Así es la vida de los animales, millones de años después de la desaparición de la raza humana.

Las especies pueden haberse vuelto más inteligentes y sabias, formando grandes ciudades donde diferentes especies socializan con el entorno y entre sí. Pero también sus instintos primitivos son los que los marcan y definen, haciendo que no puedan superar esa naturaleza salvaje y latente que intentan ocultar.