53 [Dolor vs Esperanza parte 1]
En la hermandad de los asesinos.
—¡Esto!... ¡Maldición! —exclamó Naruto, apretando los puños y sintiendo cómo le temblaban.
—¿Qué significa esto? ¿Todos lo estamos viendo? —preguntó Ryomi, estaba muy sorprendida.
—Tengo un mal presentimiento... Esa mujer es como aquella que intentó matarnos en otra ocasión; el aura que desprende es idéntica —agregó Natsu, sintiendo cómo su cuerpo le alertaba de algo malo.
Naruto miró rápidamente a todos los asesinos presentes. A juzgar por sus expresiones, todos estaban observando la transmisión.
—Mierda... Konoha está atrapada en una barrera; Obito está a punto de enfrentarse a Pain solo... Mientras el mundo entero observa... Si le ayudo, será algo público... —reflexionó el Jinchuriki—. Pero... Obito no puede morir... El mundo entraría en pánico... ¡Maldición! Tengo que ir, haré lo que sea necesario.
Naruto se giró mientras ejecutaba un sello manual.
—¡No tengo tiempo que perder! ¡Debo irme de aquí! —exclamó, preparándose para ejecutar el Hiraishin, concentrándose en el sello más cercano a Konoha. Pero rápidamente, Aneko lo tomó de la muñeca, deteniéndolo.
—Espera, esto aún no termina... Debemos salir de este edificio... Algo no está bien —comentó la enana, captando la atención de Naruto—. Mis instintos... Algo no va bien aquí; este lugar ya no es seguro...
Naruto apretó su mandíbula, viendo en los ojos de la asesina que sus preocupaciones eran reales... Algo andaba mal, no podía irse todavía...
Y las sospechas de Aneko eran serias.
—¡Debemos salir del bosque ahora mismo! ¡Tenemos que rescatar a los niños atrapados abajo, todos debemos evacuar! —finalmente exclamó la enana, guiada por sus potentes instintos.
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En Kumogakure... Minutos antes de la transmisión...
Una figura caminaba en lo alto de uno de los edificios; era Samui.
La rubia permaneció en silencio, meditando.
—Ya veo... Así que el Raikage fue asesinado según lo planeado —comentó en voz alta, sonriendo después—. Bien, es hora de hacer los preparativos, el mundo debe saberlo... Pero primero, debemos resolver unos asuntos pendientes; la hermandad de asesinos ya no nos es útil.
La mujer se movió rápidamente por los tejados del área militar de Kumo...
Tras unos minutos, se reunió con un grupo de ninjas junto a una gran bodega.
—El Raikage ha muerto... Orba-sama y Azami-sama deben estar actuando ahora mismo en el ataque al Hokage... Todo marcha según lo planeado. Pero ahora es momento de deshacernos de la hermandad; ya no son necesarios —declaró Samui, y los otros ninjas asintieron.
—Entonces, ejecutaremos el protocolo Armagedón. Traigan el dispositivo —añadió otro.
Varios ninjas corrieron hasta el fondo de la bodega, activando palancas secretas. Una gran puerta se abrió, revelando el arma más poderosa de Kumo: un enorme tanque metálico con un cañón.
—Hemos ocultado esta arma durante años para un momento como este; ha llegado el momento... Preparen el cañón de chakra; vamos a disparar en dirección a la Boca del Diablo. El bosque entero será destruido, eliminando toda evidencia de la hermandad —ordenó Samui mientras se preparaban para mover el arma a un punto estratégico.
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En el país de los demonios... Minutos antes de la transmisión.
—¡Sal de ahí, Moryō! —exclamó Yumi, extendiendo sus manos hacia la tumba del demonio.
Finalmente, el ritual del sello había comenzado.
La tumba del demonio estalló, liberando un aura negra.
—¿Quién anda ahí? ¿Quién me ha despertado? —inquirió una voz desde el interior de la tumba. Era Moryō, el demonio que simbolizaba la maldad del mundo.
Moryō escudriñó a las dos mujeres, Yumi y Shion, ambas serias y preparadas para lo peor.
