17 [La primera cruzada]
En Kusa
-Así que está es Kusagakure, en verdad es una aldea pequeña- Dijo Yatira observando la aldea desde lo alto de un árbol
-Así es, se supone que la asesina de cabello rojo estuvo aquí. Las pistas deben estar cerca de la oficina del Fūttokage - Contesto Yasu
-Me pregunto, ¿que pensara hacer el Raikage con ella? Ha pedido que la capturemos sin matarla- Dijo en voz alta el pecado de la soberbia
-Quien sabe. Pero se supone que ahora somos la élite de asesinos, para que nos haya pedido a nosotras que lo investigáramos apenas saliendo de otra misión, significa que es importante- Analizó Yasu mientras se llevaba la mano al mentón de su mascara
-Tienes razón... Aun así, lo mejor es que avancemos con la investigación, tengo la sensación de que el capitán nos está vigilando- Declaró Yatira a lo que su compañera asintió
Sin mas, ambos pecados ejecutaron sellos manuales, tomando la forma de 2 pueblerinas, para después saltar a las calles de la aldea
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En otro lugar de Kusa
En medio del bosque junto al poblado campesino, se podía apreciar una hoguera, junto a Natsu y a Seiko.
Ambas permanecían calladas mientras miraban al fuego, donde habían acomodado varios trozos de carne gigantescos, se trataba de la carne del oso, la cual había sido deshuesada y despellejada.
Por otro lado, mientras aun estas apenas se cocinaban, se podía ver como de cualquier forma Natsu se comía carne de una de las patas completamente cruda.
-Te advierto, la carne tardará en cocinarse- Dijo Natsu mientras tiraba el hueso pelado de su presa
Ante estas palabras, Seiko solo se volteó a verla
-Vaya... En verdad parece que ser una Kunoichi no es nada fácil señorita...- Respondió ella con cierta admiración en su voz
-¿Kunoichi? Me parece que te haz confundido niña, y no me extraña, considerando tu estado mental, además de tu gran ignorancia- Dijo la asesina, mientras se dejaba caer al suelo y empezaba a mirar al cielo
-¿Que quieres decir? ¿Acaso no eres una ninja?- Pregunto la chica con curiosidad
-¿Si quiera sabes que es un ninja?- cuestionó Natsu a lo que la chica solo negó con la cabeza -Justo como pensé. Eres una ignorante-
-Señorita... ¿Podría por favor explicarme qué es un ninja?- Pregunto con cierta inocencia la chica a lo que la pelirroja levantó una ceja.
Esto era demasiado extraño, era la primera vez en toda su vida, que tenía una conversación... Tan, ¿"casual"?...
En la hermandad, la mayor parte del tiempo, los asesinos se mantienen separados unos de otros, llegando al punto de ser unos completos desconocidos unos con otros.
Solo algunos de gran renombre como ella resultaban conocidos, aun así nada más que su nombre, apodo y descripción física.
Cada que ella tenía una "conversación", era tratada con cierto respeto y distancia, de hecho era como si nada más al hablar se sintiera la diferencia de estatus. Tan solo aquellos asesinos mediocres, como los de antiguas generaciones o los más tontos de las nuevas, parecían no sentir está barrera, llegando a ser irrespetuosos, pero muchas veces muriendo en misiones poco después.
Por el otro lado, sus conversaciones eran con sus futuras víctimas, pero como era de suponerse, esas charlas no eran muy amistosas o realmente buenas, simplemente hablaban de cualquier tema sin importancia, por lo que eran fácilmente olvidables.
Aun si era por el lado de ser respetada, temida y tratada con distinción, o por el otro extremo de ser infravalorada, nadie le hablaba de la forma que lo hacía está mocosa, pues era amable, respetuosa pero a la vez muy confianzuda.
-No tengo porqué responder a eso, además dudo que lo entiendas, como ya dije tu estado mental no parece el más adecuado- Respondió la pelirroja aún recostada
-¿Mi estado mental?-
-No creas que no lo he notado. Basta con mirar tus ojos, tus pupilas están muy dilatadas, me haz estado siguiendo, y por alguna razón pareces no sentir el peligro.- Explicó la pelirroja antes de señalarla -Dime, ¿acaso te drogas?
