84 [Dios]
En el país del viento...
Se podía ver un enorme desierto, donde el sol ardía sobre la arena, la cual se movía con el viento formando pequeños remolinos...
En medio de aquel desierto, se podía ver una gran montaña de roca. En esta se veía una cueva; dentro había lo que parecía un gran pasillo.
Al final, había un gran portón; detrás de este se podía ver lo que parecía un gran salón. Había algunos muebles y algunas decoraciones; estas parecían antigüedades, como algunas armas ya oxidadas, tapetes, y algunas cajas.
Todo estaba bajo la oscuridad, sin ningún tipo de iluminación.
En medio de aquel lugar, había una figura que permanecía sentada en pose de loto sobre un tapete. La figura estaba en silencio, su cabello blanco y largo hasta la cintura era lo único que se movía, pues se meneaba en el aire...
Este era el jinete del aire, Hank, quien permanecía en silencio mientras su abanico estaba a un lado de sus pies. Esto mientras el demonio mantenía los ojos cerrados, estaba en sus pensamientos...
—¡Hank... Hank!...— Se escuchó la voz tranquila de una mujer llamándolo, mientras tenía una breve visión de una mujer. Su cabello era de color negro y en puntas, llegando hasta la nuca, y tenía ojos de color rojo y una piel ligeramente bronceada... Estaba en medio de un paisaje hermoso, lleno de vegetacion y animales.
El demonio permaneció en silencio, inmutable, mientras aquella voz sonaba en sus pensamientos.
—¡Es una niña! ¡Lo felicito, señor!— Sonó la voz de un hombre mayor.
Hank movió levemente la ceja mientras el resto de su cuerpo se mantenía quieto.
—¡No eres un esclavo! ¡No puedes dejar que te traten así!— Exclamó una niña. Esta era similar a la mujer de antes, pero se veía más joven... Unos 8 años al menos.
El jinete gruñó levemente...
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—P-papi...— Se escuchó la voz débil de una chica.
Podía ver una imagen donde una chica de unos 13 años, de cabello largo, con ojos verdes, cabello negro con uno que otro mechón blanco, y piel ligeramente morena. Estaba llena de heridas, en medio de un pueblo en llamas, llamas que se extendían a lo largo de la vegetación de los alrededores.
Al lado de la chica herida, se podía ver a la mujer de antes, un poco más vieja, con una gran herida en el pecho y sangrando por la boca, con la mirada perdida y apagada.
En medio estaba el demonio de rodillas, quien mantenía la mirada gacha mientras observaba a las dos, sosteniendo la cabeza de la chica en su regazo. Los ojos del demonio estaban llenos de ira y lágrimas mientras cada fibra de su ser se tensionaba.
—¡AAAGHHH!— Finalmente soltó un grito al cielo mientras agarraba su abanico...
Una gran cantidad de energía verde fue desatada en todas direcciones, empezando a cubrir el pueblo, y alejándose más y más. Poco a poco, montañas, ríos, y una gran porción de tierra se cubrieron con aquella luz...
La energía se extendió de manera caótica cubriendo todo el país del viento de aquel entonces. Los seres vivos, plantas y agua empezaron a deshacerse; el demonio solo pudo ver cómo las dos mujeres desaparecían hasta ser reducidas a meras cenizas.
Al final... Todo a los alrededores no era más que un desierto lleno de tierra infértil y restos de materia degradada, mientras el demonio estaba de rodillas mirando sus manos donde sostenía algo de tierra...
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Finalmente Hank abrió sus ojos en medio de aquel salón a oscuras, sus ojos verdes brillaron en la oscuridad...
—¿Hm?... ¿Qué es esta sensación?—
Él se colocó en pie y empezó a caminar, abriendo el portón de un empujón.
Tras caminar un poco, llegó hasta la entrada de la cueva que daba con el desierto, donde empezó a mirar al cielo, entrecerró los ojos mostrando una mirada seria.
—Tengo un mal presentimiento...—
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En otro lugar...
Se podía ver una enorme taberna, una cueva totalmente oscura, llena de pasillos, rocas afiladas y humedad.
—Ha sido muy difícil llegar aquí... Sí que querías hacer una tumba imposible de acceder, ¿no?— Habló Kabuto, quien sostenía una antorcha en su mano.
Él era seguido por el tercer Raikage, quien caminaba en silencio detrás de él.
—El Shinigami fue el mejor guerrero de su época... Probablemente por encima de cualquier Kage, y eso siendo alguien extremadamente joven... 14 años— Habló el Raikage. —No quise destruir su cuerpo, pero tampoco quería que los científicos de la hermandad lo profanaran, incluso después de mi muerte... Yo le tenía respeto, por eso solo yo sé dónde está enterrado—
—Ya veo... El sitio está muy bien protegido, incluso colocaste una roca sellada afuera de la cueva y múltiples trampas en el trayecto... Querías proteger esto a toda costa, incluso te tomaste el tiempo de hacer que te borraran el recuerdo, y dejaste pistas que solo tú entenderías para llegar aquí en caso de necesitarlo... Eres más listo de lo que pareces— Contestó Kabuto.
En el último tiempo, desde el día que los mandó Orochimaru, se habían dedicado a buscar pistas ocultadas por el propio Raikage para encontrar la tumba...
—Era demasiado poder, no podía dejar que cayera en manos equivocadas... Como Orochimaru... Quién diría que incluso me traerían de la muerte y me obligarían a buscarlo yo mismo para entregárselo...—
—Sí que eres desdichado— Burló el ninja médico.
Finalmente, ambos llegaron hasta una gran puerta de roca.
—Hazme los honores— Ordenó Kabuto.
El Raikage gruñó mientras se cubría con un aura de rayo y salía disparado contra la puerta...
Un fuerte estruendo hizo temblar toda la cueva, finalmente ambos pudieron ver una gran recámara, donde se encendieron varias antorchas... En el centro de la habitación, había una gran roca con forma rectangular de color negro, y con varios sellos encima.
—Esa es... La tumba del asesino más poderoso de la historia— Habló el Raikage observando la roca. —Para abrirla... Debo desbloquear los sellos, esta es prácticamente imposible de abrir sin ellos—
—Bien... Tómate tu tiempo— Contestó Kabuto.
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En la isla tortuga...
Se podía ver cómo Romura ahora estaba rodeada por los tres Bijuu y la nueva formación de Akatsuki.
—Vaya que son molestos...— Habló Romura observando aquello.
—Así que Madara decidió intervenir en medio de la pelea...— Pensó Naruto, observando la nueva formación de Akatsuki, que incluía a sus padres. —Maldita sea... debo terminar con esto rápido... el chakra de Hinata... ha cambiado por completo, era más poderoso... Pero luego se debilitó... Debo ir por ella...—
—¡Ey, Hijo! ¿Qué te parece si hacemos equipo un momento?— Preguntó Minato con una sonrisa.
—¡Tú no eres mi verdadero padre! ¡Solo eres su cadáver controlado!— Exclamó el rubio, observándolo.
—¡Naruto! Solo será un momento. Derrotemos al demonio juntos y ya después discutimos los dilemas de bando— exclamó Kushina.
—¡Tus padres tienen razón! ¡No es momento para esto, Naruto!— exclamó Hiruzen.
Romura solo entrecerró los ojos mientras empezaba a ejecutar un jutsu con su mano.
