker y se dirigen a la salida hasta salir por la puerta.

Todos se detienen al verlo lejos de su alcance por la luz.

—Baker, tanto tiempo sin vernos —Nicolaik percibe su debilidad— hoy será tú muerte.

—Tendrán Ancestral si las dejan libres —le dice sin rodeos— liberare a Scarlet en este momento y no tendrán que esperar a que sea de noche.

Ellos comparten una mirada.

—¡Vete Jhony! —le grita Mauren.

Nea recupera sus fuerzas y entre abre sus labios.

—No puedes...

—Esta Guerra inició conmigo, yo los encerré aquí y yo encerré a Scarlet en su prisión.

—Será un intercambio Baker —Nicolaik obliga a Nea a avanzar hasta el límite de la sombra— pero primero, libera a Scarlet.

—No lo hagas —le pide Nea— aún no es momento...

—Silencio —ejerce fuerza en su agarre.

—No la lastimes más. —Jhony Baker bajo su atenta mirada, deja caer su bastón al suelo y desliza su mano hasta el broche de Ancestral. Con una profunda respiración, pronuncia un bajo hechizo. Una gota de sangre de su dedo es suficiente para resonar un clip y Ancestral comienza a abrirse poco a poco.

De pronto, estalla.

Una luz cegadora abruma a todos y el impacto los hace caer al suelo.

En Neevil la luz del día la cubre la oscuridad de la noche ante un tiempo acelerado y la estatua de Scarlet Vleid estalla en mil pedazos.

Cuando la explosión culmina, los Vleid son los primeros en levantarse, por Kyve, Mauren Agnes es obligada a levantarse y es sostenida por él mientras Sasha de pie, sacude su vestido.

A pocos pasos, Nicolaik gruñe cuando no percibe a Nea Baker a su alcance. Más percibe otra presencia que lo deja atónico.

Ancestral en el suelo, las páginas no dejan de moverse con rapidez hasta que una mano enguantada, se inclina a agarrarlo y con fuerza, lo cierra hasta enderezarse.

Nea tose varias veces y desde el suelo, a cierta distancia de su Mansión, observa a una vampiresa real sin ser más una estatua ante ella.

—Scarlet —pronuncia y percibe Ancestral en su mano.

La antigua vampiresa, con una amplia sonrisa, muestra sus colmillos más grandes, portando un vestido ampon antiguo color crema con un corsé negro, como el mismo sombrero ocultando su cabello negro recogido con varios cadejos sueltos. Tan pálida, alta y delgada emite con malicia:

—Bienvenido a tú prisión, mi querido Jhony— sus ojos carmin la observan con una intensa sed de venganza.

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