❦︎ One Shot - Mark Lee ❦︎
Mark fue el ganador de la votación anterior. Al final de esto, les voy a dejar otros 4 para que voten.
Ahora en este shot, tu nombre será éste: Jung MinHee. Repito que esto es únicamente para facilitar la lectura, la protagonista eres tú, con ese nombre. Ahora bien, usen a este Mark.
¡Disfruten!
El lápiz de MinHee se movía rápido contra el cuaderno, causando que el sonido de aquello irritara a quien tenía al lado, pero no era para menos, pues era su mejor amigo, y no le importaba mucho la idea de hacerle irritar.
Lucas no era alguien que se molestara rápidamente, simplemente odiaba que lo hiciera a propósito, aunque ella negara eso. Entendía bien que ya quería irse, pero no era para tanto, además, recién habían entrado en aquel salón y ya quería irse. ¿Para eso iba?
Hwang, su profesor, estaba callado en su escritorio, apenas levantaba la vista cada cierto tiempo para asegurarse de que sus estudiantes estuvieran en lo que les correspondía, era aburrido su trabajo, pero al menos le pagan bien, y con bien se refería a lo necesario para su supervivencia.
La vista de todos los estudiantes se dirigió rápidamente hasta la puerta, que estaba siendo abierta por una de las profesoras que trabajaba en el lugar.
Hwang la observó y se acercó.
Se dijeron unas cuantas cosas, mientras Hwang asentía varias veces, y luego sacó su cabeza fuera de la puerta, y extendió su mano, estrechándola con alguien afuera de su aula.
La profesora los dejó, y la mirada se dirigió nuevamente hasta la puerta, donde un chico junto a Hwang estaban ingresando.
El chico era de estatura media, cabello y ojos negro, y su pinta de internacional, podría no distinguirse en ciertos puntos.
—Estudiantes— habló Hwang, captando la atención de todos los presentes—. Él es su nuevo compañero, por favor, sean respetuosos y háganlo sentir cómodo.
MinHee había observado toda la escena, incluso captaba todos los movimientos del muchacho, empezando desde que comenzó a acercarse hasta donde ella estaba, y fue cuando se dió cuenta del asiento del frente, estaba desocupado, se sentaría ahí.
El pelinegro había llamado su atención.
—Por favor, sigan con sus deberes.
Delante, pudo ver cómo el chico sacaba su libro correspondiente a la materia, y además un lápiz y un lapicero.
Ella trató de concentrarse de nuevo.
Trató de hacerlo.
—Disculpa— la voz del chico frente a ella la distrajo completamente de la página que se encontraba resolviendo—. Hola— sonrió—. Eeh, ¿cuál página están-
—70— se adelantó a decir Lucas a su lado—. Página 70, campeón, ejercicio 3.
—Ooh, gracias— agradeció y se dió la vuelta, pero no sin antes sonreírle nuevamente a MinHee.
Al darse la vuelta, MinHee volteó hacia Lucas, este lo veía con su típica sonrisa mientras levantaba sus cejas, para luego señalarse las mejillas, hechándole en cara su obvio sonrojo.
Ella decidió ignorarlo, antes de quedar peor.
Y la clase se pasó, Lucas de por sí ya comenzaba a molestarla desde que él se volteó, y por supuesto, estaba segura de que no serían las únicas veces.
•
MinHee se encontraba sentada en una banca junto a Lucas, bajo un árbol en el receso, o bueno, estaba acompañándolo a ver a su crush, JungWoo.
—¿Y ya sabes el nombre de mi cuñado?— llevó el envase de jugo de naranja a su boca.
—No me hagas querer tirarte mi leche de fresas, Lucas— puso la pajilla en su boca y volvió a beber, luego lo quitó y respondió su pregunta—. No sé cómo se llama. Tiene cara de-
—Del amor de tu vida— respondió asintiendo.
—Última advertencia, YuKhei— advirtió señalando su leche de fresas.
—Okay, entonces no hablemos de él, terminaré con fresas en la cabeza.
—¿De qué quieres hablar?
—Quiero invitar a Woonie a salir— cuando MinHee lo observó, pudo verlo con su cabeza dirigiéndose al suelo, sonrojado—. Pero tengo miedo que diga que no.
—Xuxi— ella lo tomó por los hombros y le hizo verlo a los ojos—. Vas a invitarlo a salir y él no va a decir que no.
—¿Cómo estás tan segura de eso?
—¿Te explico con palabras o con presentación de diapositivas?
—Bueno— quitó las manos de su mejor amiga de sus hombros—. Las diapositivas no son mala idea.
—Tomaría días, así que confórmate— volvió a colocar la cabeza en su hombro, mientras Lucas observaba a JungWoo a lo lejos.
Los dos se quedaron en silencio, mientras tomaban de sus jugos correspondientes.
Lucas suspiraba cada vez que lo veía sonreír, y su amiga sonreía de verlo de esa manera. Definitivamente estaba enamorado.
—Bueno, ¿vas a explicarme o no?— le tocó la cabeza a la chica.
—No hace falta, Xuxi— acomodó su cabello cuando Lucas quitó su mano.
—Yo quería saber.
—Dios— se levantó—. YuKhei, eres increíble, eres especial, eres único, tú no te puedes comparar con cualquier otro y además, ¿quién no querría estar contigo? Eres simplemente único, Xuxi, y no pienses lo contrario que todos te queremos así, Lucas.
—Creo que con decir “YuKhei, eres especial, él dirá que sí” bastaba, casi me haces llorar— sonrió haciendo reír a su amiga—. Gracias, MinHee, en serio, gracias.
—Sólo digo la verdad— levantó sus hombros.
Quedaron en un profundo silencio.
MinHee mentiría si dijera que no estaba pensando el aquel chico de hermosos ojos y cabello negro.
Le había resultado interesante el hecho de verlo pasar por aquella puerta en la mañana, y la manera en la que había reaccionado también.
Era lindo, exótico y le llamaba la atención, pero no se acercaría a hablarle, definitivamente no lo haría, no era capaz de ello.
—Mira, allá va tu hombre— señaló Lucas con la cabeza.
Y tal como lo dijo, iba caminando solo por el lugar, con su mochila colgada en un solo hombro y su vista gacha. En una mano llevaba una caja de jugo, que podía distinguirse a lo lejos.
—¿No irás a hablarle?
—Sí claro, sólo déjame y te saco de tu ensoñación— dijo viéndolo mal, bebiendo de su envase—. Y deja de decir que es mi hombre, porque no lo es.
—¿Cómo piensas conquistarlo entonces si no le vas a hablar?— preguntó.
—Me voy— se levantó, tomó su mochila y comenzó a caminar mientras Lucas se reía.
Comenzó caminando y tratando de llevar el lugar contrario al del chico, no quería topárselo de frente y quedarlo viendo, obviamente se sentiría acosado.
En el camino, pasó por la cafetería, llevando con ella, una de las nuevas adquisiciones de su institución, leche de sandía, era nueva y estaba dispuesta a probarla.
Siguió con su camino, directo hasta su casillero y en busca de su libro para las siguientes clases que tenía.
No había abierto aquello, todavía no la probaría, además el envase era muy bonito como para romperlo en ese momento.
Llegando a su casillero, puso la combinación y lo abrió. Dejó los libros que recientemente había usado, y sacó los otros que necesitaría en unos diez minutos.
La cajita de leche de sandía que había puesto en la esquina del casillero, se había resbalado al tratar de tomar el libro que ocuparía, por suerte no se abrió e hizo un desastre en el piso.
Pero antes de tomarlo, terminó de acomodar los libros en su casillero, porque eso sí, era fan de dejar las cosas acomodadas, y cuando terminó, se agachó para recojerlo.
Aunque no fue la única que lo hizo.
Pues al observar la caja, su mano no era la única tomando el objeto, había otra y encima, tocando la de ella.
Hubiese preferido que la tierra se la tragara antes de haber levantado la cabeza y haber visto que era el chico lindo -cuyo nombre no sabía- quien estaba tocando su mano para poder levantar la caja del suelo.
Se levantaron los dos juntos, aún sin despegar sus manos.
