¿Cómo reaccionarian al cargar a su hijo por primera vez?

(En esta parte, no existe Boruto, y el bebé de Minato es Naruto, sólo para aclarar)

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Estaba nervioso, sentía como sus piernas temblaban. El gran prodigio Neji Hyūga estaba asustado por primera vez.

Vio como Sakura salía sonriente de la habitación.

—Neji, ven—Le llamó, por su sonrisa podía deducir que su hija estaba bien.

El castaño cruzó con dificultad el pasillo sosteniéndose de la pared.

Y en el momento que entró a la habitación, se sintió como si fuera a desmayarse.

Su hija, su princesita, su pequeño fruto de amor estaba en los brazos de su esposa.

Intentando caminar, se acercó a la cama en la que su bella mujer estaba descansando, también con los ojos llenos de lágrimas y sosteniendo a su hija.

—¿P-puedo? —Preguntó con temor.

—Eres el padre después de todo—Le sonrió.

El Hyūga tomó con cuidado a la pequeña niña castaña, que para su sorpresa estaba muy tranquila. 

En el momento que Neji tomó a su hija y la acomodó, sus ojos no soportaron más y comenzaron a derramar las lágrimas que tenían acumuladas.

Después de su matrimonio, _______ jamás había visto llorar al Hyūga.

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Su sonrisa no se borraba, ver a su preciada esposa en cama cargando a su pequeña niña, era algo que el jōnin lo podía soportar.

Estaba feliz pero nervioso. Sus brazos temblaban y sentía como estaba a nada de desmayarse.

Su mujer le extendió al pequeño Izumo Hatake, el nuevo integrante del clan.

Kakashi tomó al peliplata que era una copia exacta de él, iguales en cabello, ojos, nariz, e igual, tenía un pequeño lunar en la parte baja del mentón. ¡Otro Kakashi Hatake!.

El mayor empezó a llorar, se quebró ante el recuerdo de su padre y el pensar que tenía a su nieto en brazos.

Estaba feliz eso no había quien lo negara, peor se sentía mal.

Dejó al pequeño esta vez en los brazos de el actual Hokage, y se lanzó a abrazar a ________. Simple y sencillamente lo necesitaba.

Bajó su máscara y besó a su novia como si no hubiese pasado el tiempo. Tenían cuarenta años, pero, parecía un amor de doce.

—Gracias—Le susurró al oído a la castaña y ella sonrió.

Volvió a subir su máscara y tomó de nuevo a su hijo.

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Si él no es la persona más linda del universo, no sé quién lo sea.

Y aunque estaba algo preocupado por su hijo, estaba más preocupado por su hermosa mujer.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó un poco preocupado, pero el tono de felicidad, hasta la persona más sorda del mundo podía escuchar ese toque.

—Minato, estoy bien, tranquilo—La castaña se levantó con dificultad y abrazó a su esposo por el brazo.

El rubio sonrió sonrojado, tenía a su bebé en brazos, tenía a ese pequeño niño rubio acurrucado y dormido.

Sin poder contenerse, empezó a llorar. ¡Por Dios, estaba feliz! Era esa felicidad que nadie iba a poder quitarle.

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Se sentía a morir. Digo, estar esperando por tu hijo no es algo que te tenga demasiado tranquilo.

Temari salió sonriente de la habitación, y con una sola mirada le dio a entender a su hermano que entrara él de una vez.

Caminó con temor a la sala, y a cada paso, su inseguridad iba creciendo.

Había tenido un mal padre, y él no quería repetirlo.

Cuando estuvo en la puerta, salió corriendo hacia atrás.

—Ah no, eres el padre, más te vale no escapar como cobarde—Le dijo Temari cuando vio a Gaara demasiado cerca.

—Es solo que... Tengo miedo, no quiero ser un mal padre—Expresó y su hermana rubia lo dirigió a la sala de parto diciendo palabras de aliento que hizo a Gaara sentir más seguro.

Cuando el pelirrojo entró, Temari se alejó dejando a la pareja sola.

—¿Puedo cargarlo? —Le preguntó a su novia.

—Eso no se pregunta, Gaara—La chica sonrió y le dio al pequeño niño.

—Es tan... Bello—Dijo Gaara al aire. El pequeño niño abrió sus ojos. Pelirrojo y con unos bellos ojos aqua. Copia exacta de su padre.

—Es idéntico a ti, Gaara—Sonrió nuevamente viendo cómo los ojos del chico empezaban a brillar.

—No voy a dejar que nada te pase, pequeño—Derramó una lágrima y el pequeño empezó a reír. —Apariencia del padre, actitud de la madre—Rodó los ojos con diversión y le entregó al bebé a su esposa, quien estaba riendo.

