Epilogo
Se podía ver cómo Hinata estaba en modo sabio, caminando en silencio, el lugar en el que estaba tenía un cielo de un tono amarillento.
Al frente se podía ver una fortaleza gigante mientras ella caminaba. Estaba apretando sus puños mientras respiraba de forma profunda.
—Respiración de concentración total... —pensó ella mientras caminaba.
En este momento, la concentración era sumamente importante para ella, al igual que mantener el modo sabio.
Kurama se mantuvo en silencio mientras avanzaban.
—¡Oh! Hinata, al fin viniste, me alegra mucho, eres difícil de encontrar —declaró una voz masculina desde lo alto de la fortaleza.
Hinata suspiró antes de levantar la mirada y verlo. Él pudo verla, notando su Senjutsu, con el cual sus ojos permanecían de un tono rojizo claro con marcas en la parte inferior.
Ella, por su lado, pudo ver cómo Toneri tenía ojos de un aspecto extraño. Eran ojos de un tono azul claro, parecían tener una especie de flor blanca en ellos, con una pupila negra remarcada. Eso aparte del peculiar aspecto del hombre: piel blanca, cabello blanco y vestido con una túnica negra, la cual parecía ceremonial si la mirabas bien.
—Es similar... a Hamura... —pensó ella mientras una vena se hinchaba en su frente.
—Qué extraño, no puedo ver tu chakra. Esto debe significar que despertaste el Youringan, sin duda eres la princesa Byakugan como lo predije desde que te vi cuando tenías cuatro años. Noté una gran pureza y belleza en tus ojos, además de que la acompañas con una personalidad suave, amable y tímida. Me pregunto qué color habrán obtenido esas perlas —dijo él de forma amable, a lo que Hinata tomó aire.
—¿Me espiabas de niña? ¿Qué sabes del Youringan? ¿Quién eres? ¿Qué buscas? ¿Y dónde está mi mamá? Detecto su olor en ti —cuestionó ella de forma cortante.
—Jo, vamos Hinata-chan... Mi nombre es Toneri Otsutsuki. Fui a la Tierra algunas veces a verte. Sé que eres una chica muy linda de gran corazón, razón por la que te elegí como mi prometida —declaró él haciendo un gesto amable.
Sin darse cuenta, varias venas se resaltaron en el cuerpo de Hinata: músculos y cara.
—Y sobre el Youringan... es un ojo que supera al Byakugan común, es el ojo del alma, que refleja el corazón del Hyuga y Otsutsuki. Este tiene chakra sennin. Sin embargo, también se le llama ojo maldito, ya que una vez se activa, el usuario empieza a enfrentar sus peores miedos en forma de voces, o incluso, si es muy profundo, una personalidad alterna. Pero eso solo ocurre si tienes dudas sobre tus convicciones en tu corazón y si eres incapaz de superar tus miedos —explicó Toneri con una sonrisa—. En tu caso, eres una persona muy pura y linda, sé que ya debiste adquirir su color definitivo en este punto, y el hecho de que vengas aquí, me pone muy feliz.
—...—
Toneri aplaudió.
—Ahora... estoy en una misión. Tengo el objetivo de destruir la Tierra, usando el poder del Tenseigan, el ojo que obtienes una vez que logras dominar el Youringan, los ojos divinos. En el caso de mi clan, se obtienen con un trasplante de ojos de un Hyuga de ojos puros y... —antes de que él siguiera, fue interrumpido.
—¿Te implantaste los ojos... de mi mamá? —preguntó ella con seriedad.
—Sí, así fue —dijo él con una sonrisa—. Ya lo entenderás, puedo entender que sea un poco incómodo, pero créeme que es por un bien mayor. Los usaré para cumplir la voluntad de nuestro ancestro, Hamura Otsutsuki. Pidió deshacer el mundo creado por el Rikudo. Vengo a cumplir ese propósito, voy a estrellar la Luna contra la Tierra. Pero no podía ya que no te encontraba por ningún lado. Al contrario, oí que te desterraron de tu hogar junto a un Jinchuriki muy vulgar, ambos culpados de atrocidades. Incluso se atrevieron a ponerte un alias horrible: "Shinigami". Qué horribles son los humanos, ¿no crees?
