Capítulo 2
Naruto seguía en el campamento bandido de Raven, y actualmente estaba en la carpa principal que pertenece a la ya mencionada.
El rubio estaba sentado de rodillas en el suelo frente a una mesa con una taza de té caliente.
Frente suyo, además, estaba Raven sentada de la misma forma bebiendo su propio té.
—Oye mira, agradezco que me hayas enseñado el idioma de este lugar y sobre todo donde me encuentro, pero, no me uniré a tu campamento —dijo Naruto.
—¿Por qué? —pregunto la mujer de ojos rojos con calma.
—Son buenas personas y todo, pero no pienso quedarme, necesito buscar la forma de regresar a mi hogar —dijo Naruto.
—Hn, me lo has dicho en más de una ocasión, dejarte ir es solo un desperdicio, estoy desperdiciando un gran potencial —dijo Raven.
—Mi hogar es mucho más importante que quedarme en este lugar, mis amigos y familia me necesitan —dijo Naruto.
Ante estas palabras, Raven coloco su té sobre la mesa mirando al rubio con sus profundos ojos rojos.
—Está bien, no importa lo que intente no logro convencerte, así que, te dejare ir con una condición —dijo Raven mirando al rubio que le devolvió la mirada.
—¿Así?, que tipo de condición —dijo Naruto.
—Si en algún momento necesito tu ayuda, tendrás que prestármela sin importar para que sea —dijo Raven con una media sonrisa.
Naruto se quedó pensando aquello por unos instantes.
—Acepto, pero bajo mi propia condición —dijo Naruto haciendo que la sonrisa de Raven se borrara y arqueara una ceja.
—Oh, ¿y que sería? —pregunto Raven.
—Que me ayudes proporcionándome información sobre todo en este lugar, sobre estos tales Grimms y las organizaciones criminales que existan, y también información sobre mi hogar —dijo Naruto.
—Ohh, ya veo, ¿quieres que sea tu red de información acaso? —pregunto Raven.
—Bueno —dijo Naruto rascándose la nuca —. Más o menos eso, si —termino de decir Naruto.
—Mm, podría hacerlo, siempre y cuanto tu cumplas con tu parte —dijo Raven.
—Por supuesto, es una promesa, y Uzumaki Naruto jamás retrocede a su palabra —dijo Naruto con seriedad.
Raven al ver aquello sonrió levemente, ciertamente conocer a este misterioso chico no fue tan malo, le sería útil en muchas cosas, pero más precisamente para ciertos problemas con cierto peliblanco en cierta academia.
—En ese caso, también acepto tu condición —dijo Raven extendiéndole la mano al rubio quien la miro por unos instantes, aceptando el apretón, con esto, sellando el acuerdo mutuo.
Luego ambos se pusieron de pie, Raven miro de pies a cabeza a Naruto, que llevaba la misma ropa con la que había llegado, la cual estaba hecha añicos.
No era de su incumbencia, pero no dejaría que el joven frente a ella anduviera por ahí con esos harapos, este chico era importante para ella y sus planes futuros, que ciertamente, agradecerá a futuro el no volverse su enemiga cuando intento matarlo hace unas semanas atrás.
—Espera aquí, ahora vuelvo —dijo Raven saliendo de la carpa dejando a Naruto un tanto confundido.
Luego de un rato, Raven apareció lanzándole al rubio una maleta mediana, Naruto simplemente se quedó viendo aquello con confusión.
—Ábrela —dijo Raven al rubio quien arqueando una ceja así lo hizo.
Al abrir la maleta, lo primero que Naruto vio fue su porta kunais, su porta Shurikens, el Kunai de su padre y por supuesto su protector de la frente con el símbolo de su pueblo, además, debajo de todo esto, había algo de ropa.
Con una mirada confundida, se volvió hacia Raven que tenía sus brazos cruzados.
—Es lo que tenías el día que te encontré, supongo que para ti es importante ya que son tus armas, el resto de la maleta es un poco de ropa para que reemplaces la que llevas puesta —dijo Raven mirando al rubio quien saco la ropa viendo lo que era.
Eran básicamente unos pantalones negros, una camisa blanca sin mangas y una chaqueta de cuero color negro, además también había unas especies de botas de combate, aunque para él fue raro el no ver las aperturas para los dedos como sus sandalias.
«A esto le falta naranja» pensó Naruto con una gota de sudor.