El demonio no podía salir de su ataúd, ya que carecía de cuerpo físico. Si intentara hacerlo, simplemente se desvanecería.
—Detecto este poder... Eres la sacerdotisa —comentó, refiriéndose a Shion, y luego se fijó en Yumi—. Y tú, aunque desconozco tu identidad, percibo en ti un enorme poder demoníaco y también habilidades de sacerdotisa. ¿Quién eres?
La voz del demonio revelaba tanto curiosidad como interés.
—Soy Yumi Toriya, y he venido para sellarte eternamente, evitando que seas revivido —respondió ella, y el demonio guardó silencio por un momento.
—¿Cómo planeas lograr eso? Ni siquiera la sacerdotisa más poderosa que ha existido podría hacer tal cosa. Con cada siglo, me hago más fuerte, y la maldad en el mundo solo aumenta —respondió el demonio con un tono burlesco, a lo que Yumi simplemente sonrió.
—Hagamos una apuesta, Moryō.
Para sorpresa tanto del demonio como de Shion, Yumi se despojó del cinturón de su bata de sacerdotisa y abrió la bata, mostrando su torso desnudo.
Luego, extrajo de un pergamino algunas herramientas quirúrgicas, en particular un bisturí, con el cual se apuñaló el abdomen, realizando un corte vertical hasta el ombligo. Usó dos ganchos quirúrgicos para abrir la herida, revelando una masa oscura en su interior.
—¿Ninjutsu médico oscuro? —exclamó Shion, impactada.
—Moryō, ¿qué te parece si intentas tomar mi cuerpo? —desafió Yumi—. Puedo resistir tu poder demoníaco y, al mismo tiempo, controlarías el mío.
—¡Espera, no puedes hacerlo! —intentó detenerla Shion, pero antes de que pudiera actuar, el alma de Moryō emergió de la tumba como una masa oscura y se incrustó en el interior de Yumi.
—¡ACEPTO EL DESAFÍO! —declaró Moryō mientras Yumi comenzaba a coser la herida, cerrando su abdomen.
—Ahora te tengo —afirmó Yumi, y sus ojos adquirieron un tono morado, similar al de los ojos de la sacerdotisa.
Ella comenzó a levitar, liberando una poderosa aura oscura, mientras el orbe metálico en sus manos emitía una luz violeta.
—¿Esto es lo que tenías en mente? ¿Sellar a Moryō en tu cuerpo y luego permitir que te sellen? —exclamó Shion, observando cómo Yumi comenzaba a realizar movimientos, los del jutsu de sellado de la sacerdotisa.
—Así es, pero tú también debes participar. Estoy utilizando todo mi poder para contener a Moryō y su fuerza; está luchando por apoderarse de mi cuerpo —explicó Yumi, irradiando oscuridad.
Shion observó, sorprendida, cómo las venas de Yumi se marcaban visiblemente y sus ojos se volvían blancos.
—Está bien —murmuró Shion, comenzando a ejecutar la técnica de sellado de la sacerdotisa.
Shion desató un poder blanco que envolvió a Yumi. Ambas se movían al unísono, en perfecta armonía y sincronía, debilitando poco a poco la oscuridad envolvente.
Pero algo inesperado sucedió, algo que quebraría la armonía establecida...
—Es hora de sentir el verdadero dolor, Obito Uchiha —las palabras resonaron inesperadamente.
Ambas mujeres se mostraron sorprendidas. La transmisión de la pelea del Hokage había llegado...
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Mientras, en Konoha
—Maldición... —murmuró Kakashi, sosteniendo a Rin mientras la sacaba de entre los escombros. Ambos observaban con tensión lo que ocurría; la batalla estaba a punto de comenzar.
—Kakashi, ¿irás a ayudar a Obito? —preguntó Rin, preocupada.
—Lo intentaré... Haré lo que sea necesario —respondió Kakashi con determinación.
De pronto, la expresión de Kakashi cambió abruptamente. Algo había sucedido con uno de sus clones. Se apresuró a salir de la casa, solo para encontrar una escena inquietante: el clon que había dejado con Shiomy había desaparecido, y una figura desconocida estaba de pie junto a la niña, mirándolos con intensidad.
