Cambio || Neji Hyuga
No mucho había cambiado entre nosotros desde aquel día.
¿Qué era lo que había pasado aquel día?... No lo recordaba con exactitud, pero lo fundamental seguía en mi mente.
Un beso, una confesión, lágrimas y una pelea.
Un beso con Chouji; por un estupido juego.
Una confesión de amor de Shikamaru; admitiendo sus sentimientos por Temari.
Lágrimas de parte de Sakura; como siempre gracias a la partida de Sasuke.
Y una pelea... Una pelea que dio lugar fuera del restaurante donde todos comíamos.
Una pelea entre Neji y yo.
El continuaba siendo igual de frío y reservado ante todo pero ese día, enfrente de todos los que jugábamos aquel infantil juego se levanto y salió hechando humo.
—Eres una estupida.—fue la única palabra que salió de su boca cuando me separe de la boca de Chouji.
—¡Neji-niisan!—. Grito Hinata cuando cuando mi mejor amigo saltó sobre la mesa y lo detuvo de la camisa.
—¡¿Quién te crees que eres para llamarle estupida-ttebayo?!—. El grito de Naruto resonó por la mesa que todos compartíamos.
Naruto siempre estaba cuidando de mi desde que nos conocimos, recuerdo que Sasuke lo retaba demasiado por ello.
Neji golpeó su mano con simpleza haciendo que soltara el cuello de su camiseta.
Después de eso... Yo simplemente corrí tras el.
—Neji...—dije manteniendo mi distancia, él se giró a verme aún con su ceño fruncido.
—¿Qué es lo que quieres?—dijo con su típica pose cruzado de brazos.
—¿Por qué me has llamado así delante de ellos? ¿Qué fue lo que hice ahora?—mi ceño estaba fruncido y mis ojos lo veían fijamente.
—¿Acaso no lo notas?—. Pregunto cómo si de lo más normal se tratara—. Empiezo a creer que en realidad eres estupida.
—¡Ya estoy harta!— grite dejándolo con los ojos abiertos.— Siempre me miras de la misma forma, desde arriba, con superioridad y me he esforzado una y mil veces para demostrarte que yo no soy una persona...
La presión de sus labios sobre los míos hizo que mis ojos se abrieran al tope.
—¿Ya lo entendiste?—pregunto en un susurro inclinándose para poner su frente contra la mía.— Estaba celoso.
—¿C-celoso...?
—Si, celoso. Demasiado celoso de que él pudo probar tus labios. Celoso y a la vez cansado de pretender ser un cubo de hielo frente a ti cuando todo lo que quiero es protegerte y estar a tu lado.
Mis labios se entreabrieron por aquella confesión, sin embargo y aunque muy en el fondo algo de mi quisiera negarlo, siempre me había sentido atraída hacia aquel castaño que tenía frente a mi.
—Y-yo...
Lo más sensato que pude haber hecho en ese momento fue lanzarme a sus brazos y besarlo de vuelta, esperando que entendiera mis sentimientos hacía su persona.
No mucho a cambiado entre nosotros; Neji sigue siendo igual de reservado y calculador que siempre, sin embargo, desde aquel día nuestras manos se encuentran con más frecuencia enlazadas y nuestros labios de igual forma.
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