✝ Capítulo Extra: La libertad de soñar
✝ Antes de leer, este capítulo extra es después del Final de NEEVIL, antes del Epílogo, para mayor entendimiento, leer con atención. Disfruten su lectura.
"Los sueños se cumplen"
|Draven Villeel|
El bosque oculta un sin fin de secretos.
Los sobrevivientes de Neevil, gozan de su anhelada libertad. Cada uno toma distintos caminos tras despedirse mientras se adentran más y más al bosque. Lejos de un pueblo maldito que alguna vez, existió y los atrapó por años.
La Bruja Morgan, la única en no despedirse de nadie, se dio la vuelta sin antes darle una última mirada a la portadora de luz como aquel pequeño Baker de cabello blanco que le recuerda mucho a su propio hijo y creyó perder.
Su preciado Caleb.
Con lágrimas en sus ojos y un gran dolor en su pecho, retomó su camino. Le fue difícil despedirse del fantasma de su hijo como la impotencia de no entrar a salvarlo.
Morgan tomó una profunda respiración, escuchó perfectamente las palabras de Nea Baker y con una minúscula sonrisa, siguió su camino.
Al estar lo suficiente lejos, se detuvo y limpió sus lágrimas. Observó alrededor, pérdida en un inmenso bosque como en sus propios pensamientos contradictorios.
«Vuelve por tú hijo»
«Él es Caleb»
«Deben pagar»
-No, Caleb murió -emitió su cordura y volvió a derramar lágrimas ante su dura realidad. -Maldita seas, Mauren -guío su mano a su pecho y se apoyó de un tronco de un árbol. Cuando controló su llanto, retiró su mano y observó con detenimiento su palma, un debil poder de magia fluyó de ella y con una sonrisa maliciosa, detalló con detenimiento su don-. Malditos Vleid.
Pasó saliva, consciente que una batalla surgió por portadores de magia contra vampiros. En una rivalidad por siglos, todo el aquerrale fue obligado al enfrentamiento sin tener oportunidad de negarse. En aquella época, liderados por Jhony Baker con crueles sacrificios encomendados por Mauren Agnes.
Morgan a sus 15 años perdió a sus creadores que alguna vez estuvieron en contra de Jhony Baker cuando para ellos, el vampirismo permaneció por él. Parecía una celebración cuando creyeron que los habían derrotado como al Vleid más antiguo hasta que descubrieron aún existir una vampiresa más y ser protegida de su propio líder: Scarlet Vleid.
Los creadores de Morgan, lo culparon por Jhony Baker permitir la existencia de un Vleid más. En desacuerdo, fueron exiliados del propio aquerrale cuando crearon su propio grupo en su contra. Sin embargo, pocos sobrevivieron y entre la presión, eligieron la traición. Una alianza a los Vleid que les costó la vida por el mismo aquerrale que alguna vez, pertenecieron.
Morgan sin más parientes, fue recibida ante su nula participación. Agradeció la oportunidad en su momento, no estar sola y a medida de los años, se arrepintió. El mismo aquerrale fue su prisión por siglos hasta que alguna vez se enamoró de un Brujo, Caleb Morbey con las mismas ideas que ella.
Más todo aquel en contra del mismo líder, era preferible el silencio. Enfrentarlo sería su propia muerte.
Morgan fue alguna vez feliz cuando se enteró de su embarazo. Con Caleb Morbey planeó escapar del aquerrale. Lamentablemente, fueron descubiertos por la misma Mauren Agnes y ante ella, su amado fue decapitado y a la Bruja se le permitió vivir bajo vigilancia del aquerrale. Morgan ilusionada con su bebé, a medida de los meses, su hijo Caleb en honor a su amado, nació y le fue arrebatado por Mauren Agnes apenas lo tuvo en sus brazos. La Madre fue detenida ante el sacrificio, la Madre vio todo con el peor dolor como la sangre de su bebé se derramó en un pueblo maldito, lo único de su hijo, su cráneo y desde ese momento, no volvió a ser la misma.
Siguió en el aquerrale y conllevo el dolor de la pérdida como revivir lo mismo en toda Bruja que alguna vez concebio.
Cada día parecía enloquecer hasta aquella vez en la iglesia, creyó ver a su hijo en Joan Baker y se juró a si misma proteger.
Inconforme por su sufrimiento, en aquel bosque Morgan se hizo un juramento:
-Pagarás Mauren por todo como Jhony Baker -río sin ánimos- con su propia hija- con seriedad, siguió su camino tras abrazarse a si misma- Caleb, te voy a recuperar -juró en un silencio sepulcral.
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Por otro lado, Cassie Willford extraña y con un nudo en su garganta al ver el fantasma de su hermano, se dio la vuelta acompañada de Caston a medida que se despidieron de todos. Recibió unas vagas gracias y una falsa sonrisa, demostró.
-¿Estás bien, Cassie?
Ella se abrazó a si misma a medida que se adentraron más al bosque.
-No -le confieso- vi a Thiago -giró a verlo-. Reviví esa herida interna que no sana ni con magia, Caston.
-Ha sido libre de Neevil -él giró a verla y se detuvo.
Cassie lo imito y suspiró.
-Lo sé, eso le agradezco a Nea Baker. Por ella, Thiago va a descansar en paz y yo he sido libre.
-¿Qué piensas hacer?
-No lo sé, Caston -le respondió y fugazmente observó a su alrededor- por cinco años estuve encerrada en un pueblo maldito matando Nocturnos, esa era mi vida y ahora que estoy fuera, tengo miedo de enfrentar el Mundo real.
