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Capítulo XXlll: El Conector

“Cuando la muerte siembra tristeza, el poder de la venganza puede crecer, alimentado por el dolor y la pérdida”
                                       |Draven Villeel|

🕯️   N E A   B A K E R

Soy la primera en entrar a casa.

Mauren Agnes logró convencer a Joan de alejarse del cuerpo de Carolina. Sin embargo, no quiso ser abrazado por ninguna de las dos, solo se dirigió a casa tras seguirlo a cierta distancia.

—Entra Joan —le permito el paso, mi voz sale en un hilo de voz. He limpiado las lágrimas de mis mejillas más siguen acumuladas en mis ojos y el nudo en mi garganta por su muerte, porque no la salvé, porque llegué tarde, porque rompí una promesa de sacarla de aquí a tiempo.

Sus hombros se mueven cada vez que solloza.

Desde el reducido espacio, en el centro Jhony Baker nos observa y debió darse cuenta cuando solo entramos tres. La Bruja detrás de mi se encarga de cerrar la puerta.

—Aquí lo tienes Jhony, a salvo tú nieto.

Él da un paso adelante y levanta su mano.

—¿Dónde está Carolina? —la sola mención de su nombre hace reaccionar a Joan, vuelve a llorar y corre a abrazarlo tras repetir “mami” —Nea, Mauren —nos observa a las dos tras tomarle por sorpresa la acción de Joan.

—Murió —respondo y paso saliva. No quiero llorar más frente a ellos.

—Jhon la drenó hasta arrebatarle la vida y Nea —de reojo percibo su mirada. Mauren no luce afectada por su muerte hasta se podría decir que está orgullosa de lo que hice.

—Le dispare —termino por ella—. Jhon no existe más. Se volvió cenizas —recuerdo las palabras de Joan que son ciertas— mate a mi hermano.

Él baja la vista en Joan y pasa sus manos por cabello blanco.

—Hija, lo siento. —Jhony Baker alza la vista y demuestra tristeza por la noticia pese a tantas veces jurar para él Jhon estar muerto desde que fue convertido en vampiro y dejar de ser su hijo— lo siento, Joan —hace una corta pausa más no derrama ninguna lágrima— mi Jhon.

—Este día llegaría Jhony.

—Lo sé Mauren —le responde y su mano la guía a la mejilla de su nieto — la mayor afectación es para Joan, perdió a sus dos creadores.

—No hablemos de esto frente a él —les pido por el mal estado de Joan.

—Insolente, vio más que suficiente para entender. Nos dirás que es un niño y lo es, pero debe conocer la realidad de este cruel Mundo y de una vez saber que ser Conector deriva causar la misma muerte.

—Mauren —le advierte mi padre.

Ella bufa y se cruza de brazos.

—Que llore su pérdida —espeta— me ocuparé del cuerpo.

Dicho esto y se dirige a la salida.

—Mauren —la llamo por su nombre y la hago detener al girarme un poco— no desaparezcas sus cenizas, quiero conservarlas por Joan —ella niega— te lo pido de favor. Caro no merece desaparecer en este maldito pueblo cuando merece otro lugar para descansar en paz.

—No funciona así, todo cuerpo de Neevil permanece dentro de este lugar cuando sus cenizas desaparecen.

—Mauren, hazlo. Permiteles que las conserven, se trata de Carolina.

Ella baja sus brazos y asiente.

—Bien, les traeré sus cenizas.

Termina por salir por la puerta, cuando la cierra, regreso la mirada en mi padre y en Joan.

—Lo llevaré a descansar —le digo y me acerco a ambos—. Joan, vamos a la habitación.

—¡No! ¡No te quiero!

—Joan, por favor —él se safa de mi agarre constantemente.

—Nea, no insistas —me pide Jhony Baker y lo aleja de él— yo me encargo—. Retrocedo varios pasos y me cruzo de brazos—. Joan, ven conmigo.

Él se limpia sus lágrimas con sus manos, asiente y lo sigue tras Jhony Baker dirigirse al pasillo.

Inhalo y exhalo aire varias veces y rápido limpio la lágrima rebelde que se deslizó por mi mejilla derecha.

