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Cap 3



No se me ocurrió un titulo



Con Utahime y los demás. Después de recibir instrucciones de Gojo para buscar a los demás, se movieron rápidamente hacia un edificio cercano, donde Gojo y Sukuna habían tenido su pelea en el distrito de Shinjuku

Utahime, Gakuganji e Ijichi se apresuraron hacia el edificio donde sabían que el resto se encontraban. Sin perder tiempo, subieron rápidamente las escaleras. Al llegar al tercer piso, la puerta estaba entreabierta. Entraron, viendo que el grupo ya los esperaba.

Dentro del lugar estaban Yuji, Nobara, Inumaki, Maki, Panda, Kirara, Yuta, Miwa, Momo, Takuma, Shoko, Mei Mei, Ui Ui, Kusakabe, Higuruma, Hana y Choso. Todos levantaron la vista cuando entraron Utahime, Gakuganji e Ijichi.

"¿Qué pasó?" preguntó Maki, con su tono directo, mientras descansaba el peso de su arma contra el suelo.

"Nos encontramos con Gojo," dijo Utahime sin rodeos. "Nos dijo que los buscáramos de inmediato. Hay algo más... hay alguien nuevo."

La habitación se sumió en un silencio asombrado. Yuji, con los ojos abiertos como platos, fue el primero en reaccionar. "¿Gojo? ¿Está vivo? Pero lo vimos morir. ¿Cómo es eso posible?"

"Lo mismo pensé," respondió Ijichi, mirando a los demás. "Estaba con un tipo llamado Naruto. No sabemos quién es, pero Gojo parece confiar en él."

"Naruto" preguntó Maki, arqueando una ceja. "¿Quién es ese?"

"¿Es confiable Naruto?" preguntó Shoko, levantando la vista de los vendajes que estaba preparando. Ella rara vez hacía preguntas sin motivo

"No sabemos," respondió Gakuganji, cortante.

"Lo que importa ahora es que Gojo está vivo," dijo Yuta, intercambiando miradas con los demás. "Eso cambia todo."

Momo, apoyada contra la pared, suspiró. "Con tanto caos allá afuera, no me sorprende que haya poca gente."

Mei Mei miró a su hermano Ui Ui, luego a Utahime. "¿Cuál es el plan?"

"¿Qué hacemos?" preguntó Kusakabe, claramente intrigado. "Si Gojo está con alguien, deberíamos reunirnos con ellos."

"Es lo que vamos a hacer," afirmó Utahime. "No podemos quedarnos aquí. Si Gojo ha regresado, necesita nuestra ayuda contra Sukuna."

Choso se levantó, mirando a los demás. "Entonces vámonos ya. No hay tiempo para estar aquí esperando."

"De acuerdo," dijo Maki, poniéndose en pie. "Todos juntos."

"Exacto," dijo Mei Mei, mirando a los demás. "Es hora de movernos."

Sin más palabras, el grupo se puso en marcha, dejando atrás el lugar donde se habían reunido. Aunque el mundo allá afuera estaba al borde del colapso, la posibilidad de que Gojo este peleando con Sukuna de nuevo y que esta vez muera de verdad los tenia con nervios.


Con Naruto y Gojo


Naruto y Gojo sintieron una vibración en el aire. Miraron hacia arriba, vieron una expansión de dominio que comenzaba a desvanecerse.

De repente, dos figuras heridas cayeron del cielo, aterrizando pesadamente en el suelo. Eran Hakari y Araume, ambos exhaustos y con heridas visibles.

Nota: ni loco voy hacer uso del domino de Hakari es muy complejo, creo que es el mas complejo de la serie y si no es el primero esta en el top. 

Hakari se levantó con dificultad, su respiración entrecortada. —No puedo creer que hayamos caído tan bajo. Uraume es más fuerte de lo que pensé.

Uraume, a su lado, se levantó tambaleándose. —No he terminado contigo —dijo, enfocándose en Hakari, pero su voz temblaba.

Gojo observó a los dos luchadores. —¿Qué ocurrió allá arriba?

—Estaba usando mi dominio —respondió Hakari, tratando de estabilizarse. —Pero Araume resistió más de lo que esperaba.

Naruto permaneció en silencio, observando la situación sin intervenir.

Gojo, analizando el estado de ambos, se preparó. —Esto no acaba aquí.-

Hakari asintió, listo para continuar la pelea. Uraume también se enderezó

Uraume se puso de pie, observando el cuerpo inerte de Sukuna en el suelo. Su rostro se retorció en una mezcla de rabia y desesperación.

