6 - Bigotes
—¡Avocato!— llamo Gary nuevamente para que le pusiera atención, pues se encontraban en el patio de la casa del chico admirando las estrellas.
—¿Que sucede?— respondió con tono de indiferencia al estar maravillado con el cosmos.
—¿Ya viste la constelación que se forma allá?— señaló.
—Si, creo que fue la primera que identifique Gary— respondió Avocato con una ligera sonrisa.
—Todas son geniales— mencionó emocionado.
—Tu eres genial— Avocato se recostó fijando su vista en el pequeño Gary —Y tus galletas también son geniales.— metió su mano en la bolsa que estaba justo en medio de los dos y tomó una para comerla.
—Lo se, las galletas de la abuela siempre son espectaculares— habló sin apartar la vista al cielo.
Avocato dedicó un momento para mirar a su amigo con la tenue luz que reflejaba la luna.
Se veía realmente tierno.
Su expresión calmada, poniendo atención al extenso universo donde residían todos, era algo que Avocato siempre disfrutaba mirar.
Incluso más que solo ver estrellas y más estrellas.
Avocato emitió una sonrisa.
—Me gusta pasar tiempo contigo.
Gary volteo rápidamente.
—También me gusta pasar tiempo contigo— sonrió —Por eso eres mi mejor amigo.
El ventrexiano se sonrojo y devolvió su mirada al cielo —Lo dije en voz alta— esta vez hablo para el mismo.
Y mientras Avocato se maldecía por haber dicho eso, Gary no dejaba de imaginar las aventuras tan grandiosas que le esperaban ahí afuera.
"Montones y montones de aventuras".
El chico se dispuso a tomar una galleta.
Cuando metió la mano en la bolsa, coincidió con Avocato haciendo inevitable el roce de sus tactos.
Avocato la saco rápidamente y miro para otro lado.
—Lo siento... Agarra tu primero, son tuyas.
—No, no, no— Gary se estiro para tomar la mano de Avocato.
—¿¡Que haces!?— reaccionó el chico gato tratando de safarse de Gary.
—¡Espera!— Gary entrelazo sus dedos con los de Avocato y apretó su mano fuertemente.
Avocato sonrojado, "no tuvo de otra" mas que obedecer al chico.
Gary movió lentamente su mano —Tu pelaje es muy suave.
—Si, si... S-supongo que si.
El chico recordó la primera vez que sintió esa textura, aquel día en el que se metió en problemas, aquel día en que hizo su primer amigo.
Suave, demasiado suave. Esa sensación le agradaba al chico que por largos segundos no le quitó la mirada a su amigo para después expresar una sonrisa con claras intenciones.
—¿Q-que?— Avocato se mantenía sonrojado.
Y en un movimiento, el chico soltó al ventrexiano para derribarlo y ponerlo a merced suya.
Avocato debajo.
Gary arriba.
—¿¡Q-que es lo que haces!?
Gary solo río y tratando de ser muy rápido, levantó la camisa del chico gato y comenzó a frotar su cara por el pelaje que cubría el estómago de Avocato.
—¡M-maldita sea Gary!, ¿¡Q-que mierda estás haciendo!?— forcejeaba el ventrexiano avergonzado.
—¡Eres muy suave!— mencionó sin parar de reír.
Cuando Avocato reunió la fuerza necesaria para quitarse a Gary de encima, la voz de una persona hizo que automáticamente los dos se detuvieran.
—¿Disculpen?
Y ahí estaban los dos, estupefactos, tratando de ver quién les estaba hablando.
—Ustedes que son de aquí, me podrían ayudar...
Avocato lanzó a Gary sin importarle nada y se levantó rápidamente.
—¿¡Quinn!?— no parecía estar alegrado.
—¿Avocato? —soltó una risa sarcástica —Quien diría que te vendría encontrar aquí. —tampoco se veía muy feliz.
—¿Que rayos haces...
—Mi papá consiguió trabajo cerca de estos lugares, nada interesante. —respondio interrumpiendo y con indiferencia.
Avocato cruzó sus brazos. Estaba molesto.
Eso era fácilmente perceptible por la chica.
—¿Sabes que?, Olvídalo, iré a preguntarle a otras personas.
La chica dio media vuelta y se alejó de donde estaban Gary y Avocato.
Mientras el ventrexiano asimilaba la llegada de su conocida, Gary permanecía en el suelo observando a quién les había dirigido la palabra.
—Bigotes.
Avocato volteo tras el llamado.
—¿Quién es la chica?
—La persona más odiosa del universo —frunció el ceño.
—Es hermosa.
—¿Que? ¡No!— respondió casi instintivamente.
—Cuentame sobre ella.
Avocato guardo silencio y un extraño sentimiento que jamás había sentido apareció en el.
—¿Para que?.