—Como sea... Debo matarlos a todos... ¡ESTILO DE AGUA! ¡LEVIATÁN MARINO!—
Ante la vista de todos los Akatsuki, un enorme leviatán se formó, empezando a embestir.
—Dejen sus problemas familiares para después jejeje... Este es el momento de la diversión— declaró Kisame, quien se colocó en frente mientras pasaba su espada por el agua. Al instante la espada adquirió un gran tamaño mientras él sonreía.
—¡Ese tipo es...!— Pensó Romura al verlo.
—Estilo de agua, ¡bala tiburón de agua gigante!—
Ante la vista de todos, el tiburón de Akatsuki disparó un enorme tiburón hecho de agua, el cual se encontró con el leviatán.
El leviatán era enormemente más grande, sin embargo... El tiburón abrió su boca y empezó a chocar contra la técnica del jinete del agua...
Para sorpresa de Romura, el tiburón se hacía más y más grande mientras iba en dirección a ella.
—¿Qué te parece eso, querida? ¡Mi jutsu es capaz de absorber el chakra! ¡Entre más poderoso sea mi adversario, más poderoso seré yo! Y me parece, que tú posees mucho chakra—
Romura observó cómo el tiburón se acercaba, por lo que finalmente gruñó.
—¿En serio crees que puedes derrotarme con un truco tan barato y con mi propio elemento?— exclamó la mujer. —Este es el criminal rango S Kisame... Portador de la espada Samehada... Va a ser más fastidioso que un mosquito, esto mientras tenga esa espada—
Ante la mirada atónita de todos, el tiburón llegó hasta un tamaño colosal, era tal que ya no era estable, para finalmente estallar, dejando que el campo de batalla se cubriera en una leve lluvia.
—¡Todos! ¡A ella!— exclamó Kushina mientras varias cadenas de chakra salían de su espalda.
—Arte de marionetas...— Habló Sasori mientras sacaba un pergamino, del cual salió el tercer Kazekage.
—No tienen que contenerse, ya pudo enfrentar a tres Bijuu e Itachi...— Habló Kakuzu mientras se quitaba la capa de Akatsuki, y su cuerpo se abría mostrando decenas de hilos en su interior y cuatro máscaras...
—Tienen toda la maldita razón...— Kisame se sumergió en el agua mientras su espada se fusionaba con él, empezando a transformarse, teniendo la apariencia de un hombre híbrido tiburón. —¡Yo tomaré la delantera!—
—¡Esto será arte!— Exclamó Deidara desde las alturas, ahora montado en la espalda de un dragón hecho de arcilla.
—Ya que... No hay de otra que aprovechar la oportunidad...— Comentó Naruto mientras el manto de Kurama volvía a recuperar su forma. —Si estos tipos no nos van a atacar ahora, debo tomar su ayuda aunque no me guste... El chakra de Hinata... Desapareció... Debo ir por Madara—
—Así se habla. ¡Será bueno luchar juntos!— Exclamó Minato mientras tomaba su kunai.
—Bien... Creo que tengo un plan— comentó Itachi colocándose en pie junto a Naruto. —Esta es una gran oportunidad...—
—Esta es una situación muy odiosa, pero con ellos la batalla puede ser menos tediosa— exclamó Bee.
—¡No dejen que beba la sangre de nadie!— exclamó Roshi desde su forma Bijuu.
Finalmente se pudo ver cómo Kisame se lanzó a atacar directamente, al mismo tiempo que Deidara empezó a disparar explosivos y Sasori creó tres enormes esferas metálicas de arena metálica.
—¡Itachi! Yo iré al frente. ¡Tú cuídame la espalda!— exclamó Naruto antes de deshacer el manto del Kyubi y dejar al Uchiha.
El jinchuriki del Kyubi desapareció en un destello amarillo de velocidad, uniéndose al ataque.
Romura rápidamente empezó a ejecutar varios jutsus al mismo tiempo.
—Estilo de agua, ¡taladros oceánicos!—
—Estilo de hielo, ¡lanzas de diamante heladas!—
—Estilo de vapor, ¡dragón de vapor!—
—Estilo de lava, ¡leviatán de lava!—
—Estilo de fuego, ¡llamarada ígnea!—
Un poderoso taladro de agua fue disparado a los cielos, chocando contra los explosivos de Deidara, provocando una gran explosión.
Varias lanzas de hielo salieron disparadas mientras Kushina empezó a menear sus cadenas a lo lejos, empezaron a golpear cada cristal, desviándolos.
Naruto se recubrió de chakra creando un gran brazo y un rasengan, colocándolo al frente, empezando a destrozar el dragón de vapor ardiente.
—¡Jutsu de los cinco dragones elementales!— Pensó Kakuzu mientras que sus máscaras y él disparaban cinco dragones, cada uno de los cinco elementos, disparando directo al leviatán de lava. Sin embargo, este parecía resistirse y avanzar a través de las técnicas de Kakuzu.
—Estrella giratoria de satetsu...— Pensó Sasori mientras la esfera con púas que había creado con la arena de hierro empezaba a girar rápidamente y salía disparada a una velocidad supersónica, golpeando la cabeza del leviatán de lava, el cual se empezó a deshacer al mismo tiempo que la satetsu se derretía.
—Hiraishin...— Pensó Minato mientras se colocaba de frente a la llamarada de fuego, creando una barrera que empezó a absorber el fuego. A unos metros de él, se abrió otra de donde empezó a salir la llamarada en dirección a Romura.
Naruto y Kisame se acercaron a la jinete preparándose para golpearla... Naruto con su rasengan gigante y Kisame con una de sus aletas afiladas.
—Inútiles...— Pensó ella haciendo aparecer una barrera de agua que engulló la bola de fuego.
Dos barreras de hielo se levantaron a sus lados, mientras ella se cubría con lo que parecía una armadura de este material...
Una gran explosión se escuchó; el hielo golpeado por Naruto se había hecho pedazos, y él se dispuso a atacar a la jinete con otro rasengan, sin embargo...
La mujer rápidamente atrapó la muñeca del rubio y con una fuerza sobrehumana lo usó como un bate para golpear a Kisame, quien venía de otro lado tras haber cortado la barrera de hielo.
Finalmente, la mujer extendió su mano, de esta salió una enorme estaca de hielo que pretendía atravesar a los dos.
Sin embargo, una cadena rápidamente voló atrapando a Naruto por el abdomen y tirando de él para evitar que la estaca lo atravesara.
Por su lado, Kisame fue atravesado de lado a lado mientras sonreía.
—¡Dame más... de tu chakra!— Exclamó él antes de golpear la estaca y romperla. Tenía un agujero en el abdomen de lado a lado, pero este empezó a cerrarse.
El tiburón se lanzó al ataque nuevamente, quedando frente a la demonio, finalmente ambos cruzaron golpes...
Romura tenía sus brazos cubiertos con una armadura de hielo mientras que Kisame estaba usando sus garras. El tiburón atacó lanzando fuertes zarpazos, mientras ella se cubría.
—Eres repugnante...— Contestó ella antes de lanzarle un puñetazo...
El puño de la demonio se encontró con el de Kisame, atravesándolo... Literalmente el brazo de Kisame se torció por completo antes de recibir otro puñetazo en el estómago, que lo atravesó de lado a lado.
—No puedes matarme... No mientras siga absorbiendo tu energía— dijo el tiburón antes de usar su brazo bueno para lanzar un golpe a la cara de la demonio, pero este fue bloqueado por una placa de hielo.
