Capítulo III: Los malditos
"Son secretos, son una maldición, son sombras que son libres por las noches"
|Draven Villeel|
Nadie entra por casualidad a Neevil cuando siempre debe existir una conexión con quien se encuentra dentro.
Y esto, todo el pueblo lo sabe. Lo confirma él cuando no cree en las coincidencias al verla desde su ventana como si se tratase de una sombra que ante la distancia y la oscuridad, ella no puede ver su rostro.
Detrás de él aparece otra presencia que con sus delgados dedos abre más la cortina viendo exactamente lo mismo justo el momento cuando entran a la casa de enfrente.
Por la iluminación que se cuela al interior, al mismo tiempo cierran la cortina y retroceden un paso.
—¿Viste lo mismo que yo? —emite una voz melodiosa como el mismo físico atrayente. Ella se cruza de brazos moviendo su cabeza ondeando sus risos castaños con reflejos rojizos.
—Baker tiene visita.
Él, más alto que ella, se da la vuelta colocando su mano en su barbilla pensativo.
—El mortal más pequeño, su cabello es blanco como cada Baker ¿a qué vino?
—Baker debe estar desesperado —él chasquea sus dedos y baja sus mano— El tiempo se le está acabando y por eso debió buscar y traer a Neevil a su único descendiente.
Ella lo mira avanzar rodeandola.
—¿Qué hay de las mortales? Van a protegerlo si vienen con él.
No le causa sorpresa ni susto cuando él aparece detrás de ella. Colocando una mano en su cintura se inclina a su oído susurrandole:
—Son solo donantes.
Ella ladea la cabeza sonriendo tentandolo a marcarla.
—No estaría de más vigilarlos. Baker siempre está en nuestra contra.
—Es lo que siempre hacemos Sasha —él se aleja sin antes darle un beso en la sien—. Cada noche los investigaremos para descubrir ¿Cúal es su función en Neevil?
Sasha gira su cuerpo, levanta con sus manos su ampon vestido color negro mezclado con telas rojas para acercarse lo suficiente cerca a él situando sus manos sobre sus mejillas.
Ambos viéndose a los ojos cuando el mismo tono carmín es igual.
—Tú siempre tan astuto Nicolaik.
...
Horas más tarde, Sasha sube apurada las escaleras de la Mansión que comparten hasta encontrarlo en un cuarto repleto de libros antiguos.
—¡Nicolaik! —aparece en el marco de la puerta al estar abierta— ¿lo sentiste?
Él con la misma sensación asiente dejando a un lado un grimorio que leía en busca de información.
—Sacaron de su escondite a Ancestral.
Sasha se adentra situando una mano en su pecho.
—Pero lo volvieron a encerrar —resopla molesta—. Debemos recuperarlo cuando nos pertenece.
—Lo haremos en cuanto a Baker se le acabe el tiempo. Nos será fácil y permitido entrar por ancestral y matarlo de una vez —se endereza haciendo ruido con sus dedos al tocar la mesa— por años y parecía que ancestral ya no existía —curva una media sonrisa.
—No puede deshacerse de la caja. No puede destruirlo.
Nicolaik chasquea sus dedos.
—Esa es mi teoría. Baker algo planea con su descendiente aquí y sea lo que sea no tenemos que permitir.
T
res días después...
Como cada noche, en Neevil suelen ambular con libertad. Sin embargo en este caso suelen reunirse en un punto intermedio del pueblo. En una casa vieja que la consideran Guarida que ningún habitante mortal de Neevil se atreve a entrar ante los rumores, al no ser invitados al no ser como ellos.
—Dicen que estamos malditos. Que Neevil proviene del Ne por el pueblo y Evil por el mismo mal que somos al estar aquí —él ríe—. Que imaginacion tienen los mortales. He escuchado cada susurro en cada esquina.
Sentado cerca de la barra, peina su cabello castaño claro y al bajar su mano la deja sobre la barra moviendo sus dedos. En cada mano, en cada dedo un anillo de diferente tamaño y diseño siendo sus diez más preciados.
—Es lo que somos Maxius —le responde otro Vleid de peli oscuro, su cabello suele tornar tonalidades claras y oscuras depende de la iluminación. Quien limpia una copa de cristal con suma cautela—. Neevil es nuestro.
—Sabés que comienza a ser aburrido al no tener los privilegios que merecemos —le apunta un frasco de líquido rojizo— Por la espera.
—No deben tardar.
