23 [Fuga]
—AHHH!!— Un fuerte estruendo sonó por todo el lugar, algunos de los investigadores vieron con asombro mientras que otros solo se quedaron callados al igual que los policías
Aneko estaba golpeando una y otra vez una de las paredes, e incluso lanzaba patadas... Y aún así, el muro de acero reforzado se mantenía intacto, al pasar sus garras estás tan solo chispeaban sin llegar a dejar ni un rasguño en la superficie... Aún así, aquellos golpes causaban estruendos, y la fuerza y velocidad a la que viajaban, era sorprendente, ninguno querría estar al otro lado de ellos.
—Debo admitir que tú fuerza muscular es aterradora, con esos golpes que lanzas perfectamente liberas suficiente fuerza para matar a decenas de personas... Pero esos muros están diseñados para anular este tipo de golpes, es inútil— Comentó el Dr.Michu mientras observaba los intentos de la asesina por salir
—ha estado así... Desde que le dijimos que no se podía comer el cadáver del investigador... Ni siquiera trato de rechistar ante nuestra negativa... Probablemente...— Pensó Marilú, pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un estruendo más fuerte que los demás sonó
Para sorpresa del doctor Michu, la asesina había lanzado un último puñetazo, el cual le había hecho una abolladura al muro... Aneko por su parte estaba respirando pesado, finalmente se dejó caer sentada al suelo
—Oigan! Si no me van a dejar comerlo, al menos denme algo de comida! Me estreso y me cabreo muy fácil cuando mi estómago me ruge!— Exclamó la mujer, a lo que todos la miraron con incredulidad
—Que curioso... No hemos sacado el cadáver, y la verdad es que no somos capaces de hacerlo contigo ahí dentro... Aún así, ¿nos pides permiso para comértelo? ¿Que te impide simplemente hacerlo sabiendo que no podemos impedirlo?— Cuestionó la detective, a lo que todos fijaron su atención en ella, incluso la asesina. Los investigadores también tenían curiosidad por esta pregunta
¿Acaso la asesina obedecería órdenes de gente ajena? O ¿lo de comerse a ese sujeto, era una broma bien actuada?
—Bueno, los asesinos también tenemos principios o algo así... Respetar a quienes matamos es uno, supongo que comérmelo sin el consentimiento de su gente, seria falta de respeto, ¿no?— Respondió ella mientras su estómago empezaba a rugir nuevamente
—¿Principios? Ya veo... Entonces, ¿alguna vez te haz comido a un ser humano o te lo han permitido?— Continuo la Detective a lo que Aneko le dirigió una mirada fulminante, casi como preguntando con la mirada... "¿En serio quieres saberlo?"
—No, pero tengo hambre! Pero, creo que te sorprenderías de cuántas cosas extrañas he comido para sobrevivir. Me han hecho comer todo tipo de cosas, hasta cosas que se supone no se deben comer, nunca he tenido problema con ninguna comida, incluso las que saben más raro. Solo pensé que comérmelo sería buena opción, para calmar a mi estomago, después de todo, es carne, ¿no?— Contesto la asesina cosa que los ahí presentes parecieron entender
—Bien, investigadores, tráiganle algo de comida, a ver si con eso habla— Ordeno la detective
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Mientras, en algún lugar del país del rayo, en la base de los asesinos...
—Maldición!...— Exclamó Isao mientras miraba al suelo
El pecado de la envidia se encontraba junto a los demás pecados, a excepción claro de Aneko y Kenzõ
—Capitán, ¿que ocurre?— pregunto Ohara, mientras que el resto de pecados se quedaron en silencio
Yatira por su lado, ya se había recuperado de la mayor parte de su daño, esto gracias a los tratamientos de Yasu, en parte gracias a su propia resistencia y metabolismo
—No puedo invocar al equipo de Kenzõ... Ni puedo detectarlos con el sello... Maldita sea, deben haber sido sellados...— Respondió Isao claramente furioso, a lo que nadie supo que responder, dejando un largo silencio... Hasta que alguien decide romperlo
—Entonces, ¿que es lo que haremos? ¿Iremos por ellos? O ¿los dejaremos a su suerte?— Comentó Kasuma, el pecado de la Ira, a lo que Isao le devolvió una mirada fría
—... No lo sé realmente... Pero, ahora, no hay tiempo, tengo que ir a hablar con el Raikage, cuando vuelva tomaremos una decisión— Contesto el viejo asesino para luego desaparecer en un borrón de velocidad
—Siendo franco, parece que no es tan buen líder como pensaba el Raikage...— Comentó Yasu, a lo que todos los pecados le devolvieron la mirada
—De hecho, yo dudo que alguno de nosotros lo sea. Domo asesinos, no acostumbramos a liderar o trabajar en equipo, y en la mayoría de misiones en las que trabajamos en equipo, son contadas las que no muere el resto del equipo, a causa del poco compañerismo— Contesto Ohara, y realmente ninguno de ellos podía decir que no tuviera razón... Isao era mal líder, pero probablemente el mejor si se comparaba con ellos.
