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El santo de Géminis tenia la mente en otro mundo desde hace un rato. Al llegar la noche con el alzamiento de la luna sobre el oscuros cielo, este procedió a esperar a Sísifo, sentándose en su cama usando solo unos pantalones cortos.

Cada tanto, este no podía evitar tocarse los labios. La palabra sexo es lo último que a su mente pasaba con regularidad, y en menos de 8 horas había logrado besar al santo de sagitario si no también que se iba a acostar con él.

Casi rio al no poder creerse la suerte que en ese momento pensaba que tenia. Sonriendo ampliamente con la seguridad de que estaba solo, esperando a la llegada del guardián de Sagitario a su lado.

- Deuterus... - La voz del dorado hizo un eco en la habitación, volteándose el moreno para verlo a la cara. Sonriendo al verse frente a frente. A paso lento, Sísifo se fue acercando a la par que se iba desprendiendo de la ropa que tenia encima. Terminado abrazo a Deuterus al borde de la cama, donde le beso, dejándose caer en ella.

- "¿Me cayo un Ángel o Sísifo es así de hermoso?" - Apenas lo vio ese fue su pensamiento. Rodeándolo de forma posesiva cuando este se le lanzo a los brazos.

Cuando sus labios se separaron Sísifo sujeto el rostro del hombre moreno para poner su frente junto a la suya. Sentía que faltaban palabras de su parte en este momento, pues las que dijo hace unos horas eran algo arbitrarias, pero no encontraba las palabras correctas que el sentía que Deuterus se merecía, a su vez reflejen de forma correcta lo que sentía.

Apenas tuvo a Deu enfrente no encontró alguna objeción en su mente, solo acepto sabiendo que estaría feliz de tenerse como amantes el uno al otro.

Ignorando sus pensamientos cuando un gemido broto de los labios, Deuterus le había besado el cuello, encajando sus colmillos en él suavemente. Logrando que deje todo pensamiento racional por las horas que le faltaban.

- ¿Pasa algo? - Géminis pregunto a lo que sagitario negó, pasando sus manos por los brazos del moreno para moverse, y dejarlo bajo su cuerpo.

- Solo me quede pensando. Pero ahora ~ - Tarareo, mirando con una expresión de pura coquetería sexual al hombre bajo de si, bajando su rostro para besar su cuello, su pecho, sus labios, y bajar por todo el marco de su esculpido cuerpo. No sentía algún gramo de grasa sobre este, haciendo agradable su tacto, eran suaves y cálidos contra su cuerpo.

Era hermoso, y esperada que Deuterus lo supiera.

Por el cuerpo del llamado demonio recorrió un fuerte escalofrió cuando Sísifo libero su erección de sus pantalones para dejar un corto beso sobre este trozo de piel. Su corazón de un solo latido dejo su cuerpo en shock cuando este hizo eso, y se intensifico cuando Sísifo mantuvo un trabajo oral para su persona.

Le costó mucho rato acostumbrarse a un trato tan nuevo para su persona, pero a su vez tan placentero. Apoyando su mano sobre la cabeza de Sísifo presionando su pene en su boca de forma casi involuntaria. Sísifo no hizo asco ni objeciones, su lengua recorría esa longitud en todo su largo sin problemas pues... Experiencia no le faltada. Ya había tenido sus relaciones fallidas con Cid y Kardia antes.

Algo que Deuterus quería preguntar debido a ese mismo pensamiento, tenía mucho dominio sobre su persona en este momento como para no tener alguna experiencia antes. Pero lo encontrada muy inapropiado.

- ¿Quieres ser tu el activo? - Parando los fuertes gemidos que el cuarto inundaban, varios hilos de salida unían su boca al pene del Moreno.

¿Ser penetrado por Sísifo? Si, era algo que estada seguro que aceptaría pero en otro momento, no en este.

- Quiero. - Apenas termino recobrando la respiración rápidamente se incorporo en la cama, sujetando las caberas del castaño cuando este se acostó boca abajo para que Géminis le penetrara.

Fue un momento que tardo más de lo esperaría ya que el santo de Géminis se termino hipnotizando por sus glúteos, blancos, redondos, bastante pronunciados, ahora que podía tocarlos sin una placa de oro en medio de estos, presionando su miembro entre ellas pero sin entrar de plenitud. Solo acariciando.

- ¿Te gusta? - Solo necesito ese coqueteo para sacar al demonio de su ensoñación. Mostrando sus colmillos apretando uno de los glúteos del hombre debajo de él.

- Perdón, pero tu cuerpo es sumamente deleitable. - Y de un solo movimiento de cabera, en una fracción de segundos enterró su miembro dentro de esa cavidad anal sin mayores problemas.

Deuterus no supo diferencia entre un grito y un gemido que Sísifo libero.

Era un poco más grande de lo que estaba acostumbrado, haciéndolo casi retorcerse de dolor y placer con el géminis sujetándolo firmemente, empezando su vaivén.

Todo el cuerpo de Deuterus estaba caliente, logrando que sus entrañas se contraigan a cada envestida, invitándolo a seguir cada vez más fuerte en una necesidad mutua, mientras el tiempo se perdía entre las paredes de ese templo.