—... —ella solo apretó el puño... Sobretodo al oir "un Jinchuriki muy vulgar"
—Pero ahora no te tienes que preocupar de eso. Yo sé cómo eres tú realmente, linda y pura. Sé que es imposible todo eso que dijeron. Por eso, eres mi prometida, serás mi esposa sin duda. Y me gustaría ver tus ojos. ¿Qué bello color habrán obtenido? —dijo él con una sonrisa amable.
Finalmente...
—Ja... Jajaja —ella se rió mientras las marcas debajo de sus ojos desaparecían.
—Hinata?— Pregunto Kurama
—¿Pasó algo, amor mío? ¿Qué es tan gracioso?—
—Tú no sabes nada de mí... Solo te enamoraste, como un estúpido, de la personalidad que fingí cuando era niña —declaró ella mientras el chakra empezaba a salir de su cuerpo, uno de un tono oscuro apuntando a rojo.
Toneri no pudo evitar cambiar su mirada amable a una de horror al sentirlo. Una fuerte sed de sangre, una que lo consumía todo. Era un aura perturbadora. Sentía que el aire pesaba, su corazón latía con fuerza, mientras ella daba un paso al frente, empezando a recubrirse de rayos.
—Y escúchame algo, no perdonaré que tocaras a mi madre y mucho menos que le quitaras sus ojos. Pero, sobre todo, escúchame muy bien, pedazo de basura... Yo no soy tu prometida ni tu amor. La persona que yo amaba... está muerta, probablemente en 30 segundos esa sea la unica similitud entre ambos—declaró ella mientras se agarraba el colgante.
Toneri puso una mirada de sorpresa al ver cómo ella levantaba la mirada. Podía verlo, un par de ojos carmesí brillantes, con la esclerótica negra.
Pero, antes de que Toneri pudiera recuperarse del shock, ella desapareció en un destello de color oscuro.
Toneri apenas pudo seguirla con la mirada de sus ojos, pero no era lo suficientemente rápido para reaccionar, sumado al shock del momento.
Finalmente, Hinata estaba frente a él, con su puño recubierto de huesos afilados.
Toneri podía ver fijamente aquellos ojos. Eran penetrantes, podía verlos claramente, estaban llenos de ira, miedo y mucho odio. Él sudó frío mientras el puñetazo viajaba a gran velocidad.
"Crack!"
Toneri escupió sangre para luego salir volando. Su cuerpo atravesó la fortaleza, mientras que Hinata empezaba a seguirlo, pateando el aire hasta llegar a él, para propinarle un golpe en la cara.
Toneri rápidamente se cubrió en un manto de chakra verde celeste, colocando sus brazos en medio para recibir el golpe, pero aún así salió volando.
Ambos terminaron saliendo de la fortaleza, mientras Hinata no paraba de atacar a gran velocidad, donde Toneri apenas podía cubrirse de los ataques más letales.
Finalmente, Hinata se propulsó para darle un golpe de gancho en la mandíbula, donde Toneri pudo sentir cómo se le rompían los huesos y se le salían los dientes.
El peliblanco salió volando al cielo, mientras que Hinata le disparó balas de hueso.
—¿Qué demonios te pasa? —él empezó a crear orbes negros, con los que formó escudos, donde los huesos se desintegraron al contacto.
Pero no pasó mucho hasta que Hinata ya estaba sobre él, dándole una patada de guillotina que disparó al Otsutsuki contra el suelo.
Finalmente, él chocó contra el suelo, donde quedó en un gran cráter.
Él observó al cielo donde Hinata estaba empezando a caer. Entonces, alrededor de ella, empezaban a aparecer esferas negras, estas parecían hechas de su chakra, siendo ligeramente traslúcidas y con un aura flameante.