-¿Miedo? -Caston negó-. Eras la Comandante Willford que no le temia a vampiros -ella se encogió de hombros- cuenta conmigo Cassie para enfrentar juntos el mundo.
-Gracias 4898.
-Caston para ti -le sonrió- ¿Tienes algún lugar dónde ir?
-No, no tengo nada -Cassie bajó su brazos- pero buscaré la manera de ir a Riverdale, ahí vivía Thiago antes de hacerlo venir a Neevil y buscaré su hogar, ahí debe tener algo que pueda usar o recuerdos de él -emitió con tristeza.
-Puedo acompañarte si estás de acuerdo. -Ella asintió y Caston ante su mirada y permiso, lo abrazó rápidamente- por el momento, puedes quedarte conmigo -agregó al alejarse-. Estamos en Valoltli y mi hogar no queda lejos de aquí. Si no me equivoco, por los meses que estuve en ese pueblo, aún debo contar con mi propio escondite.
-¿Tú propia Fortaleza?
-Mi lugar de trabajo. -Caston le hizo un ademan de cabeza y Cassie comenzó a seguirlo a su paso-. Ahí pasé varios años de mi vida con mi reducido equipo, Matt, Nery que quisieron acompañarme a este pueblo, el mismo donde perdí a Jace y a Katia -suspiró con tristeza-. Nea trabajaba para mi pero meses antes, se retiró.
-Me gustaría conocer ese lugar.
Caston asintió y guiada por él, ambos se dedicarnos a salir del bosque. Entre una caminata extensa, entre conversaciónes vagas, ambos llegaron al centro de Valoltli.
-Me creerás si te digo que todo me parece distinto a como recuerdo.
-Valoltli a cambiado. -Caston concentrado en la ubicación siguió avanzando- ¿De dónde eras antes de...?
-De todas partes pero el último lugar donde estuve fue Mihall.
Caston asintió y cuando llegaron ante una puerta de metal, se detuvieron al mismo tiempo.
-Aquí es -le indicó mientras buscó las llaves en una maceta cerca.
Cassie Willford observó la fachada como el lugar solitario a su alrededor.
-¿Reservado?
-No me convenía que me encontraran. Pocos conocen mi ubicación -Caston al encontrar la llave, abrió la puerta y la empujó encontrándose en el suelo con varios sobres- sorpresa, es parte de mi trabajo -los agarró del suelo, se enderezo y se volteó - entra.
Cassie con una media sonrisa, cruzó y él cerró la puerta en cuanto ambos estuvieron dentro.
-¿Regresarás a tu anterior trabajo?
Caston revisó rápidamente cada sobre con fechas distintas de meses y negó.
-Quiero otra vida -avanzó al mismo tiempo que ella y dejó los sobre sobre una mesa- dejaré de ser un asesino y que me contraten por eso. No me quejo de la paga pero no lo quiero hacer toda mi vida ahora que encontré paz por vengar a Tatiana.
Cassie notó un espacio de tiro y siguió avanzando. Ambos giraron hacia un pasillo.
-Eres un gran hombre, Caston.
Él le sonrío y la guío a un cuarto.
-No dejaré de trabajar para la justicia, siempre he matado a quienes lo merecen. Tal vez, me acepten como policía o verdadero soldado -bromeó y se detuvo a abrir una puerta- ¿a qué te vas a dedicar?
-Me retiré como Comandante, quiero otra vida distinta como tú Caston. Por un tiempo, dejaré de matar.
Compartieron una fugaz mirada y Caston abrió la puerta y se adentro. Enseguida Cassie Willford lo siguió notando las capas de polvo.
-Es un desastre que tendré que limpiar pero aquí te puedes quedar, me quedaré en otro cuarto que les asignaba a mi equipo.
-Estuve en un pueblo maldito con peores condiciones, esto puedo tolerarlo.
-Perfecto -Caston Grenm se detuvo y se dio la vuelta-. Bienvenida a tu nueva vida, Comandante.
Ella anuló la distancia y se detuvo frente a él.
-Gracias Caston -humedecio sus labios varias veces- tendremos que iniciar de nuevo y no me digas más Comandante -dio un paso adelante- para ti, Cassie nada más -bajo su atenta mirada se inclinó a besarlo siendo correspondida hasta que marcó distancia.
Caston sorprendido, humedecio sus labios.
-No esperaba ese beso viniendo se ti.
-Tú lo hiciste mal aquella vez.
Cassie retrocedió un paso con sus manos en su cintura y sin previo aviso, Caston volvió a besarla con intensidad.
Con una mano en su cintura, la acercó más a él y la otra la guió a su nuca al medida que ambos retrocedieron hasta chocar con un viejo sillón. Enseguida Cassie terminó recostada con Caston sobre ella y cuando cortaron el beso, compartiendo una intensa mirada.
-¿No creés que es demasiado... apresurado?
-No -le respondió ella tras mantener sus piernas flexionadas en sus caderas-creo que hasta nos tardamos. Desde el día uno que te conocí, lograste mi atención, muy apuesto -delineo con un dedo sus labios- y en varias ocasiones, te deseé.
Caston sonrió ampliamente.
-Quiero conocer todos los secretos de Cassie Willford.
Ella le regresó la sonrisa, deslizó su mano hasta su nuca y lo jalo hasta lograr besarlo.
Entre besos intensos, cada prenda sobró hasta entregarse mutuamente con deseo.
...
Cassie en ropa interior, se sentó en el sillón y se recargo en el respaldo.
-Años sin estar con un hombre de esa manera.
-Espero buena calificación. -Caston tras ajustar su camisa, giró a verla.
-Cumpliste mis expectativas.
Él sin soportar más, se inclinó a besarla a medida que separó sus piernas y anuló la distancia.
-Caston -rápidamente ella lo alejó y suspiró- los dos, somos adultos, no perderé mi tiempo en un romance adolescente -él divertido la observó fijamente- quiero algo serio contigo.
-Estamos totalmente de acuerdo Cassie. Los dos tenemos la oportunidad de amarnos.
Ella guió su mano a su cabello y sus dedos deslizó entre cada hebra.
-Sé que vas a complacerme Caston pero seré sincera contigo, no quiero hijos, no por ahora -se inclinó a besar su mejilla castamente- solo quiero a un hombre que me ame como yo lo amo -le sonrió- fue la última vez que no usamos protección.
-Fue un deseo apresurado Cassie y respetaré tú decisión. El tiempo juntos, lo dirá pero de una vez te digo -se inclinó a besar su cuello castamente hasta dirigirse a su oído- quiero que seas la madre de mis hijos -se alejó un poco logrando ver su rostro- quiero formar una familia contigo, Cassie.
-Una familia -ella repitió con ilusión y emoción en su voz ante ese futuro plan - si Caston, me encantaría ser tú mujer y tú el padre de unos futuros hijos.
Entre el deseo del momento, volvieron a besarse con fervor entre caricias de por medio.
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Mientras tanto, Nery fue guiada por Matt por su miedo al bosque hasta lograr salir.
-Te dije que sabía el camino.
-Matt, nos perdimos tres veces.
Él río, se encogió de hombros y a mitad de la carretera, se detuvo y levantó su mano.
Nery suspiró y se abrazó a si misma.
-¿Qué haces?
-De alguna manera debemos regresar a casa -giró a verlo ante la ausencia de autos- no creo que Caston nos reciba de nuevo.
-No tengo casa, mis padres no quieren verme, para ellos estoy muerta y por eso elegí esa vida como asesina cuando conocí a Caston y me dio la oportunidad -Matt suspiró y se acercó a ella- ¿Y si volvemos? Tal vez podemos encontrarlos.
-Nery, podemos intentar otra vida. Creenme ya estuve muchas veces cerca de la muerte que no quiero seguir con lo mismo.
-Es lo que sabemos hacer Matt.
Él situó sus manos en sus hombros y la observó fijamente.
-Tengo una idea, podemos ir a casa de mis padres. Nos van a recibir. Mencionaste vivir juntos.
-Si, porque ellos desconocen en que lios andabas Matt -hizo una mueca- pero no estoy segura.
-Tuve que mentirles Nery -él retiró sus manos- nunca sabrán que su hijo es un asesino a cambio de dinero fácil. Prefiero que crean que quise darme la oportunidad de valerme por mi mismo. Ellos mismos me repitieron -colocó sus manos en sus cintura- Matt, regresa cuando quieras -le sonrió- y te voy a incluir.
-No creo que tus padres me reciban Matt, soy una extraña.
-Ya te habían visto una vez.
-Si, en Navidad hace un año cuando Caston nos dio libertad ese día y nos invitaste a tú casa, Nea se negó a ir.
Matt asintió ante los recuerdos.
-Vienes conmigo Nery, no te dejaré sola -él la sostuvo de las manos- tendrán que aceptar a mi novia.
Ella frunció el ceño.
-¿Novia? Matt, nunca me haz pedido que lo sea.
Él río sin ánimos, la soltó y rasco su nuca nervioso.
-Eso es cierto -Nery se cruzó de brazo y fingió molestia- ¿Quieres ser mi novia? No tenemos que ocultarnos más.
Nery suspiro y rió ante sus palabras.
-Matt, solo a ti se te ocurre de esta manera -bajó sus brazos y nerviosa asintió - pero si quiero serlo.
-¡No se diga más! ¡Eres mi novia! -se inclinó a besarla.
No obstante, escucharon un auto pasar y rápido cortaron el beso tras Matt correr detrás del auto entre gritos.
-¡Matt, espérame! -Nery lo siguió hasta que ese auto se detuvo como un Matt agitado.
-¡Amor, nos llevarán! -él emocionado, le agradeció a la mujer frente al volante y abrió la puerta de atrás.
Nery sorprendida ante su convencimiento, se obligó a confiar y al llegar al auto, ambos se subieron.
-Muchas gracias, Señora.
-Descuiden, parecían perdidos -la mujer río y comenzó a conducir- ¿De dónde vienen? -desde el asiento de atrás, ambos compartieron una mirada incómoda- ¿Por qué estaban solos?
-Ah... vinimos a acampar al bosque y nos perdimos -le respondió Matt- unos amigos nos trajeron pero discutimos con ellos y se fueron. Así que nos abandonaron y pedimos ayuda.
Nery asintió ante su cuento falso.
La mujer extraña, los observó por el espejo y fingió una sonrisa.
-Que malos amigos -pasó saliva- ¿Dónde los dejo jovencitos?
-Valoltli, por favor. Le diré la dirección.
-Es muy amable, Señora -le dijo Nery y sostuvo de la mano a Matt en todo el camino.
Tras llegar a su destino, ambos bajaron del auto y le agradecieron a la mujer. Nery guiada por Matt, llegaron a una casa en el centro de Valoltli y el joven castaño tocó la puerta.
-Presiento que me van a regañar.
-Meses sin visitarlos, Matt.
Sin soltarse de las manos, esperaron hasta que la puerta fue abierta por una mujer con cabello castaño con varias canas.
-¿Si?
-Hola mamá.
-¡¿Matt?! -ella cubrió su boca al verlo frente a él- ¡Hijo! - exclamó al bajar su mano y se acercó a abrazarlo.
