3
Lim acomoda su corbata y se asegura que su traje esté en orden. El salón debe estar impecable para los presentes, él junto a su maestro han preparado el último velorio de este día y abren las puertas para que la familia y conocidos del fallecido puedan despedirse.
Los chimpancés tienen una tarea importante en la sociedad, ya que al tener sus pulgares opuestos se encargan de las tareas puramente manuales y que requieran gran destreza. En su caso y el de su familia, siempre han trabajado en la funeraria de la ciudad.
Han preparado a muchos fallecidos, la funeraria recibe a los caídos en las carreras anuales, donde los depredadores y presas veloces compiten, también debe ocuparse de aquellos que incumplen con la ley, estos generalmente no tiene un velorio como los demás porque perdieron ese derecho.
—Toma. —Su maestro extiende su mano para darle un pañuelo, ya que Lim no había notado que comenzó a llorar otra vez.
—Gracias... —acepta el pañuelo y limpia su rostro—. ¿Cómo lo haces?
—Tengo otras creencias, cuando alguien muere no lo pierdes porque se queda contigo —responde al bajar la mirada—. Pienso que te haces eterno gracias a las personas que conociste en vida.
—Entiendo. —Lim vuelve la vista hacia la familia de gacelas. Ellos no pueden controlar el llanto y dejan salir todo lo que sienten con palabras de afecto para ellos mismos y para el fallecido. Cuando el velorio acaba el maestro de Lim cierra las puertas y lleva el cajón a otra habitación. El joven lo sigue, ya que necesita ayuda para esta parte de su trabajo, la cual desagrada mucho a Lim.
Con cuidado le quita la ropa del fallecido y ambos lo mueven a una mesa con hoyos a lo largo de esta. Una vez puestos sus delantales de plástico, guantes y mascarillas, comienzan a lavar muy bien el cuerpo. Se aseguran de quitar tierra, polvo y demás para moverlo a otra mesa.
Lim toma una profunda respiración antes de tomar el cuchillo y comenzar a cortar, cuando apenas había comenzado a trabajar siempre devolvía su desayuno, merienda o cena, sin embargo ahora puede hacer su trabajo gracias al entrenamiento de su maestro. Él siempre le decía que una vez que los familiares se despedían y se marchaban también llevaban al alma de su ser querido con ellos y que sólo quedaba el cascarón sin valor.
—Cascarón, cascarón, cascarón —se repite en su mente mientras retira cuidadosamente la piel, ésta, junto con los huesos, pezuñas y cuernos serán transformados en cenizas para luego dárselas a la familia.
—Estás muy calmado —comenta el mayor al ver que el pulso de su alumno ya no tiembla como antes.
—Lo sé —responde simplemente—. Mejoré gracias a usted.
—Sólo hice mi trabajo, es todo.
Cuando acaban llaman a otras personas, las cuales son las encargadas de llevar la carne para la familia de carnívoros correspondiente. Lim se retira a casa una vez que termina el día y, como siempre, el grupo vándalo de cabras de la esquina le arrojan una bebida encima.
—Uy, perdón. No te vi pelón —le dice en un tono burlesco, sin embargo esta vez Lim voltea al estar harto de sus burlas.
—¿Tiene algún problema conmigo? —Por esa insolencia recibe una embestida que lastima sus costillas, él queda sin aire y apenas puede mantenerse de pie.
—Si, por todas las cosas que hicieron tus primos. Lee un poco de historia imbécil.
Las cabras se alejan riendo mientras que Lim escupe un poco de sangre. Se maldice a sí mismo ya que sabe muy bien que ellos tienen ventaja numérica y aún así los enfrentó. Además al llegar a casa recibió el regaño de sus padres por haber peleado.
—No diría que fue una pelea —murmura, manteniendo la mirada baja—. Estoy harto que me insulten y-
—No los escuches —le aconseja su hermana mayor.
—Pero no lo entiendo, incluso en el autobús una señora oso casi se sienta sobre mí porque, según ella, no me había visto. Traté de que se disculpara pero todos voltearon y me insultaron.
—No hiciste nada malo hijo, ninguno de nosotros pero así son las cosas —comenta su madre.
—La cabras mencionaron a unos primos y la historia, ¿de qué hablaban? —En ese momento toda su familia dejan sus actividades para mirarlo, cosa que hace que su curiosidad aumente.
—Si, historia... —murmura su abuela, en ese momento toda la familia la rodea, pero es Lim quien se sienta a su lado—. Hace miles de años éramos muy diferentes a lo que somos ahora y una criatura dominaba la tierra. Se llamaba humano y eran muy inteligentes, nuestra manera de vivir, la ciudades, el lenguaje los heredamos de esas criaturas pero también hacían cosas terribles.
—¿Humano? ¿Qué hacían?
—Lastimaban la tierra, destruía los hábitat de nuestros ancestros y de los otros animales sin ninguna razón. Provocaron extinciones masivas hasta que un día simplemente desaparecieron. Los científicos creer que viven en las estrellas pero sólo son hipótesis.
—¿Pero qué tiene que ver con nosotros? —cuestiona Lim.
—Nuestro ADN es 99% igual al de ellos. Sólo un 1% nos hace diferentes. Cuando los otros animales nos ven, miran a los humanos que tanto daño le hizo a sus ancestros —la abuela termina con su explicación y revuelve el cabello de Lim para animarlo.
—No es justo, no somos ellos y esas cosas pasaron hace miles de años.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro