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La fiesta empieza con normalidad, todos los invitados comienzan a llegar y son recibidos por los sirvientes del pavo real en su mansión. Él espera con ansias a cierto león que conoció unas horas atrás, cree que es capaz de reconocerlo por su melena corta. Esto le llamó la atención y supone que es alguien muy rico como mimado. Ya quiere ver el rostro de sus amigos cuando él se haga presente.
—Como siempre tus fiestas son maravillosas, Ser —le dice Rya. Él es un pavo real blanco, su competidor en el mercado, pero con el paso de los años formaron una amistad—, pero no entiendo por qué miras tanto la entrada.
—Espero invitados muy especiales.
—¿Quiénes son? ¿Celebridades? Supongo que sí, ¿de qué tipo? —cuestiona.
—Si, son muy especiales pero no en la manera que piensas —responde al sonreír. Los minutos pasan y Ser ha pasado una hora cerca de la entrada, haciendo que sus invitados se pregunten qué está planeando.
En ese momento él sonríe al ver cómo el felino entra por las grandes puertas, luce despreocupado y confiado a pesar de tener una melena lamentable. En eso su vista se dirige a la simio y sufre un ataque al corazón por verla portando una de sus creaciones.
—Siempre encuentras la forma de seguir sorprendiéndome —dice Rya en un tono de burla—. Ve a recibir a tus invitados especiales.
El gran salón se sumerge en un profundo silencio debido a la presencia de los recién llegados. Todos se preguntan quienes son mientras ven al anfitrión acercarse. Ser los saluda con falsa amabilidad, diciendo que los esperaba con ansias, mientras que en su mente los insulta con todas las palabras groseras que conoce.
—Disculpenos por llegar tarde, mi amo tenía cosas que hacer antes de venir —dice ella al inclinarse un poco, la reverencia es un saludo para el pavo.
Le dije que actuara pero se lo toma muy en serio, se dice a Mirrey al mirar a un lado.
—¿Qué es más importante que venir a mi fiesta? —pregunta, estando a punto de estallar.
—Bueno...
—Bienvenido, ¿eres conocido de Ser? —dice Rya al unirse a la conversación, su presencia sólo irrita mucho más al ave azulada.
—Como decía, soy Mirrey Llarquia y me distraje al ver este espléndido trabajo —comenta al enseñarles el vestido que porta su acompañante. Los otros animales comienzan a acercarse para escuchar la conversación, aunque de forma disimulada.
Sus comentarios son escuchados por el león gracias a su agudo oído y sabe perfectamente que hablan de ella, se quejan diciendo que ese vestido es para aves y comentan cosas con respecto a su melena corta, todas son críticas muy negativa como era de esperarse.
—Lo era pero ya está arruinado, joven Llarquia —responde Ser en un tono hostil—. Fue diseñado cuidadosamente para hacer lucir las plumas de su portadora, mangas anchas para las alas y ahora sólo-
—No lo entiende señor, yo vi su potencial. Mi Efer se ve hermosa con su vestido, ¿no ha pensado diseñar para otras especies? —lo interrumpe Mirrey en un tono amable. En ese momento Ser tiene una revelación—. ¿Verdad, todos? El trabajo de esta ave es tan perfecto que puede hacer lucir bien a cualquier animal.
—Por supuesto —dice Ser mientras oye los halagos de los demás presentes—. Pero falta un detalle.
Él se arranca dos plumas de su cola para colocarlas en la cabeza de la chica junto a su larga trenza, haciendo que adornen su cabello. Luego anuncia que hará una nueva línea de ropa especial para diferentes especies y que este vestido era el primero de la colección.
Todos lo ovacionaron, habían pensado que sólo era una simple fiesta pero ese anuncio los sorprendió a todos. Incluso a sus competidores y equipo de trabajo.
—No era necesario que colocara las plumas de su trasero en tu cabeza —susurra Mirrey mientras acomoda el cabello de Efer.
—El pavo se acerca —le avisa ella, entonces voltea hacia Ser. Él ya dejó de responder las preguntas acerca de su nuevo e innovador proyecto.