Nery incomoda, se cruzó de brazos.
Cuando se alejaron, por su Madre, Matt recibió un jalón de orejas.
-Nos tenías muy preocupados por ti, ni una llamada Matt.
-Ma... por favor, suéltame -entre quejas fue libre de su agarre y retrocedió - no enfrente de mi novia.
La mujer desvío la vista en Nery.
-Hola muchachita.
-Hola, Señora -ella bajó sus brazos y extendió su mano hacia ella- Soy Nayeli Forbet.
-Te he visto en algún lado.
-Vino en Navidad, mamá.
-Oh, claro. La muchachita que no dejabas de ver y estabas todo embebecido.
-Madre -resoplo Matt.
-Entren los dos -su progenitora les permitió la entrada. Al estar dentro cerró la puerta y avanzó al interior de la casa, feliz llamó a su esposo.
-Así que, te guste desde antes -le dijo Nery a medida que siguió a la mujer con Matt a su lado.
-Fue desde que te conocí. El día que Caston me presentó ante el grupo pero creí que no te fijarías en mi hasta que en esa reunión que hicimos para celebrar las ganancias, me besaste.
-Estaba ebria Matt y tomé el valor para besarte y ya sabés que pasó después -no evitó el rubor en sus mejillas.
-Desde entonces fue sexo repetitivo -le dijo en voz baja.
Ella le dio un golpe en el hombro y ambos llegaron a la sala. Enseguida Matt fue abrazado por su padre al verlo después de mucho tiempo.
Nery cordialmente lo saludo y tras hablar con ambos, fue guiada por Matt a su habitación.
-Tienes una gran familia, Matt.
-Lo sé, mis padres son lo único que tengo -él cerró la puerta detrás suyo tras Nery entrar.
-Al menos me dieron la oportunidad de quedarme por un tiempo.
-Si, lástima que en habitaciones separadas.
Ambos rieron.
Nery observó atenta su habitación, una cama en el centro con sábanas grises como un armario en una esquina. Las paredes blancas con trofeos y un balón en la repisa.
-Me mandarán a la habitación de huéspedes, creo que es su castigo.
Nery negó y rodeo la cama hasta llegar al buro.
-No quiero robarte tú habitación.
-Nah, lo mio es tuyo -Matt la siguió-novia.
-Gracias, novio -Nery le sonrió y fijó la vista en una foto sobre el buro. Borró su sonrisa y sostuvo el recuadro al ver a los cuatro, juntos sonriendo en una noche de navidad- me siento mal por Katia y Jace.
-Yo igual, no lograron salir de ese pueblo del diablo. -Matt detrás de ella, apoyó sus manos en su cintura como su barbilla en su hombro tras ver la foto donde se aparecen ambos con sus amigos.
-¿Qué les vamos a decir a los padres de Jace y a la hermana de Katia? Yo no podré darles la noticia.
-No nos van a creer. Su muerte por vampiros les será difícil de aceptar y no tenemos sus cuerpos. -Nery dejó derramar las lágrimas- pero en alguna ocasión, Caston después de lo que pasó con ellos, mencionó que si lograba ser libre de Neevil, les daría la noticia a sus familiares. Podemos ayudarle a buscarlos y que él se encargue.
-Nuestros amigos merecen su funeral Matt y sin sus cuerpos, es imposible ni sus cenizas tenemos.
-Contamos con Nea, ya sabés, con su don puede hacer lo mismo que hicieron con su hermano.
Matt se alejó de ella y la obligó a darse la vuelta.
-Van a descansar en paz, estoy seguro que están juntos.-Nery asintió y limpió sus lágrimas.-Ven aquí- la jaló a abrazarla mientras los invadió el silencio.
-¿Matt? -Él musito y se alejó de ella-lo que les dije a todos es cierto. Quiero en un futuro casarme contigo.
-Tendremos nuestra propia boda -Matt se inclinó a darle un casto beso en los labios- pero no más vampiros.
-Nunca más -ambos rieron y se volvieron a abrazar.
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Para Yane, le fue difícil asimilar todo lo ocurrido. Con lágrimas en sus ojos, se despidió de Nea Baker como de aquel niño de cabello blanco que le robó el corazón. Más juró volver a verlos mientras se dedicó a seguir con su vida.
Le fue difícil salir del bosque, más logró pedir ayuda y consiguió hospedaje en un posada de Valoltli con una anciana comprensiva más le oculto lo que vivió. Calló el secreto del pueblo de NEEVIL.
En las próximas semanas, consiguió un trabajo para ganar dinero suficiente para irse a Sherville y fue a visitar a sus padres al cementerio. Después se quedó en dicho pueblo y consiguió un trabajo estable como mesera en un restaurante.
Con un sueldo bajo, con sus ahorros rentó en una pequeña casa y en varias ocasiones, visitó a Nea Baker y a Joan Baker dada la oportunidad al mantenerse en contacto.
Ese día, Yane curiosa por una librería, entró y ojeo a su alrededor. Avanzó y observó atenta la repisa de cada libro.
De pronto, una joven encargada se acercó a ella.
-Hola, bienvenida ¿en algo puedo ayudarle?
Yane al verla, le sonrió apenada.
-Busco un libro, hace años que no leo.
-¿Qué género te gustaría?
-Un libro de... vampiros -le respondió en voz baja.
La encargada asintió.
-Por aquí tenemos muchos libros de fantasía con esos temas.
Yane la siguió con la curiosidad a flote sobre el vampirismo que ella mismo conllevo todas las noches, día a día en todo el tiempo en Neevil.
