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Capítulo XV: Prohibido sentir

“Sentir no es sinónimo de debilidad”
                                       |Draven Villeel|

🕯️N E A    B A K E R

»Matar«

Es algo que he hecho desde mucho antes de llegar a Neevil. Asesinar a personas que se lo merecían a cambio de dinero, para evadir mi realidad y mi odio y ahora destruyo vampiros.

Sin embargo, me acostumbré tanto a usar distintas armas, enfrentamientos de cuerpo a cuerpo que usar mi don como portadora de luz me es tan difícil.

Después de explicarle con cuidado a Joan sobre el tema de los vampiros, de lo que sucede en Neevil, de su don que heredó y finalmente sobre su padre —que para ser pequeño, lo asimiló de una manera que nunca imaginamos y lo comprendió todo aceptando aprender y ayudar— comenzó nuestro entrenamiento en ambos.

Sin embargo, en cada día me cuesta dejar fluir un don que aunque haya despertado, no quiere emerger de mi otra vez.

Durante el día, Mauren Agnes es mi instructora. Esa Bruja no me tiene paciencia aunque obedezca sus consejos, siempre fallo.

Mientras con Joan, mi padre lo ayuda con consejos, su nieto le debe recordar a Jhon a esa edad. En todo momento, Carolina cerca, al pendiente de que su hijo no se exceda o no se dañe.

En un días más, agarro a Lucky entre mis brazos. Desde el momento que le di cariño por primera vez, el gato negro de Mauren Agnes me busca, ronronea cerca de mis pies en busca de mis caricias.

Un motivo más para que la anciana falsa me odie cuando Lucky, reemplazó a su dueña conmigo.

Medio sonrio al sostenerlo entre mis brazos y sentir sus bigotes cerca de mi cara. Desvío la vista, a cierta distancia se encuentra Joan de pie, con sus brazos extendidos mientras Jhony Baker está frente a él apoyado de su bastón.

—Mantén tú poder un poco más —Joan no se asusta cuando mira la energía brotar de sus palmas— concéntrate y aprende a comparar cada poder. Cada emoción se conecta con la magia —veo la energía crecer, primero es azul, después cambia a amarilla hasta un tono naranja—Joan, ese no es tú poder como Conector.

Él mantiene la vista fija en sus manos.

—Mi niño, cálmate —le dice Carolina al incarse a su lado— Aquí estoy Joan.

Su poder vuelve a cambiar en tono azulado. Joan suspira y desaparece de sus manos.

—Si existe un odio en él, no va a funcionar su don como Conector.

—Mi hijo es muy pequeño para sentir odio —Carolina lo abraza— Sabía, que contarle toda la verdad lo iba a cambiar.

—Joan ¿qué sucede?

Él alza la vista en Jhony Baker.

—Los Vleid serán destruidos. Tú padre, podrá descansar en paz para siempre.

Joan baja la vista y Carolina se aleja de él sin dejar de verlo alerta.

—Odio mi don y quiero a papá de vuelta— lo veo irse a sentar.

Estoy por acercarme a él cuando una chispa aparece ante mis ojos y me hace desviar la vista en Mauren Agnes frente a mi.

—Insolente, concéntrate en tú poder como portadora de luz —baja su mano y la coloca en su delgada cintura. Si, luce como una joven con su cabello blanco suelto y usa un vestido color crema dejando sus hombros al descubierto.

De mi parte, uso el uniforme de Cazadora, un jean negro ajustado, botas negras y una blusa negra de manga larga, esta vez sin la gabardina o sombrero ridículo. Es la primera vez que he dejado mi cabello suelto con todas las puntas blancas, con los días se ha extendido más y más que a estás alturas es tonto ocultarlo.

Ver a Mauren Agnes es verme a mi misma en todo lo apuesto.

Bien casi luce de mi edad o hasta más años cuando tiene siglos pero ella es poderosa, ella no oculta lo maldita que es.

—Inténtalo una vez más y suelta a mi gato —ladea la cabeza— Lucky.

Suspiro y bajo a su mascota de tantas, al suelo. Lucky se marcha hasta ocultarse debajo de la mesa y se acomoda a dormir.

—Nea, es para hoy —agrega ante mi tardanza.

Le doy una mala mirada y me posicióno. Con los pies separados un poco, firmes en el suelo extiendo los brazos y me concentro en sentir y dejar fluir mi don.

Sin embargo, otra vez fallo.

—Agh —emito frustrada y bajo mis manos— no puedo, no lo tengo más.

—Niña insolente, buscalo en tu interior.

Lo intento una vez más y es el mismo resultado.

—No... no funciona —resoplo molesta conmigo misma—. No comprendo, fluyó cuando morí, cuando Nicolaik me atacó y recientemente en su Mansión cuando casi cumplo lo que quieren. Cuando no controle mi poder y estuve apunto de liberar a Scarlet Vleid de su prision —respiro agitada.

Estoy comenzando a odiar su estatua, debería destruirla pero Jhony Baker me ha contado que el aquerrale, la misma Mauren han tratado y siempre como una piedra vuelve a crearse. Tras contarles, es el primer cambio en su estatua por mi don descontrolado.

—Serás tonta, eres una decepción Nea.

—Mauren —le advierte mi padre y me rindo bajando los brazos— Son las emociones hija, con los Vleid te controla el odio.

Asiento de acuerdo al escucharlo.

—Si, debe ser eso. Cuando los tengo enfrente, solo pienso en matarlos, dañarlos de la peor forma y al ver a Jhon... —recuerdo sus palabras, su decisión— crece el odio por Nicolaik Vleid.

Tengo muy grabado en mi cabeza que él lo convirtió tanto como Scarlet.

—Vas a lograrlo Nea, no dejes de intentarlo —giro a verlo y me esfuerzo en sonreírle cuando cree en mi.

—Jhony, no tenemos mucho tiempo —regreso la vista en Mauren Agnes al escucharla hablar— Si eso es el problema para volver a despertar tú don, entonces tengo algo que puede ayudarte.

Ríe maliciosa, su risa la comparo a una risa malvada de Bruja como en tantas películas contando que es una en la realidad.

—Mauren, no lo uses con Nea.

—Jhony, tú hija lo podrá soportar —levanta su brazo— Iré a buscarlo en mi casa, no tardo— chasquea los dedos y desaparece de nuestra vista.

—¿A qué se refería? —le pregunto a Jhony Baker.

—Es un invento de Mauren, lo ha usado en varios del aquerrale para que usen su don. Al principio, quizo usarlo contigo pero se lo prohibi, cuando tú don no despierta por si solo, no funciona.

—Entonces, ahora habrá un resultado. Odio decirlo pero la anciana tiene razón, no hay tiempo.

Mi padre se acerca a mi con ayuda de su bastón.

—Nea, volverás a morir —emite en voz baja solo para que yo lo escuche cuando Carolina habla con Joan, lo consiente con un paquete de galletas.

—Mi don me hará vivir otra vez.

Él asiente.

—No serás la misma Nea, tus sentimientos por Jhon... van a desaparecer. Solo estarás concentrada en tú misión, matar a cada Vleid así sea a él quien tengas enfrente. Eso sacará lo peor de ti.

—Soy una asesina desde hace años, padre. No me importa cuando muera no ir al cielo, si merezco el infierno, que así sea —me encojo de hombros— Estoy dispuesta a convertirme en la Nea que sea por los míos y con respecto a Jhon —paso saliva— si voy a salvarlo cuando muera por mi —bajo la voz, fugazmente observo a Caro y a mi sobrino. Tal vez vayan a odiarme pero ya lo decidí— solo así podré ayudarlo.

Rápido limpio la lágrima rebelde de mi mejilla y sorbo mi nariz.

No quiero llorar, no puedo llorar, no puedo ser débil frente a los míos.

—Estoy dispuesta a todo —paso saliva ante el nudo en mi garganta— Así que, iré a la Fortaleza a entrenar como Cazadora y después regresaré aquí para entrenar con Mauren como una maldita Bruja.

Me esfuerzo en sonreír y avanzo. Antes de irme, apoyo mi mano en su hombro y me inclino a su mejilla.

Por primera vez, demuestro una pizca de afecto hacia él.

Me inclino a besar su mejilla.

—Resiste papá —le digo en voz baja y me dirijo a la salida— Adiós Caro, Joan. Nos vemos después.

—Cuidate cuñis

—Adiós tía Nea

Me despido de mano de Joan y llego a la salida. Abro la puerta y salgo soltando un profundo suspiro.

Cuando salgo de la protección que protege a la casa, principalmente a Jhony Baker, a Carolina y a Joan. Obligo a mi cuerpo, a mis ojos a no voltear o ver hacia la Mansión de enfrente.

Lo último que quiero es volver a ver a Jhon cuando mi corazón se resiste a creer que está muerto para mi.

Acelero mis pasos, camino por la calle en plena luz de día rumbo a la Fortaleza de los Willford.

...

—Hola —saludo a la multitud de Cazadores reunidos.

—Cazadora Baker.

Imitan mi seña de soldado y reciben la mía y una sonrisa sincera. Sigo avanzando hasta encontrar a Katia y a Jace a cierta distancia. Ambos se besan y portan el uniforme como todos.

Debe ser su manera de darse ánimos en esta Guerra.

—A ver todos, en una línea frente a mi —aparece Thiago dando ordenes. Lleva el mismo uniforme más las mangas de su camisa son cortas, deja al descubierto sus fornidos brazos cuando no lleva la gabardina puesta. En su cinto conserva dagas, estacas como su arma— ¿Cúal es lema de los Cazadores de Neevil?

