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Capítulo VI: Secreto eterno

“Los secretos se susurran en silencio, si vas a ocultar uno, encierralo bajo llave”
                                         |Draven Villeel|

N E A  B A K E R

»Los Vleid, mataron a Jhon«

Sus palabras se siguen repitiendo en mi cabeza varias veces, asimilandolo cuando una parte de mi nunca aceptó la pérdida. Les creí que había muerto en un accidente cuando todo este tiempo fue un asesinato y conozco a los responsables.

—¿Por qué dices eso? —paso saliva ante el nudo que se forma en mi garganta. La muerte de Jhon es un tema delicado que siempre me sobrepasa.

Avanzo un paso y me atrevo a preguntarle la gran duda que desde el momento que sabía que iba verlo otra vez, quería saber. Sin embargo, antes las falsas circunstancias, no pude ni tuve la valentía para preguntarle ni a Agnes.

—Nea...

—¿Cómo murió exactamente Jhon? —lo interrumpo— Tú debes saberlo.

Me lo confirma cuando baja la vista sin dejar de apoyarse del bastón.

—No revivas ese mal pasado para tú padre niña insolente.

La ignoro cuando mi vista solo esta fija en Jhony Baker.

—Mauren, Nea merece saberlo —él alza la vista— Escúchame, no más mentiras. Te lo contaré todo y al final decide —con pasos lentos avanza hasta la silla más cerca y se sienta— pero espero te quedes hija, me ayudes por el bien de todos, por el tuyo propio —aparta la vista— Tú hermano siempre creyó en ti, tantas veces me repetía que si sabías toda la verdad, aceptarías ayudarnos pero nunca permití involucrarte en esto. Solo intentaba protegerte, lo hice cuando fallé con Jhon.

>Yo soy el principal culpable de su muerte cuando hace cinco años no tuve el poder suficiente para salvarlo. Cuando Scarlet le arrebató la vida frente a mi —hace una larga pausa. De mi parte permanezco en silencio en mi lugar cuando veo a la Bruja Agnes acercarse a él y situarse detrás de la silla con sus manos en sus hombros— Ya sabes de la existencia del vampirismo y cada Vleid lo es. Desde siglos consideran a todo el aquerrale su enemigo cuando hemos destruido a varios. Scarlet por tanto tiempo me buscó para matarme y yo a ella. Cada vez era más difícil, cada vez se volvía más fuerte y más vampiros creaba y le eran fieles seguidores. Sus protegidos y a la vez ellos la protegían de todo portador de magia —gira a verme— Yo soy el único que puede destruirla al ser considerado el líder, si ahora tuviera todo mi poder.

>Pero en una ocasión, tenía el poder necesario, el plan perfecto. Habíamos creado Synerdale como un pueblo oculto como un refugio para todo el aquerrale, pero no podíamos estar tranquilos cuando cientos de vampiros causaban cada vez más muertes allá afuera. Entonces, a tu hermano se le ocurrió la idea de encerrar a todo el vampirismo aquí, principalmente a Scarlet. Jhon era fuerte, él iba a ayudarme y en los próximos días permití que Scarlet me encontrara, la dejamos cruzar como a todos ellos, pero cuando los encerramos y no podían salir se desató la guerra.

>Todos los Vleid mataron a muchos del aquerrale y nosotros a varios de ellos. Era cansado, no había esperanza de lograr destruirlos a todos cuando tuve la idea de matar a Scarlet, sin ella ninguno existiría y así seguí el plan hasta que hubo un inconveniente. No me di cuenta en que momento atraparon a Jhon, lo torturaron, lo usaron para debilitarme. Ahí tenia la oportunidad de matar a Scarlet de una vez por todas pero ella tenía la vida de mi hijo en sus manos.

>Recuerdo que se lo suplique, me olvidé del aquerrale, solo pensaba en salvarlo pero no me dio tiempo cuando ella lo marcó, su veneno lo mató. No pude hacer nada —noto una lágrima deslizarse por su mejilla— con la perdida de tu hermano, mi poder disminuyó, estaba débil y no podía matarla más solo se me ocurrió encerrarla. Use a ancestral, con todo mi poder y un hechizo cree una prisión para Scarlet y la mantuve dentro del grimorio, el mismo que encontraron. El que nunca debe abrirse, solo yo, solo un Baker puede hacerlo, por eso escuchan su voz, Scarlet insiste en salir. La he soportado por cinco años y cada Vleid quiere su libertad, quieren recuperar a ancestral y la única manera de evitarlo fue creando una barrera, aquí me encerré con el grimorio, si salgo, Scarlet podrá salir y volverá la guerra sin embargo las circunstancias son otras, mantener a Scarlet en la prisión esta consumiendo todo mi poder, por eso te necesito Nea. No tengo mucho tiempo, pronto la barrera y los Vleid vendrán a matarme y se llevarán a ancestral.