Permanezco sola en la estancia aún recordando lo sucedido. Incluso Lucky mantiene distancia conmigo al pasearse desde la mesa hasta el pasillo.

Varios minutos se demora mi padre en regresar. Al verlo, bajo mis brazos.

—Joan se quedó dormido de tanto llorar. Tenemos que ser comprensivos con él y ayudarlo a superar la pérdida de Carolina.

Asiento de acuerdo.

Me identifico con él cuando perdí a Everit, solo era una niña de 10 años. Siempre me hizo falta un cariño maternal como Jhon tener solo 13 años. En comparación a su propio hijo, mucho más pequeño conllevar el dolor de la pérdida maternal y paternal en una sola noche.

—Joan me vio, me culpa de la muerte de... Jhon y tiene razón.

—Está confundido Nea, tenías que hacerlo.

—Él me lo pidió, vi su sufrimiento, su dolor y la culpa por... arrebatarle la vida a Caro. No quería ser más vampiro.

—Lo imagino, Jhon nunca hubiera aceptado ese destino —lo veo avanzar y toma asiento en la silla—. Ese día, no lo salvé, Scarlet lo condenó y lograron lo que querían. Afectarme más con mi propia sangre, sabían que iba a rechazarlo por ser un Vleid —baja la vista— sabían que iba a revivir el dolor cuando... dejara de existir para siempre —alza la vista— no te culpes Nea, cualquiera iba a hacerlo. Algún Cazador, alguien del aquerrale hasta Mauren o si fuera en otras circunstancias, yo mismo. Jhon tenía que morir.

—Carolina no.

Él niega varias veces.

—La prioridad era Joan, lo salvaste.

—Era su madre, Jhony —lo apunto— nada la reemplaza ni yo misma.

—Joan es fuerte.

—Esto es demasiado para él —comienzo a caminar de un lado a otro—lo estamos destruyendo.

—Evitaste que los Vleid lo mantuvieron con ellos. Son capaces de lo peor, su crueldad Nea y te haz dado cuenta. En sus manos, Joan iba a sufrir más.

La ira me invade al pensar en eso.

—Lo van a volver a internar —me detengo y hago mis manos puños—. Joan está en peligro aquí en Neevil.

—Conocen su poder, su don y lo que es y eso unido contigo los van a querer destruir y es lo que quieren evitar —con su bastón, se levanta— por el momento, Joan está seguro aquí, bajo la protección y ningún Vleid vendrá por él.

—¡Está cerca de Ancestral! —exclamo desesperada.

—Nea, tranquilizate.

—Tienen que pagar —sigo caminando de un lado a otro— tengo que sacar a Joan de aquí.

—Lo vas a lograr pero para eso...

—Lo sé —lo interrumpo— debo cumplir mi misión, lo tengo muy presente pero no me gusta la parte de involucrarlo.

—Es el Conector, lo vas a necesitar Nea, para todos, Joan es muy valioso.

Suspiro y me detengo al escuchar la puerta ser abierta. Enseguida me volteo y veo a Mauren Agnes entrar con una pequeña caja de cartón.

—Las cenizas de Carolina Walsh, no encontré otro lugar para dejarlas.

Paso saliva y me acerco a ella.

—Caro —al tenerlas en mis manos, vuelvo a derramar más lágrimas— perdóname pero te juro... cuidar a Joan y dar mi vida por la suya.

Escucho sus pasos detrás de mi cada vez más cerca hasta sentir su mano en mi hombro.

—Mauren, las cenizas de Jhon...

—Desaparecieron Jhony, era vampiro y sabés lo que sucede después de que dejan de existir. No puedo recuperarlas.

—Lo sé por esto estoy decidido a perder Synerdale —alzo la vista al escucharlo—. Cuando deje de ser Neevil sin vampiros, sin Scarlet, si me pasa algo, quiero que una de las dos, desaparezca este lugar.

—¡No Jhony! ¡Fueron siglos de sacrificios! Nuestro sueño de crearlo como un refugio para todo el aquerrale.

—Esta maldito y siempre lo será. No habrá paz en un lugar de tantas muerte.

Mauren niega varias veces.