—¡Destruir Vleid!

—Exacto, por nosotros, por los que han perdido la vida y porque allá afuera hay muchas personas por las cuales debemos proteger de vampiros.

Cassie Willford hace acto de presencia.

Enseguida me coloco a un lado de Katia, ella a un lado de Jace que al menos han dejado de besarse. Me inclino un poco y veo a Caston a siete Cazadores lejos de nosotros, con sus manos detrás de su espalda sin dejar de ver con atención a la Comandante.

—Cazadores, tengo la lista de las recientes pérdidas de anoche. En este momento, un minuto de silencio por Tarrys, Mónica, Lorena, Mikael, Davis...

Ella sigue nombrando, dejo de prestarle atención cuando no veo ni a Matt ni a Nery presentes.

—Katia —le hablo en voz baja— ¿Dónde está Matt y Nery?

—Nery fue al baño y Matt, no tengo la menor idea.

Enarco una ceja.

—Iré a buscarlos —le aviso y trato de no llamar la atención, rompo la fila y me dirijo al pasillo rumbo a la habitación asignada de Nery.

Sin embargo, cuando llego a su puerta y estoy apunto de tocar, detengo mi puño en el aire cuando escucho ruidos dentro. Enseguida bajo mi brazo cuando escucho los gemidos de Nery del otro lado de la puerta como ella nombrar a Matt en varias ocasiones.

Entonces retrocedo cada vez más, no interrumpo su momento de calentura y cuando estoy lo suficientemente lejos de su puerta, me doy la vuelta de regreso al entrenamiento.

Desconocía que Nery y Matt tuvieran alguna clase de relación cuando solo sabía antes de venir a Neevil que Katia y Jace son quienes mantienen un noviazgo desde hace dos años. De los primeros, me sorprendió cuando al principio ninguno se soportaba más Caston nos obligaba a la convivencia por ser un mismo equipo. Sea una relación formal o solo por sexo, no es de mi interés.

Cuando llego, me vuelvo a colocar a un lado de Katia.

—¿Los encontraste?

—Están indispuestos.

Katia ríe en voz baja.

—Los escuchaste ¿verdad?

Giro a verla incómoda.

—No dejan de follar —esta vez ríe a lo alto causando la atención de Cassie.

—¿Hay algo que nos quiera contar Katia?

—Ah, no Comandante Cassie.

Ella cruzada de brazos, no deja de verla.

—Katia, serás la primera en participar, se enfrentará a Lisa —ella asiente y se acerca justo al centro. A cierta distancia de nosotros y de los hermanos Willford— Recuerden, se trata de Nocturnos y es una pelea hasta la muerte.

Cada una se coloca frente a frente sin ninguna distancia. Me ha tocado pelear con Lisa, en tres ocasiones le he ganado más ella una a mi. Lisa es alta, castaña, lleva trenzas y siempre tiene esa mirada maldita.

—Sin armas, sin trampas. Recuerden, cada una, tienen a un Vleid justo al frente.

Será un enfrentamiento de cuerpo a cuerpo. Katia es ágil sin embargo, Lisa da golpes certeros. La ganadora, será difícil elegir entre las dos.

Tras la indicación de Cassie, ellas comienzan a pelear. Katia enseguida es derribada al suelo.

—Levántate muñeca —se burla Lisa.

Katia golpea con su puño el suelo y se levanta. Cada una se golpea el rostro, buscan la debilidad de cada una. En algún punto, Lisa es derribada por Katia y ambas han salido de la línea marcada en el suelo.

—Cassie —le avisa Thiago cuando conoce las reglas.

—No intervengan. Contra los Vleid, no existen límites.

—¡Vamos amor, no te rindas!

Le doy un golpe a Jace que anima a su novia. Sin embargo, apuesto por ella.

Ellas continúan, ninguna se rinde y al mismo tiempo ambas caen al suelo. Rápido cubro mis manos cuando siento mi don fluir.

»No, Nea, no ahora«

—¡Suficiente las dos! —les dice Cassie.

Jace interviene y otro Cazador por Lisa.

—Buena pelea a ambas, es un empate.

Todos aplauden.

—No eres una muñeca... como pensé.

—No... no lo soy.

Ambas se dan la mano.

Tan pronto, ambas se quejan de dolor. Tienen sangre en su rostro y visibles moretones.

—A sus lugares, el próximo combate será...

—La reto Comandante —la interrumpe Caston.

—¿Disculpe?

—Si no le importa perder frente a todos los Cazadores.

Niego ante la idea de Caston.

—Será contra mi —habla Thiago.

—Shhh ¿creés que por ser mujer necesito que intervengas hermano? No... ¿te debo recordar quien ha matado a más Nocturnos?

—No Cassie, haz sido tú.

—Exacto —ella le entrega sus armas a Thiago y se quita la gabardina. Con su cabello negro en una cola alta, avanza—Vas a aceptar la derrota 4898.