—Si estás pensando que le falta naranja, déjame decirte que estas demente, esa ropa es demasiado genial para alguien que no tiene buenos gustos para la ropa como tu —dijo Kurama.
—Hey, me encanta el naranja, es el color de los dioses —dijo Naruto sacándole una gota a su inquilino.
—Como sea, ponte esa ropa y puede que a futuro la personalices como quieras, por ejemplo, ponerle el remolino de los Uzumaki en la espalda —dijo Kurama al rubio.
—Mm, no suena tan mal, podría reemplazar esa camisa blanca por una naranja, no quedaría tan mal —dijo Naruto pensándolo bien.
Kurama ante esto, suspiro, al menos logro que su inquilino dejara tanto naranja en su ropa, algo era algo, con tal de no verlo nuevamente con trajes naranjas.
—Te daré privacidad para que te cambies, te espero afuera —dijo Raven dándose media vuelta y saliendo de la carpa, pero antes, le lanzo una mirada al rubio, para luego abandonar el lugar por completo dejando al rubio solo.
Este aparto sus cosas y comenzó a tomar la ropa de la maleta y colocar la que llevaba puesta en esta, paneaba llevársela, después de todo era un recuerdo preciado para él ya que esa chaqueta naranja que ahora estaba hecha pedazos, se la había comprado su difunto padrino Jiraiya.
Tras unos momentos después, el rubio llevaba la nueva ropa que Raven le había dado, además de que también había un par de guantes sin dedos en la maleta, así que decidió ponérselos.
—Vaya, me veo genial, solo le pondré algo de naranja y estará perfecto —dijo Naruto sonriéndose a sí mismo.
Su inquilino por otro lado, se palmeo la cara por la estupidez que su Jinchuriki había dicho.
—Bien ahora esto —dijo Naruto tomando sus herramientas y acomodándoselas donde deben ir, este guardo el kunai de su padre con el resto de Kunais, para finalmente tomar su Hitai-ate.
Mirándolo por unos instantes, este decidió atarlo en su frente nuevamente, con todo perfectamente acomodado, Naruto cerro la maleta donde estaban sus pertenencias y procedió a salir a fuera, atrayendo la atención de todos por las nuevas pintas que llevaba.
Las pocas mujeres que había en el lugar, no pudieron evitar ganar un tinte rosa al ver al rubio, incluso la misma Raven dio un silbido al verlo, jamás pensó que se vería tan bien con esa ropa.
—¿Y bien?, ¿para qué querías verme? —pregunto Naruto.
—Solo quería verte para despedirte, ahora que somos socios, necesitare ver de vez en cuando si estas bien, además de por supuesto, darle la información que tanto deseas —dijo Raven.
—¿Cómo harás eso exactamente?, ¿mandaras algún ave de mensajería? —dijo Naruto.
—Hn, no usare algo tan trivial como eso, usare mi semblanza —dijo Raven confundiendo a Naruto.
—Mi semblanza me permite abrir portales hacia alguien con quien haya formado algún vínculo —dijo Raven sacando su espada y cortando el aire abriendo un portal rojo con el centro oscuro.
Esto sorprendió a Naruto, aunque seguía confundido por la palabra semblanza.
—Ya veo, supongo que creaste alguno conmigo, lo que te permitirá abrir un portal donde yo este, ¿cierto? —dijo Naruto.
—Es más o menos como tú lo has dicho —dijo Raven guardando su espada y cerrando el portal, no quería ver a la persona tras ese portal.
«Mm, si supiera la técnica de mi padre y del segundo, podría hacer algo similar» pensó Naruto, para luego restarle importancia.
—Así que portales, ¿eh?, en ese caso no estaremos incomunicados —dijo Naruto haciendo que Raven lo mirara.
—¿Ah que te refieres?, ¿también puedes abrir portales? —pregunto Raven.
—No, pero tengo mis métodos, se donde esta este lugar, así que puedo volver, sin embargo, si en algún momento cambias de localización el campamento, obviamente espero que me lo digas —dijo Naruto a Raven quien asintió.
—Por supuesto, debí imaginarme que dirías eso, esta bien, si nos movemos, sabrás la nueva localización —dijo Raven mirando al rubio quien asintió.
—¿Qué harás ahora? —le pregunto la pelinegra al rubio.
—Supongo que andaré por ahí explorando y descubriendo, buscare información de mi hogar por mi cuenta, también me llamo la atención esto que tu llamas Semblanza, así que tratare de investigar sobre eso y los Grimm —dijo Naruto.
—Entiendo, en ese caso, fue un gusto concerté Naruto Uzumaki —dijo Raven dándole la mano a Naruto quien la miro por unos instantes.
—Igualmente Raven Branwen, aunque hayas intentado matarme, me terminaste agradando al final ttebayo~ —dijo Naruto con su sonrisa zorruna, consiguiendo una ligera sonrisa de Raven.
Conocerse fue algo interesante para ambos, aunque Naruto jamás llego a pensar que sería ayudado por bandidos, mucho menos por la mujer que precisamente intento matarlo solo porque se había cansado de él al no poder entenderle nada.
Ambos soltaron sus manos y luego Raven pareció sacar un papel que estaba perfectamente doblado y se lo dio a Naruto quien lo tomo un poco curioso.
—Es un mapa, supongo que te será de utilidad, tal vez no, eso dependerá de ti —dijo Raven.
—Ya veo, gracias por la ayuda, nos vemos —dijo Naruto desapareciendo de un salto frente a Raven quien se quedó parada en el mismo lugar sin borrar su sonrisa, mirando al cielo para luego soltar un suspiro y volver a lo suyo.
Parecía que las cosas en Remnant se volverían interesantes con la llegada de ese joven tan misterioso y peculiar.
Con Naruto.
El rubio estaba saltando sobre los árboles, para luego aterrizar y comenzar a correr mientras miraba el mapa.
—Vaya, se tomo la molestia de marcar el lugar donde el campamento se encuentra —dijo Naruto un poco agradecido ya que eso le serviría como guía, ahora mismo estaba corriendo hacia la dirección norte.
«No hay ningún pueblo o ciudad cerca» pensó Naruto viendo un poco las distancias, tardaría un rato en llegar hacia la civilización.
Tenía mucha curiosidad de cómo se veía el lugar en el que se encontraba, por lo que había leído en los libros que Raven le traía para que aprendiera el idioma de ese lugar, pudo descubrir que la tecnología era sumamente avanzada.
En su mundo no existía tal cosa, si acaso algunas cosas de uso cotidiano, pero comparado a lo que hay en este mundo, lo de su mundo son simples juguetes.
Incluso las armas son tecnológicas, nada sencillo como un kunai, shurikens o espadas, no, había armas que cambiaban de formas y cuantas cosas.
Un ejemplo seria la espada de Raven, un dispositivo colgando de su cintura a modo de funda para su espada, que en realidad tenia una especie de sistema que hacia girar las múltiples hojas de colores que ella posee a modo de repuestos.
Eso le permitía cambiar la hoja de su espada con rapidez y no permanecer desarmada en caso de que la primera hoja sea destruida.
Aquello le pareció muy interesante a Naruto, si de alguna forma pudiera hacer un sistema similar, pero con sus kunais y shurikens, seria grandioso.
«Tal vez debería buscar la forma de hacerlo, me ahorraría muchos movimientos» pensó Naruto mientras seguía corriendo.
El rubio continuo su camino, ya se había alejado bastante del campamento de Raven y por lo que estaba notando, no quedaba mucho para que el día culminara.
Le daría unas 4 horas más para que el sol finalmente se oculte y todo se vuelva oscuro, de ser así, lo más probable es que decida acampar y seguir moviéndose al día siguiente.
Moverse de noche en un lugar que no conoce, no siempre resulta ser buena idea.
No sabia con exactitud cuando le faltaba para llegar al pueblo mas cercano, sobre todo porque no tenía mucha información sobre esas criaturas llamadas Grimm.
Aunque él sabía que podría defenderse sin problemas, jamás es buena idea ser arrogante y andar de forma despreocupada, mantenerse con los sentidos al máximo es un gran privilegio y por supuesto algo importante.
—Seria mejor que continuaras, aunque sea de noche, aquella mujer ni siquiera te dio comida —hablo Kurama dentro del rubio.
—Tienes razón, aunque de momento no siento hambre, seria buena idea —dijo Naruto dándole la razón a su compañero —. Sin embargo, el problema también es el dinero, no tengo anda —dijo Naruto.
—Del dinero te encargaras después —dijo Kurama.
—En ese caso, lleguemos al pueblo más cercano —dijo Naruto transformándose y comenzó a correr, aumentando su velocidad.
Lo único que se veía por el lugar, era una luz dorada que se veía pasar a toda velocidad, rumbo al pueblo más cercano.
Fin del Capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro