Pedido por RaviolesConTuco

Este escenario está ubicado en el final de shippuden, cuando ya tienen 17-18.

Situación: Les pides formar una familia, ¿Cual será la reacción de los chicos?

Advertencia: No.

Naruto

- ¿¡q-que!?- exclamo- ¿d-de verdad?-

- si Naruto, quiero tener una familia, sería lindo. ¿No te imaginas lo lindo que sería?,  bueno...si es que quieres-

El rubio rasco su nuca nervioso desviando la mirada. La verdad, si quería, pero aún no se sentía listo. Tener hijos es una gran responsabilidad y por como es....esta seguro de que no seria el mejor padre.

- ____,no estoy seguro. No me mal entiendas, me gustaría y mucho. Pero cada cosa a su tiempo-

Hiciste un pequeño puchero -esta bien, lo entiendo-

- vamos, no te pongas triste - te abrazo y beso tu mejilla - pronto tendremos hijos, los que tu quieras ¡de veras! - sonrió. Pronto tus mejillas empezaron a arder de tan solo pensarlo.

Sasuke

- ¿una....familia? - asentiste. El uchiha tragó saliva, por alguna razón sentía nervios. El gran Sasuke uchiha estaba nervioso por tan solo pensar en tener hijos. Y es que, tampoco era algo que tomar a la ligera - no es una mala idea...podremos restablecer el clan- hizo una pequeña pausa- ¿estás segura?-

- si, muy segura. Seria muy lindo -

El azabache sonrió ligeramente y con las mejillas levemente sonrojadas, tocó tu frente con ambos dedos - ahora no, más tarde será ¿si? -

Kakashi

- ¿puedes...repetirlo?- su cara estaba teñida de rojo. No sabia que decir, lo habías dejado sin palabras.

- eso, quiero tener una familia -

- ____, aún no nos casamos, además, es mucha responsabilidad. Sabes que estoy ocupado, y más ahora que soy Hokage. No quiero que algo te pase en mi ausencia- te rodeó con sus brazos, dejando su cabeza sobre la tuya. Al ser más alto, era algo que hacía cada vez que te abrazaba - no quiero perderte...o que algo malo te pase. Pero te prometo que algún día de estos, seremos una gran familia -.

Shikamaru

- que fastidio...- suspiro - ____, somos muy jóvenes aún-

- pero, ¿no crees que sería lindo?-

- si,si. Si a lindo te refieres con sufrir mareos, vómitos, el dolor del parto, comprar pañales y otras cosas, levantarnos a las cuatro de la madrugada porqué el bebé llora, ya no tener tiempo para nosotros..¿sigo?-

- tienes razón-

- hey, no te pongas triste. Que fastidiosa eres...ya tendremos hijos, cada cosa a su tiempo. Además, creo que aún no somos lo suficientemente maduros-.

Chouji

Desesperado, comenzó a golpear su pecho. Ante lo que dijiste se había ahogado con una papita.

- ¿h-hijos?- sus manos estaban temblando y comenzaba a sudar. Se había puesto nervioso, y realmente, no sabía que decir.

- si - respondiste con una sonrisa. El Akimichi trago saliva con dificultad.

- n-no es mala idea...b-bueno si es que quieres - se sonrojo comenzando a jugar con sus dedos -si eso te hace feliz...-

- chouji, no solo lo hagas por mi, también quiero saber tu opinión-

- o-oh..mmh, me gustaría mucho, pero siento que somos muy jóvenes aún-.

Shino

Estaba más pálido de lo normal y por un momento lograste ver como dio un leve brinco de la impresión. No sé lo esperaba.

- ¿h-hablas ...enserio? - murmuró con la voz temblorosa.

- si, muy enserio-

- deberiamos tomar esto con calma, pensar bien las cosas y ya sabes...esperar un poco más...-

Kiba

- ¿hijos?, vaya, esa no me la esperaba - se sonrojo por la vergüenza- pero bueno...¿que estamos esperando? - sonrio mostrando sus colmillos. Esta vez la que se sonrojo fuiste tú. Al menos se lo había tomado bien, que lástima que no pensó en el futuro.

Rock Lee

Fácilmente su cara podría ser confundida con un tomate. Sacudió su cabeza para calmarse y tras meditar unos segundos ,una gran sonrisa se trazó en sus labios.

- ¿¡e-estas hablando de verdad?! - pregunto emocionado. Sus ojos brillaban de ilusión, estaba feliz.

- si, ¿qué opinas?-

- ¡estoy muy feliz! ¡e-espera que le diga a Gai sensei! , no sabes lo feliz que estoy, de verdad esto me hace muy feliz y yo- - hablaba tan rápido que no podías entenderlo, simplemente asentias tras cada palabra esperando que se calmara. Lo bueno,es que se lo tomo bien.

Gai

Su cara te tiñó de rojo por completo, en parte estaba muy feliz y emocionado, pero ¿lo haría bien? ¿Seria un buen padre?, bueno si pudo criar como a sus propios hijos a sus pupilos, quizás no sería tan difícil.

- ¿estás segura? ¿Te sientes lista? - pregunto un poco más tranquilo.

- si Gai,creo que ya es hora - lo viste sonreír y sin decir nada más, se lanzó a abrazarte.

- gracias, gracias- beso tus mejillas ,para luego depositar un dulce beso en tus labios.

Sai

- oh, así que..hijos. Interesante- murmuró - creo que ahora deberé empezar a leer libros sobre este tema -

- pero ¿tu quieres?-

- la verdad no, ni siquiera lo había pensando. Ciertamente la sola idea de tener que cuidar de alguien me pone nervioso e incluso me aterra, pero, seria muy interesante. La vida se trata de aprender -.

Gaara

- ¿f-familia?- dijo con la cara roja - e-eso suena bien, me gustaría mucho- sonrió, sus ojitos brillaban de ilusión. Le llamaba la atención este tema, la sola idea de criar un bebé y de darle todo el amor que nunca le dieron en su niñez, le daba cierta calidez en su corazón. - pero, no quiero forzarte, ¿te sientes lista?¿necesitas tiempo?, quizás deberíamos esperar ¿no?, casi nunca tenemos tiempo y que te pueda pasar algo....- tomo con cuidado tus manos, llevándolas hasta sus labios y dando besos en estas- no quiero dejarte sola-.

Kankuro

- bueno...¿que esperamos?- con las mejillas temidas de un suave color carmesí, sonrióde medio lado, mostrando su intención, más allá de tener hijos. Tu cara ardió, no te esperabas esa reacción. Con el ceño levemente fruncido le diste un pequeño golpe en el hombro, obteniendo un quejido de su parte - hey, no te pongas así, solo estaba bromeando. Pero en realidad no me molestaría, además si no funciona a la primera, podemos seguir intentando ¿no?-

Hashirama

- ¿¡hijos!? - una gran sonrisa se trazó en sus labios, sus mejillas levemente sonrojadas le daban una apariencia tan tierna- ¡si quiero! ¡oh, espera que lo sepa Madara! , ¡toma eso Madara! ¡yo tendré un hijo primero! - exclamaba como un niño pequeño. Negaste con la cabeza, a veces tu esposo no tenía remedio. Pero por lo menos, aceptó y se lo tomo bastante bien.