En el mar abierto, ya no quedaban restos de la isla tortuga, ni siquiera había nubes en el campo de batalla... Solo era un gran océano vacío por completo, con la estatua gedo mazo en pie mientras que Naomi se dejó caer sobre ella.

—Maldito demonio... Admito que era más poderoso, pero al mismo tiempo, era un debilucho incapaz de acabar con su trabajo... Pero, ahora que no está, no existe nadie en este mundo capaz de detenerme... 3 por el precio de uno, solo queda 1... Pero no es relevante—

Ella se sentó con una sonrisa.

—Fue una tarea difícil, pero al final resultó ser un ejemplo de lo que pasa cuando me enfrentan... Estuviste grandioso, Hank, nunca te olvidaré—

Ella se miró a sí misma, levantando su camiseta hasta el pecho, observando que tenía un gran agujero atravesando de lado a lado su abdomen por un costado, pero estaba cerrado en los bordes... También notando que tenía múltiples heridas, algunas eran rozaduras del destructor de oxígeno, resaltando una en el lateral de su abdomen, su brazo derecho tenía varias cortadas.

—Si este golpe hubiera dado unos centímetros más al centro... Me habría atravesado la columna y dejado paralítica... Bebí lágrimas del rey del infierno, pero esto es más de lo que podía regenerar... literalmente desintegró esas partes de mi cuerpo— Ella suspiró antes de reir de satisfaccion—Como sea... un trasplante lo arreglará... Ahora, solo me quedan 2 obstáculos... Y terminaré mi misión... Podré traer de vuelta al viejo una vez me convierta en una diosa absoluta de la paz—

Ella desapareció en un parpadeo... Momentos después, la estatua también...

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Mientras... En el gran árbol...

—Naomi, Madara... O quien putas seas, no te vas a salir con la tuya!—

—Naruto, dime entonces... ¿Cuál es tu maravilloso plan para detenerme? ¿Me vas a contar tu pasado para intentar que yo me arrepienta? ¿Vas a sacar alguna técnica nunca antes vista? Por favor, sé todo sobre ti, todo lo que puedes hacer... Ustedes ya no son una amenaza para mí—

—Maldición...— Pensó Naruto —Aunque... Esta Naomi solo es un clon... Tiene muy poco chakra en comparación a su versión completa, no es tan poderosa... Lo mejor que puedo hacer... Es despertar a Hinata, recuperar a los muchachos y escapar...—

—Naruto, en este punto solo queda una cosa que interfiere con mis planes... Tan pronto acabe aquí, iré a encargarme... ¿Sí, sabes a lo que me refiero?—

—Pretendes ir por el nibi...—

—Exacto, quién diría que la persona en la que menos confiaste sería el último obstáculo en mis planes, y aun así, no es la gran cosa, una pobre Uzumaki inválida que ahora no es más que una granjera... Jaja...— Ella finalmente sonrió mientras Naruto apretó los puños.

—Debe haber alguna forma de hacer que Hinata reaccione...— Pensó él, pero Naomi detuvo sus pensamientos.

—La última vez que nos encontramos, te propuse que te unieras a mí... Hoy estoy de muy buen humor, mejor que nunca. Así que te lo propondré de nuevo... Entrégame al Kyubi y los demás Biju, yo sé cómo retirarles los Biju y que se mantengan vivos... Solo debo conectarlos al gedo mazo mientras se los retiro, y luego les doy de mi poción curativa... Después, los dejaré ir a ti y a tu noviecita... Mientras que yo, traigo la paz verdadera y el sueño infinito para todos.— Ofreció ella con una sonrisa mientras extendía su mano en dirección a él.

—Tsk...—

—Naruto, piénsalo bien... Ya tienes casi 40 años de edad real, tú eres como yo, los dos hemos crecido viendo lo peor del mundo, maltrato, discriminación, diferencias sociales, hambre, codicia, explotación, ¡guerra! Ambos hemos peleado en ellas y visto miles de personas morir! Hemos perdido personas que nos importan!... Yo he venido a poner fin a eso, con mi plan, no solo evité que explotara una guerra por los biju, también se evitaron la mayor cantidad de muertes que siempre te atormentaron, de forma indirecta se encontró la debilidad de los demonios y cómo matarlos... No tiene por qué ser más complicado, Naruto.— Ella hablaba mostrando una gran convicción en su voz mientras que Naruto agachaba la mirada.

—¡No estoy de acuerdo contigo! ¡Tu plan mató a muchos como Obito, que solo querían lo mejor para los demás y lucharon dando su vida! ¡Tú y yo no somos iguales! ¡Jamás lo seremos! ¡Eres retorcida y cruel! ¡Manipulaste, destruiste y más encima te atreves a llamarte salvadora!? ¡Estás loca si crees que seré tu cómplice!— Él la señaló con ira mientras que ella suspiró.

—Es una pena oír eso, en dado caso estoy deseosa de ver qué pretendes hacer para detenerme... No solo tengo la ventaja estratégica y de poder... Sé todo sobre ti, conozco cada detalle de tu vida anterior, cada cosa dicha a Hinata o por mis receptores, tus técnicas, y de lo que eres capaz... No eres una amenaza para mí, no puedes ganar— Finalmente ella chasqueó los dedos —Captúrenlo, pueden arrancarle los brazos y piernas si es necesario—

Ante esta orden, Naruto y Roshi se tensionaron.

—Sí... Naomi-sama— Respondió Hinata mientras su chakra empezaba a rodearla y se preparaba para atacar.

—El chakra de Hinata se ha fortalecido... No está usando el Senjutsu pero se siente tan fuerte como cuando lo usa... Sin mencionar ese color...— Analizó Naruto para luego ver a Roshi, quien estaba detrás suyo; el viejo estaba herido por la pelea anterior... Su herida de perder el brazo apenas se había cerrado por el poder de Goku —¡Roshi! ¡No te separes de mí!—

Finalmente la Hyuga extendió sus garras mientras se lanzaba a atacar, desapareciendo en un destello de rayos de color rojo...

Naruto rápidamente se recubrió en su modo chakra, y colocó sus brazos al frente recubiertos de chakra.

Un fuerte estruendo se desató...

—¡Sí que es más fuerte!...— Pensó el Jinchuriki forcejeando.

—Naruto, ¿qué te parece si eres un buen chico y nos entregas al Kyubi?— Preguntó Kushina con una sonrisa mientras varias cadenas salían de su espalda en dirección al rubio.

Naruto rápidamente se separa de Hinata empezando a esquivar las cadenas tan rápido como le era posible.

Roshi, por su lado, intentó seguir el paso...

En eso, pudo ver un Kunai de 3 puntas que había volado hasta quedar a centímetros de su cara.

—¡Mierda!—

En eso, Minato apareció en un destello, con gran rapidez mientras hacía sellos con una mano y preparaba un rasengan con la otra.

—Fuinjutsu... ¡Sello de 5 puntos!—

Roshi pudo ver cómo la cadena de Kushina se envolvía en su pierna, empezando a drenarle el chakra, a lo que Minato estampó el rasengan en su abdomen.

—¡AGH!— Roshi retrocedió adolorido con un agujero en su ropa, momento que Minato aprovechó para colocarle el sello...

—¡Roshi!— Exclamó Naruto antes de lanzarse a atacar a Minato, pero este desapareció en un destello junto al anciano.

Naruto pudo ver cómo el Jinchuriki de cuatro colas era llevado junto al clon de madera de Naomi.

—Mokuton...— Ella hizo que una protuberancia de madera saliera de la rama, envolviendo a Roshi.

—¡Maldita!— Naruto intentó atacar, pero fue recibido por una patada en el rostro por parte de Hinata, que lo lanzó a volar contra el tronco del árbol.

—Naruto, entiéndelo... Todo este tiempo, ustedes han trabajado para mí, tú creíste que los estabas salvando, pero solo los estabas recolectando para mí... Y ahora, he venido a cosechar lo que sembré—

Naruto pudo ver cómo Hinata se lanzaba a atacarlo con un puñetazo, a lo que él saltó evitándola, mientras ella golpeó el árbol, haciéndole un agujero.

Seguido a eso, se pudo ver cómo Hinata desaparecía nuevamente en el destello de rayos rojos, mientras que Naruto desapareció en un borrón de velocidad.

A lo largo del árbol, se podían escuchar los estruendos de la pelea, donde Naruto usaba su chakra para bloquear los golpes de Hinata a esa velocidad.

—Es bastante rápida... Cuesta seguirla con la mirada... Pero la sigo mas facilmente por su chakra— pensó el rubio bloqueando sus golpes.

—Mocoso... Lo mejor que puedes hacer ahora es largarte... Ve por Bee y huye... Recuerda lo que te dijo Danzo, el Kotoamatsukami es un genjutsu permanente si se usa con todo su poder... Mientras ella duerma, será una amenaza para ti y los demás!— declaró Kurama.

Naruto pudo ver cómo las cadenas lo perseguían, empezando a esquivar.

—¡No la abandonaré! ¡Ella es mi mejor amiga! ¡Mi novia y la persona en quien más confío! ¡No tiene la culpa de lo que le hizo ese monstruo!—

—¡No es momento de que te pongas sentimental, Naruto! ¡Usa la cabeza!—

El rubio miró a las otras partes del árbol, donde Itachi, por un lado, estaba teniendo una batalla con Shisui... Sin embargo, el Uchiha aliado estaba en problemas... Su enfermedad a estas alturas estaba avanzando más, y la pelea en isla tortuga lo había dejado exhausto.

Por otra parte... Bee, se estaba enfrentando a otro Uchiha... Con verlo, podía reconocer al padre de Sasuke...

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Hinata le propinó un codazo al estómago.

—Ríndete— comentó ella para luego lanzarle un zarpazo con sus garras, a lo que Naruto se cubrió con su antebrazo cubierto de chakra.

—¡Hinata! ¡Reacciona! ¡No quiero pelear contigo!—

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En un lugar oscuro...

—¿Eh?... ¿Dónde... Dónde estoy?—

La Hyuga se colocó en pie... Estaba vestida con un pantalón negro y camiseta negra, descalza...