—¿Eh!?— La demonio se percató de cómo a sus espaldas, ya estaban varias personas... —¿Cómo llegaron tan rápido?—
La mirada de ella se posó en un kunai de tres puntas con un sello en el mango.
Ahora, a metros de ella, estaban Sasori, Kakuzu, Itachi, Hiruzen y Deidara, mientras que Minato estaba detrás de ellos...
—Satetsu... Perdigones de acero...— Pensó Sasori.
—Estilo de rayo, falsa oscuridad— exclamó Kakuzu.
—Estilo de rayo, rayo endemoniado— exclamó Hiruzen.
—Yasaka no magatama— pensó Itachi mientras el brazo de Susanoo se formaba a su espalda, empezando a formar tres tomoe de energía.
—¡Pájaros explosivos!— pensó Deidara arrojando tres proyectiles con forma de grullas.
—¡No te vas a escapar tan fácilmente!— exclamó Kisame mientras su brazo se reacomodaba y luego agarraba el brazo de Romura.
—¡Me está robando el chakra, infeliz!!— Pensó ella. La demonio apretó su puño.
Una gran barrera de hielo se formó entre ella y ellos, siendo golpeada por decenas de proyectiles de acero que se clavaron profundamente en el hielo, hasta que se rompió quedando expuesta. Luego, ella usó a Kisame como escudo humano colocándolo en medio de los ataques de rayo.
Sin embargo, el ataque atravesó a los dos, momento en el que inevitablemente la demonio se sintió paralizada, esto debido a la gran carga eléctrica.
Finalmente, el ataque de Itachi logró golpear de lleno, arrancándole un brazo y haciendo que ella retrocediera soltando a Kisame, quien se encontraba herido pero empezaba a regenerarse.
En ese momento, los explosivos de Deidara impactaron de lleno, haciendo que ella retrocediera con el cuerpo despedazado, mostrando sangre y tejidos destrozados... El jutsu de Kakuzu y Hiruzen había deshecho su habilidad de licuarse.
—¡Toma esto! ¡Maldita estúpida!— Exclamó Bee, quien estaba en su segunda forma. —¡Lariat!—
La mujer sintió cómo su cabeza fue desprendida de un golpe de su cuerpo, a lo que ella empezó a regenerarse tan rápido como pudo.
—¡Tengo un obsequio para ti, maldita!— Exclamó Naruto mientras hacía sellos manuales. —¡Kushiyose no jutsu!—
Al instante, la reina de las arañas apareció en escena, empezando a disparar un gran chorro de telaraña sobre la demonio, dejándola cubierta por completo, evitando que las partes de su cuerpo se unieran y dejándola pegada.
—¡Malditos!— Pensó ella mientras intentaba reponerse.
—¡Te tengo!— Exclamó Naruto con un rasengan en mano, el cual chocó contra su abdomen, el cual estalló, mientras una empuñadura de látigo voló a escasos centímetros de ella.
Naruto fue rápido y agarró el arma tan rápido como pudo.
—¡Este es tu fin!— Exclamó Naruto preparándose para romperla. —Es más pesada de lo que aparenta...—
—¡NO TAN RÁPIDO!— Exclamó ella.
Una potente llamarada la recubrió, empezando a destrozar las telarañas.
—¡Estilo de lava! ¡Gran erupción!—
Un gran estallido fue liberado, mientras restos de roca volcánica volaban en todas direcciones, obligando a todos a esquivar y provocando una gran explosión de vapor que cubrió el área.
—¿Su chakra se ha recuperado? ¡Casi le habían drenado todo!— Pensó Kushina notando cómo la demonio había logrado escapar de las telarañas, por lo que ella disparó sus cadenas.
Naruto solo pudo ver impactado cómo la demonio salió de la nube de vapor, completamente cubierta del modo chakra de lava.
Naruto rápidamente se cubrió al ver cómo ella lo atacaba con un puñetazo, empezando a esquivar y bloquear... Sin embargo, estaba recibiendo poderosas quemaduras cada que los ataques le rozaban o lo tocaban.
—¡Brazos de chakra!— Pensó Naruto mientras creaba varios brazos de su espalda y los lanzaba a ella... Pero en cambio, varios brazos salieron del océano atrapando los suyos, seguidos de cadenas que se enrollaron alrededor del rubio.
—¡Estilo de hielo, estaca de hielo!—
Una gran estaca de hielo salió del pecho de la mujer directo a Naruto, quien apenas pudo esquivarla cuando la cadena de Kushina destruyó las cadenas de Romura.
Finalmente, Romura, con un movimiento rápido, tomó el látigo y luego le propinó una patada al estómago, provocando que el Jinchuriki saliera volando varios metros con una herida en el pecho.
—Es fuerte...— Pensó Naruto al ver la quemadura que tenía en el pecho, para luego lanzarse a atacar.
Los golpes entre él y la demonio resonaban, pero... Ella parecía tener una ventaja amplia, logrando bloquear sus ataques y con cada uno de los suyos provocarle heridas de quemadura a Naruto.
—¡Ōdama Rasengan!— Naruto creó su jutsu y se preparó para lanzarlo directo a la demonio, pero ésta simplemente apuntó su mano al pecho.
—¡Hidropulso!— Un potente chorro de agua salió disparado haciendo retroceder al Jinchuriki adolorido.
—Mierda... De no ser por el chakra de Kurama, ese chorro me habría atravesado el estómago...
—¡Drenaré tu chakra!— Exclamó Kisame lanzándose a atacar, pero Romura solo le dio una mirada fría mientras cerraba el puño.
—Silencio, estorbo—
Ante la mirada sorprendida de todos, Kisame explotó en pedazos, convirtiéndose en una lluvia de sangre... Tal había sido la explosión, que cada órgano y parte de su cuerpo no era más que puré mezclado con sangre... Ella había logrado imbuir su chakra en la sangre del tiburón cuando le atravesó el abdomen, lo único que había quedado era Samehada que se empezó a hundir en el agua.
—Regénérate de eso— Habló molesta antes de ver a sus enemigos. —Eso... estuvo muy cerca... De no ser por los poderes de orbe... habría muerto, este maldito pez me había robado demasiado chakra...
—¡Retrocedan!— Exclamó Naruto mientras desaparecía en un destello.
—¡Látigo de agua!— La mujer meneó su arma con gran fuerza, y de un tirón partió por la mitad a Deidara y Kakuzu. Por su lado, Sasori se cubrió con una esfera de arena metálica, Itachi con el Susanoo colocando el escudo de Yata, y Minato desapareció en un destello junto a Hiruzen.
—Esto no es bueno...— Comentó el tercer Hokage al ver cómo la mujer agarraba algo de sangre de Deidara con uno de sus tentáculos y se la llevaba a la boca.
Ante todos, ella bebió dicha sangre...
—Bakuton...— Pensó ella observándose a sí misma. —El kekkei genkai raro de Iwa, elemento explosión.
Itachi se colocó junto a Naruto quien se reponía de sus heridas.
—¡Naruto! ¿Estás bien?— Cuestionó el Uchiha.
—Lo estaré... Pero, ya la tenemos... Tu plan va funcionando...— Contestó el rubio observando a la demonio quien se levantaba mostrando furia.
—¡Voy a acabar con todos ustedes!... ¡Sufrirán la furia del océano!— Exclamó Romura mientras empezaba a elevarse sobre una gran ola.
