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Cap 2



Ser Superior 

Caos en el mundo



Momentos después de la caída de Gojo, el mundo del jujutsu se vio sacudido por una energía ominosa.



CIUDAD NIKKO



EN UNA BASE OCULTA


Kenjaku observaba los monitores que mostraban la reacción del mundo ante la muerte del hechicero más poderoso. La noticia se propagaba como un incendio forestal, generando caos entre los hechiceros.


Kenjaku sonrió, sintiendo que su plan avanzaba como lo había previsto. Sin Gojo, el equilibrio de poder se había alterado, creando un vacío que pronto intentaría llenar.


-La muerte de un líder siempre trae consigo oportunidades-, murmuró para sí mismo, mientras sus pensamientos giraban en torno a cómo podría manipular la situación a su favor.


Mientras tanto, en el fondo de LA base, un brillo inusual emergía. Era la estatua de Naruto, que había permanecido inmóvil durante milenios.


A medida que la energía en el aire se intensificaba, un cambio comenzó a ocurrir en la estatua. Una luz envolvía su superficie, y la única grieta que tenia poco a poco se empezo hacer mas grande, el chakra que había mantenido su forma petrificada comenzó a desvanecerse.


Con Kenjaku, los científicos trabajaban incansablemente.


 un joven llamado Shono, se acercó a su líder. -señor Kenjaku, hemos detectado un aumento en la energía. Podría ser... algo relacionado con la estatua que recuperaste-, dijo, con cierta ansiedad en su voz.


Kenjaku se volvió hacia él. -¿Te refieres a la estatua que encontre en el océano? ¿La que emanaba una energía desconocida?- Shono asintió afirmativamente. - Bueno mantén tus ojos en eso. Si algo pasa avísame, necesitamos estar listos.-


Al mismo tiempo


La estatua de Naruto, que había estado silenciosa durante siglos, comenzó a romperse lentamente. Fragmentos de piedra caían al suelo, y una intensa energía se liberaba.


Con Kenjaku


El suelo es destruido y un destello de luz iluminó la sala. Los científicos del epicentro murieron o fueron mandados a volar.


Finalmente, con un segundo fuerte estallido, Naruto emergió de su prisión de piedra elevándose lentamente hacia la sala. Se encontraba desorientado. Mirando a su alrededor.


Kenjaku observaba, intrigado. -"Parece que un ser antiguo se ha despertado. Pero, ¿de qué lado estará?"-


Naruto, estaba sintiendo las emociones a su alrededor la mayoría era la del miedo pero la emoción mas fuerte fue la de Deseo de Poder. -¿Dónde estoy? -, preguntó, su voz resonando en la sala.


Shono, en shock. -Es... un ser de poder increíble.-


Naruto permanecía en medio de la sala, aún desconcertado, mientras la energía a su alrededor vibraba con una intensidad que desafiaba la comprensión. Su mera presencia alteraba la atmósfera de la base, como si el mundo entero respondiera a su despertar.


Kenjaku lo observaba en silencio, midiendo cada detalle, evaluando cuidadosamente lo que había ante él.


-¿Quién eres?- preguntó Kenjaku con tono calculador. 


Pero Naruto no respondió de inmediato. En su mente sentía el mundo entero pulsando con energía, cada rincón, cada país. 


Justo en ese momento el mundo mismo le dio de objetivo de matar a un ser maligno, sintiendo la presencia de ese ser a cien kilómetros.


Naruto dio un paso hacia adelante, y el suelo bajo sus pies pareció temblar. En algún lugar, a miles de kilómetros de distancia, una grieta gigantesca se abrió en la tierra.


Era como si cada movimiento de Naruto tuviera repercusiones globales, afectando el equilibrio de las naciones.


-¿Qué es esto...?- murmuró, mirando sus manos con una mezcla de confusión y asombro.


Sentía algo extraño dentro de él, otra energia conectada a su ira y mesclada a su chakra. Kenjaku dio un paso hacia adelante, manteniendo una sonrisa fría y calculadora. 


