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76 [Entrenamiento de Hinata]

Al día siguiente....

Naruto se encontraba en el bosque sobre la guarida donde dejaban a los Jinchuriki, junto a Roshi, Yagura y Gaara, quien estaba sentado junto a un árbol observando todo.

—Bien, Naruto, lo primero que tendrás que hacer será aprender a purificar tus emociones y las de tu bestia—explicó Yagura.

—¿A qué te refieres?—

—El chakra de tu bestia está anclado a tu cuerpo y alma. Si tu corazón está lleno de odio, miedos o inseguridades, no serás capaz de usar el chakra; el chakra te usará a ti. Sin mencionar que también influyen las emociones de tu Biju; debes dominar tus emociones y también las de tu compañero—explicó Roshi.

—Vale, creo que puedo entenderlo—contestó Naruto—. ¿Qué tengo que hacer?—

—En mi caso, lo logré meditando. Dicen que es más fácil si lo haces en un lugar espiritual... Pero, no tenemos algo así, entonces la primera parte de tu entrenamiento será meditar—contestó Roshi.

—Ahí el viejo tiene razón; en este caso es mejor meditar. Conozco un lugar sagrado, sin embargo... no podemos ir allá, fue destruido en la tercera guerra... En mi caso también tuve que meditar por mi cuenta—comentó Yagura—. Entonces, tendrás que meditar y reflexionar sobre ti mismo—

—Vaya... Esto será largo—admitió Naruto.

—No es tan difícil, toma un poco de tiempo, pero te aseguro que todo está en la paciencia—agregó Roshi antes de sentarse en posición de loto.

Naruto lo imitó.

—Lo primero que te enseñaré será la técnica de concentración total—dijo Roshi.

—¿Concentración total?—

—Sí, consiste en respirar y concentrarte en no pensar en nada. Tienes que cerrar los ojos y solo respirar... No pienses en nada, solo enfócate en el vacío en tu mente—comentó Roshi.

Naruto asintió antes de ver cómo Roshi cerraba sus ojos y empezaba a hacer lo mencionado.

Yagura también se sentó en el suelo a imitarlo.

Naruto, al verlos, hizo su pose de siempre para el modo sabio, totalmente quieto... Ojos cerrados, respiración rítmica.

Pero... no podía evitar pensar en otras cosas: la misión, Hinata, el clon que había enviado al País del Hierro, Obito, los Ocultos, bla bla bla bla ¡BLABLABLA!

Naruto solo sintió una gota de sudor bajando por la nuca... Le habían dicho que no pensara en nada, ahora por pensar que no debía pensar, estaba pensando.

—Estás pensando demasiado...—comentó Roshi—. Tu respiración es muy automática, debes hacerla de forma consciente. No te dejes llevar por pensamientos automáticos, enfócate y sé consciente de tu propia respiración y vacío—

Naruto solo hizo un gesto de "¿Qué quieres que haga?"

Yagura suspiró antes de levantarse y acercarse a Naruto.

—Puedes usar la siguiente técnica...—Yagura tocó el medio de las cejas de Naruto con su dedo índice—. Concentra tu chakra en este punto... Trata de mantenerlo ahí, no te enfoques en otra cosa que no sea eso... Si piensas en algo, solo piensa "mantendré mi chakra aquí". Evita pensar en cosas de tu vida, en tu día a día... Solo, enfócate en respirar, mantener tu mente controlada y enfocar tu chakra ahí—

—Vale, vale... ¡Creo que lo entiendo!—

—No te exijas demasiado, esto me tomó un año entero dominarlo—dijo Roshi, a lo que Yagura suspiró.

—A mí me tomó 9 meses... El punto es que no es algo que logres en poco tiempo. El objetivo de este entrenamiento es la autoreflexión. Una vez logras la concentración absoluta, pasan dos cosas: tu control del chakra mejora y, por otra parte, podrás usar la técnica de proyección espiritual—aclaró Yagura.

—Eso es mucho tiempo... No tenemos tanto...—dijo Naruto algo desanimado—. ¿Y qué es la proyección espiritual?—

—La proyección espiritual es la capacidad de manifestar tu corazón. Serás capaz de verte a ti mismo, proyectar tus emociones más oscuras e inseguridades en un ser... Tu objetivo será superar a ese ser, derrotarlo. Una vez lo hagas, tu corazón estará en calma, entonces evitarás ser dominado por el odio que recae en el chakra de tu bestia o que dicho chakra se contamine con el tuyo—explicó Roshi.

