Cap 4
ONJUKU
Naruto estaba vigilando en los alrededores vio a Mei Mei salir de la casa, el silencio en la zona se mantenía tenso. A lo lejos, Uraume seguía tirada en el suelo, apenas consciente, incapaz de moverse tras el caos de la batalla y el sello sobre ella, respirando con dificultad y Cerca de ella, el cuerpo sin vida de Sukuna, el Rey de las Maldiciones, permanecía inmóvil.
Naruto, al notar la figura de Uraume, frunció el ceño. No se movió de inmediato, pero estaba alerta. Mei Mei también notó su presencia.
—¿Qué piensas hacer? —preguntó Mei Mei, manteniendo su tono frío y calculador.
—Voy a asegurarme de que no represente un peligro. —Naruto dio un paso adelante, avanzando lentamente hacia Uraume.
Naruto observó a Uraume por un momento, evaluando su estado. El silencio en la zona era pesado, interrumpido solo por el débil sonido de su respiración entrecortada. Uraume, fiel seguidora de Sukuna, estaba al borde de la muerte. Al escuchar la pregunta de Naruto, apenas logró reunir fuerzas para responder.
—No... puedo seguir luchando —susurró Uraume, sus ojos apenas abiertos, observando a Naruto con la poca energía que le quedaba—. Ya no queda nada...
Naruto asintió lentamente. Parecía que la lealtad de Uraume hacia Sukuna era inquebrantable, y, a pesar de estar al borde de la muerte, había intentado mantenerse firme. Sin embargo, también entendía que en ese momento ya no tenía más opciones.
—Respetas a Sukuna hasta el final —dijo Naruto, casi en un tono de reconocimiento. A pesar de todo, respetaba la dedicación de Uraume. Era una lealtad que, en otro tiempo, tal vez habría comprendido.
Mei Mei observaba desde la distancia, sin intervenir, evaluando la situación como siempre lo hacía. Naruto sabía lo que debía hacer, y Mei Mei no lo detendría. Era su decisión, y no había lugar para más luchas innecesarias.
Naruto colocó una mano sobre la cabeza de Uraume. Ella no mostró resistencia. Aceptaba su destino. En ese momento, el Rinne Sharingan de Naruto brilló levemente en sus ojos, activándose.
Uraume no gritó ni intentó luchar. A diferencia de Sukuna, quien había luchado hasta el último aliento, Uraume aceptó su final sin resistencia. Naruto sintió el flujo de energía cuando comenzó a absorber el alma y la esencia de Uraume, lo que terminó rápidamente debido al estado débil en el que ya se encontraba.
El proceso fue rápido y sin el dolor extremo que Sukuna había sufrido al resistirse. Uraume dejó de respirar, y su cuerpo quedó inmóvil en el suelo, junto al de Sukuna. Naruto permaneció un momento en silencio, mirando el cuerpo de Uraume con una mezcla de respeto y tristeza.
—Es lo mejor —murmuró para sí mismo, mientras se ponía de pie lentamente.
Mei Mei se acercó un poco, observando los cuerpos de Sukuna y Uraume. No mostró ninguna emoción, solo su habitual calma.
—Tenia una lealtad hasta el final. Y su manera, fue honorable —comentó Mei Mei, cruzando los brazos mientras observaba la escena.
Naruto no respondió de inmediato. Sabía que Mei Mei tenía razón, y comprendía que no había otro camino posible para Uraume. Había estado demasiado unida a Sukuna, y, con él muerto, su destino estaba sellado.
—A veces, no hay otra opción —dijo finalmente Naruto, mirando de nuevo a los cuerpos—. Cuando tu vida está ligada a alguien de esa manera, perderlo lo cambia todo.
Mei Mei lo observó por un momento, evaluando sus palabras. Aunque siempre había sido pragmática, entendía el peso de la lealtad y las consecuencias que venían con ella.
—Tienes razón —respondió, su tono más suave de lo usual
—Mantente alerta, por si algo cambia —dijo ella, volviendo a su posición de vigilancia.
momentos después Mei Mei, con su típica calma, observó a Naruto por un momento antes de hablar.