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Uno de los científicos, había traído una bandeja de acero, sobre la había un gran tazón de arroz y un gran filete de carne a la parrilla... Con extremo cuidado, paso la bandeja por la puertilla inferior de la jaula, la cual era rectangular, con al menos unos 30Cm de alto y 40cm de ancho, deslizando el platillo sin problemas a la jaula, y con un barra de metal la empujó más adentro
La asesina rápidamente se coloco junto a la bandeja y empezó a mirarla con curiosidad
—Puedes comer— Dijo Marilú, mientras que la asesina olfateaba el arroz y luego la carne... Con curiosidad extendió la garra de su dedo índice y pico la carne
—Que comida tan extraña... Aunque, huele delicioso— Comentó la asesina
Su comportamiento era bastante anormal, los científicos y policías se sentían incómodos, era demasiado rara la situación...
—Le traje un filete muy grande y una buena porción de arroz, ya que como vimos, su cuerpo necesita mucha energía... Así que con eso, al menos debería llenarse un poco, como para que confiese...— Pensó uno de los científicos, mientras que Aneko tomo un pedacito de arroz con sus manos y se lo llevó a la boca
—SABROSO!— Exclamó Aneko, para después cambiar la escena por completo, empezando a tragarse la comida
La asesina prácticamente desocupa la taza de arroz en su boca, para después devorar el gran trozo de carne en menos de un minuto, finalmente suspiro aliviada, dejando en shock a sus captores
—MAS! POR FAVOR!— Exclamó, pero rápidamente se negaron con un...
—OYE! ESTO NO ES UN RESTAURANTE! ES UNA PRICION!! NO TE DAREMOS MAS— Exclamó el dr.Michu —Mierda… enserio le gustó tanto? Ese arroz y carne eran de lo más baratos, prácticamente ni tienen sabor… Todos los presos odian esa comida…—
—No fue mucho, pero al menos sirvió para calmar un poquito el hambre, se los agradezco... Y estaba delicioso, que comida más rica, ¿de que animal era esa carne? Nunca había probado una tan crujiente por fuera y suave por dentro, era muy blanda— Pregunto la asesina mostrándose fascinada, a lo que los ahí presentes se quedaron en blanco
—Tan solo era un filete de carne de Res, asado a la parrilla... Ni siquiera estaba sazonado— Contesto la detective a lo que Aneko levanto una mirada brillante y llena de curiosidad
—¿Asado a la parrilla? ¿Es una especie de Res nueva? ¿O es que no existe en mi país? O ¿es ese tipo de comida que preparan de forma especial con calor? Como se llamaba? Coquinada?— Pregunto la asesina dejando nuevamente en blanco a los investigadores, se sentían como si estuvieran hablando con un niño
La verdad es que ella, nunca había probado la comida cocinada. Los asesinos en si, comían la mayoría de su alimento crudo ya que esa mayoría era casada por ellos mismo. Otros habían probado la comida cocinada o habían aprendido a cocinar, pero esto era durante misiones de infiltración, al ser muy inteligentes no les costaba aprender. Hasta entonces tan solo era algo mencionado en la última fase del programa de asesinos, sin llegar a dejarlos probarla.
En el caso de Aneko... Nunca estuvo en misiones de infiltración, o había tenido muchos contactos con la civilización... Por lo que tan solo había escuchado rumores.
—¿En tu país? Bueno, está carne solo se consigue en algunas regiones, y en lugares especiales, a lo mejor si puede haber en tu país ¿de que país eres?— Pregunto Marilú, tratando de aprovechar la inocencia de la asesina, quien rápidamente trato de contestar
—Oh, yo soy del país del.....— Antes de que pudiera decir algo, su voz se cortó, la asesina se llevo las manos al cuello para empezar a toser de forma descontrolada
Le costaba respirar por lo que cada tosido le resultaba bastante molesto, ante esto la Detective rápidamente trato de auxiliar
—Oye! Que ocurre!? Estas bien! Oye!— Pero la asesina no respondió, hasta que finalmente el ataque de tos se detuvo y pudo volver a sentir su respiración normal
—oh, mierda... Odio esa cosa... Me emocioné tanto con la carne que olvide eso— Dijo ella, claramente molesta mientras respiraba pesado y recuperaba el aliento
—Ya veo... Se trata de algún sello para evitar que hables, ¿no es así?— Dijo Marilú, a lo que Aneko se colocó de pie y la miro fijamente
—Si, es eso, pero la verdad es que el sello en este caso no se activo, esto simplemente fue la reacción de mi cuerpo para callarme y evitar activarlo, el sello es aún peor. Hay cosas de las que no puedo hablar en voz alta, o acciones especificas que no pudo hacer... por un momento lo había olvidado, es una pena, así no podré saber si en mi país están esas Res asadas a la parrilla...— Dicho esto la asesina se sentó en el suelo y suspiro, sin siquiera haber notado de que la habían tratado de engañar
—Maldición— Pensó la detective algo frustrada
—Esto de los 7 pecados capitales es muy aburrido, preferiría seguir con la misiones donde solo duermo y como mucho, y una que otra vez mato a alguien.— Confesó Aneko en voz alta mientras miraba a lo alto, esto hizo que la Detective la mirara con intriga
—¿pecados capitales? ¿A qué te refieres?— Aneko le devolvió la mirada, notando que los investigadores y la detective estaban esperando su respuesta
Y también había notado que podía hablar de ello, sin activar el sello... Esto era debido, a que los pecados debían darse a conocer al mundo, para ser temidos, ese era parte de su trabajo, por ello el sello no le hacía nada.