—Estilo de oscuridad... Balas de agonía—
Las esferas salieron disparadas a gran velocidad. Toneri intentó cubrirse con las Gudodama, pero estas no formaron el escudo a tiempo. Finalmente, las balas de Hinata terminaron dándole de lleno al Otsutsuki, aunque estas no le habían hecho ningún daño. Sin embargo...
—¡AAAAAGHHH!—
Estas provocaban un poderoso dolor psicológico, causando daño en las áreas afectadas. Se sentía como el dolor máximo en esa zona, aunque no había lesiones físicas.
Él trataba de levantarse, defenderse... pero el dolor no lo dejaba levantarse. Además...
—¡Mis ojos! ¿El Tenseigan se va? —exclamó él mentalmente, mientras las pupilas y el color de sus ojos se disipaban en un Byakugan normal.
Hinata aterrizó a un lado empezando a mirarlo fijamente.
Toneri no pudo evitar sentir un gran miedo mientras Hinata se agachaba y de forma frívola lo tomaba del cuello.
—Jajaja... Te duele!?— Exclamó ella empezando a hacer presión —Espero que si! Porque no estoy de humor para lidiar contigo, ni con tus delirios de destruir el mundo, y mucho menos con que me llames tu prometida—
Toneri fue lanzado de un tirón hasta el muro, atravesándolo con el cuerpo, mientras Hinata empezaba a caminar detrás de él.
—Jaja... Y más encima, ¿vienes a hablarme de Hamura? ¡Jajaja... En serio, no me conoces nada!— Ella pudo ver cómo Toneri se empezaba a levantar, estaba sangrando. —Ese anciano es un inepto, me importa un carajo si es mi antepasado. El mundo se está yendo a la mierda por su culpa y la de su hermano... Y por lo visto, tú querías facilitarles el trabajo—
—¡T-tú! ¿Qué clase de demonio eres? ¿Qué pasó contigo?— exclamó Toneri empezando a retroceder mientras su cuerpo temblaba. —Jamás creí que me atacarías. Tenía la guardia baja al no ver tu chakra... ¡Y no puedo creer lo que veo!—
—Matémoslo...
Ella sonrió mientras más orbes de oscuridad se formaban a su alrededor.
Toneri podía ver cómo huesos afilados salían de sus nudillos mientras ella lo miraba fijamente con aquellos ojos.
—Voy a sacarte esos ojos a golpes... Luego, no tendré problemas en demolerte la cara hasta que solo quede pulpa—
—¡Destrúyelo!—
—Jejeje...—
Lo siguiente que se pudo escuchar fue un estruendo...
Hinata le propinó una fuerte patada en el estómago, seguido de un puñetazo en la mejilla, dejando profundas heridas. Seguido a eso, le dio un golpe más en la cabeza que hizo que sangrara por la nariz cayendo al suelo.
—¡No! ¡No! ¡Aléjate! ¡Tú no puedes ser Hinata! ¿Quién demonios eres?—
Sin embargo, Hinata lo interrumpió dándole una patada en la nariz que lo lanzó varios metros atrás.
—Claro que lo soy... — declaró ella mientras su mano se recubría de rayos negros.
Toneri respiraba pesado mientras la Hyuga lo tomaba del cuello con una mano y lo levantaba.
Podía sentir cómo ejercía presión, lo estaba estrangulando, mientras se preparaba para darle el golpe de gracia.
—P-por favor, d-detente. Me rindo— dijo el Otsutsuki con su voz apenas audible, en este punto, tenía múltiples fracturas, sangre y heridas abiertas, además del dolor psicológico de las esferas de oscuridad.
Ella sonrió mientras lanzaba su ataque.
—¡Hinata!— exclamó Kurama.
—¡Tú no eres así!— sonó una voz masculina...
Ella se detuvo a un centímetro de impactar, respirando pesado...