—Creo que entiendo... Básicamente, primero debo completar un entrenamiento para fortalecer mi espíritu y voluntad, y así podré empezar a manipular el chakra de Kurama—contestó Naruto sorprendido.

—Así es, de eso se trata. Precisamente esa es la razón por la que siempre pierdes el control cuando usas demasiado su poder; no has aprendido a dominarte a ti mismo y superarte—aclaró Yagura.

—¿Y cómo sabré cuando mi meditación ya sea lo suficientemente fuerte para proyectarme?—

—Primero enfócate en la concentración total. Una vez lograda, y que seas capaz de no pensar en absolutamente nada, teniendo tu mente en blanco, entonces es cuando estarás listo para intentar el siguiente paso—

Naruto solo suspiró antes de crear seis clones.

—¿Eh?—

El rubio sonrió antes de contestar—. Bien, eso haré, pero no puedo esperar un año o medio año para lograr esto, debemos encontrar a Bee lo más rápido posible, entonces lo haré a mi modo—

—Ya veo, he escuchado que los multiclones de sombra del segundo Hokage tienen la capacidad de regresar las experiencias y recuerdos a su yo original... Suponen un gasto mental alto, por eso y su gasto excesivo de chakra, son un jutsu prohibido—analizó Roshi—. Eres increíble, mocoso, escuché que eres capaz de crear miles de ellos.

—Algo así... Pero admito que es inútil crear un ejército de mil clones, puedo... Pero como dices, supone desgaste mental, por lo que entre más hago, menos habilidosos son. Hay veces que hasta los derrotan de un solo ataque—aclaró el rubio algo apenado; era mejor cuando creaba solo algunos.

—Sí, no existe la técnica de clonación perfecta—comentó Yagura—. Los clones de agua, por ejemplo, son muy fáciles de crear, casi no requieren chakra, ya que puedes usar la humedad del aire o del agua cercana para formar sus cuerpos... Pero solo tienen un 10% de tu fuerza, destreza o velocidad, sin mencionar que no pueden alejarse demasiado o regresarte las experiencias vividas—

—Eso ocurre con la mayoría de clones elementales, son poco útiles. Por eso sirven más como señuelos, trampas o para derrotar ninjas de bajo rango. Pero los kage bunshin del segundo Hokage son especiales. Totalmente hechos de chakra, dividiendo por mitades el chakra del usuario, pueden alejarse indefinidamente y ser autónomos hasta cierto punto, además de regresar las experiencias y recuerdos al usuario una vez se destruyen. Una habilidad muy poderosa, pero a la que muy pocos pueden sacarle provecho—analizó Roshi antes de reír.

—¿Qué es tan gracioso?—preguntó Yagura, confundido.

—Lo que pasa es que una vez escuché que solo fue un intento del segundo Hokage de replicar los clones de madera de su hermano Hashirama, que justo hacen lo mismo, pero son más resistentes... y parece que otros quisieron replicar la técnica y de ahí salieron las variantes más pobres de clonación—se burló Roshi—. Todo para al final ser nada más que trucos baratos que usas para aprobar la academia ninja y ser un genin de bajo rango.

Naruto sintió una gota de sudor bajando por su nuca. ¿Cómo habían terminado hablando de eso? Sin duda tratar con alguien tan viejo como Roshi era un poco extraño, aunque demostraba ser sabio.

—En fin, mocoso, ya empieza a meditar—dijo el anciano, cambiando su expresión a una seria.

—¡Sí!—

Así empezaría un largo, aburrido y no tan emocionante entrenamiento...

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Mientras, en un lugar lejano.

Se podía ver un país bastante frío, incluso estaba nevando y el cielo estaba nublado.

Allí se podía ver a otro Naruto quien vestía con un abrigo.

—Bien... Así que este es el País del Hierro... Sí que hace frío aquí—admitió, abrazándose a sí mismo.

Miró a lo lejos, podía observar las enormes montañas de aquel país, había decenas de montes.

Está claro que, para ser unas arañas tan desconocidas y peligrosas, deben habitar lejos de los poblados... Tal vez, vivan en las zonas más frías...—pensó antes de hacer un sello.

Al instante, 100 clones aparecieron.

—Bien, nos vamos a dispersar. Buscaremos las regiones más deshabitadas del país y las más frías—

El País del Hierro era conocido por ser la nación de los samuráis, un lugar donde escasamente había guerra. Sin embargo, también era conocido por ser extremadamente frío. Aunque el país se encontraba junto al mar, estaba cubierto por cuatro enormes montañas conocidas como las Fauces del Lobo, y su epicentro se encontraba a gran altura con respecto al nivel del mar.

Por esto, los habitantes solían usar ropas muy abrigadas y había demasiadas zonas inexploradas en este lugar, puesto que había zonas mucho más frías y con fuertes vientos, lo que incluso podría llevar a una persona a congelarse viva. No era un lugar que fuera explorado libremente por cualquiera.

Uno de los clones se encontraba en medio de una tormenta de nieve mientras caminaba como podía, sus pies se hundían en la profunda capa helada, mientras se cubría los ojos con las manos para evitar que le cayera nieve en ellos.

—Cielos... Esto va a tomar algún tiempo... Me pregunto cómo me estará yendo en el entrenamiento mental a mi otro yo... Y más importante... ¿Qué estará haciendo Hinata?...—

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Mientras... En el País del Fuego, en una región solitaria de bosque.

Se podía ver cómo había una gran roca destruida por la mitad, mientras que enfrente estaba la ojiperla, quien sostenía una espada hecha de su propio hueso.

—Maldición... En serio, soy demasiado débil...—dijo ella en voz alta, observando la roca.

Ella clavó su espada al suelo antes de mirar su brazo izquierdo, totalmente vendado.

—Aún puedo sentir el ardor de mi carne sin piel debajo de estas vendas... Me acostumbro, pero es como tener una herida expuesta todo el tiempo...—pensó para sí misma.

Luego volvió a mirar la roca, que era al menos cuatro veces su altura y de unos cinco metros de grosor y anchura.

—Tengo que encontrar la forma de hacerme realmente fuerte en este punto... Soy más fuerte de lo que nunca fui en mi anterior vida, en mi mejor momento... Pero, los enemigos que enfrentamos ahora... Son ridículamente poderosos... Con mi nivel actual, incluso en estado iracundo... Jamás podré ser rival para ellos...—se dijo a sí misma.

Ella suspiró, cansada, mientras miraba al cielo.

—Según Naruto... Cada jinete del ocultismo podría causar un apocalipsis por sí mismo... La única razón por la que no lo hacen es porque no quieren... Madara, aún en este punto, probablemente no ha demostrado todo su poderío y recursos... Naruto... Él ahora se está entrenando para hacerse más fuerte y poder plantarles cara... Él puede ser tan fuerte como ellos. Aneko se está recuperando de la fuerte pelea que tuvo contra Orba, una batalla a niveles bíblicos... Ellos dos son lo más poderoso que tenemos, los que estoy segura, podrían plantarles cara a esos monstruos... Pero yo...—Hinata no pudo evitar agachar la cabeza mientras veía sus dos manos.

Ambas manos tenían las garras extendidas, incluso atravesando el vendaje de su mano izquierda.

—Yo no puedo ser así de poderosa... Me he enfocado toda mi vida en ser letal entre los humanos, mis ataques no son tan poderosos aunque sí son letales para otros humanos... Pero... para seres como ellos, probablemente no soy más que una hormiga con un aguijón apenas doloroso... O tal vez ni eso... Esto es una liga muy superior a mis capacidades...—pensó ella algo desanimada—. Incluso Natsu... Tiene mucho más poder bruto que yo, con su enorme chakra y capacidad de controlar su entorno, podría llegar a ese terreno... Pero yo como soy actualmente...—

Ella meditó un momento antes de finalmente concluir.

—Mis capacidades físicas no son tan elevadas como las de Aneko... De hecho, comparar lo que puede hacer ahora es como comparar a un león gigante contra una pequeña gatita... Ni mi fuerza, mi durabilidad, adaptación o siquiera mi anatomía pueden llegar a ser rivales en este punto contra eso... Y por otro lado, mi chakra... Apenas y es más alto que el de un humano excepcional... Pero no me alcanza para escalar más arriba...—ella suspiró antes de dejarse caer en el pasto.

Podía ver las nubes pasar... El cielo estaba despejado, mientras ella se limitaba a observar.

—Necesito entrenar... Pero, no sabemos cuánto tardemos en encontrar a Bee... Podrían ser meses... Kumo tiene secretos muy bien guardados... Y es mejor que, aún si sabemos dónde está, debemos hacernos más fuertes antes de ir, o moriremos en el intento... Quién sabe qué pretende hacer el enemigo... Los ocultos... O Madara... Tengo que hacerme lo suficientemente fuerte en poco tiempo, no puedo dejar que todo caiga en responsabilidad de Naruto y los demás...—

Finalmente, la asesina se colocó en pie con un salto.

