Gibbs sintió miedo cuando no supo donde estaba Tony, cuando vió a aquel cadáver en la parte trasera de aquella cabaña y cuando encontró el auto empañado en sangre.

Luego fue alivio, aunque solo momentáneo, al ver el cadáver del asesino en la parte trasera del auto, le dejó aliviado, cuando escuchó a Tony decirle "Él me agradaba" junto a aquella mirada de lastima... Toda la paz se le fue. De nuevo.

Maldito DiNozzo y sus maneras de hacerle bajar la guardia.