AU = Alternative Universe
Al ser un universo alternativo no sigue la temática original ni la historia de Naruto. Espero lo disfruten :)

El peliplata no había despegado su vista de aquel interesante libro por más de 15 minutos, aun así el salón se encontraba en total silencio.

Aun teniendo solo 24 años Kakashi Hatake era profesor de filosofía en la preparatoria de Konoha, una escuela reconocida a nivel mundial por la calidad de su educación, era algo sorprendente el gran desempeño que el joven profesor llevaba en esos dos años ejerciendo su profesión.

Siempre había sido el número uno de su clase, al pasar los años no había nada más en que interesarse que no fueran sus estudios, lo cual lo llevó culminarlos con solo 21 años de edad, sin duda alguna el era un prodigio.

—Uzumaki, ¿harías el favor de dejar de molestar a Uchiha?—vociferó sin siquiera apartar la vista de su lectura.

—Lo siento, Kakashi-sensei.—respondió nervioso el rubio para volver a ponerse manos a la obra con su ensayo.

Era bien sabido que el profesor era demasiado joven, sobre todo por aquel serio joven Uchiha, quien lo había visto toda su vida al lado de Obito, quien recientemente se había graduado como detective, y del Uzumaki ya que el Uchiha y el habían sido inseparables desde siempre, agregándole a ello que su padre había sido el tutor personal de su profesor por mucho tiempo.

Entre las chicas el profesor Hatake siempre se encontraba presente en sus pláticas. Su juventud y atractivo, aún usando ese fastidioso cubre bocas, no podían pasar desapercibido ante las féminas de tan solo 17 años de edad.

—Kotone, ¿podrías ir a la sala de profesores por una tiza?—pidió por fin despegando los ojos de su lectura y dejándola de lado.

Con un asentimiento de cabeza la chica se levanto y salió del aula.

Kotone Shin, para todos los presentes ella era la chica perfecta, aplicada en todas sus materias, jamás se le había conocido algún novio o pareja, su uniforme, aseo y peinado siempre eran pulcros y perfectos. Ella era simplemente la mascota* del profesor.

Pero lo que nadie sabía era que, aquella chica que siempre perfecta tomaba el primer asiento delante del pupitre del profesor, era la creadora de constantes fantasías mentales con su profesor. Kotone estaba perdidamente enamorada de aquel hombre, inclusive si este era 7 años mayor que ella.

(...)

La campana había sonado indicando la salida de clases de todos los jóvenes del centro estudiantil y como ya era costumbre de ver, cierta joven de cabellos castaños estaba demorando más de lo normal en guardar todos sus útiles en su bolso.

—¿Otra vez al último, Kotone?—pregunto el hombre mientras terminaba de meter sus libros dentro de su bolso.

—Si, es solo que.—la chica se veía nerviosa.

Sus manos tomaban el final de su falda y lo tiraban de arriba hacia abajo, su cabello cubría su rostro sonrojado y sus brazos fuertemente presionados a sus costados sostenían su mochila.

—¿Qué pasa? Sabes que puedes hablar conmigo si tienes algún problema.—respondió el peliblanco.

—Y-yo...—sus ojos se cerraron fuertemente—. No es nada, sensei.

Esa fue su respuesta antes de huir, dejando caer una pequeña libreta al suelo del salón, justo a los pies de su profesor. Y vaya que aquello había sido su peor error.

Él peliblanco observó extrañado la puerta por la cual la chica acababa de salir corriendo, su vista se dirigió a aquella libreta color lila y la metió dentro de su bolso. Ya se la devolvería el lunes.

(...)

Los viernes eran los mejores días para Kakashi. Dejaba de ser el profesor Hatake por dos cortos días y podría salir como cualquier hombre de su edad a algún lugar y divertirse. O simplemente pasar sus ratos libres continuado con aquella lectura que tanto gozaba.

Mientras secaba su cabellera con una toalla se decidió a sacar su interesante, y un tanto candente, novela de su bolso, más en un descuido esta había caído y con ella aquella curiosa libreta quedando abierta y con su contenido expuesto ante los ojos del joven.

"Kakashi Hatake"

Su nombre escrito por la perfecta caligrafía de la joven Kotone había despertado su curiosidad, tal vez solo era algo sobre su materia, inclusive el cuaderno que la chica llevaba al inicio del curso.

Al menos eso era lo que creía hasta tenerlo en sus manos.

"Hoy me ha mirado, cada día pide más. Las chicas me juzgan por ser la mascota del profesor, pero si esto me mantiene cerca de él estoy dispuesta a soportarlo"

Sus ojos pasaban curiosos de entre cada línea de palabras, los pensamientos, sentimientos, fantasías y admiración que tenía la joven hacia él era algo que estaba estrictamente prohibido... Pero había una parte de él a la que eso le gustaba.

Kotone era definitivamente una chica guapa, inteligente y, ahora que él había leído aquello, apasionada. Sus intereses intelectuales y personales eran muy parecidos, los pensamientos y forma de escritura de la joven eran exquisitos, ellos extasiaban e inclusive abrumaban al joven profesor, la chica en definitiva sabía escribir. Con algo de ayuda él estaba seguro que ella llegaría lejos en el mundo de la literatura.

Sin embargo debía recordar que la chica era siete años menor que el, y por si ello fuera poco, se trataba de una alumna. Algo que claramente era ilegal.

Aún de aquella forma, no negaría que la tentación era algo que existe en todos los seres humanos, incluso en el hombre más correcto.

Y aquella chica, era ahora su objeto de tentación.

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*Mascota del profesor: se refiere al típico/a chico/a que es el asistente del profesor o el que tiene una relación más estrecha con el. Es la traducción al español del dicho estadounidense "teacher's pet".