>Y la muerte de Jhon no habrá valido la pena si no la destruimos ahora. Neevil sin vampiros, Synerdale volverá a existir —vuelve a levantarse apoyándose del bastón— Sé que es difícil para ti todo esto hija, pero esta vez es la verdad.

Recuerdo la información de los Willford y sus palabras coinciden.

—Si destruyes al vampirismo ¿Jhon volverá? —niega bajando la vista— No me importa este pueblo o tú. Nada de lo que haga me hará volver a ver a mi hermano —rio sin ánimos— Ahora si te acuerdas que tienes una hija cuando fueron años de ausencia. Cuando ni siquiera estuviste en su funeral, te callaste y no me contaste nada de esto. Te fuiste y te volviste un fantasma para mi —lo apunto— todos estos años me he culpado creyendo que Jhon tuvo ese accidente por venir a verme, era el único que no se había olvidado de mi —sin evitarlo una lágrima rebelde baja por mi mejilla— Estuve sola cuando más te necesite —bajo mi mano.

—Jamás me lo voy a perdonar Nea —alza la vista y da un paso, yo retrocediendo dos— No quise causarte un dolor más intenso, no te involucre en el pasado, con la muerte de tu hermano no lo haría en ese momento, por eso convencí a Mauren de ayudarme. Ella traslado el cuerpo de Jhon de Neevil hasta ti, él merecía un funeral, un descanso y tú estar enterada y tener un lugar donde visitarlo.

—Fue fácil convencer a los humanos de afirmar la forma de muerte que te dijeron, Jhony así me lo pidió. Nadie tenía que saber que vampiros lo habían matado en realidad, ni tú niña.

Con brusquedad limpio mi mejilla, posando la vista de Agnes a Jhony Baker.

—Lo había entendido, en ese tiempo si te hubiera ayudado. Te hubiera creído.

—No Nea, no te quería involucrada con el vampirismo cuando lo único que hubiera logrado era dejarte expuesta, no tienes el poder aún para defenderte de ellos. Fue lo mismo que debí haber hecho con Jhon pero desde pequeño él si despertó su poder heredado por mi y con los años incrementaba. Por eso, lo convenci de a ti mantenerte al margen, ajena de vampiros. Les hice creer que tú no eras mi hija de sangre, fue idea de tu hermano teñirte el cabello por protección cuando uno de los Vleid te había encontrado. De lo contrario, te hubiera matado porque Scarlet quería quitarme todo.

Niego varias veces

Recuerdo que desde niña soy diferente, puedo mover cosas con solo desearlo, siento un bajo poder en mi interior. Sé lo que somos cuando a mis 11 años, Jhon me lo explicó y me hizo jurarle no revelarle el secreto familiar a nadie.

Portadores de magia por ser hijos de Jhony Baker.

—Tú padre a hecho muchos sacrificios por ti Nea —enfoco la vista en Agnes— Te protegió tantos años como tú hermano. Tal vez tuvo que dejarte sola, no podría traerte a Synerdale si había una guerra contra los Vleid pero después de la muerte de Jhon, tuviste quien te enseñara todo lo que ahora sabes —rodea la silla y avanza deteniendose a su lado— Yo busqué al humano, el mismo para quien trabajabas. Alguien tenía que protegerte, enseñarte a defenderte a falta de tú poder.

—Caston —emito sin creerlo— ¿Él sabía de esto? —ella asiente— No, no es cierto, él nunca mencionó... nada — Ato cabos, no fue casualidad conocerlo. Él debió buscarme cuando me ofreció un refugio, cuando insistió tanto en aprender a usar un arma y defensa personal. Acepté con el tiempo como una manera de distracción y liberación del odio que siento hacia mi padre. —Lo planearon —mi ira crece al ver a cada uno.

—Él era el humano correcto, la idea de Jhony era alejarte de vampiros y un brujo o bruja no podía ayudarte. Fue cuando lo encontré, había perdido a la mujer a quien amaba por culpa de un Vleid, ya creía en su existencia y por un trato aceptó prepararte. Pudo ser un cazador útil en Neevil pero tú necesitabas ayuda fuera de aquí.

Inhalo y exhalo aire varias veces.