—¡No puede ser! ¡Sukuna no puede estar muerto! —gritó, su voz resonando con un odio palpable. Se volvió hacia Hakari, su furia enfocándose en él. —¡Tú lo mataste! ¡Esto es tu culpa!-

Hakari, aún recuperándose, alzó la mirada hacia Uraume. —No fue solo mi trabajo. Era un monstruo. Todos lo sabíamos —replicó.

Gojo dio un paso adelante, mirando a Uraume con un aire de autoridad. —Lo que importa ahora es que no puedes revivirlo. No hay nada que puedas hacer para cambiar el resultado.-

Uraume se acercó, con la mirada llena de locura. —¡No entiendes! Sin Sukuna, estoy perdido. ¡Él es todo lo que tengo! —Se detuvo un momento, temblando de rabia—. ¡No permitiré que muera asi!-

Naruto seguía en silencio, observando la tensión entre los tres. La atmósfera estaba cargada de energía, y sabía que algo iba a estallar en cualquier momento.

Gojo, sin quitar la vista de Uraume, dijo: —Si buscas venganza, lo único que conseguirás es tu propia muerte.-

Uraume rio de manera desquiciada, como si la locura lo consumiera. —No me importa. Haré que todos sientan mi dolor. Su legado vivirá a través de mí.-

Hakari, finalmente recuperando su compostura, se preparó para el combate. —Si quieres pelear, entonces que así sea. No permitiré que hagas lo que te plazca.-

Uraume hizo estallar su energía maldita en un ataque desenfrenado. —¡Voy a matarlos a todos!-

Gojo se interpuso, listo para defenderse, mientras Hakari se posicionaba a su lado. Ambos sabían que tenían que detener a Uraume antes de que su locura desatara un caos aún mayor.

Uraume, con una mirada de determinación, extendió su mano hacia adelante y gritó: —¡Técnica maldita innata: Formación de Hielo!

Instantáneamente, el aire a su alrededor se volvió helado. Una serie de estacas de hielo surgieron del suelo, dirigidas hacia Hakari y Gojo. El frío penetrante de la técnica de Uraume llenó el ambiente, mientras las estacas se disparaban con una velocidad mortal.

Gojo, con calma y confiado, activó el Infinito. Una barrera invisible se formó a su alrededor, deteniendo las estacas de hielo antes de que pudieran tocarlos. Las balas de hielo se desmoronaron al impactar contra su defensa, convirtiéndose en fragmentos que caían al suelo.

—Es impresionante, pero no suficiente —dijo Gojo, manteniendo su mirada fija en Uraume.

Hakari, en cambio, no se detuvo ante el espectáculo. Con su habilidad en combate cuerpo a cuerpo, se lanzó hacia Uraume, aprovechando el momento en que estaba distraído. Con un movimiento rápido, esquivó las estacas de hielo que habían fallado su objetivo, acercándose a su enemigo.

—No voy a dejar que te salgas con la tuya —gritó Hakari, lanzando un puñetazo hacia Uraume.

Uraume, aún en su estado de locura, apenas tuvo tiempo de reaccionar. Intentó crear más hielo, pero Hakari fue más rápido. El golpe de Hakari conectó con su mandíbula, enviándolo a volar hacia atrás.

—¿Ves? No puedes dejar que el dolor de perder a Sukuna te consuma —dijo Hakari, recuperándose rápidamente de su ataque.

Uraume se enderezó, con la furia visible en su rostro. —¡Tú no entiendes nada! ¡Sukuna era mi razón de ser!-

Gojo, observando la escena, continuó manteniendo el Infinito, sin necesidad de intervenir en el combate inmediato. Sabía que la pelea entre Hakari y Uraume era inevitable, pero estaba listo para actuar si la situación se volvía crítica.

Uraume, creó un nuevo ataque de hielo, lanzándolo directamente hacia Hakari. Pero esta vez, Hakari estaba listo. Con una serie de movimientos ágiles, logró esquivar las estacas y se acercó aún más, listo para un nuevo intercambio de golpes.

El campo de batalla se iluminó con la energía maldita, mientras las técnicas y los puños chocaban.

Hakari cargó nuevamente hacia Uraume, pero esta vez, Uraume extendió la mano y controló los fragmentos de hielo ya esparcidos por el campo. Los trozos congelados se alzaron en el aire y, con un simple gesto, se lanzaron hacia Hakari como afiladas cuchillas.

—¡No tan rápido! —gritó Uraume.

Hakari esquivó algunos proyectiles, pero algunos lograron rasgarlo. Ignorando el dolor, continuó avanzando.

Uraume creó una barrera de hielo justo frente a él, intentando detener su avance, pero Hakari la atravesó con un potente golpe, rompiéndola en pedazos.

—¡Te dije que no has terminado conmigo! —dijo Hakari con fiereza, lanzando una patada que impactó directo en el estómago de Uraume.

Uraume, tambaleándose por el golpe, retrocedió, controlando nuevamente los restos de hielo en el área, haciendo que se levantaran como una tormenta alrededor suyo. Los fragmentos se arremolinaron, formando un tornado helado que envolvía a ambos luchadores.

Gojo, manteniendo el Infinito, observó cómo Hakari luchaba dentro de la tormenta helada. Uraume estaba dispuesto a usar todo su poder para matarlo, pero Hakari no cedía.

Gojo se adelantó.

—Termina esto rápido, Hakari —dijo Gojo. Hakari, reconociendo el momento, asintió.

Con un último esfuerzo, atravesó la tormenta, ignorando el frío cortante y conectó un golpe decisivo en la cara de Uraume, haciéndolo caer al suelo con fuerza.

Uraume quedó inmóvil, exhausto y derrotado.

—Esto se acabó —dijo Hakari, respirando con dificultad.

Gojo miró a Uraume. No había necesidad de palabras, el resultado era claro.

Naruto, tras analizar la energía maldita, dio un paso al frente sin perder tiempo. Con rapidez, colocó su mano sobre el pecho de Uraume y aplicó el Sello de los Cinco Elementos modificado.

Una luz intensa surgió del sello, y Uraume intentó resistir, pero estaba demasiado debilitado para luchar contra él. La energía maldita fue contenida, y Uraume quedó completamente inmovilizado, sin poder usar sus técnicas.

—Con esto, no podrá usar más su energía maldita —dijo Naruto, retirando su mano.

Hakari, aún respirando con esfuerzo, observó a Uraume, quien estaba tendido en el suelo, incapaz de moverse. —Gracias —dijo brevemente.

Gojo, sin perder de vista la situación, miró a Hakari. —Buen trabajo. Ahora que Uraume está fuera de combate, no tenemos que preocuparnos-

Con Uraume fuera de combate, el grupo no bajó la guardia. Hakari, aún respirando con dificultad, observaba a su alrededor, preparado para cualquier cosa. Gojo, con su característico aire despreocupado, caminó hacia Hakari mientras revisaba a Uraume, asegurándose de que no representara más peligro.

—Parece que te dieron una buena pelea —comentó Gojo, echando un vistazo rápido a las heridas de Hakari quien estaba usando la técnica de Maldición Inversa.

—Más de lo que esperaba, pero no es nada que no pueda manejar —respondió Hakari, enderezándose lentamente. Estaba claramente agotado, pero no dispuesto a admitirlo.

Naruto, por su parte, seguía observando a Uraume, asegurándose de que el sello modificado mantuviera bloqueada la energía maldita. Había modificado esa técnica para poder lidiar con las maldiciones. Aunque no conocía bien a ninguno de ellos, comprendía que la situación era seria.

De repente, un crujido sutil se escuchó desde donde estaba Uraume. El hielo alrededor comenzó a moverse ligeramente, como si tratara de liberarse. Naruto frunció el ceño y reforzó el sello rápidamente con otra capa de chakra. Uraume intentó resistir, pero fue en vano. A pesar de sus esfuerzos, no logró romper el sello.

—me esperaba esto de alguien que sigue a Sukuna —murmuró Hakari mientras daba un paso adelante, todavía alerta.

Gojo observaba con calma, sus ojos fijos en el cuerpo inmóvil de Uraume. —Puede ser, pero aún quedan muchas cosas por resolver. Tenemos que movernos rápido. Sukuna no era la única amenaza ahí afuera todavía esta Kenjaku.-

Naruto escuchó el nombre de Kenjaku salir de los labios de Gojo y, de inmediato, su memoria se activó. Recordó el instante preciso en que lo había eliminado. Sin previo aviso, el hombre que había intentando manipularlo murió sin mas.