—Esos cuernos que tienes... —dijo, señalando con un leve movimiento de la mano hacia su cabeza—. ¿Cuál es su historia?.-
Naruto la miró, tocándose uno de los cuernos con una ligera sonrisa triste.
—Son parte de algo que adquirí hace mucho tiempo —respondió, sin dar muchos detalles. Sabía que Mei Mei no necesitaba una explicación extensa, solo le interesaba lo que le fuera útil o interesante.
Mei Mei lo observó por unos segundos más, aparentemente evaluando si esa respuesta le bastaba. Luego, simplemente asintió, como si hubiera decidido que no valía la pena indagar más.
__________
El grupo de Yuji, Nobara, Kirara y Hakari avanzaba por las calles destrozadas de Tokio, buscando sobrevivientes. La destrucción a su alrededor era enorme, y el caos del día anterior había dejado muchas personas heridas y atrapadas en los escombros.
Mientras caminaban entre edificios derrumbados y vehículos destrozados, Yuji notó una figura familiar entre la gente. Era Yuko Ozawa, una excompañera de clases de Yuji durante la secundaria. Estaba ayudando a levantar a una mujer mayor que parecía haber quedado atrapada entre los escombros.
—¡Yuko! —gritó Yuji, corriendo hacia ella.
Yuko se giró, sorprendida.
—¡Yuji! No esperaba encontrarte aquí —dijo Yuko, con una mezcla de sorpresa y cansancio. Estaba sucia y con un par de rasguños, pero parecía en buen estado.
—Yo tampoco. ¿Estás bien? —preguntó Yuji, mirando alrededor.
—He estado ayudando a las personas a salir de los edificios derrumbados, pero hay demasiados heridos. Estoy bien, solo un poco golpeada —respondió ella.
—Perfecto, quédate cerca. Vamos a llevar a los heridos a un lugar seguro —dijo Yuji, antes de señalarle a Hakari que viniera a ayudar.
Con Yuko a salvo, el grupo siguió avanzando. Nobara iba al frente, revisando constantemente a las personas que pasaban. De repente, entre el tumulto, una figura conocida llamó su atención. Era Fumi, una amiga de la infancia que Nobara no podía creerlo.
—¡Fumi! —gritó Nobara, sorprendida y corriendo hacia ella.
Fumi la vio y sonrió, pero su rostro estaba tenso, reflejando lo que había vivido.
—¡Nobara! Estoy tan contenta de verte. Pensé que nunca te encontraría en todo esto —dijo Fumi, mientras Nobara la abrazaba.
—¿Qué estás haciendo aquí? no estabas en Sekihan —respondió Nobara, soltándola y mirándola con preocupación.
—Vine a Tokio hace unos días, antes de que todo esto sucediera. He estado ayudando a evacuar a las personas —explicó Fumi, mientras miraba alrededor.
—Bien, quédate con nosotros. Vamos a mover a la gente a un lugar seguro —dijo Nobara, haciéndole un gesto a Fumi para que se uniera al grupo.
Unos minutos más tarde, mientras el grupo seguía avanzando por las ruinas de la ciudad, Nobara vio a otra figura conocida entre la multitud. Esta vez era Saori, otra amiga de la infancia que no había visto en años. Saori estaba vestida con ropa de trabajo, claramente atrapada en medio del caos cuando todo comenzó.
—¡Saori! —exclamó Nobara, sorprendida y corriendo hacia ella.
Saori, al escuchar su nombre, se giró y la vio, mostrando la misma sorpresa.
—¡Nobara! —respondió Saori, antes de abrazarla.
—¿Estás bien? ¿Qué haces aquí? —preguntó Nobara, mirándola de arriba abajo.
—Estaba trabajando cuando todo esto comenzó. Ha sido una locura. Estoy bien, solo un poco asustada y cansada apenas puede dormir —dijo Saori, mirando a su alrededor.
—Quédate con nosotros. Estamos ayudando a la gente a llegar a un lugar seguro —dijo Nobara.
Saori asintió, aliviada de haber encontrado a su amiga. El grupo seguía sumando más personas mientras avanzaban.
A medida que se adentraban más en la ciudad, se encontraron con Akari Nitta, la asistente auxiliar e informante de las misiones del Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio. Ella estaba organizando la evacuación de un grupo de civiles, intentando mantener el orden en medio del caos.
—¡Nitta! —llamó Hakari, al verla trabajar entre la confusión.
Akari se volvió rápidamente y, al ver al grupo, suspiró con alivio.
—¡Hakari, Yuji, Nobara! Qué bueno verlos. Estoy tratando de evacuar a estas personas, pero es complicado. Hay muchos heridos, y no tenemos suficientes recursos —dijo Akari, mientras mantenía su enfoque en el grupo de civiles que la rodeaban.
—Estamos aquí para ayudar. tenesmos un refugio. Es seguro, y podemos llevar a los heridos allí —respondió Yuji.
—Eso suena perfecto. Si podemos organizar a estas personas, podríamos evacuar más rápido —dijo Akari, mientras dirigía al grupo para que comenzaran a moverse.
El grupo continuó su camino, ayudando a las personas a evacuar y moviendo a los heridos hacia el refugio. La situación seguía siendo caótica, pero poco a poco lograban sacar a más sobrevivientes.
Nobara, al caminar junto a sus amigas Fumi y Saori, no pudo evitar sentirse extrañamente reconfortada al verlas. A pesar de la destrucción a su alrededor, tener a personas que conocía la hacía sentir aliviada.
Mientras tanto, Yuji seguía moviéndose con determinación. Encontrar a Yuko había sido una sorpresa, pero ver que ella estaba bien y ayudando a otros le daba aún más motivación para seguir adelante. Sabía que no podían salvar a todos, pero harían todo lo posible por rescatar a tantas personas como fuera necesario.
Con el apoyo de Akari, y el resto del equipo estaban volviendo al refugio.
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El grupo de Gojo
El grupo de Gojo salió del refugio improvisado, donde habían dejado a decenas de personas a salvo. Las calles alrededor eran un caos. Escombros, autos destruidos, y cuerpos de personas que no habían logrado escapar estaban esparcidos por la zona.
—Vamos a hacer lo que podamos —dijo Gojo, evaluando rápidamente la situación.
Mientras avanzaban, un grupo de civiles intentaba abrirse paso entre los escombros. Gojo notó a Mai Zenin y Masamichi Yaga guiándolos hacia un área más segura. La expresión de Mai era seria, como siempre, mientras Yaga, su antiguo maestro, mantenía el control de la situación.
—Mai, Yaga —llamó Gojo al acercarse—, ¿cómo va la situación?
Mai, manteniendo su típica actitud, le dirigió una mirada rápida a Gojo antes de volver su atención a los civiles.
—Moviéndolos fuera de esta zona antes de que colapse más. Pero no es fácil —respondió Mai, empujando un pedazo de escombro para abrir paso.
Yaga, por su parte, había sido sentenciado a muerte tras el incidente de Shibuya, culpado por "incitar" el alzamiento de Gojo y Geto, sus antiguos estudiantes, quienes habían desencadenado la catástrofe. Sin embargo, Yaga había logrado escapar
—Yaga —dijo Gojo, acercándose—, pensé que no te volvería a ver después de todo lo que pasó. Parece que aún tienes trucos bajo la manga.
—Siempre hay formas de mantenerse vivo si sabes cómo —respondió Yaga con un tono serio, pero no dejó de dirigir a los civiles para que se movieran rápidamente—. Pero ahora no es el momento de recordar el pasado. Tenemos que concentrarnos en salvar a estas personas.
Gojo asintió, entendiendo que el juicio de Yaga y su pena de muerte eran asuntos que ya habían quedado atrás.
—Choso, Higuruma, ayuden a despejar el camino para que los civiles puedan salir más rápido —ordenó Gojo, mientras él se unía al esfuerzo de levantar escombros.
Hana, que se mantenía a un lado, utilizó su energía para estabilizar a los civiles heridos.
—Algunos civiles reportaron que vieron más grupos atrapados al norte —dijo Yaga
Gojo asintió, y mirando a sus compañeros.
—Nos dividiremos. Choso y Higuruma, vayan con Mai y ayuden a despejar el área norte. Yaga, tú y Hana, quédense aquí asegurando el refugio y ayudando a los que llegan.