—¿Despertaste el chakra Sennin?... Nunca lo esperé de ti... Parece que en realidad sí eres la tercera princesa Byakugan... No pensé que alguien como tú lo sería, pero parece que tu entrenamiento natural te lo permitió... Y respondiendo tu pregunta, estas en tu subconsciente—

—¿¡Eh!? ¿Quién dijo eso?— preguntó Hinata confundida.

Entonces pudo ver a una figura aparecer frente a ella... Era un anciano de cabello blanco y largo, piel pálida, cuernos y ojos blancos, vestido con una bata blanca, pero... Tenía un aspecto algo fantasmal.

—¡Yo te he visto! ¡Tú eres!...— exclamó Hinata recordando a sus antepasados... Aquel que estaba antes de la gran mujer de cabello blanco y largo.

—Así que puedes verme claramente... Tu chakra Sennin es fuerte entonces... Mi nombre es Hamura Otsutsuki. Ancestro del clan Hyuga, Kaguya y del Otsutsuki de la luna, en resumen, tu ancestro, vigilo el mundo desde el plano espiritual—

—¿El plano espiritual? ¿A qué te refieres con vigilar el mundo? ¿No debiste morir hace como no sé cuántos mil años?—

—Tengo aproximadamente 4000 años, y esto es algo que solo un Sennin, usuario del Ninshū puede hacer... Solo mi hermano, yo y unos pocos hemos logrado esto por nuestra maestría... Aunque eso es algo que en tu tiempo nadie aplica. El Ninshū es el ancestro del ninjutsu, el arte original de manipular el chakra en su estado más puro y espiritual para conectar a la gente... Pero ustedes, los idiotas humanos, lo convirtieron en un arma y empezaron a combinarlo con la energía física para crear el ninjutsu— ante esta explicación, el anciano parecía algo molesto. —Un verdadero Sennin, usuario del Ninshū, es inmortal espiritualmente mientras quede algo de su chakra en el mundo... En mi caso, mi descendencia... Pero ninguno puede verme, hasta ahora—

—Uh... Creo que lo entiendo... Pero, ¿cómo es que te estoy viendo? ¿Estoy alucinando? Además, si están vigilando al mundo, ¿por qué no hacen nada? ¿Solo pueden mirar y ya? Suena inútil...—

—Eres demasiado irrespetuosa... No entiendo cómo tú, entre todos mis descendientes, pudiste despertar este chakra. Pero te lo explicaré... Solo aquellos con un chakra Sennin de gran poder, alto en energía espiritual, en este caso nuestros descendientes, podrían vernos... Para eso, se requiere entrenar el Ninshū o, en su debido caso, poder acceder por algún método al chakra que heredaron de nosotros. Se supone que nosotros los guiaríamos a ustedes a un mundo mejor, pero como todos se desviaron del Ninshū, casi nadie logró vernos todo este tiempo... Fue decepcionante, si me permito decirlo.

En eso, ella sintió un escalofrío, pues el viejo se acercó a ella y usó sus dos pulgares para abrirle bien los párpados de uno de sus ojos, empezando a verlo de cerca.

—¿Qué es esto? Tus ojos incluso cambiaron de color debido al chakra, pero, aún son Byakugan comunes... Las otras dos pasaron al siguiente nivel, aunque tú pareces tener mejor potencial, tu chakra es más denso y parece que es afín a la naturaleza...—

—¿A qué se refiere?...—

—Me sigo preguntando por qué tu clan perdió tanta conexión a sus raíces... ¿Acaso ya nadie sabe de historia?... El Byakugan puede tener habilidades ocultas, una evolución, dos de hecho... Pero estas, al igual que su color, dependen del chakra de su portador... Bueno, supongo que evolucionará con el tiempo, debes entrenar, el chakra que despertaste no está sincronizado con tus ojos, a diferencia de las otras dos, este poder es natural,—

Hinata solo le dio una mirada confusa, no estaba entendiendo nada.

—¿Otras dos? Antes dijiste princesa Byakugan...—

—La princesa Byakugan es un título con el que se llama a aquellas mujeres del clan Hyuga con una gran afinidad a sus ojos, y que logran acceder al poder del sabio... Es una leyenda de tu clan y el Otsutsuki de la luna. A la fecha, no ha existido un hombre que lo haya hecho, probablemente les dirían príncipes o algo así. Hubo dos antes que tú, sin embargo... Adquirieron ese poder por métodos distintos, mezclas de sangres y cosas así... Por ello, nunca pudieron verme más que como alucinaciones, tu caso es diferente.—

—Genial... Entonces, según tú, ¿ahora tendré que verte todo el tiempo y sentirme observada por ti? Suena incómodo— contestó Hinata con una mirada acusadora. —¿Cuánto te atreviste a mirar?—

El anciano solo tuvo una gran gota de sudor bajando por la nuca.

—No veo el mundo a través de tus ojos, ni de mis descendientes, simplemente ustedes son los que me permiten seguir existiendo de forma espectral en un plano paralelo, y yo decido si hablar contigo o no hacerlo, al igual que tú podrías si fueras capaz de usar el Ninshū... Aunque admito que he desarrollado un interés por ti— explicó él.

—Pervertido—

—¡NO ESE TIPO DE INTERÉS!... Dios... Qué forma de hablarme tan molesta tienes... Me sacas de mis casillas...— contestó el anciano. —Me refiero a que he estado observando lo ocurrido últimamente... El mundo está atravesando una crisis... No solo por los demonios, sino por la descendiente de mi hermano—

—¿Descendiente?...—

—Me refiero a la mujer que ahora es tu enemiga... Escúchame bien... No es momento de tus bromas, esto es serio, el destino del mundo está en riesgo, ahora que puedes verme, será mejor que te explique lo que está pasando... Y te advierto, no es algo bonito—

—Diablos... Esto es confuso...— pensó ella antes de suspirar.

Luego miró a la nada...

—Espero que Naruto esté bien...—

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En el campo de batalla...

Se podía ver cómo Itachi enfrentaba a Shisui en una batalla de Taijutsu.

—¡Esto no puede ser! ¡Shisui, jamás imaginé que tendría que pasar por esto! —exclamó Itachi mientras bloqueaba una patada del otro Uchiha.

—Fuiste mi mejor amigo, Itachi... No es tarde; si le pides perdón a Naomi-sama, ella podría perdonarte la vida y podrías ser su subordinado... Lo prefiero así, puedo ver que ya no te queda mucho chakra, no puedes vencerme —finalmente desenvainó su espada corta y lanzó una estocada a Itachi, quien sacó un kunai de su manga para bloquearlo.

—Demonios... Esto no se ve bien... Si me dejo derrotar, esa mujer podría usar mi cadáver... Tengo que planear una forma de darle la vuelta a esto... —Itachi apretó la mandíbula mientras intentaba enfocar sus ojos, que estaban borrosos.

En la otra parte del campo de batalla...

Se podía ver a Killer Bee en su segunda forma, enfrentando a Fugaku Uchiha, quien se recubría con el Susanoo semicompleto, este de color naranja claro.

—¡Voy a derrotarte y luego le mostraré a tu jefa lo que es arte!

—Qué ingenuo, Jinchuriki, pensando que me puede derrotar... No existe nadie capaz de hacerle frente a la señorita Naomi, solo están retrasando lo inevitable —declaró Fugaku mientras su Mangekyō Sharingan brillaba.

Bee se lanzó a atacar propinándole un fuerte puñetazo, seguido de un ataque con sus colas a lo que el espectro se agrietó y tuvo varias fisuras.

Naruto, por otro lado, se podía ver cruzando golpes con Hinata a gran velocidad mientras era perseguido por las cadenas de Kushina.

—¡No quiero pelear contigo! ¡Hinata, reacciona! —La Hyūga le lanzó un Chidori al rubio, quien a duras penas pudo evitarlo, para luego enrollarla con una de las colas del Kyūbi.

El clon de Naomi solo sonrió antes de aclarar:

—Es inútil, Naruto, le ordené no despertar, ni siquiera sus instintos naturales la despertarán porque me obedecen. Ni siquiera el dolor la hará reaccionar mientras así sea.

En eso, Minato apareció detrás de Naruto en un borrón de velocidad, preparando un Rasengan.

Naruto se volteó tan rápido como pudo, creando su propio Rasengan y chocándolo contra el de su padre.

Hubo un fuerte estruendo, donde Minato cayó desde gran altura por el árbol, con su brazo totalmente herido, mientras que una cadena de chakra se enrolló en el brazo de chakra que sostenía a Hinata.

—¡Hijo! ¡Cómo te atreves a hacerle eso a tu padre! ¡Yo no te crié así! —exclamó Kushina con su cabello levitando en forma de 9 colas, mientras que el brazo de chakra era absorbido por las cadenas, obligando a Naruto a deshacerlo mientras esquivaba otra cadena.

—¡Tú no me criaste! —exclamó Naruto antes de recibir una patada en el costado de su brazo, esta por parte de Hinata, lanzándolo a volar.

—Ups... Cierto, morí el día que naciste... —contestó Kushina con una gota de sudor.

—¡No me refería a eso! ¡Literalmente tú no eres mi verdadera madre! —exclamó Naruto, aterrizando en una de las ramas del árbol— Ugh... Ese golpe me rompió el hueso... Hinata debió endurecer sus huesos al máximo... Con su fuerza, eso se sintió horrible...

Él pudo ver cómo la carne en las manos de Hinata se abría, empezando a sacar sus huesos... Eran katanas de hueso muy afiladas, luego podía ver cómo varias placas más salían de su cuerpo formando una armadura de aspecto tétrico.

—Deja de jugar, Naruto. ¡Eres más poderoso que los tres! Si te dejas alcanzar por esas cadenas o Minato logra aplicarte algún sello, ¡estaremos muertos!

—¡Kurama! No puedo pelear con todo mi poder aquí. ¡Podría herir a Hinata! Y tampoco puedo usar la forma gigante del manto de chakra, las cadenas de mi madre tendrían un objetivo más fácil de atrapar, y si uso la Bijūdama o el Rasenshuriken mientras alejo a Hinata, papá podría usar el Hiraishin para desviarlos... De por sí, me es difícil pelear con ellos ya que son mi familia... Pero me esfuerzo en recordar que son solo cadáveres... Pero Hinata...