Ante esta pregunta, por primera vez el rostro de Seiko cambia a uno de incomodidad. A lo que la asesina entiende
-Ya veo, entonces era eso-
-No! No es eso! Al menos no es de la forma que crees...- Exclamó Seiko rápidamente
Ante esta respuesta la asesina se vio intrigada. Algo en esta mocosa le traía curiosidad, por lo que simplemente se volvió a sentar
-Entonces explica, ¿tiene algo que ver con tus padres? ¿Cuando murieron tu empezaste a drogarte?-
-N-no...- Seiko tomo un poco de aire, parecía estar reflexionando de cómo explicar, a lo que finalmente hace una sonrisa
-vale, yo explicó eso, pero tú a cambio me explicas que es un ninja- Dijo la chica con una sonrisa, a lo que la asesina no pudo evitar sentirse rara nuevamente, por lo que simplemente decidió seguirle el juego, después de todo, tenía que esperar a que la carne se cocinara.
Además la idea de charlar con alguien era algo relativamente nuevo
-Esta bien, pero explica tu primero- Contesto la pelirroja, a lo que Seiko solo burló
-Mas te vale cumplir tu parte, no es que yo explique lo mío y luego tú te hagas la tonta- ante estas palabras Natsu solo suspiro
-Entonces yo explicaré primero ¿que más da?- Empezó la asesina mientras miraba al fuego
-Te lo dejaré claro... La palabra "ninja" tiene muchas definiciones, asesino, guerrero, etc... En realidad, existen muchos tipos de ninja. Pero, en el mundo en el que vives, es un término más comúnmente usado para los soldados que hacen uso de ninjutsu, Taijutsu o Genjutsu.- Explicó Natsu mientras se colocaba de pie
-Vaya... Entonces, ¿si eres una ninja verdad?-
-Hay distintos tipos de ninja. Pero, como ya mencioné, hay un tipo muy común y generalizado, y en general simplemente los llaman "ninjas". Por otro lado, hay "ninjas" especiales como yo, que entran en la categoría "asesinos" o "cazadores especiales"- Dijo la pelirroja mientras miraba al cielo
-Somos tan diferentes a los ninjas comunes, que básicamente somos vistos como otro tipo de ser, o facción. Se dice que los ninjas tienen honor, trabajan, son servidores públicos de cierta forma etc... Los asesinos por otro lado, solo sabemos matar, y nos especializamos en ello, no recibimos paga, sobrevivimos, en la mayoría de los casos, somos más unas herramientas que personas. Básicamente somos el tipo de ninja más despiadado, e inhumanizado, se podría decir que muchas veces ni siquiera tenemos una vida civil, y los que la tienen solo es una fachada- Finalizó la asesina, a lo que Seiko se vio impresionada, pero nuevamente y para sorpresa de Natsu, no parecía asustada
-Entonces... ¿Los asesinos son como una especie de ninjas, pero en un término más radical?- Pregunto la chica
-Se podría decir, tal es así, que nadie nos llama ninjas, solo asesinos. Mientras un ninja trabaja en 5 categorías distintas de misiones y reciben un pago, tienen vida social, hogar, etc... los asesinos solo trabajamos en un tipo de misión y no tenemos más paga que el simple hecho de seguir vivos. Sobrevivimos a base de lo que robemos o casemos, y aun así, los bienes materiales, la mayoría de veces nos resultan inútiles- Explicó Natsu a lo que Seiko se vio pensativa
-Suena muy duro... Pero, ¿porque obedecen a quien les coloca esas misiones? Digo, no les paga, entonces ¿porque?-
-Algunos por doctrina. Otros porque no tienen nada más en su vida que eso, y otros porque no tienen opción- Declaró Natsu simplemente mientras se volvía a sentar para después recostarse
-¿Y tu? ¿Trabajas para alguien?-
-trabajo para mi misma. Ya no obedezco a nadie, ni tengo porqué volver a hacerlo, aun así, no soy libre, hay algo que me ata, es mi pasado, el cual quiero y necesito recuperar- Respondió ella con Naturalidad
De alguna forma, esta charla había hecho que la asesina se sintiera bien, de alguna forma, decirle las cosas a alguien resultaba bien para reorganizar las ideas, aunque al decir lo que era a Seiko, era una violación al código, sin embargo en este punto, muy pocas cosas del código le importaban realmente, hasta le llegaba a causar gracia violar estas leyes.