—Caston, Comandante Cassie.

Mi mentor por años, avanza al centro.

Cuando Katia regresa a su lugar, es revisada por Jace.

Sin dudar, coloco mi mano en su hombro y mi don fluye sin evitarlo y comienzo a curarla cuando todo portador de magia puede hacerlo. Sin embargo, Joan solo puede absorber el poder de otros como mi padre.

—Nea... ¡¿Cómo es qué...?!

Le sonrio

—No solo soy una asesina.

Cuando termino de curarla, la suelto y Katia se observa asombrada.

—Increíble, ya no me duele nada. Gracias Nea.

—De nada Katy —le respondo y me dirijo a Lisa y con ella repito la misma acción recibiendo su agradecimiento. Cuando termino, veo mis manos. Mi don desparece de mis palmas— lo logré.

Medio sonrio.

Sin embargo, sigo con la idea de usar lo que sea de Mauren Agnes así tenga que dejar de ser la misma Nea.

No debo demostrar debilidad, dudar cuando tenga enfrente a Jhon.

—Eres asombrosa —su voz me causa un sobresalto. Tengo a Thiago detrás de mi, con su mano en mi cintura y su voz cerca de mi oído.

—Lo sé, soy una Baker —digo con orgulloso cuando ante todo, aprendí a aceptar mi origen.

—Bueno, yo apuesto por mi hermana.

Observo al frente, su combate a iniciado. Caston le da ventaja cuando Cassie lo derriba al suelo.

—La Comandante me cae bien pero prefiero a Caston —Thiago me roba un casto beso en la mejilla— y tú, me debes un enfrentamiento.

—No cuando en la otra ocasión, te vencí.

Sonrio al recordarlo.

—Fue mera suerte, Willford.

—No lo fue Nea. Que hayas caído por mis besos, no es mi culpa.

—Tramposo

—Siempre tienes que estar concentrada Nea, es darle ventaja al otro.

Estoy muy de acuerdo.

—Usa tú fuerza, no vas a lastimarme —le dice Cassie a Caston cuando se ha dado cuenta— En el vampirismo, existen vampiresas que deberás matar.

—Ya he matado mujeres con anterioridad, quienes lo han merecido —le responde Caston cuando conozco su pasado. Fue parte de nuestro trabajo y si, hombres o mujeres, estaban involucrados— pero no quiero lastimar su hermoso rostro.

Cassie resopla y se acerca a golpearlo. Caston la esquiva hasta que su puño choca contra su abdomen.

Él niega varias veces y conozco esa faceta de molestia. Cuando se recupera esta vez no amenora su fuerza.

Jace y Katia le van a Caston y la mayoría de los Cazadores a Cassie cuando ambos han cruzado la línea.

—¡Arma! —grita Cassie.

—Estás loca hermana.

—Una jodida arma descargada Thiago —él se aleja de mi y se la entrega.

Tanto ella como Caston respiran agitados.

—Quien gane el arma, tiene la victoria.

Él asiente

Entonces Cassie lanza el arma lejos y es la primera en correr. Caston la alcanza, la sostiene del hombro y la hace girar. Enseguida comienza los golpes, ambos usan sus piernas y brazos para bloquear cualquier ataque en su contra.

—¡Carajos! —emite Cassie cuando sus dedos están apunto de tocar el arma y Caston la ha jalado de los pies.

—Todo se vale, Cassie.

Ella le da patadas para lograr que la suelte y ante la miradas de todos, Caston la inmoviliza al colocarse sobre la Comandante que trasmite furia.

—Eres un tramposo.

Ambos no dejan de verse a los ojos.

El silencio invade la estancia cuando de pronto, Cassie le da un golpe en la entrepierna y cuando es libre logra llegar al arma y la sostiene.

Cubro mi boca con mi mano por el pobre Caston que se queja en el suelo. Todos los hombres entienden su dolor.

—¿Quién es mejor? —Cassie le apunta con el arma.

—Tramposa —le dice Caston desde el suelo.

—Es una Guerra, cariño.

Todos le aplauden a Cassie y ella finaliza el entrenamiento por hoy. Antes de irse, anuncia mañana entrenar con armas, justamente tiro.

—No lo esperé de Cassie.

—Que ganara —le digo a Thiago cuando se acerca a mi cuando evidentemente su hermana le ha ordenado querer estar sola.

—No, sabía que iba a ganar con o sin trampa pero viste su mirada.

—¿Irá?

—La tensión con Caston.

Niego varias veces cuando el mencionado es ayudado a ponerse de pie. Le prohíbe a Jace, burlarse de él.

—Como sea, ya hablaré con Cassie —regreso la vista en Thiago— ¿Quieres ayudarme a trasportar las armas que usaremos esta noche?

—Con tal de matar vampiros, acepto— le respondo y comienzo a seguirlo.

...

—250 estacas ¿serán suficientes?

—No, son cientos y cientos de Vleid —me responde Thiago cuando termino de llenar la primer caja.

Me dirijo a la mesa y comienzo a cargar las armas cuando unas manos en mi cintura me impiden seguir con mi tarea.

—Thiago

—¿Si? —sus manos comienzan a subir por mi cuerpo y me hace girar— Me encantas Nea.

—No estoy usando un hechizo contigo —le confieso y apoyo mis manos en sus hombros.

Thiago humedece sus labios y comienza a inclinarse poco a poco hasta sellar sus labios con los míos. Primero en un beso tierno cuando su boca explora la mía y cada vez, aumenta el ritmo, nuestros labios se mueven con frenesí y de un momento a otro, por él, con su fuerza y por esos brazos soy cargada a la mesa.

Por un instante dejo de besarlo y lo observo con mis labios hinchados. Deseosa de más.

Tengo 20 años, solo quiero olvidarme de mi responsabilidad como hija de Jhony Baker y solo quiero besar hasta el cansancio a mi novio y tal vez, solo tal vez que mi primera vez sea con Thiago Willford.

Entonces no dudo, separo mis piernas y lo agarro de la camisa y lo jalo hasta mi. Vuelvo a besarlo desesperada mientras sus manos inquietas, suben por mi blusa.

Jadeo entre el beso y Thiago es quien corta el beso cuando desciende por mi cuello en un camino de besos. Una de sus manos, presiona mi cintura y la otra explora mis pechos.

—Nea, no puedo... soportarlo más —me dice al oído y busca a mi boca para besarme.

A estas alturas, la temperatura de nuestros cuerpos, se ha elevado a tales extremos.

Respiro agitada, solo pienso en querer tener sexo con Thiago de una maldita vez.

Enseguida lo jalo hasta mi para besarlo desesperada mientras sus manos en mis pechos descienden por mi vientre hasta el botón de mi pantalón.

No obstante, nos olvidamos de colocar el seguro, del lugar cuando la puerta es abierta.

—¡Nea! —empujo a Thiago al escuchar la voz de Caston que nos observa desde la entrada de la puerta cruzado de brazos.

—No... nada... malo —hablo con torpeza y bajo de la mesa de un brinco.

Thiago pasa sus manos por su cabello varias veces y carraspea.

—Iré a... Cassie me necesita —avanza a la salida, cuando pasa por un lado de Caston recibe su mala mirada.

Aprovecho el momento para abotonar mi pantalón y acomodarme mi blusa.

—¿Qué? —espeto cuando causo su atención y apoyo mis manos sobre la mesa mientras recupero el aliento— Ya no soy una niña, Caston.

»Dios mio, que calor tengo«

—Lo sé Nea, sabés lo que haces. Yo solo venía por mis armas —avanza hasta detenerse cerca de la mesa— pero no estaba enterado que tuvieras una relación con el hermano de Cassie Willford.

—No soy la única que ocultaba algo —medio sonrio al ver su sonrisa— es hace poco, intento tener un noviazgo con Thiago a pesar de todo esto.

—Tienes derecho Nea, solo espero que te respete o de lo contrario, no seré el culpable si un día aparece muerto.

Me tenso al escuchar eso, conozco a Caston y sé que bromea pero esa idea me aterra cuando soy feliz con Thiago.

—De acuerdo, advertencia captada —recuerdo su enfrentamiento con Cassie— ¿Qué fue eso? ¿Tú y la Comandante Willford?

Caston niega varias veces pero sonríe al recordar.

—No es lo que crees.

—¿No? Cumplidos, retos, cercanía, la tensión ¿eso lo vas a negar?

Caston suspira.

—No voy a negar que Cassie Willford es hermosa, es valiente y esa manera de dar órdenes, me gusta. No le teme a nada y está segura de lo que hace, es algo que causa mi atención en una mujer pero debo concentrarme Nea, estoy aquí para ser Cazador, se lo debo a Tatiana.

Borro mi sonrisa como él.

Por más que finja, la mención de su esposa le sigue causando tristeza.

Con seriedad, rodeo la mesa y anulo la distancia con él.

—Sé que perdiste a tú esposa y que es doloroso, pero ¿en qué momento vampiros fueron responsables de su muerte?

Caston baja la vista y se demora en responder.

—La perdí hace 15 años, mucho antes de entrar en esto Nea —alza la vista y gira a verme— Cuando la conocí, no era un asesino. El destino nos hizo cruzarnos en el mismo camino y desde ese momento, me enamoré de ella —se da la vuelta y se recarga en la mesa tras cruzarse de brazos— Ese día, cumpliamos nuestro quinto aniversario de casados, íbamos a festejar en su restaurante favorito y Tatiana estaba tan emocionada por la sorpresa que iba a darme —apoyo mi mano en su hombro sin presionarlo— Era de noche, a las 8, teníamos la reservacion y yo iba conduciendo. La carretera era solitaria y no imaginé que esa noche iba a perderla.

