Capítulo Xll: Presos del tiempo
“Entre más avanza el tiempo, más se descubren los secretos”
|Draven Villeel|
—Blood te marcó
—Lo hizo, mi querido Kyve —un Maxius sonriente presume su nueva marca al vampiro frente a él. Entre más sonríe, más sus colmillos sobresalen de sus labios. Aún recuerda la sensación palpitante, la intensa conexión entre ambos al sentir sus colmillos en su cuello. Apenas se recuperó, esperó la hora oportuna y llegó a la Guarida general— y eso significa, que gané la apuesta. Tendrás que confesarle tú secreto a Sasha.
—No lo creo —espeta Kyve atónico desde el otro lado de la barra sin dejar de ver los dos puntos rojizos a simple vista en el cuello de Maxius Vleid.
—La marca es real —el mismo la señala con su puntiaguda uña— soy el último sirviente de Blood— le muestra su brazo, con una marca imborrable en su pálida piel donde resalta el #100.
—Maxius, no me obligues. No puedo decirle nada de esto a Sasha.
Kyve se inclina apoyando sus brazos sobre la barra, baja la voz ante los Vleid presentes.
—Fue a base del trato de sangre, Kyve. Lo conoces perfectamente como las consecuencias —imita su acción— De lo contrario te espera una eternidad agonizante.
—Maxius, por un carajo —desesperado Kyve trata de convencerlo— puedo hacer otra cosa por ti.
—Un trato es un trato —él se endereza— y ni por tus copas de sangre, me vas a convencer. El vampirismo hizo las reglas, firmamos y ofrecimos nuestra eternidad ante nuestro trato.
El vampiro castaño se endereza y retrocede. Pasa sus manos por su cabello.
—Tengo menos de 24 horas —pronuncia ante el frustrante conteo— Maxius, no puedo.
—Kyve, eres un Vleid —el vampiro frente a él chaquea sus dedos, permanece sentado en un banco— de todas formas, voy a ayudarte.
—No, por tú culpa estoy involucrado en esto. En una apuesta que nunca estuve de acuerdo.
—Kyve
—Sasha no tiene porque enterarse.
—¡Kyve! —percibe el intenso carmin en sus ojos como su descontrol— Eres un Vleid, repitelo —obtiene su mala mirada y en un rápido movimiento se prepara su propia copa de eternally— eso, beber sangre te ofrecerá las ideas.
Kyve gruñe y aleja su copa de sus labios.
—¿Qué se supone que debo decirle? —deja la copa sobre la barra y con velocidad lo sostiene de la camisa— Dime, Maxius, por tú culpa estaré condenado.
—No lo estarás si cumples el trato —lentamente él se safa de su agarre y se levanta de la barra —piensa Kyve, tú tiempo se agota —le sonríe con malicia.
Él recupera el control.
—Tendré que buscar a Sasha —niega varias veces.
No obstante, por la puerta, entra la susodicha con su sombrilla negra colgada en su brazo y con elegancia avanza saludando a varios Vleid a su paso.
—Oh ella venir a ti —le dice Maxius sin voltear al percatarse de su presencia—Que sorpresa y coincidencia, Kyve.
Él luce tenso al verla fijamente y más ante la nula distancia. Sasha Vleid al verlos se dirige hasta la barra.
—Hola hermanos
—Nuestra querida Sasha —Maxius se voltea y al instante la recibe con un beso en cada mejilla y un inesperado abrazo.
—Sasha —masculla Kyve entre dientes.
—Maxius, que felicidad transmites —lo aleja de ella. Al percatarse de la marca, ladea su cabeza— ¿Te... marcaron? —lo observa directamente a los ojos carmin igual a los suyos— ¿qué Vleid fue?
—Blood
—¡Maxius! —lo vuelve a abrazar— estoy feliz por su conexión con Blood—esta vez él marca distancia con ella. En un escaneo Sasha nota el número en su brazo— Eres su sirviente, lo que más anhelaste por siglos —él asiente— dime ¿cómo se siente la conexión? Aún no he sido marcada por Nicolaik.