—¿Fan de la sandía?— preguntó con una linda sonrisa en sus labios—. Es mí fruta preferida.
—Eeh— ni siquiera sabía qué decir en ese momento—. Realmente lo ví en la cafetería y quise probarlo.
—Es muy buena, en mi antigua escuela fue un completo boom.
Se quedaron en silencio los dos, sin haber captado que aún no se soltaban de la mano.
Los ojos negros del pelinegro, veían los ojos oscuros de MinHee, idos, el uno por el otro.
—Esto es tuyo— dijo cuando trató de safarse de aquella casi hipnosis—. Debo irme. Adiós, linda.
Su sonrisa volvió a aparecer en su rostro; quizá sabía que estaría en el mismo aula que ella en los próximos minutos, y así siguió su camino hasta el lugar.
Mientras, por dentro MinHee lentamente se desvanecía por el simple hecho de que la había llamado “linda”, o quizá era porque no sabían sus nombres.
Oh demonios, su nombre.
—¡Oye!— gritó antes de que se desapareciera, agradeció internamente ser los únicos en ese pasillo, generalmente todos se reunían en las azoteas o en el campus. El pelinegro volteó a verla—. ¿Cómo te llamas?
El sonrió—. ¡Mark!— le devolvió el grito respondiendo su pregunta—. ¡Me llamo Mark!
Y luego se eso lo vió desaparecer. Debía buscar a Lucas, iba a buscar a Lucas, necesitaba contárselo a Lucas.
•
Y no estaba tranquila, no podía estar tranquila en ese momento, ni en bromas.
Lucas estaba a su lado, como siempre, tratando de calmarla, pero ni él sabía cómo ayudarla a detener su nerviosismo, o que su pierna dejara de moverse tan rápido.
Mark llegaría a su casa en cualquier momento.
—Basta, ¿quieres? Tú y tu pierna en tienen mareado— espetó Lucas dejando su teléfono de un lado.
—No puedo, vendrá en cualquier momento— trató de cambiar de posición en el asiento, pero ni aún así.
—Bueno, pero tampoco es que viene a cog-
Lucas se calló cuando vió la cara que hizo su mejor amiga.
—Yo sé, Lucas, pero aún así— dijo hechándose para atrás en la silla—. ¿Por qué le dijiste que si se haría con nosotros en el proyecto? Quero pegarte pero aún así, te agradezco.
—Lo hice porque te gusta y así pueden convivir un rato más juntos, conmigo aquí, pero juntos— terminó de decir con una pequeña sonrisa.
MinHee no tuvo nada más por decir y simplemente se quedó viendo al reloj, viendo cómo pasaban los segundos.
Hasta que el sonido de su teléfono la desvío, reflejando en la pantalla número desconocido.
—¿Hola?— dijo contestando la línea.
—Hola, linda— era Mark, por poco y se le baja la presión. ¿A qué hora le dió su número a Mark?
—Mark, hola— observó a YuKhei, quien lo vió con los ojos abiertos—. ¿Cómo estás? ¿En qué te ayudo?
—Estoy bien, gracias por preguntar linda— era la segunda vez que la llamaba linda, podría acostumbrarse a ello—. Sí, estoy cerca de tu casa y me preguntaba si querías que llevara algo. ¿Una leche de sandía, quizá?
—Sí, sí— respondió lo más rápido posible—. Eso estará bien, gracias, Mark.
—Te veo en unos minutos— dijo y cortó.
Estaba paralizada en el asiento, ahora mucho más nerviosa que antes.
Estaba a tan sólo minutos de poder ver al chico que le gustaba; osea, lo veía todos los días, pero, el sentimiento era cada vez diferente.
Ella se sentía diferente.
El inconscientemente él, también.
Lucas esperaba a que ella le dijera, pero se contestó así mismo cuando escuchó toques en su puerta, y absu amiga muriéndose lentamente con el sonido de los nudillos en la puerta; y al ver que no se levantaba, él fue a abrir la puerta.
Mark llevaba una hoodie azul fuerte, jeans, su mochila y su cabello negro estaba ligeramente despeinado.
—Hola hyung— dijo con su linda sonrisa—. No me equivoqué de casa, ¿verdad?
—Primero, somos de la misma edad, no me digas hyung, me hace sentir viejo, mejor dime Lucas y no, MinHee está en la sala.
—Lo siento, lo siento. ¿Puedo pasar?
—Claro— dijo haciéndose a un lado, notando que por eso no había entrado a la casa—. Estás en tu casa, adelante.
Ni siquiera era la casa de él, pero era como una segunda, así que contaba.
Cuando se adentró, vió a MinHee con su cuerpo extendido en el sofá, parecía un cuerpo sin vida.
Y ella no se ha la percatado aún de su presencia, seguía perdida en otro mundo.
—¿Estás bien, linda?— se acercó Mark con las cajas en sus manos. Menos que se sentía bien—. Traje estos.
—Dale unos segundos— Lucas entraba por la puerta de la sala, apoyándose en el marco de la puerta, observando tal escena—. Ya vendrá, sólo espera.
Mark sólo sonrió de lado.
—¿Venías caminando? ¿Quieres agua?
—Agua, por favor— se dió la vuelta para seguir a Lucas hasta la cocina, quizá ella volvería de su mundo en un rato.
Los dos chicos se fueron a la cocina, dándole un poco de tiempo a que la chica volviera a la vida.
Aunque no fue mucho, segundos después de haberse ido, MinHee se levantó del sofá, acomodó un poco su ropa y cabello, y se dirigió hasta su cocina.
La escena era agradable, su mejor amigo conviviendo con él, su crush.
Mark tomaba de un vaso de agua, de espaldas a la puerta, no pudo observar la manera en que ella estaba apoyada en el marco de la puerta viendo aquello, no lo vió, no como Lucas.
—¿Podemos empezar ya?— habló haciendo a Mark voltear a verla.
—No sé, ¿prefieres que te lo escriba en carteles?— había olvidado la presencia de Mark.
—Tu letra no es bonita.
—Tu cara tampoco y no me quejo de ello.
Lucas no tuvo ni tiempo de responder cuando escuchó la risa de Mark en medio.
Le daba tanta gracia ver como esos dos se trataban, su relación tipo amor-odio, que también era más amor que odio, de volvía totalmente una película de comedia para él.
Los tres comenzaron a reír, Mark por la situación y ellos dos por la risa de Mark. Que trío.
Luego de las carcajadas, por fin de dirigieron hasta la sala, Lucas tomando asiento en el sillón pequeño, y MinHee y Mark en el mismo sillón.
—Este es tuyo— Mark le extendió el envase de leche de sandía, y ella lo tomó— y este es tuyo.
—Gracias, Mark— Lucas tomó el envase.
—Gracias— dijo bajito.
—Excelente, ahora, ¿terminamos con el sufrimiento?
Durante las tres horas siguientes, se enfocaron en terminar el proyecto.
Era aburrido, pero al menos las risas no faltaron, bueno, las que Lucas provocaba.
También enteraron a Mark sobre el crush que Lucas tenía en JungWoo, en increíblemente, le dió consejos. Sonaban medio inservibles pero algo era algo.
Incluso pidieron pizza para acompañar la tarde de chismes y trabajo, pues básicamente así era cuando Lucas y MinHee estaban juntos haciendo un trabajo.
Era aburrido, sí, en el sentido que había que hablar de materia, pero ya el resto era completamente divertido.
Lucas terminó por irse primero, su mamá le había llamado diciéndole que necesitaba de su ayuda para alcanzar algunas cosas, y debido a la altura, él era el único.
Mark se quedó un rato más junto a MinHee, bueno en su casa.
Ya no era incómodo, no como antes, ahora era un poco más cercanos si podía decírsele así, obvio no tanto como Lucas, pero sí cercanos.
—Entonces— dijo Mark ayudándole a guardar los últimos papeles—. ¿Hace cuánto conoces a Lucas?
—Desde que tengo memoria, Lucas ha estado ahí— se sentó frente a él.
—Interesante, yo creo que nunca he tenido una amistad como la de ustedes— él se sentó a su lado ahora.