El Kyūbi gruñó mientras curaba el brazo de Naruto; sabía que no había forma de convencer a su Jinchūriki de usar todo su poder para acabar con ellos...

La forma más efectiva sería contener a Hinata, difícil por su velocidad... Acabar con Minato para evitar que use su Hiraishin para desviar las técnicas masivas, y luego usar una para acabar con Kushina... O acabar con ambos en guardia baja cuando Hinata estuviera lejos de peligro.

—Bien... Naruto, tengo un plan —comentó Kurama mientras juntaba sus manos.

—¡¿Qué haces?!

—Voy a reunir energía natural; entrarás en modo sabio combinado con mi modo chakra... Eso nos dará más poder, con eso debería ser suficiente para capturar a tu noviecita y reaccionar mejor a las cadenas...

—¡Gracias, Kurama! —Naruto sonrió mientras esquivaba un grupo de cadenas, seguidas de un puñetazo de Kushina, quien se propulsó a sí misma usando dichas cadenas.

Naruto cruzó los brazos, recibiendo el puñetazo y siendo lanzado decenas de metros atrás.

—Usa el jutsu de la abuela Tsunade para aumentar su fuerza...

—¡Estilo de viento, jutsu balas de vacío!

Naruto observó cómo aquellos proyectiles venían a por él, mientras que sus párpados se cubrían de una franja naranja y sus ojos se convertían en una cruz...

A sus espaldas venía Hinata a gran velocidad, parecía un rayo rojo... Esto mientras empuñaba sus espadas cubiertas de rayos rojos.

El Jinchūriki rápidamente saltó a un lado esquivando las balas, mientras que Hinata lo seguía, ambos empezando a esquivar sus potentes cortes.

Era como ver a un rayo rojo chocando una y otra vez con una energía amarilla...

El tronco del árbol se empezaba a llenar de grandes cortaduras, algunas incluso llegaron a tocar a Naruto, haciéndole cortes, pero él resistía como podía.

—Es una maestra de la espada... Con la flexibilidad de sus articulaciones, puede hacer movimientos anormales —colocó un brazo de chakra en medio para bloquear una de las espadas, pero este brazo fue cortado de un tajo, luego Hinata le propinó una patada en el estómago, lanzando al rubio a volar varios metros.

En eso Hinata lo miro fijamente mientras sus musculos se tensionaban.

—Bien... ¡La tengo! —pensó Naruto mientras veía cómo ella atacaba de frente, lanzándole dos estocadas con sus armas, ambas a punto de darle en los brazos.

Pero el Jinchūriki desapareció en un destello naranja, reapareciendo detrás.

—¡¿Olvidas que te puse un sello Hiraishin en la espalda por petición tuya?! —El rubio rápidamente tomó a la ojiperla con un par de brazos de chakra, luego esquivó una de las cadenas sin soltarla.

Naruto empezó a esquivar una y otra vez los ataques de su madre, mientras sostenía a Hinata y empezaba a colocar sellos a lo largo del tronco del gran árbol.

Balas de vacío, cadenas e incluso puñetazos por parte de Kushina.

En eso, pudo ver cómo Minato aparecía en un destello a unos metros de la pelirroja.

—¡Ahí está!

Minato desenrolló un pergamino mostrando un sello.

—¡Kai!

Del pergamino salieron disparadas flamas negras...

—¡¿Amaterasu?! —Naruto reaccionó con rapidez, colocando una capa de chakra en frente y bloqueando el jutsu, luego arrojó el trozo de chakra quemado directo a su padre. —Debió sellarlo para usarlo en combate... Naomi debió darles herramientas para pelear...

Pero una cadena bloqueó, absorbiendo el chakra y la técnica.

—¡Como sea! ¡Ya los tengo! —Naruto desapareció en un destello, apareciendo detrás de ellos... Esto gracias a los sellos Hiraishin que había colocado en el tronco del árbol en cada salto, para estar lo más cerca posible cuando Minato apareciera.

Ambos apenas pudieron ver por el rabillo del ojo cómo Naruto preparaba una Bijūdama...

—Lo siento, padres... Esto me duele más de lo que parece... —Soltó la Bijūdama a gran velocidad a quemarropa para luego desaparecer en un destello.

Una gran explosión se desató, mientras que Naruto reapareció más abajo con Hinata atrapada en sus brazos de chakra.

—Vaya que eres molesto, Naruto, me obligaste a interferir... —declaró el clon de Naomi apareciendo en un parpadeo, junto a Minato y Kushina... Los había sacado de la explosión en el último segundo.

—Bastarda... —pensó el rubio mientras la Shinigami se preparaba para atacar.

En eso, pudo ver cómo los huesos de Hinata empezaban a crecer en forma de picos recubiertos en rayos, empezando a atravesar el manto de chakra lentamente...