—Esto no me gusta...— Comentó Minato observando cómo decenas de brazos aparecían empezando a hacer sellos de manos.
—Leviatán definitivo, ira del océano... Técnica final...— Declaró Romura.
—Estilo de agua, jutsu leviatán de agua...
—Estilo de vapor, jutsu leviatán de vapor...
—Estilo de hielo, jutsu leviatán de hielo...
—Estilo de lava, jutsu leviatán de lava...
—Estilo de viento, jutsu leviatán de viento...
—Estilo de fuego, jutsu leviatán de fuego...
—Estilo de roca, jutsu leviatán de piedra...
—Jutsu explosivo...
En ese momento, todos vieron un panorama que le helaría la sangre a cualquiera. Una enorme bestia elemental se había levantado de los mares, era una criatura de proporciones bíblicas, cualquier Biju quedaría como un bebé en comparación a aquella criatura multielemental...
—¡La tengo que contener!— Kushina rápidamente saltó mientras sus cadenas volaban en todas direcciones intentando cubrir la técnica, pero sus cadenas apenas pudieron rodear algunas partes de su cuerpo.
—Es demasiado grande... Nuestra única oportunidad es desviarlo con el hiraishin, pero... No tengo un lugar seguro para enviar eso...— Pensó Minato observando la técnica.
—¡Rápido! ¡Todo el mundo, preparen sus mejores ataques!— Exclamó Itachi.
—¡Kage Bunshin no Jutsu!— Exclamó Hiruzen mientras empezaba a hacer varios jutsus en consecutivo.
—Super flecha de satetsu...— Continuó Sasori.
—¡Rasenshuriken, Bijudama!— Pensó Naruto mientras creaba las dos técnicas en consecutivo.
—¡Bijudama!— Pensó Bee preparando su ataque.
—¡Yo también!— Pensó Roshi haciendo lo mismo.
—Están usando mucho chakra, no permitiré que me derroten. Si chocan nuestras técnicas, la explosión podría incluso afectar la pelea de Azami... ¡Esquivaré ese ataque y enviaré el leviatán definitivo bajo el agua para que luego los ataque desde abajo!— Pensó Romura mientras la criatura se empezaba a mover aunque ligeramente retrasada por las cadenas de Kushina.
—¡Todo el mundo! ¡Disparen... a Naruto, ahora!— Exclamó Itachi, a lo que todos se vieron confundidos.
—¡Háganlo!— Exclamó el rubio quien había creado un clon alejado del resto, el cual hacía señas para que dispararan.
Aunque dudaron por un segundo, al final todos hicieron lo dicho disparando un colosal ataque directo al Jinchuriki del Kyubi quien empezó a ejecutar sellos manuales y colocaba un kunai en frente, este con su sello el Hiraishin.
—¿Qué pretenden?— Exclamó la demonio impactada.
—¡Amaterasu!— Pensó Itachi observando el rasenshuriken de Naruto, el cual se cubrió de llamas negras.
—¡Hiraishin!— Pensó Naruto mientras una barrera se dibujaba en el aire frente a él, empezando a absorber todos los ataques combinados...
—¿Qué?— Romura hizo una mirada sorprendida.
—¡Oye, Romura! ¡Esto va personal!— Exclamó Naruto con una sonrisa mientras todos los ataques eran absorbidos.
En eso, pudo ver cómo Minato apareció junto a Kushina y se teletransportó con ella.
—¿Esto es...?— Romura pudo ver cómo una barrera se dibujaba a centímetros de ella, seguido de una luz... —¡Malditos!—
Finalmente, una enorme explosión cubrió el campo de batalla, la explosión resultante destrozó todo a su paso. El leviatán empezó a desmoronarse, hasta desaparecer... El mar se sacudió por completo, grandes olas se formaron con la onda de choque...
El cielo antes nublado, se había despejado por completo debido al poder liberado.
Finalmente... Después de algunos momentos, todos los ninjas se encontraban en pie sobre el mar que se seguía meneando con violencia... Mientras que frente a ellos, pudieron ver una figura...
—¡UGH!— Romura escupió una gran cantidad de líquido rojo por su boca. Estaba completamente destrozada, perdiendo su brazo derecho y gran parte de su torso. Ella estaba sosteniendo su látigo en la mano... Pero este estaba lleno de grietas y derramando el mismo líquido. —Maldita sea...—
Ella empezó a toser mientras se esforzaba en seguir consciente. Se veía demacrada y no paraba de escupir aquel líquido.
—Está derrotada, ¡hay que acabar con ella!— Exclamó Naruto.
—Estilo de agua... Ugh!...— Ella terminó sufriendo un fuerte dolor por todo su cuerpo. —Este daño es muy grave... Si ese ataque hubiera tenido un poco más de poder, estaría muerta... Solo amortigüé un poco con mi armadura de hielo y una barrera... Pero AGH!...—
En eso, pudo ver cómo una figura apareció en un destello junto a ella.
—Has perdido, no más juegos...— Declaró Naruto mientras creaba un rasengan. —La energía negativa se está alterando... Es inestable... Se debilita...
—Tú... colocaste uno de esos odiosos sellos en mi arma... M-maldito...— Dijo ella observándolo con impotencia.
—¡Este es tu fin!—
Él preparó su rasengan para dar el golpe de gracia. En este punto la demonio era totalmente inofensiva... Sin embargo, algo los interrumpió, una gran explosión, esta provenía de los restos de la isla tortuga. Lo siguiente que todos pudieron ver fue un gran árbol saliendo de allí... Hasta quedar a la vista de todos en una nube de polvo.
—¡Pero si esa es!...— Exclamó Naruto.
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Minutos antes... en los restos de la isla.
Se podía ver cómo Madara estaba de frente al Jinete del Rayo, ambas mirándose con seriedad, los ojos rojos de Madara se veían a través de su máscara.
-No me engañas, sé que no eres el verdadero Madara Uchiha, solo eres una copia barata - declaró Azami observando a la mujer -. Leí la mente de aquella Hyuga... ahora lo sé todo, incluyendo tu secretito.
-Vaya, vaya... qué interesante, me da curiosidad saber lo que pudiste ver, pero supongo que te refieres a literalmente todo. Tu técnica es muy útil - contestó Madara antes de declarar -. Como sea... mi identidad no es importante para nada... aún. Pero tengo curiosidad, demonio, ¿qué piensas hacer ahora que lo sabes?
-Voy a destruirte yo misma aquí y ahora... luego, iré por los aliados de esa mocosa. Descubrí a mis verdaderos enemigos, así que ahora los destruiré, y si no lo hago yo, lo hará otro Jinete.
-Vaya, eres muy optimista pensando que vas a salir viva de aquí - se burló la Uchiha.
Finalmente, Azami desapareció en un destello. En una fracción de segundo, ya estaba frente a Madara...
"¡Crack!"
-Típico de Uchihas...-
A la vista de la Jinete, había golpeado un Susanoo, este era semiperfecto, el cual se agrietó por el impacto.
-Tienes una gran fuerza y velocidad, además de una coraza resistente que refuerza tus ataques - analizó Madara.
Azami pudo ver cómo un clon de madera empezaba a salir por la espalda de Madara y agarraba del hombro a los encapuchados que traían a Hinata, luego los cuatro desaparecieron en un instante.
-Teletransportación instantánea... eso explica cómo pudo esquivarme hace un momento... - pensó Azami.