»Mientras conducía, la escuchaba hablar de nuestro futuro. Tatiana solo quería formar una familia conmigo cuando tuve que frenar al ver una persona frente al auto, a mitad de la carretera. En ese momento, creí que era una persona que necesitaba ayuda. Traté de calmar a Tatiana y por segundos, quien nos hizo detener el auto, ya no estaba. —Caston gira a verme— Mi esposa entró en pánico y me costó asimilarlo cuando algo la sacó del auto y se la llevó. Me obligue a reaccionar y saque mi arma, mi padre me la había dado y me repetía a siempre llevarla conmigo.

»Cuando bajé del auto, dejé de escuchar su grito y la busqué. A cierta distancia la vi en el suelo, vi el momento exacto cuando ese monstruo bebia de ella. Recuerdo que tuve miedo, le dispare y nada lo alejó de ella o lo dañó. Cuando estuve lo suficientemente cerca, vi esos colmillos, esos ojos rojos y la sangre de Tatiana en su boca y me atacó.

Caston se limpia una lágrima de su mejilla.

—Quedé inconsciente, eso me dejó con vida. Cuando desperté, ya no lo vi y al ver a mi esposa, corrí hasta ella. Tatiana ya no estaba con vida, le había destrozado la garganta. Era demasiada sangre Nea —sorbe su nariz— Cuando di me declaración, no me creyeron. No sabía lo que la había atacado pero los oficiales en el caso, creyeron que fue un animal o hasta me culparon de matarla. Fue ahí cuando me enteré que Tatiana estaba embarazada de mi, apenas tenía un mes, Nea. —Caston deja de verme y desvía su mirada al frente— La perdí como a ese bebé y fui libre de ser el responsable. Cerraron su caso y tuve que soportar el duelo. Entré en esto, mataba con tal de encontrar al culpable que ni yo mismo sabía lo que era hasta que hace años, conocí a Mauren Agnes y fue la única que me creyó. No le tuve miedo cuando me contó que era Bruja y me lo demostró, fue ella quien me reveló la existencia de vampiros y si, uno había matado a Tatiana. —Hace otra pausa— Agnes, usó su don conmigo para ver mis recuerdos y de esa forma logró ver al responsable, Albert Vleid, un vampiro de siglos que me grabé su nombre hasta ahora pero ya no existe cuando Jhony Baker, es ese tiempo se encargó de matarlo.

»Estuve en deuda con él. Agnes, me contó de Neevil, de ti y acepté sin dudar a ayudar. Te busqué Nea y te enseñé todo lo que aprendiste, te hice ser parte de la Organización y no me arrepiento y ahora, aquí podré seguir vengando a Tatiana, no descansaré hasta que ningún vampiro exista. Seré su Cazador.

No evito abrazarlo cuando empatizo con su sufrimiento.

—Lo siento tanto, Caston.

—No eres culpable de su existencia Nea —me aleja de él— Si, en algún momento, culpe a tú padre pero ha intentando remediar su error y solo será matando a todos los Vleid, por este pueblo y por todas esas personas que perdieron a alguien por su culpa.

Asiento de acuerdo.

—Si, es un motivo más para destruir a todos los Vleid.

✝✝✝

En la Guarida, Maxius Vleid durante el día busca a su amo por cada rincón. Cuando se cruza con Cold, lo hace detener.

—¿Haz visto a Blood?

—El amo está hasta el fondo, en la zona este. Se encarga de los suministros.

Maxius asiente, le agradece y dándole un golpe en el hombro pasa por su lado rumbo a esa dirección.

—Blood —cuando lo encuentra, se acerca a él— ¿Qué haces? —lo analiza con detenimiento.

El Vleid frente a él, se mantiene concentrado cerca de un cuerpo de algún humano de Neevil. El cuerpo sobre una amplia mesa, descubierto del torso mientras el vampiro sin sus guantes habituales, con sus uñas le hace un profundo corte desde el pecho hasta el abdomen.

—Maxius —le responde sin verlo— Es un donante más. Mis sirvientes lo cazaron ayer.

—¿Era Cazador?

Blood niega.

—Mortales de Neevil siguen sin cumplir la regla y salen de noche. Por los míos, fue atacado —Blood sin sutileza atraviesa su mano— nos es útil su sangre como sus órganos. Algunos de mis sirvientes, les gusta devorar varios —cuando saca su mano, sostiene un corazón mientras la sangre gotea— Miralo, Maxius. Alguna vez fue un corazón latente como el nuestro.

—Nuestro corazón dejó de latir desde hace siglos Blood, cuando nos convirtieron —no causa su atención cuando él mantiene la vista clavada en el órgano sin vida— ninguno es el humano que fue. Dejé de ser Máximo Walker y tú un Rossi —causa su atención— ¿Cuándo me vas a revelar tú real nombre?