—Mierda... No podré contenerla mucho y menos si estoy peleando al mismo tiempo... Y ahora. Ese clon pretende atacarme... aunque solo sea una parte de su poder, sigue siendo una usuario del rinnegan junto a 3 personas nivel kage... Solo se contendrán un poco para no matarme... pero, sigo estando en desvetaja— El apreto la mandibula. —Kage bunshin no jutsu!—

3 clones del rubio aparecieron en escena.

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Hinata había estado hablando con el sabio...

Éste le había explicado el pasado de Naomi, la historia detrás de Madara y todo lo que había ocurrido hasta ahora, lo que pretendía y, más importante, su plan maestro. Esto era observado tanto por su hermano Hagoromo como por Hamura de forma espiritual, sin que pudieran hacer nada más que observar.

Al principio, Hinata parecía interesada, pero a medida que la historia avanzaba, empezó a horrorizarse. Su mirada se transformó en una de miedo cada vez que empezaba a entender. Finalmente, se rompió.

—¡¿Qué?! —exclamó Hinata impactada. Su rostro estaba lleno de horror.

Ella miró al suelo asustada, luego miró sus propias manos, mientras sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Como lo escuchaste, niña... Todo este tiempo, has estado trabajando para esa mujer. Ella te ha usado... Ahora mismo, Naruto está peleando solo contra ti, sus padres y un clon de esa mujer. Ya tiene a seis bijuus en su poder... Solo le faltan el Hachibi, el Kyubi y el Nibi...

—¡No! ¡No! ¡No puede ser posible! ¿Cómo es que otra vez? ¡Otra maldita vez soy la esclava de alguien! ¡Y más encima para herir a mis seres queridos! —Golpeó el suelo mientras derramaba lágrimas—. ¡TENGO QUE SALIR DE AQUÍ! ¡DEBO DESPERTAR! ¡NO VOLVERÉ A DORMIR SI ES NECESARIO, PERO NO PERMITIRÉ QUE SE SALGA CON LA SUYA!

Ella se levantó mientras empezaba a correr.

—Niña... Estás profundamente inconsciente. No podrás despertar. Tu propio cuerpo y subconsciente son controlados por esa mujer. No podrás salir de aquí a menos que el genjutsu que usaron en ti sea deshecho.

—¡¿QUÉ COSA?!

—Y me temo que es un genjutsu permanente... Ni siquiera tus poderes, el chakra sennin o tu capacidad evolutiva podrían despertarte. Todo eso le sirve a tu segunda personalidad.

—¡MALDITA SEA! ENTONCES, ¿QUÉ SE SUPONE QUE HAGA? —exclamó ella mientras sus garras y colmillos se extendían. Con furia, golpeó el suelo.

—Lo siento mucho, ni siquiera yo lo sé. En este momento, tu destino es incierto.

—¡Maldición! ¿Entonces, todo por lo que me esforcé, todo por lo que luché hasta ahora, es solo una vil mentira? ¿Todo eso será usado para matar a Naruto? —Se llevó las manos a la cabeza mientras más lágrimas salían de sus ojos.

—Lo siento mucho por ti... Espero que puedan despertarte. Nada de lo que te dije será de utilidad si no lo haces...

Hinata se levantó apretando sus puños y acercándose al sabio. Lo miró con ira mientras todos los músculos de su cuerpo se tensionaron.

Finalmente, agarró al anciano por el cuello de su túnica y lo jaló de forma amenazante.

—Malditos... Dime una cosa, anciano... ¿POR QUÉ USTEDES MALDITOS CREARON ESA PORQUERÍA DEL TSUKUYOMI INFINITO? ¿POR QUÉ EXISTE UNA ROCA QUE LE DICE A LOS UCHIHA CÓMO USARLO? ¡TODO ESTO ES CULPA DE USTEDES IDIOTAS! —exclamó Hinata iracunda.

—N-nosotros...

—¡RESPONDE DE UNA MALDITA VEZ! ¡NO ENTIENDO CÓMO SE HACEN LLAMAR SABIOS O POR QUÉ LA GENTE LOS CONSIDERA DIOSES! ¡SI NO SON MÁS QUE UNOS IDIOTAS! —Lo miró fijamente a los ojos, mientras él podía observar aquellos ojos rojos llenos de ira.

—Nosotros no hicimos esa roca.

—¡¿QUÉ?! ENTONCES, ¿QUIÉN?

—Fue el hijo de Hagoromo... Indra Otsutsuki, el primer Uchiha... Él la creó cuando escuchó la historia de nuestra madre, Kaguya Otsutsuki. Ella vivió en un periodo donde se desató una guerra masiva de la humanidad, por culpa de unos dioses falsos de tierras lejanas. Como medida desesperada, y para detener a otros seres de su misma especie, comió el fruto del dios árbol y usó el Tsukuyomi infinito para detener la guerra y encerrar a la humanidad en el mundo de sueños.

Hinata pareció confundida, a lo que el sabio continuó.

—Indra, al escuchar la historia, pensó que el Tsukuyomi era la solución real a las guerras. Hagoromo lo quiso corregir, pero nunca pudo debido a su terquedad. Por ello, Indra estudió e intuyó lo necesario para hacer dicho jutsu. Pero sabía que mientras existiéramos, no podría. Por ello, lo escribió en una piedra que dejó como herencia a sus descendientes. Nosotros solo lo supimos cuando llegó nuestro fin y vivimos en el mundo espiritual. Ya el daño estaba hecho.