Sus ojos se estrecharon sintiendo la poderosa energia maldita y la otra energia que había estado envuelta en la estatua. -Ese poder... es increíble.-


Naruto miró directamente a Kenjaku. -¿Quién eres tú? ¿Qué es este lugar?- Su voz sonaba firme. 


Kenjaku ignoró las preguntas por un momento y se limitó a observar a Naruto con creciente curiosidad, solo descubrió poco y nada del templo en que lo encontró.


-Eres parte de algo mucho más grande, algo que comenzó hace milenios. Fuiste sellado por una razón, pero ahora estás libre." fingió preocupación con la poca información que tenia.


Naruto apretó los puños -No me conoce y no sabes nada- enojándose, intento concentrarse, pero algo dentro de él parecía desbordarse causando a un mas caos.


Era como si no pudiera controlar lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Y con cada paso que daba, sentía como si el mundo cambiara.


En otra parte del planeta, las placas tectónicas se movían, separando continentes enteros. Países que alguna vez estuvieron conectados comenzaban a distanciarse, formando islas y archipiélagos, mientras que ciudades costeras eran devoradas por las aguas del océano.


-¿Qué me está pasando?- gritó Naruto, su voz llena de frustración. No podía entender por qué cada uno de sus movimientos tenía efectos tan devastadores en el mundo.


La conexión que sentía con la tierra era abrumadora, y cada impulso de chakra que liberaba alteraba el planeta de maneras que nunca había imaginado posibles.


Kenjaku continuó observando, disfrutando en silencio del caos que comenzaba a desatarse. -Es como si estuvieras conectado al núcleo del mundo mismo. Cada paso que das... cada vez que respiras, parece que algo cambia. ¿Es este el verdadero poder de un Dios?-


Naruto, respirando, trató de concentrarse. -Debo detener esto... no puedo seguir... destruyendo. Pero era como si su cuerpo no le perteneciera del todo. Sentía el chakra natural y esa energía maldita, una fuerza que no reconocía pero que respondía a sus emociones más profundas. Y con cada segundo que pasaba, el mundo a su alrededor se desmoronaba un poco más.


Mientras tanto, afuera de la base, 

El suelo temblaba, y enormes olas comenzaron a formarse en el océano cercano. Las ciudades costeras más cercanas se estaban hundiendo lentamente bajo el agua, y los informes llegaban rápidamente.

El mundo entero estaba al borde del pánico, sin saber que era la influencia de este extraño ser lo que estaba causando el desastre.


De vuelta en la base

Kenjaku observaba la escena con un aire de satisfacción. No podía evitar sentir una mezcla de admiración y ambición.

Naruto, en su confusión, era una fuerza de la naturaleza, una entidad que desataba el caos sin darse cuenta.


-Esto es fascinante,- murmuró Kenjaku para sí mismo, pensando que podía dar un paso más hacia su objetivo.


-"La muerte de Gojo ha permitido que este ser se despierte. Es como si el universo estuviera reequilibrándose en respuesta a su poder."-


Naruto, con los puños apretados y la respiración agitada, trataba de encontrar algún tipo de control. -¡Detente, mundo!- frustrado dando se cuenta que pasaba, su propia energía y el mundo era la causa de la devastación. Cada palabra resonaba, causando que el suelo se partiera aún más.


Kenjaku se acercó un poco más, intentando captar la atención de Naruto. -Tienes que entender que tu despertar ha desencadenado una serie de eventos y con migo ayudándote. Tu energía será la clave para un nuevo orden.- intento manipularloNaruto, confundido, le lanzó una mirada furiosa.


-¿Nuevo orden? ¡Esto no es un juego! Las personas están sufriendo, ¡debo detenerlo!- Su voz era firme, pero el caos que lo rodeaba lo hacía sentir impotente.


Con cada segundo que pasaba, la destrucción se volvía más evidente. Shono, que había estado observando desde un rincón, finalmente se atrevió a hablar.