Al reaccionar, miró al Otsutsuki, lo había masacrado... Y eso no era lo peor, ya que ni siquiera lo conocía... Lo que de verdad aterraba a la Hyuga, es que por aquellos momentos, ella lo había estado disfrutando... Se había descargado con él, sin remordimiento, sacando su peor lado.
—...— Ella finalmente hizo un movimiento con su mano, arrancándole los ojos de un tirón, luego lo soltó dejándolo caer al suelo. —Me llevaré esos ojos... Y tú, más te vale no hacer nada estúpido. No voy a matarte, pero mejor aprende a regular tus palabras frente a mí—
—S-sí, señora...— contestó el Otsutsuki mientras escuchaba cómo los pasos de la Hyuga se alejaban.
—Por cierto... Quiero que me hagas un recorrido de este castillo, ya que estamos en la luna... Me servirá para entrenar. Además, Hamura me dijo que podía encontrar libros útiles en la biblioteca... Los necesito— declaró ella. —Y por otro lado... Quiero que me digas dónde está mi mamá—
—C-como ordene...— él se levantó adolorido.
—Debo controlarme...— pensó ella mientras cerraba sus ojos. Después de algunos segundos, se tornaron de un rojo suave y las marcas debajo de los párpados... —Gracias, Kurama...—
—No hay de qué... Pero, procura no perder la cabeza así. Si vas a aprender a controlar mi chakra, créeme que toda esa negatividad podría costarte caro— declaró el zorro. —Cielos... duerme... En 2 semanas solo has descansado 1 hora...—
—Sí...—
...
Más tarde...
La Hyuga se encontraba en la biblioteca, mirando todos los libros por sus portadas y leyendo uno al mismo tiempo.
—El Ninshū es muy poco práctico en pelea... Solo usa el chakra para comunicarse... Salvo algunas técnicas deportivas y leyendas, no parece haber nada útil— declaró ella.
—No me extraña... El Ninshū no fue diseñado para pelear en sí mismo... Fue creado para comunicar, proteger y entender los misterios del mundo, esto mediante la energía física, espiritual (chakra), la mente y el alma... Es dudoso que encuentres una técnica de alto calibre aquí, al menos de tipo ofensiva— comentó Kurama.
—Sí... Lo más útil que he visto es... ¿Viaje astral? ¿Técnica de transferencia sentimental? ¿Jutsu de sueño compartido? ¿Relajación espiritual? ¿Acumulación de fe? Vale... Estas cosas no me sirven...— comentó ella decepcionada.
—¿Y ese?— Kurama miró uno de los libros...
La ojiperla lo miró con curiosidad... Este, a diferencia de los demás, tenía la tapa negra con letras rojas.
—Jutsu prohibido... ¿Reconciliación? ¿Eh?—
Ella tomó con cuidado el libro y lo abrió...
Era muy grande en comparación a los demás... Al verlo, este tenía textos muy largos que explicaban el funcionamiento del chakra, las emociones, el cuerpo, el alma y el chakra como agente de unión...
Ella finalmente abrió sus ojos de par en par...
El bijuu y la chica leyeron atentamente cada parte de la teoría, explicando de qué se trataba, su razón de ser creado, por qué estaba prohibido por Rikudo e incluso las consecuencias.
—Este jutsu... Podría ser la clave...— pensó ella leyéndolo con atención.
—Pero, parece muy peligroso para las partes implicadas... La teoría de lo que hace es buena... Pero lo que pasa si lo haces mal...—
—La vida es de riesgos... Y si esto es lo que se tiene que hacer para salvar a Naruto... Entonces esto es lo que haré— declaró ella con una sonrisa. —El mundo ninja entero... Y todos, necesitan que alguien tome riesgos... Estoy dispuesta a ello—
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En Konoha...
—¡Escuchen bien! Puede que Konoha caiga como aldea. Puede que el gobierno se venga abajo e incluso el daimyo... Puede que hasta el hokage, pero la juventud nunca, ¡ni la voluntad de la que estamos orgullosos!— declaró Gai a los jóvenes de Konoha. —¡Unámonos para luchar y proteger el futuro de las nuevas generaciones!—
—¡Sí, estoy con usted, Gai-sensei!— exclamó Lee con lágrimas en los ojos. —¡Que arda la juventud!—
—¡Yo también lo sigo! ¡No podemos dejar que esto pase!— declaró Sakura.