—Imbéciles... —Finalmente soltó al anciano antes de agacharse en el suelo en posición fetal—. Naruto... En verdad lo siento... No soy útil... Estoy siendo una carga para ti... En verdad... Lo siento... Por favor, no dudes en acabar conmigo si es necesario. ¡Debes detener a Naomi!

—Por desgracia para nosotros... Naomi también despertó un chakra sennin como tú. Ella pudo ver a mi hermano. Él le advirtió, pero ella decidió no escucharlo más. Está convencida de la visión de su abuelo y de Indra. Para ella, un mundo de sueños sigue siendo mejor método de paz que lo que nosotros propusimos. Lo siento, nosotros somos quienes les fallamos a ustedes... —declaró Hamura, a lo que Hinata se volteó a verlo con desagrado.

—¡CLARO QUE LO HICIERON! —Luego, ella volvió a esconder su cabeza entre sus rodillas—. Pero... Yo soy peor que eso... Soy un fracaso en todo lo que hago... En la otra vida, no fui capaz de evitar que me secuestraran... No fui capaz de escapar, no fui capaz de liberarme de la esclavitud o volver a ver a Naruto... En esta nueva, no fui capaz de salvar a mis amigos, no fui capaz de evitar que me manipularan, no fui capaz de evitar que los pecados nos derrotaran o de controlar mi bestia interior. Tampoco de evitar la muerte de Obito, de ser una buena novia para Naruto o de notar el plan de Naomi. No fui capaz de vencer a la demonio del rayo... Y ahora, no soy capaz de despertar. ¡Y soy una carga para los demás! ¡No sirvo para absolutamente nada! ¡En todo fracaso!

—Estás siendo muy dura contigo misma.

—¡CÁLLATE! ¡TÚ NUNCA FUISTE EXIGENTE CONTIGO MISMO NI PENSASTE DEMASIADO TUS ACCIONES AL IGUAL QUE TU HERMANO, UN PAR DE ENGREÍDOS CON COMPLEJO DE SABIDURÍA Y DEIDAD! ¡NO SABEN LO QUE ES LA IMPOTENCIA HASTA AHORA QUE ESTÁN MUERTOS Y EL MUNDO SE VA A ACABAR!

Hamura solo suspiró, agachando la mirada...

_____________________________________________

Mientras... en algún lugar lejano...

Se podía ver una costa en el País del Rayo...

Allí había dos figuras tiradas en el suelo...

—¿Q-qué ocurrió? —preguntó Azami, tratando de levantarse adolorida. Aún escupía sangre... No tenía su brazo y tenía múltiples heridas...

—Ugh... Lo último que recuerdo fue... —contestó Romura, sentándose en la arena, también cubierta de heridas por toda la piel, algunas cortadas...

En eso, ambas escucharon una voz...

—Despertaron...

Al voltear a ver, encontraron una imagen grotesca...

—¡Hank!

El Jinete del Viento estaba tirado cerca de ellas, pero totalmente destrozado. Sus brazos y piernas eran inexistentes, sangrando a mares, tenía una gran herida en el pecho, su cuerpo entero bañado en su propia sangre, su cabeza estaba partida por un costado, perdiendo un ojo y la mitad de la parte superior de la cabeza... Por otro lado, el abanico estaba tirado a un lado, prendido en un fuego de color morado claro y lleno de grietas, soltando un líquido como sangre.

—¡Hermano! —exclamó Azami, ignorando su dolor y arrastrándose hasta donde estaba él.

—M-malición —exclamó Romura, haciendo lo mismo y empezando a tirar agua sobre el fuego...

Pero, para su sorpresa, este no se apagaba... Era fuego de energía sagrada, se había iniciado tan pronto el poder de la sacerdotisa tocó el objeto maldito.

—¡Apágate! ¡Apágate! —exclamó Romura, pero no lo hacía... Y el abanico se agrietó aún más.

—Idiotas... —murmuró Hank mientras soltaba sangre por la boca.

—¡L-lo siento mucho! Todo esto es mi culpa por no entrenar más... ¡Debí hacerte caso! —exclamó Azami, quien no pudo evitar soltar lágrimas.

—¡Hank! ¡Eres un idiota! ¿Cómo pudiste hacer algo tan imprudente? ¡Usaste tu cuerpo para absorber la explosión mientras usabas toda tu energía para protegernos! ¡Ahora estás...! —pensó Romura al borde de las lágrimas.

El Jinete del Viento observó a las dos en silencio con su único ojo. Era una imagen borrosa, pero podía verlas.

—¿Están bien? —preguntó él.

—¡Eso no importa! ¡Por favor, resiste! —exclamó Romura, mientras colocaba su mano sobre el abanico intentando repararlo. Pero, tan pronto lo hizo, su mano recibió una quemadura de segundo grado. —¡No! ¡No! ¡No!

Se podía ver cómo más grietas aparecían en el abanico.