—Lo maté —dijo Naruto con tono neutral, como si simplemente estuviera comentando sobre el clima.

Gojo lo miró, esperando más detalles. Sin embargo, Naruto no se detuvo. Su mente repasó los acontecimientos. Cuando se enfrentó a Kenjaku, este había intentado utilizar una barrera para contenerlo, pero Naruto no se dejó.

-Me estaba por ir de ese lugar. Pero antes de que pudiera hacerlo, sentí como si una barrera quería contenerme. Enojado por la situación, mi chakra y la poca desorientación que todavía tenía me hicieron aparecer una bola de búsqueda de la verdad que es una de mis técnica, la lance en dirección al ese hombre llamado Kenjaku. Destruyendo la barrera y golpeándolo en la cabeza, sin oportunidad de hacer nada por la velocidad, en un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en polvo.-

Naruto continuó hablando, sin necesidad de adornos.

—No fue difícil. Su arrogancia lo llevó a su perdición.-

Gojo parpadeó, sorprendido por la respuesta de Naruto. Su expresión cambió, dejando entrever un leve asombro.

— Eso es... rápido. No esperaba que lo eliminaras tan fácilmente.-

Hakari, que había estado observando con atención, se cruzó de brazos y dejó escapar una risa baja, algo divertida.

—¡Menuda hazaña! Parece que te tomas en serio eso de no subestimar a tus oponentes. Pero, ¿en serio lo hiciste polvo? Eso es un poco extremo, ¿no?

Naruto encogió los hombros, como si no fuera un gran problema.

—Él no era una amenaza real para mí. Solo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado haciendo lo que no debía que hacer.-

Gojo se acercó un poco más, su mirada fija en Naruto, como si tratara de entender la magnitud de lo que había sucedido.

—¿Y qué pasó después? ¿Te encontraste con alguien más, o solo seguiste tu camino? —inquirió, genuinamente curioso.

Naruto pensó por un momento, recordando los detalles de la confrontación.

—No, simplemente busque a la energia de Sukuna haciendo eso te encontre muerto asi que te reviví y el resto ya lo sabes.

Hakari sonrió, admirando a Naruto.

— Sin duda, tienes una forma directa de hacer las cosas. Pero me intriga, ¿Cómo lo hiciste? Nunca he escuchado de esa bola de búsqueda de la verdad que mencionaste.- cuestiono Gojo con curiosidad

—Es una técnica que tengo. son esferas de Chakra compuestas de las cinco naturalezas básicas y el Elemento Yin-Yang tienen varios uso la cual una de ellas es eliminar todo lo que toca a nivel molecular.-

Gojo asintió, una sonrisa se dibujó en su rostro sorprendido por tal habilidad.

—Suena impresionante-

Mientras Naruto explicaba su técnica, un bullicio se escuchó a lo lejos. En ese momento, Utahime y el grupo llegaron.

—¡Gojo! ¡Estás vivo! —exclamó Shoko, su voz llena de alivio y alegría al ver a Satoru en pie nuevamente.

Los estudiantes de Gojo se unieron a la celebración, gritando y riendo, aliviados de que su maestro había regresado. Utahime se acercó, mirando a Gojo con una mezcla de sorpresa y preocupación.

—¿Cómo... cómo sucedió esto? ¿Estás bien?

Gojo sonrió, sin revelar que Naruto había sido el responsable de su regreso.

—Parece que simplemente tuve suerte. No hay mejor manera de regresar que con un buen grupo a mi lado.

Hakari, aún con los brazos cruzados, observó a la multitud con una sonrisa.

—Parece que esto se va a volver una fiesta. ¿Están listos para celebrar?

—¡Por supuesto! —respondieron los estudiantes, emocionados por la idea de una celebración.

Utahime miró a Gojo con aprecio.

—Te echamos de menos, así que tenemos que celebrar a lo grande.

Naruto, en silencio, observaba la escena. Sintió una mezcla de satisfacción y nostalgia al ver la felicidad del grupo, pero decidió no interrumpir el momento.

Gojo, aún recuperándose de la experiencia, miró a su grupo con una sonrisa amplia.

—No hay nada como una buena fiesta después de volver de entre los muertos. Pero- Gojo bajo la cabeza y el ambiente se puso pesado.- Megumi, el... cuando volví para pelear con Sukuna el ya había tomado por completo el cuerpo de Megumi ya era muy tarde.-

Nota: Me pareció meh que Megumi siguiera vivo después de que Sukuna haya reencarnado casi completamente y que siguiera vivo solo porque a Sukuna le faltaba el ultimo dedo, acá consumió los 20 dedos y listo.