—bueno, somos algo así como una elite de asesinos, los principales líderes de la hermandad, los más fuertes y los más inteligentes... Algo así, no presté mucha atención, y ah, soy uno de ellos igual que mi compañero— Contesto Aneko, esta respuesta dejo fríos a los oyentes
—E-Elite... Tu... ¿Una líder?...— dijo el Dr.Michu.
Sin haberlo sabido, habían capturado a 2 de los asesinos más poderosos de la hermandad, lo cual era algo bastante importante.
—ya veo! En ese caso tendremos que quitarles los sellos y hacer que revelen todo!— Exclamó emocionado, a lo que uno de los detectives lo detuvo
—Espera, como sabemos que no miente? ¿No que el sello le evitaba revelar cosas importantes? Además, es verdad que está mocosa tiene un poder increíble, pero no es muy brillante... ¿Cómo podría ser una de las líderes de una organización que ha pasado años oculta y que nunca ha sido atrapada? ¿Y si nos está tratando de engañar?— Cuestionó el hombre, a lo cual todos pensaron por un momento, y tenía razón
—oh, no miento. Soy mala para eso. Aunque no lo creas, nuestro jefe quiso que yo fuera la líder por mi fuerza... Pero le dije que me daba pereza, además yo le puse el nombre al equipo… por cierto, no soy una mocosa, tengo más de 20 años, pero bueno, puedo oler que hueles a anciano, debes tener como unos 38, ya tienes canas señor… y parece que tendrás alopecia— Contesto la asesina, a lo que al hombre se le dibujo una gran vena en la frente
—ACASO CREES QUE SOMOS IDIOTAS!? QUIERES QUE TE CREAMOS QUE A TI TE NOMBRARON LIDER DE UNA ORGANIZACION TAN PODEROSA, Y LO RECHAZASTE!? ADEMAS! COMO PUEDES SABER MI EDAD CON SOLO OLERME! MALDITA DEPRAVADA!— Exclamó señalándola de forma acusadora con su dedo, a lo que ella le hizo una señal con el pulgar
—SIP— Respondió con simpleza, a lo que el hombre se sintió como si se le estuvieran burlando en la cara, pero antes de que dijera algo más, Marilú intervino
—No creo que mienta... Está chica realmente es tan ingenua cómo parece... Talvez este en esa elite gracias a su poder bruto... Además, puede saber si mentimos, nuestra edad, y quién sabe que más cosas con solo olernos… Dudo que incluso el clan Inuzuka de Konoha sea tan hábil con sus sentidos— Analizo la detective en voz alta, por lo que nadie dijo nada
—oye, no soy ingenua... Solo me da pereza pensar demasiado— Contesto Aneko, por lo que una gran gota de sudor cayo de la cabeza de todos
Nadie sabía que decir, pero finalmente la asesina se colocó de pie
—En fin... Les agradezco mucho esa carne, era muy deliciosa... Pero, me temo que ahora me tengo que ir, mi misión es de compañerismo o algo así... Por lo que debo ir por Kenzõ... Además, siento que algo me llama… algo importante— Declaró la asesina, cambiando el aura del ambiente al instante
—Es inútil! No pueden romper el muro ni las rejas! No puedes escapar!— Exclamó el Dr.Michu, ante lo cual la asesina sonrió mientras se colocaba en el fondo de la celda
—Si, ya me di cuenta, pero ya se cómo salir de aquí— Declaró la colocándose en pose preparada para correr
Entonces, todo el mundo quedó en shock, tal parecía que correría a toda velocidad directo a la puerta
—Esa puerta es igual que el resto de la habitación! Incluso las bisagras están reforzadas! No lograrás nada!— Exclamó el doctor
—¿¡Que demonios pretende!?... Noto que su aura es distinta... Está muy segura de lo que hace... No entiendo— Pensó la detective mientras preparaba un Kunai
—AHI VOY!— Exclamó Aneko, al instante salió disparada desde el fondo de la jaula hasta la puerta...