—Nea, jurame que lo harás.

Giro a verlo y sorbo mi nariz.

—¿Estás seguro? Volverá a ser Synerdale —asiente varias veces— está bien papá, lo haré con tú ayuda.

—Jhony...

—Soy el líder Mauren y si algún día dejo de existir, lo siento mucho pero el cargo será para Nea.

—Soy tú sucesora, no me puedes hacer esto.

—Mauren sigues terca en los planes de Synerdale ¿qué más daño vamos a causar?

Ella molesta, nos observa a los dos.

—El aquerrale no lo va a aprobar.

—El aquerrale lo va a aceptar.

Ella maldice en voz alta.

—Será tú mayor error —observa a su alrededor —Lucky— busca a su gato. Ante su llamado el animal se acerca a ella— podrás destruir este maldito pueblo Jhony —carga a su gato negro entre sus brazos— pero nunca podrás olvidar todas las muertes que causaste por tú culpa. La culpa será tú condena por Everit y por Jhon.

Recibimos su mala mirada y avanza hasta pasar por mi lado hasta salir azotando la puerta.

—Lo que nos faltaba, la anciana en nuestra contra.

—Mauren lo va terminar por aceptar y no se va a oponer. No cuando todo esto es por ti Nea —suspira y lo veo regresar a sentarse en la silla por la debilidad— tal vez no es el pueblo, es quienes habitamos en el —me observa fijamente— es el mal en todos nosotros.

(...)

Dicen que él tiempo lo cura todo pero he confirmado que es más complicado o tal vez es demasiado pronto cuando la herida sigue como el dolor ante la ausencia.

Cinco días desde que perdimos a Carolina y a Jhon. Aunque no conviví con él estos cinco años al creer su muerte, me quedo con los recuerdos del pasado antes de que fuera vampiro.

Jhon Baker, mi hermano.

Desde la pequeña sala, sentada en la silla observo las cenizas que aún conservamos de Carolina. Más le conseguí un cambio. En vez de una caja, encontré un jarrón.

Con respecto a Joan, no ha dejado de llorar, poco duerme, poco come y no me permite que me le acerque solo mi padre.

He comenzado a sentir celos de Jhony Baker cuando a él lo prefiere antes que a mi.

Con Mauren, no nos ha visitado más sigue al pendiente del aquerrale cada noche de caza. En esas noches, no me he privado de salir a matarlos cuando eso me satisface y mejora mi estado de ánimo más son otros Vleid y no los cuatro faltantes.

No obstante, un grito causa mi atención. Pronuncian mi nombre desde afuera.

Confusa me levanto y me dirijo a la puerta. Al salir detectó una joven del otro lado de la reja.

—Nea —mueve su mano— ¿me recuerdas? Soy Yane —avanzo hasta llegar a la reja y observo a la castaña de cabello corto frente a mi.

—Si te recuerdo.

—Vine a saber de ti y ver a Joan —borra su sonrisa— me enteré lo de Carolina.

Suspiro y uso don para abrir la reja y le permito el paso. Sigo viendo la cruz en su frente en todo momento hasta que ella cruza la reja.

—Lo siento tanto, cuenta conmigo para lo que necesites.

—Gracias Yane.

Recibo su corto abrazo y cuando me alejo de ella, la guio a dentro.

—Carolina además de ayudarme en el restaurante, se volvió mi amiga —me dice cuando entramos— ¿cómo está Joan?

Cuando me detengo en el centro, me doy la vuelta y me cruzo de brazos.

—Está muy mal.

—Era su madre, pobre es tan pequeñito— asiento— mira, le traje esto— me muestra una pequeña caja de galletas— ¿puedo verlo?

—Si, debe estar despierto. Está con Jhony Baker —bajo mis brazos y me doy la vuelta.

—Nea —me detengo al escuchar su voz. Yane busca algo en su bolsillos de su jean hasta que me extiende su brazo— en el restaurante, entre las cosas que encontramos en la bodega, Carolina encontró una cámara. Ese día, la revisamos y aún funcionaba. Fue un rato de diversión en una sección de fotos —las lágrimas se acumulan en sus ojos— me tomó fotos y yo a ella con Joan— me acerco y bajo la vista en su mano— es tuya, será un recuerdo de ella.