—Entrenar solamente mi físico en este punto de manera convencional no es muy útil... Mi fuerza muscular no alcanzará el nivel que necesito para enfrentar a ese tipo, no en poco tiempo y menos con métodos comunes... Por otro lado...—ella miró la espada de hueso que había clavado en el suelo.

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—¿Cómo es posible?... ¿Cómo puedo tener otro kekkei genkai?—preguntó Hinata, a lo cual Tsunade solo suspiró.

—No lo sé, es lo que he estado estudiando en tu sangre las últimas 20 horas. Lo único que sé es que has mutado. Comparé tu sangre a lo que era hace tres años... Está llena de anomalías—contestó Tsunade, cosa que confundió más a Hinata—. Había oído hablar de este kekkei genkai antes, pero tengo poca información... Hasta donde yo sabía, pertenecía a un clan de Kirigakure. Sin embargo, escuché que se había extinguido. Era un clan muy violento.

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—Mi sangre mutó... Eso pasa exactamente... En la pelea contra el Raikage... él estaba a punto de matarme entonces yo vi...—

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Frente a ella, se encontraba la silueta de sus padres, quienes tenían un aspecto más joven y levitaban en el aire...

Al ver atrás de ellos, se encontraba otro Hyuga, muy parecido a su padre, pero con una tez de piel más oscura... Era su abuelo, pero igualmente se veía más joven.

—¿Qué es!?...

Al ver bien dónde estaba, pudo ver una larga fila de personas, la mayoría eran Hyuga... pero, muchos de ellos no podía ni reconocerlos, hombres, mujeres, todos... Había una que hasta era idéntica a ella, pero con una cicatriz en el rostro.

Pero... Había algunos que tenían aspecto diferente, eran pálidos, su cabello era blanco dividido por un especie de corte en forma de rayo, en sus frentes tenían dos marcas en forma de puntos... Hinata pudo reconocerlos vagamente gracias a una misión previa, se trataban de ninjas del clan Kaguya... había al menos tres de ellos en aquel lugar, al igual que los Hyuga, todos se veían jóvenes.

Pero, finalmente la atención de la Hyuga se desvió a dos personas... Las personas más raras que había en aquel sitio...

Una era un hombre joven de tez muy pálida, sus ojos eran blancos, claramente un Byakugan, su cabello también era blanco y tenía dos cuernos que sobresalían de su frente...

La otra persona era una mujer de complexión delgada, su piel era totalmente blanca como la nieve, su rostro era fino, cabello blanco largo que llegaba hasta el suelo, tenía dos marcas en su frente, también poseía cuernos, además de un tercer ojo similar a un sharingan en su frente.

—¿Qué es este lugar?—pensó Hinata...

Todos los que estaban ahí, estaban en fila, no parecían verla a ella ni que estuvieran conscientes, solo eran imágenes... Como estatuas.

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—Tal vez... Es como lo que dijo Tsunade de Aneko... Ella tenía decenas de mutaciones y genes recesivos latentes... Tal vez... Yo hice eso, por eso adquirí este kekkei genkai... ¿Habrá alguna forma de acceder a ese sitio nuevamente?—se dijo ella misma—. La única que podría saber algo es Aneko... Y no creo que haya logrado eso en poco tiempo.—

Finalmente, la ojiperla solo suspiró.

—En fin... Supongo que tal vez algún día lo descubra... De momento, creo que ya tengo una idea de qué entrenar: mi mente y mi chakra—dicho esto, la asesina se mordió un dedo, luego hizo algunos sellos manuales y finalmente estampó su mano contra el suelo.

Frente a ella, apareció un lobo. Este tenía heterocromía en sus ojos, una cicatriz en su hocico, era de más de un metro de altura, sus patas delanteras tenían un aspecto similar al de los humanos, y traía un pergamino en su espalda.

Se trataba de Ōkaron, el heraldo de los lobos del oeste, contrato de invocación de la asesina.

—Satsu-sama, ¿en qué le puedo servir? Ha pasado mucho tiempo sin verla—

Hinata miró al animal antes de contestar.

—Sí, ha pasado un largo tiempo... Pero, por favor, llámame Hinata-sama, ese es mi verdadero nombre—aclaró la asesina, a lo que el lobo hizo un gesto.

Él olfateó el aire antes de asentir.