La demonio se separó antes de lanzar un orbe al cielo.
-Estilo de tormenta, ¡jutsu de los 100 dragones demoníacos!
-¡Hm!? - Madara pudo ver cómo decenas de rayos en forma de dragón se abalanzaron sobre ella a gran velocidad, impactando contra el Susanoo que empezó a ser destruido en fracciones de segundo.
Una gran explosión se desató, el lugar donde estaba Madara ahora era un gran cráter destruido.
-Vaya que andas seria... - declaró Madara apareciendo detrás de Azami.
Al instante, la Jinete del Rayo se volteó lanzando una estocada con su espada recubierta de rayo.
-Jutsu prohibido... corte de electricidad negativa.
Madara rápidamente colocó su brazo en medio, atrapando el filo con su antebrazo. Una gran carga de energía fue soltada por todas partes, desintegrando objetos de alrededor, mientras que Madara salió volando varios metros atrás.
-Qué molesta... - pensó Azami, para luego ver que la manga del brazo de Madara se había deshecho, logrando ver que su brazo estaba recubierto de una gruesa capa de madera que desprendía chakra morado flameante. -Mokuton... y chakra.
-La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma, igual que la materia... te cuesta deshacer cosas que están completamente hechas de energía o imbuidas en grandes cantidades. Puedes disiparlas... pero te toma tiempo, ¿no? Además, la madera es un mal conductor eléctrico, necesitarás usar más energía de golpe para desintegrar algo así.
En eso, la Jinete sintió como algo la golpeaba en el rostro, haciéndola retroceder varios metros, pero se reincorporó derrapando en el suelo.
Sin embargo, Azami respondió desapareciendo en un destello. Madara se cubrió con las costillas del Susanoo. Un fuerte impacto se desató, lanzando a Madara cientos de metros atrás hasta caer al océano. El Susanoo se había quebrado por completo con ese único golpe.
-Como sea... si voy a pelear contigo, será mejor que use una parte de mi verdadero poder. Esa velocidad tuya es molesta...
-¿Mmm!? - Azami pudo ver cómo Madara empezaba a emanar una potente aura morada que cada vez se hacía más y más grande, mientras ella flotaba.
En poco tiempo, pudo ver cómo ahora era una gigantesca formación de chakra... era un guerrero gigante de chakra, con una armadura, alas y una espada.
-¡Susanoo perfecto!
-Es la primera vez que veo a un Uchiha mostrar eso... aunque había oído leyendas de Madara y Hashirama donde Madara podía crear un Susanoo tan grande como una montaña... parece que a pesar de ser un plagio, lo imitas bien - contestó Azami mientras empezaba a soltar energía a su alrededor.
-No soy una copia... soy la versión mejorada - se burló antes de desenfundar su espada y lanzar un potente corte, el cual fue directo a Azami, quien lo esquivó con rapidez, dejando que esta golpeara el océano, el cual al instante se abrió mostrando una gran apertura de varios kilómetros que se empezó a cerrar en un estruendoso meneo de olas gigantes.
-Es un ataque muy potente... me atrevo a decir que incluso podría dañar Bijus... pero, nunca me podrás golpear con algo así - Azami pateó el aire desapareciendo en un destello, siendo disparada hasta la cabeza del Susanoo y dándole un fuerte golpe, causando que se formara una grieta.
Luego, la demonio tomó su arma mientras la cargaba de energía.
-¡Jutsu prohibido!... ¡Electricidad negativa! - finalmente lanzó una apuñalada.
Una gran explosión se desató mientras que el Susanoo se vio obligado a retroceder algunos metros, esto con un gran agujero. Seguida a ello, la Jinete del Rayo se lanzó sobre Madara, ambas encontrándose en la cabeza del Susanoo.
-¡Corte eléctrico! - pensó Azami, pero Madara rápidamente se cubrió con un escudo de madera de gran grosor, el cual fue atravesado en gran parte antes de frenar la espada.
-Tu electricidad negativa, por lo visto es capaz de disipar otras formas de energía y deshacer la materia... pero, parece que tienes un límite, porque no la usaste para atacar de nuevo. Si hubieras atacado con la misma fuerza que penetraste el Susanoo, esta madera no sería un problema para ti - declaró Madara mientras el Susanoo empezaba a cerrarse, la madera se apretaba alrededor de la espada.
-Es muy densa... - pensó Azami mientras apretaba la mordida. -¡Jutsu de los 100 dragones infernales!
El cielo retumbó mientras decenas de rayos empezaban a caer a gran velocidad golpeando al Susanoo en la cabeza.
Este se empezó a llenar de grietas, soportando uno tras otro, pero finalmente una gran explosión se desató. Azami salió volando por un lado, cayendo al agua de pie, Madara por el otro, con su máscara agrietada, y capa de Akatsuki deshecha, con múltiples heridas.
-Tu defensa es inútil, Uchiha... ya he enfrentado Susanoos antes, y sé que el tamaño es irrelevante, solo me da una superficie más grande para golpear. Acabarla... tienes que mover un cuerpo muy grande para golpear a alguien decenas de veces más pequeño y de paso rápido - declaró Azami mentalmente mientras se preparaba para atacar.
Madara entrecerró los ojos mientras tomaba algo de aire y lo expulsaba suavemente...
Sus músculos se remarcaron mientras era cubierta por una energía morada flameante, igual a la que tenía en su brazo, pero ahora por todo el cuerpo.
-Ahora... te demostré una parte de mi poder... pero, ¿qué te parece si te muestro la versión mejorada?... El ultimate Susanoo - preguntó la Uchiha con una sonrisa debajo de su rostro.
Azami ignoró por completo la pregunta y desapareció en un borrón de velocidad, dejando un destello morado.
Lo siguiente que se escuchó fue un potente estruendo, donde Madara había logrado frenar la espada de Azami con una espada completamente hecha de energía morada.
-¡Esto es!... - pensó Azami al ver cómo Madara ni siquiera se había movido por el retroceso de su ataque.
-Ya viste toda la energía que usé para crear al Susanoo perfecto... pero, he entrenado décadas... décadas enteras a perfeccionar mis habilidades, por eso, he llegado a la siguiente fase... el Susanoo comprimido, todo el poder defensivo y destructivo del colosal Susanoo perfecto, comprimido en un solo punto, lo que lo hace más efectivo y preciso - se burló Madara.
Ambas empezaron una pelea a gran velocidad, donde intercambiaban golpes con gran velocidad. Madara estaba completamente a la ofensiva, lanzando cortes contundentes, pero que Azami era capaz de bloquear. Por otro lado, Azami lanzaba zarpazos con sus patas de escorpión e incluso con la cola, pero no lograba ni rasguñar a Madara.
—Es una armadura de chakra muy densa, incluso es pesada por lo que ni siquiera está retrocediendo... Los ataques normales no podrían deshacerla... No es tan rápida, pero no necesita esquivarme o moverse a mi misma velocidad si mis ataques no le afectan —analizó Azami antes de bloquear un espadazo más de Madara el cual la mandó a volar algunos metros—. Incluso esa espada es muy pesada... Ha comprimido todo ese Susanoo en ella... Tengo que disipar su energía...
—¿Qué te parece? —exclamó Madara desapareciendo en un borrón de velocidad.
Azami empezó a esquivar los ataques, esto con relativa facilidad mientras empezaba a tomar distancia.