-ya veo...- Dijo Seiko, quien parecía algo triste por la pelirroja quien solo la miró con intriga
-Como sea, ahora explica lo tuyo- Comento la pelirroja
-em... Bueno... Es difícil de explicar... Pero lo intentaré...- Dijo la pequeña
Natsu solo se quedó en silencio esperando a la respuesta de la chica quien finalmente empezó
-La verdad, es que mi padre era un ninja. Uno de Kusa, cuya misión era cuidar ese poblado que viste antes- Comenzó ella
-Era un hombre poderoso, tenía prestigio en todo el país de la hierva, se le conocía como el hombre sin miedo... Se decía que era un hombre muy valiente... Al final se enamoró de mi madre, y me tuvieron- Explicó ella, a lo que la asesina solo suspiro, ya se imaginaba a que iba todo el asunto
-No me digas, tu padre era dependiente a las sustancias, ¿verdad?- Dijo la pelirroja con tranquilidad, a lo que la chica solo asintió
-Todo el mundo creía que era un valiente, pero la realidad, es que sufría un fuerte trastorno que le hacía tener miedo excesivo. Desde muy joven, empezó a tomar una droga que le suprimía los impulsos emocionales para el miedo... La cosa, es que entre mas se aplicaba, más dosis necesitaba...- Explicó la chica, pero ahora reflejando tristeza
-todo el mundo lo respetaba, sin embargo, llegó un punto en el que la droga no era suficiente, y empezó a notarse que era muy cobarde, se dice que de la desesperación, ingirió grandes cantidades, y murió por sobredosis... Al final, la gente descubrió su secreto...- Finalizó Seiko, a lo que Natsu se pudo suponer el resto
-Ya veo, su prestigio se vio deshonrado,. Y tu, naciste con un defecto genético por culpa de la droga, ¿no es así?-
-Si... Todo lo que mi padre representaba fue destruido, la gente empezó a rechazarnos a mi madre y a mi... Sin embargo, nunca nos hicieron nada, gracias a Kokaru-sama, quien es la única sanadora del pueblo, ya que si nos mataban, prometió que el hospital no volvería a atender a nadie, ella era una amiga muy cercana de mamá-
-¿Y tu madre, que fue de ella entonces?- Pregunto Natsu, pero esta vez ciertamente interesada en el tema, y no tanto por pasar el rato
-Ella... Se suicidó... Hizo Seppuku, para tratar de recuperar su honor...- Contesto la joven, pero está vez con una tristeza en su rostro, sin embargo no parecía poder llorar
-Ya veo. Supongo que ese asunto del honor y esas mierdas son un defecto de la sociedad- Dijo Natsu mientras se volvía a sentar, y estiraba su mano para tomar el palo donde estaba la carne de oso asándose.
sin más lo acerco para después darle un mordisco.
-Señorita...- Empezó nuevamente la pequeña, a lo que Natsu solo la miró con el rabillo de su ojo
-¿Qué quieres?-
-Lo que pasa... Es que desde que mi padre no está... Este pueblo, a sido atacado por diversas pandillas ninja...- Por primera ves en toda la conversación, la pequeña parecía apenada, no se veía asustada, pero si incómoda con lo que iba a decir
-¿Y que quieres que haga? No es mi problema realmente, ahora tengo asuntos más importantes.- Contesto la pelirroja de forma cortante, a lo que la chica negó con la cabeza
-No, no es eso... Yo quiero que me enseñe, por favor, déjeme ser su alumna! Quiero ser una asesina!- Exclamó ella, a lo que Natsu realmente se sorprendió.
Aunque este asunto le resultaba demasiado extraño, fastidioso, e incluso diría que parecía una broma y talvez algo demasiado apresurado, teniendo en cuenta lo relativamente poco tiempo que habían estado en junta. Ciertamente sabía que era debido a la naturaleza de la psicología de aquella niña, una mentalidad bastante ingenua realmente.
-Niña, ¿acaso crees que te puedes convertir en un ninja, o asesino de la noche a la mañana? Además, ¿porque quieres tal cosa? Si es para ayudar a esa aldea, entonces eres una estúpida, todos te desprecian a excepción de la anciana, no tiene sentido que los quieras proteger, ni se lo merecen- Cuestionó la asesina
De hecho, en retrospectiva le parecía retorcido que los que eran como ella misma, nunca eligieron la vida que les tocó, ser adoctrinados, y tratados como herramientas, simplemente era algo que no habían escogido.
Muchos ninjas alrededor del mundo, probablemente también eran así, obligados o por sus familias... Aun así, habían personas que decidían serlo por voluntad propia, pero solían ser ingenuas.
Pero esta chica, no estaba pidiendo ser una ninja, si no una asesina, a una persona que apenas acababa de conocer.
-Quiero levantar el nombre de mi padre una vez más, redimir su honor... Desde que tengo 6 años, esa ha sido mi meta! Tiene razón sobre el pueblo, realmente a excepción de Kokaru-sama, ellos no me importan, no tengo el deseo de salvarlos, solo de demostrarles que mi padre era un gran hombre- Declaró la chica, mirando de forma decidida a la pelirroja quien simplemente le dio un mordisco a la carne de oso
-Imposible. Simplemente no puedes ser mi alumna. - Declaró Natsu con tranquilidad, a lo que Seiko abrió sus ojos de par en par ante la respuesta tan despreocupada de la asesina
-p-pero... ¿Porque no?-
-La verdadera pregunta es... ¿Porque debería hacerlo?- Contesto Natsu de forma tajante antes de colocarse de pie
-tengo cosas más importantes que hacer. Tengo que descubrir mi pasado, lo que pase contigo o tu aldea, no tienen porque se de mi interés, además, estas muy vieja para empezar un entrenamiento ninja o asesino, sin misionar, que en el tipo de habilidades que manejo, el miedo es fundamental. Los que no poseen miedo, son débiles, los verdaderos fuertes son los que tienen miedo y lo comprenden, pero no se dejan intimidar- Contesto Natsu mientras empezaba a caminar
-pero...-
-Pero nada, es más, ni siquiera se cual es tu nombre. Hasta donde se, las personas mínimamente deben saber sus nombres para tener tales confianzas - Declaró la pelirroja, a lo que Seiko rápidamente grito
-Mi nombre es Seiko Kashimare! Y aunque no se mucho, se le dice gracias a las personas que cuidan de ti!- Reclamo la chica, a lo que la asesina se detuvo un momento
Probablemente nunca en su vida le habían dicho algo así, por lo que no pudo evitar reír
-Eres muy graciosa niña, aunque será mejor que te regreses a tu aldea jajaja-
-¿que es tan gracioso?-
-fue interesante hablar contigo, pero tengo cosas que hacer. Aun así, te diré un consejo.-
-¿eh?-
-Si de verdad querías hacerte fuerte, y cumplir ese sueño del que hablabas, entonces debiste haberte esforzado. Te quedaste en ese pueblo patético desde los 6 años, ¿que hiciste todo ese tiempo?... Si querías un maestro, entonces debiste dejar el pueblo, y buscarlo, el mundo es demasiado grande, para cumplir tus metas, no puedes quedarte estancada en el mismo lugar que empezaste- Contesto la pelirroja mientras volvía a caminar
La joven se había quedado paralizada ante aquellas palabras, sabía que la asesina tenía razón... Durante todo ese tiempo, nunca había salido del pueblo, o tratado de hacer la gran cosa... Ahora solo veía como Natsu se alejaba
-Por cierto, me llamo Natsu. Y gracias por el cuidado- Comento Natsu de forma burlona antes de desaparecer en un salto.
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Mientras, en Kusa
-Ya veo, señorita Miyami- Dijo el detective mientras le ofrecía una taza de te a Hinata, quien aún conservaba su transformación
El detective había llevado a la mujer hasta una pequeña cabaña temporal la cual se había construido junto a la escena del crimen
-Entonces, ¿si me dejara ver si mi tío es una de las víctimas?- Pregunto Hinata fingiendo inocencia en su voz.
La asesina había tenido que inventarse una historia para convencer al detective de su identidad, lo cual ya había logrado, ahora solo tenía que engañarlo lo suficiente para que le dejara ver las pistas
-Lamentablemente, los cadáveres ya fueron enterrados después de la autopsia. Tenemos una lista de nombres de los ninjas asesinados, sin embargo algunos de ellos quedaron tan desfigurados que ni siquiera pudimos identificarlos.- Explicó el detective sentándose en frente de ella
-¿Y saben porque aquella mujer habrá atacado al Fūttokage?- Pregunto Hinata
De hecho, este era el detalle que más llamaba su atención, pues en caso de ser Natsu y que está hubiera sobrevivido, ¿porque atacaría al Fūttokage? Y en caso de ser una misión de la hermandad... ¿Que importancia podría tener entonces el Fūttokage? Siendo que las cosas de Kusa, generalmente eran de poco interés para el resto del mundo.
Y si fuera un terrorista común, o algún especie de ninja renegado... ¿Que ganaría con simplemente humillar a un líder de tan poca importancia? Pues, según sabía, la asesina del Fūttokage, no había robado nada, ni tomado algún secreto de la aldea, solo se limito a matar.
