¿Cómo reaccionarían si se enteran de que estás embarazada?

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Habías citado a Neji en las cabezas de los Hokages, el lugar de su primer beso.
Necesitabas decirle que esperabas un hijo suyo.

—Hola, _____—Escuchaste su voz... ¿Y ahora como le decías?.

—Neji... —Suspiraste tratando de calmar tu respiración. Cosa que preocupó al Hyūga.

—¿Pasó algo? —Dijo extrañado. Lo menos que quería es que terminaras con él.

—Sí, tengo que decirte algo—Bajaste la vista y Neji se puso aún más nervioso, obviamente lo disimuló a la perfección.—Estoyembarazada—Soltaste sin más, por el nerviosismo, él no te escuchó muy bien, pues estabas arrastrando las palabras.

—No entiendo, ______—Se acercó a ti con el ceño fruncido.

Volviste a suspirar y te diste unos segundos. —Estoy... Embarazada—Dijiste esta vez más tranquila y formulando bien las palabras.

—¿Emba... razada?—Separó y sintió como empezaba a temblar. Se puso pálido, más que Sai.

—Sí, Hyūga, embarazada—Con miedo, bajaste la vista.

En lugar de reaccionar como pensaste, te abrazó y sentiste como empezó a mojar tu hombro.

—¿No estás enojado? —Preguntaste más tranquila.

—¿Cómo voy a estar enojado, ______? –Se separó y pusiste ver una de las escasas sonrisas en su rostro. —Estoy feliz. Voy a hacer una familia. Contigo—Sin más, te besó dejando ver cuán feliz estaba.

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—Maldito Icha Icha Paradise... Por tu culpa, ahora cargo un niño en mi vientre—Querías parecer enojada, pero no podías, el hecho de que ibas a tener una familia con Kakashi te lo impedía. —Pero... Ahora ¿cómo le digo? —Dijiste para ti misma. Antes de resolverlo, escuchaste cómo la puerta de la casa se abría.

—¡Princesa! ¡Estoy en casa! —Tu novio... Kakashi Hatake estaba en casa. Era ahora o nunca.

—¿Puedes venir, por favor, cariño? —Dijiste armándote de valor para decirlo.

—¿Pasó algo, linda? —Preguntó quitando su chaleco ninja.

—Tú... Emm... Vamos, ______, ahora, dile—Susurraste para ti misma. —Es que... Estoy embarazada, y es tuyo... No he tenido nada con nadie más... —Dijiste con una sonrisa nerviosa.

—¿Estás jugando? —Preguntó con temor... Y eso también te dio miedo a ti.

—No, de verdad estoy embara... —Y antes de que terminaras, Kakashi te besó.

—Gracias, mi niña... Voy a ser padre, gracias a ti—Dijo cuando se separaron. —Te amo—Volvió a besarte.

(No pregunten como eso llegó a mi galería 😂)

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Bien, aquí estabas... No había manera de hacerte para atrás...

—Jiraiya-Sensei, usted conoce más bien a Minato que yo... ¿Cree que se enojaría si le digo que estoy embarazada? —Ibas del lado de Jiraiya, tu Sensei y de alguna manera, mejor amigo.

—Ah, ______. Escúchame, Minato podrá ser terco y alborotado, pero no se lo tomará a mal, eso tenlo por seguro—Dejó su mano sobre tu hombro.

—¿No me tomaré mal qué? —Escuchaste la voz de Minato detrás de ti.
Mierda... Ahora le tenías que decir.

—M-Minato... Y-yo...—Trataste de hablar, pero de lo nerviosa que estabas, no pudiste.

—Qué está embarazada, vas a ser papá—Sonrió Jiraiya interrumpiendote.

—Jiraiya-Sensei, ¿nos deja solos un segundo? —Sonrió sonrojado una vez que pudo más o menos procesarlo y Jiraiya obedeció.

—No quiero otro sobrino tan pronto—Empezó a reír y tú te pusiste más roja.

—¿U-un hijo? —Susurró sin quitar la sonrisa de su rostro.

—Sí, yo... Lo siento, no...—Intentaste disculparte, pero Minato te abrazó, y lo hizo tan fuerte que te levantó del piso.

—Gracias, ________, gracias —Dejó varios besos en tu frente y después bajó a tus labios.

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Estabas lista... Después de todo, era tu novio, si se lo tomaba mal, jamás te amó.
Así que, aún cuando estabas más nerviosa que Hinata intentando hablar con Naruto, reuniste el valor suficiente para decirle a Gaara que estabas embarazada.

Tomaste los papeles de las pruebas y los dejaste discretamente sobre los papeles de la aldea.

Gaara, como todos los días, empezó a revisar papel por papel, misión por misión.

Hasta llegar a un papel que le llamó la atención por el nombre de su novia.

“Prueba de embarazo.
Resultado: Positivo.”.

Las piernas de Gaara empezaron a temblar. Y por mas que le costara, fue corriendo hacia la casa que compartías con él.

—Lo viste, ¿no? —Susurraste cuando él estuvo dentro.

No respondió, sólo te abrazó.

—Me haces el hombre más feliz del universo, gracias —Susurró esta vez él.

Su reacción fue buena... Ibas a formar una familia con él.

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No sabías si el hecho de que estabas embarazada iba a afectar en algo su trabajo como Hokage, o en su relación.

Planeabas decirle de una forma creativa, pero no salió muy bien.

—¡Kakashi-Sensei! —Gritaste llegando a un lado del que anteriormente fue alguna vez tu Sensei.

—¿Uh? Ah, hola, _______—Sabías que sonreía por debajo de la máscara.

—Necesito su ayuda —Recuperaste la respiración, pues lo habías perseguido por media aldea —Estoy embarazada y no sé cómo decirle a Naruto. —No tenías tiempo de dar introducciones.

—¿Qué estás qué? —Oh no... Esa voz no era de Kakashi.

—Na-Naruto.. —Susurraste al ver como tú plan se iba a la basura.

—¿No estás jugando, cierto? —Preguntó con temor a que fuera una mentira.

Negaste sin decir nada, y, de pronto, sus brazos te rodearon.

Kakashi se fue dejando al séptimo Hokage y a su esposa haciendo un espectáculo en medio Konoha.

—¡Gracias, Dattebayo!—Sus ojos soltaron lágrimas... Bueno, por lo menos no fue una mala reacción.

Acariciaste su ahora corto cabello, y gracias a las hormonas que en ese momento te controlaban más que tu misma, empezaste a llorar también.

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Tú y Akamaru iban a ser padres.
Antes de que lo malpiensen, coshinas, no, el padre no era Akamaru, era Kiba.

Pero ya fuera por el destino o cualquier otra cosa, tú quedaste embarazada al mismo tiempo que la –por así decirlo– novia de Akamaru.

—¡Amor! ¡Akio está embarazada! Va a tener perritos—Escuchaste a tu novio tan emocionado.

«Si se emociona porque un perro tendrá hijos, ¿por qué no por los suyos propios?» Pensaste y por la adrenalina hormonal, decidiste decirle.

—Ah pues yo también estoy embarazada—Dijiste con una sonrisa quitando el libro de tus manos.

—¿¡EH!? ¡Akamaru! ¡Ella es mía, cerdo! —Notaste como se asustó... Típico de Kiba, iba a malpensar la situación. —Chico malo—Regañó apuntando a su perro.

Viste como Akamaru escondió su cabeza en sus patas.

—No, no, no. Akamaru no es el padre —Empezaste a reír por la estupidez de tu novio. —Tú eres el padre, baka—Dijiste levantándote para ir a abrazarlo.

—Imposible... No hemos... Eso—Se sonrojó pero pareció pensar. —Ou... Malditas aguas termales mixtas—Se sonrojó ante el recuerdo, pero correspondió tu abrazo.

—Entonces... ¿Estás molesto? —Preguntaste nerviosa.

—Claro que no—Parecía nervioso, de hecho, sus brazos temblaban al igual que sus piernas. —Estoy más que feliz, nena—Dejó varios besos en tu mejilla y se dirigió a Akamaru. —Lo siento, Akamaru—Acarició al perro quien se puso feliz.

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—T-Tobirama... ¿Puedo hablar contigo? —Entraste nerviosa a su oficina.

—Linda, ahora no, estoy muy ocupado... —Movía papeles de aquí para allá.

—E-es importante... —Susurraste dando Vuelta para irte.

—Está bien, ven aquí —Tomó una silla y dejó de lado los papeles.

—¿Quisieras tener hijos? —Susurraste de nuevo con un nerviosismo horrible.

—¿Eh?—Dijo confundido—Es decir, sí quiero, pero... No te entiendo—Respondió.

—Es que... Y-yo... Estoyembarazada—Ni si quiera paraste, el nerviosismo note dejó hablar bien... Pero Tobirama te entendió...

—________...—Se levantó y se fue. Necesitaba pensar.

No dijiste nada, solo... Seguiste hasta tu casa, la que compartías  con él.

Después de unas horas, Tobirama cruzó la puerta.

—¿Qué quieres hacer, ______? ¿Piensas tenerlo o Abortarlo? —Preguntó.

—¿No lo quieres tener? —Sentiste cómo estabas a punto de llorar.

—Yo lo quiero tener—Se acercó sentándose junto a ti y te abrazó. —Pero tú serás la que va a soportar nueve meses de dolores, y si no estás lista, no te quiero obligar a tenerlo—Te abrazó aún más fuerte y dejó varios besos en tu frente. —Solo te quiero ver feliz, _______—Susurró sobre tus labios rozándolos.

—Yo lo quiero. Quiero tener un hijo contigo—Sonreíste besándolo.