—¿Y si la seguimos para averiguar en donde vive?. —Gary se esforzaba por no perderla de vista.
Avocato suspiro —Pensé que veríamos estrellas.
—Eso ya lo hicimos, mejor ven, acompáñame —comenzo a caminar
Avocato apretó los dientes —¡No!.
Era la primera vez que su amigo le negaba algo.
—¿No?.
—¡No! Se supone que... Que vamos a ver estrellas, como en todas las noches.
—Eso es aburrido, aparte, ella es tu amiga y tal vez tú puedas hacer que nos hable otra vez.
Avocato bajo las orejas.
Lo que para él era algo especial, para su amigo era aburrido.
Una razón más para aumentar su odio hacia Quinn.
—¿Sabes que? ¡Jodete Gary!, Ve y buscala, ayudala, has lo que quieras con ella. —el ventrexiano salió corriendo en dirección a su casa.
Y Gary no lo detuvo, estaba tan confundido que no pudo reaccionar.
Solo le había pedido seguir a la chica.
¿Que había de malo con eso?.
Gary bajo la mirada y regreso a su casa.
Jamás había visto un comportamiento similar en el chico gato.
¿Acaso estaba enojado con Gary?.
No. Es imposible, el no se enojaba con el por nada del mundo.
¿Entonces que fue y que significaba lo que pasó?.
Gary rodó los ojos, suspiro y saco las llaves para entrar a su casa.
Cuando entro, subió a su cuarto solo para encontrarse con su madre agarrando todas las naves de su colección y poniéndolas en una caja de cartón.
Gary se acercó preocupado —Mama ¿Que es lo que haces?.
—¡Por fin llegaste! —dijo algo molesta —Tu ya estás grande, ya no juegas con estas cosas, así que las guardo para dárselas a niños que si lo necesitan.
—¿Que? ¡No! Pero son mías. —Gary se acercó —Los niños que se compren sus propias naves. —dijo molesto tratando de arrebatarle la caja a su madre.
—Gary Goodspeed, no seas grosero y suelta la caja.
No podía competir con la fuerza de su mamá y cuando estuvo a punto de agarrar las últimas dos naves de su estantería, el corrió y las tomo primero para después alejarse de su madre.
—No seas ridículo hijo, trae esas dos para acá.
—¡No! —las abrazo con fuerza —Si te vas a llevar las naves, da todas esas que ya agarraste, pero estas dos se quedan conmigo.
—¿Por que?
—Por que estas naves... Son especiales.
Su madre cruzó los brazos y dio una mirada a lo que resguardaba Gary.
—Ahh, ya. Son las naves que te dio tu amigo.
El pequeño Gary asintió con miedo.
—Bueno, supongo que no tenemos derecho sobre esas por qué no las compramos nosotros —la mujer lo pensó durante unos segundos —Esta bien, quédate con esas.
Su madre tomo la caja y salió del cuarto de Gary.
El las seguís abrazando y con fuerza.
Tal vez su madre tenía razón, ya había pasado más de un año que Gary no agarraba una nave para jugar como la hacía cuando tenía 10 años.
—Así que esto es lo que pasa cuando creces y cumples 13 años. —pensó el chico.
También pensaba en el día en el que Avocato le dio esas naves. Y recordó todos los obsequios que Avocato le había dado.
Conservaba todos.
—El no puede estar enojado conmigo. —vio los cohetes una vez más —El tiene que decirme que fue lo que paso. —Dejo las naves en su cama y fue directo a la puerta.
Iría a la casa de su amigo para aclarar las cosas.
Como ya era costumbre para Gary, ni siquiera pidió permiso cuando abrió la puerta y se encontró con nada menos que:
Avocato.
Se encontraba en la puerta a punto de tocar el timbre.
—¡Oh!... Gary. — bajo la mirada —Vine a... Ya sabes, disculparme por...
Gary sonrió exageradamente y nuevamente se aventó sobre el.
Rodaron por todo el patio de la casa.
—¡Bigotes! —Gary hundió su rostro en el cuello de su amigo.
—¡Ya te dije que no me gusta que me llames así! —respondió quejándose —Vuelve a hacer eso y vas a terminar matándome.
Gary lo vio a los ojos y riendo —¿Que? ¿Derribarte o llamarte bigotes?
Avocato paso lentamente su mano por el cabello del rubio —Derribarme tonto.
—Ahhh... —sacudió su cabello en el rostro del ventrexiano —Te creo, por qué tú dices que no te gusta que te llame bigotes, pero sé que te encanta.
Avocato negó con una sonrisa.
Algo que no sabía el chico, era que Avocato solo permitía a Gary ese sobrenombre.
Ni siquiera su familia podía llamarlo de esa forma.
—Te golpearé —entrecerro sus ojos sin apartar la mirada a Gary.
—No puedes —se levantó para así liberar a Avocato.