—Joven Llarquia, realmente le agradezco que viniera a mi fiesta. Vestir a su simio con uno de mis vestidos fue-
—Espero las regalías en mi cuenta, este es el número —responde al entregarle su tarjeta con dicha información y también su número de celular para estar en contacto.
—¿Disculpa?
—Debe pagarme, después de todo fue mi idea que usted diseñe para otros animales. ¿O me equivoco? —Mirrey sonríe con superioridad al ver la expresión del ave, lo tiene acorralado como quería.
—No. Haré lo que me pide pero esta charla se queda entre nosotros.
—Fue un placer hacer negocios con usted, disfrutaré de su maravillosa fiesta —contesta mientras toma la pata del pavo luego de cerrar el trato.
Él y Efer se alejan para tomar asiento, el momento fue bastante tenso para el felino pero ahora ya puede relajarse. Dieron una muy buena primera impresión.
—Tu plan funcionó —le dice en voz baja mientras sonríe.
—Si, es la primera vez que gano dinero sin ensuciar mis garras —contesta para luego fruncir el ceño, esos recuerdos no son muy bonitos—. Voy a beber un poco, tú puedes ir a explorar si quieres —murmura al tomar una copa de vino que los sirvientes ofrecen a los invitados. Estos son en su mayoría pequeños simios con cola que obedecen las órdenes de las aves de la casa.
—No, desde aquí tengo una buena vista. Puedo observar todo lo que pasa. —Efer toma un poco de agua en una copa. Ya no parece que sean el centro de atención, sin embargo siente la mirada de un depredador sobre ella.
Se trata de otro felino, el cual camina hacia su mesa a paso firme. Su aspecto le llama la atención ya que sus características son únicas. Mirrey le dice en voz baja que ese gato es un híbrido.
—Buenas tardes —dice al inclinarse hacia Efer. En ese instante el león entrecierra los ojos, ahora él está siendo ignorado—. No temas, sólo quería conocer tu nombre.
—Me llamo Efer.
—Hey, ¿qué quieres con mi simio? Yo soy su dueño —habla para hacerse notar, sin embargo el híbrido no lo mira.
—Hacerse pasar por un híbrido es patético, uno debe aceptar lo que es. Aunque eso no es lo que me molesta —dice al tocar su melena, al igual que Mirrey la tiene corta debido a su herencia de león pero su rostro se encuentra manchado como el de los leopardos—. Tratar a los demás como objeto de decoración es repulsivo y despreciable.
—Parece que no es igual al resto —comenta el león para luego darle una sonrisa—. Pero el que sabe vivir con las reglas de esta sociedad es el que tiene éxito. Efer no es un objeto ni mi sirviente.
—Pero no se lo diga a nadie —le pide ella mientras ve al otro felino—. Nuestra relación es diferente.
—Entonces... Es mucho peor de lo que pensé. Te aprovechas de Efer de esa manera.
Mirrey abre muy bien los ojos ante la acusación y rápidamente niega. Al mismo tiempo siente su corazón acelerarse.
—No es lo que está pensando, es una simio y...
—También odio que me mientan —sentencia el híbrido, su aura y personalidad asustan bastante al joven león—. Puedo ayudarte Efer, no tienes que estar junto a una bestia como él. También le ofrecí comprarlos a los otros simios para liberarlos, pero se negaron. Son prisiones en sus mentes.
—Gracias, pero Mirrey es bueno conmigo. Sólo fingimos para encajar en este lugar, sino llamaremos mucho la atención como usted —le explica ella sin intención de ofenderlo, además notó a Mirrey muy nervioso y quería ayudarlo.
—¿Es verdad? —susurra para sí mismo—. Una relación tabú, condenada por la sociedad. Son animales de diferentes especies pero el amor los une de igual manera. Podría escribir un nuevo libro con su historia si tengo su permiso.
—Claro, espero las regalías —responde el menor mientras le entrega su tarjeta.
—¿Regalías?
—Somos fuente de inspiración para varios artistas —indica ella, haciendo que el híbrido sonría.
—Entiendo. Pero quiero libertad creativa.
—Hecho —dice Mirrey al extender su pata hacia él y cierran el trato con un apretón.
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