Itadori y Nobara al enterarse de lo sucedido quedaron en shock .

Itadori dio un paso hacia adelante, pero sus palabras se atascaban en su garganta. Nobara se quedó inmóvil, sus ojos fijos en Gojo, tratando de asimilar lo que acababa de escuchar.

—¿Así que Megumi...? —Itadori finalmente habló, su voz temblorosa.

Gojo asintió lentamente, con el semblante serio.

—Sukuna ya no tenía ninguna barrera. Consumió los veinte dedos. Megumi... ya no está.

La realidad golpeó al grupo de lleno. El silencio era denso. Nadie sabía qué decir.

Naruto observaba desde el fondo, manteniéndose en su lugar. Sabía lo que era perder a alguien de esa manera, pero no era el momento para interferir.

—No puede ser... —murmuró Nobara, incrédula—. Megumi...

Itadori cerró los puños, tratando de controlar la ira que empezaba a crecer dentro de él.

—Tenemos que hacer algo, no podemos dejarlo así —dijo, con la voz cargada de desesperación.

Gojo lo miró, sabiendo que no había una respuesta fácil.

—Ya no hay nada que hacer. Megumi se fue con él...-

Itadori bajó la cabeza, tratando de procesar las palabras de Gojo. La idea de que Megumi, su amigo, ya no existía, lo llenaba de vacío. Nobara se dejó caer al suelo, en silencio, con la mirada perdida.

—¿De verdad... no hay nada que podamos hacer? —preguntó Itadori, su voz quebrándose.

Gojo negó con la cabeza lentamente.

—Sukuna y Megumi murieron juntos. La maldición lo consumió todo. No hay vuelta atrás.

Utahime, siempre tranquila, también parecía afectada. Se acercó a Nobara y le puso una mano en el hombro, tratando de ofrecer algo de consuelo, aunque las palabras sobraban.

—Hicimos todo lo que pudimos... —susurró Gojo, como si intentara convencerse a sí mismo también. -Pero al final, fue imposible salvarlo.-

El grupo quedó en un silencio pesado, cada uno lidiando con la pérdida a su manera. Naruto, observando todo desde la distancia, entendió que aquel dolor era algo que ellos debían superar por sí mismos. A veces, la pérdida no tenía respuestas ni soluciones, solo quedaba aceptarla.

Itadori respiró hondo, sin saber cómo seguir adelante.

—Megumi siempre... siempre fue fuerte. No quería que esto terminara así... —dijo, mirando hacia el suelo.

Nobara se limpió las lágrimas que habían comenzado a caer.

—Nos toca vivir con esto, pero... no olvidaremos a Megumi.

Gojo, aún con la cabeza baja, asintió. Sabía que lo único que podían hacer ahora era honrar su memoria y seguir adelante

Naruto, que había permanecido en silencio todo el tiempo, decidió intervenir al ver el estado del grupo. Dio un paso adelante y, con una voz firme pero serena, dijo

—Escuchen... no hay mucho que podamos hacer ahora. Es tarde, todos están agotados. Lo mejor será que descansen y mañana hablamos de todo esto con más claridad.

El grupo levantó la mirada hacia Naruto, sorprendidos por su intervención. Sabían que tenía razón, aunque la idea de descansar parecía imposible con el peso de la pérdida.

Naruto se agachó, colocando las manos sobre el suelo.

-"Mokuton: Shichūka no Jutsu"-

De repente, raíces y troncos comenzaron a brotar del suelo, entrelazándose rápidamente hasta formar una casa de madera lo suficientemente grande para albergar a todo el grupo. Era una estructura robusta y acogedora, perfecta para el descanso que tanto necesitaban.

Naruto no se detuvo ahí. Con otro gesto de sus manos, utilizó el -"Banbutsu Sōzō no Jutsu"- creando camas cómodas en el interior de la casa. Todo el ambiente se llenó de una energía tranquila.

—Aquí tendrán un lugar para descansar —dijo, mirando al grupo—. Mañana será otro día, y tendremos la cabeza más clara para decidir qué hacer.

Itadori y Nobara miraron a Naruto con una mezcla de gratitud y cansancio. Gojo asintió en silencio, comprendiendo el gesto.