Paso saliva y acepto la foto donde aparece Carolina sonriente con su cabello castaño suelto, con una blusa azul cielo de manga larga lo que se percibe por el tamaño de la foto y a su lado, se encuentra Joan sonriendo mientras ella lo abraza.

—Se la daré a Joan —le respondo soportando el nudo en la garganta cuando es la única foto que tendremos de ella aquí— gracias.

—Siempre la voy a recordar y cuenta conmigo para cuidar a Joan, vendré a verlo si me lo permites. Lo quiero mucho—. Yane se limpia sus lágrimas.

—Por supuesto, ven. Tal vez a ti si te quiera ver —con la foto en mano, me  doy la vuelta y la guio por el pasillo hasta llegar a la habitación.

Tomo una profunda respiración y toco la puerta. Tras la voz de Jhony Baker, abro la puerta.

—Joan —me asomo y lo veo acostado en su cama con mi padre sentado a su lado— Yane vino a verte— le permito el paso y ella se adentra.

—Hola —saluda a mi padre nerviosa y se acerca varios pasos— Hola Joan— no causa su atención— mira, aquí tengo tus galletas favoritas— mueve la caja.

Joan alza la cabeza, la observa y vuelve a apoyar su cabeza sobre la almohada.

—Lo siento tanto —Yane suspira y gira a verme— será mejor que regrese en otro momento— regresa la vista en él—. Adiós Joan. —Yane avanza la salida, me entrega las galletas y la acompaño a la salida.

Cuando cruza la reja, regreso hasta la habitación y entro hasta detenerme cerca de la cama.

—Déjame hablar con él.

Jhony Baker se levanta y se sostiene del bastón.

—Joan, escucha a Nea. Recuerda lo que hablamos.

Ante su voz, Joan se sienta en la cama.

—Mi tía Nea no tiene la culpa —emite y baja la vista.

Mi padre avanza hasta pasar por mi lado. Cuando cierra la puerta, tomo asiento en la cama justo frente a él.

—Joan, perdón —causo su atención y le entrego las galletas que él recibe y deja a un lado— me arrepiento de no llegar a tiempo. De no salvar a tú mamá —extiendo mi mano y la coloco sobre la suya y me lo permite— pero no te dejaré solo. Aquí estoy Joan y te voy a proteger.

—Mi abuelo dice que toda la culpa es de los vampiros —retiro mis manos de las suyas lentamente al escucharlo decir aquello — que debo vengar a mi mami. Los monstruos convirtieron a mi papá y por eso él murió. Tú le diste la paz tía Nea y que debo odiarlos. Ser fuerte, valiente y destruirlos por mami y por mi papá.

—Joan —guardo silencio cuando esto lo supuse. Jhony Baker tuvo el tiempo de hablar con él y obviamente sembrar odio en él, decirle la verdad sin considerar su corta edad o una mayor afectación. Aunque me molesta, no puedo engañarme cuando Joan está involucrado tanto en el vampirismo como yo por lo que somos y por nuestra misión en Neevil— es cierto —menciono sin dejar de verlo— somos fuertes y te doy mi palabra que vamos a salir de aquí.

—Los vampiros son malos, tía Nea —me sorprende su abrazo inesperado.

—Lo son Joan y me encargaré de destruirlos —acepto su abrazo que se demora por varios minutos hasta que él mantiene distancia. Recuerdo la foto y se la muestro— mira, Yane te obsequio esto.

—Mami —la sostiene y las lágrimas se vuelven a acumular en sus ojos.

Bajo su atenta mirada, me alejo de él y me levanto. Me dirijo a mi cama y debajo de la almohada, busco hasta encontrar una foto en especial.

Cuando la tengo en mis manos, regreso con él y tomo asiento.

—Él era tú papá, Jhon Baker —le muestro la foto donde aparezco con él. La única de recuerdo— es para ti, Joan. Quiero que siempre los recuerdes.

Joan observa ambas fotos y derrama las primeras lágrimas.

—¿Soy malo?

Niego al obtener su mirada.