—Ya veo... Así que finalmente has aceptado que ese es tu verdadero nombre desde el fondo de tu corazón... No huele a mentira—contestó el lobo con una sonrisa, a la cual Hinata asintió.

—Así es, he superado serios obstáculos... Ahora sé quién soy—declaró ella.

—Me alegra oír eso... Sin embargo, antes de que me diga nada... Quiero saber algo, Hinata-sama—contestó el lobo ahora con seriedad.

—¿Qué ocurre?—

—Hace tres años... Cuando me invocaste por primera vez, te pregunté tus objetivos, ¿recuerdas lo que me dijiste?—cuestionó el animal.

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Hinata: mi objetivo es crear un mundo mejor para una persona muy importante para mi, y no solo para el, si no para todos aquellos que han llegado a ser cercanos a mi, un mundo de paz... eso es lo que quiero.
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—Sí, lo recuerdo, y es algo que aún quiero lograr, es la razón por la que te he invocado... ¿Por qué la pregunta?—dijo Hinata, algo extrañada.

—Ya veo... Si eso es verdad, entonces usted no fue la de aquella transmisión del Hokage, ¿no es así?... Recuerda lo que te dije hace 3 años... La lealtad y la confianza, además de la convicción, son la base de nuestra manada... Como invocadora, eres parte de esa manada... El Hokage era tu aliado, quiero saber si en verdad lo traicionaste.—Habló el lobo con seriedad.

—Recuerdo muy bien eso... Ustedes me han acompañado como mis fieles ayudantes estos últimos 3 años. Se los agradezco... Y sé que ustedes no creen que realmente yo hice eso, incluso ayer invoqué a uno de ustedes para interrogar y jamás me cuestionó... Aun así, sé que quieres estar seguro. No, no fui yo, fue una impostora, dos demonios...—explicó Hinata mientras en su mente recordaba aquellos días que empezó como invocadora de este clan... La única.

Finalmente, Ōkaron sonrió.

—Dices la verdad. Lo sabía, de hecho, noto que te dolió perderlo.—Declaró el lobo.

—Sí... Pero no hay tiempo para llorar... Necesito hacerme más fuerte, voy a honrar su muerte, iré tras esos demonios y los mataré.—Declaró la Hyuga con convicción en su voz.

—Ya veo... Para eso me invocaste, dime, ¿cómo crees que podamos ayudarte?—cuestionó el animal.

—Dime, Ōkaron... En nuestra manada, ¿existe algún método para aprender Senjutsu?—preguntó ella con seriedad, a lo cual el lobo se vio sorprendido.

—Vaya... No esperaba esa petición. Pero sí la hay, aun así, es un entrenamiento que no es para cualquiera, de hecho, creemos que es imposible para los humanos.—aclaró el lobo, a lo que Hinata se vio confundida.

—Explícate—

—Verás, hemos tenido uno que otro invocador... Actualmente, eres la única, pero antes que tú, hubo más... Ya están muertos, desgraciadamente. Aun así, varios de ellos también se interesaron en aprender el modo sabio... Pero no tenían lo necesario.—empezó el animal.

—¿Qué se necesita?—

—Primero que nada, no importa de dónde aprendas el Senjutsu, debes tener una reserva de chakra lo suficientemente grande, y buen control. Además, de un cuerpo capaz de tolerarlo—continuó el animal, a lo que Hinata se vio a sí misma.

El lobo olfateó a su invocadora un poco antes de asentir—En tu caso, has crecido bastante en estos tres años, tu chakra y fortaleza física han mejorado notablemente... Creo que por ese lado, podrías soportar. Igual algunos de nuestros candidatos...—

—Ya veo... Pero, entonces, ¿qué les paso a ellos?—

—1 de 2 cosas... Algunos, no simplemente no pudieron conectar con la energía natural, no con nuestro método—aclaró el animal—Porque, al igual que la mayoría de humanos, carecían de algo que nos define a nosotros los lobos o animales depredadores...—

—¿Qué es?...—

El lobo solo sonrió antes de señalarla.

—Tu caso es curioso... Tú eres una humana poco común, tienes eso que le faltó a ellos y que le falta a la mayoría de humanos... Y es la razón por la que creo que eres de las pocas en este mundo de tu especie que podría aprender nuestro modo sabio... Y eso que tú tienes que la mayoría no, es que tienes una fuerte conexión con tus instintos y tu lado más salvaje...—

—¿Eh?—

—El modo sabio de las bestias no es para cualquiera, incluso con un cuerpo fuerte o un chakra poderoso, principalmente porque se basa en el contacto con nuestro ser natural... Los instintos, nuestro lado más salvaje, nuestras emociones e impulso... Tú, a diferencia del resto de humanos, tienes un fuerte contacto con ese lado tuyo.—aclaró el animal, a lo que Hinata se vio sorprendida.