Sin dudarlo, Choso y Higuruma asintieron y se dirigieron hacia el norte, donde más civiles estaban atrapados. Mientras se movían por las calles destruidas, encontraron más personas intentando salir de entre los escombros. Mai, que ya estaba en el área, los esperaba con una mirada seria.
—¿Qué tal por aquí? —preguntó Higuruma mientras llegaban.
—Mal, pero estamos avanzando. Muchos de estos edificios colapsaron y hay personas atrapadas debajo. Necesitamos sacar a tantos como podamos antes de que la situación empeore —respondió Mai, mientras levantaba los restos de una pared para que un grupo de civiles pudiera salir.
Choso y Higuruma se unieron rápidamente al esfuerzo, moviendo los escombros con rapidez y precisión. Cada segundo contaba, y el grupo trabajaba en silencio, enfocados en su tarea. En medio de su trabajo, se encontraron con Arata Nitta, que estaba atendiendo a un hombre herido.
—¡Arata! —llamó Higuruma al verlo—. ¿Necesitas ayuda?
—¡Sí! Hay más heridos allá atrás, pero no puedo atenderlos a todos solo —respondió Arata mientras terminaba de aplicar primeros auxilios al hombre que tenía frente a él.
Choso se acercó rápidamente para ayudar a mover a los heridos que Arata no había podido evacuar. Higuruma, por su parte, continuó levantando escombros para despejar el camino y facilitar la salida.
—Gracias —dijo Arata, visiblemente agotado, mientras observaba cómo el grupo trabajaba en conjunto para sacar a los heridos.
En medio del caos, dos figuras familiares se acercaron, Setsuko y Iguchi, antiguos compañeros de Itadori en la escuela. Ambos estaban cubiertos de polvo, pero parecían ilesos.
—¡Itadori! —exclamó Setsuko al ver a Choso, confundiéndolo brevemente por la apariencia similar de los hermanos.
—No soy Itadori —dijo Choso de manera directa, mientras continuaba su tarea—, pero te ayudaremos a salir de aquí.
Setsuko, algo confundida pero agradecida, asintió. Iguchi, a su lado, parecía más impactado por la destrucción a su alrededor que por la situación en sí.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Higuruma, mientras seguía levantando escombros.
—Estábamos cerca cuando todo comenzó. Tratamos de salir, pero... —Setsuko hizo una pausa, mirando los escombros a su alrededor—, no pudimos.
—No se preocupen, los sacaremos —dijo Mai, firme pero con empatía—. Solo manténganse cerca y sigan nuestras instrucciones.
Con los heridos rescatados y los civiles que habían quedado atrapados, el grupo comenzó a movilizarlos hacia una zona segura, donde ya estaban llegando otros grupos de ayuda. El trabajo era agotador, pero todos sabían que no podían detenerse.
Hana, que había quedado en la base con Yaga, seguía recibiendo a los evacuados, asegurándose de que cada persona que llegaba recibiera atención médica inmediata. Yaga supervisaba el área, asegurándose de que el refugio estuviera bien protegido en caso de que alguna maldición o amenaza surgiera.
Gojo, por su parte, había terminado de despejar la mayor parte de la zona sur y ahora se dirigía hacia el norte, donde Choso, Higuruma, Mai y el resto del equipo estaban operando.
—¿Cómo va todo por aquí? —preguntó Gojo al llegar, su tono tranquilo, pero su mirada evaluando rápidamente la situación.
—Avanzamos bien, pero hay más heridos de lo que pensábamos —respondió Mai, limpiándose el sudor de la frente.
Gojo asintió.
—Bien, sigan así. Yo me encargaré de revisar más adelante. Cualquier cosa, me llaman —dijo mientras continuaba hacia el área más devastada.
A medida que el equipo de Choso y Higuruma seguía rescatando a los heridos, la situación se volvía cada vez más complicada. A pesar de sus esfuerzos, algunos edificios colapsaban por completo, haciendo que la tarea de rescatar a los atrapados fuera aún más difícil.
—¡Cuidado! —gritó Higuruma, justo cuando una parte del edificio se desplomaba cerca de ellos. Choso reaccionó rápidamente, utilizando su energía para desviar los escombros y evitar que cayeran sobre ellos.
—Eso estuvo cerca —comentó Mai, mientras ayudaba a los civiles a moverse más rápido.