De inmediato el tiempo parecía verse más lento para la detective y los policías más entrenados, quienes pudieron ver todos los movimientos de la enana... Pudieron ver, como salto directo al agujero de 30x40 cm, el cuerpo de la enana se torció de una forma anormal, sus hombros se encogieron, su cuello se puso en un ángulo de 90°... Y a una velocidad increíble, pasó al otro lado de la reja encogiendo todo su cuerpo y atravesó el compartimiento de alimento
La asesina cruzo derecho y choco contra el muro, dejando un gran agujero en el...
—¿¡Que demonios!? ¿¡Disloco apropósito todos sus huesos y los retrajo para pasar por un agujero tan pequeño!?— Pensó Marilú apenas analizando lo que acababa de ver
—UNA FUGA! ENCIENDAN LA ALARMA!— Exclamó uno de los investigadores
En eso, Aneko empezó a levantarse, mientras todos sus huesos tomaban su posición correcta... Y debido a la forma en que se había encogido, había dejado su bata quirúrgica dentro de la jaula, estando completamente desnuda en frente de todos, pero no parecía siquiera importarle.
—Ustedes me dieron de comer algo muy rico, creo que sería algo grosero de mi parte matarlos, además me caen bien— Dicho esto la asesina desapareció en un borrón de velocidad
—Es demasiado rápida!— Pensó Marilú sin poder seguirla con la mirada, y antes de que pudiera encontrarla, sintió un fuerte dolor en el estómago... Habia recibido un puñetazo en la boca del estómago, tal era la fuerza que casi sentía como si fuera a vomitar, era como si le hubieran dejado caer una bala de cañón en el estómago
En pocos segundos, todos los que estaban en la sala cayeron al suelo con las manos en el estómago, y retorciéndose de dolor, otros habían recibido golpes fuertes en la cabeza con muros o objetos cercanos
—Mierda! La alarma! La alarma!— trato de gritar uno de ellos, pero su voz no salía, estaba ahogada por el dolor.
Ninguno de ellos, siquiera podía arrastrarse, pues sus cuerpos les temblaban, sus fuerzas se habían ido por completo, y la falta de aliento no les dejaba levantar la voz ni un poco
—Bien, ahora me tengo que ir por mi compañero, gracias por la comida!— Exclamó la asesina antes de salir de la habitación a través del agujero que había hecho en la pared.
—ATRAPENLA!— Exclamaron un par de guardias quienes habían llegado a la escena, pues habían escuchado es estruendo de la pared rompiéndose
Uno de ellos rápidamente salto sobre la asesina, quien rápidamente menea su mano, lo siguiente que se ve es como su cabeza cae al suelo junto a su cuerpo decapitado... Mientras el otro guardia se había apresurado a entrar a la habitación, para después presionar el botón de alarma
De inmediato, una luz roja empezó a parpadear por todo el edificio, mientras que una bocina empezó a sonar con fuerza
—ALERTA DE FUGA DE CONTENCION! HAY UNA ASESINA SUELTA! ALERTA!— Exclamó el hombre gritándole al micrófono, alarmando así a todo el cuartel
Mientras, Aneko recogió la cabeza del otro guardia con su mano, entro a la habitación y miro fijamente al hombre tras el micrófono, quien le dirigío una mirada de enojo
—Eres repugnante, un sucio y despreciable monstruo! Te mataremos!— Exclamó empezando a ejecutar sellos manuales
—Eres muy ruidoso... Me desagradas— Dijo antes de arrojarle la cabeza como si fuera un proyectil, está se estrello contra el pecho, rompiéndole la caja torácica, y haciendo que escupa sangre
Sin darle tiempo a nada más, la asesina corrió hasta el a gran velocidad y finalmente le lanzo una patada en la nariz, reventando su cráneo como si fuera un globito, regando sangre y partes de sus cesos por toda la habitación
—¿C-como pudiste?... Uh... E-eres un monstruo...— Dijo Marilú apenas pudiendo susurrar de forma inaudible por el dolor, sin embargo, Aneko pudo escucharla aún en medio de la bocina de alarma, por lo que se colocó en cuclillas junto a ella
—Oye, ¿me puedes contestar una pregunta de suma importancia?— Dijo la asesina agachando su mirada para ver a la detective a los ojos, quien solo le devolvió una mirada de impotencia
—Para ti, ¿que significa monstruo? Toda mi vida, he escuchado eso, pero... Creo que jamás entendí esa palabra— Dijo Aneko, a lo que la mirada de la detective cambio... Notando una vez más, que realmente la asesina era demasiado inocente e ignorante... Podía ver un brillo de inocencia en su mirada...
Entonces, fue cuando lo entendió... Simplemente, mataba porque esa era la reacción que había aprendido, un simple instinto de supervivencia. No había rabia, ira, rencor, odio o algún sentimiento sádico en sus acciones, simplemente actuaba como sabía, así había sido criada, esa era ella, un ser inconsciente del mundo que la rodea y enseñada a matar.
