Día en el lago || Equipo 7
—Vamos, di que sí.—la castaña hacia pucheros frente al peliplata.
—No, Mei.—respondió con simpleza siguiendo su camino.
—¡Bien—grito exasperada—. Tú te lo pierdes por amargado.
Una nube de humo se hizo presente y el peliplateado soltó un suspiro cerrando su amado libro.
Por otro lado la castaña se encontraba reunida con tres niños.
—¿Qué pasa ahora Mei-san, ttebayo?—pregunto el rubio despreocupado.
—¿Dónde está Kakashi?–el azabache frunció el ceño.
—Sasuke-kun tiene razón, Mei-san. ¿Y Kakashi-sensei?—pregunto la pelirosa
—¡El no viene por amargado!—respondió cruzándose de brazos—. Pero bueno, ¿trajeron sus trajes de baño?
—¿Qué? Nadie carga con ellos a todos lados.—suspiro el azabache cansado.
—¡Oh vamos muchachos!—suspiro cansada— No me dejen sola, vengan conmigo al lago a nadar. Prometo que se divertirán.
—¡Claro que iré dattebayo!
—¡Ese es mi rubio favorito!—sonrío abrazándolo.
La pelirosa asintió sonrojada dando su confirmación provocando una sonrisa en aquella extraña mujer.
—Tsk, está bien.—respondió el azabache.
Si bien no lo aceptaría en voz alta, él le tenía aprecio y la celaba como si fuera su hermana cuando del rubio cabeza hueca se trataba.
—Ay mis niños, ¡los quiero mucho!—respondió abrazándolos a los tres.—Los veo en 15 minutos aquí, les prometo que nos divertiremos.
Los tres asintieron y corriendo en dirección a sus respectivos hogares desaparecieron de la vista de la chica
(...)
—¡Pásala dobe!—gritaba el azabache.
—¡Ven por ella teme!—ahora el rubio.
Mei solo reía ante eso, podían decir odiarse pero esos niños se veían condenadamente adorables jugando a la pelota.
—Mei-senpai, ¿usted y Kakashi-sensei son algo?
La pregunta de la pelirosa quien se encontraba sentada a su lado abrazando sus rodillas la hizo sonrojar, se podría decir que tenía una pequeña relación con aquel exasperante peliplata, sin embargo el hombre era demasiado tonto en esas situaciones.
—Sakura, ve a jugar con los chicos o se mataran.—una voz tranquila detrás de las chicas las hizo saltar y abrazase entre ellas.
—¡Bakakashi!—grito la mayor parándose dejando expuesto su cuerpo ante la vista de su pareja, puesto que su traje de baño de dos piezas dejaba admirar su bonita figura—. ¡Casi me matas del susto!
La pelirosa corrió al agua para comenzar a jugar con sus compañeros, más que nada eran reclamos entre los dos chicos y risas de la pequeña pero esa imagen hacía sonreír a la castaña mayor.
—Mei, lo siento.
—¿Uh? ¿Por qué?
—Por haberte ignorado últimamente.
—No te preocupes, son buena compañía.—una genuina sonrisa apareció en sus labios.
—Se nota...—ambos quedaron en silencio hasta que la mayor se tiro al agua, y haciendo un dragón de agua, empapo más de lo que ya estaban a los menores riendo de sus caras.
La sonrisa oculta bajo la máscara del hombre era de ternura y felicidad. Si en su pasado tuvo pérdidas y demás justo ahora tenía con él a nuevos amigos, a los cuales consideraba familia, que lo apoyaban y hacían ver sus días más brillantes.
Sin mucho que pensar y con la felicidad instalada en sus venas se deshizo de su ropa, quedando en bañador y máscara, y salto al agua hundiendo a la castaña, quien sorprendida aún bajo el agua sonrió.
(...)
La tarde del equipo 7 se fue entre risas y bromas, inclusive Mei cargo a Naruto en sus hombros y Kakashi a Sasuke haciendo una pelea por tirar al otro al agua con Sakura como juez.
Cada uno, a su manera, se sintió completo y en paz aquella tarde de verano.
Mei después de una vida solitaria y sin muchos sentimientos mientras estaba en ANBU, esa tarde sintió que encontró su lugar, eran como una familia y aunque fuera físicamente imposible que lo fueran, ella veía a aquellos niños como propios.
Naruto Uzumaki, quien estaba acostumbrado a la soledad y el rechazo de las personas, se sentía completamente feliz, ahora tenía amigos a los que consideraba familia que lo aceptaban por lo que era; no por lo que habitaba en su interior.
Sobre todo aquella mujer castaña que lo trataba y veía con tanta ternura siempre preocupándose por el.
Sakura Haruno, a pesar de tener a su propia familia se sintió más que cómoda con ellos, sus nuevos amigos, la nueva familia que ella misma eligió. Su felicidad solo aumentaba al ver la felicidad de sus superiores como pareja y la de los dos chicos más importantes, que aunque sea por un momento, olvidaron sus diferencias y se dedicaron a disfrutar.
Sasuke Uchiha en ese momento dejo de sentirse solo, olvido por un instante la venganza y se dedicó a disfrutar la tarde con aquellos quienes consideraba ahora como su nueva familia. Y aunque no lo admitiría, la sonrisa traviesa y de suficiencia en su rostro era más que suficiente para saber que el pequeño pelinegro estaba pasándola bien.
Kakashi Hatake... El se dedicaba a observar a sus acompañantes y sonreír a ojo cerrado, los pequeños le recordaban a su antiguo equipo y ella, Mei, le ofrecía su amor incondicional y más puro que alguna vez llego a conocer.
Todo el equipo 7 se sintió completo esa tarde.
Porque entre ellos cuatro, aún sin quererlo, se complementaban entre sí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro