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𝐊iba 𝐈nuzuka

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“Te puedo jurar que no vas a perderme”

Kiba x ___________

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TAL VEZ LA ACTIVIDAD FAVORITA DE __________ era molestar a Sasuke Uchiha.

A ese ninja reservado por el que todas las chicas morían y que era el mejor del lugar a donde fuera que se moviera.
A ese chico al que muchos de su grado le temían porque era el prodigio y el único del clan Uchiha. ___________ adoraba molestarlo.

Y es que su mejor amiga tenía el permiso de hacerlo.
Aunque Sasuke no era alguien que tuviera demasiados amigos (por no decir que ninguno), ___________ Nagano era la única que podía jalarle el cabello y sacarlo de sus casillas sin que Sasuke se atreviera a mandarla a volar de un puñetazo.

—¡AY POR FAVOR, ___________, YA DÉJAME! —gritó Sasuke después de que durante los últimos 20 minutos ___________ le estuviera haciendo trencitas mientras estaba sentada en el banco de arriba de él.

A todos les pareció gracioso... Menos a un Inuzuka que observaba la escena sentado junto a Hinata en los asientos de la fila del medio.

—No —respondió simple y cortante la Nagano para continuar con su trabajo en el cabello de Sasuke, a quien solo le dio un tic en el ojo causa del estrés que ___________ le hacía pasar.

—___________, deja en paz a tu compañero por favor —pidió Iruka intentando ser amable y que una sonrisa burlona no se escapara de sus labios.

La joven dejó del lado el cabello de Sasuke para comenzar a tomar apuntes de lo que Iruka había escrito en el pizarrón.

Unas sillas más adelante, se escuchó que un lápiz se quebraba. ___________ se giró para ver de dónde provenía el ruidito: —Oye, Kiba —llamó la joven con una sonrisa. —Toma, usa el mío —dijo amablemente.

Las mejillas de el niño se volvieron carmesí, aún si las marcas rojas de sus mejillas podían disimularlo levemente, aún podía notarse su sonrojo.

Y es que si alguien llevaba más tiempo enamorado de ___________ que de estar vivo, ese era Kiba Inuzuka. La había conocido cuando paseaba por la aldea y sus edades no sobre pasaban los 3 años, eran unos niños pero el sentimiento que Kiba cultivó en su pecho desde entonces jamás se había marchitado. Se fortalecía con cada cosa que ella hacía, cada sonrisa que compartían y la facilidad con la que ella podía alegrar el día de cualquier persona regalándole una sonrisa y una flor.

Aceptó el lápiz aunque sus dedos temblaran y le agradeció amablemente, justificando que el lápiz que tenía era de mala calidad.
Y jamás regresó ese lápiz.

Un par de semanas más tarde, ___________paseaba por la aldea. —Maldito emo vengador, ahora se esconde... —gruñó molesta después de unos minutos de buscarlo. —Si se atreve a asustarme, aunque él nunca me haya pegado, yo sí voy a mandarlo al otro lado... —farfulló mientras comenzaba a caminar de nuevo. —Ay, creo que voy a comprar un lápiz... No sé dónde quedó el último que compré —murmuró entrando a la papelería.

—Oye, disculpa, no puedes entrar con comida —dijo la dependienta señalando la pequeña cesta que ___________ llevaba en sus manos. Viendo la cantidad de plumones que había en el lugar y sabiendo que era una mentira el "solo voy por un lápiz", accedió a dejar la canasta fuera del local. Las puertas eran de vidrio y podría revisarla de vez en cuando.
Comenzó a revisar qué más compraría además del lápiz.

—¡AKAMARU, NO! ¡PERRO MALO, PARECE QUE NO TE ALIMENTO EN CASA! —una voz conocida le llamó la atención.

Kiba estaba parado frente a la papelería intentando hacer que Akamaru se separara de una cesta.

Mierda. Su cesta. Salió corriendo con los plumones en la mano sin pagarlos.

—Bueno... —suspiró cuando vio que Kiba por fin había separado al perro de la canasta. Casi todo estaba mordido o babeado por el perro, especialmente las galletas de mantequilla. —Creo que Sasuke tendrá que comer aire este fin de semana —suspiró agachándose a la altura del pequeño perro.

—___________ —murmuró Kiba después de unos segundos al darse cuenta de quién era la cesta. —Perdón, de verdad, intenté detenerlo, no sé qué le pasó, voy a reponerlo —se apresuró a disculparse.

___________ acariciaba el pelaje del pequeño perro mientras le ofrecía de las galletas. —No importa, Kiba, a esta cosita hermosa no puedo decirle que no, mira qué lindo erres, Akamaru —murmuró la niña acariciando aún al perro, quien solo le dio un ladrido antes de seguir comiendo.

—Creo que le agradas... Y creo que le gustaron tus galletas —dijo con una sonrisa.

—Bueno, al menos alguien las aprecia, el emo que tengo de amigo dicen que son muy dulces —dijo ___________ soltando una risita nerviosa.

Kiba hizo una mueca al oír mencionar al Uchiha, pero tomó una galleta y la mordió. Sí estaba demasiado dulce. Las tragó con dificultad e intentando disimular su disgusto con una sonrisa. —Pero son deliciosas, ___________

La chica le sonrió amablemente en agradecimiento.

—¡Niña, tienes que pagar eso! —exclamó la dependienta que salió de la papelería.

—Ah, sí, perdón —murmuró apenada dando una risa nerviosa y extendiendo el dinero de sus plumones.
Kiba solo podía admirar lo bella que era.

—¿Quieres que te acompañe a tu casa? —preguntó Kiba después de que la dependienta se alejó.

—Si quieres, igual tengo que ir a buscar más comida para Sasuke —dijo con simpleza la chica.

Ahí estaba de nuevo el idiota de Sasuke presente.

La siguiente vez que se encontraron fue mientras entrenaba. Había sacado a Akamaru a pasear, y aunque usualmente era una de sus actividades favoritas, justo ese día no quería ni caminar.

Su madre lo había llamado inútil, que debía comenzar a hacerse responsable de el pequeño canino y lo había empujado afuera de la casa aún si estaba lloviendo.

Él era fuerte, pero el golpe y la humillación le habían dolido. Un sollozo salió de sus labios cuando estuvo lo suficientemente adentrado en el bosque, Akamaru estaba preocupado por él y detuvo sus saltos igual que Kiba, se acercó a él para darle cariño acariciando su cabeza sobre la pierna del chico, quien solo pegó su espalda a la corteza del árbol y se deslizó hasta sentarse en la rama.

El perro se subió a sus piernas dándole su apoyo, pero de pronto sus sentidos se pusieron alerta. Había un olor raro cerca, era a penas perceptible pues la lluvia seguía dispersado los aromas.
Pero era un inconfundible aroma a galletas de mantequilla.

Un ladrido llamó la atención de ___________ e hizo que Kiba se limpiara las lágrimas y se acomodara como si nada hubiera sucedido.

—¿Qué pasa, Akamaru? ¿Peligro? —inquirió el chico pretendiendo que su voz no se quebraba.

—Ay, qué lindo que me consideres peligrosa —bromeó ___________ saliendo detrás de un árbol.
La mirada de Kiba se suavizó. —¿Estás bien? Tienes los ojos llorosos y...

—Sí, estoy bien —interrumpió Kiba con una sonrisa.

—¿Seguro?

Kiba asintió de nuevo y ___________ se encogió de hombros.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Kiba después de unos segundos en silencio.

—No sé... Sasuke me dijo que soy una idiota fastidiosa y vine a... Despejarme de todo —simplificó ___________ sin mirar al chico. Su corazón latía con fuerza en su pecho, tenía ganas de llorar pero también se sentía a salvo de alguna manera.

—¿Sasuke te dijo qué? —inquirió Kiba con un gruñido. ___________ volvió a encogerse de hombros y miró a Kiba. —¿Estás bien? —preguntó acercándose a ella para sentarse en la misma rama.