—Porque... ¿Porque está chica?... ¿Que son los asesinos?... Tan poderosa... pero inocente... Pero, ¿porque es parte de una organización criminal?¿Cómo? Porque se uniría a ellos?...— La mujer miro fijamente a los ojos de la asesina, sintiendo una vez más aquella mirada llena de ingenuidad... Y esperando su respuesta a aquella pregunta
La mirada de la detective bajo colocándose sobre el cuerpo desnudo, pudiendo notar todas las cicatrices que tenía, esas no eran de Kunai, ni de ninguna arma... Eran de animales, y de distintas especies, además de cicatrices que claramente eran de quemaduras, o incluso ácidos, aquel cuerpo era un especie de mural que registraba los peores tratos que una persona podría sufrir
Pero, lo que mas llamo su atención, fue ver su vientre, dónde tenía 2 cicatrices diferentes al resto y que eran perfectamente lineales... Esas eran claramente de una cirugía... Una que había sido hecha sobre su sistema reproductivo... Alguien la había esterilizado, era evidente.
—Oye, si puedes contestar mi pregunta? Tengo algo de prisa...— Dijo Aneko antes de voltear la mirada —Puedo escuchar como muchas personas se acercan... Percibo que son hostiles...—
—Acaso ella... ¿Ella en verdad eligió esa vida? ¿Alguno de los asesinos lo hace?— Penso la detective, entonces, de pronto, todo tenía sentido...
Los asesinos como ella, tan solo personas que son transformadas en herramientas por completo, prácticamente objetos vivos e incomprendidos, inconscientes de su propia naturaleza, usados por alguien más para seguir propósitos egoístas. Realmente, ellos no tenían opción... El sello, Claramente serviría para someterlos también.
El enojo de la detective desapareció al instante... Porque, que en realidad, quien estaba detrás de los peores crímenes de la hermandad, probablemente no eran aquellos soldados invencibles enmascarados con aquel uniforme... Si no una persona horrible sentada detrás de un escritorio... ¿Cómo enojarse con un perro, cuando su criador es la verdadera porquería que lo convirtió en lo que es?
Aneko noto la mirada perdida de la detective y que está no podía hablar, por lo que suspiro, y se preparó para la carnicería que se aproximaba
—Tengo que salir de aquí, pero si nos volvemos a encontrar, por favor responde mi pregunta, es de suma importancia — Dijo Aneko, entonces más ninjas llegaron a la habitación, por lo que la asesina empezó a correr en dirección a ellos para atacar
—Tu no eres el verdadero monstruo... El verdadero solo te usa... Y también a los otros...— Pudo susurrar la detective débilmente, cosa que pudo escuchar solamente la asesina
Uno de los hombres tomo una espada y trato de golpearla, pero ella con rapidez le pateó la entrepierna, paso seguido lo tomo del tobillo y lo uso como arma para golpear a todos los demás para abrirse paso, por lo que corrió lo más rápido que pudo al interior de los pasillos, saliendo de la habitación
—Esa era su respuesta?... Sigo sin entender— Pensó la asesina, pero rápidamente se detuvo al darse cuenta de que el pasillo por el que estaba corriendo habia sido bloqueado por un grupo de ninjas
Y por detrás suyo, habían más, quienes la habían seguido
—Muere asesina!!— Exclamaron 2 de ellos, uno en cada lado, ambos empezando a ejecutar sellos manuales
Ambos soltaron una gran bola de fuego sobre la enana, quien rápidamente se cubrió con sus brazos y cerró los ojos, mientras que su cuerpo desnudo era completamente recubierto por las llamas... Tras unos segundos, ambos detuvieron sus jutsus...
Para sorpresa de todos los ninjas, la asesina estaba en medio del pasillo quemado, completamente intacta, ni siquiera su cabello se había quemado, solamente se había erizado un poco...
—Como demonios!? Si no puedes usar chakra! Es imposible que la carne simplemente pueda soportar el fuego!— Exclamó uno de ellos al ver a la mujer completamente intacta
¿La razón? Aunque Aneko no sabía ninjutsu, ni enfocar su chakra como la mayoría de ninjas y asesinos, su cuerpo se había adaptado a situaciones desfavorables por años, incluso a ambientes extremadamente letales, desarrollando así, habilidades físico-biológicas raras incluso en el mundo animal.
El cuerpo de Aneko, es capaz de liberar una sustancia viscosa de sus poros por reacción de su sexto sentido, está sustancia actúa similar como al sudor, como un refrigerante, pero también como funciona una película o membrana invisible e impermeable a toxinas, calor e incluso electricidad, siendo un aislante natural. Incluso su cabello tiene una sustancia similar, pero de menor densidad.
Siendo está una de sus adaptaciones contra las temperaturas extremas a las que había sido sometido durante el programa de asesinos.
—Parece que ustedes no quieren dejarme llegar hasta Kenzõ...— Declaró la asesina mientras sus garras y colmillos se extendían, para después colocarse en 4 patas, sus músculos se habían remarcado y sus pupilas se habían dilatado —Entonces, tendré que abrirme paso—
La bestia estaba libre, y no tendría piedad con aquellos que osaran a intentar lastimarla o interponerse en su camino, era el inicio de una tragedia, que había sido desatada sin ninguna clase de odio por parte de la responsable
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En el país del rayo
Se podía ver a Yugito, quien se había colocado en lo alto de un tejado, observaba la aldea mientras comía de un ventó
Ella parecía sumergida en sus pensamientos, sabía que estaba siendo vigilada por los guardias del Raikage, por lo que simplemente se limitaba a conversar con su Biju
Sin saberlo, había alguien más que la observaba desde la distancia... Esta persona se ocultaba en un callejón y no parecía que hubiera alguien que siquiera notará su presencia
—Ahí esta... Tal como dijo Kaidõ-sama... Puedo percibir confusión en ella... El aura eléctrica de su sistema lo hace evidente...— Pensó la mujer, quien tenía puesto el uniforme de un asesino, debajo de este tenía su forma normal y junto a ella, se encontraba Ryomi, quien estaba inconsciente en el suelo
Se trataba de Azami, quien se había infiltrado en el interior de la aldea, transportando a la pelirroja hasta allí, y usando el traje del asesino
La mujer miro en todas direcciones, sus ojos se iluminaron con aquel brillo azul, haciéndose aun más intenso
—Veo a 8 guardias... Se dividen en parejas y la vigilan desde un punto diferente... Bien, me desharé de ellos rápido— La jinete del rayo, rápidamente levanto a Ryomi del suelo y la oculto en medio de la basura
—Quédate aquí un momento. Serás útil más adelante— Dicho esto la mujer desapareció en un borrón de velocidad
En lo alto de una torre, 2 de los guardias observaban a Yugito, uno de ellos usaba unos binoculares, mientras que el otro tan solo comía un bocadillo de arroz
—Otra vez está ahí... Mirando a la nada, sin duda es una chica muy aburrida— Comentó el de los binoculares sin despegar la mirada
—Si, pero es mejor así no crees? Quiero decir, el Raikage igual nos paga solo por vigilarla, si no se mueve, entonces nos paga por no hacer prácticamente nada— Contesto el que comía la bola de arroz, a lo que su compañero rio
—Ja, si, además es lo mejor para toda la... Eh!?—
En eso, una figura apareció justo detrás de ellos, haciendo que sus pelos se pusieron de punta, al voltear pudieron verla, ante sus ojos era como si un especie de espectro oscuro con forma humanoide apareciera en frente, emanando un aura eléctrica y este los mirara fijamente con aquellos ojos de color azul brillantes que eran irreales.
Uno de ellos trato de gritar, pero las manos del espectro rápidamente se pusieron una sobre la cara de cada uno, cambiando a ser las manos de una mujer... Entonces, una fuerte carga de rayos oscuros fue liberada, cubriendo por completo a los 2 hombres, y estos en segundos fueron desintegrados por completo, solo dejando sus ropas
En realidad, esta escena había ocurrido con todos los 8 guardias, pues la mujer habia usado un jutsu de Bunshin para matar a todos los guardias de forma paralela, todo sin haber llamado ni un poco la atención.
—Listo, todo está perfecto para que empiece la operación— Dijo la mujer, sus clones se habían deshecho, y en un instante había regresado a aquel callejón junto a Ryomi
Sin perder el tiempo, rápidamente coloco a la pelirroja sobre su espalda, luego se llevó uno de sus dedos al cuello, dónde tenía el botón de una radio el cual presiono
—Todos, tomen sus posiciones, vamos a empezar—
Yugito por su lado, sin haberse percatado de nada permanecía en su lugar, completamente pensativa
—Crees que Bee-sensei... ¿También este analizando esto? Quiero decir...— comentó Yugito, pero Matatabi contesto rápidamente
—Lo dudo, muy probablemente ese idiota este haciendo rimas o algo así... Eh!?— De repente la gata cambio su semblante, cosa que Yugito noto al instante
—¿Que ocurre?— La Jinchuriki se colocó de pie mientras que la bestia de 2 colas parecía leer la situación
—Percibo un aura... No me gusta... Es... Es... Siniestra... Una oscuridad terrible...— Expreso Matatabi, a lo que Yugito rápidamente se coloco en alerta y empezó a mirar en todas direcciones
Entonces, logro ver cómo en la torre que estaba al frente de ella, se encontraba una figura misteriosa... Pero, al verla detenidamente, pudo percatarse, era una asesina, ella era la responsable de aquella aura, podía ver su máscara y como una luz azul brillante salía de los agujeros de los ojos, era aterrador
