Shino Aburame (Shippuden)
Pareja: Shino x ______
Para: g0od_b0y
Advertencia: Ahhh noooo... Ouch... Sad sad sad...
Advertencia 2: No soy buena escribiendo este tipo de cosas, soy hiper cursi y esto no me queda, pero hice mi mejor intento.
Título: The last goodbye... The last chance
Maratón: 4/?
__________
Mi cabeza daba vueltas, mi estómago también, y las náuseas se hicieron presentes.
Me dirigí cuán rápido pude a algún lugar solo, pues estábamos entrenando.
Kurenai-Sensei ni lo notó. Mientras que Shino (mi novio) y Kiba peleaban como parte de entrenamiento, Hinata me vio salir corriendo.
—¿_______-Chan? —La voz tan dulce que caracterizaba a mi amiga sonó detrás de mí. Pero yo solo podía sacar todo. Vomitaba como si de la niña del exorcista se tratara. Hinata de acercó a mi y tomó mi cabello en una coleta. Acostumbraba dejar mi pelo suelto.
—Gracias, Hina-Chan—Dije mientras secaba un poco el vómito que se había escurrido por mi boca. Me dirigí al lago que estaba ahí, tomé un poco de agua para enjuagar mi cavidad bucal.
Sentí una mano en mi hombro... Shino, ese adictivo aroma lo reconocería donde fuera.
—¿Qué pasó allá, _______? —Preguntó preocupado. Una de las cosas que amaba de él es que era tierno y se preocupaba por los demás.
—Nada, sólo me sentí un poco mareada y terminé vomitando. —Respondí después de escupir el agua.
—Tienes así desde que... Eso... —A pesar del suéter alto y de su pequeña máscara, logré notar un sonrojo en sus mejillas.
—Sí... Pero supongo que solo es un malestar. Tranquilo. —Sonreí mientras colocaba mi mano en su hombro.
—Eso espero... —Musitó por lo bajo antes irse.
Ni siquiera me ayudó, no sé acercó... Sólo se fue... Desde hace tiempo, Shino estaba muy raro, y eso no me gustaba para nada.
Unos días después, me encontraba con la Hokage, nos iban a dar una misión.
—Tsunade-Sama... —Logré susurrar antes de desmayarme. Todo me estaba dando vueltas.
No sé qué sucedía, sólo escuchaba voces, aunque lo podía distinguir de quién o quienes se trataba.
Una luz cegadora me despertó... ¿Dónde demonios se supone que estaba?...
Las paredes blancas me dieron una pista, un Hospital...
Volteé a mi izquierda con esperanzas de encontrar a mi novio. Sin embargo, encontré a Kiba.
—Kiba... —Intenté hablar, mi voz salió en extremo débil.
—Enana... ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? —Mi mejor amigo estaba preocupado por mí, se notaba en su voz.
—Yo... ¿Qué pasó? —Mi cabeza volvió a doler.
—Te desmayaste en medio de la reunión con la Hokage. —Empezó a reír, y debido a que su risa es muy contagiosa, empecé a reír yo también.
—Oye… —Llamé su atención una vez que me pude calmar. —¿Y Shino? —Pregunté por mi novio, pues era raro que después de esto él no estuviera.
—Él… —Antes de que Kiba respondiera, Tsunade entró en la habitación.
—_______, necesito hablar contigo. —Su tono serio me asustó.
—Dígame, Tsunade-Sama—Respondí, pues tenía miedo.
—A solas, Kiba—Señaló con su cabeza a mi castaño amigo.
—Claro, ya me voy. Vámonos, Akamaru—Llamó a su perro para después irse.
—______, seré directa. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste contacto sexual? —Ante su pregunta, mis emociones no sabían cómo responder. Estaba nerviosa y temerosa a la vez.
—N-no recuerdo la fe-fecha exacta, Tsu-Tsunade-Sama… —Mi cara empezó a arder.
—Bien, pues estás embarazada… —Sus palabras directas me hicieron flanquear… ¿Yo? ¿Emba… Razada?.
No dije nada más. Por una parte, mi corazón estaba feliz, pues tendría la familia que siempre quise, pero, por otro lado mi cerebro tenía dos temores, me arruinaría la vida, pues solo tenía 15 años. Y… ¿Cómo estaría Shino con esa noticia?.
—¿Pero que pasa saber eso no se tiene que hacer un examen especial, Tsunade-Sama? —Aún con esperanzas de que solo fuera el mal ramen que comí durante una misión. Sí, excusa estúpida, pues me sentía mal desde hacía 4 semanas atrás, y la misión fue hace una semana...
—¡No me contradigas, mocosa! —Su grito me asustó, no tenía otra opción, debía aceptar que estaba embarazada.
....
Narra Shino:
Veía como los cortos cabellos castaños de mi novia revoloteaban con el viento sobre las cabezas de los Hokages...¿Ahora como Mierda le digo que ya no la quiero?... Agh... Enamorarme de ella me fue imposible, pero era una chica linda.
—Shino... —En un susurro, su voz pronunció mi nombre, con miedo.
—¿Mmh? —No era de muchas palabras, por lo cual solo me limité a eso.
—Tú... ¿Qué dirías sobre tener hijos? —Su pregunta me sobresaltó. Lo menos que quería en este momento que iba a romper con ella, es que me dijera un "Estoy Embarazada".
—Eh... No sé, aún no quiero. No me siento preparado, y eso es mucha responsabilidad. Además, solo solos niños, niños de 15 años. —Respondí sinceramente. No tenía por qué mentirle.
—¿Y... Sí te dijera que...? —No pudo continuar, su voz se estaba quebrando, y mi miedo se hacía más y más grande...
—¿Qué, _______? —Pregunté con miedo... No, ahora no...
—¿Qué dirías si te confieso que... E-estoy E-esperando u-un Hi-hijo tuyo? —¡Mierda! Lo que me faltaba. Tenía que romper con ella además de... Agh! ¿Y ahora que se supone que haga?
—______—No podía ser amable, no ahora. —No quiero hijos, lo ahora. Menos porque.... —Bajé la mirada, pero sentí la de _______ en mí. —Yo... Ya no siento nada por ti. —Mi voz salió como cubos de hielo, fría y vacía. Pero no le podía mentir, ya no.
—¿Q-qué? —Busqué su mirada, sus ojos cafés estaban como dos lindos cristales.
—Yo... Ya no siento nada por ti. Te dejé de querer. Tenía una expectativa sobre nuestra relación. No la cumplimos. No me pude enamorar perdidamente de ti... —Antes de que pudiera continuar, si mano se estampó contra mi mejilla.
—¡No sé cómo Mierda confié en ti! ¡Si solo querías sexo me lo hubieras dicho! ¡No hubiese caído! —Ahora las lágrimas que tenía acumuladas, se soltaron como dos ríos.
—______, lo siento, yo... —Otra cachetada... Me lo merecía.
—Me largo... No te quiero ver nunca más. Pobre de ti si te acercas nuevamente. Ya sea a mí, o a mi hijo. —Se fue de ahí casi corriendo... Carajo... Me siento un idiota por haberla dejado.
7 años después...
Narra _______:
Había huido de la aldea, me resguarde en la de la arena. Nunca más volvería a ver a Shino.
Mi hijo, Sokka había nacido, y Gaara, el Kazekage era ahora mi esposo... Vine buscando cobre y encontré diamantes.
Él jamás de abandonó, aún si yo era madre soltera.
El día de hoy, iría a visitar a Hinata, a ella sí la extrañaba, era mi mejor amiga, y ya tenía mucho tiempo sin verla.
—¿______? —Una voz masculina me hizo voltear.
—¿Qué quieres, tarado? —Solté en cuanto lo reconocí. Su voz había cambiado a una más madura.
—¿Cómo estás? Tanto tiempo sin vernos. —Me saludó amablemente. Ah no, ahora sí lo mato.
—Gracias por preocuparte después de tanto tiempo. Después de que me dejaste a mi suerte cuando te dije que estaba embarazada.—Dije con odio. Seguía con ese rencor, no lo iba a olvidar fácilmente.
—¿Mami? ¿Quién es ese hombre? —Me preguntó mi hijo.
—Soy tu padre, pequeño. —Bajó hasta su altura y acarició su cabeza.
—¡TE dije que no te quería volver a ver cerca de mí y de mi hijo! ¡Por fin soy feliz, y ahora vienes tú a cagarme la vida de nuevo! —Tomé a mi hijo de 6 años, y me fui.—Voy a ver a Hinata, amor, y después nos vamos con papá, ¿Sí? —Le hablé con cariño. Él no tenía la culpa de nada.
—¿Pa-pá? —Volví a escuchar a Shino.
—Ah cierto, que tonta. Después de que rompiera conmigo, me fui a la aldea de la arena. ¿Adivina quién se casó con él Kazekage? —Sonreí orgullosa. —Vamos, Cariño, vamos con Hinata y Kiba. —Llamé a mi pequeño y me aleje con él.
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No, ya lo comprobé, soy horrible con los One Shots sad, no me salen y siempre pongo finales felices... Espero que te haya gustado g0od_b0y.
Y bueno, yo ya me voy.
FÁTIMA (Medio) FUERA
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