—Y lo hizo bien, mataste al primero de ellos —agrega con sus manos en su cintura.

—Todos sabían de vampiros menos yo —rio sin ánimos. Me volteo yendo hacia la mesa donde dejo el arma y apoyo mis manos.

—Trata de entender porque lo hice Nea. Ante todo me preocupe siempre por ti, quería protección para ti, ya eres lo único que me queda.

Giro a verlo dándole una mala mirada.

—¿Mi madre lo sabía? ¡¿Conocía de esto si o no?!

Él dura largos segundos en silencio.

—No al principio, cuando conocí a Everit ella no sabía que no era un humano normal como ella, oculté por años mi poder como brujo —avanza hasta quedar a pocos pasos de mi— y también falle en no poder salvarla de Scarlet, nunca debí creer que podía tener una vida normal, pero cuando la conocí en Valoltli yo escapaba de  Scarlet y por un instante con ella podía escapar de mi destino destruyendo vampiros. Me sentía como un humano normal más sin este poder y si, me olvidé de las reglas del aquerrale y me relacioné con ella. Me enamoré de tu madre. Tuvimos a Jhon y tres años después a ti Nea. Había formado mi propia familia con Everit.

>Pero solo me engañé, no podía huir del pasado, de las consecuencias que había causado por un gran error. Así que tuve que confesarle la verdad a Everit y difícilmente me creyó. Ya desconfiaba, cuando vivíamos en Esmeralty ya estaba creando con todo el aquerrale Synerdale, los días de ausencia eran constantes, pero aun no era seguro. Mi idea era traerlos a los tres hasta aquí sin aun vampiros, todos los Vleid estaban cerca, nos buscaban, para nadie era seguro seguir en Esmeralty y Everit comenzó a notar el don excepcional de tú hermano. Cuando le conté lo que era, pensé que se me dejaría pero con los días, me aceptó como ayudarme a protegerlos y con los años, Scarlet me encontró. No me atacó a mi como otras veces, actuó contra tú madre— me volteo lentamente— pudo matarla al instante pero lo que hizo fue lentamente, usó a uno de los brujos que le eran seguidores para hechizar a Everit, en ese tiempo, mi poder no podía salvarla de una muerte con el veneno de una vampiresa. Solo quien lo había maldecido pero Scarlet se encargó de matarlo y tú madre... murió.

—No, ella murió de... cáncer —susurro dejándome caer en una silla aferrada al respaldo. Dejo brotar las lágrimas negando varias veces —yo la vi.

—¿Qué tiene mamá? —preguntó una Nea de diez años.

Me confundió la preocupación de los adultos, no me dejaban ver a mamá que desde casi un mes, cuando quería abrazarla, quería escuchar su voz al contame cada noche un cuento con mi hermano.

—Mamá está enferma, hermanita.

Gire a ver a Jhon.

—¿De qué?

Frente a mi, él evitó mi mirada.

—Nea, Jhon, su madre quiere verlos —al escuchar la voz de papá me voltee y sonreí. Fui la primera en entrar a la casa e ir directo a su habitación. Al abrir la puerta, volvió a estar solitaria, no más desconocidos queriendo ver a mamá más ella se encontraba acostada sobre su cama.

—¿Mami?

—Mi niña —extendió su mano en mi dirección. Abrace más mi muñeca favorita al verla muy mal. Mami tenía energía y ahora lucia débil, pálida y ojerosa —acércate... Nea.

No me atrevi a moverme hasta que vi a Jhon pasar por mi lado y sentarse en la cama y la abrazó con cuidado.

—No quiero que te mueras mamá.

—¿Mami se va a morir? —pregunté con miedo dejando caer la muñeca. No quería dejar de verla para siempre— ¡papá! —él me dio la espalda. Entonces corrí hasta ella y la abrace — no quiero— comencé a llorar.

—Nea, Jhon —su voz sonó débil, le costaba hablar— prometanme que seguirán unidos a su padre... por favor —los dos asentimos—. Jhony... te perdono, no los... desprotejas.

Jhon fue el primero en alejarse, repitió varias veces "mamá" sin ella responder y soltó en llanto. Cuando la vi, mamá tenía los ojos cerrados, mamá ya no despertó.

Cubro mi boca con mi mano sin querer aceptarlo. A esa corta edad supe que madre se había muerto por un cáncer muy avanzado, un cáncer que entre más edad tenía me parecía raro sin embargo sabía que ella no se había tratado, que no me había dado cuenta de su enfermedad que desde hace tiempo tenía, que la enfermedad la había acabado sin darle la oportunidad de curarse.