—En su momento lo sabrás, Maxius —Blood deja de verlo y con cuidado deja el corazón sobre un tazón de metal— puedes esperar más siglos.

Maxius niega y enfoca la vista en el corazón.

—Sabés, me hubiera gustado conocerte en otras condiciones. Cuando ambos éramos humanos, todo sería distinto y a tú, ser con quien me hubiera gustado comprometerme. Tú no me hubieras rechazado —el vampiro regresa a verlo tras sus manos tocar sus anillos distintos.

—El vampirismo nos hizo conocernos Maxius —Blood apoya sus manos manchadas de sangre sobre el cuerpo—nuestra humanidad es pasado. En nuestro presente, soy tú amo.

Él asiente y usa su velocidad para alcanzarlo.

—No soy como todos tus sirvientes Blood, si ellos quieren devorar ese corazón, yo quiero devorarte a ti.

Blood se gira y le sostiene la mirada.

Eternos segundos cuando es Maxius quien acorta la distancia y sella sus labios con los suyos. Un beso aceptado cuando Blood coloca sus manos con rastro de sangre en sus mejillas y profundizan el beso intenso. Rozan sus colmillos y prueban su propia sangre.

Sin ningúno importarle besarse cerca de un cadáver.

(...)

Por otro lado, desde la Mansión; Nicolaik Vleid no deja de vigilar por una ventana más pequeña, a los Baker.

Sasha Vleid al verlo, se acerca a él y apoya sus manos en sus hombros.

—Nos nos venceran Nico.

Él al escucharla, medio sonríe ante el diminutivo de su nombre. Deja en evidencia sus colmillos y se medio gira a verla.

—Somos vampiros, hijos de Scarlet Vleid.

Ella asiente varias veces y inclina su rostro demasiado cerca del suyo.

Nicolaik sitúa su mano en su mejilla hasta inclinarse a besarla.

Desde la distancia, Kyve hace una mueca y se cruza de brazos al verlos. Por las circunstancias, quedó atrapado en su Mansión y solo espera la noche para lograr salir y regresar a su propio escondite.

Un Jhon recuperado, al verlo se acerca a él y observa exactamente lo mismo.

—No sabía que entre Vleid existiera una clase de relación —con su copa de sangre en mano, regresa a verlo— contando que todos tienen sangre vampirica.

—No es impedimento —Kyve lo observa de reojo— Fue aprobado por Madre y desde hace siglos, Nicolaik y Sasha, están juntos —gira a verlo y baja la voz— por atracción, deseo o obsesión, ella es suya.

Gruñe dejando crecer sus colmillos.

—Me he dado cuenta —le dice Jhon mientras bebe lento su copa.

Odia todo el tiempo tener sed, todo el día tener que beber sangre y empeora por las noches.

—Así como ellos, Blood y Maxius mantienen una conexión desde siglos. Recientemente el último fue marcado y el primer convertido de Scarlet, es su amo.

Jhon asiente al ubicarlos.

—¿Qué hay de ti? ¿Tienes una conexión? Cuéntame de ti.

Kyve regresa la vista en Sasha que no deja de besar a Nicolaik. Por un instante, duda de responderle cuando así como Jhon, en aquella época, Kyve también tuvo mucha curiosidad.

—La tuve, pero ella prefirió a otro —gira a verlo— Antes o después de ser convertido, Jhon ¿alguna vez a amaste a alguien?

—Cuando era humano, me enamoré de la madre de mi hijo y hasta ahora, sigo amando a Carolina Walsh pero soy vampiro, ella me temio ese día y me duele más hacerle daño. Preferí perderla —se encoge de hombros y bebe de su copa.

—Conozco la sensación —Kyve le medio sonríe.

Jhon aleja la copa de sus labios.

Es el único Vleid con quien puede mantener una conversación cuando a Nicolaik, pocas veces le dirige la palabra, de Sasha recibe su desagrado constante, con Maxius, esa mirada de advertencia que prefiere no acercarse a él cuando hasta el mismo Blood, le teme.

—¿De dónde eres? —cambia de tema con tal de no pensar en aquella humana oculta frente a la Mansión.

Kyve se gira por completo y se recarga en la pared.

—Era de Suiza, mi padre en uno de sus tantos viajes, conoció a una mujer en Filipinas y de ese romance, nací yo. Mi corta humanidad vivimos los tres en Suiza hasta que a los 15 años, perdí a mi progenitora por enfermedad. Mi padre, dejó de viajar y se dedicó a la relojería, en mis tiempos libres le ayudaba —Kyve baja sus brazos y busca en su bolsillo su reloj. Al sostenerlo se lo muestra a Jhon— este reloj es muy importante para mi, fue un obsequio de mi padre. Lo único que me hace recordar mi humanidad.

Jhon observa del reloj a él y más se sorprende.