—Je... No estabas tan lejos, "Kakashi-sensei" —dijo la figura desconocida. Era la impostora de Hinata, ahora con su mano posada sobre la cabeza de Shiomy.
La niña estaba paralizada, y la presencia amenazante del jinete del rayo era palpable, lanzando una mirada amenazante a Kakashi.
—¡Tú! ¡Aléjate de ella ahora! —exclamó Rin, intentando salir de los brazos de Kakashi, pero estaba demasiado herida para moverse, y Kakashi la retuvo.
—¿Qué crees que estás haciendo? —preguntó Kakashi, con una mirada furiosa—. Esa no es Hinata, es obvio. Pero el aura de chakra que emana... es perturbadora.
—Oh, solo añado emoción a este evento. Pero será mejor que se queden quietos, o la niña sufrirá las consecuencias —amenazó la mujer, inmovilizando tanto a Rin como a Kakashi con sus palabras.
—M-mamá... T-tío Kakashi... ¿P-papá estará bien? —la voz de Shiomy temblaba al borde de las lágrimas, evidenciando el terror que la situación le causaba.
—No te preocupes, Shiomy. Tu papá estará bien. Regresará para jugar contigo. Todo estará bien. No dejaré que esta terrorista te haga daño —aseguró Kakashi con firmeza, intentando transmitir seguridad a la niña.
—Kakashi-sensei, no deberías engañar a los niños. Obito Uchiha morirá, y si alguno de ustedes se mueve, esta niña también lo hará —las palabras de la impostora paralizaron a Kakashi y Rin—. Eso es, manténganse así, quietos.
Acto seguido, la mujer realizó un sello manual.
—Orba, establece comunicación con el Hokage. Es hora de sellar su destino —ordenó mentalmente.
—Hai —respondió Orba en algún lugar lejano.
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Con Obito
—Entonces, será una pelea entre tú y yo, Hokage —afirmó Pain, mirando fijamente a Obito.
—Así parece. En tal caso, no me queda otra opción que enfrentar esta batalla con todas mis fuerzas —declaró Obito, reactivando su Sharingan.
—Que así sea —sentenció Pain.
Acto seguido, el camino Ashura se lanzó al ataque. Su cuerpo mecanizado reveló una enorme cuchilla afilada y dentada. Gracias a sus mejoras, este Pain era especialmente rápido en combate cuerpo a cuerpo, pero Obito, con su Sharingan, lograba seguir sus movimientos.
Con agilidad, Obito se apartó, permitiendo que la cuchilla pasara rozando su rostro. Luego, ejecutó rápidamente una serie de sellos manuales.
—¡Estilo de fuego! ¡Humo cegador! —exclamó el Uchiha, liberando un torrente de humo negro que oscureció el área.
Sin embargo, el camino preta se unió a la ofensiva, comenzando a absorber la neblina sin esfuerzo.
Obito aprovechó la cortina de humo para analizar la situación, moviéndose ágilmente para ganar tiempo.
—Debe ser obra de esos ocultistas... Naruto los mencionó como jinetes. Irradian un chakra repugnante... Quieren verme muerto, usando a Pain como su peón —razonó Obito internamente. —Debo aguantar hasta la llegada de refuerzos... O quizás deba huir con el Kamui y planear un contraataque junto a Kakashi y los demás.
Pero el tiempo para reflexionar era limitado. En menos de cinco segundos, el camino preta había absorbido completamente el humo.
—¡Kushiyose no jutsu! —escuchó Obito. El camino animal había invocado a dos bestias: un ave de pico afilado y un cerbero.
Las criaturas atacaron de inmediato. El ave surcaba el cielo, lanzando explosivos, mientras Obito corría por el campo de batalla esquivándolos. Al mismo tiempo, el camino Ashura desplegó misiles desde su brazo.
—¡Maldita sea! —comento Obito al ver los misiles persiguiéndolo y los explosivos del ave rodeándolo, justo cuando el cerbero se lanzó para morderlo.