—Los Vleid son los culpables de todo Nea.

Bajo mi mano lentamente y asiento.

—Me han arrebatado todo por tu miserable culpa. Mi madre, Jhon por una deuda solo contigo.

—Lo sé y me duele más provocarte este dolor hija, pero debes saber la verdad para entenderme —hace una corta pausa— Me arrepiento de haber permitido dejar existiendo a Scarlet, debí destruirla el mismo día que mate con gran esfuerzo al primer vampiro Dukelow Vleid —alzo la vista lentamente— él era un vampiro purasangre, el único que existía de los suyos, demasiado antiguo —apoya una mano en la silla— Cuando lo mate, me encargué de todos sus convertidos, de todos excepto de la más reciente, Scarlet. En esa época parecía vulnerable, Dukelow la había condenado a la eternidad sin elección, la privó de su humanidad y cometí el error de darle una segunda oportunidad. La ayude a escapar de todo el aquelarre, no parecía un peligro para todos cuando aún no asimilaba la vampiresa que se había convertido. La oculté yendo en contra de lo único que tenía que hacer, en contra del brujo que soy.

—Cuéntale la verdad Jhony, ya no le ocultes nada —giro a verla al escucharla, Agnes se cruza de brazos— Dile que traicionaste a todo el aquerrale cuando te dejaste engañar, cuando caíste bajo su encanto —emite con recelo— Tú padre, ya era el líder de todos nosotros hasta que nos enteramos que una vampiresa, la única que aún permanecía era su protegida, cuando creyó que podía recibir un sentimiento de un monstruo sin corazón latente. Jhony se enamoró perdidamente de Scarlet Vleid.

Mis lágrimas cesan y volteo a verlo, él evita mi mirada.

—¿Es cierto?

—¡Y no es todo! Le ayudó a crear vampiros, en ese momento, lo desterramos del aquerrale, pero a Jhony no le importó cuando solo le importaba la maldita de Scarlet.

—Estaba cegado Mauren, me di cuenta del error demasiado tarde —se atreve a verla— No era amor —regresa la vista en mi— si, es cierto Nea. Me hipnotizo con sus dulces palabras, su encanto como vampiresa. Y en algún punto cuando aprendió a ser lo que es, Scarlet no estaba del todo satisfecha con su eternidad, se sentía sola. Comenzó el odio a cada humana cuando le fue prohibida la ilusión de ser madre. Por el vampirismo, no podía concebir naturalmente como una humana lo haría. Y fue ahí cuando ofrecí a ayudarle, no quería verla sufrir y llenarse de venganza, en esa época Scarlet no había matado a ningún mortal hasta que se obsesionó con esa idea e inició con la primera.

—¿Qué hiciste?

—Le ayude a crear a su primera creación con su sangre, con la mía y con mi magia. Tenía el poder para intentar lograrlo y así fue. Le cumpli su deseo, fue un purasangre, Nicolaik Vleid —pestañeo varias veces— lo tuvo desde muy pequeño y lo crió. Durante 20 años, Scarlet parecía conforme, distraída con su primer hijo. Oculta de todo el aquerrale, sin causar más muertes, sin nadie encontrarnos hasta que comenzó a insistir en ayudarle con otro. Me negué, mientras los años pasaban y vigilaba a ese purasangre más me daba cuenta que había cometido un grave error, cada vez era más fuerte tanto que temia que fuera como Dukelow, un enemigo difícil de vencer.

>Por supuesto, Scarlet se molestó demasiado y me atacó, estuve a punto de morir pero con mi poder, me curé y escapé de ella, me iba a obligar a hacerlo. Regresé con el aquerrale, en ese entonces Mauren era la líder y suplique su perdón, me lo negaron y más cuando con los días, comenzaron más muertes. Scarlet estaba tratando de convertir humanos pero fallaba, su veneno solo les causaba la muerte. Intentó mil maneras hasta obligar otros Brujos pero todos fallaban, yo era el único que podía y solo por eso, el aquerrale me protegió. Scarlet no podía dar conmigo.

—Creímos que se había rendido la muy maldita —emite Agnes y toma asiento en la silla más cerca de ella— Se detuvieron las muertes, el riesgo para Jhony hasta que conocimos un nuevo vampiro creado por ella. Un humano convertido. Ellos lo nombran Blood, desconocemos su verdadero nombre. Tan poderoso como el primero, difíciles de matar.