Él deja la copa sobre la barra al frente suyo y ante su atenta mirada vacía una cierta cantidad espesa en la copa dejando hilos rojizos sobre el vidrio. Busca en un rincón y al encontrarlos vierte diminutos polvos que solo ellos pueden ver a simple vista.
—¿Polvo mágico? —Maxius levanta una ceja cuando a sido el primero en probar cada una de sus bebidas especiales.
—Son difíciles de conseguir de cada brujo más de lo que parece pero útiles ante un exquisito sabor —mueve la copa sin dejar caer ni una gota revolviendo la mezcla.
—Déjame juzgar —se la entrega y Maxius primero observa su consistencia, después percibe el olor hasta darle un corto trago—. No está mal, ¿cómo la nombras?
—Eternally
—Igual que la copa de Inmortally -se burla y niega— pero si su sabor es diferente. Buenos gustos tienes Kyve.
El susodicho le hace una rápida reverencia. Al enderezarse y desviar la vista en la puerta, de su bolsillo del saco que usa saca un pequeño reloj de bolsillo contando los minutos.
—¿Sigues usando eso?
—Somos presos del tiempo.
Kyve lo deja sobre la barra y por la curiosidad de Maxius, lo agarra, abre la tapa que protege al cristal presionando una vez el botón.
—No muevas ni una mancilla. —Kyve se lo arrebata, lo regresa y lo deja lejos de su alcance— que cada noche es contada como cada segundo.
—Es fácil contar el tiempo Kyve, todo está en la luz —le vuelve a dar un trago a su copa— pero cambiando de tema, aún no aparecen.
—Están por llegar —presta atención en aquellos iguales a ellos que esperan espacidos por cada rincón. Mezclados, de diferentes edades y apariencias. Siendo una multitud. La mayoría vestidos al quedarse atrapados en el siglo XVll. Ella de ampones vestidos y corsé y ellos la mayoría de traje completos de diferentes colores más todos comparten la misma maldición.
—No me extrañaria si Nicolaik es exacto con el tiempo —inquiere Maxius y como todos, al sentir su presencia deja la copa en su lugar y se levanta dándose la vuelta.
El lugar lo consume el silencio, él causando respeto, admiracion se adentra acompañado de Sasha hasta detenerse en el centro ganando la mirada de cada uno al considerarlo el primero, un líder, un protector, un mentor, la máxima autoridad en su sociedad.
—Nos hemos reunidos para tratar asuntos importantes que nos concierne a todos.
Sasha se aleja unos pasos y se sitúa a pocos pasos de él apoyando su sombrilla negra aun cerrada en su brazo.
—Hay rumores, todo el pueblo ya sabe que a Neevil han entrado tres nuevos mortales —agrega colocando sus manos en sus bolsillos delanteros.
Nicolaik Vleid puede causar el miedo cuando se trata de un asunto serio que los expone a todos.
Como todos, comparte la excesiva palidez y altura. Con su cabello negro revoltoso, vestido con un sencillo atuendo de camisa roja doblada hasta sus codos con el resto de su atuendo de pantalón, chaleco y zapatos, de color negro. Más es el único que tiene una línea oscura que comienza desde su pecho y sube hasta su cuello quedando visible al igual que unos blanquecinos y puntiagudos colmillos más grandes que todos al hablar.
-Yo he escuchado rumores interesantes —toma la palabra Maxius desde su lugar captando su mirada—. La loca de los gatos, les permitió la entrada otra vez.
—La Bruja Agnes siempre interviene con los visitantes —emite Kyve detrás de la barra.
—Y lo empeora, los guió hasta Baker. Nosotros mismos los vimos entrar a su escondite —menciona Sasha—. Hay un niño que tiene el mismo cabello blanco que él. Su único descendendiente a venido hasta nosotros.
Ríe contagiando la risa de varios.
—¿Cúal es el plan? Pronto sabrán de nosotros y no creo que un mortal a esa edad nos pueda detener.
—Si es un Baker, es riesgo para cada Vleid —emite Nicolaik— él es el próximo y nada le quedará para atacarnos.
Los sume el silencio, cada uno asiente.
—¿Qué hay de las dos mortales? Ya se sabe que una es la progenitora del mortal más pequeño. Hijo de Jhon Baker —retoma otra vez la palabra Maxius— ¿Quién es la otra?
Nicolaik esta por responder cuando su presencia causa más la atención al siempre usar esa manera inusual, exagerada y dramática de entrar. No solo él, detrás suyo diez de los suyos con marcas de colmillos en sus cuellos.