El lobo levantó un dedo antes de señalarla.

—El modo sabio de las bestias implica el control absoluto de esas violentas emociones y el control del lado salvaje que te conecta con la naturaleza... Te advierto que no es un entrenamiento sencillo... Los pocos que tenian todos los requisitos, pasaron por cosas peores que los demas—explicó el lobo, a lo que Hinata asintió con la cabeza antes de sonreír.

—Bien, entonces lo haré... Esto es justo lo que necesito—

—Desde ya te advierto lo que le pasó a los aprendices que tenian los requisitos pero simplemente no puedieron dominar el chakra natural... Aquellos que fueron como tu... Pero no fue capaz de equilibrar la energía natural y la propia... Terminaron convertidos en unas bestia salvajes sin razonamiento, al final murieron convertido en roca ya que empezaron a absorber energía de más, aunque solo fueron 2 personas—aclaró el animal.

—No me importa el riesgo... Creo que soy capaz de hacerlo—aclaró ella con una sonrisa.

—Bien, espérame un momento—contestó el animal antes de desaparecer.

Aunque... ¿Será buena idea?... La última vez que tuve contacto con la energía natural estuve fuera de control...—pensó ella ahora un poco nerviosa, pero no hubo tiempo para reflexionar, pues ella desapareció en una nube de humo.

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En algún lugar, en un país ubicado entre el país del aire y el país de la roca.

Se podía ver un territorio lleno de montañas rocosas, en medio había un gran cañón, este conectaba directamente con un río que nacía del mar, lo que lo convertía en un bioma similar a un gran valle oculto.

La vegetación era bastante amplia a pesar de estar en medio de un desierto y un país en su mayoría rocoso, esto debido al río que nacía de aquel lugar, y la energía natural que era fuerte en ese sitio.

Además de eso, el cielo se veía de un tono rojizo por las condiciones desérticas que había allí, y el calor era bastante fuerte. El gran cañón estaba lleno de cuevas y algunas cabañas... Este sitio era habitado por una gran manada de lobos, estos iban desde muy grandes, llegando a medir 13 metros (a 4 patas), hasta algunos que apenas medían entre medio metro y un metro.

Hinata apareció allí, pudiendo ver todo lo ya mencionado, quedando sorprendida.

—Bienvenida al valle Okamitsu, hogar de los lobos del oeste—declaró el heraldo, mientras Hinata contemplaba la belleza del lugar.—Sígueme—

El lobo empezó a caminar mientras Hinata lo seguía, siendo vistos por algunos lobos del lugar.

—¡Hinata-sama! ¡Es un gusto verla!—

—¡Oh! ¡Nuestra primera invocadora en más de 80 años!—

—¡Hinata-sama!—

La ojiperla solo sonrió mientras saludaba con un gesto de su mano.

—Eres toda una celebridad por aquí, eres la primera invocadora en décadas, y todos te reconocen como parte de la manada, alguien poderosa y respetable—dijo Ōkaron con una sonrisa.

—Oye, por cierto... ¿Por qué todos ellos siempre me llamaron Hinata y tú hasta hoy "Satsu"? Además, según recuerdo, firmé el contrato con ese nombre.—dijo ella algo confundida.

—En mi caso, porque soy el heraldo y sabía que tú no creías en tu identidad actual. Pero el resto, a petición de nuestro actual alfa, Ōkazen, accedieron a llamarte con tu nombre actual—contestó con simpleza.

—Ya veo...—dijo Hinata con una sonrisa mientras recordaba aquel día en que se había enfrentado a dicho alfa.

Finalmente, ambos llegaron hasta una cueva.

—¡Ōkazen-sama, Hinata-sama ha venido de visita!—exclamó el heraldo, a lo que ambos vieron cómo la cueva tembló mientras un enorme lobo salía de la cueva. Se trataba de Ōkazen.

—Grr... Mocosa, tiempo sin verte—comentó el alfa mientras acercaba su olfato a ella y la olía.—Hueles muy diferente, ¿sabes?—

—Je... Tú no has cambiado en nada—contestó ella.

—Jefe, Hinata-sama está buscando aprender Senjutsu. En lo que a mí respecta, es apta, de los pocos humanos que podrían hacerlo—dijo el heraldo, a lo que el alfa lo miró por un momento.