“Los vampiros pueden sentir”

“Los vampiros recuerdan su pasado”

“En ocasiones, no aparentan ser tan monstruos”

Piensa Jhon cuando él mismo lo ha comprobado.

—¿Cómo te convirtió Scarlet?

Kyve hace una mueca y oculta su reloj.

—Siglos de eso —hace una corta pausa— pero fue cuando perdí a mi padre. Ese día, dos hombres quisieron robar la relojería. Mi padre trató de impedirlo pero fue herido. Iban a matarme cuando Nicolaik apareció y con facilidad acabó con su vida pero no salvó a mi padre. Cuando recurrí a él, ya no tenía signos vitales —Kyve hace una corta pausa— Tenía solo 19 años —se señala— en esa época— oculta sus colmillos— Cuando entró Scarlet, me contó y me reveló del vampirismo. Ya había perdido a mis padres y no, no quise aceptarlo. Cuando me propuso sobre la eternidad, no dude, la acepte. Ahí, ella me mató y Nicolaik me convirtió en vampiro. Tuve una nueva familia Jhon porque ni Scarlet Vleid o su primer hijo, nos obligó a ser vampiros. A todos nos dio la opción de decidir —lo observa fijamente— fuiste el único con quien no lo hizo, conoces las circunstancias —se encoge de hombros— pero todos preferimos la eternidad que nuestra humanidad.

Kyve hace una corta pausa y ante su interés, agrega:

—Blood era de Italia, Sasha de Canadá y Maxius de Londres. Cada uno, cada Vleid tiene su pasado. Somos los más antiguos, debes conocer que somos los primeros cinco, hijos de Scarlet Vleid.

Jhon está por preguntarle más al respecto con tal de conocer más a cada Vleid cuando unos pasos se lo impiden.

—Jhon —su voz causa su atención. Nicolaik a cierta distancia con Sasha a su lado, lo observa con seriedad— es hora de dormir tú humanidad.

Él vuelve a recordar a Nea, a Carolina, a Joan y a su padre y más esta seguro.

—Estoy listo —le entrega su copa a Kyve y se acerca a él.

En el centro de la Mansión, cerca de las escaleras cada uno se sitúa frente a frente del otro.

Sasha retrocede varios pasos sin dejar de sonreír.

—¿Volverá mi humanidad? Todos ustedes recuerdan su pasado.

—Es decisión propia Jhon. El vampirismo no desaparece los recuerdos —Nicolaik desabrocha los primeros botones de su camisa, con sus delgados dedos, con sus uñas toca la línea oscura cerca de su cuello—. A varios Vleid, los he ayudado a olvidar, dormir su humanidad porque no soportan las emociones con mayor intensidad, pero te advierto, serás más despiadado como un vampiro debe ser —Jhon observa el mismo carmin en sus ojos— descontrolado y creenme, matarás a todo que no sea vampiro y ningún Vleid te va a detener.

—Olvidaré todo, no me importa en lo que me vaya a convertir.

Jhon se olvida de Carolina y de su hijo.

Jhon se olvida de Nea y de Jhony Baker cuando está decidido a no sentir nada por ellos.

—Cuando creas que estés listo, volverán tus recuerdos —le avisa Nicolaik y coloca sus manos en su cabeza mientras Jhon baja la vista cuando fragmentos de recuerdos lo invaden sin freno. —Jhon Vleid, olvida todo.

De la marca en Nicolaik comienza a emerger hilos de oscuridad por la magia de un Baker.

Aunque no le gusta usar su don oculto, lo usa en dichas ocasiones.

Nicolaik cierra los ojos, la misma magia emerge de sus manos mientras Jhon comienza a gritar cuando entre más y más, entra en sus recuerdos y oculta cada uno.

Kyve y Sasha como espectadores, no intervienen más el primero, desvía la vista y la segunda, disfruta la escena ante sus ojos carmin.

De Jhon sangre brota de su nariz y cuando Nicolaik lo suelta, cae de rodillas al suelo.

El vampiro original, cuando desaparece su don revisa su marca y una vez más, la línea se ha extendido.

—Jhon —pronuncia y regresa a verlo— Jhon —lo ve recuperarse y mantener sus manos sobre el piso— ¿Quién eres?

—Un Vleid —el alza la vista sin ocultar su apariencia de vampiro con una sonrisa maliciosa cuando su humanidad, ha olvidado.

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N/A:
Wouu, son mil emociones y como no sentirlas ¿verdad? Estamos avanzando con la historia, ya comienzan a descubrir más sobre los Vleid porque repito, cada uno tiene su historia del pasado y todos ocultan algo.

Prepárense para los próximos capítulos 🔥 porque mi idea es terminar este año, esta historia.

¿Habrá segundo libro?

Obvio, Sangre Vleid me espera a seguir escribiendo de una extensa trama de Darkside 🖤

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