El grupo no perdió tiempo y continuó trabajando. Arata, a pesar de estar agotado, seguía atendiendo a los heridos, aplicando primeros auxilios y asegurándose de que aquellos que estaban más graves pudieran ser evacuados con rapidez.
Setsuko e Iguchi, aún aturdidos por todo lo que estaba sucediendo, se mantuvieron cerca del grupo, ayudando como podían. Aunque eran civiles, no dudaron en ofrecer su ayuda para mover a los heridos y cargar suministros.
—Ya casi lo logramos —dijo Higuruma, mientras observaba el progreso que habían hecho. Aunque el trabajo era difícil y agotador, sabían que no podían detenerse.
Finalmente, después de lo que parecieron horas de trabajo incesante, lograron evacuar a la mayoría de los heridos y aseguraron el área. El grupo se tomó un momento para recuperar el aliento, pero sabían que la misión no había terminado.
—¿Y ahora? —preguntó Choso, mirando a Gojo, que acababa de regresar después de hacer una evaluación del área.
—Seguimos adelante —respondió Gojo, su expresión seria por primera vez desde que todo comenzó—. Aún queda mucho por hacer.
_________
Después de horas de trabajo, los cinco grupos regresaron al lugar donde Naruto había creado una casa temporal para los refugiados. A lo largo del tiempo, habían logrado evacuar a alrededor de tres mil personas, todas afectadas de alguna manera por los recientes desastres. Los civiles estaban agotados, heridos y asustados, pero seguros.
Grupo 1, liderado por Yuji, había enfrentado numerosos obstáculos en su camino. Nobara, Kirara y Hakari ayudaron a rescatar a personas atrapadas bajo edificios derrumbados y a neutralizar maldiciones menores que surgían a medida que se acercaban al lugar de encuentro. Hakari, usando su habilidad para manipular probabilidades, había sido clave para abrir caminos seguros a través de escombros inestables, mientras que Nobara se encargaba de despejar las zonas más peligrosas con precisión.
Al llegar a la casa de Naruto, Yuji se detuvo a observar a los civiles que habían traído con ellos. Aunque cansado, sabía que habían hecho una diferencia importante.
—¿Cómo están los demás? —preguntó Yuji, mientras ayudaba a un niño a sentarse en una de las áreas designadas para descansar.
Nobara, sudando y con varias manchas de polvo en la ropa, se dejó caer cerca de él.
—Supongo que ya no deben estar lejos —respondió, mirando a su alrededor, buscando señales de los otros grupos.
El Grupo 2, liderado por Yuta, llegó poco después. Inumaki, Maki y Panda habían trabajado en silencio pero de manera eficiente, rescatando a tantos civiles como les fue posible. Yuta, con sus habilidades de curación y combate, había sido un pilar para el grupo, sanando a los más gravemente heridos en el camino.
—Hemos traído a unos quinientos —informó Yuta al llegar, agotado pero aún firme.
Inumaki asintió brevemente con un "salmon", confirmando que su grupo había hecho un buen trabajo. Panda, por su parte, había llevado en su espalda a varios niños pequeños que no podían caminar por sí mismos.
Grupo 3, compuesto por Shoko, Miwa, Momo y Takuma, había centrado su esfuerzo en proporcionar atención médica a los heridos que iban encontrando. Shoko, con su experiencia médica, fue crucial para salvar vidas en el campo. Miwa y Momo ayudaron a trasladar a los más graves y asegurar que llegaran a la zona segura donde Naruto había preparado el refugio.
—Tenemos muchos heridos graves, pero los estabilizamos lo mejor que pudimos en el camino —dijo Shoko cuando se reunió con los otros equipos, su expresión era cansada, pero concentrada.
Miwa, aunque visiblemente exhausta, seguía ayudando a acomodar a los civiles en el refugio improvisado.
El Grupo 4, con Gakuganji, Kusakabe, Utahime e Ijichi, había adoptado un enfoque más táctico. Movieron a los civiles de manera organizada, protegiéndolos de cualquier amenaza potencial mientras se desplazaban. Utahime usó su energía para detectar maldiciones cercanas, mientras Gakuganji y Kusakabe se encargaban de proteger a los civiles de cualquier peligro que pudiera surgir.
—Nuestra área estaba llena de edificios derrumbados. Tuvimos que usar bastante fuerza para abrir paso —comentó Kusakabe al reunirse con los otros grupos. Gakuganji, siempre severo, se limitó a asentir, observando a las personas que habían rescatado.
Finalmente, el Grupo 5, encabezado por Gojo, llegó al lugar. Choso, Higuruma y Hana se habían mantenido firmes en su tarea de despejar áreas peligrosas y ayudar a los civiles heridos. Hana, en particular, había jugado un papel importante en estabilizar a aquellos que estaban más graves, mientras Choso y Higuruma despejaban el camino.
—Hemos traído al último grupo que encontramos al norte —dijo Gojo, haciendo un rápido recuento de las personas que habían salvado—. Están agotados, pero lo logramos.
Naruto los esperaba en la entrada de la casa que había creado, observando cómo llegaban uno por uno. Su expresión era neutral, pero sus ojos reflejaban un leve alivio al ver que todos los grupos habían vuelto, y con tantas personas rescatadas.
—Hicieron un buen trabajo —dijo Naruto, mirando a los líderes de los equipos—. Todos han llegado a salvo. Ahora lo importante es asegurarse de que se mantengan seguros.
Los cinco grupos comenzaron a organizarse en torno a los civiles, asegurando que cada persona recibiera la atención necesaria. Los heridos fueron colocados en un área donde Shoko y su equipo podían tratarlos, mientras los que estaban en mejores condiciones descansaban. Miwa y Momo distribuyeron suministros básicos que habían podido recolectar durante su misión.
Naruto caminó entre los grupos, ayudando cuando era necesario. Aunque su presencia era tranquilizadora para los demás, se mantenía concentrado en lo que estaba por venir. Sabía que esto era solo el comienzo, y que aún quedaba mucho por hacer.
—Necesitaremos más suministros —murmuró Shoko, mientras atendía a un hombre que había perdido mucha sangre.
—Mei Mei y Ui Ui están asegurando la zona exterior —dijo Gojo—
El ambiente seguía siendo tenso, pero había una sensación de logro en el aire. A pesar de la destrucción, habían logrado salvar a cientos de personas.
NOTA: Escribí como los cinco grupos se encontraban con los personajes que faltaban pero queda demasiado largo el cap. al final deje solo dos grupos.
Naruto reunió a Gojo y a los demás cerca del refugio improvisado. La tensión en el aire era palpable, pero había un ligero alivio tras el rescate de tantas personas. Miró a su alrededor y habló con firmeza.
—Escuchen, mientras ustedes estaban en la misión de rescate, yo creé un clon —comenzó Naruto, captando la atención de todos—. Este clon fue a buscar un lugar más seguro donde quedarnos, y encontró una isla llamada Onjuku.
Gojo se inclinó ligeramente hacia adelante, interesado.
—Está a unos 120 kilómetros de aquí —explicó Naruto—. Según el clon, Onjuku solía ser parte de la prefectura de Chiba, pero parece que, debido al desastre que ha ocurrido en el mundo, se ha separado. La mayoría de Chiba está hundida en el mar.
Los rostros de los presentes mostraron sorpresa. Kirara fue la primera en hablar.
—¿Y cómo planeas llevar a todos a esa isla? —preguntó, con curiosidad.
Naruto sonrió levemente, sabiendo que tenía la respuesta.
—Puedo llevarlos usando una habilidad llamada Yomotsu Hirasaka. Es una técnica del Rinne Sharingan que me permite crear un portal que conecta dos puntos —dijo, con confianza.
—Eso suena útil —comentó Higuruma, asintiendo con la cabeza—. Pero, ¿es seguro?
—El clon no reportó ningún peligro inmediato en la isla y si es por mi técnica no hay nada que preocuparse. Además parece ser un lugar adecuado para establecer un refugio casi permanente—respondió Naruto—. Si todos están de acuerdo, podríamos movernos ahora .
Gojo se cruzó de brazos, considerando la propuesta. No había mucho tiempo que perder, y mantener a todos juntos era una prioridad.
—¿Qué piensan, chicos? —preguntó Gojo, mirando a su grupo y a los demás.
Inumaki, que había estado en silencio, asintió. —Salmon. Es mejor que quedarnos aquí.