—Es intensa Sasha. Siento lo mismo que Blood —Maxius humedece sus labios varias veces.
—Es una grata noticia de tantas malas en Neevil —con su ayuda toma asiento en el banco— La desgraciada hija de Baker, nos sigue cazando.
En todos se instala la seriedad, más remarcada en Kyve.
—Vamos a vencerla Sasha —Maxius se sitúa a su lado apoyando sus brazos sobre la barra.
La vampiresa asiente varias veces.
—El tiempo está en nuestra contra, si no liberamos a Madre de Ancestral lo antes posible, será demasiado tarde —gruñe dejando crecer sus colmillos—por eso Nicolaik me pidió ir a convencer a más Brujos de su aquerrale. La mayoría es más difícil de convencer de traicionarlos. Ninguno quiere atacar a Baker —observa a los dos— de esa forma se debilitaria más rápido y Scarlet sería libre de su prisión.
—La Bruja más cercana a Baker, es la loca de los gatos.
—Cada noche se protege, Maxius. De todas es la más difícil de cazar por su poder.
Él asiente varias veces.
—De todas formas, tendré que salir a buscar a otros —Sasha se baja del banco y alisa su ampon vestido— usar sus debilidades hasta su poder en su contra.
Ante la idea en mente, Maxius le comenta:
—Kyve conoce la forma de sustraer su don de magia. Lo suele usar al preparar la mayoría de sus copas.
Él susodicho se tensa al notar su mirada. Luce más pálido a lo habitual.
—¿Puedes ayudarme Kyve?
—¡Claro que puede! —responde Maxius por él— ¿verdad Kyve? —ambos comparten una mirada asesina.
Kyve carraspea y desvía la vista en ella.
—Si, Sasha
—Gracias Kyve ¿Te parece ahora mismo? Si nos cruzamos con un Cazador, lo matamos.
Él asiente y con velocidad rodea la barra y aparece a su lado. Acto seguido, Sasha avanza a la salida y Kyve la sigue. En pocos segundos, en cuanto los pierde de vista Maxius los sigue. Percibe la marca arder en su cuello en cada paso cuando ignora su orden.
Afuera, una Luna resplandeciente en lo alto del oscuro cielo brilla intensamente.
En silencio, dos Vleid avanzan por la calle, alertas de Cazadores cerca.
—Es increíble la conexión de Maxius con Blood —habla Sasha acabando con el prolongado silencio— después de todo, su conexión es de siglos. Madre estaría igual de feliz de verlos.
—Si, fue inesperado —Kyve busca en el bolsillo de su chaleco su reloj y revisa la hora exacta —Tenemos horas antes de que amanezca.
Horas para confesarle mi secreto, piensa el vampiro.
—Podemos acercarnos a su iglesia. Últimamente su aquerrale en su intento de destruirnos a todos suelen salir.
Kyve deja de prestarle atención al pensar cada idea de confesión.
—Si no nos detecta su radar, podemos rodear y cazar al primero que veamos a nuestro alcance —de pronto, Sasha se detiene y lo sostiene del brazo— Kyve.
Él reacciona y se detiene observandola.
—¿Qué me decías?
—Me ignoraste —la vampiresa de cabellos rojizos se cruza de brazos.
Kyve al instante se acerca a ella, ambos quedando frente a frente.
—Lo siento Sasha
—Estás distraído ¿en qué piensas?
Él guarda silencio.
No obstante, percibe y detecta a Maxius desde cierta distancia vigilandolos. Al captar su mirada, lo señala y a Sasha.