—Y como él, convirtió a otros. A la primer humana convertida en vampiresa, Sasha. De ella siguió otro, Maximo, Kyve, Dimitri, Colay, Elaiza, Clarissa, Bride, cientos de ellos. Y sin poder evitarlo, ya son demasiados vampiros que la consideran su creadora —suspira— Descubrimos su manera, ya no me necesitaba cuando vimos con nuestros propios ojos como Scarlet le arrebataba la vida a un humano al inyectarle su veneno, moría al instante, lo mismo que hacía siempre pero fue cuando nos sorprendió que usó a su primera creación. Cuando Nicolaik les daba su sangre, resucitaban siendo vampiros. Ella y él, crearon a todos los Vleid.

—Y ahora sin Scarlet, no pueden. Ellos no pueden inyectar su veneno a los pocos humanos y portadores de magia de aquí porque la mayoría son convertidos —dice Agnes— Nicolaik lo ha intentado, pero falla por alguna razón. Su venero no funciona más que su sangre, por eso quieren traerla de vuelta. Por eso cada noche, nosotros juntos a los cazadores comandados por Cassie Willford, tratamos de matar a cada uno disminuyendo el número. Si lograramos matar a Nicolaik y a Scarlet —chasquea— el vampirismo deja de existir para siempre.

—¿Nea? —la voz de Carolina causa mi atención. Me había olvidado por completo de ella. Confundida se levanta y al vernos, abre los ojos asustada y por suerte no vuelve a desmayarse— ¿no fue un sueño? —los señala— Ustedes... son como Jhon.

Al escucharla me levanto de la silla.

—Caro, tú...

—¡No! Ninguno se me acerque —corre yéndose por el pasillo.

—¡Carolina! —le grito sin alcanzar a detenerla.

—Déjala, lo va a superar. Ella aquí en Neevil es innecesaria, sangre para vampiros —le doy una mala mirada a la antigua anciana— solo usaremos a su hijo.

—Dejarán a Joan fuera de esto

—Nea, él es igual que tú hermano. Heredó el don. Lo he visto y lo presiento.

—Es solo un niño, no va a enfrentarse a vampiros, a ningún Vleid —de mala manera agarro el arma y regreso a verlos— y aquí corren peligro tanto como Carolina, no deben estar en Neevil así que en este momento, los sacaré de aquí.

—Niña insolente no pueden salir, menos tú, menos el pequeño, son Baker. Tal vez la humana normal pero dudo que se vaya sin su hijo.

—No les creo —suspiro— Yo no pienso irme, después de todo tú me involucraste desde el momento que nací y cargo con tu error del pasado. Los Vleid son mis enemigos, ya es personal y yo misma mataré a esa tal Scarlet, a cada vampiro purasangre o convertido. Voy a destruir a cada Vleid por Jhon, por mamá y por el bienestar de Joan y Caro.

Agnes se atrave a aplaudir y sonreir ampliamente.

—No te costaba nada Nea

—Lo que pasé con los dos, no me importa. Si tú mueres Jhony Baker, que así sea —ella borra su sonrisa, él sin deja de verme— pero antes, me toca protegerlos.

—Inténtalo hija, ninguno te va a detener.

—¡Jhony no puede...!

—Mauren, dejala —la interrumpe— creo en su palabra y te agradezco la ayuda Nea. Y te doy la mía que a Carolina no le pasara nada mientra este aquí, tampoco quiero lastimar a... mi único nieto. Sé que no estuve de acuerdo con tú hermano cuando me enteré de ella y su hijo, pero porque no quería que Jhon pasara lo mismo que yo. Que los Vleid lo debilitaran al arrebatarle a Carolina y a Joan —avanza un paso— y ahora sin él, se lo debo. Solo necesito el poder que tiene ese niño, el tuyo unido al mio para poder destruir a ancestral antes de que ya no pueda mantener encerrada a Scarlet.

—Así será, te daré lo que quieres de mi pero con Joan, no cuentes —sentencio y me doy la vuelta yéndome por el pasillo hasta llegar a la habitación. Por suerte, no tiene seguro y cuando entro veo a Carolina sentada en su cama cerca de un Joan aún dormido —Hola —me adentro cerrando la puerta— Creí que ya estarías haciendo las maletas —bromeo.

—No sé que hacer

Tomo asiento en mi cama quedando frente a ella y suspiro.

—No tenía la menor idea de que tu sabías nuestro secreto.

—Jhon me lo confesó cuando cumplimos seis meses de conocernos. Al principio no le creí, hasta que me lo demostró, movió cosas sin tocarlas —ríe sin ánimos— apareció una rosa que me regaló —comienza a llorar— y lo acepté Nea. No me importó, tú hermano me parecía tan especial —se encoge de hombros— me enamoré y como sabes, quedé embarazada de él.