—Gracias, Naruto —murmuró Gojo—. Tienes razón.

Sin más palabras, el grupo comenzó a moverse hacia el interior de la casa. Sabían que necesitaban el descanso, por difícil que fuera en ese momento.

Naruto se quedó observando cómo entraban, sintiendo la pesada atmósfera que los rodeaba. Sabía que el luto era necesario, pero también sabía que el descanso les ayudaría a enfrentar el día siguiente con más fuerza.

Naruto se quedó un momento afuera, observando la casa que había creado. Sabía que el grupo necesitaba un respiro, pero también entendía que el dolor no se disiparía fácilmente. Él mismo había pasado por pérdidas similares, y sabía lo devastador que era perder a alguien tan cercano.

Entró finalmente en la casa de madera. El ambiente era silencioso, solo se escuchaban las respiraciones profundas de aquellos que ya comenzaban a sucumbir al cansancio. Naruto caminó hasta una esquina y se sentó, vigilante, dándoles su espacio para procesar todo.

Itadori estaba acostado en su cama, mirando el techo, sin poder dormir. Su mente no dejaba de darle vueltas a lo que había pasado con Megumi, y la rabia que sentía hacia Sukuna no lo dejaba en paz.

—Gojo Sensei..—llamó Itadori en voz baja, mientras giraba la cabeza para mirarlo—¿Cómo se supone que sigamos adelante después de esto? Lo perdimos.. Megumi,¿Qué sentido tiene todo?-

Naruto observó en silencio la conversación . Sabía lo que Itadori estaba sintiendo. Había visto esa misma desesperación en otros antes, y en sí mismo.

—No hay una respuesta fácil, Itadori —dijo Satoru finalmente, con voz tranquila—. Lo que pasó es una tragedia, y no podemos cambiarlo. Pero seguir adelante no significa olvidar. Significa honrar lo que ellos representaban. Megumi luchó hasta el final, ¿no es así?-

Itadori apretó los labios, asintiendo. Sabía que Gojo tenía razón, pero el dolor seguía ahí, profundo y fresco.

—Lo sé... pero siento que le fallé —dijo Itadori, su voz apenas un susurro—. Como si todo lo que hicimos no fuera suficiente-

Gojo respiró hondo.

—Hiciste todo lo que pudiste, y eso es lo que cuenta. No puedes culparte por no haber salvado a todos. No siempre podemos salvar a los que amamos, por mucho que lo deseemos.- Pensando en Geto. -Lo importante es qué hacemos después. ¿Dejamos que el dolor nos consuma o seguimos luchando por ellos?-

Itadori guardó silencio, procesando las palabras de Satoru.

—Descansa —le aconsejó Gojo—. Mañana tendrás más fuerzas para decidir qué hacer.

Itadori asintió lentamente y cerró los ojos, aunque el sueño seguía siendo esquivo.

Satoru volvió a recostarse, sin dejar de observar al grupo.

Naruto estaba en silencio, vigilando a los demás mientras intentaban descansar. El ambiente seguía siendo tenso, pero todos estaban agotados.

Gojo, recostado en una de las camas, habló en voz baja sin mirar a nadie en particular.

—Esto nunca fue sencillo. Todos sabíamos que las cosas podían acabar así, pero perder a Megumi... se siente diferente. Me cuesta aceptar que no pude hacer más.-

Naruto lo escuchó sin intervenir. Sabía que cada uno debía lidiar con la pérdida a su manera.

—Mañana debemos enfocarnos en lo que viene —continuó Gojo, girando su cabeza para mirar a Naruto—. No sé qué camino vamos a seguir, pero no podemos quedarnos atrapados en lo que ya pasó.-

Naruto asintió.

—Tienen que descansar ahora. Mañana veremos cómo seguimos —respondió con calma.

Itadori, sin abrir los ojos, murmuró.

—¿Y si mañana tampoco encontramos una respuesta? ¿Y si todo sigue igual?-

Naruto lo miró fijamente.

—Entonces seguimos buscando. No importa cuánto tiempo lleve. No puedes rendirte ahora.-

El silencio volvió a llenar el lugar. Uno por uno, todos se quedaron dormidos, aunque no de manera tranquila. Naruto sabía que el día siguiente traería más preguntas, pero lo importante ahora era es que estén todos juntos y enfrentar lo que viene.