—En algo que no puedo más ocultar —ignora las señas de ánimo de Maxius y concentra toda atención en ella— por siglos Sasha, me he atormentado con esto —ella ladea la cabeza— Te quiero confesar que no soporto verte siempre con Nicolaik —da un paso adelante—no cuando me gustas desde que él me convirtió en vampiro. En cuanto te vi Sasha, causaste revivir mi corazón humano, solo tú —ella por segundos baja la vista. Al escuchar su nombre, regresa a verlo a los ojos— te deseo desde siglos.
—Kyve —ella se esmera en sonreirle. Ante el eterno silencio, prosigue— lamento no poder corresponderte de la misma forma. Desde siglos me di cuenta de...
—Espera —la interrumpe— ¿Lo sabias?
—Fuiste muy obvio, tú comportamiento de siglos me hizo descubrirlo y estuve muy confundida. Le pedí ayuda a Madre y ella me aconsejó lo correcto. Sasha, hija mía, no te lo voy a prohibir pero tendrás que elegir, Nicolaik o Kyve— repite sus palabras.
—Y elegiste a Nicolaik.
—No te veo de la misma forma Kyve. Mucho antes de que Madre te eligiera como vampiro, ya había elegido a Nicolaik más nunca tuve su atención hasta que...
—Me convirtió a mi y tontamente te ayude con él porque quería verte feliz, Sasha. Ese fue mi peor error.
Ella intenta tocar su mano cuando él bruscamente retrocede.
—Kyve, nuestra amistad como hermandad no se debe ver afectada por esto. Podemos olvidarlo.
Kyve frustrado pasa sus manos por su cabello varias veces.
—Sasha, nunca fue fácil para mi y justo cuando creí tener la oportunidad —gruñe demostrando su molestia— si, olvida que hablamos de esto y con la pena pero no puedo ayudarte a cazar Brujos —desvía la vista en un punto solitario de la calle.
—Lo comprendo Kyve.
Sasha cabizbaja pasa por su lado, sostiene su sombrilla y desaparece con velocidad.
Tan pronto, Maxius se acerca a él.
—Kyve, escuché todo. No creí que Sasha...
—No soy Nicolaik y nunca lo voy a igualar. Lo prefiere Maxius y nunca tendré la oportunidad. Lo sabe, me rechazó y fui tan mal... —se inclina apoyando sus manos en sus rodillas ante el mal malestar— el trato... se cumplió Maxius —ante la sed de sangre se endereza— Sasha no debe ser mi prioridad cuando prefiero ir a conseguir sangre para las copas que preparo.
—Kyve
Maxius lo detiene al verlo pasar por su lado.
—¡Mi tiempo venció, Máximo! —estalla y se suelta de su agarre— Déjame solo.
Gruñe y con velocidad desaparece de su vista.
Maxius se contiene al maldecirse a si mismo y vuelve a sentir el ardor más intenso en su marca. Gruñe y acto seguido, lejos del alcance de los Cazadores, se dirige rumbo a la Guariada de Blood Vleid.
Al llegar entra ajeno al rastro de sangre como los cuerpos su alrededor. Cruza y se adentra adaptándose a la oscuridad. Entre más avanza, el dolor disminuye hasta encontrarlo. Por el techo de filtra un destello de luz ante la claridad de la Luna.
—Blood —pronuncia y se sitúa a su lado con cierta distancia.
—Maxius —él comienza a deshacerse de sus guantes negros y los deja caer cada uno sobre la amplia mesa frente a él. Esta vez limpia sin mapas a la vista— Te demoraste en recurrir a mi orden.
—Fui a presumirle mi marca a Kyve y a ayudarlo con su confesión con Sasha. Lo hizo y se atrevió a rechazarlo cuando él...
—Shh —Blood guía su dedo a sus labios y se gira en su dirección. Lentamente baja su mano y la sitúa detrás de su espalda — no es de mi interés escuchar sobre Kyve o Sasha cuando es su asunto, no tuyo.
—Lo conozco desde siglos, lo considero un amigo apesar del lazo de sangre por Madre.
—Maxius —ladea la cabeza— Te di una orden de venir ante mi petición. Fue nuestro trato, me estas fallando como sirviente. Toda una decepción —levanta su mano y le hace una seña de acercarse —No quiero escuchar tus excusas, cuando te pida venir a verme, tienes que venir —Maxius sin dejar de verlo, se acerca a él— sin tardarte y dejándome esperandote una eternidad.
—Blood no exageres.
Recibe su mirada seria, pese a sus labios rectos sus colmillos sobresalen y crecen cada vez más.
—No se volverá a repetir.
—Por supuesto que no Maxius —con un rápido movimiento lo sostiene de la nuca y en un brusco movimiento hace chocar su cabeza contra la mesa—Fui lo suficientemente claro contigo mi sirviente #100. Al único vampiro que debes estar al pendiente es de mi cuando te prohibi recurrir a otro ¿capisci?
Ante su fuerza, por sus uñas al encajarse más en su cabeza, Maxius gruñe.
—Lo entendí Blood... no es necesario que me lo repitas.
—Hiciste justo lo contrario —se inclina lo suficiente al susurrarle al oído sin soltarlo— No aprendes Máximo ¿qué lección debo darte?
—Blood
Él sonríe con malicia al marcar poca distancia y recibir su mirada.
—Perdiste tú tiempo Maxius, no te requiero —lo suelta y retrocede varios pasos. Enseguida, su sirviente se levanta moviendo su cabeza a los lados —retirate.
—No te volveré a fallar ¿para qué me necesitabas?
—Foster —solicita a otro sirviente suyo. El mencionado vampiro de cabello cobrizo aparece a su lado— Tú sangre.
Sin quejas él inclina la cabeza y sin sutileza, Blood clava sus colmillos en su cuello bebiendo directamente de él.
Maxius gruñe y molesto se da la vuelta.
Enseguida, Blood se aparta de Foster y aún con rastro de sangre en sus colmillos, labios y barbilla, gira a verlo.
—Maxius —su voz lo obliga a detenerse.
Con una mueca desapercibida, él le responde con monotonía.
—Si, amo
—Te prohibo salir hoy de mi Guarida y hoy no beberas ni una gota de sangre.
A regañadientes, Maxius Vleid asiente y sigue avanzando mientras Blood vuelve a beber sangre de un sirviente más.
...
Transcurren horas cuando Maxius ante una orden por conexión, no puede salir a las calles de Neevil.
Luce pensativo al estar apoyado en un muro, cruzado de brazos.
—No eres el único que Blood castiga de esta forma. Todos pasamos por eso—la voz de Cold causa su atención cuando se acerca a él— es el precio por ser su sirviente.
—Eso no me molesta en lo absoluto ¿Cold? —el vampiro de menor altura asiente— cuéntame Cold ¿qué tanto me espera con Blood?
—Esto es poco pero será diferente si siempre lo obedeces. Le sirves cuando te requiere.
Maxius asiente.
—¿Tú conoces su real nombre?
—Nuestro amo a ninguno se lo ha confesado.
—Ah, entonces es cierto. El único conocedor es Nicolaik.
—A Blood no le gusta recordar su pasado, el humano que fue.
—Conozco su historia, Cold. Hace siglos me la contó pero nunca me reveló su nombre, persiste la duda de quien es Blood Vleid y voy a descubrir su real nombre —sonríe y baja sus brazos— ¿Recuerdas cuándo te hizo su sirviente? —Cold asiente— ¿la marca te causó dolor?
—No mucho, al principio por sus colmillos pero después fue deseo. Una sensación intensa que se inyecta en su sistema. Solo piensas en Blood como un efecto adictivo. Quieres más y más.
—Fue la misma sensación pero después cuando Blood me dio esa sustancia extraña para beber, el dolor me hizo revivir cuando fui por primera vez convertido.
—¿Qué sustancia?
—Era azul y me hizo sentir un dolor agonizante.