De repente, una gigantesca explosión sacudió el área. Trozos de roca y polvo se dispersaron en todas direcciones, impactando a los espectadores.
Sin embargo, Obito emergió ileso de la explosión, saltando ágilmente. A su espalda, el cerbero resurgía más poderoso y con más cabezas, forzando al Hokage a huir de nuevo.
—Son increíblemente rápidos y persistentes... Me han forzado a utilizar el Kamui... No puedo teletransportarme ni absorber ataques a distancia mientras me vuelvo intangible para esquivar —pensó Obito, observando cómo el camino humano se abalanzaba sobre él con una técnica de Taijutsu. Sabía que no debía permitir ningún contacto.
El Hokage esquivó con destreza cada golpe del camino humano, evitando incluso el más leve roce. De repente, se encontró con el camino Ashura a su lado, apuntándole a la cabeza con un cañón de chakra.
—¡Esto es demasiado absurdo! —exclamó Obito, justo antes de que un rayo atravesara su cabeza, impactando en una roca y causando una explosión.
Afortunadamente, Obito salió ileso. Aprovechando la confusión, agarró al camino humano por la bata y lo arrojó contra el camino Ashura, haciéndolos retroceder.
—¡Estilo de fuego! —gritó Obito, realizando sellos manuales mientras se alejaba, lanzando una potente bola de fuego a sus oponentes. Sin embargo, fue en vano; el camino preta se interpuso, absorbiendo el ataque.
El camino preta se lanzó al ataque, sacando una barra negra y apuntando al pecho de Obito. El Hokage, con agilidad, esquivó el golpe y contraatacó, aunque su puñetazo también fue esquivado.
—Están sincronizados... todos ven lo que el otro ve. Aunque mi Taijutsu sea superior, no puedo acertar mientras todos me observan —razonó Obito, mientras esquivaba una barra que volaba hacia él.
—Bancho Tenin —susurró el camino deva.
—¡No, otra vez! —pensó Obito, sintiendo cómo era atraído violentamente hacia Pain.
Obito cruzó a través de su adversario con el Kamui, aterrizando apenas en una gran roca que se agrietó bajo sus pies.
—¿Podemos hablar, Pain, o Nagato, o como sea que te llames? Supongo que minimo eres civilizado —preguntó Obito de forma sarcastica, viendo a los Pain listos para el ataque.
—Las palabras ya no tienen lugar aquí —declaró el camino deva, mientras el camino Ashura y preta reanudaban su asalto.
—¡Necesito escapar para formular un plan! Puedo atravesar las rocas y... —empezó a pensar Obito, interrumpido por una voz en su cabeza.
—Hokage-sama, parece que tu combate no va bien. ¿Acaso planeas huir o esperas refuerzos? —sonó la voz de Hinata, transmitida por Azami a través de Orba.
—¡Fuera de mi mente! No sé qué planeas, ¡pero no lo conseguirás! —respondió Obito, bloqueando un golpe del camino preta y esquivando otro del camino Ashura.
—Me temo que ya he logrado lo que quería. Solo escucha: no sobrevivirás, y no intentes huir —amenazó la voz.
—¿¡Qué!? —exclamó Obito, confundido, justo cuando el ave de pico afilado se abalanzó hacia él a gran velocidad, con los caminos preta y Ashura apartándose.
En un instante, Obito colocó un kunai explosivo en el suelo y se lanzó hacia atrás, evitando el impacto del ave que se estrelló contra el suelo para luego estallar con el kunai así desapareciendo. El Hokage todo por el suelo debido a la onda expansiva , seguía oyendo la voz de la falsa Hinata.
—Hokage, tus refuerzos no vendrán; Konoha está atrapada en una barrera creada por nosotros. Estás solo en esto... y si piensas en huir, mira esto —dijo la voz, mostrando mentalmente a Obito la imagen de su hija en peligro, dejándolo en un estado de shock—. Si intentas escapar o hacer algo inesperado, ella morirá. Solo si ganas esta batalla, la liberaré. ¿Es un trato justo, no? Disfruta de tu pelea, Obito-sama.