—Mierda... Un asesino! ¿¡Que demonios hace aquí!? Está a la vista de todos y en medio de la aldea! Y... Eh!?— La rubia pudo notar que traía a una mujer en su espalda, la cual claramente tenía ropas civiles
—Mierda.. Yugito, el aura de esa persona no me gusta, no creo que tenga buenas intenciones... Deberías dejar que los guardias se encarguen— Dijo el Biju, a lo que Yugito se volteo en las direcciones donde deberían estar los guardias, solo para ver, como los guardias estaba allí, pero parecían muy tranquilos, era como si la presencia de aquella figura no les importara
—Jajaja! Que divertido!— Exclamó la figura antes de saltar en dirección a Yugito tratando de proporcionarle una patada en la cara, a lo que la Jinchuriki se cubrió con uno de sus brazos, bloqueando el impacto
—Mierda! Viene a por mi!? Cómo sea, esto debería alertar a los guardias... Eh!?— Para sorpresa de la Jinchuriki, los guardias ni siquiera se movieron, parecían tranquilos
—Eres hábil, Jinchuriki del Nibi!— Exclamó el asesino antes de saltar a otro lado del techo de aquella torre alta
—Mierda.. ¿¡porque los guardias no hacen nada!?— Pensó la rubia, pero luego escucho una burla
—Jajaja... De seguro, estarás pensando, "oh, ¿¡porque los guardias no hacen nada!?" jajá... ¿No lo entiendes? soy la mejor asesina de la hermandad! Y he venido por ti! Jinchuriki del Nibi! Los guardias no pueden ver nada, porque están bajo mi poderoso genjutsu!— Declaró la jinete del rayo, para después dar un salto atrás
—Tsk... Ya veo... Así que una asesina mandada para capturarme... Debes ser muy poderosa, pero me estás atacando en un lugar público, la gente se dará cuenta!— Declaró Yugito, sin embargo su oponente solo rio
—Oh, ¿acaso te transformaras en Biju y me atacaras? Estás segura de querer correr ese riesgo? Estamos en una torre muy alta, si lo haces. Tu peso la destruiría, además tus ataques podrían dañar a las personas de los alrededores, si no es que la destrucción de la torre lo hace primero, no crees?— Explico la jinete del rayo dejando a Yugito en shock, aún así rápidamente cambia su semblante para pelear
—bien, aún así puedo derrotarlo si lo enfrentó con solo una parte de tu poder Matatabi...— Pensó Yugito, a lo que la gata asintió, pero la asesina rio nuevamente
—Ahora estarás pensando... Que puedes derrotarme si usas solo una parte del poder de tu Biju, no es verdad?—
Estás palabras dejaron paralizada a Yugito, a lo que la asesina tomo a Ryomi del cabello, levantándola con una sola mano y colocándola en frente suyo
—Pero, y si matas a esta inocente civil? Que harás? Te salvarás a costa de otros?— Al instante Yugito no pudo evitar sudar frío, dando un paso atrás con el terror que sentía, está persona era horrible, su aura lo era, pero al ver su personalidad, había quedado asqueada y aterrada
—Por cierto, he instalado papeles bomba en los alrededores, si tratas de huir los haré explotar, los civiles de los alrededores serán aplastados por el escombro, si es que no los mata la onda expansiva... Y tus guardias, también morirán... Puedes huir corriendo cuando quieras, no te seguiré— Burló la asesina, mientras sus ojos azules brillante tomaban un destello siniestro
—Maldición... Quien demonios es está tipa!?...—
En otras circunstancias, Yugito habría buscado que su perseguidor la siguiera hasta un lugar aislado, dónde pudiera encerrarlo y usar su máximo poder sin herir a la gente a su alrededor... Pero en este caso, su perseguidora se había adelantado, había tomado rehenes, no podía usar su poder o podría dañar a la pelirroja y talvez causar la muerte de decenas de civiles... La habían acorralado en tan solo un segundo
—Pero oye, ¿que te parece si me cuidas un rato a esta?— Dijo la Jinete, para después lanzar a la pelirroja directo a los brazos de Yugito
La Jinchuriki apenas logro salir de su shock para atrapar a la pelirroja y tratar de salvarla, pero en tan solo ese instante en el que ella logro tomarla, la asesina se colocó justo detrás de ella y puso su mano sobre su cabeza
—Duerme bien—
—Yugito!— Exclamó Matatabi
Entonces, una gran carga de electricidad fue liberada sobre la rubia, quien apenas pudo soltar un grito ahogado, para después caer completamente inconsciente al piso, con la pelirroja en sus brazos
—He sobrecargado tu sistema nervioso con electricidad, estarás inconsciente un buen tiempo— Dijo la Jinete del rayo mientras colocaba a la pelirroja sobre uno de sus hombros, y a la rubia sobre el otro —Primera parte del plan, completa, la actuación de mis hombres fue perfecta—
Los guardias en lo alto de las torres sonrieron al ver la captura de Yugito, por lo que hicieron una reverencia
—Buen trabajo, Azami-sama...— Pensaron todos ellos, tras lo cual la mujer cambio su apariencia física a la del asesino del que había robado el uniforme, después de eso desapareció en un borrón de velocidad.