Rápido me levanto y me siento a su lado, Caro llora en silencio hasta que se detiene limpiando el resto de sus lágrimas.

—Sabía lo que él era, tú, tú padre y me dio igual hasta que Joan comenzó a crecer y hace poco noté algo anormal en él —pasa saliva sin dejar de verme— Un día, él se cayó de las escaleras, tenía cuatro años cuando lo vi herido, me asusté mucho y corrí a llamar a la ambulancia, tal vez exageré pero no quería que algo malo le pasara cuando vi con mis propios ojos como él solo se curaba la herida en su frente con solo tocarla.

—Hizo lo mismo contigo en el accidente, te curó —Caro asiente— debiste decirme.

—No sé porque no lo hice —se encoge de hombros— me engaño a mi misma Nea, pienso que Joan es normal a otros niños pero la verdad es que es igual a su padre —gira a verlo— y tengo miedo de ese don que no entiendo. No sé como ayudarlo.

—Caro —la obligo a verme— ¿Qué sabes de los vampiros?

—¿Vampiros? —ríe sin ánimos— lo mismo que todos saben, no existen, son mitos.

Niego

—En Neevil hay vampiros, los Vleid, los que viven enfrente lo son —su mirada se vuelve seria— te lo contaré todo.

Entonces le cuento todo lo que descubrí esta noche, siendo la misma sorpresa hasta tocar el tema de Jhon, por supuesto ella vuelve a llorar y al final me cree.

—Sé que es difícil procesar todo pero es cierto. Les creo esta vez.

Ella asiente

—¿Qué pasará con Joan? Ellos ¿me lo querrán matar? —espeta aterrada.

—No Caro, no será así antes los voy a matar —me levanto y camino por la habitación de un lado a otro— en cuanto amanezca, se irán de Neevil. Si es cierto, los Vleid no pueden salir tampoco, nadie les hará daño.

—No me iré sin mi hijo, lo haz dicho, ya se quedó atrapado aquí.

—Lo sé pero, podemos intentarlo —me acerco a ella— Agnes mencionó que todos los que tienen este don de magia puede salir de aquí y volver a entrar. Y Joan y tú se tienen que ir aunque él sea un Baker.

—¿Y tú?

—Le debo una venganza a mi hermano y a mi madre.

Carolina se levanta y me abraza. Internamente deseo ponerlos a salvo.

✝✝✝

Al día siguiente, aparezco en la pequeña sala con Carolina a mi lado, ella sin soltar la mano de Joan a quien le hemos mentido y es ajeno a lo que aquí sucede.

—Necias —nos dice Agnes al vernos y prosigue a preparar su té rutinario matutino.

Jhony Baker señala la puerta sin emitir palabra.

—Vámonos —inquiero y soy la primera en avanzar.

—Espera Nea —Caro se acerca a él ignorando mi llamado— ya lo sé todo y apesar de todo, no le guardo rencor. Trató de salvar a... Jhon —saca la llave— y él me pidió darle esto, es suya. Ya obtuve las respuestas para Joan y es que es igual a un Baker pero no quiero relacionarlo con ninguno.

Él acepta la llave y ante nuestros ojos la convierte en un sobre blanco.

—No es para mi, mi hijo escribió esto para ti.

Carolina sorprendida la acepta, asiente y en silencio se da la vuelta. Joan se dedica a despedirse de mano de él hasta los tres salir.

Logro quitar el candado fácilmente, hasta estar por completo fuera de una barrera que no puedo ver ni sentir.

—Nea, estoy comenzando a dudar.

—Caro, deben irse —ella suspira y avanza con Joan por la calle. Estoy por seguirla cuando mi vista se posa en la Mansión de enfrente y mi odio hacia esos Vleid crece al recordar todo lo que me han hecho.

Suspiro, trato de calmarme y avanzo siguiendo a Caro hasta alcanzarla.

...

Fue un gran recorrido, nos tomó tiempo llegar al límite de Neevil, exactamente la entrada que ahora podemos ver al no estar dentro de una carroza. Consiste en una enorme puerta a base de rejas, parece sencilla incluso gracioso que algo así evite salir a cada vampiro de aquí.

—¿Tienes la llave?

—No creo que la necesite —avanzo sin antes ver a ambos lados. Al estar cerca de la cerradura, ejerzo fuerza para moverla. Al principio hace un ruido chirreante hasta que logro abrirla y abro una reja con el suficiente espacio para ellos salir— es hora Caro.

