Guarde estos sentimientos desde que éramos niños, hice esa promesa estupida e infantil sin darme cuenta que yo ya estaba enamorada de ti.

Amaba todo de ti y te respetaba y anhelaba tener la firmeza y destreza que tú tenías.
Te admiraba.

Cuando noté que mi corazón latía con más fuerza de lo normal cada vez que te veía sonreirme supe que no era una simple amistad lo que sentía por ti.

Prometimos casarnos cuando yo cumpliera mis 28, la edad en que nuestras madres se casaron.

Primero prometidos eso porque queríamos darnos nuestra libertad de conocer todo tipo de cosas por nuestro propio lado, puede que otros no lo entiendan pero con que nosotros lo entendamos era suficiente.

Y en segundo era porque queríamos esperar hasta que alguno de nosotros encuentre a una persona de la cual enamorarse, nos respetabamos y queríamos el bien para los dos porque eso hacen los amigos.

Habían pasado 4 años desde que nos comprometimos y yo estaba empezando a sentirme rara cada vez que estábamos juntos.

Cuando me fui a la frontera pensé que alejandome de ti se me pasaría y cuando volviera todo sería como antes.

Pero no...todo fue peor, te extrañaba a horrores y anhelaba noche a noche volver a verte.

Sin embargo tenía miedo, aunque estábamos comprometido no veía rastro de amor en tus ojos, había solo amor de amistad.

Y no quería confesarme y atarte a un matrimonio que te haga infeliz, porque yo sabía que si te decía mis sentimientos no serías capaz de rechazarme e irte con otra mujer.

Eres un tonto amable que tiene en sus manos mi corazón.

Quiero darte la libertad de amar y no quiero atarte por obligación o temor a dañarme por eso decidí guardar silencio y esperar.

Oraba inútilmente que al llegar a la edad prometida tú no te enamorarás y que nos casemos así yo confesaría mis sentimientos y trataría de enamorarte aunque sea un poco.

Era una niña soñadora, tonta y algo egoísta.

Pero incluso si después de casados y ya teniendo una familia te llegabas a enamorar yo estaba dispuesta a dejarte ir porque te amaba tanto que estaba dispuesta a hacerlo.

Soy una idiota?, tal vez.
Pero yo no podía ser egoísta con una persona tan amable y valiosa como tú.

Cuando nos volvimos a ver y me contaste que fuiste designado a ser el escolta de la princesa me alegré ya que tú estabas alegre por tu mejor amigo y porque esa pequeña te caía bien.

Pero cuando hablaste de la nana de la princesa noté que un brillo que jamás vi estaba empezando a aparecer en tus bellos ojos grises.

Y una parte de mi me susurró que me vaya preparando para verte partir de mi lado.

Pero fui terca e ignore ese susurro.

Ahora entiendo que jamás tendría que haberlo ignorado porque tal vez, solo tal vez puede que sí yo me hubiese preparado para este momento no estaría sufriendo tanto.

No estaría tan destrozada y dolorida.

Es raro, no fui a una batalla pero siento que luche por días contra un enemigo invensible pero...no es un dolor físico es un dolor interno.

Aún cuando son otros los brazos que me contienen no puedo dejar de recordar tu sonrisa y sentir que mi estómago se revuelve sintiendo algo cálido en mi pecho.
Pero...eso solo me provoca dolor.

Es irónico antes esta sensación me provocaba felicidad y ahora solo me provoca dolor.

Solo deseo que seas feliz aún si no es a mi lado mi querido mejor amigo, mi compañero de batallas, mi primer
y único amado.

La prota que aparece en la foto es Lenalee Lee de D gray man.
Espero que les haya gustado, trataré de hacer lo más pronto posible el siguiente cap, gracias por leer.