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Horas más tarde, a altas horas de la noche...
—ugh... Dónde estoy?... Que ocurrió?— Pensó Yugito, notando que su cuerpo estaba entumecido
La rubia miro en todas direcciones, notando que este era algún especie de armario de archivos, habían frascos de tinta, pergaminos, y otras cosas en su interior... En frente suyo, habían unas pequeñas entradas de aire, por las cuales se filtraba la luz del exterior
—Mierda... No pudo moverme... No siento mi cuerpo... Matatabi, estás ahí?—
—Si... También estuve inconsciente, no sé que fue lo que ocurrió...— Contesto la gata, a lo que Yugito se sintió aliviada de al menos contar con su compañera felina
—Podemos usar tu chakra para quitarme está parálisis? Noto que no estoy atada con ninguna clase de cuerda, tan solo es mi cuerpo que no me responde...— Cuestionó la Jinchuriki, pero la gata entrecerró los ojos como si estuviera analizando algo
—No... Hay un sello de supresión sobre mi sello, no puedo darte nada de mi chakra... Parece que no será una solución...— Contesto la gata, por lo que Yugito maldijo
En eso, ambas lograron escuchar pasos por fuera de aquel armario, eran pasos firmes y pesados, por lo que la Jinchuriki rápidamente agudizó su vista, logrando ver a través de aquella apertura por la cual se filtraba la luz
—ESTO ES...! ES...!— Al mirar detenidamente, la Jinchuriki pudo percatarse de que estaba en el interior de un casillero de la oficina del Raikage —Que demonios!? Porque me trajeron aquí!? Que es lo que pretendía esa asesina!?—
La Jinchuriki vio a través de las rejillas, que la persona que hacía esos paso, era el Raikage, quien se encontraba en su oficina.
Pudo ver cómo este había cerrado las puertas y camino para colocarse en frente de su escritorio
—Debo llamar su atención! El puede ayudarme! Raikage-sama! Raikage-sama!— Sin embargo, para desgracia de la Jinchuriki, su voz estaba completamente silenciada, tampoco podía mover ni un dedo para hacer ruido en el interior del casillero. Solamente podía limitarse a mirar, parpadear y respirar como mucho.
Por fuera del casillero, el Raikage ni siquiera se había percatado de que la Jinchuriki se encontraba allí, por lo que empezó a ejecutar sellos manuales
—Kushiyose no jutsu!—
Entonces, Isao apareció en frente del Kage arrodillado ante el... Al instante Yugito quedó en Shock, pues con solo verlo podía ver qué se trataba de un asesino de la hermandad, esto debido al uniforme que traía
—Que está pasando!? Acaso es el asesino de antes!?... No, la otra era una chica... Este tipo es más alto... Pero... que hace el aquí!?— La Jinchuriki no sabía que pensar, ni sabía cómo procesar lo que veía
—Isao, querías hablar conmigo, dijiste que era muy urgente y que no se podía esperar hasta que yo fuera a la sede de la hermandad, así que explícate— Empezó el Raikage, por lo que Isao de colocó de pie
—Raikage-sama, iré al grano, tenemos una fuga de información, el Jinchuriki del Kyubi y la shinigami saben nuestro secreto, saben que trabajamos para usted, y peor aún, saben dónde es que está ubicada la base de la hermandad, necesitamos tomar acciones drásticas!— Explico el líder de los asesinos de la forma más concreta posible, pues sabía que al Raikage no se le podía hablar con rodeos, tenía que ser directo
Sin embargo, el peso de sus palabras dibujaron un gesto de ira muy notorio en el Raikage, quien por la rabia que tenía, aplastó el escritorio de un puñetazo
—QUE!? ¿¡CÓMO ES QUE PASO ESTO!?— Grito muy furioso el líder de Kumo
Por otro lado, Yugito estaba impactada, había escuchado algo que realmente la había destrozado, ¿¡La hermandad terrorista de asesinos trabaja para el Raikage!? Entonces, ¿esa era la verdad razón por la que no había ido a los exámenes chunin?
En eso, una figura más apareció y entro por la ventana, se trataba de otro asesino, el cual dejó caer a aquella pelirroja al suelo
—Raikage-sama, la captura de la Uzumaki fue un éxito— Declaró el asesino que acaba de llegar.
De repente la cabeza de Yugito se llenó de mil preguntas, era demasiada información, no sabía cómo procesar todo esto, no podía moverse, no podía hacer nada, estaba como una estatua y su ente era un desastre. Pero, había algo muy claro, era algo que pudo concluir en un instante, y era lo que más le daba miedo de toda esta situación...
Ella no debió haber visto eso.
Fin Capitulo 23
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