—Es un fastidio considerando que seremos enemigos públicos... Pero, estoy con ustedes— contestó Shikamaru.
—Deberíamos buscar más gente en Konoha y en el país— declaró Ino.
—Concuerdo... Además, tengo la sensación de que las cosas que ha hecho esa mujer... Esos no son los daimyo, o están bajo su control... Sea lo que sea, deberemos prepararnos— agregó Neji.
—Ugh... Esto da miedo... Pero da más miedo no hacer nada— habló Choji apretando los puños.
—¡Estoy con ustedes!— declaró Karin. —Naruto... Sasuke, no dejaré que les pase nada... Llegaré al fondo de esto...—
—Bien... Ya que todos están de acuerdo, propongo ser el líder de esta rebelión— contestó Kiba de forma burlona mientras Akamaru ladraba.
—Qué pedante eres... Pero eso significa que también te unes— concluyó Shino.
A lo lejos... Se podía ver un árbol, donde estaban dos personas...
—Vaya que son interesantes, ¿qué te parece, Sai?— preguntó Yamato con una sonrisa.
Sai se quedó en silencio antes de concluir.
—Son raros... El mundo acaba de caer y hablan de juventud y voluntad...— Finalmente, sonrió. —¿Así que estos son ninjas de verdad?—
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En la aldea de asesinos...
Se podía ver cómo Natsu se había colocado de pie frente a todos los asesinos, que junto a Ryomi, la observaban... todos se habian reunido luego del anuncio de Naomi.
—Escúchenme todos... Quiero decir que, sin duda, lo que acaba de pasar es muy impactante... El sistema ninja ha caído, los cinco países más poderosos ahora están bajo el dominio de una sola persona, una muy peligrosa y poderosa. Tarde o temprano, los demás países pequeños empezarán a caer en su mandato... Y sabemos qué es lo que quiere... Me quiere a mí— explicó la pelirroja mientras apretaba su puño.
No podía ver la cara de los asesinos... Pero, gracias al viento y su oído, podía imitar una ecolocación... Podía notar que muchos estaban asustados, otros indecisos y otros pocos parecían querer hacer algo.
—Diré esto solo una vez... Nosotros los asesinos nacimos y fuimos criados por la rama más atroz del mundo ninja. Fuimos concebidos para asesinar y destruir. Ahora mismo, la más poderosa de nosotros en la historia está amenazando al mundo entero. Hermanos... Les propongo que nos unamos, como las personas redimidas que intentamos ser, personas que buscan una vida pacífica. Créanme, nada me gustaría más que ignorar el problema, pero no es posible, no solo por la voluntad de mis estudiantes caídas, sino porque lo que amenaza al mundo entero es uno de los nuestros. Después de todo lo que hicimos, nuestro deber mínimo es ayudar a detenerla —declaró ella mientras levantaba el puño—. Por favor, sé que todos ustedes se sienten como yo. No podemos derrotarla ahora, pero tenemos tiempo para prepararnos. Usemos lo que somos, para proteger. Esta vez, la muerte no es nuestra aliada, es nuestra enemiga, y tenemos que derrotarla.
Ante aquellas palabras, cinco figuras se pusieron al frente...
Yatira, el pecado del orgullo, sonrió.
—Yo me apunto... Creo que puedo ser útil.
Kasuma, el pecado de la ira, asintió mirando a la pelirroja.
—Estoy de acuerdo... Creo que se lo debemos a Naruto. Eso de que sea un cadáver viviente usado como herramienta... No lo pienso tolerar —declaró el moreno.
Yasu también se había puesto al frente, el pecado de la lujuria.
—Una mujer como esa no debería tener tanto poder —contestó ella.