Apesar de estar enterada de ciertos detalles, los Vleid le siguieron siendo desconocidos como le quedó el existente miedo pese a que sabe que dejaron de existir.
«No hay peligro, Yane»
«No más encierro, no más temer por tú vida cada noche»
Se repitió tantas veces.
La encargada le mostró muchos libros que Yane curiosa revisó.
-Gracias -giró a verla tras elegir un libro con una portada llamativa de un corazón en mano con rastro de sangre- ¿Tienen libros para niños pequeños? -pensó en un obsequio para Joan Baker.
La encargada le hizo una seña y Yane la siguió a otro pasillo.
-Elige el de su gusto, permiso.
La castaña le volvió a agradecer y buscó entre cada libro hasta elegir uno de título: El principito.
Sonrió y con ambos en libros en mano, se dirigió a pagar.
Cada libro con distintas historias causó la atención de aquella joven sobreviviente que vivió la suya propia. Por años, se sumergio en libros sin encontrar las respuestas a sus dudas más Yane desistió la idea cuando creyó estar a salvo de vampiros.
Con los años, se preparó, siguió sus estudios al punto de gustarle tanto el gusto por los libros para comenzar a trabajar en una editorial y como editora, vio talento en Joan Baker y encontró a su propio escritorio favorito como Draven Villeel tras animarlo a contar la historia de un pueblo maldito.
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Los primeros días fueron difíciles para Nea Baker tras no saber que hacer bajo el cuidado completo de su sobrino.
En dadas ocasiones usó su don para salir del bosque justo como aquel día:
Al ser los únicos, retomaron camino sin Nea soltarlo de la mano tras sostener el jarrón con las cenizas de Carolina Walsh como Joan Baker a Lucky entre sus brazos.
-¿A dónde vamos tía Nea?
Ella suspiró cuando no tuvo una respuesta a su pregunta.
-Encontraremos un refugio Joan, pero antes tenemos que salir de este bosque mientras sea de día -le respondió con un mal presentimiento a medida que se alejaban.
-¿Él vendrá?
Sus palabras la hicieron detener como al mismo tiempo al pequeño Baker.
-Ese vampiro está muerto, Joan.
Él bajó la vista.
Nea tomó una profunda respiración y retomó el camino jalando a su sobrino con cuidado.
-Quiero ir a casa.
-No tenemos casa Joan.
-Con mi mami, tenía casa antes y era bonita.
Nea lo observó fugazmente.
-No lo dudo pero no podemos regresar a Sherville, primero iremos un lugar aquí en Valoltli -pensó en su antigua hogar provicional. La posada de la Señora Elena.
-¿Me llevarás a conocer el mar, tía Nea?
Ella sonrió y balanzeo su mano con la suya.
-Por supuesto Joan.
El pequeño peliblanco feliz por su respuesta avanzó a su paso hasta que por ella, se detuvo bruscamente.
-Tía Nea -ella lo soltó de la mano al percatarse de sangre deslizarse de su nariz- ¿qué tienes?
-Tranquilo Joan -ella rápido limpió su nariz con su dedo- no es nada.
-Es sangre -emitió Joan Baker asustado y preocupado por ella.
-Es por la debilidad, mi cuerpo me pide a gritos un descanso -se esforzó en caminar cuando un dolor la detuvo-maldición.
-¡Tía Nea! -Joan soltó al gato negro y recurrio a ayudarla.
Nea entre una mueca no dejó caer el jarrón y con su ayuda, tomó asiento en una roca. El pequeño Baker intentó sanarla más su don no fluyó y provocó sus lágrimas.
-Estoy bien, Joan. No te esfuerces -ella acarició su mejilla y le entregó el jarrón al inclinarse.
Percibió ardor en todo su cuerpo como un mal sabor de boca que le causó una arcada y un vago mareo.
-¡Ayuda!
-Joan -ella le pidió guardar silencio-no hay nadie aquí- al recuperarse, se enderezo- agh, ya pasó- observó sus manos temblar de frío como lucir mucho más pálida.
El Conector con el jarrón en sus brazos espero paciente su total recuperación hasta que por si misma, Nea se puso de pie.
-Sigamos -avanzó tras agarrarlo de su mano- Lucky -le llamó al gato que en todo momento los siguió.
Constantemente, Joan la observó fugazmente atento hasta que ambos lograron salir del bosque.
Nea pérdida con los recuerdos del pasado acechando su memoria, se detuvo con su sobrino al mismo tiempo sobre la carretera.
-Tía Nea, tengo hambre -Joan movió su brazo- Tía Nea- se soltó de su agarre y la jaló de la blusa hasta que ella reaccionó.
-¿Qué? -bajó la vista al verlo.
-Tengo hambre.
Nea se situó frente a él y se inco a su baja tamaño.
-Ayúdame con esto Joan -sostuvo sus manitas unidas a las suyas- concéntrate por favor y nos iremos de aquí.
-No quiero usar mi don -ella lo observó fijamente- es malo.
-Malo es quedarnos Joan y que la noche llegue -él negó con miedo varias veces. Nea se obligó a calmarse y le sonrió- intentemos usar nuestro don, solo una vez más.
Tras dudar, Joan asintió y entre su don compartido, de cada uno fluyó su don.
Débil más lo suficiente para Nea transportarlo frente a la posada.
Sin causar las miradas ante la calle solitaria, Nea suspiró y soltó a su sobrino. Él abrió los ojos por miedo cuando los cerró y observó a su alrededor.
-¿Dónde está Lucky?
No obstante, un maullido causó su atención y el gato negro pasó entre sus pies.
-¿Cómo es qué hace eso? -bufo Nea-Gato misterioso -más se lo atribuyo a una posible conexión con ella- Lucky nunca nos abandonará, Joan.