—Mmm, ya veo... En ese caso, que hable con el anciano, él sabrá qué hacer —ordenó el Alfa, a lo que Hinata se vio intrigada.

—¿El anciano?

—Es el más viejo de la manada, era el anterior alfa... Pero ya se retiró, ahora solo ayuda con el entrenamiento a los más jóvenes —aclaró Ōkaron.

Así, el lobo guió a la mujer hasta otra cueva.

—Hōzenki-sama, tenemos una aprendiz para usted, salga por favor —dijo el heraldo, gritando a la cueva.

Hinata frunció el ceño, esperando a que aquel lobo saliera.

Pero, lo único que escuchó fueron unos pasos muy blandos y frágiles. Al ver al suelo, pudo ver a un pequeño lobo bípedo, usaba un gi negro, media al menos un metro y medio de estatura. Se veía viejo, tenia barba y llevaba un bastón.

—Ōkaron... Perro ruidoso, ¿qué dijiste que querías? —preguntó el lobo anciano mientras miraba al heraldo... Aunque... parecía que le costaba enfocar su visión.

—¿Eh? —pensó la asesina al ver al lobo—. Es muy pequeño... Más que cualquiera de los lobos que he visto... Además, tiene más forma de un humano pequeño que de un lobo... Como es que fue un alfa?... o es que esta forma enana, solo es un jutsu de cambio de forma?

—Hōzenki-sama, esta de aquí es Hinata Hyuga, nuestra actual invocadora. Vino aquí a aprender el Senjutsu de las bestias —habló el heraldo con calma.

El anciano gruñó antes de mirar de pies a cabeza a la asesina.

—Espera... ¿Tenemos una nueva invocadora y nadie me lo dijo? —preguntó el anciano, mostrándose algo gruñón—. ¿Por qué nadie me lo consultó?—

Hinata solo miró con una gota de sudor bajando por su nuca.

—Hōzenki-sama, ya se lo habíamos dicho... Ella es nuestra invocadora hace 3 años —dijo el lobo joven.

—¿Pero no era una niña? —preguntó el anciano.

—Eso fue hace 3 años...—

—¿Así de grandes se ponen en 3 años?—

Ante aquella pregunta, Hinata y Ōkaron se miraron el uno al otro incrédulos.

—Perdónalo... Es que está viejo —susurró el lobo.

—Sí...—

En eso, Hōzenki desapareció en un parpadeo y les propinó un golpe con su bastón en la cabeza a los dos, dejándoles un chichón.

—¡Vieja tu abuela!... Aún soy un joven muy macho y poseo mucha vitalidad, tan solo tengo 230 años —dijo el anciano, haciéndose la víctima. —Aun estoy en mis mejores dias sin duda—

¿En serio este tipo es un sabio?... Mejor le hubiera pedido a Naruto que me llevara al Monte Myoboku... —pensó Hinata, con una vena en la frente.

El lobo mayor tosió antes de mirarla.

—Bueno, bueno... Entonces, dijiste que te llamabas... Tinaja Lechuga, ¿cierto? —preguntó.

—Hinata Hyuga —repuso ella.

—Oh sí, mi error, Piñata Pechuga —aclaró el lobo, frotándose la nuca.

—Solo escucha bien cuando le conviene, ¿verdad?—

El lobo finalmente rió.

—En fin, Chinata, dices que quieres aprender Senjutsu de las bestias... Me temo que no es una disciplina para humanos —contestó el viejo.

—Hōzenki-sama... Ella no es solo una humana común, cumple con todos los requisitos para poder aprender, solo evalúela —dijo el heraldo, a lo que el viejo le picó la nariz con su bastón.

—¿Tú qué vas a saber, mocoso? ¡Yo soy el que evalúa! Tú estás chiquito para eso, ademas cumplir los requisitos fisicos no es todo lo necesario, las 2 personas que los cumplian ahora son estatuas con forma de furros —dijo el anciano mientras Hinata no podía evitar sentirse algo incómoda—. Pero bueno, no hemos tenido un invocador en años, así que veamos... ¡Porque putas no verificamos?—

El lobo desapareció en un parpadeo.

Hinata sintió como el anciano empezó a presionar sus muslos con las manos. Luego se pasó hasta uno de sus brazos y empezó a palpar los músculos, también a olfatear.