La voz se desvaneció, y Obito quedó congelado por un momento, la imagen de su hija aterrorizada carcomía su mente. Sin embargo, cada segundo de distracción podría ser fatal en la batalla.
El camino preta se posicionó frente a él, blandiendo una barra negra, con esto atacó directo al pecho de Obito, quien instintivamente colocó sus brazos para protegerse y trató de volverse intangible. Pero la barra atravesó su brazo de lado a lado... El Hokage hizo un gesto de dolor, luego uso su agilidad para romper la barra y dar saltó hacia atrás.
—Maldición... este tipo puede absorber ninjutsu... Aunque el kamui sea muy fuerte... sigue siendo un ninjutsu... este tipo puede tocarme —pensó, frunciendo el ceño para luego retirar la barra de un tirón, dejando que la sangre fluya y su mano quede temblorosa.
—Pensé que te tomarías esto más en serio, pero solo pareces hablar. Frente a un dios, tu poder es nada —declaró Pain.
Los espectadores, alarmados, contemplaban la primera herida grave en la batalla, un golpe que Obito apenas habia logrado evitar que fuera letal.
—Su Dojutsu parece hacerlo intangible a los ataques físicos... Pero aún es vulnerable a las ondas, ya que no se hace invisible, puede ver y escuchar mientras está en ese estado... Además he podido atraerlo y repelerlos... Por lo que también le afecta la gravedad —analizó Pain mientras una barra negra empezaba a salir de su manga.
—Están jugando conmigo... llevándome a límites que nunca imaginé como padre y Hokage —pensó Obito, apretando los puños—. Pain, necesito saber una cosa...
Pain se quedó en silencio, y Obito continuó:
—¿Eres consciente de que al matarme, dejarás a una niña sin padre? ¿Qué esa niña odiará al asesino de su padre? Al igual que si destruyes Konoha, heriras a muchos niños huérfanos... En verdad, ¿estás dispuesta a llegar tan lejos?— Cuestino el Hokage con un semblante de seriedad
—Pareces seguro de tu muerte, Obito, pero eso no cam...
—¡RESPONDE! —exclamó Obito.
—Claro que soy consciente, en dado caso, tu hija experimentara el verdadero dolor, y madurara, al igual que la gente del pueblo que cree en ti. Tu muerte, representara la madurez de Konoha y el crecimiento de la misma, luego de que experimenten el dolor infringido por Dios—respondió Pain levantando sus manos al cielo
—Que ridículo, y pensar que temía a alguien como tu... Hablas de que el dolor genera odio, y el odio guerra que a su vez causa más dolor y el ciclo se repite... Pero, ¿tu método de paz es causarle dolor a otros para que maduren como supuestamente lo hiciste tu? Incluso inocentes... Jejeje... Tu no eres nadie para hablar de madurez... Eres, solo un puto mocoso resentido con el mundo, metido en el cuerpo de un adulto con ojos de cebolla, que se cree especial! No eres un dios! No eres paz! No eres mejor que las guerras, ni los que las provocan! Eres solo una parte más del ciclo del que tanto hablas, eres el odio generado por el dolor!— Respondió Obito, empezando a emitir calor —Eres un idiota con poder que oculta su odio con el discurso de ser dios! Solo eso!—
Los espectadores, podian escuchar el discurso del Hokage quien empezaba a emanar un aura de calor que poco a poco empezaba a convertirse en flamas de color azul.
—Ahora, te mostraré lo que significa ser fuerte... Lo que significa ser un adulto, lo que es la madurez... El deber del fuerte, es proteger a los suyos, para que se hagan más fuertes. Ser adulto significa afrontar la vida con la cabeza en alto y valentia, ante cualquier adversidad, entender que no es fácil, un adulto maduro da ejemplo a los más jóvenes para que crezcan con ideales sanos... Pain, no eres ninguna de esas cosas! —Finalmente, el Uchiha se recubrió por un aura ignea de color azul, mientras se colocaba en pose de pelea —NAGATO! Yo voy a castigarte por todos tus pecados!—
Rodeado de suaura ígnea, Obito se preparó para el combate, activando el jutsu perfeccionado con Sasuke.