Kenzo también se puso al frente, el pecado de la codicia.
—Yo digo que todos deberíamos unirnos en esto. Ni los niños que rescatamos ni este lugar estarán seguros mientras ella exista. Apoyo a la señorita Natsu —declaró él para luego sonreír—. Sin mencionar que la tonta de Aneko debe andar por ahí. Creo que esta será una buena oportunidad para volver a verla.
Ohara rió un poco antes de ponerse al frente también, el pecado de la gula.
—Vaya que nos hemos vuelto sentimentales... Pero estoy de acuerdo con ustedes, deberíamos apoyarla. Y mire qué casualidad, queda un puesto vacante en los Siete Pecados, ¿qué te parece ser Natsu de la envidia? —declaró el vicecapitán—. Además, nos quedamos sin capitán, y yo no soy tan fuerte para el cargo.
Natsu sonrió mientras desenfundaba su espada, la cual tuvo un brillo blanco.
—Con gusto aceptaré el cargo... Y todos los que se quieran unir a mi causa, son bienvenidos. Les advierto, entrenarán duro. Van a llegar al límite de lo que somos. Creo que todos ustedes tienen potencial. Esta vez, pueden elegir hacer lo correcto y qué hacer con ese potencial. Así que, aquí y ahora, prometo guiar a los que deseen elegir este camino.
Sin más, se pudo escuchar un grito de los asesinos al unísono mientras levantaban sus puños al aire.
—¡POR LA PAZ!
Natsu apreto el puño mientras miraba a Matatabi.
—Bien... se que es peligroso... pero estoy decidida a hacer esto por Yugito, me vas a ayudar?—
la gata sonrio antes de asentirle a la pelirroja.
—Ni siquiera necesitas pedirmelo—
—Gracias— Ella luego miro al cielo mientras tomaba aire —Y espero que tu tampoco te vayas a quedar de brazos cruzados... Hinata—
—Jeje... Esta parece que sí será una buena misión para los Siete Pecados Capitales... Solo nos falta una... Y estoy seguro de que no importa qué, ella volverá —declaró Kenzo con una sonrisa.
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...
Cuatro años después...
En algún lugar alejado de la civilización...
Se podía ver un cilindro lleno de un líquido transparente. En el interior había una criatura. Su aspecto era el de una chica, más o menos de 13 años, su cabello era negro oscuro, con varios mechones blancos...
Su piel era blanquecina con escamas de serpiente. Se podían ver dientes y garras muy afilados, músculos desarrollados para su tamaño.
Su espalda tenía pinchos afilados saliendo por su espina dorsal...
La criatura estaba suspendida en el líquido, pero finalmente sus ojos se abrieron, dejando ver unos ojos totalmente verdes con pupilas negras alargadas...
Un poderoso rugido se escuchó, mientras la guarida entera se tambaleó.
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En otro lugar...
Se podía ver un gran bosque. En medio de este, se podía apreciar un lago profundo...
En lo más hondo había una figura que reposaba en calma, con su cabello blanco y muy largo ondeando suavemente mientras los rayos del sol se filtraban.
La criatura era de piel blanca y lisa, con garras largas... Estaba en una profunda calma, parecía una niña.
Pero entonces... El bosque empezó a temblar, se podían escuchar estruendos afuera, árboles salieron volando, parecía una batalla...
—¡Auxilio! —exclamó una voz femenina en medio del escándalo que había afuera, explosiónes y estallidos que hacían retumbar todo.
Entonces... Las orejas de la criatura en el fondo del agua se movieron, mientras sus ojos rojos se abrían por completo...
Desde afuera, se pudo ver cómo el lago explotaba mientras la figura salía disparada desde el fondo hasta la superficie. Luego dio un potente salto, dejando un gran cráter donde estaba, y dejando un rastro de fuego azul por donde había pasado...
Después de cuatro años... Finalmente una pequeña luz de esperanza se levanta, para cambiar nuevamente el destino del mundo...
¿Fin?
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