Ella se acerca con Joan sin antes abrazarme.

—¿Tú no vendrás con nosotros tía Nea?

Me agacho a su baja altura

—No por el momento pero los voy a buscar. Cuida mucho a tú mamá Joan— recibo su abrazo y sin querer me obligo a soltarlo y me levanto— adiós, los quiero.

Carolina lo jala y es la primera en acercarse a la reja hasta que algo la detiene. Repite lo mismo con Joan incluso él se atreve a levantar su mano como si tocara algo cuando sonríe.

—¿Qué es esto mami?

—Nea —Carolina gira a verme.

A pasos rápidos la alcanzo, la hago retroceder y trato de salir sin embargo no puedo. Ninguno de los tres.

—No podemos salir de Neevil, nadie.

Hago mis manos puños y asiento al darme la vuelta.

—Joan, tenemos que regresar —agrega Caro.

—¿Por qué mami? No quiero estar aquí.

—No será por mucho tiempo Joan —le digo y sin cerrar la puerta avanzo molesta escuchando sus pasos al seguirme.

Decepcionada al perjudicarlos cuando pude evitar que entraran.

(...)

—Leeré la carta que me dejó tú hermano —escucho a Caro decirme cuando estamos cerca de esa casa. Me molesta más tener que entrar y verlos dándoles la razón— algo debió querer decirme.

No le respondo, cuando llegamos a la reja suspiro y giro a verlos antes de abrirla.

—Lo siento Caro, Joan.

—No es tú culpa Nea

—Mami —ella deja de verme y fija la vista en Joan que parece asustado— ¿Quién es él? No deja de vernos.

Veo en la misma dirección que él, la ventana de la Mansión sin embargo esta vez no veo a nadie.

—Entren, ahora vuelvo

—¿Qué piensas hacer? —la ignoro cuando avanzo, cruzo la calle en dirección a su Mansión —¡Nea regresa!

Tomo una profunda respiración, cuando estoy lo suficientemente cerca de su reja, saco mi arma que mantenía oculta detrás de mi espalda, la misma que nunca les devolví a los Willford.

—¡Vleid! —por un momento pienso en cruzar el límite y matarlos de una vez sin embargo presiento el riesgo— ¡VLEID! —levanto mi arma y le apunto a su estatua dándole en el vestido— ¡voy a matarlos los juro! —un disparo más y me rindo bajando el arma.

Estoy por darme la vuelta cuando su puerta es abierta y solo noto  oscuridad.

—Vamos Nea —me animo a mi misma y cegada abro la reja entrando a su Mansión. A tres pasos me detengo y poso la vista hacia atrás, en nuestra reja solo veo a Joan sin dejar de verme. Suspiro y regreso la vista al frente avanzando hasta detenerme al chocar con el primer escalón sin subir— Nicolaik Vleid, ya sé que estas ahí. Ya sé de donde nos conocemos —levanto mi arma y apunto al frente— Tú fuiste el primer vampiro que conocí en el pasado —trato de calmar los latidos de mi corazón cuando escucho unos pasos cada vez más cerca— Debiste matarme ese día porque ahora yo voy a hacerlo. Uno a uno por Jhon, por mi madre. Su maldita Scarlet no volverá.

—Yo no estaría tan segura

Ella se deja ver, permanece un paso fuera cubriéndose con una sombrilla negra mostrando unos grandes colmillos de su boca carmín como sus ojos.

—¿Por qué no entras Nea Baker? —sonríe ampliamente— no temas.

—¿Por qué no sales? —le sonrio burlona— no le temas a la luz vampiresa.

Emite un gruñido y retrocede por él.

—Nea Baker —se sitúa frente a ella, cubriéndose con su mano enguantada el rostro— Te invito a entrar.

Cargo el arma rápidamente

—Tú —tenso la mandíbula— serás el primero en morir.

Ladea la cabeza sonriendo resaltando unos colmillos más grandes que los de ella.

—Mátame si puedes lograrlo Nea Baker.

Le disparo sin dudar y extrañamente la bala nunca le da. Rebota si se tratase de una protección.

—Espera un enfrentamiento esta noche Nea, sin escudos —da un paso. Su palidez comienza a tonarse roja. No parece importarle que el sol lo esté afectando —Baker contra Vleid.

Bajo mi arma confundida, a lo lejos escucho la voz de Agnes al gritarme "niña insolente sal de ahí"

—No te expongas Nicolaik —ella lo jala obligándolo a retroceder— soportas más que todos pero su muerte no será ahora —me observa— podemos hacer una excepción contigo, entreganos a ancestral y se libre de Neevil.