—Maxius, yo no recuerdo ninguna sustancia cuando fui su sirviente.
En ambos se refleja la confusión.
—¿No?
—No, solo fueron sus colmillos y la marca mutua como el número correspondiente con su plumilla. Después me nombró.
—¿Estás seguro Cold?
Él está por responderle cuando otro sirviente aparece a su lado.
—Cold, nuestro amo me pidió indicarte que vayas a almacenar la sangre del grupo B, ahora.
—Entendido Somber —en instantes Cold se marcha con velocidad. El primer sirviente fija la vista en él— escuché sobre tu desobediencia a Blood.
—¿Blood contigo usó la sustancia azul después de la marca? —le pregunta sin rodeos.
—Si, la usó en todos. Es parte de la conexión con él.
—Cold asegura que no lo hizo en él.
—Porque no lo recuerda —le responde Somber— yo estuve ahí. Cold después de la marca mutua, perdió la conciencia y Blood tuvo que inyectarle la sustancia. Debió bloquear el recuerdo por ese dolor que experimentó. No preguntes tanto, valora que eres uno de sus sirvientes. Al fin eres uno de nosotros.
Somber humedece sus labios varias veces.
—Si, tienes razón Colay.
—Máximo ¿cuántas veces te debo repetir que soy Somber?
—Cuando aprendas a decir Maxius.
Inevitablemente Colay Vleid sonríe mostrando sus colmillos y acorta la distancia.
—Sabes, Blood es muy estricto en permitirnos relacionarnos con otros vampiros que no sean él. Por eso su aptitud cuando preferiste a Kyve antes que tú amo y te entiendo. Suele ser una tortura soportar la tentación.
—Mi relación con Kyve no es la misma con Blood. Si es que existe alguna clase de relación —se encoge de hombros.
—Blood es nuestro amo pero no significa que entre nosotros tengamos que resistirnos —con velocidad lo acorrala entre el muro y él. Ante una nula distancia.
—Somber, alejate.
—No lo entiendes aún Maxius —susurra en su oído y vuelve a verlo— Desde siglos, cuando Scarlet Vleid me convirtió, elegí a Blood y no dude en ser su sirviente como sentir el deseo pero contigo Máximo, fuiste mi segunda opción.
—Colay, te advierto. Blood puede vernos.
Él ríe sin ánimos, roza sus labios con los suyos y en un bajo tono pronuncia:
—¿Y eso te importa?
Maxius por una fracción de segundo fija la vista en sus labios y humedece los suyos y en un acto repentino siente su tacto, sus labios igual de fríos sobre los suyos como sus colmillos hasta su misma sangre.
Ajenos del lugar y tiempo. Cegado por un vago deseo.
Sin embargo, ante ellos aparece su mismo amo observando a cada uno. Sin causar su atención, se ajusta sus guantes y ladea la cabeza.
—Mi primer y último sirviente —su voz los hace alejarse rápidamente y marcar distancia— no se detengan, prosigan.
—Blood —repiten al unísono.
El mueve cada uno de sus dedos con lentitud.
—Es una prohibición, es otra desobediencia.
—Fue idea de Maxius, él me convenció y surgió lo que viste —Somber lo acusa y baja la vista.
Blood enfoca la vista en él.
—Si, fue mi idea ¿eso te molesta Blood? —lo reta y da un paso adelante.
Él sonríe ampliamente sin disminuir el intenso carmin de sus ojos.
—Somber, retirate —ordena y se acerca a su último sirviente— no debí nombrarte como sirviente pero descuida, definitivamente ya me eres innecesario —su sonrisa siniestra adorna su rostro— Cold y Volker.
—Amo ¿qué necesita? —robóticamente los dos responden en cuanto aparecen de cada lado suyo.
—Aún no amanece y los Cazadores deben seguir cazando Vleid y Maxius con gusto querrá ser destruido por ellos. Llévensenlo al centro de Neevil y esperen su ejecución —al instante él es sostenido de cada brazo por sus sirvientes— Tú peor castigo Máximo.