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Y ahora...¿Cómo decirle sin que explotara toda la guarida aquella rubia musulmana?. No tenías ni idea.

—Hey, bombitas—Llamaste a tu novio, quien ya estaba acostumbrado a todos y cada uno de tus apodos.

—¿Qué pasa, _______? —Preguntó algo fastidiado por el sobrenombre.

—¿Qué dirías de un mini Deidara corriendo por la guarida? —Te acercaste a él, y se sonrojó tomándolo como una invitación para tener intimidad.

—¿¡Q-que  co-cosas dices, ______!? —Preguntó nervioso.

—Baka, me refiero a ¿que dirías si yo estuviera embarazada? —Dijiste sentandote junto a él.

—No harías más que hacerme feliz. Somos jóvenes, sí, pero solo quiero ser feliz junto a ti—Se recostó en tus piernas, y como siempre, la tentación re ganó, empezaste a acariciar su cabello.

—Ah bueno, porque estoy embarazada—Sonreíste y él te imitó levantándose lo más rápido que pudo.

—¿¡De verdad!?—Dijo con una notoria emoción en su rostro.

Tú asentiste y pareció no importarle si toda la organización los veía, porque se lanzó a abrazarte y besarte.

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Él llegaba de la casa de Itachi, habían estafó practicando con Sasuke ciertas cosas. Pero necesitabas decirle.

—Hola, pequeña—Saludó abrazándote por la espalda y dejando un beso en tu mejilla.

—Hola, Shisui... Ammm... Tengo que hablar contigo—Dijiste temblando.

—Ven, vamos a nuestra recámara y me dices—Tomó tu mano sin esperar respuesta, y te llevó a la cama, donde le esperaba un pequeño traje chunnin

—¿Qué es esto, _______? —El chico frunció el ceño.

—Sorpresa... Estoy... Estoy embarazada—Soltaste nerviosa.

Las mejillas de Shisui se tornaron rojas, y sus ojos empezaron a brillar, pero no lo notaste porque tenías la mirada baja.

—Está bien si estás enojado conmigo, yo... —Sus brazos te rodearon en un instante.

—¿Cómo voy a estar enojado contigo, pequeña? Me estás dando la mejor noticia de mi vida.—Sin soltarte, dejó variados besos en tu rostro.

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Eras la única que conocía su rostro verdadero... Pero... Gracias a una noche en la que el Sake hizo su magia, tú y el supuestamente muerto Obito Uchiha, iban a ser padres.

—T-Tobi.... Tengo algo que decirte... —Dijiste más que nerviosa.

—¿Pasó algo, ________-Sempai? —Preguntó con su tono infantil.

—¿Puede ser en privado? —Tomaste la mano de Tobi sin esperar respuesta.
—¿Recuerdas la noche que fuimos a beber? —No podías ver su rostro, pero jurabas que estaba sonrojado.

—Hai, ______-Sempai —Respondió tocándose el cuello.

—P-pues... Estoy embarazada... —Susurraste, pero él te alcanzó a escuchar.

Sin decir nada, desapareció.

Durante esa semana, ninguno se dirigió la palabra.

—¿Qué te pasa, Tobi?, estás muy callado—Dijo Deidara.

—¡Tobi está feliz! ¡Porque Tobi va a ser papá! —Empezó a saltar de un lado para otro. —Y gracias a _______-Sempai, Deidara-Sempai —Respondió felizmente. —Gracias, _______-Sempai—Dijo abrazándote.

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Embarazada... No tenías idea de cómo decirle.

Es decir, todos en la guarida sabían que el pelinegro y tú tenían una relación más que de amigos, pero, este embarazada es otra cosa. No más misiones.

—I-Itachi—Susurraste juntando tus dejos.

—¿Pasa algo, _______? —Preguntó saltando de un árbol al otro.

Asentiste y buscaste las palabras para decirle. —E-es que... No sé cómo decirlo... ¿Tú quisieras formar una familia conmigo? —Preguntaste parando en un árbol.
Y él imitó tu acción.

—Claro que sí, _______. ¿A qué viene la pregunta? —Dijo acercándose a ti.

—E-es que... Estoy embarazada —Sonreíste inocentemente.

—________—Susurró y pudiste notsr como una sonrisa poco a poco una sonrisa se formaba en sus labios.

Y de la nada, no sentiste el piso... Te estaba abrazando.

—Júrame que no estás jugando—Y por primera vez en tu vida, viste  a Itachi Uchiha llorar.

—Jamás lo haría con algo así —Correspondiste su abrazo.

—Te amo tanto... Gracias—Susurró entre sollozos.

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Ya llegué... Y ya me voy, porque tengo mucho sueño...

La temática de este "Situaciones" fue sugerida por:  UnknowHshit espero te guste.

Siendo sincera, solo me gustó el de Tobirama y un poquito el de Gaara...

Bueno, bye.

FÁTIMA FUERA