—Eres solo un idealista muy arrogante, Obito Uchiha —respondió Pain, ante lo cual todos los pain se lanzaron de nuevo al ataque sin piedad.
—¡Kushiyose no jutsu!— invocó el camino animal, trayendo a un buey y un cienpiés que rápidamente se sumergió bajo tierra.
El camino Ashura se lanzó rápidamente al ataque empezando por 4 misiles.
El Hokage tomo 4 Kunai que infundio en fuego para luego arrojarlos, causado que explotarán en el aire.
Paso seguido el camino Ashura se lanzo cuerpo a cuerpo, desplegando una enorme cuchilla para golpear el rostro del Uchiha.
Sin embargo, Obito rápidamente lo atrapó por el antebrazo, utilizando su fuerza mejorada para levantarlo y luego azotarlo contra el suelo.
—¡Agh!— gritó Obito, antes de propinarle un puñetazo en la espalda que desató una potente explosión ígnea, reduciendo el cuerpo del enemigo a cenizas en segundos.
Pero en medio de esta victoria, el Hokage no podía bajar la guardia, ya que de debajo del suelo emergió el cienpiés, rompiéndolo. Obito rápidamente atrapó las mandíbulas de la criatura con sus manos desnudas.
El cienpiés siguió su camino arrastrando al Hokage, quien intentaba frenarlo.
—¡Púdrete, sucio insecto!— Exclamo el Hokage, antes de darle un rodillazo en la parte inferior de la cabeza, haciendo que la criatura se quemara hasta desaparecer en una nube de humo.
—Ya veo... Una armadura de chakra basada en el elemento fuego... Puede ejecutar ataques de fuego de alto calibre sin gastar mucho chakra y sin hacer sellos...— analizó Pain. —Pero sigue siendo chakra al fin y al cabo.
En ese momento, el Hokage vio cómo el camino preta se posicionaba frente a él y rápidamente intentaba golpearlo, lo que llevó a Obito a mantenerse a distancia.
—¡Este tipo es el más molesto!— pensó el Hokage mientras era perseguido por el mencionado. De repente, vio por el rabillo del ojo cómo el camino humano intentaba tocarle la cabeza.
El Hokage se agachó rápidamente, preparando un orbe de fuego en su mano de un color azul blanquecino, tan ardiente que distorsionaba el aire a su alrededor. Una vez listo, lo estampó contra el estómago del Pain, quien inmediatamente después de recibir el ataque, escupió espuma y empezó a liberar vapor por la boca, nariz y ojos.
El camino humano cayó al suelo completamente deshidratado, con una enorme herida carbonizada en el estómago, dejando un agujero.
Pero sin darle tiempo al Hokage para descansar, el buey y el cerbero se lanzaron al ataque...
Obito rápidamente se impulsó con sus llamas para lanzarse sobre el cerbero, colocándose sobre su cabeza.
—Tú eres la invocación más molesta...— Dijo, colocando sus dos manos sobre el animal, que comenzó a ser absorbido. En unos segundos, el enorme perro de múltiples cabezas fue tragado por el kamui. —¿¡Eh!?
Para su sorpresa, el camino Ashura ya estaba de nuevo detrás de él, su cabeza se abrió y múltiples rayos de energía salieron disparados. Sin tiempo para moverse ni para hacerse intangible por haber usado el kamui segundos antes, el Hokage se protegió con las costillas del Susanoo.
Los rayos de energía impactaron contra el esqueleto de chakra, causando múltiples explosiones donde el Susanoo comenzó a agrietarse.
Cuando finalmente las explosiones cesaron y Obito se reincorporó deshizo el susanoo, solo pudo ver cómo el camino Deva estaba frente a él intentando atacarlo con una barra negra, cosa que el Hokage bloqueo con un Kunai, ambos se miraron fijamente mientras forcejeaban... Entonces Obito se percató de como su oponente apuntaba su mano libre hacia su pecho
—Shinra Tensei— pronunció.