—Se mueve muy rápido, ya no depende de la velocidad de sus músculos o sistema nervioso, el chakra la mueve por completo, se está propulsando, es muy veloz... No tanto como la Hyuga, pero su defensa y ataque son mucho mejores... Sin mencionar que puede verme con claridad... deben ser sus ojos... la Hyuga me percibía pero no podía verme totalmente... No puedo penetrar esa armadura tan densa usando poco poder... Acumularé suficiente electricidad negativa...
Así, la pelea continuó, con Madara persiguiendo a la Jinete, chocando sus armas en varias ocasiones.
—¡Corte divino! —pensó Azami desapareciendo en un destello a gran velocidad, cubriéndose de gran cantidad de rayos, y logrando golpear a Madara en la cabeza... A lo cual algunas grietas se formaron—. Diablos... Incluso mis ataques impulsados solo causan daño menor...
—¡Ja! —Madara lanzó un corte horizontal con su arma, a lo que Azami se alejó, solo para ver cómo un proyectil de chakra cortante viajaba en dirección a ella, el cual fue evitado haciéndose a un lado.
—¡Jutsu prohibido... Rayo aniquilador de electricidad negativa! —pensó Azami disparando un poderoso rayo en dirección a Madara, quien al instante desapareció reapareciendo detrás de la Jinete, esto sin el Susanoo.
—¡Estilo de fuego, gran aniquilación! —Madara tomó aire antes de disparar una poderosa llamarada a las espaldas de la demonio.
Sin embargo, para su sorpresa, la cola de escorpio salió disparada atravesando el fuego como si nada, y se enrollaba alrededor de la Uchiha, empezando a aplastarla.
—Electricidad negativa —pensó Azami mientras cubría por completo su cola de aquella energía y a su vez a Madara quien se empezó a cubrir con las costillas del Susanoo—. Ya veo... no puede teletransportarse sin salir de su Susanoo... Por lo que tiene un momento de vulnerabilidad...
—¡Ugh! —La Uchiha empezó a sentir como poco a poco su manto costillas se deshacían, pero finalmente desapareció reapareciendo frente a Azami a 20 metros.
—Su teletransportación debe tener alguna limitante para que no la use todo el tiempo... Debe ser por esa vulnerabilidad, tal vez tenga un límite de veces que pueda usarla... —pensó Azami reapareciendo frente a Madara—. Y parece que el Ultimate Susanoo... Tampoco lo puede usar demasiado tiempo... Tal vez sea por el control de chakra que requiere comprimir un espectro tan grande...
—¿Eh? —Madara pudo ver cómo Azami ejecutaba sellos manuales, mientras que ella se volvía a cubrir de su Susanoo.
—¡Estilo de rayo, prisión de centellas!
Decenas de orbes de rayo se formaron en el campo de batalla, a lo que Azami tacleó a Madara con toda su velocidad, golpeando a la Uchiha y lanzándola contra una de las centellas.
—¡Ugh! —Madara pudo ver cómo era disparada en dirección a otra, siendo impactada por un fuerte ataque de rayo para luego salir disparada a la siguiente.
Sin que pudiera hacer nada, ella fue lanzada una y otra vez a gran velocidad contra cada una de las centellas liberando una explosión, donde el Susanoo parecía hacerse menos denso.
—¡Estilo de rayo! ¡100 dragones demoníacos! —exclamó Azami lanzando un orbe al cielo, de donde empezaron a caer más y más rayos, que golpeaban la armadura al mismo tiempo que se impactaba con la última centella.
—¿Me quiere obligar a teletransportarme? —pensó Madara.
—¡Estilo de rayo, ametralladora!
Azami empezó a disparar decenas de proyectiles, que golpeaban en una potente ráfaga al Susanoo, que estaba retrocediendo al recibir golpes al pecho.
Madara levantó la mirada, Azami estaba al frente empezando a lanzar ataques con todas sus extremidades, lanzando golpes a gran velocidad, golpeando una y otra vez al Susanoo en el pecho, a lo que el Susanoo de Madara se iba agrietando por los poderosos choques, pero no parecían lo suficientemente profundas.
—Ya veo... Está intentando quebrar mi armadura, primero uso ataques masivos para debilitarlo, ahora está golpeando varias veces en los mismos puntos con su velocidad y potencia, así empieza a debilitar la armadura en una zona específica... —pensó Madara antes de enfocarse.
—¡Es tu fin! ¡Jutsu prohibido, electricidad negativa corte demoníaco! —exclamó Azami lanzando un corte más, donde el pecho de la armadura se quebró, y su espada estaba a punto de llegar al estómago de la Uchiha, su armadura se deshizo.
—¡Mierda! —Madara se intentó hacer a un lado, pero terminó recibiendo una apuñalada en su brazo, por lo que ella rápidamente se arrancó el brazo tan rápido como pudo.
Madara tomó distancia solo para ver cómo su brazo apuñalado se desintegraba en la espada de Azami.
—Estuvo cerca... No se debe entrar en contacto con los objetos que están con electricidad negativa, si esta te toca te desintegras al ser atravesado por esta... —En eso, pudo ver cómo Azami ya estaba frente a ella.
—¡Muere! —Azami envolvió su espada en rayo preparándose para dar un golpe fulminante.
—¿Eh? —Azami rápidamente colocó sus tenazas en medio, al sentir como algo invisible aparecía en medio de ambas.
La Jinete sintió un fuerte golpe en el estómago, seguido de uno en el rostro que la mandó a volar varios metros, luego sintió como estaba siendo tomada por la espalda, como si la abrazaran, finalmente pudo ver cómo Madara estaba formando un proyectil en su mano, unos tomoe de energía, mientras que su brazo amputado era reemplazado por uno de energía.
—¡Yasaka no magatama! —Madara disparó directo a la Jinete, quien rápidamente se cubrió usando sus patas.
La mujer retrocedió varios metros con sus patas de escorpión destrozadas, y llena de heridas.
En eso, vio como Madara reapareció frente a ella, esto mientras portaba un gunbai en sus manos y lanzaba un golpe con el borde, como si fuera una espada.
—¿Está usando algo invisible que no puedo ver para inmovilizarme? —Ella rápidamente colocó sus tenazas y 4 de sus patas de escorpión en medio intentando escudarse, pero recibió un potente golpe...
Un gran estruendo se escuchó, a lo que Azami salió volando varios metros atrás, había perdido un brazo y sus tenazas.
—Grr... ¿Qué demonios fue eso... arde mucho —Azami apretó el puño de su mano libre, donde llevaba su espada mientras empezaba a regenerarse las patas de escorpión.
—Ustedes los demonios sí que son resistentes, esa habilidad regenerativa es problemática —declaró Madara esto antes de mirar su arma—. Pero... parece que esto es útil.
—¡M-maldita! ¿¡Qué es esto!? —exclamó Azami...
Se podía ver cómo su brazo izquierdo que había sido amputado junto a una de sus tenazas y 4 de sus patas de escorpión no se estaban regenerando.
—¿Lo reconoces? —preguntó Madara con una sonrisa debajo de su máscara mientras mostraba su gunbai, era el mismo del verdadero Madara, sin embargo emitía un brillo blanco leve, que se hizo un poco débil de repente.
—Esa arma... tiene energía demoníaca... pero... no es como la de nosotros... Es la misma que lastimo a Hank —pensó Azami.