El viejo se pasó un rato pasando de parte a parte, palpando músculos, mientras olfateaba. Finalmente se colocó sobre la cabeza donde empezó a mirar su cabello, como si buscara piojos o algo así, analizándolo con sumo cuidado, luego asomo su ojo a una de las orejas de la chica examinando a fondo.

—Mmm... —el anciano bajó su cara, mirando a la de la asesina. Hinata sintió una vena hinchándose en su frente cuando el lobo le dio una lamida en la mejilla.

Sentía las ganas de propinarle un coscorrón... Pero finalmente el anciano bajó de un salto.

—¿En serio eres una mujer? Tienes músculos de macho —comentó el viejo, burlándose un poco, a lo que Hinata nuevamente sintió un impulso de golpearlo, pero se contuvo.

—Eso no fue educado... —dijo Ōkaron, fulminando al anciano con la mirada.

—Oye, no es mi tipo, me vez cara de pedo... digo, de pelado? me gustan las chicas con mas pelo, y un osico pronunciado, oregitas en punta, cola espongada... uff... eso si prende a cualquiera, ademas esta tiene mucha carne— Comento el lobo a lo que Hianta decidio ignorarlo. —Bueno, volviendo al tema... en realidad tus cuerpo es más fuertes que los de cualquier humano o incluso animal, sin mencionar que tus huesos se sienten muy duros... Bueno, excepto tu brazo izquierdo... Esa cosa parece solo hueso, estuvo en venezu... Nada, no importa —

—Soy algo así como una mutante... Mi cuerpo es más sólido y resistente que el de los humanos comunes —contestó Hinata.

—Mmm, ya veo... Pero hay algo que me perturba en ti... Siento emociones reprimidas, puedo olerlo... Sed de sangre... Violencia... Están en tu interior... Por favor, déjalas salir, no te contengas —dijo el lobo anciano, a lo que Hinata asintió.

Al instante, la atmósfera cambió por completo... Una pesadez enorme se sintió por todo el valle, muchos de los lobos sintieron una sensación de muerte, los pelos se les pusieron de punta. Sentían como si fueran acechados por un depredador muy poderoso, como si fueran a morir en cualquier momento... Era una sensación que helaba la sangre, ponía tus instintos al máximo, algunos incluso podían ver su propia muerte.

El anciano lobo no pudo evitar dar unos pasos atrás mientras se cubría el rostro, como si tratara de evitar que el viento le cayera en los ojos.

Su mirada se posó en algunas de las plantas, las cuales se empezaron a marchitar.

—¡Suficiente! —exclamó el anciano, a lo que finalmente Hinata se detuvo instantaneamente.

—Ugh... Eso fue peor de lo que fuiste hace 3 años... —dijo Ōkaron, tratando de recuperar la compostura—. Jamás sentí un aura como esta...

—Lo siento, jeje... —dijo Hinata, nerviosa, mientras se pasaba la mano por la nuca.

Mientras, el anciano lobo apenas podía evitar temblar... Parecía sorprendido.

—Mocosa... ¿En serio eres humana? —cuestionó el animal, ahora dejando de lado sus bromas.

—Supongo que lo soy...—

El viejo señaló con el bastón a la Hyuga.

—Pude percibirlo... Tienes un espíritu salvaje muy fuerte en tu interior... Es muy potente, al igual que violento... Reprimes mucha ira, sed de sangre e instintos asesinos... Claramente, eres monstruosa en eso, veo potencia... Mas que en los otros 2 aprendices, tienes el control para liberar eso a voluntad a pesar de lo fuerte que es —afirmó el viejo—. Bien... Me has probado que puedes aprender mi Senjutsu, tienes lo necesario. Entonces, voy a entrenarte.

Hinata sonrió antes de inclinarse en una reverencia.

—Se lo agradezco, Hōzenki-sama.

Ante aquello, el lobo negó con la cabeza.

—Aún no agradezcas... Lo que viene será duro, te advierto que será muy peligroso, porque... Tienes que tener en cuenta lo siguiente: si no eres capaz de dominar la energía natural, tu mente será consumida por esa bestia que eres en tu interior... Terminarás por convertirte en un monstruo de piedra —aclaró el anciano—. Pero si lo logras... Serás muy poderosa, podrás usar todo ese caos que tienes dentro para ser una sabia... No te prometo que salgas con vida, pero si lo haces, seras una sabia de las bestias—

Hinata meditó un momento antes de sonreír.

—Acepto el riesgo, haré este entrenamiento.—

—Bien, más te vale estar preparada, vamos a empezar ahora mismo.

Fin Capítulo 76

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