—Tienen la suerte que les tenga útil información.
—Nunca vienes a las reuniones Blood.
Nicolaik lo observa avanzar hasta el centro mientras se ajusta sus guantes negros de cuero y se acomoda su gabardina.
—Copa Somber —extiende su mano y con rapidez su primer sirviente se encarga de llenar una copa única para él y se la coloco en la mano permaneciendo detrás de él con sus manos en su espalda como el resto— Solo cuando un asunto causa mucho mi atención, me siento obligado a salir de mi guarida Nicolaik —le medio sonríe.
El castaño se da la vuelta y ante la vista de todos, le da un trago a su copa.
—Ya no es un rumor cuando es certero —ensancha su sonrisa, sus dientes manchados de carmín—. Una de ellas es la hija de Baker.
Enseguida los murmuros comienzan, apenas Nicolaik levanta su mano regresa el silencio.
—¿La hija de Baker? —Sasha da un paso adelante— No es posible cuando años atrás Nicolaik y Madre se deshacieron de cada pariente de Baker ¿así fue verdad?
Todas las miradas son puestas en él.
—Certero, primero fue su hijo pero ella no comparte un parentesco con Baker. No heredó el cabello blanco y confirmé mis sospechas cuando por el mismo Baker y Jhon revelaron que ella no es igual a ellos. Su hijo es el legítimo —hace una corta pausa— Cuando mantuvo algo impropio con una mortal de Valoltli primero procreo a Jhon Baker y tres años más tarde, Everit Salmert lo reemplazó concediendo a... Nea Baker —su nombre le causa repulsión— y él ya lo sabia así que no heredó su poder, no tiene magia, solo es una donante más del montón.
—Pero es una Baker si el mismo la crió —espeta Sasha.
Ante el prolongado silencio, Nicolaik vuelve a tomar la palabra:
—Si es una amenaza se elimina, si es una donante más cualquiera puede drenarla como a la otra pero del único descendiente de Baker, me encargaré yo personalmente ahora que está aquí, a mi alcance. Sin ningún Baker seremos libres, sin ningún Baker, Scarlet volverá. Todo esto es por ella.
Sus palabras causan una enorme sonrisa en cada integrante Vleid.
—Segundo punto —agrega— Llegó la parte favorita del día. Es de noche en Neevil y ya pueden salir —observa a cada uno—. Conocen las reglas. Drenar mortales y mantenerse lejos del radar de los Cazadores si en todo caso se cruzan con alguno, procuren una muerte torturante —sonríe con maldad- Sean libres, atentos al tiempo y vayan por sangre hasta que queden satisfechos.
Tan pronto, uno a uno se marcha siendo sombras exparcidas por todo Neevil hasta quedar entre pocos los primeros cinco de ellos.
—Reunión culminada, mi presencia retirada.
Blood se da la vuelta listo para marcharse.
—Hablaremos en tu guarida Blood y sabes perfectamente de qué.
Ensancha su sonrisa, su voz se dirige a él más su mirada se cruza con la de Maxius.
—Serás bien recibido y te estaré esperando con una copa Nicolaik —borra su sonrisa y avanza a la salida— Vámonos Somber.
—Si, amo.
Sus sirvientes lo siguen uno a uno hasta desaparecer con él.
Nicolaik niega y se acerca a Sasha.
—Lo hiciste bien, por algo Madre te dejó a cargo.
—No estaré conforme hasta que Baker deje de existir —se inclina a besarla.
Mientras, a poca distancia Maxius gira su cuerpo al perderlo de vista.
—Blood te debe otra copa, se la llevó— sin respuesta —Kyve— observa en el mismo punto que él— Ah, ¿sigues ocultando el deseo por Sasha?
Su comentario causa su atención y en el mismo tono bajo, Kyve le responde:
—¿Y tú sigues tras querer la atención de Blood?
Maxius se encoge de hombros.
—Han sido por siglos y aún no me rindo.
Kyve niega y se voltea. Del estante detrás suyo comienza a agarrar frascos de diferentes tamaños todos vacíos.
—¿Saldrás esta noche? —usa el intento de cambiar de tema.
—Si Blood está afuera, voy a expiarlo —mira con aburricion sus anillos. Ante la idea sonríe ampliamente—. Te propongo algo Kyve.
—Me niego —le responde de inmediato mientras entre sus brazos deja cada frasco.
—Solo es una inocente propuesta —apoya sus manos sobre la barra.