—Blood, no... No me hagas eso. Soy un Vleid igual que tú.
Blood chasquea sus dedos y ante la fuerza se lo llevan a arrastras.
—¡Blood! —exige su liberación Maxius en cada intento de safarse de su agarre.
El mencionado sin dejar de sonreír con maldad hasta que desvanece su sonrisa al verlo aparecer en el centro de todos.
—¿Qué está pasando aquí?
El vampiro pelinegro observa a cada uno.
—¡Nicolaik! ¡Ayúdame, Blood quiere enviarme con los Cazadores!
Él gira a verlo con seriedad.
—¿Eso es cierto Blood?
—Es mi sirviente y me falló.
Nicolaik niega varias veces y sin dejar de verlo ordena con voz autoritaria.
—Iker y Efrin, sueltelo —los mencionados ante una nueva orden de un vampiro superior, lo liberan —Retirense, excepto Blood y Maxius.
Los tres se quedan a solas.
—Los Vleid no nos traicionamos Blood y ante todo, Maxius es uno de nosotros y mucho menos nos entregamos a los Cazadores para ofrecerles nuestra valiosa eternidad. Descarta esa idea de castigo sea cual sea el motivo y tú Maxius —gira a verlo— si eras sirviente de Blood acata y respeta sus condiciones que por la marca debiste aceptar.
—Si Nicolaik, no le volveré a fallar.
Él regresa a verlo y ladea la cabeza.
—Blood
—Mi dispiace, Nicolaik —baja la vista mientras finge ajustar sus guantes negros.
—Desde siglos he respeto y no me he involucrado en su conexión. Nadie ni Madre lo hizo —obtiene su atención— quisiera que para cada Vleid todo fuera diferente. Volver a ser libres, poder huir de Neevil con Scarlet y comprendo que ante la situación, los recuerdos los supera pero no es la misma época ni lugar. Tenemos ahora prioridades y a los dos les pido la mayor concentración. De lo contrario, se perderán más Vleid, más sirvientes y los Baker y todo su aquerrale van a vencernos. Los vampiros somos superiores a todos y eso Scarlet Vleid no lo demostró desde siglos.
Ambos asienten.
Los invade el eterno silencio.
—¿Por qué tú inesperada visita? —le pregunta Blood de pronto.
—Si estoy aquí es para pedirte verlo.
—Sigue encadenado
—Aún así quiero comprobar una sola cosa que involucra a Nea Baker.
Blood confuso asiente y se da la vuelta. Enseguida Nicolaik Vleid lo sigue mientras Maxius internamente agredece su intervención.
...
En poco tiempo, ambos aparecen frente a la puerta metálica que es abierta por Blood y en segundos un vampiro encadenado se encuentra en las mismas condiciones.
Los dos se adentran y Nicolaik es el primero en acercarse.
—Jhon Baker —pronuncia con astio y se inca apoyando una rodilla en el suelo— Por Scarlet aún existes —lo revisa sin sutileza, con sus uñas cerca de sus ojos carmin— ¿Lo haz alimentado Blood?
—Más porción de sangre cada vez que lo hago —le responde permaneciendo de pie detrás de él con sus manos en sus bolsillos.
—Sa... sangre —lo escuchan murmurar.
—Es lo único que repite. No hay avance Nicolaik —hace una corta pausa— ¿Qué quieres comprobar?
—Descubri estas noches anteriores que Nea Baker ha conocido el aquerrale de su líder.
—Era de esperarse si es hija de Baker.
—No Blood, su aquerrale no la hubiera recibido a falta de su don. No es como ellos, son demasiado prejuiciosos. Solo aceptan a todo aquel con su poder.
—Solo es una Cazadora, ella no es como lo fue su hermano, ni como lo es Baker. Su cabello la delata y demuestra lo contrario.