—La puedes tener, no es prohibido.
—Lo sé, sólo es tener a la persona adecuada.
Ella asintió, pero luego recordó—. En todo este tiempo no te pregunté de dónde eras— y bueno, tampoco era que se hablaran tanto verdad.
—Canadá— respondió asintiendo—. Vancouver. Deberías ir, el lugar es lindo.
—Podría hacerlo, sólo es cuestión de tiempo... y dinero— los dos rieron por lo último.
Era interesante como el tiempo junto a Mark era completamente diferente al tiempo junto a Lucas, o incluso a su tiempo cuando estaba sola.
Con Lucas era un ambiente de confianza totalmente increíble, además él es como su hermano mayor, aunque tengan básicamente la misma edad, ella era como su hermanita menor y él se encargaba de cuidarla y apoyarla, y claro, molestarla.
Pero con Mark, era diferente.
Mark le daban las vibras de querer quedarse, de alguien que llegó para poder estar con ella, y con ello, amar y apoyar. Y no es que fuera a arrebatarle el lugar a Lucas, no, en lo absoluto.
Era en el otro sentido, pues Lucas tenía ojos para JungWoo, y Mark, para MinHee.
Y sí, sólo habían pasado unas semanas, pero habían sido suficientes para que el cariño naciera.
—¿Qué harás este fin de semana?— Mark había lanzado la pregunta para voltear a verla—. ¿Tienes planes?
—Si quedarse en casa y hacer nada cuentan como planes de fin de semana, entonces sí— nuevamente los dos rieron un poco por el comentario de MinHee—. No, no tengo planes.
Ella vió como Mark dió un profundo suspiro antes de poder volver a hablar—. ¿Quieres salir conmigo? Me refiero a comer un helado y dar una vuelta por... no sé, donde quieras.
Podría jurar que se le cayó todo y gritaba internamente por esa propuesta que jamás en su vida esperó. Obviamente quería decir que sí, pero no le salían las palabras de la boca, no podía, estaba muda. Y era obvio.
—Está bien si no-
—No, no— pudiendo hablar por fin contestó—. No es eso, claro que quiero ir, Mark, sí.
Internamente, Mark sonreía como un estúpido, y ella, bueno, ella estaba peor.
Pero agradeció para sus adentros escuchar las llaves de la casa y con ello abrir la puerta de su casa. Su madre había llegado, y por obvias razones, se asomó primero en la sala.
Dirigió su vista a su hija primero, y luego a Mark, luego de nuevo a su hija y de nuevo, a Mark, y sonrió, sospechosa pero rió.
—Mamá, el es Mark— al pronunciar su nombre, el chico hizo una reverencia—. Es un amigo. Lucas se fue hace un rato, su mamá le llamó y se fue.
—Sí, hola Mark— le saludó—. Te quedas a cenar.
—Yo- de hecho-
Pero la mamá de la chica le interrumpió—. No fue una pregunta, hijo.
La señora no dijo más y de dirigió hasta la cocina.
Mark dirigió su vista hasta MinHee, con los ojos bien abiertos por las recientes palabras de la señora, y ella le vió con una sonrisa.
—Te quedas, ella lo dijo— se volvió a sentar al sillón.
—Me quedo entonces— copió su acción.
Y bueno, vaya noche.
Vaya día, en serio agradeció que Lucas le invitara a participar de ese proyecto.
Que gran mejor amigo.
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A ver, traté de hacer algo que les gustara, y personalmente, me gustó. ¿Y a ustedes?
Now, ya sé, me faltan los especiales de cumpleaños de algunos y pronto los haré, lo prometido es deuda.
Ahora, les toca elegir, y POR FAVOR, CUANDO VEAN QUE LA VOTACIÓN SE CERRÓ, NO PUEDEN SEGUIR VOTANDO. :))))))
La votación se cierra hoy, 10:00 p.m; hora de Costa Rica.
Escojan:
Yuta.
JaeMin.
TaeYong.
JaeHyun.
Discúlpenme los errores, estaba re inspirada.
Good luck.
Nos leemos. ♡︎
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