—Sí, supongo que sí, estoy acostumbrada a que me diga esas cosas —murmuró bajando la mirada hacia el vacío que había bajo sus pies.

—Tú y él... ¿Tienen algo? —preguntó Kiba nerviosamente.

La risa de ___________ resonó entre los huecos de los árboles. —Para nada, ese emo vengador solo es mi amigo... Lo cuido porque... Supongo que la soledad nos ha hecho pasar mucho tiempo juntos, estamos solos juntos —murmuró ___________. —Además, él no es mi tipo, demasiado serio y gruñón para gustarme —dijo con una sonrisa.

Kiba abrió los ojos sorprendido y la miró de nuevo. —¿Y cuál es tu tipo? —preguntó sin pensarlo. —Digo, si se puede saber —agregó apenado.

___________ le regresó la mirada y le sonrió aún más ampliamente. —Serios pero no tanto, inteligentes, que les gusten los animales...

Kiba volvió a bajar la mirada.

—Castaños... —continuó ___________.

—Y... ¿Por qué dejas que Sasuke te trate tan mal? —preguntó Kiba sin siquiera mirar a ___________ de nuevo.

La Nagano se quedó callada unos segundos mirando al piso. —Porque sustituyó el lugar de hermano que quedó vacío cuando Hikaru murió esa noche —suspiró conteniendo sus lágrimas. —Sasuke solo es mi hermano de otra madre, y el chico castaño de marcas rojas que me gusta solo sabe preguntar por él... Creo que está enamorado de él o una cosa así...

Kiba soltó una risa. —Debe ser muy idiota para... —se burló, pero inmediatamente volvió a quedarse en silencio. —Oh...

La carcajada de ___________ volvió a resonar por los árboles. —Bueno, me voy, tengo que recoger la cesta de mamá —dijo de nuevo levantándose de la rama y comenzando a caminar.

—¡___________, espera! —exclamó Kiba comenzando a saltar entre las ramas también, pero cada vez que creía que estaba cerca, ___________ volvía a saltar más lejos.
Pronto la perdió entre los árboles.

«Qué idiota» pensó molesto y volviendo a saltar pero más lento.

Nunca volvió a decirle que él también estaba enamorado de ella. A veces la ansiedad lo castigaba y le hacía creer que, quizá, se refería a otra persona, pero había sido demasiado obvia... No podía ser nadie más.
Y, de cualquier manera, no tenía la audacia suficiente para decirle que él también estaba enamorado.

Las cosas se volvieron más difíciles cuando Sasuke se fue de la aldea. Cada día la veía más decaída, sus ojos ya no brillaban y ya no la veía pasear tan seguido por la aldea.

Kiba había salido a pasear con Akamaru, no podía dejar de pensar en ___________ y como ya no parecía feliz, ¿Qué podía hacer para que ella se alegrara un poco? Esos días ya no la había visto, y estaba preocupado por su estado.

El ladrido de Akamaru lo devolvió a la realidad y de pronto vio al animal correr hacia una figura sentada apoyada en unos troncos frente a la roca memorial.

Reconoció sus manos acariciando al canino, que preocupado por la joven se había recostado sobre su regazo. ___________ llevaba una capucha sobre su cabeza, a penas podía distonguirse que era una persona.

—¡Oye! —exclamó feliz mientras se acercaba corriendo hacia ella.

—Hola, Kiba —saludó la chica sonriéndole amablemente, sin embargo, sus ojos no parecían igual de felices de verlo.

—¿Cómo estás? Hace mucho que no te veo por aquí —dijo con una sonrisa sentándose junto a ella.

___________ se encogió de hombros y se bajó la capucha. —No sé, supongo que bien... No quería venir para acá, me trae muchos recuerdos extraños —murmuró desganada.

—¿Como qué recuerdos? —inquirió Kiba mirándola detenidamente, escuchando cada uno de sus suspiros.

—Naruto atado a este poste, yo colgada de la pierna en ese árbol por rescatar al imbécil de Sasuke... No sé —balbuceó si mirarlo. —Es una idiotez que Naruto siga buscando a Sasuke, ¡Yo que soy su hermana no pude detenerlo! No sé qué esperanzas tiene él de hacerlo volver —murmuró desganada, mirando el piso como si fuera lo más interesante del mundo, sin embargo solo se estaba aguantando las ganas de llorar.

Kiba no dejaba de mirarla, intentando descifrar como podía ayudarla, y cuando la vio abrazarse a sí misma en busca de un poco de consuelo, intentó abrazarla pasando su brazo por sus hombros y atrayendo su cuerpo hacia él.

—Sé que un Shinobi no debe de llorar pero... Perdí a un hermano dos veces, ¿Qué diablos tiene la vida conmigo que no puedo tener a alguien querido? —sollozó ocultando su rostro en el pecho de Kiba, quien solo se quedó en silencio y la abrazó con más fuerza. ___________ volvió a levantar la vista solo para mirar a Kiba a los ojos. —Por favor, tú no te vuelvas malo, a ti no te puedo perder —suplicó entre sollozos.

Las mejillas de Kiba se tornaron ligeramente rojas al escuchar sus súplicas. Y, la valentía que no había tenido en años, la reunió para besar su frente con suavidad. —Te puedo jurar que no vas a perderme —murmuró a penas audible.

Ella era lo más bonito que había en el mundo, ¿Por qué diablos habría de querer lastimarla?
Dejó que se desahogara llorando en su pecho, y cuando la vio más calmada, levantó su rostro cuidadosamente.

—Ojalá pudiera quitarte todo ese dolor, pero como no puedo hacerlo, puedo al menos intentar darte toda la felicidad que pueda durante todos los días de mi vida —murmuró mirándola a los ojos, y dándose cuenta de que sus lágrimas formaban pequeñas flores a su alrededor cuando caían sobre el piso. —Solo déjame ser yo quien te ame para siempre...

___________ no dijo nada. Sus lágrimas estaban siendo secadas por los suaves toques de Kiba, quien solo le volvió a sonreír. Sin pensarlo dos veces, ___________ se acercó para besarlo, uniendo sus labios en un desesperado beso qué tanto habían deseado ambos por años.

Al separarse, ___________ alzó su mano, de la que poco a poco nació una rosa roja.

—Las rosas rojas simbolizan amor eterno, y es lo único que siempre he sentido por ti —dijo mientras bajaba la mirada avergonzada y le extendía la flor al chico, quien solo la tomó antes de volver a besar su frente.

Cortó una de las margaritas que habían nacido a raíz de sus lágrimas y la colocó en el hueco entre su cabello y su oído. —Te prometo que esas margaritas ya no serán de tristeza —dijo besando su sien.

Esa chica que olía a galletas de mantequilla y solía regalar flores a todo el mundo para alegrar un poco sus solitarios corazones con esperanzas de que ninguno se sintiera tan abandonado como ella, había encontrado a alguien que le daba la mejor razón para vivir. Felicidad.

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HOLAAAAA, ok, no sé qué tan permanente sea mi regreso a los Shots de Naruto, pero...

Hola, ¿cómo han estado después de 3 años? No sé si alguien sigue leyendo esto la verdad...

Y no sé si es un regreso permanente o uno temporal, pero bueeeeeno, aprovechando que volví a ver Naruto porque sacaron Shippuden en español, vengo a spoilearles que estoy escribiendo un shot de Naruto y tengo una idea para uno de Sasuke...

No sé qué voy a hacer con este libro, tampoco, si dejarlo como está, corregirlo o iniciar de 0, pero es algo que veremos después...

¿Qué les pareció el shot? Nunca creí que iba a regresar con uno de Kiba, honestamente, pero como había estado viendo el arco de búsqueda de Sasuke, mi crush por él se reavivó casi al mismo tiempo que el de Neji...

Ennn fin, espero que les haya gustado, ya veremos si puedo terminar el de Naruto para subirlo jiji

FÁTIMA FUERA 🧡

(no creí volver a decir eso en este libro)

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