Mis ojos comienzan a abrirse con pereza, mi cuerpo se siente algo pesado y siento un calor a mi lado; Obito.
Me recuesto de lado apoyando mi cabeza en mi mano y me dedico a disfrutar la vista. Lo observo dormir, su espalda es ancha y varonil, esta recostado sobre su pecho y puedo ver un lado de su rostro. Está lleno de cicatrices, muchos dirían que son horrorosas pero yo las encuentro fascinantes y hermosas, cuentan una historia de supervivencia y son marcas de guerra, además, si no hubiera sido por ese incidente jamás lo hubiese conocido.

—Mhm.—se remueve un poco en su lugar buscando algo y se da la vuelta quedando de frente a mí, acaricio su rostro con delicadeza y sonrío disponiéndome a levantarme de la cama.

Me siento con cuidado de no despertarlo, recojo mi ropa interior del suelo y me la coloco junto a un albornoz, debo tomar una ducha.

—¿A dónde crees que vas?—siento una mano en mi brazo y veo a un adormilado Obito tirado en la cama observándome confuso.

—Debo tomar un baño, Obito.—digo y el asiente volviendo a recostar su cabeza en la almohada.

Me dirijo al baño y entro en la ducha sintiendo el agua caliente relajar mis músculos y dejar a flote mis pensamientos.

¿Qué somos? Definitivamente no una pareja. Mi relación con el chico de cabello azabache es algo extraña. Después de todo en su corazón no cabe nada más que Rin, y aunque lo sé no pude evitar enamorarme perdidamente de él y entregarme por completo, en cuerpo y alma.

—Demonios...—suspiro. Todo es demasiado difícil, al menos para mí. Porque por su lado Obito me ha dejado más que claro el hecho de que solo le sirvo para satisfacer sus deseos y evitar su soledad. No hay amor, tal vez ni siquiera amistad, solo un enfermizo compañerismo y mi deseo de sentir amor, así como el deseo de el de satisfacer aquellos deseos carnales, después de todo el ya no es un niño.

Corto la corriente de agua y salgo del baño ya cambiada. Obito sigue recostado, sin embargo no está dormido, solo observa el techo de una forma muy extraña y concentrada.

—¿Estás bien?—pregunto y él se gira a verme.

—¿No habría de estarlo acaso?—pregunta y me encojo de hombros.

—Obito, ¿puedo preguntarte algo?—digo y el asiente sin prestar mucha atención.—¿Qué somos?

—Vaya, ¿acaso no te lo he dejado claro muchas veces?—pregunta y bajo la mirada.—Eres demasiado extraña, no entiendo siquiera el por qué sigues accediendo a satisfacerme. Sabes que no soy una buena persona, puedes irte en cualquier momento y buscar una buena vida y sin embargo sigues aquí. No me quejo de ello, pero no lo entiendo.

—Es solo...—me quedo callada, ni siquiera soy capaz de decirle.

—Cada vez que haces la misma pregunta debo volver a repetirte lo que sabes desde un principio. Yo no te amo.—sus palabras son sería y sólo atinó a asentir, es lo más sensato que puedo hacer— No puedo amar, lo único que hay en mi es venganza. Sabes que nunca podría amarte, sin embargo tampoco estoy en descontento por lo que me ofreces, después de todo son un hombre y tengo algunas necesidades que tú puedes cumplir.

—Yo lo hago por amor, es algo que jamás entenderás, no pido que lo hagas. Después de todo se lo que significó para ti.—digo con voz firme—Después de todo solo sirvo para darte algo; sexo y consuelo en tus noches.

—¿Ahora resulta que la niña alegre es seria?—se burla.— Guarda tu amor, no vale la pena amar a alguien. De ahí solo nace más odio.

Comienza a vestirse y se pone esa ridícula máscara que tanto odio.

—¿A dónde vas?—digo con enojo. Me molesta todo lo que está pasando, aunque esto me lo gano por idiota.

—Me largo, al parecer tienes claro todo esto.—dice y desaparece del lugar.

Soy una estupida, no puedo creer que hago lo que hago por amor, ¿y qué recibo? Una noche menos sin compañía, sexo y que se largue al día siguiente.

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Jelou 7u7
Aquí el punto de vista de la chica jeje, espero y les haya gustado.
El/la que sepa de qué canción me inspire para estos OS se ganara mi bendición eterna.

Gracias por seguir conmigo incluso cuando tengo bloqueos mentales :'v