-Desgraciadamente no, los testigos que interrogamos, solo mencionaron como ocurrió todo, narraron lo acontecido... Pero, no entendemos nada, la mayoría de gente estaba tan aterrada que no se quedó ni con la mitad de lo que la mujer dijo... Supuestamente hablo con el Fūttokage antes de matarlo, pero nadie recuerda sus palabras...- Explicó el hombre de avanzada edad mientras bebía de su te
-Ya veo... En ese caso lo más probable, es que haya sido un asunto personal contra el Fūttokage...- Razonó Hinata, para luego mirar al hombre
Ambos cruzaron miradas por un momento, a lo que Hinata decide proseguir
-Señor, ¿me podría dejar ver las fotos de los cadáveres? Hace no mucho tiempo, en la región donde trabajo, se encontraron múltiples cadáveres ninja, con un patrón de muerte bastante particular... Talvez podrían estar relacionados... Además, talvez pueda identificar a mi tío entre ellos, se como distinguirlo- Mintió ella, a lo que el detective solo levantó una ceja antes de asentir
-Por supuesto, también le daré la lista de nombres que mencioné antes... pero, cuidado, las imágenes pueden ser algo fuertes- Respondió el hombre antes de levantarse, tras un momento se acercó a un casillero donde tomo una carpeta y se la paso a la joven
-se lo agradezco - Contesto Hinata antes de abrir la carpeta
En la carpeta, habían un montón de cosas, como retratos hablados los cuales eran muy distorsionados, habían fotos, habían testimonios transcritos, pero lo más llamativo era una bolsa muy pequeña con tierra, el la cual se podía ver un cabello de color rojo, sin duda se trataba de una muestra detectivesca, probablemente luego la mandarían a un laboratorio o se la darían a los ninjas que vinieran a investigar por parte de las demás aldeas.
Rápidamente Hinata disimulo, y empezó a mirar las fotos, fingiendo perturbarse
Se podían ver fotos de la atrocidad de la situación, hombres destrozados por completo, uno de ellos tenía apenas un cráneo ensangrentado como cabeza.
Tras mirar detalladamente, la asesina empezó a sacar conclusiones
-No hay duda... Recuerdo la invasión de Konoha... Mientras estaba en frenesí vi muchos cadáveres ninja con patrones similares... Según pude analizar de mis recuerdos, Natsu tenía la habilidad de controlar el viento mediante ondas de chakra magnético... Este hombre del cráneo... Claramente fue atacado por una poderosa corriente...- Pensó la asesina mientras observaba con frialdad cada imagen
La siguiente que observo, fue la del Fūttokage, que de alguna forma era la más reveladora, pues se podía ver todos sus órganos esparcidos por todas partes, sangre salpicada, y un gran agujero en su espalda
-El Fūttokage por otro lado... A juzgar por la forma de esa herida, debió reventar de adentro hacia afuera... Los pulmones debieron ser el epicentro de dicha explosión, ya que están hechos puré. El resto de órganos a pesar de estar dañados, están relativamente bien...- la ojiperla entrecerró los ojos, mientras en su mente, recreaba la forma en que había ocurrido todo
Podía ver al Fūttokage, explotando de forma violenta para finalmente quedar de aquella forma
-La única forma de que explotarán los pulmones... Debió ser un gran aumento la presión interna del airé, para que fuera mucho mayor a la presión externa de la atmósfera... mucho mayor para que explotará tan fuerte... Por lo que no pudo ser un jutsu de viento ordinario...- la asesina finalizó su análisis antes de devolver la carpeta al detective
-¿Y bien?-
La asesina libero un sonoro suspiro de alivio, a la vez qué dejaba ver cierta mirada de terror
-Estoy aliviada, mi tío no estaba en la lista ni en esas imágenes, a lo mejor debe estar fuera en alguna misión... Aun así, me aterra que haya alguien así suelto por ahí... Ni siquiera los asesinatos que mencioné antes eran tan atroces... sin mencionar la muerte de nuestro líder... lamento si me veo muy tranquila, es solo que me alegra saber que mi tío está bien...- Explicó la asesina a lo que el detective suspiro algo frustrado
-Ya veo... Me alegro por usted señorita, y no se preocupe, es normal. Aun así, me gustaría hacerle unas preguntas mas, ¿me permite?-
-Claro, aunque, podría hacerme un favor, podría pasarme otra taza de te por favor- Solicito la asesina dejando ver su taza vacía
De inmediato el detective asintió, y volteó, a lo que Hinata aprovecho
Tan pronto el detective se volvio para verla, solo pudo ver un asiento vacío y como la carpeta de evidencias había desaparecido
-¿¡PERO QUE!? SEGURIDAD! TENEMOS UNA FUGA!- Exclamó el hombre mientras presionaba un botón de alarma y micrófono debajo de su escritorio.
Sin embargo, para sorpresa del detective, la alarma no sonó, y el micrófono no respondía... Porque el cable había sido cortado
-Maldición!- Exclamó el hombre antes de tratar de salir corriendo para avisar, pero cae al piso, debido a un cable ninja que había sido puesto en el suelo y se había enredado en sus piernas.