—Eso quiero descubrir. Nos va a perjudicar más si Nea Baker realmente si tiene un don y lo usa en nuestra contra.
—La vigilaste desde años cuando la encontraste.
Nicolaik guarda silencio un instante.
—No es igual a Baker, tú lo haz dicho Blood y eso lo hace mucho peor —lentamente coloca sus manos en cada lado de la cabeza de Jhon— Su hermano me tendrá que revelar sus secretos.
Intenta controlarlo, fácilmente accede a sus recuerdos más percibe una neblina de oscuridad entre y más se esfuerza. No obstante, por un instante analiza un fragmento de recuerdo que se desvanece fugazmente.
Frustrado Nicolaik lo libera y se levanta.
—¿Algo útil?
—Lo mismo, solo recuerda cuando fue convertido. Reconoce a Scarlet y estoy en su recuerdo cuando le rompí el cuello. No está Baker, no hay nada de su vida mortal y sobre todo, no recuerda a Nea Baker —se da la vuelta en dirección a la salida— en cuanto antes tenemos que vencerla.
—¿Cómo piensas hacerlo? —le pregunta Blood a medida que lo sigue—Baker no está a nuestro alcance, a su hija es difícil cazar y su hermano, es inservible.
—Pero le sigue importando —ambos salen de aquel reducido espacio y Blood cierra la puerta metálica — y lo usaremos en su momento a nuestro favor.
Los dos comienzan a alejarse sin ninguno percibir a Jhon encadenado reaccionar. Lentamente levanta la cabeza y en un susurro bajo emite:
—Nea
...
—Casi amanece, es hora de irme —le dice Nicolaik al llegar a la salida. Se detiene y se voltea— Blood, te daré un consejo, si Maxius es tú sirviente, valoralo. Es lo que anhelabas por siglos.
—El tiempo ha cambiado Nicolaik. Todos aquí somos presos de Neevil y nada será igual a antes. Tú me lo recordaste —sin dejarlo hablar prosigue— Maxius es un sirviente más, igual y será tratado como todos. No cambia por la marca.
—Conoces el poder de la marca Blood. Nos afecta demasiado.
—Si y tú la desconoces cuando no haz marcado a Sasha.
—Tengo mis motivos —desvía la vista—no es el momento considerando que estoy débil por todos los Vleid destruidos —regresa a verlo— cualquier cosa que necesites, buscame en la Mansión.
—¿No saldrás por las noches?
—Por vagas horas
Dicho esto y Nicolaik Vleid desaparece de su vista con velocidad. Enseguida un sirviente aparece a su lado.
—Mi amo
—Cold
—Con respecto a lo sucedido con Maxius y Somber...
—No quiero escucharte —lo interrumpe al levantar su mano y le indica a otros sirvientes cerrar la amplia puerta ocultando toda claridad de Neevil.
—Fue idea de Somber, los vi y escuché todo —Blood gira a verlo— y Maxius aceptó la culpa.
—Es una culpa mutua como castigo.
—El mismo que merece su primer sirviente.
—No te solicite un consejo Cold.
—Lo siento, amo
Blood le hace una señal y al instante se queda solo analizando su propia situación.
✝✝✝
Es una noche más en Neevil y desde la Guarida, Maxius Vleid busca a Blood cuando la mayor parte del día lo evitó. Lo encuentra revisando el almacén de sangre reclutada cada noche. Sin sus guantes al probar cada bolsa de sangre y la sella otra vez.
—Blood —se acerca a él— Tenemos que hablar —no causa su atención— Una disculpa por lo que pasó con Colay —gruñe ante su silencio— Seré el sirviente que requieres, dame una segunda oportunidad.
—Ninguno solicitó mi permiso cuando los dos lo tienen prohibido —gira a verlo— Eres un sirviente más como todos ellos Maxius y las reglas son exactamente iguales.
Él curva una media sonrisa y acorta toda distancia entre ambos.