Inmediatamente, el Hokage salió disparado por los aires mientras escupía sangre por el golpe, por lo que nuevamente se cubrio nuevamente con las costillas del Susanoo, hasta chocar contra una enorme roca que se agrietó formando un cráter.
La defensa del Hokage había sido destrozada, las costillas del Susanoo estaban quebradas, y él había recibido bastante daño en el impacto. Finalmente, el Susanoo desapareció.
—Bancho Tenin— anunció el camino Deva, y una enorme roca se elevó en el aire para luego caer sobre Obito, haciendo temblar el suelo.
El camino Ashura se unió al ataque, lanzando una ráfaga de misiles que hicieron estallar el lugar.
Cuando el humo y el polvo se disiparon, se vio a Obito salir de un salto, aún con su transformación de fuego, pero claramente herido y sudando profusamente.
—Ya veo, no puedes hacerte intangible mientras usas el Susanoo. Y parece que en general no puedes hacer muchas cosas al mismo tiempo en ese estado— comentó Pain observando la situación.
—¡En serio me lanzaste una roca!? ¿¡Qué clase de ninja imbécil muere con una roca!?— exclamó Obito, para luego empezar a mirar la situación—Esto no pinta bien... Aunque fui capaz de matar a dos con mi velocidad mejorada, ya están de pie otra vez...
Obito fijó su mirada en el camino Ashura, a quien había reducido a cenizas, pero ahí estaba, como nuevo. Por otro lado, veía por el rabillo del ojo cómo el camino humano estaba siendo reconstruido por una especie de cabeza que emergía del inframundo, invocada por el camino Naraka.
—Ese es el Pain que revive... Está detrás de los demás... Debo eliminarlo antes que a cualquiera de los demás, pero... No puedo acercarme, incluso con el Kamui, me atraen o repelen... Es difícil acercarse— pensó Obito, frunciendo el ceño mientras intentaba idear una estrategia. Empezaba a sentirse agotado por el calor de su jutsu, sus ojos sangraban y su chakra disminuía.
El Hokage apretó sus puños, preparándose para continuar. Esos dos segundos de pensamiento eran todo el tiempo que tenía.
—Tengo que derrotarlo rápido... Pero no tengo un plan concreto... No voy a resistir este ritmo todo el tiempo, es demasiado fuerte para mí... Maldición, no podré derrotarlo si no pienso la forma de encontrar su verdadero cuerpo— El Uchiha apretó su mandíbula, sintiendo la impotencia invadirlo mientras era observado fijamente por los ojos rinnegan de los Pain.
Sin embargo, algo inesperado ocurrió, algo que cambiaría el rumbo de la pelea.
—¡Hokage-sama! ¡Hokage-sama! ¿Me escuchas? ¡Soy yo, Ino!— se oyó una voz femenina resonando en su cabeza.
—¿Eh? Ino, es bueno escucharte, aunque estoy en un momento complicado! Aunque... Esto es buena señal!— respondió el Hokage con una apenas perceptible sonrisa, viendo cómo los Pain se preparaban para continuar el ataque.
El Hokage se defendía y evitaba los ataques como podía, mientras escuchaba la voz que le hablaba...
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En Konoha, unos segundos antes.
Karin estaba curando el cuerpo herido de Ino, quien poco a poco dejaba de sentir dolor.
—Tranquila... Ya voy a terminar— dijo Karin mientras se concentraba. Aunque era difícil, ya que al mismo tiempo podía ver cómo Obito se enfrentaba a Pain, luchando con todas sus fuerzas.
Todos permanecían en silencio, incapaces de ocultar su preocupación por el Hokage, quien se encontraba bajo una intensa tensión durante toda la pelea.
—Odio esta situación... Todos aquí quietos, sin hacer nada, mientras Obito-sama lucha a muerte contra ese tipo...— declaró Choji, apretando los puños.
—Es una situación fastidiosa... Hokage-sama está usando técnicas de alto nivel que nunca había mostrado antes... Pero, aunque logre resistir... Se nota que poco a poco pierde fuerzas...— analizó Shikamaru, también impotente ante la situación.