—Ya se me ocurrirá algo. —el ventrexiano se puso de pie.
Fue cuando Gary recordó el motivo de ver nuevamente a su amigo.
—Emm, Avocato. ¿Podemos hablar de lo que pasó hace un rato?
Avocato reaccionó de inmediato —Aaaa, de eso —rasco su cabeza para disimular su nerviosismo —Solo olvídalo, exagere, n-no sé que me pasó, supongo que fue algo mío y...
Gary se acercó al ventrexiano y lo tomo por lo hombros.
—Avocato. —nombro para tranquilizarlo.
El ventrexiano guardo silencio
—Cuando quieras sacar todo lo que pesa, si me quieres hablar o decirme lo que sea, ahí estaré y lo sabes.
—Si... Pero.
—Pero nada —Gary sonrió
Avocato lo miro y suspiro.
—Es solo que... Cuando conocí a Quinn, las personas que consideraba "amigos" me abandonaron por ella. Claro que después entendí que tal vez ella no tenía toda la culpa de lo que pasó. Pero no sé... Supongo que por eso... No sé... ¿La odio?
Gary sonrió —Yo jamás te abandonaré.
El chico gato lo sabía muy bien.
—Yo tampoco.
Los dos mantuvieron sus miradas unidas.
Quiero perderme en tus...
—Bigotes.
—¿Si te acompaño a buscar a la chica, dejaras de llamarme de esa estúpida forma?.
—Si —dijo victorioso.
Avocato suspiro fastidiado.
Cuando iba a comenzar a caminar, el padre de Gary lo llamo desde la puerta.
—¡Ey! Antes de qué te vayas, dale de comer a Mooncake.
Gary entro velozmente para no tardarse en su misión de encontrar a la no amiga de Avocato.
Encontró el frasco de comida y se paró justo en frente de la oruga.
—Muy bien amigo, es hora de tu manjar para que yo pueda iniciar mi importantísima misión.
Gary lanzó un poco de comida al recipiente donde se encontraba Mooncake.
—¿Delicioso no?
—¡Chokity!
Gary abrió exageradamente sus ojos.
—¿Tu?
—¡Chokity!.
El chico frunció el ceño.
—¡Chokity!
Y despertó.
Tenía a su pequeño amigo aplastandole la cara.
—Si no te apartas, terminaré muriendo de asfixia —hablo con dificultad
Su pequeño amigo se apartó.
—Definitivamente son mejores tus buenos días que los de H.U.E.
Su pequeño amigo asintió y mientras Gary tallaba sus ojos, este recordó de inmediato todo lo que había soñado.
Suspiro.
—Asi que... Sueños. —dijo con voz baja.
—¿Chokity?
Gary miro a Mooncake.
—¿Sabes? He tenido sueños un poco... Extraños —paso sus manos por todo su rostro —pero se sienten a la vez tan reales.
Su pequeño amigo verde lo miro confundido.
—Es como si lo conociera de años. —imaginaba al Avocato que vio en sus dos últimos sueños.
Hubo silencio por al menos dos minutos.
—Como sea —Gary regreso a la realidad —Hay que movernos, tenemos aventuras por vivir.
El chico se alistó rápidamente y se reunió en el cuarto principal del Galaxia Uno junto con Mooncake.
Quinn y Avocato ya se encontraban ahí.
—¡Gary! —mencionó el ventrexiano quién fue el primero en percatarse de la presencia del chico.
—¿Como están?. —se incorporó al lado del hombre gato.
—Bien, bien. —respondio indiferente Quinn.
Mientras se ponían de acuerdo con la ayuda de H.U.E, Gary comenzó a mirar la mano de Avocato.
"Tu pelaje es muy suave".
Gary acercó su mano a la de su amigo y cuando estuvo a punto de tocarla, Avocato se dio cuenta y la quito de inmediato.
El ventrexiano lo miro extrañado y a Gary no le quedo de otra más que desviar la mirada al mismo tiempo que un sentimiento de vergüenza lo invadió.
—¿En qué maldita sea estaba pensado? —imagino.
Avocato se retiró hacia su cuarto.
Eso alivio demasiado a Gary, por qué aparte de la reciente situación que vivió, eso significaba que se quedaría a solas con Quinn mientras el Galaxia Uno avanzaba a hiper velocidad.
—Aquí es donde el capitán Gary empuña el gran centro gigante de poder. —se acerco a la chica.
—No eres el capitán...
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Oye ma, como que hoy no es viernes :,v.
Perdón ando medio distraído wuuu.
Igual aquí está el capítulo 7u7r. (Ya sé que llamaba de otro nombre pero puej equis.)
Nos vemos puntuales ora si la next güikend UwU.
Los amito.
Bai.
Nave Especial (Gary x Avocato): Capítulo 6, Temporada 1.
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