—Parece que esta arma mata demonio funciona muy bien, gracias por demostrármelo, además con ella pude anular la barrera que pusiste alrededor de la isla cuando llegué, debiste darte cuenta... Aunque la energía que almacenó es muy pequeña, tal vez me alcance para otro corte, esto es una cortesía de la sacerdotisa del país de los demonios... ¿Dónde quieres que te corte ahora? ¿Cabeza o te dejo sin piernas? —burló antes de guardar de nuevo el gunbai en un pergamino—. Aunque sería injusto contigo, solo quería probar su efectividad.
—Maldita... —gruñó Azami apretando la empuñadura de su arma
—En serio, tengo curiosidad, puedes desintegrar la materia y disipar la energía... Pero no has usado demasiado esa habilidad... Y lo que he visto, es que solo has eliminado cosas pequeñas, lo más grande que borraste con tu jutsu fue una roca de la isla tortuga —dijo Madara.
—Estuviste observando mi pelea de antes... —afirmó Azami mientras intentaba analizar a su oponente, que se había cubierto nuevamente con su armadura.
—La Hyuga no se dio cuenta de esto... Probablemente porque estaba más ocupada intentando no morir, y probablemente no podía seguirte con la mirada... Pero yo sí puedo, y veo... Que tu electricidad negativa, no la creas al instante... La tienes que crear en tu interior, acumulando una cantidad que luego usas... Entonces, ¿por qué no simplemente almacenas mucha antes de una pelea? ¿No quieres?... ¿O no puedes?... ¿o no debes?
—Eres muy habladora para ser una Uchiha... —contestó Azami—. Aunque parece que lo ha descifrado en gran parte... La verdad... Es que no debo... Es muy peligroso...
Para crear electricidad negativa, capaz de anular la energía que mantiene unidos los átomos y, por lo tanto, separarlos e incluso llegar a desintegrarlos, se requiere mezclar el chakra raiton y la energía demoníaca.
Esto da como resultado una energía nueva, que no es chakra en sí misma, más bien es una variante... Que en contacto con la materia la puede desintegrar y con la energía la puede disipar, no importa el material, puede ser desintegrado, aunque los elementos densos o no conductores presentan mayor resistencia.
Sin embargo, la Jinete del Rayo necesita tres cosas para crear esto: tiempo, almacenamiento y control.
Lleva tiempo fusionar las energías, tiempo en que ella baja su concentración, por lo que se le dificulta hacer jutsus o incluso desplazarse muy rápido, ya que es una tarea peligrosa. Por ende, tampoco puede generarla al mismo tiempo que la va usando, puede generarla rápido, al menos para estándares humanos, pero en una batalla de velocidad no puede crear demasiada sin bajar la guardia.
Por otro lado, debe almacenar esa energía en el interior de su cuerpo, evitando que se salga de control, ya que el jutsu es tan peligroso que podría desintegrar a su usuario. Por eso solo un demonio altamente capacitado en el conocimiento de la electricidad y con capacidad de regenerarse puede intentar siquiera aprenderlo.
Por esto mismo, se requiere un gran control del cuerpo, mente y chakra para evitar que esta energía te haga daño... Y también para liberarla de forma segura en ataques.
Azami creó este jutsu tan peligroso por sí misma en sus 3000 años de vida... Pero solo crea pequeñas cantidades, suficientes para desintegrar cosas de hasta dos veces su tamaño... Suficiente para desintegrar casi cualquier defensa, causar daños mortales o desintegrar a una persona.
Ella realmente puede almacenar cantidades enormes de esta energía, pero entre más almacena, más peligroso se vuelve, ya que se vuelve más inestable... Azami podrá almacenar suficiente para desintegrar un gran país entero, esto si acumula por suficiente tiempo, probablemente nada podría soportar su desintegración, sin dejar ni polvo.
Sin embargo, perdería la capacidad de moverse rápido o incluso libremente en estándares humanos, las cosas a su alrededor empezarían a ser desintegradas involuntariamente con solo tocarla... Un descuido de parte de ella podría resultar en un estallido que se llevaría todo a su alrededor, y si no se cuida, incluso ella misma podría desintegrarse.
Este... Realmente es el jutsu más peligroso de la Jinete del Rayo, e incluso el más poderoso entre los cinco jinetes. Ninguno se compara en poder destructivo y fatalidad, pero consigo... Lleva un peligro inminente, que hace que deba ser usado a baja escala y evitando su abuso.
—Tengo que destruir esa armadura... La electricidad negativa no será mi mejor opción, no tengo suficiente... Para destruir eso, necesitaría demasiada... Usaré mi velocidad de nuevo, esta vez... no le daré espacio, usaré mi poder y el de Orba combinados —pensó Azami entrecerrando la mirada y lanzándose a atacar.
—Ahí viene... —pensó Madara colocando sus espadas de energía.
—¡Estilo de rayo ígneo, corte fino! —pensó Azami lanzando una estocada rápida. Las espadas de Madara se agrietaron, ambas empezando a forcejear, volviendo a una pelea de estocadas.
Tras algunos segundos, ambas terminaron regresando hasta los escombros de la isla tortuga.
Finalmente, Azami empezó a usar su cola y cuatro patas restantes de frente a Madara, lanzando un golpe contundente, atacando con cada vez más ferocidad.
Madara atacó tan rápido como pudo, intentando usar su espada de chakra para golpear a la demonio... Azami logró tomarla de la muñeca, enrollando su cola alrededor.
—Jutsu de barrera espacio-tiempo... —pensó Azami mientras desprendía una energía a través de su aguijón. Esta energía rodeó a Madara, quien pudo sentir cómo era cubierta por aquella energía.
—¡Esto es!...
—Ahora no podrás teletransportarte, a menos que uses esa arma de antes para deshacer mi barrera—Azami lanzó una apuñalada con su cola, a lo que Madara retrocedió varios metros.
—Ya veo... Entonces también puedes hacer esta clase de jutsus... No es descabellado, después de todo fuiste capaz de sellar al Nibi y esta isla... Parece que ese aguijón tuyo puede usar fuinjutsu..., solo tengo que usar mi propio jutsu de sellado para anular esta barrera... Aunque me pregunto por qué no simplemente sellaste mi chakra como con el Nibi... ¿Acaso tienes algún límite con esas técnicas de sellado de tu aguijón? ¿O solo te sirve para almacenar el sello y usarlo después? —
—Eso no te interesa ahora, haces demasiadas preguntas... No te creas mucho, Uchiha... Seas quien seas, solo eres una pobre humana... —Azami dio un gran salto, llegando hasta el cielo.
Madara observó en silencio cómo varios rayos caían sobre la Jinete, quien empezaba a crear un gran orbe de rayos, los cuales empezaban a tener una coloración naranja.
—¡Mokuton!... —pensó Madara haciendo varios sellos manuales y chocando su mano contra el suelo. Rápidamente, un gran domo de madera se formó a su alrededor, mientras un dragón de madera salía del suelo y viajaba en dirección al cielo.
—¡Estilo de tormenta, jutsu Raijin supremo ardiente! ¡Mezcla electricidad negativa! —Azami disparó un poderoso dragón gigante de rayo en dirección al domo y al dragón de madera.
Una gran explosión se desató, soltando rayos y fuego en todas direcciones, al igual que trozos de madera quemada y tierra.
Finalmente, Azami bajó... Solo para ver cómo Madara estaba de rodillas en el suelo, cubierta de heridas. La madera se había desmoronado por completo.
