Kun Hang se encontraba ya en casa, junto con su novia, a la que él solía llamarle “Princesita”. Estaban preparando la sala para tener una noche de cine, mientras que el chico de cabello largo y ondulado preparaba la bebida y las palomitas, la chica preparaba la sala, y no era nada más que sentarse a en su sofá-cama.

—¡Ya casi está listo! —gritaba desde la cocina. —¿Cómo vas?

—Iré a cambiarme la ropa y traer unas almohadas más. ¿Quieres que te traiga más ropa?

—Creo que así estoy bien. Ve tú.

La menor se dirigió hasta el cuarto y decidió buscar algún tipo de ropa suelta, que por desgracia no encontró entre sus atuendos. Por lo que optó por buscar en la ropa de su novio, al que le gustaba llamarle Hendery. Tomó un short corto de licra y una camisa de su novio, que aún conservaba su olor.

Mientras la chica seguía en el cuarto, su novio atendía un pequeño asunto que se presentó justo después de que ella subiera al cuarto. Su prima.

—Podrías, por favor, explicarme que demonios haces aquí. —dijo sonando más como una afirmación a una pregunta.

—Pasaba a saludar. ¿Cuándo piensas presentarme a tu novia? —se quejó. —Ha pasado ya un tiempo.

—Vete, no es momento.

—¿Por qué no quieres que me quede? Acaso ella no sabe que en algún momento va a tener que presentarse ante la familia. Yo quiero ser la primera.

—Sí, pero ahora no. Es muy reciente, así que vete. ¡Ya!

—¡Dery! ¿Todo bien? —gritó la chica desde el cuarto.

—¡Sí, no te preocupes, sólo...! ¿Ya casi estás lista?

—Sí, ya casi bajo. —dijo ella.

—Más te vale que te vayas ya. No quiero problemas, por tu culpa perdí a Xiao Jin. —Pero de no haber sido así, no hubiese conocido a el amor de su vida. Pensó. —___ es una persona muy importante para mí, así que vete. ¡Ahora!

—Adiós, primito.

La razón por la que Hendery no quería que su novia no conociera a su prima, aún, era porque años atrás, por culpa de su prima, Chen Qin, había sido la causante se la ruptura con su novia, pues, siempre habían sido muy unidos, y ella le había guardado un cariño inmenso, aunque juró jamás volver a meterse en su vida personal.

—¿Esa es mi camisa? —preguntó divertido Hang.

—Sí, no te gusta. Estaba buscando algo cómodo y pues, aquí lo tienes, además, guarda tu olor y me gusta.

Él se acercó y la tomó por las caderas, mientras le veía a lo ojos, ojos miel más preciosos que jamás vió y de los cuales se enamoró. Ella por su parte, se limitó a sonrojarse y poner sus manos en el pecho de su novio.

—Con todo te ves hermosa. —finalizó y le besó en los labios.

Al cabo de una hora, ya se encontraban terminando la película y preparándose para ir a dormir, hasta que un toque a la puerta los hizo cambiar de lugares. La chica abrió.

—Hola, tu debes ser... ¿___, verdad?

—Sí, ¿Tú quién eres?

—¿Quién está en la p...? ¿Yo no te había dicho que te fueras, Chen Qin?

—¿Se conocen? —preguntó incrédula la chica, que sólo los veía en medio. —¿Dery?

—___, ella es mi prima, Chen Qin. Chen Qin, ella es ___, mi novia. —La razón de mi amor. Pensó.

—Bueno, es momento de conocernos.

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Una insignificante hora había pasado desde que la prima de Hendery había llegado y muy extrañamente, ya se llevaban bien, aunque realmente, el chico no esperaba eso, esperaba algo más fuerte.

La incomodidad de Hendery de hizo presente, pero al parecer ninguna lo hizo notar, si no hasta después de treinta minutos, cuando Chen Qin decidió irse y dejarlos solos.

—Creo que ustedes tienen mejores planes. —dijo la de cabello largo. —Fue un placer conocerte por fin, ___. Espero nos volvamos a ver.

—Igualmente Chen Qin. Adiós. —dijo mientras la otra chica se despedía y salía por la puerta.

Inmediatamente la chica se cruzó de brazos y le miró alzando una ceja.

—Sé lo que vas a decir y lo siento. Pero he tenido una serie de malas historias con ella.

—No tienes que dar explicaciones. Estamos bien, no te preocupes. —dijo mientras él se acercaba y plantaba un dulce beso en sus labios.

—Te amo mucho, princesita. —dijo en medio de un abrazo. —¿Qué te parece si mañana vamos a conocer a mi familia?

—Yo también te amo, Dery. —dijo de la misma forma. —Creo que es una buena idea, vamos mañana.