—¿Qué te molesto realmente Blood? Que preferí y besé a Somber antes que a ti —se encoge de hombros— fue una tentación más, pero no fue lo mismo cuando es contigo.
—Te repito Maxius, eres igual a todos mis sirvientes.
—No Blood, soy tú favorito. Conmigo no necesitas a todos ellos —sin su permiso coloca su mano en su hombro al mismo tiempo que humedece sus labios.
—Todos son importantes para mi. Existe una conexión —le sostiene la mirada.
—Blood, nuestra conexión es desde siglos con o sin marca ya existe una —se inclina lo suficiente hasta rozar sus labios.
Al principio es un simple roce hasta sin alejarlo, Blood accede en un beso intenso al rozar sus colmillos, probar su misma sangre en un mismo ritmo sincronizado. Mientras Maxius desciende su mano hasta su chaleco y con rapidez desabrocha cada botón al mismo tiempo que su amo sitúa sus manos en su cintura presionando su agarre con el filo de sus largas uñas.
No obstante un sirviente más aparece a cierta distancia.
—¡Blood!
Ante su voz, el mencionado marca distancia y tras lamer sus labios, regresa su postura.
—Volker —se da vuelta esperando su motivo de interrupción.
—Él escapó.
Dos palabras que lo hacen reaccionar y al instante desaparece con velocidad. Es el primero en llegar a la puerta de metal y presiona el botón varias veces desesperado. Enseguida Volker y Maxius aparecen detrás de él y cuando la puerta sube, los tres se percatan de la ausencia del vampiro encadenado, las mismas cadenas en el suelo sin rastro de él.
—Ninguno de mis sirvientes tiene permitido salir de la Guarida excepto Maxius— con seriedad se voltea— quiero que vayas por Nicolaik, Sasha y Kyve, los quiero aquí ahora mismo.
Sin emitir palabra, Maxius se marcha con velocidad.
Se demora poco tiempo en volver y antes del amanecer, regresa a la Guarida con tres Vleid más.
—Blood ¿cuál es la novedad? —le pregunta Nicolaik al estar al frente de Sasha y Kyve.
—Es grave, muy grave Nicolaik —descontrolado Blood pasa sus manos por su castaño cabello varias veces— Jhon Vleid escapó —baja sus manos y las sitúa en su cintura— lo buscamos y no está aquí por ningún lado.
—¿Cómo escapó Blood? Se supone que estaba débil.
—Lo estaba, pero era suficiente una mayor cantidad de sangre para recuperarse. No dudo que fui traicionado por uno o más de mis sirvientes.
—Nos va a perjudicar que el hijo de Baker esté libre por las calles de Neevil —opina Kyve.
—Lo sabía, él no era de confianza. No dudo que nos engañó, realmente si recuerda su pasado y debió ir con Baker.
—Nicolaik, lo siento, estaba bajo mi vigilancia.
—Tú no lo dejaste salir Blood —responde Sasha por él.
—Pero son mis sirvientes.
Nicolaik se mantiene en silencio con seriedad.
—Aún podemos ir a buscarlo y volver a cazarlo —sugiere Kyve— antes de que los Cazadores lo encuentren.
—No —resuena la voz de Nicolaik— si la teoría de Sasha es certera, lo vamos a comprobar. Todos saldremos y lo vamos a mantener fuera del radar de los Willford —observa a cada uno— y lo vamos a guiar directo a Nea Baker. Lo que ha buscado lo tendrá, un reencuentro con su hermano que ante todo es un vampiro más —sonríe con malicia dejando en evidencia sus largos colmillos— y va a tener que elegir entre destruirlo como a cada Vleid o permitirle la existencia.
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Nota de escritora:
Hola, ha pasado mucho tiempo desde la última actualización, lamento la tardanza pero aquí tienen un nuevo capítulo. Les pido paciencia y nos leemos próximamente 🍷
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