—Es tu fin... —declaró Azami—. El Mokuton absorbe el chakra para fortalecerse... Pero usé rayos naturales, no tiene caso que uses madera y ese ataque tuvo suficiente energía del cielo para destrozar tu armadura.
La máscara de Madara estaba totalmente agrietada, finalmente la mitad de esta cayó al suelo en pedazos, mientras ella mantenía su mirada al suelo y sangraba.
—¿Dices que estoy acabada? ¿Y quién lo decidió?... —preguntó Madara mientras levantaba la mirada. Lo primero que pudo ver Azami fue un ojo de color rojo en forma de espiral, y el otro... Era de color morado, con un patrón de círculos y tomoes—. Creo que ya llegó el momento de dejar de jugar...
—¡ESTO ES!
Madara desapareció en un instante mientras que la Jinete escupió sangre, esto al sentir cómo estaba sangrando por el abdomen. Tenía una barra metálica de color negro atravesándola.
—¡Mi chakra! ¡No puedo moverme! —pensó la demonio mientras una imagen de un ojo de color morado con tomoes se formaba en su mente.
—¡Mukuton... Yokai koutan!
Finalmente, hubo un gran estallido.
En las afueras de la isla, se pudo ver cómo un gigantesco árbol salía de una nube de polvo, ante la vista de todos.
—¡Pero si esa es!... —exclamó Naruto.
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En la aldea médica... Minutos antes.
—Me pregunto... ¿cómo le estará yendo a los muchachos...? —pensó Tsunade, quien ahora estaba en la habitación de Hanna Hyuga—. Ella finalmente está recuperada... Lo único que quería era ver a su hija... Pero, la misión ha tenido que empezar... Después de todo... Ya han pasado varias semanas desde el 27 de diciembre...
Ella se levantó, observando a Hiashi, quien dormía recostado sobre un escritorio de la habitación.
—Y ella no es la única que quería verla en esas fechas... —Tsunade estaba a punto de irse—. ¿Eh?
En eso, hubo una gran explosión, donde el muro de la habitación fue destrozado.
—¡¿Pero qué demonios?! —exclamó Hiashi levantándose en alerta y colocándose junto a Tsunade, ambos protegiendo a Hanna.
—Bien... Así que aquí está —ambos escucharon la voz de un hombre... Era algo gruesa y seca.
Al ver al frente, pudieron ver que era una persona que estaba levitando, estaba en frente de la pared destruida, era el cuarto piso...
La persona usaba una túnica de color negro, esta era holgada, su piel era pálida, usaba una capucha y una máscara blanca.
—¿Quién demonios eres tú?! —exclamó Tsunade.
—He venido por esa mujer... —declaró el hombre mientras bajaba y empezaba a caminar hacia ellos.
—¡Retrocede! —exclamó Tsunade lanzándose a atacarlo, pero él simplemente esquivó el puñetazo de la Sannin, esto mientras creaba un orbe de energía y se lo estampaba en el pecho.
—No interfieras con mi voluntad divina...
—¡Ugh! —Tsunade pudo sentir como el cuerpo se le congelaba para finalmente salir disparada contra la pared, atravesando varios muros y deteniéndose en una, donde quedó inconsciente.
—¡¿Qué demonios pretendes con mi esposa?! —exclamó Hiashi lanzándose a atacar.
Sin embargo, el hombre atrapó del cuello fácilmente al Hyuga mientras lo levantaba.
—Será la carnada perfecta... Para Hinata Hyuga... Es a quien llaman Shinigami, ¿verdad?... Qué nombre más vulgar... —habló él antes de tirar a Hiashi contra el muro.
El hombre caminó hasta Hanna, preparándose para llevársela...
—¡Maldito! —exclamó Tsunade usando toda su velocidad para atacar, logrando darle un puñetazo en el rostro... Tal fue la fuerza, que la máscara se destrozó y rompió, mientras que su capucha se quitó y el hombre retrocedió algunos metros hasta chocar con el muro.
—¡Pero si tú eres! —exclamó Hiashi al verlo...
El hombre tenía el cabello completamente blanco, un poco ondulado y corto, su piel era totalmente blanca y, más importante... no tenía ojos.
—Infelices... Se atreven a intervenir, los humanos son unos malditos demonios... Pero no se preocupen, destruiré el mundo muy pronto, yo... Toneri Otsutsuki, lo haré con el poder de dios...
En eso, se pudo ver una gran explosión, donde Tsunade y Hiashi quedaron tendidos en el suelo, mientras que Toneri tenía a Hanna en sus hombros.
—Te esperaré... Hinata —finalmente, él se retiró levitando con la mujer...
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En una cueva oscura.
—He terminado... He liberado el sello de la tumba... —habló el Raikage.
—Bien... Finalmente —habló Kabuto con una sonrisa mientras retiraba la tapa del ataúd.
Hubo un fuerte temblor, pero... Finalmente la mirada del Raikage se transformó en una de horror.
—¡ESTÁ VACÍA! —exclamó el Raikage impactado.
—¡¿Qué?!
—Pero si la tumba estaba intacta... ¿Cómo es posible?
—¿Qué significa esto?! —exclamó Kabuto.
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En la isla tortuga... Todos estaban impactados con la visión, el gran árbol salía de entre el polvo.
—Sabes... Naruto, en nuestra última pelea... Dije muchas mentiras... Una de ellas es que no tenía nada que ocultar... Jajaja, claro que me estaba ocultando, lo admito... Pero ya no más... No más máscaras, ya no tengo la necesidad, aquellos que estaban por encima de mí, ahora están bajo mis pies.—
—Azami!— Exclamo Romura mostrandose impactada.
Ante la vista sorprendida de todos, se podía ver cómo Madara estaba de pie sobre una gran rama, mientras sostenía del cuello a la Jinete del Rayo con una mano y con la otra sostenia la daga de la Jinete... La máscara de Madara empezaba a desmoronarse, mientras que Azami la vio al rostro, por lo que su mirada se transformó...
—¡NO PUEDE SER! —exclamó Azami mostrando terror en su rostro.
—¿Qué te parece, si lees mi mente? ¡Quiero que lo hagas! ¡Soy yo en carne y hueso! —exclamó ella con una sonrisa mientras miraba a los ojos a Azami—. ¿Qué te parece... Después de todo, los demonios pueden sentir miedo?
—¡Imposible! ¡Esto no puede ser real! —exclamó la Reina Araña, quien estaba junto a Naruto. Ella empezó a retroceder—. K-Kiramane...
—Oh... Ateha, tiempo sin verte o sin escuchar que alguien me llamara por ese nombre— Dijo la Uchiha mirando a la araña.
—¡¿Pero qué?! —Naruto pudo sentir la tensión del ambiente al instante.
—¡YO TE MATÉ! ¡YO TE MATÉ CON MIS PROPIAS MANOS! ¡ESTO ES IMPOSIBLE! —exclamó Azami mientras observaba el rostro de Madara, quien solo sonrió...
—Maldicion... Esto es terrible...— Penso romura observando con impotencia.
—¿Quién demonios eres, Madara?! —exclamó Naruto impactado, a lo que Madara sonrió mientras levantaba su dedo índice de su mano libre.
—Mi nombre es Naomi Uchiha, legítima nieta y heredera de Madara Uchiha... Pero, pueden llamarme... Shinigami-sama—
Fin del capítulo 84
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