—¡No te mueras! ¡No quiero perderte a ti también! ¡No, por favor! —exclamó Azami mientras lo abrazaba. Romura solo observó con impotencia antes de hacer lo mismo.

—¡Eres el mejor de nosotros! ¡No es justo! ¡No es justo! ¡Tú valías más que nosotras dos! ¡No debiste hacer eso!

El peliblanco solo las observó en silencio un momento al sentir la calidez de sus abrazos. Al mismo tiempo, sentía como si una tercera persona lo abrazara... Podía ver la silueta de un chico rubio en medio de ellas...

—Malditos sentimentales... Lo siento... Al final, no sirvió entrenar tanto... Fallé... Pero me alegra que estén vivas —declaró él, por primera vez sonriendo.

Ambas pudieron ver cómo el cuerpo del demonio empezaba a convertirse en polvo lentamente.

—Romura... Gracias por ser la única que me entendía... Desde el primer día que nos conocimos, fuiste mi mejor amiga. Gracias por todos los gestos que tuviste conmigo... Lamento nunca corresponder tus sentimientos... Espero que sigas tu sueño por encima de los de Kaydō... —declaró el peliblanco.

—¿T-tú lo sabías? —preguntó ella, mordiéndose el labio mientras intentaba evitar el torrente de lágrimas.

—Siempre lo supe... Pero no fui digno de eso... Cuida la salud de los demás...

El demonio, con dificultad, volteó a ver a Azami, quien se aferraba a él.

—Azami... Lamento pedirte esto, pero... Queda en tus manos... Protege a los demás, sigue tus propias metas, sé más honesta contigo misma... Eso es lo que Orba desearía... Él te amaba mucho... Lamento no haber sido más útil... —finalmente, una lágrima se escapó del ojo del peliblanco mientras la mitad de su cuerpo se desintegraba.

Él sonrió mientras una imagen se dibujaba en el cielo...

Podía ver a dos mujeres... Una era adulta y la otra una niña... Ambas tenían el cabello de color negro y en puntas, llegando hasta la nuca, y tenía ojos de color rojo y una piel ligeramente bronceada, junto a el cuando era mas joven.

...

Desde que nací en el País del Viento, cuando era un país hermoso y lleno de vida... Fui esclavizado y tratado como un arma... Día a día era masacrado, los niños al igual que los adultos disfrutaban de hacerme daño... Pero siempre me mostré firme...

Aguanté sus abusos y maltratos... Pero... Ahí apareciste tú... Kaila... Me protegiste de los abusos usando tu propio cuerpo, aún siendo más pequeña que yo... Con un cuerpo menos resistente y sabiendo que yo podía regenerarme...

Me enseñaste que no debía ser el esclavo de nadie... Que debía tener metas propias fuera de las expectativas de los demás... Luchar por lo que yo quisiera...

Al final... Huimos juntos de aquel pueblo... Nos casamos años después... Y tuvimos una bella hija... Pasó hace 3000 años... Pero... Nunca lo olvidaré...

Fueron las épocas más felices... Pero al final, una guerra humana destruyó el lugar donde vivíamos... Ambas murieron ante mis ojos... Mi ira explotó ese día... Destruí gran parte del País del Viento, provocando que se volviera un desierto carente de vida e inhabitable por más de 600 años...

Allí... Los conocí a ustedes... Los demás como yo y a Kaydō... Proponiendo unirme a ustedes... Pero los rechacé...

Vagué solo sin un rumbo por aquel lugar desértico durante años... Arrepentido de mis acciones y de ser débil para proteger a quienes amaba...

Llegué a conocer más humanos en un país aledaño... Hice algunos amigos que me intentaron ayudar... Pero nuevas guerras vinieron durante esos años... Murieron...

El ciclo de la guerra los mató... Y me di cuenta de que vivir eternamente mientras todos a tu alrededor mueren... es doloroso...

Observé a los hijos de mis amigos y a sus nietos... Pero todos murieron tarde o temprano...

Finalmente, decidí unirme a ustedes... Cuatro idiotas con personalidades únicas y diferentes, historias propias que me entendían de cierta forma... Con los años, se hicieron mi familia...

Juré protegerlos... Ser fuerte... No dejaría que les ocurriera nada... Daría mi vida en ello si era necesario... Como me lo enseñó Kaila... Mis pequeños hermanos...

Hubiera querido que todo eso no hubiera pasado bajo las órdenes de Kaydō... Lamento también haberme degradado con los años ante sus deseos... Y dejar que ustedes lo hicieran... Sin darme cuenta, dejé que eso nos esclavizara...

Aquí estoy ahora... Un fracasado... Pero... Al menos pude hacer algo bien...

...

El demonio observó a sus dos compañeras mientras el abanico finalmente se rompió por completo cuando el fuego lo recubrió completamente, siendo reducido a cenizas.

—Se los encargo...— Finalizo el mientras su sonrisa se convertia en polvo.

—¡No! Por favor!—Azami gritó de desesperación mientras todo el cuerpo del demonio se convertía en polvo y era llevado por el viento, mientras ella trataba de aferrarse a esas cenizas.

—¡Hank!

Fin del Capítulo 87