El siguiente día


La mañana llegó, y la luz del sol se filtraba por las ventanas de la casa de madera. El grupo comenzó a despertar lentamente. El ambiente seguía siendo pesado, pero el descanso les había dado algo de energía.

Naruto fue el primero en levantarse. Observó a los demás mientras se desperezaban, y aunque todos tenían la mirada baja, sabían que el día debía continuar.

Gojo se sentó al borde de su cama, estirándose.

—Hoy necesitamos claridad. No podemos seguir vagando sin un plan —dijo, mirando a los demás.

Itadori se frotó los ojos, aún sintiendo el peso de la pérdida, pero asintió.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Itadori, directo—. Sukuna y Megumi ya no están. ¿Qué sigue?-

Naruto cruzó los brazos, serio.

—Con el mundo en caos, mucha gente habrá muerto o quedado herida. Sepárense en cinco grupos. Ayuden a los heridos y tráiganlos aquí —dijo con tono firme, sin dejar espacio para discusión—. Pero el niño se queda. Puede ser peligroso.-

Naruto miró a Ui Ui, mientras Mei Mei levantaba una ceja.

—No voy a dejar a mi hermano —dijo Mei Mei con una calma fría, dando un paso hacia Naruto, quien la miró de vuelta, serio.

Hubo un momento de tensión entre ambos. Ninguno cedía entonces Mei Mei empieza a canalizar su energia maldita, pero Naruto no cambió de postura.

—El niño se queda —reiteró Naruto con la misma firmeza.

Mei Mei lo observó durante unos segundos más, analizando la situación. Finalmente, suspiró.

—De acuerdo —aceptó con un leve gesto de cabeza. -pero yo también me quedaré.-

Naruto asintió lentamente, reconociendo que Mei Mei no iba a dejar a Ui Ui solo.

—Está bien —respondió—. El resto, prepárense para moverse.

Gojo, Itadori, Nobara y los demás comenzaron a organizarse, sabiendo que la misión era importante.

Grupo 1: Yuji, Nobara, Kirara, Hakari.

Grupo 2: Yuta, Inumaki, Maki, Panda.

Grupo 3: Shoko, Miwa, Momo, Takuma.

Grupo 4: Gakuganji, Kusakabe, Utahime, Ijichi.

Grupo 5: Gojo, Higuruma, Hana, Choso.

Naruto observó cómo el grupo se organizaba rápidamente en equipos, cada uno listo para salir y ayudar a los heridos.

—Escuchen bien —dijo Naruto, con tono serio—. No solo se trata de rescatar a los heridos. También asegúrense de que no haya más amenazas cerca. Si encuentran maldiciones, elimínenlas de inmediato. No podemos permitir más caos.-

Todos asintieron, entendiendo la gravedad de la situación. Gojo dio un paso al frente, dirigiéndose al grupo.

—Recuerden si encuentran algo que no pueden manejar, no duden en pedir refuerzos. No estamos en condiciones de perder a más gente.-

Cada grupo se preparó para salir. Yuji y Nobara, con Kirara y Hakari, fueron los primeros en moverse. El grupo de Yuta, Inumaki, Maki y Panda siguió de cerca. Mientras tanto, Shoko, Miwa, Momo y Takuma se aseguraron de llevar suministros médicos para tratar a los heridos. Gakuganji, Kusakabe, Utahime e Ijichi se movieron de manera más táctica, listos para apoyar donde fuera necesario.

Gojo lideraba su grupo con Choso, Higuruma y Hana, todos listos para enfrentarse a cualquier amenaza que apareciera.

Naruto los observó irse antes de volverse hacia Mei Mei y Ui Ui. Sabía que ellos también estaban ansiosos por ayudar, pero la seguridad del niño era una prioridad.

—Nosotros nos quedaremos aquí y aseguraremos esta zona —dijo Mei Mei, mientras miraba a Naruto.

—Cualquier cosa, avisen de inmediato —respondió Naruto, dándoles una última mirada antes de salir al exterior para vigilar.

Mientras tanto

Uraume seguía tirada a unos metros del lugar sin poder moverse. Y a unos metros mas el cuerpo sin vida del Rey de las maldiciones.

Nota: no se deshizo como una maldición porque no es una maldición del todo al reencarnarse en el cuerpo de Megumi.


Y FIN

Este Cap. cuenta con 4329 palabras pienso que se me hizo largo el capitulo. Espero que les haya gustado el capitulo y perdón por la demora. Andaba ocupado con algunas cosas pero ya esta todo bien.

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