—Jamás —guardo mi arma— Sin ancestral ninguno existirá más —amplio mi sonrisa— ¿Y qué creen? Voy a destruir a su preciada Scarlet.

—Eres una... —ella gruñe y retrocede dejando de verla— ¡Te drenare yo misma! —escucho su grito y enfoco la vista en él.

—¿Qué tanto te ha dicho Baker? Yo no confiaría en su palabra —su vista viaja a la estatua— Scarlet— regresa a verme— ella no es la única culpable de la muerte del descendiente de Baker. Yo estuve ahí.

—Todos moríran

—Incluye principalmente a Baker, él lo dejó morir Nea— levanta su mano y ante mi mirada se quita un guante dejando expuestas unas largas uñas moviendo sus delgados dedos.

—¡NEA!

En el momento que escucho un grito, me invade un recuerdo que no me pertenece donde veo un Neevil mucho peor que ahora, hay muchos cuerpos, cenizas, hay nieve cubriendo las calles con rastro de mucha sangre. Sin embargo capta más mi atención una peculiar vampiresa, la misma de la estatua con Nicolaik a su lado quien sostiene a mi hermano arrodillado sostenido por él, muy herido, su rostro irreconocible con su desordenado cabello blanco. Al frente, mi padre con ese libro en su mano con clara preocupación.

—Decide Jhony ¿Tú pueblo o tu hijo de sangre?

—Déjalo ir Scarlet

Ella ríe siniestra, es peor su apareciencia de vampiresa cuando avanza y se acerca a Jhon que respira con dificultad cuando lo jala del cabello dejando expuesto su cuello.

—¿Qué te interesa más?

Por eternos silencio, mi padre lo piensa viendo de ella con sus colmillos muy cerca del cuello de mi hermano.

—Matarte esta vez Scarlet

Es suficiente para hacerla enojar y ella clava sus colmillos en su cuello, Jhon gritando al mismo tiempo que nuestro padre cuando cae arrodillado al suelo.

Cuando se aleja, lo deja caer a la nieve sin vida y verlo es mucho más doloroso.

—Nicolaik —se endereza— hazlo.

A él lo veo agacharse, se hace un corte en la palma de su mano dejando caer su sangre en la boca de mi hermano e increíblemente, Jhon comienza a cambiar. El cabello blanco se torna por completo negro, luce más pálido, venas resaltan hasta que por un largo tiempo, lo veo abrir los ojos siendo completamente rojos.

—¿Matarás a nuestro hijo, Jhony? —le pregunta Scarlet cruzandose de brazos.

—Él ya no es mi hijo, ya no es un Baker —lo ve con odio cuando lo ve sentarse confundido y con un rápido movimiento Nicolaik le rompe el cuello, Jhon cayendo inerte sobre la nieve.

Regreso a la realidad, siento mis mejillas húmedas por las lágrimas.

Eso cambia todo, su existencia.

—Jhon es...

—Un vampiro —lo veo colocarse el guante y gruñe por una extraña razón —¿Matarás a tú hermano para siempre, Nea Baker?

Unas manos me hacen dejar de verlo notando a Agnes frente a mi.

—No lo escuches

—¡Suéltame! —me safo de su agarre y giro a verlo sin embargo él ya no está y la puerta se encuentra cerrada— Jhon, esta vivo, aun existe —regreso a verla.

—Jhon está muerto

Niego varias veces

—No, él dijo...

—Nea —me sostiene de los hombros— Jhon es un vampiro, ya no recuerda nada de su anterior vida. Es un monstruo como todos ellos.

Me jala y a regañadientes la sigo hasta salir de la Mansión y regresar a esa casa donde Carolina me espera dentro. Al verme me abraza y al instante se aleja.

—¿Qué fue lo que paso? ¿Qué te dijo el vampiro?

Veo de ella a Joan, lo dudo un momento y aunque estoy confundida, prefiero no decirle ese secreto.

—No quiero hablar de eso, solo le dejé en claro que voy a matarlos —limpio mis mejillas y entro a la casa.

Al ver a Jhony Baker, no discuto más con él, estoy cansada de tanta información por asimilar. Con odio reflejado me acerco dejando una nula distancia.

—Se te olvidó contarme que Jhon —paso saliva— ya es un Vleid.

Nota de escritora:
Iniciamos un 2024 con un nuevo capítulo cargado de mucha información y emociones. Aún hay mucho por descubrír. Nos seguimos leyendo en otro próximo capítulo 🖤🍷⚰️

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