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Mientras, afuera
Hinata había colocado la carpeta dentro de un pergamino y la había guardado dentro de su riñonera
-Listo, ahora solo tengo que usar esas pistas. Sobretodo el cabello, talvez los lobos puedan encontrar el rastro de olor y ...- sin embargo, los pensamientos de la asesina se frenan en seco, su sexto sentido estaba avisándole, al voltearse logra ver a 2 civiles, quienes la miraban fijamente -Debe ser una broma... Ellas son-
-¿Quien es esta mujer?- pensó Yatira desde su disfraz civil mientras miraba fijamente a Hinata. Pero no era la única, Yasu también lo hacía, ambos pecados habían sido alertadas por su sexto sentido... El cual estaba como una bomba, lo que tenían en frente era extremadamente peligroso
Sin esperar a nada, Yasu toma un kunai explosivo y lo arroja en dirección a Hinata, de inmediato la Hyuga lo frena con la mano desnuda y con un rápido movimiento deshace el papel bomba.
Sin embargo solo era una distracción, pues ahora Yatira se encontraba en frente de ella, y le lanza un fuerte puñetazo directo al estómago, a lo que la ojiperla logra usar su mano derecha para frenarla
-Ustedes! Son asesinas de la hermandad!- Exclamó Hinata mientras hacía presión al puño de Yatira para luego girar y con un rápido movimiento le propina una patada al estomago usando su gran fuerza, de inmediato el pecado del orgullo sale disparado perdiendo su transformación
En eso, Yasu se lanza contra la ojiperla a quien le lanza un puñetazo, sin embargo Hinata logra atraparle la mano, el pecado prosigue a lanzar un rodillazo el cual es bloqueado con aún mayor facilidad
-El Taijutsu de esta es muy mediocre- Analizó Hinata antes de tratar de devolverle el golpe, sin embargo algo la detiene, había un aroma en el aire que la hizo sentir extraña
La Shinigami pudo sentir como su respiración se aceleraba, como su boca se llenaba de una saliva muy aguosa, su rostro se calentaba, e incluso empezaba a temblar, siendo sus órganos sexuales los que más la tradiciónaban en este momento.
-Ahora!- Exclamó Yasu antes de darle un puñetazo en el estomago a Hinata dejando que se le escape el aire
-Maldicion!- Pensó Hinata aún desorientada y debilitando su agarre
Yasu da un salto atrás y libera sus extremidades con facilidad, así empezando a ejecutar sellos manuales.
El pecado de la lujuria rápidamente libero una gran nube de neblina de color rosa translúcido, mientras que Yatira empezó a ejecutar 2 jutsus a la vez, así disparando una gran llamarada
Así, una gran explosión es liberada, en medio de la aldea, todas las personas de alrededor empezaron a huir, una de las cabañas cercanas se empezó a incendiar
Sin embargo, Hinata aparece en un destello blanco fuera del alcance de la explosión, perdiendo su Henge
-Mierda... Eso estuvo cerca... No se que me pasó en ese momento... Debió ser algún tipo de ataque quimico- Pensó la asesina mientras se miraba las manos temblorosas, aun podía sentir aquella sensación molesta
En eso, se pudo ver como una gran cantidad de ninjas de Kusa llegaban al lugar, el detective salió del cuartel logrando ver la escena.
Los 2 pecados habían perdido sus disfraces, dejando ver sus uniformes, mientras que Hinata ahora se encontraba en lo alto de un techo observando a sus 2 atacantes
-Así que eras tu, Shinigami- Dijo Yatira observando a Hinata fijamente, el detective y varios de los ninjas fijaron su mirada en la ojiperla, quien solo pudo maldecir.
-¿¡Sh-shinigami!? ¿¡Asesinas!? A ELLA! A ELLAS!- Exclamó el detective
De inmediato los ninjas se lanzaron contra ellas
Varios trataron de atacar a Hinata, uno de ellos le lanzó Kunais los cuales fueron evitados con facilidad, mientras que otro trato de atacarla con un jutsu de viento, pero todos eran inútiles, nada podía siquiera tocarla
3 de ellos tratan de iniciar una batalla de Taijutsu, pero la ojiperla no se contiene para nada, esquiva el puñetazo de uno de ellos para tomarle el brazo y torcerlo, para después propinarle una patada en las costillas que lo derriba. Otro trata de darle una patada voladora, pero ella lo toma del tobillo, y como si el fuera una espada, lo utiliza para golpear al siguiente, causando que ambos queden fuera de combate.
Un kunai vuela en direccion a ella, siendo lanzado por Yatira quien simplemente estaba matando a más de ellos mientras estaban bajo el efecto hormonal de Yasu.
Sin embargo la ojiperla, tan solo toma el Kunai en el aire, y con el en mano, le corta los tendones de los brazos y rodillas a los siguientes 3 ninjas que se lanzan sobre ella.
