—¡Abuela Chiyo basta!—grito pidiendo que detenga su ataque hacia el Hatake y ella comienza a reír nerviosa a la vez que Kankuro comienza a retorcerse del dolor.
—¡Agh!—grita y me acerco a él tratando de quitar sus manos de su cuello.
—Kankuro, amor clama...¡Kankuro!—grito y la chica de Konoha, Sakura, se acerca a revisarlo alejándome de él por lo cual prefiero acercarme a Temari asustada.
Lo examina y pide sus expedientes, los cuales aún no están del todo llenos, nadie sabe que tiene exactamente y eso me mata lentamente.
—El veneno está en los músculos de su corazón, avanza cada vez más rápido a ellos mientras hablamos. Puedo preparar un antídoto pero aun así podría pararse en cualquier momento.—dice ella y lo siguiente que escucho es la voz de Temari, más no puedo entender lo que dice.
Camino lentamente a la salida, Naruto toma mi brazo y lo miro con los ojos perdidos.
—Necesito aire.—digo y salgo al pasillo, Gaara secuestrado, mi novio muriendo lentamente y yo no puedo hacer nada. Soy una completa inútil.
Escucho los gritos de Kankuro haciéndome salir de mi aturdimiento y corro dentro de la habitación, todos tratan de sostenerlo, incluso Temari detiene sus brazos desde su cabeza. Me acerco a ella y una vez que lo recuestan me pongo en cuclillas cerca de su cabeza.
—Kankuro, tú puedes cariño. Todo saldrá bien.—dejo un beso en su frente y ayudó a sostenerlo mientras Sakura hace su trabajo.
Sus manos hacen que un solución entre a su cuerpo y salga con veneno.
(...)
Las horas pasan y yo sigo sosteniendo su mano, ahora está más calmado pero aún hay riesgo, Sakura saca la mayor parte del veneno y lo declara estable. Pero la posibilidad de riesgo sigue ahí.
—Sakura...—digo y la miro con una sonrisa y ojos lloroso.—Muchas gracias.
Sonrío y ella solo asiente con una tímida sonrisa, Temari se deja caer pegada a una pared. Entiendo lo difícil que es para ella ver a sus hermanos en esta situación.
Kankuro duerme un poco mientras los demás arreglan sus problemas.
Y yo, yo solo sigo a su lado.
—Hmm...—escucho y lo veo—Debo...debo hablar con los demás.
(...)
Tras muchos esfuerzos por su parte de hablar, después de tomar el antídoto hecho por Sakura y demás, todos salen directo a descansar y buscar a Gaara. Temari va a descansar también, después de que yo volviera de darme un baño y comer un poco bajo sus propias órdenes. Kankuro duerme en la camilla, o al menos eso me quiere hacer creer.
—Kankuro, no soy idiota. Sé que estás despierto.—digo y el suelta un bufido.
—No digo que lo seas. Aún así no quiero preocuparte.—dice y me acerco a él.
—Se que estás preocupado por Gaara.—digo y él me mira.
—Lo estoy, después de todo es mi hermano menor.—dice y con mi ayuda se sienta.
—Se que lo estás, y sé que te duele tanto como a Temari pero debes entender que no estás solo.—digo y el asiente—Naruto lo traerá de vuelta, estoy segura de ello.
—Yo también lo estoy, Naruto es el único que podría salvarle de nuevo.
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