-¿Me lo puedo quedar? -le preguntó el pequeño Baker con ilusión y sonrió al recibir su asentimiento.
-Vamos -Nea lo ánimo a entrar a la posada, lo agarró de la mano y se detuvieron al mismo tiempo frente al mostrador. - Hola Elena- la misma mujer, se asomó sorprendida.
-¿Nea? -noto al pequeño a su lado- meses sin verte desde que te fuiste- le pareció extraño el color de su cabello en ambos, blanco por completo.
-Lo sé y necesito tú ayuda. -Nea observó al pequeño a su lado fugazmente- él es mi sobrino, Joan Baker y perdió a sus padres. Así que solo me tiene a mi, yo a él. Es mi única Familia.
-Creí que no tenías más familia.
-Es una larga historia, es hijo de mi hermano.
Elena intrigada rodeo el mostrador y se acercó a ambos.
-Tendrás que contarme todo.
Nea asintió cuando iba a confiar en esa anciana.
-Te seré sincera Elena, no tengo dinero y mi sobrino tiene mucha hambre. Te pido una noche nada más y mañana nos iremos a buscar otro sitio...
-Para nada, pueden quedarse aquí y no te preocupes por el dinero.
-Gracias Elena.
La mujer le sonrió al pequeño.
-Vengan conmigo, los llevaré a la única habitación que tengo disponible y les llevaré de comer.
Nea como Joan la siguieron hasta entrar a su antigua habitación hospeda.
La portadora de luz, suspiró ante los recuerdos de una carta.
-Aquí tienes pequeño. -Elena le dio una barra de chocolate a Joan tras despedirse.
-Bueno, Joan -Nea regresó a la realidad y al presente y giró a verlo- será provicional ¿De acuerdo? Solo esta noche y mañana nos iremos. Ante todo, nos iremos lejos de Valoltli.
Él asintió y compartió la mitad de la barra con ella y gustosos, la devoraron.
Tras comer gracias a la amabilidad de Elena, al caer la noche ambos se refugieron entre las sábanas, compartieron la misma cama y Nea abrazó a su sobrino al verlo temblar de frío.
Ante la situación y petición de Joan, Nea dejó las luces encendidas por su miedo a la oscuridad.
-No te va a pasar nada. Aquí estoy.
-No le tengo miedo al monstruo que se esconde debajo de la cama, tía Nea -ella giró a verlo- es al vampiro.
-No existe y no volverá a asustarte ¿De acuerdo?
Joan asintió y entre sus brazos, el sueño lo venció.
Para Nea, le fue difícil conciliar el sueño la primera noche libre de Synerdale.
Sin dejar de ver a su sobrino, duró horas en dormir hasta que logró hacerlo más una pesadilla la despertó.
En la pesadilla revivió el mismo bosque, esta vez de noche.
Inhalo y exhalo varias veces y logró calmarse al verse en aquella habitación, sobre la cama con su sobrino.
-Un mal sueño -emitió para si misma y limpió el sudor de su frente.
De pronto, Joan comenzó a moverse con miedo y entre incoherencias, suplico ayuda.
-Joan -Nea retiró las sábanas, se incorporó preocupada y lo movió- Joan, despierta -situó sus manos en su rostro y lo hizo despertar exaltado-aquí estoy, no pasa nada.
-El... monstruo... tía -Nea lo abrazó y trató de calmar su acelerada respiración con dulces palabras- nos hará daño.
-Shh, no Joan -Nea suspiró cuando siguió su odio a los Vleid- repite conmigo, eres valiente, nadie vendrá a hacernos daño.
Él repitió sus palabras y más calmado, volvió a dormir.
...
-¿Mala noche? -les pregunta Elena al verlos del otro lado del mostrador.
-Pésima -le respondió Nea- gracias por la ayuda pero es hora de irnos.
-¿Tan pronto? -la Bruja asintió- está bien, cuídense los dos.
Con una despedida, salieron de la posada en un resplandeciente día.
-¿Quieres ir al mar?
Joan asintió varias veces sin soltar las cenizas de su progenitora. Mientras Nea sostuvo a Lucky.
Una vez más, Nea usó su don y se transportaron a un amplia playa en Esmeralty.
-Usaste otra vez tú don, tía Nea.
-La situación lo ameritaba Joan -ella soltó al gato que comenzó a explorar el lugar. Extendió sus manos hacia él y el pequeño Baker le entregó el jarrón y juntos avanzaron.
La emoción invadió al pequeño Conector al ver el mar ante sus ojos. Sin la vestimenta correcta en ambos, si darle importancia, se detuvieron frente al agua cristalina.
-Quítate los zapatos -le sugirió Nea y así su sobrino lo hizo- Ven.
Con las cenizas en mano, ambos sintieron la arena bajo sus pies descalzos y con cuidado avanzaron al mar sin adentrarse demasiado.
-¡Me gusta Tía Nea!
-Lo sé, es hermoso. -Nea bajó la vista en el jarrón- De pequeña, tú padre me trajo aquí. Tenía solo ocho años -sonrió ante los recuerdos- Jhon me lanzó contra el agua y lo acuse con tú abuela -giró a verlo- y hoy, tú mami conoció el mar.
Joan con tristeza, guió su mano al jarrón.
-Adiós mami.
Nea carraspeo ante el nudo en su garganta.
-Joan -causó su atención- ¿Te gustaría ver que tú mami volviera? -él asintió- Te juro que lo hará. Buscaremos la manera de Carolina volver a vivir con nuestro don, pero tienes que creer en mi y ser paciente.
El pequeño Baker con ilusión, sonrió.
-¡Si quiero a mi mami de regreso! -obedeció a no tirar sus cenizas- gracias tía Nea.
Ella suspiró y desde ese día, se concentró a cumplir su promesa.
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Nicolaik Vleid, volvió a existir.
Inesperadamente, aquel día alcanzó a tocar de la mano a Nea Baker, muerta bajo la atenta mirada del Conector a medida que usó su don para revivirla.
Como un cadáver ante la conexión, a pocos segundos de dejar de existir calcinado por la luz del día.
-Mal... -con esfuerzo emitió, sustrajo débil magia y al cerrar los ojos, se volvió cenizas.
El vampiro creyó morir.
El vampiro creyó tener su propio descanso eterno.
No esperó el mismo infierno cuando siempre tuvo la creencia de un Vleid simplemente desaparecer y no existir un sitio donde permanecer después de la muerte más siempre le fue una intriga:
«¿Dónde termina el vampirismo después de morir?»
Sin embargo, no puedo comprobarlo cuando despertó aturdido y lo primero que vieron sus ojos fue la copa de los árboles como una incandecente luz.
Nicolaik Vleid con esfuerzo cubrió su rostro con su brazo, extraño de si mismo por seguir existiendo, se sintió completo más fuera de Neevil, eso estaba seguro.
De pronto, sintió ardor en su piel y se obligó a levantarse, débil, sus pies soportaron su propio peso cuando llevó su mano a su pecho y avanzó huyendo de la luz.
Cada pasó fue difícil, cada segundo un retardo para volver a ser cenizas cuando la palidez de su rostro, manos y parte de los brazos, su piel se torno rojiza.
Soportó el dolor en todo el camino buscando donde ocultarse. Apenas se apoyó de un árbol, el frondoso árbol le otorgó una débil sombra más no fue suficiente cuando siguió percibiendo el ardor mezclado con el dolor.
Con una cansada mirada, observó a su alrededor cuando visualizo una cueva. Con un dije de esperanza, emergio de la sombra y justo a tiempo logró cruzar a la cueva.
En cuanto se apoyó de la superficie alrededor, su cuerpo agradeció la sombra ante una oscuridad.
Ante una arcada, expulsó sangre como todo su cuerpo tembló hasta caer al suelo y perdió la conciencia.
El único Vleid cuando despertó, sus ojos se acostumbraron a la oscuridad al ver con detenimiento la cueva. No temio de las arañas arriba de él ni de la oscuridad de fondo.
Desvío la vista en la única salida y no percibió ni un destello de luz.
Supuso que oscureció cuando los recuerdos le invadieron.
Revivió el dolor al ver a su creadora ser cenizas por Nea Baker. Revivió el odio cuando ella ignoró sus palabras y lo hizo como la complicación al matarla.
La subestimo cuando le sorprendió ella misma acabar con su vida con la pequeña espada y a su vez, con la suya.
Más para Nicolaik Vleid, la duda surgió cuando comprobó que siguió existiendo y se lo atribuyó a su don.
Con esfuerzo se incorporó y comenzó a quitarse el chaleco, después la camisa hasta ver la marca en su pecho hasta su costilla como tantear la misma marca en su cuello.
-Baker -pronunció y sonrió con malicia, sus colmillos eran mucho más grandes ante la sed de sangre- si existo, es porque sobreviviste Nea-hizo sus manos puños- y te voy a encontrar.
Gruñó y volvió a cubrirse el torso. Con el chaleco desabrochado, se levantó tras apoyarse de la cueva hasta mantenerse en pie y avanzó a la salida.
En efecto, Nicolaik Vleid percibió la noche cubrir el bosque y lo primero que hizo, fue regresar a la ubicación de Neevil.
Sin embargo, en cuanto dio con la ubicación exacta, no encontró aquel pueblo maldito. No encontró a ningún Baker, ajeno de los pocos sobrevivientes más que un extenso bosque ante él.
El vampiro negó varias veces cuando perdió mucho y sobre todo, desconocía la ubicación de sus enemigos como la oportunidad de recuperar Ancestral.
Cuando finalmente fue libre, se quedó solo.
Con la vista fija al frente, se rindió ante la idea de encontrar Neevil cuando ante sus ojos, había desaparecido más no los recuerdos.
-Hijos míos -anunció la Madre de todo el vampirismo a pocos pasos de la amplia puerta- estamos aquí, vamos a cruzar a su escondite y vamos a matarlos a todos -bajó su abanico y expuso sus colmillos- a Jhony Baker, lo mataré yo -emitió con malicia- ¡Venganza Vleid!
Todos los vampiros convertidos celebraron. Cientos y miles frente a Scarlet Vleid, reclutados en un mismo lugar.
En cuanto Nicolaik se situó a un lado de su creadora, observó la multitud de Vleid. Entre todos, percibió a Blood enganchado del brazo de Sasha, justo al frente de todos con sus sirvientes atrás y a cierta distancia, vio a Kyve con un Maxius molesto, cruzado de brazos a su lado.
Todos esperando la orden de Scarlet Vleid para entrar aquella noche a un pueblo que los iba a encerrar por años sin lograr salir.
Nicolaik Vleid regresó al presente y se dio la vuelta. Cada paso le fue difícil para mantenerse en pie cada vez que avanzó por el bosque en medio de la noche.
No obstante, logró salir al llegar hasta la carretera, desconcertado se detuvo en el centro y percibió un ruido a la distancia como una luz que lo cego por unos instantes.
Cubrió su rostro con su mano cuando ante él, un auto se detuvo y bajó el conductor muy molesto:
-¡¿Qué te pasa estúpido?! ¿Quieres que te atropelle?