Más de ellos llegaron, pero esta vez las cosas fueron diferentes
-No tengo tiempo para perder ahora! Tengo una misión- Pensó Hinata antes de liberar su aura asesina, de inmediato los allí presentes se quedaron paralizados, a excepción de Yasu y Yatira quienes tan solo se veían asombradas por su aura tan intimidante
Sin esperar a nada, la Shinigami corrió en dirección a todos los ninjas, y con una velocidad inhumana les robó todas su bombas de humo, y de un movimiento las tiro en todas direcciones, dejando que una gran y espesa neblina cubriera toda el área.
Con esto, la asesina empezó a alejarse de la escena, pero tal y como se lo esperaba, los 2 pecados empezaron a seguirla
-Luchar con estas 2 en este lugar solo sería colocar en riesgo la vida de más personas... Pero a juzgar por sus edades, deben ser asesinas de novena generación... Ni siquiera con el Karaishin podré dejarlas atrás sin que me sigan más adelante... No queda de otra- Pensó Hinata mientras se adentraba al bosque de Kusa
Las 3 asesinas entraron al área, Yatira por su parte empezó a ejecutar sellos manuales
-Katon: ryūka ni jutsu! Futón: Kaze no Ryu!- una gran llamarada ardiente con forma de 2 grandes dragones fue liberada en dirección a la Shinigami, quien rápidamente dio un salto se apoyó de una rama y usando la fuerza de todo su cuerpo se impulsa fuera del alcance de la técnica
No obstante, el dragón de fuego es tal que colisiona con un gran árbol y deja un rastro de fuego en la hierba cercana... Un incendio se había iniciado
Pero el fuego era el menor de los problemas de las asesinas, pues ahora estaban en una batalla.
Yasu tomo un Kunai y se lanzó directo contra la Shinigami, quien en vez de bloquearla, la esquiva y le proporciona un fuerte rodillazo en el estomago, que lanza al pecado de la lujuria directo contra un árbol, tal es la fuerza que el tallo se destroza.
Yatira por su lado, se lanza contra la Shinigami y ambas cruzan sus Kunai mientras saltaban de una rama a otra.
En eso, ambas se lanzan la una contra la otra, donde Hinata suelta su Kunai y toma de la muñeca al pecado de la soberbia, esta trata de lanzar un puñetazo con su otra mano, pero la ojiperla atrapa su muñeca también, así ambas forcejeando en medio de aquel incendio
-NO ERES TAN DESPIADADA COMO DICEN! Ni siquiera mataste a esos ninjas de la hierva!- Exclamó Yatira mientras sonreía bajo su mascara, en su mano izquierda tenía su anillo asesino el cual rápidamente activa tratando de darle a la Shinigami, sin embargo Hinata se percata rápidamente de sus intenciones y le destroza la muñeca así desviando el proyectil
-Su fuerza es demoníaca!- Pensó Yatira mientras hacía un gesto de dolor bajo su mascara -No me subestimes!-
-Mejor cállate, a ti sí te voy a matar- Dicho esto, Hinata le proporciona un rodillazo al estómago, Yatira pierde el aire, pero aún así, usando todas sus fuerzas se las arregla para devolverle un cabezazo a Hinata
Tal es la fuerza que la mascara se agrieta, la Shinigami termina soltando sus muñecas mientras que su frente sangra, pero esta se reincorpora rápidamente, y en un hábil movimiento toma su Kunai, y le apuñala con suma rapidez en el estomago, para después propinarle una patada en las costillas.
Con su velocidad inhumana, la Shinigami toma del cabello a Yatira y la arroja en dirección a un árbol, paso seguido toma impulso y de un salto trata de propinarle una patada en la cabeza, la cual seria el golpe de gracia, probablemente reventándole la cabeza.
Sin embargo, Yasu aparece de entre las llamas del bosque aprovechando el sonido de las ramas quemándose, el olor a quemado y el aire de poca densidad, el sexto sentido de la Shinigami resultaba más débil en estas circunstancias, recibiendo de lleno fuerte patada en la cara que la lanza a volar contra otro árbol
-¿Yatira, estas bien?- Pregunto el pecado de la lujuria, mientras observaba a su compañera herida y se acercaba para ayudarla
-Estare bien...- Apenas pudo responder Yatira, antes de escupir sangre, pero ese no era el mayor de sus problemas
El incendio, se estaba volviendo más y más grande, tanto que la rama en donde estaban se cae a pedazos, por lo cual usando todas sus fuerzas Yasu toma a Yatira y salta a otro árbol, sin embargo los árboles estaban cada vez más a punto de colapsar
-No escaparan!- Exclamó Hinata mientras taba un salto directo a ellas
Yasu por primera vez en su vida, pudo sentir un escalofrío, como su corazón latía con fuerza, su respiración se agitaba, tenía miedo. Ver a Hinata acercarse a ellas a esa velocidad en medio de las llamas, era como ver al mismísimo demonio.