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Parecía que Kurama iba a salir en cualquier momento. Estaba desesperado, nervioso y feliz, una mezcla bastante rara.

Cuando Tsunade le indicó, el rubio salió disparado a ver cómo estaba su bebé y su esposa.

—Hey, ______—Dijo con una sonrisa inmensa.

—Hola, Naruto... —Respondió.

—¿Puedo cargarlo, dattebayo? —Interrumpió a la castaña. La pequeña y linda niña pelirroja –era raro, pues Naruto era rubio y ella era castaña– pasó a estar en brazos de su padre. —¿Pelirroja? ¿Por qué? —Preguntó preocupado y algo enojado, pensar que probablemente eso era un engaño, iba a hacer que Kurama saliera.

—Uzumaki, tarado—Respondió riendo.

–Claro, genio. Todo el clan Uzumaki es pelirrojo, tú eres el único raro rubio– Regañó Kurama intentando no reírse.

Pero su novia no pudo aguantar tanto como el zorro, pues empezó a reír.

—No es gracioso, Dattebayo—Frunció el ceño. Pero estaba feliz, así que en un segundo empezó a reír junto a su novia.

Y después se les unió la pequeña.
Típico de un Uzumaki.

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El chico acariciaba a su perro tratando de tranquilizarse.

El animal aulló.

—Lo sé, lo sé, Akamaru, fue una estupidez —Rodó los ojos sonrojado.

Empezó a mover sus piernas con desesperación. Necesitaba ver ya a su novia.

Y cuando Sakura salió, sintió que en ese mismo momento iba a morir.

Corrió con desesperación junto a Akamaru hacia la habitación de _________.

Y básicamente, quitó a jalones al bebé.
Marcas rojas en las mejillas, cabello castaño un poco más claro que el suyo, y unos ojos muy parecidos a los de su madre.

Nadie jamás le iba a quitar lo que mas amaba en la vida.

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¿Eufórico? ¿Él? Nah, ¡lo que sigue!. Pues estaba tan nervioso y feliz, que cualquier cosa le causaba una depresión horrible. Sí, típico en él, pero está vez era en exceso.

—¿Y si no soy un buen padre? —Dijo sintiendo cómo la depresión se apoderaba de él.

—Lo serás, Hashirama, y deja de deprimirte tanto. —Respondió Madara.

—¿¡Tú crees!? —Sonrió levantando la vista. —Bah, ni siquiera sé cuidarme yo solo, ¡olvido comer! —Volvió a deprimirse.

—¡Hashirama-Sama! —Gritó una enfermera. Y con eso Hashirama supo que tenía que estar con ella.

—¿________ está bien? —Frunció el ceño preocupado mientras caminaba a paso rápido hacia la habitación.

—Está completamente bien, ya terminó todo, puede pasar a verla—La enfermera condujo al Hokage hacia la habitación.

Y cuando el castaño estuvo adentro, la euforia volvió a su cuerpo.

Empezó a saltar cuando vio a su esposa cargar a una pequeña niña. Su princesa.

La cargó, y la niña empezó a llorar.

—Sabía que sería un mal padre—Regresó a la castaña a brazos de su madre mientras un aura de depresión lo inundaba.

—Hashirama, eres un buen padre desde el momento en el que decidiste prestarme más atención a mí que a la misma aldea—Le consoló y de nuevo, el Senju sintió como toda la felicidad del universo se apoderaba de él.

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Bah, el albino estaba más feliz que nunca, sin embargo, no lo iba a demostrar.

Sus piernas no dejaban de temblar, parecía que en cualquier segundo iba a caer.

Veía a su esposa sufrir, y eso no le gustaba.
Tomaba la mano de ella, quien la apretaba demasiado fuerte, casi dislocando huesos de esta misma.

—Tranquila, princesa, tú puedes—Acarició su cabello y dejó un pequeño beso sobre la frente de esta.

Y cuando por fin pasó todo, la enfermera sonrió, la habitación se llenó esta vez de los chillidos de un pequeño bebé.

—Es una niña—Dijo la enfermera secando al pequeño bebé de toda la sangre.

Tobirama estaba a nada de saltar como loco. Era su pequeña.

La chica le entregó el bebé al Hokage, quien para la sorpresa de todos los presentes, estaba llorando.

Abrazó a su niña entre sus brazos y dejó besos sobre todo el pequeño rostro de su hija.

—No me importa lo que tenga que hacer, pequeña, siempre estaré para ti, aún si eso incluye dejar de lado a la aldea —Le susurró Tobirama al oído de la niña, quien al estar en los brazos del albino, se tranquilizó.

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Konan estaba ayudando a _______ con todo, prefirieron no dejar que el rubio entrara a la habitación, pues era capaz de explotar todo en un segundo solo por la emoción.

Tenía sus manos apoyando su cabeza.

Y cuando Konan salió con el bebé, el rubio estuvo a nada de morir.

Saltó desde el sofá hasta donde la peli morada se encontraba.
Y prácticamente le arrebató a su hijo de las manos.

Un niño rubio, que empezó a llorar en cuanto estuvo junto a su padre.

—No te quiere—Dijo Kisame desde la cocina.

Una depresión se hizo presente el él.

—No hagas caso al idiota del sushi azul—Regañó la chica.

El bebé dejó de llorar y abrió sus ojos color café, como los de su madre. Empezó a reír cuando hizo contacto con el rubio.

—Ma... Bahma—Intentó decir el pequeño. Y básicamente es que había confundido a su madre con su padre.

Toda la guarida sin saber que es lo que estaba diciendo en realidad, quiso morir de ternura.

Deidara no podía decir absolutamente nada, estaba tan feliz, una lágrima rodó y su sonrisa se hizo más grande. Empezó a arrullar al pequeño, quien, al igual que su madre quedó instantáneamente dormido por los mimos de su padre.

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Nope, este Uchiha no estaba nervioso. Bueno, su corazón latía demasiado rápido, pero era de felicidad. Iba a tener un hijo o una hija  con la chica que amaba. No iba a haber nada de malo.

Su sonrisa, algo raro de ver, no se quitaba de su rostro. Aquella pequeña sonrisa estuvo todo el día en sus labios, y la guarida estaba asustada, para ellos era tétrico ver al Uchiha sonreír.

Y cuando todo el infierno para la chica terminó, Itachi no podía estar más feliz. Cargó a la pequeña pelinegra, quien era tan hermosa como su padre.

La chica, recostada en su cama, sonrió tanto como Itachi.

El joven Uchiha sentía como si todo su mundo estuviera en un cuerpo tan pequeño.

Lágrimas rebeldes salieron de los ojos del Uchiha, y eso asustó a todo Akatsuki, incluyendo a Pain.

—¿Te sientes bien? —Inquirió el chico tiburón.

Itachi se puso serio. —Sí—Contestó con frialdad.

—Ese es Itachi—Dijo Kisame, y eso hizo reír a ________.

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Un pequeño Sasuke trataba de consolar al Uchiha mayor, pues este estaba temblando. Parecía un vil terremoto.

Y aunque estaba nervioso, su sonrisa no se quitaba.

Dejó de temblar en cuanto la madre de Sasuke salió. Salió con _________ y con su hija.

Corrió directamente hasta ellas, abrazó con mucho cuidado a su novia, y sin poder contenerse, empezó a llorar.

No se dijeron nada, y cuando se separaron, lo primero que hizo el chico, fue cargar a su hija con una emoción que nadie le iba a quitar.

Acurrucó a la pequeña, quien estaba durmiendo, ________ se acercó un poco a ellos dos. Shisui no dejaba de sonreír.

—Somos una familia ahora...te amo, gracias—El chico como pudo, besó a ________.

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Este chico lo tenía remedio, estaba saltando como de costumbre por toda la guarida, pero esta vez, estaba gritando

—¡Voy a ser papá! —Gritaba mientras se movía como inflable.

Tobi entró de imprevisto a la sala donde ________ estaba teniendo su parto. Y siguió corriendo por todo lugar.

En el momento en el que terminó todo sufrimiento, el chico fue el primero en cargar a la bebé...

Y como si quisiera matarla, empezó a correr por toda la guarida saltando y gritando...

Lo que no contó, fue que habría algo tirado... Tropezó, y la pequeña niña salió volando.

De no haber sido por la rapidez de cierto Uchiha, la bebé hubiese muerto.

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Acostumbro subir las cosas conforme me llegan, pero estoy demasiado bloqueaba. No sé me ocurre NADA NADA NADA. Ni siquiera la música ayuda y tengo semanas así.

No ayudan fotos, no ayuda NADA... Pff me tomaré un descanso. Y es que no si quiera me gustó como quedó esto, pero creo que quedó un poquito mejor que los One Shots que he tratado de hacer.

Lo lamento de verdad, pero es que mi imaginación está más muerta que Danzo...Bueno sho sha me voy. Espero que les haya gustado por lo menos un poco.

Y la temática fue sugerida por UnknowHshit

FÁTIMA FUERA