—Te conozco Maxius —Kyve se voltea—Tus propuestas te favorecen solo a ti.
—¿Una apuesta?
—Es lo mismo.
Maxius se inclina sin borrar su maldad natural.
—En un mes...
—Otra vez no.
Kyve rueda los ojos.
Maxius ignorando su acción continúa:
—En un mes, te apuesto que lograré ser el sirviente de Blood.
A Kyve se le escapa una risa burlona.
—Ni en todos estos siglos lo haz logrado, en poco tiempo no lo creo.
—Pruebame del sentido que voy a lograrlo —extiende sus manos a los lados y se inclina hacia la barra bajandolos lentamente —Si lo cumplo tendrás que confesarle el deseo que sientes hacia Sasha, si pierdo y vencido ese plazo, dejaré de molestarte con lo mismo —esta vez sitúa su mano en su pecho— palabra de Vleid.
Kyve niega.
—¿Para qué? Entre Vleid no podemos estar juntos, desearnos de esa forma - gira a verlos, Sasha y Nicolaik esta vez hablan con otros integrantes Vleid ajenos a ellos.
—No conozco esa regla que lo prohíba, así que esa no es excusa Kyve.
Causa su atención nuevamente.
—Será en vano, ella está con Nicolaik, nunca estaré a su altura, lo prefiere antes que a mi.
—No se ha dado la oportunidad de conocerte —ante su silencio Maxius extiende su mano hacia él—¿es un trato?
Kyve dura pensativo hasta que decide:
—Acepto —extiende su mano y esta por tocarlo cuando Maxius la aparta con rapidez.
—Que sea más interesante —se hace un corte en la palma de su mano donde un líquido rojo oscuro brota — Trato de sangre.
—No voy a conectarme contigo por medio de sangre.
—Va a desaparecer en un día Kyve, no eres a quien quiero marcar y conectar conmigo pero conoces la regla, si aceptas el trato de sangre y alguno de los dos no lo cumple...
—Sentirá un dolor agonizante por toda su eternidad —termina por él y resopla—. No ganarás esta vez Maxius —se hace el mismo corte hasta juntar sus manos, cada sangre mezclándose- Trato de sangre— lo suelta cada una de sus heridas sanando.
—Ve pensando tu declaración a... —Maxius señala a Sasha con su cabeza cuando de reojo la mira acercarse—. Yo comenzaré hoy mismo mi convencimiento con Blood.
Se voltea y en cuestión de segundos sale por la puerta.
Kyve niega, no es la primera vez que apuesta con Maxius cuando se conocen de siglos sin embargo siendo el único que conoce su secreto lo usa a su favor siendo antes por cosas con un menor valor.
Resopla y con los frascos entre sus brazos rodea la barra y se dirige a la puerta.
—¡Kyve! ¿No me vas a saludar?
Se paraliza al verla frente a él, a pocos pasos.
—Sasha —carraspea.
—¿Conservación de sangre? —le apunta los frascos descolgando su sombrilla de su brazo.
—Siempre se debe almacenar. Además tengo que... preparar nuevas copas de sangre.
Sasha le sonríe mostrando sus colmillos.
Enseguida Nicolaik llega a su lado.
—La noche no es duradera, salgamos ahora —fija su vista al frente—. Kyve.
—Nicolaik —él baja la cabeza sin sostenerle la mirada.
—Nos vemos pronto, Kyve.
Sasha se despide de él, se engancha del brazo de Nicolaik y juntos salen, seguido Kyve siendo el último, cierra la puerta.
Sin ninguno ocultar su real apariencia.
Contando los segundos, minutos y horas que perdura la noche.
Entre la oscuridad siendo libres por todo el pueblo de Neevil.
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Nota de escritora:
Al fin, pueden leer uno de mis primeros capítulos favoritos de esta historia. Poco a poco iran conociendo sobre cada integrante Vleid cuando cada uno tiene su propia historia. Cuando es evidente lo que son.
Y para esas lectores/lectoras que han leído sobre los vampiros de Saga Vampire Darks quiero aclarar que no son los mismos que los de aquí en Darkside. Los de Neevil tienen otras creencias, reglas, no pueden salir de día, no tienen un anillo solar y su descendencia vampirica es muy diferente que poco a poco iran descubriendo.
Para más memes de la historia de cada capítulo sigan en Instagram loca_lectoraw.
Gracias por seguir leyendo y atentos en las próximas actualizaciónes 🍷⚰️
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