Lentamente el vampiro bajó su mano, su garganta ardió por la sed de sangre y sin ocultar su real apariencia emitió:
-Humano -usó todas su energía para alcanzarlo con velocidad y sin previo aviso, clavo sus colmillos en su cuello y succiono su sangre descontrolado ante el manjar a su disposición.
Ignoró sus gritos de súplicas hasta que lo hizo caer al suelo, cerca del auto. En el último segundo, se detuvo y se alejó percibiendo un latido más hasta aquel humano perdió la vida.
Con sangre en su boca, se levantó y recuperó fuerza más la sed permaneció.
Como lo aprendido, Nicolaik Vleid sostuvo de los pies al humano y lo arrastró a una orilla de la carretera y en la colina del bosque, lo lanzó hasta ver el cuerpo oculto.
Sin darle la menor importancia, retrocedió y con una última mirada a la carretera, se marchó con velocidad.
La primera noche, se mantuvo cerca del bosque más encontró humanos para drenar y calmar su sed y en cuanto amaneció volvió a la cueva como su único escondiste durante el día.
Con una mueca observó el cuerpo de una humana, desangrarse justo a su lado. Sentado desvío la vista a la única luz filtrarse a la cueva más por la distancia, se mantuvo en las sombras y tuvo que esperar impaciente la próxima noche.
Entre el tiempo, vio extrañas y desconocidas imágenes en su cabeza.
Sorprendido rápido se levantó y guió su mano a su frente al creer ver a los Baker con una anciana desconocida para él. Su voz detectó distorsionada más era ella.
Nea Baker.
Apenas logró analizar todo a su alrededor cuando la imagen desapareció.
Le causó un dolor de cabeza y sangre brotó de su nariz. Rápido se limpió con el dorso de su pálida mano y sonrió con malicia ante una vaga pista.
...
Cuando oscureció, Nicolaik Vleid volvió a salir. Esta vez se alejó lo suficiente y en el camino bebió sangre de sus propios donantes elegidos sin demorase demasiado.
Reconoció Valoltli cuando vio el letrero más para él, notó el cambio y atento observó cada detalle a su alrededor hasta detenerse frente a una posada, la misma de sus recuerdos ajenos.
Así que ocultó sus colmillos y tocó con su puño, la puerta. En poco tiempo, fue abierta por una anciana que al verlo, le sonrió sin distinguir sus ojos por la oscuridad.
-Buenas noches, joven ¿en qué puedo ayudarle?
-¿Elena? -repitió ese nombre grabado en su mente apenas lo descifro.
-Si, soy yo.
El vampiro sonrió sin exponer sus colmillos para evitar asustarla.
-¿Me permite entrar?
-Por supuesto, pase. -Elena ajena a su identidad, se apartó de la puerta y se dio la vuelta. Él sin problema, logró entrar y cerró la puerta detrás suyo- solo tengo una habitación disponible.
El vampiro con seriedad, la siguió.
-¿Dónde está Nea Baker? -le preguntó sin rodeos. Elena confusa se detuvo y se dio la vuelta- sé que estuvo aquí con un crio.
-No sé de quien me habla -la anciana retrocedió y rodeo el mostrador. Con miedo, trató de marcar en el teléfono sobre la barra- váyase.
Él negó, con velocidad la alcanzó y la sostuvo del cuello.
-La conoció, no mienta -la hizo retroceder a media que ejerció fuerza-¡¿A dónde se fueron?!
Elena sin emitir palabras, se le complicó respirar hasta que su corazón se detuvo.
Nicolaik al darse cuenta, molesto la soltó y sin delicadeza la dejó caer al suelo. Retrocedió varios pasos, se dio la vuelta y buscó en cada habitación.
Aquella noche causó el miedo en cada huésped y todos terminaron muertos con marcas de colmillos que impacto a la sociedad más no encontraron al culpable y mucho menos lo consideraron vampiro.
Las próximas noches, Nicolaik Vleid buscó su paradero al no tener más pistas.
Durante el día se ocultó en sus propios escondites de hogares mortales con la suficiente sangre a su merced y cuando la oscuridad volvía, se dedicó a salir.
Los buscó en Sherville y no los encontró. Su instinto lo hizo llegar a Esmeralty y sin rastro de los Baker.
Frustrado siguió avanzando ambulando por la noche cuando nuevas imágenes lo invadieron:
-Buenas noches Joan -reconoció su voz y vio al Conector frente a ella y ahí lo entendió.
Podía ver todo lo que vieran sus ojos.
-No apagues la luz, tía Nea.
-Joan, tienes que vencer tú miedo -ella lo abrazó- los monstruos no existen.
-El vampiro...
-Shh, te lo voy a repetir de nuevo -se alejó de él y lo hizo verla al sostenerlo de sus hombros- Nicolaik Vleid, murió ¿De acuerdo, Joan?
Tan pronto se esfumo cada imagen en su cabeza sin alcanzar a indagar más.
El vampiro se apoyó de la pared, limpió la sangre de su nariz y sonrió con malicia al ver el líquido carmin en sus dedos.
-Eso creés, Nea Baker -bajó su mano y siguió su camino. Con un único propósito, se dedicó a buscar a los Baker ante vagas pistas cuando le favoreció la conexión.
Mientras el tiempo siguió su curso, en cada noche un vampiro los buscó. Durante la búsqueda con sangre a su disposición, sin limite, sin control en total libertad ante una venganza persistente.
✝ Sigan leyendo SANGRE VLEID 🍷
(Falta un último extra, especial de Halloween, próximamente 🍁🎃🕸️)
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