—Esa no es la peor parte...— agregó Ino con preocupación.
—¿A qué te refieres?— preguntó Karin, sorprendida.
—Según la información de Jiraiya-sama y del propio Obito-sama... Ninguno de esos sujetos es el verdadero Pain... Son solo marionetas... Él lo sabe muy bien, pero está claro que no puede hacer mucho más que enfrentarse a los títeres... E incluso si los derrota, no vencerá al verdadero...— explicó Ino, mientras Shikamaru fruncía el ceño —Probablemente solo este peleando con ellos de esa forma porque no tiene as opción... De otra forma probablemente estaría huyendo de ellos para encontrar al verdadero...—
—Mierda... Esto no terminará bien si la pelea sigue así... A este paso, Obito...— dijo Choji en voz alta.
—Pero, ¿cómo controla el verdadero a los otros Pain? Tal vez Obito-sama esté ganando tiempo mientras busca una manera de encontrar al verdadero o evitar que los controle... A juzgar por su expresión, siempre está pensando... Aunque algo le impida huir de ahí, está claro que el sabe que no puede ganar si va contra los titeres— comentó Shikamaru, reflexivo.
—Imposible... Dudo que en esa situación, donde cada segundo es crucial y sin ninguna habilidad que le ayude, pueda encontrar al original... Talvez este pensando en algun método, pero me duele decir que no veo como podría por si somo— respondió Ino claramente entristecida, metiendo cuidadosamente la mano en su riñonera.
La rubia sacó un trozo de barra negra, que todos observaron atentamente.
—¿Qué es eso?— preguntó Shikamaru.
—Esto es lo que usa Pain para controlar sus cuerpos... Son receptores de chakra. Si se fijan... Los Pain tienen estos clavados en varias partes de sus cuerpos, e incluso los usan como armas, según entiendo, para inmovilizar— explicó Ino, mientras Shikamaru parecía sorprendido y luego pensativo.
—¿Ino, podrías usar tu jutsu de transferencia mental desde esta distancia para comunicarte con el Hokage? Tal vez puedas rastrear la señal de chakra que recibe esta barra. Eres una ninja sensor, quizás...— empezó a decir Shikamaru, pero Ino negó con la cabeza.
—Mis habilidades sensoriales no son tan fuertes... Ni siquiera puedo sentir a Obito-sama desde aquí... No podría comunicarme con él sin saber dónde está o sin sentir su chakra... Y rastrear el origen del chakra de esta cosa sería imposible para mí limitada capacidad...— respondió Ino, pero Shikamaru la interrumpió.
—Ino, tenemos que intentarlo, podemos usar tus habilidades para ayudarlo. Tal vez podríamos localizar al verdadero y decírselo— insistió Shikamaru, pero Ino negó nuevamente con la cabeza.
—¿¡Crees que no lo intenté ya!?... Y dime, incluso si logramos decirle... ¿Crees que Pain le dejará salir del campo de batalla para que vaya a por él?— contestó Ino, luciendo dolida. Probablemente se sentía inútil a pesar de que sus habilidades podrían ser de ayuda si fuera más hábil.
—No sé si Obito-sama pueda salir del campo de batalla para atacar al Pain original... Pero, ¿crees que quedarse luchando hasta morir con esos títeres es mejor?— continuó Shikamaru.
Sin embargo, antes de que Ino pudiera responder...
—Chicos... ¿Y si yo hago el rastreo? —Esta vez, quien habló fue Karin, con una mirada llena de determinación—. Yo sé que puedo hacerlo, solo necesito concentrarme lo suficiente... ¿Eso bastará para que Ino pueda comunicarse?
Inmediatamente, la rubia dibujó una sonrisa en su rostro.
—Si lo logras, será suficiente. Podemos conectarnos tú y yo, así sentir lo mismo que tú... Podrías servir como puente entre el Hokage y yo —declaró Ino.
—Bien, en ese caso... ¡Tenemos que hacerlo! —exclamó Karin.
Ambas se prepararon para intervenir...
Fin del Capítulo 53.
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