Yatira en los brazos de su compañera, rápidamente empezó a ejecutar sellos manuales
-Abura no jutsu!- Apenas pudo exclamar el pecado antes de disparar una gran cantidad de aceite sobre la Shinigami, esta de inmediato se ve obligada a desaparecer en un destello blanco
Yasu no espera a nada, y empieza a saltar entre los árboles lo más rápido que puede, tenía que escapar del fuego, y aun más, de aquel demonio.
Sin Yatira, era obvio que ella no podría contra Hinata, después de todo, su única habilidad destacable era su uso hormonal, y parecía que Hinata había entendido eso, cuando le dio aquel rodillazo ya que lo hizo con la intención de alejarla lo más rápido posible.
Por su parte la Shinigami también se vio obligada a escapar de las llamas, lo cual logro relativamente rápido con ayuda de su Karaishin
-Tsk... Las perdí...- Se dijo a si misma la asesina antes de escupir un poco de sangre. La cual era de su mejilla, pues la patada de Yasu le había hecho sangrar la mejilla internamente, y aquel cabezazo de Yatira le había dejado una herida en la frente, pero eso era lo que menos le importaba ahora, pues estas heridas sanarían muy rápido.
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Mientras, en Iwagakure
Aneko y Kenzō habían estado horas navegando por los túneles, aunque podían recorrerlos en menos de una hora corriendo, estos iban a paso lento y observando detalles, para no activar ninguna trampa
-¿Cuando saldremos de aquí?- Pregunto Aneko mientras miraba a su alrededor
-no lo se... Pero presiento que estamos cerca- Dijo Kenzō mientras avanzaba
En eso, ambos logran escuchar un fuerte estruendo provenir de algún lugar de los túneles
-¿Y eso?- Dijo Aneko no muy sorprendida a lo que Kenzō solo pensó un momento antes de contestar
-Vino de ese túnel de la izquierda... Deberíamos ir a investigar - Dicho esto, ambos empezaron a caminar a la fuente.
Después de un largo momento de caminar, seguían sin ver o escuchar nada
-Oye, tengo una pregunta de vital importancia...- Empezó Aneko mientras caminaban
-¿Que quieres?-
-¿porque no hay nadie en este lugar?- pregunto Aneko con incredulidad. Sin embargo, en realidad era una pregunta muy obvia que hasta ahora Kenzō no se había hecho, y de hecho tenía lógica
-Que extraño... Si estos túneles son de la mafia y de los criminales... Porque no nos hemos topado con ninguno... A plena luz del día, es cuando mas deberían estar siendo usados... Y hemos estado aquí por horas...- Analizó Kenzō ante la pregunta de su compañera, la culpa había terminado siendo una pregunta realmente importante
Ambos se quedaron en silencio un momento, a lo que el rostro de Aneko cambio ahora mostrándose curiosa
-oye, ¿Que te ocu...?- Trato de preguntar Kenzō, sin embargo la mujer le tapó la boca de inmediato
-¿Oyes eso? Esa voz...- Dijo Aneko mientras se quedaba callada.
Ambos se quedaron completamente en silencio, Kenzō trato de concentrarse lo más posible en escuchar, pero por más que lo intentaba, lo único que escuchaba era la respiración de el mismo y la de Aneko, y si se concentraba más, el sonido de sus corazones, pero no escuchaba ninguna voz
Sin embargo, en el silencio Aneko si podía escuchar una voz que provenía de lo profundo de las alcantarillas, aunque era muy leve, sus oídos podían ser detectados por la mujer.
-Sígueme- Dijo ella mientras empezaba a caminar
Kenzō no dijo nada y simplemente empezó a seguirla... De una forma extraña, empezaron a tomar diferentes rutas de las alcantarillas, derecha, izquierda, etc.... El camino era muy retorcido realmente
Hasta que finalmente lo vieron, era un gran portón al final de un pasillo, del cual una luz leve de antorcha se escapaba por debajo y por un par de ventanillas en lo alto
-¿Que es esto?- Dijo Incrédulo Kenzō mientras colocaba su oído junto al portón, entonces también pudo escuchar las voces
-Parece... Que la gente está ahí dentro.- dijo Aneko, en eso ambos lograron escuchar la voz de un hombre, una voz muy gruesa y de ultratumba, la cual venía del otro lado del portón
-Bien, queridos hermanos y hermanas, daremos inicio al rito de agradecimiento, y le daremos una ofrenda a nuestro señor. rezaremos por que el mundo, cada vez está más cerca de su voluntad- Dijo la voz, a lo que más voces se unieron en un coro, diciendo...
Hai, Kīshan-sama
Fin Capitulo 17
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