—No Joan, tú no tienes que condenarte con esta maldición. Tú tienes que ser diferente— me levanto y extiendo mis manos— ¿Quieres ver a mamá?

Él asiente, se levanta y extiende sus brazos hacia mi. Cuando lo cargo, salgo con él de la habitación hasta el centro de la casa y cerca de la pared, sobre una repisa me detengo.

—Aquí esta ella, Joan —tomo una profunda respiración— son sus cenizas y te juro que vamos a lograr sacarla de aquí y llevarla a un lugar mejor.

—Mami quería conocer el mar, me prometió llevarme —gira a verme con lágrimas en sus mejillas.

—Conocerás el mar Joan —dejo de verlo y observo el jarrón— como Caro.

Él deja las fotos apoyadas en el jarrón. Tanto Carolina con él como Jhon conmigo.

Lo bajo al suelo y limpio sus mejillas.

—¿Mami volverá?

Guardo silencio cuando no sé que responderle sin querer causarle más dolor. Sin embargo, pienso lograr una Resurrección. Entonces, le respondo:

—No por ahora pero te juro Joan que vamos a recuperarla.

—Nea —desvío la vista en Jhony Baker y detecto su advertencia. Reconozco que esta mal darle esperanza más es mi propio propósito si tendré de por vida este poder.

—Te doy mi palabra Joan —dejo de verlos y enfoco la vista en el jarrón. Dejo fluir mi don y mi dedo lo guio a escribir el nombre de Carolina Wash y debajo el nombre de Jhon Baker mientras los observo en las fotos y les juro cuidar a su hijo.

✝✝✝

Hoy se cumple dos semana desde aquel enfrentamiento contra los Vleid. Quisiera decir que los he derrotado más estos días he estado concentrada en Joan.

Varias noches no salí a cazarlos cuando Joan me pidió quedarme cuando tiene constantes pesadillas y miedo de estar solo.

Aunque he tenido el apoyo de Jhony Baker aunque él cada día está más débil.

En cualquier momento, Scarlet Vleid será libre e incluso temo no alcanzarme el tiempo para destruir a todos los Vleid que ella creó.

Caston varias veces ha venido a casa a informarme sobre las pérdidas pero hasta el momento, no son ellos.

Nicolaik, Sasha, Máximo y Kyve siguen existiendo. Los cuatro primeros Vleid protegidos de Scarlet.

Entonces, hoy estoy decidida a salir a cazarlos uno a uno hasta terminar con el primer vampiro.

Al estar lista, salgo de la habitación.

Soy consciente del gran cambio de mi cabello con los días, el tono negro desapareció y como lo tenía de niña, mi cabello vuelve a ser completamente blanco.

—Nea

—Padre —me detengo frente a él y bajo la vista en mi sobrino— Joan ¿estás listo para irnos?

—Si tía Nea.

—No estoy de acuerdo en que lo lleves a su Fortaleza.

—Joan está a mi cuidado y perdón que te lo diga pero esta casa, ya no es seguro para él. Ningún lugar lo es.

—Lo sé hija —su palidez es más evidente por la debilidad. Ancestral, lo está consumiendo y Scarlet no está lo suficientemente débil— en cualquier momento, la barrera va a desaparecer y los Vleid vendrán por mi y por Ancestral.

—No lo voy a permitir y a Joan lo vamos a proteger.

—Es mi único deseo, Nea —nos observa a ambos—que los dos sean libres de Neevil.

Joan lo abraza y se demora en soltarlo.

Suspiro y cuando está listo, lo suelta sin antes otorgarle poco de su poder que aún le cuesta controlar. Cuando termina, hago lo mismo al tocar su hombro.

—Regresaré papá —lo abrazo y ante nuestra mirada, él desaparece.

—¿Dónde fue mi abuelo?

—Tiene que enfrentar a esa maldita, Joan —recuerdo a Scarlet y su prisión. Quisiera yo misma encargarme más fue Jhony Baker quien la encerró y la mantiene con su poder— él volverá.

—Lo quiero mucho.

Le sonrio.

—Y él a ti —agarro su mano y lo guio a la salida conmigo hasta salir por la puerta.

Al salir por la reja, vuelvo a sellarla y me doy la vuelta.

—Joan —lo veo atento con su mirada hacia su Mansión.

Suspiro y observo lo mismo que él.

—¿Quién es él? —me pregunta.

—Un maldito vampiro —le respondo al verlo desde el porche de su Mansión. Es la primera vez que lo veo salir afuera, de su oscuridad más se mantiene en la sombra cuando aún es de día— Nicolaik Vleid —espeto su nombre con recelo.

—¿A él debemos destruir?

Giro a ver a Joan al escucharlo y consciente de que nos escucha, le respondo.

—Si Joan, él nunca debió existir —sin volver a verlo, del hombro lo sostengo y lo hago avanzar por la calle rumbo a la Fortaleza.

...

—Nea Baker, Bienvenida.

Recibo saludos de varios Cazadores que reconozco al entrar con Joan de la mano. Obviamente les causa sorpresa verlo aquí y ser evidente nuestro color de cabello, blanco en ambos.

—¿Nea? —Nery se acerca a mi—. No te había visto en estos días —me observa de pies a cabeza— te vez muy distinta. Juré que eras Mauren Agnes.

—No nos compares— me detengo con Joan— pero igual me da gusto verte Nery.

Ella me sonríe.

—¿Quién es este pequeñin? —lo observa y se agacha a su baja altura.

—Él es Joan Baker, mi sobrino.

—Hola —él le responde con timidez.

Nery revuelve su cabello y se endereza.

—Mi más sentido pésame por ella —observa fugazmente a Joan.

—Para los dos ha sido difícil olvidarla.

—¡A entrenar todos! —el grito de Cassie Willford nos interrumpe. Ella aparece portando el uniforme sin la gabardina puesta ni su sombrero.

—Está más estricta cada día y es peor en las noches —me dice Nery en voz baja y obedece su orden.

Cuando Cassie nota mi presencia, se acerca a mi y con sus manos en su cintura, enfoca su vista de mi a Joan.

—Nea, volviste.

—Nunca los abandone.

—Tú presencia lo demuestra. Necesitamos a la Cazadora que eres —frunce el ceño al ver a Joan— ¿Tú sobrino?

—Si, no es seguro que siga con Jhony Baker. Espero no te moleste por traerlo hasta aquí, Joan se va a portar bien.

—No es un buen lugar para un niño.

—Estamos hablando de Neevil, Cassie.

Ella se cruza de brazos.

—¿Joan? —Caston se acerca al vernos—Nea —al detenerse frente a nosotros, a un lado de Cassie, nos sonríe— es bueno verlos.

—Hola Caston, estoy lista para la cacería pero la Comandante debe aprobar a Joan quedarse.

—No tiene nada de malo, entre todos lo vamos a proteger y Nea estará más tranquila.

Ella resopla.

—De acuerdo, se puede quedar pero no me hago responsable si este niño termina más afectado. Conoces muy bien el entrentamiento Nea y lo aquí se menciona.

—Joan está enterado de los vampiros.

Cassie se acerca a él y se agacha a su altura.

—Bien, como tú perdí a alguien muy querido para mi. Mi hermano por culpa de los Nocturnos y la sensación de venganza me da fuerza para vencerlos.

—Cassie, sé prudente con el niño —le pide Caston.

—Lo siento —ella se endereza— no sé como tratar con niños.

—Yo quiero vengar a mi mami y a mi papi —la voz de Joan nos sorprende a todos y se suelta de mi mano— ya no le tendré miedo a los monstruos.

Cassie con una sonrisa extiende su brazo hacia él y Joan acepta su mano con timidez y ella le dice:

—Bien dicho pequeño Cazador.

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✝ Lo adoro, Joan Baker es mi favorito y me encanta el equipo que hará con Nea. Después de toda la historia, al fin puedo mostrarles este collage de como es Nea sin ocultar su real apariencia. Así es Nea Baker con su cabello blanco 👇

Además, me estoy enamorando de las frases de Draven Villeel. Les recuerdo que es un personaje oculto que ya conocen dentro de la historia 👀 ¿Quién será?

Nos seguimos leyendo ✝

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