Cambiaron de posiciones unas 2 veces, la primera vez Sagitario quedo encima del Demonio, montando como a semental, y la segunda quedó atrapado debajo del cuerpo de este, con sus piernas dobladas alrededor de su cabera, apretándolo fuerte para besarlo como en la tarde hicieron, pero siendo un beso más necesitado y pasional, a diferencia del otro que fue más lento.

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Desde el día anterior el santo dorado de Tauro no se había separado de Asmita, se había quedado la tarde y la noche con él.

Había cosas a las que tuvo que irse adaptando, como el cocinar, ya que Hasgard optada por ser quien hiciera esa tarea para los 2, pero Asmita no comía carne (Al menos que él cuente) Debido a sus raíces budistas.

En la mañana despertaron abrazados, pues habían tenido un largo sexo anoche, ninguno quiso romper la pose en la que estaban, con Asmita teniendo su cabeza y su mano sobre la zona entre el pecho y el cuello del toro, mientras este le acariciada los cabellos hasta la espalda.

Aunque Asmita fuera ciego, Hasgard disfrutada cuando este abría sus ojos para él con la intención de verlo. El santo de Virgo tenía un completo mapa mental memorizado sobre la anatomía de hombre fornido, cada musculo y curva que su cuerpo tomara Asmita se la sabia de memoria.

Bajando el toro el rostro para besar al santo de virgo, aprovechando este esa acción para sujetar el cabello blanco de su compañero para acercarlo más a él.

Estaba agarrando al toro por los cuerpos, eso lo sabía.

Apoyando su frente a la del otro por unos minutos. Ambos se separaron para que el toro quedara de rodillas en la cama exponiendo su prominente erección mañanera que Asmita estada dispuesto a atender.

No se lo podía meter de lleno a la boca pero sabia como complacerlo, concentrando sus labios en la parte del hongo mientras lentamente sus manos rodeaban la circunferencia del tronco en una caricia que le robada placenteros gemidos al fornido hombre.

Cuando sus labios se volvieron a juntar, Hasgard lo sujeto fuerte de las caberas para penetrarlo, sosteniéndolo la altura a sus caberas. Como amaba a este hombre, fue muy tonto al desconfiar tanto de él a base de prejuicios, ahora no quería ni pensar en la idea de morir en esta guerra, solo quería concentrarse en los momentos que tenían, de cierta forma quería quedarse siempre con él.

Pero aunque ese sea su deseo era muy difícil a estas alturas. Ya satisfechos, cada uno busco vestirse pues tenían obligaciones que atender, Hasgard fue a la concina a hacer un desayuno para los 2. ¿Cómo Asmita comía cuando estaba solo? No tenía idea. Sabia de sus habilidades de percepción pero cocinar estando ciego era algo que sonada muy tonto dentro de su mente.

- Sísifo... - Grande fue su sorpresa cuando al bajar por los templos, su gran amigo estaba en el tercer templo hablando animadamente con el guardián de este.

Al momento de notar que estaba detrás de ellos 2, Sísifo fue a residirlo mientras Deuterus se fue a uno de los rincones del templo para dejarlos hablar.

- Hasgard, ¿Cómo te fue con tu enamorado?

- Ahh... La pasamos bien. - Que Sísifo estuviera en Géminis a plana mañana era algo que le pareció raro. No esperada que fuera a estar con él. Analizando al hombre frente a él hasta que encontró unas marcas que él conocía muy bien encima de su cuello. - ¿Tu la pasaste bien con Deuterus? Esas marcas parecen chupetones.

- La pase como hace tiempo no. Deuterus es más amoroso y pasional de lo que creerías.

No se lo podía creer. Hasgard conocía de las relaciones fallidas de Sísifo, nunca creyó que su amistad llegaría a esto pero con esta nueva relación se mostrada con tanta seguridad y confianza que solo podía pensar en desearle suerte con esta relación.

- No me esperada esto, pero creo que los 2 se merecen. - Declaro, no encontraba mayores palabras a decir para este punto, aun estaba en un ligero shock, pero deseada que la relación de sus amigos funcionara. Si él pudo amar a Asmita y llevar una buena relación, ellos 2 también, de eso estada seguro.

Con el pasar de las semanas la relación entre Géminis y Sagitario no tardo en hacerse conocida entre los dorados. Deseándoles la mejor suerte en esta; Una relación amorosa era el único lujo humano que como guerreros de Athena se podían dar.

El único problema fue Kardia que estuvo molestando por el trascurso de media hora, ya que a la final, fue ex de Sísifo.

Ya con eso hecho, en el templo que Sísifo custodiada, el aludido solo sonría divertido ante la guerra de miradas que mantenían su sobrino y su amante frente de sí.

Deuterus no quería decir palabra, solo esperar a que Leo hicieran algún acto frente él. Parecía algo receloso porque notada que lo habían mandado con Degel para que este le quite a su tío.

Cruzados de brazos Regulus parecía indignado, hasta que de un momento a otro, Deuterus lo sujeto de los lados para cargarlo. Dejándolo sobre uno de sus brazos mientras caminada en dirección a Sísifo, terminando besándole en los labios.

- Tío Sísifo, dile a Tío Deuterus que me no me gusta que me carguen. - Inflando las mejillas este reclamo por la molestia que le generada eso. Fuera de todo, había aceptando al santo de Géminis como su tío rápidamente. Acto que al hombre moreno le hacía sentir cierta calidez mezclada con alegría. Besando la frente de su sobrino antes de bajarlo, volviendo con Sísifo. 

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