Naruto asintió a Inumaki y decidió que lo mejor era actuar con rapidez.
—De acuerdo, voy a crear clones para ayudarlos a trasladar a las personas más rápido —anunció, concentrándose. Con un movimiento ágil, invocó cientos de clones que comenzaron a formarse a su alrededor. Cada uno de ellos tenía una tarea específica: ayudar a mover a los civiles, cargar suministros y garantizar que nadie se quedara atrás.
Los clones de Naruto se dispersaron rápidamente, organizando a los civiles y preparándolos para el cruce hacia la isla. Los verdaderos Naruto se quedó en el centro, asegurándose de que todos tuvieran la atención necesaria.
—Recuerden, manténganse juntos y sigan las instrucciones de los clones —dijo, elevando la voz para que todos pudieran oírlo—. La seguridad es lo primero.
Gojo observó cómo los clones se movían con eficacia, ayudando a los civiles a cruzar el refugio improvisado. Se sintió aliviado al ver la cooperación, y su mente se centró en el siguiente paso.
—Vamos a hacerlo de esta manera —dijo Gojo, mirando a los líderes de los otros grupos—. Formemos una cadena. Los clones se encargarán de los civiles más débiles y heridos, mientras que nosotros protegeremos el perímetro.
Con rapidez, todos comenzaron a organizarse. Shoko y su equipo se unieron a los clones, asegurándose de que los heridos recibieran la atención que necesitaban antes de moverse. Miwa y Momo ayudaron a dirigir a las personas, asegurándose de que nadie se sintiera perdido en medio del caos.
—Chicos, mantengan la calma. Están a salvo ahora —animó Miwa, sonriendo a los niños que se aferraban a ella.
Una vez que todos estaban organizados, Naruto se concentró nuevamente en el portal. Al abrirlo, mostró el paisaje tranquilo de Onjuku al otro lado. Las olas rompían suavemente contra la costa, y el sol comenzaba a asomarse, iluminando la isla con un brillo cálido.
—¡El primer grupo puede cruzar! —gritó Naruto, señalando hacia el portal.
Los clones comenzaron a guiar a los primeros civiles hacia el portal. Yuji, Nobara y Kirara se aseguraron de que todos cruzaran sin problemas. Yuji tomó la mano de un niño pequeño y lo condujo a través del portal con una sonrisa tranquilizadora.
—¡Todo va a estar bien! —le dijo a la madre del niño, quien miraba con ansiedad.
Nobara ayudó a una anciana a cruzar, mostrándole una expresión de apoyo. —No se preocupe, ya casi llegamos.
El flujo de personas a través del portal era constante. Mientras los civiles cruzaban, Naruto mantuvo su enfoque en el proceso. Cada vez que un grupo cruzaba, él estaba listo para abrir otro portal.
Después de que los primeros cientos de civiles llegaron a Onjuku, Gojo decidió que era hora de mover a los heridos más graves.
—Shoko, Miwa, Takuma, vengan conmigo —dijo, señalándolos —. Ayudemos a los más afectados.
Los tres se movieron rápidamente, llevando consigo a algunos de los civiles que necesitaban atención médica inmediata. Shoko tomó la delantera, utilizando sus habilidades de sanación mientras se acercaban al portal.
Naruto se mantuvo al lado, abriendo el siguiente portal para que pudieran cruzar. Una vez más, la imagen de la isla los recibió con brazos abiertos.
—¡Vamos, apúrense! —gritó Naruto, animando a todos a seguir moviéndose rápidamente.
Los siguientes grupos comenzaron a cruzar, y con cada viaje, el lugar se vaciaba más. La atmósfera, aunque todavía tensa, estaba llena de un aire de esperanza.
Finalmente, cuando la mayoría de los civiles cruzaron, Naruto se dirigió a los demás.
—¡Solo quedan unos pocos! ¡Vamos a hacer el último viaje! —anunció, creando más clones para ayudar a los rezagados.
Gojo miró a su equipo. —No podemos dejar a nadie atrás. Chicos, asegúrense de que todos estén listos para cruzar.
Higuruma, ayudó a levantar a un grupo de personas que se habían quedado atrás. —¡Vengan! ¡Rápido! —les dijo, alentando a los que podían caminar a moverse más rápido.
cruzando todos los civiles finamente
—Es hora de irnos —dijo Naruto, volviendo a los demás.
Con todos a salvo en Onjuku, respiraron aliviados. Naruto cerró el portal atrás suyo y se dirigió hacia el grupo, donde Gojo y los demás esperaban.
—Hicimos un buen trabajo —dijo Gojo, con una sonrisa satisfecha
Naruto, sintiendo el alivio de haber trasladado a todos los civiles a salvo, decidió que era momento de establecer un refugio adecuado en Onjuku. Se giró hacia su equipo y se puso a trabajar. Con un movimiento de sus manos, comenzó a canalizar su chakra y pronunciar los sellos necesarios.
—¡Mokuton: Renchūka no Jutsu! —exclamó, invocando su técnica de creación de madera.
Inmediatamente, cientos de casas de madera comenzaron a emerger del suelo, surgiendo como si la propia naturaleza respondiera a su llamado. Las estructuras se alzaban en una formación organizada, listas para proporcionar refugio a los civiles y a su equipo. Las casas tenían un diseño simple, pero funcional, con techos a dos aguas y ventanas amplias que dejaban entrar la luz del sol.
—Increíble, Naruto —dijo Nobara, admirando el paisaje que se formaba rápidamente—. Esto es justo lo que necesitamos.
Gojo asintió con aprobación. —Con esto, podemos asegurar que todos tengan un lugar donde descansar y recuperarse. Gran trabajo.
Los clones de Naruto continuaron trabajando, ayudando a llevar a los civiles hacia las casas recién creadas y asegurándose de que todos tuvieran un espacio seguro. Mientras los civiles se acomodaban, Shoko y su equipo se pusieron a trabajar para estabilizar a los heridos.
—¿Podrías usar tu técnica para crear más espacio si lo necesitamos? —preguntó Shoko mientras atendía a un hombre que necesitaba atención médica urgente.
—Por supuesto—respondió Naruto, manteniendo su concentración en el proceso de creación.
A medida que las casas se terminaban, Naruto no pudo evitar sentir un leve sentido de orgullo. Había logrado crear un refugio en un lugar tan desolado, y aunque el trabajo no había terminado, estaban un paso más cerca de garantizar la seguridad de todos.
Gojo, viendo la dedicación de su equipo, decidió que era momento de organizarse mejor. —Vamos a establecer un sistema para garantizar que todos estén seguros —dijo, reuniendo a los líderes de los grupos.
Mientras el grupo discutía las estrategias de seguridad, los clones de Naruto siguieron trabajando, levantando más estructuras y asegurándose de que no faltara nada. Pronto, el área se transformó en un pequeño asentamiento con casas alineadas, un espacio abierto y un ambiente más acogedor.
Nobara, después de ver todo lo que Naruto había creado, se acercó a él. —¿Sabes? Este lugar se siente diferente, más seguro. Buen trabajo.
Naruto sonrió, sintiendo la calidez de las palabras de la chica. —Gracias, pero esto es solo el comienzo. Aún tenemos que asegurar a todos y ver cómo avanzamos a partir de aquí.
Mientras tanto, los grupos continuaron organizándose. Shoko y su equipo trabajaron en la atención médica, y algunos de los civiles comenzaron a ayudar a los heridos, mostrando la solidaridad que habían forjado en medio del caos.
Y FIN
TRIPULACION DE NARUTO
Capitán: Naruto
Vice capitán: Gojo
Navegante: ?
Timonel: ?
Carpintero naval: ?
Médico: Shoko
1°Francotirador: ?
2°Francotirador: Mai
3°Francotirador: Noritoshi
Vigía: Mei Mei
Cocinero: Panda (me pareció gracioso nada mas por eso)
Músico: Utahime
mas miembros: Mai, Maki, Inumaki, Ui Ui, Hana
Barco: ?
Este Cap. cuenta con 4800. Espero que les haya gustado el capitulo y perdón por la demora.
LA NOTA DE NUEVO: Escribí como los cinco grupos se encontraban con los personajes que faltaban pero quedaba demasiado largo el cap, tampoco es como si importara mucho y al final deje solo dos grupos.
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