"Señor Kenjaku, si su poder continúa de esta manera, no habrá forma de contenerlo. Necesitamos un plan."Kenjaku asintió lentamente, como si estuviera sopesando las palabras de Shono.


"Tienes razón. Pero este es un momento crucial. Debemos aprovechar la situación. Si lo logramos, podríamos controlarlo.


Naruto, escuchando la conversación, trató de entender. -¿Controlar? ¿Quién a mí?"-preguntó, la ira aumentando en su voz.


Kenjaku sonrió, un brillo de interés en sus ojos. -Tú eres el eje de un nuevo paradigma. Con tu poder, podríamos cambiar el mundo. - Kenjaku intento nuevamente manipularlo.


Naruto tranquilizándose un poco, dejo de prestar atención a Kenjaku, su mente estaba en otro lugar. 


Mientras tanto el exterior

En el mundo exterior se precipitaba hacia un pánico total. En las calles, la gente corría, tratando de escapar de la inminente inundación.

Las transmisiones de noticias mostraban imágenes de ciudades sumergidas y áreas evacuadas, sin saber que todo estaba conectado a un ser que acababa de despertar. 


De vuela con Naruto

 "No puedo seguir así. Debo encontrar la manera de estabilizarme." Con cada paso que daba, consciente del desastre que estaba causando. Su mente buscaba una solución de repente un llamado resonó en su ser.


"El mundo me pidió que eliminara a un ser maldito", pensó. Esa voz interior lo guiaba, lo empujaba a seguir una dirección.


Pero antes de que pudiera hacer algo, sintió como si una barrera lo quisiera contener. Enojado por la situación, su chakra y la poca desorientación que todavía tenía hicieron aparecer una bola de búsqueda de la verdad, lanzándola en dirección al hombre llamado Kenjaku. Destruyendo la barrera y golpeándolo en la cabeza, sin oportunidad de hacer nada por la velocidad, el chamán milenario murió en un abrir y cerrar de ojos, convirtiéndose en polvo.


 Se enfocó en esa aura oscura que pulsaba en el aire. La energía llevo a Naruto hasta Tokio, donde la devastación era palpable pero no por su presencia.


La ciudad estaba marcada por la lucha, escombros y ruinas por todas partes. Al llegar a un lugar central, donde una figura yacía sin vida. Un escalofrío recorrió su cuerpo aunque no sabia porque, cuando escucho en su mente -"sálvalo"-


Naruto se acercó. Sin pensarlo, recordó el Rinne Sharingan activándolo, a su mente le vino una habilidad. Con un movimiento preciso, realizo la técnica -Rinne Tensei.- 


El chakra de Naruto rodeó a Gojo, y poco a poco, el guerrero comenzó a abrir los ojos. -¿Qué... qué ha pasado?- murmuró, confuso. 


-Estabas muerto y pareces tener la buena voluntad del mundo- respondió Naruto. -Ahora dime peleaste contra ese ser maldito.-


Gojo se incorporó, observando a Naruto con curiosidad sus seis ojos le mostraba lo poderoso que era la persona frente el. -¿Ser maldito? ¿Te refieres a Sukuna?- La mención del nombre hizo que la atmósfera se tensara.


-Sukuna...-. repitió Naruto, el nombre resonando en su cabeza. -¿Quién es él?-


Gojo, con un semblante serio, explicó: -Es un antiguo espíritu maldito, extremadamente poderoso y malvado. Su energía ha estado causando caos durante mil años, Necesito detenerlo.- 


Naruto asintió, podía entender porque el mundo quería que mate a la maldición pero no entendía porque estaba causando tal alboroto. -Vamos a buscarlo. hay que eliminar a ese ser despreciable-


-pero antes tengo que hacer algo- digo cerrando los ojos .activo el Rinne Sharingan y volvió a hablar abriendo los ojos -Banbutsu Sōzō: In'yōken- creando una espada sorprendiendo a Satoru por sus ojos.



Naruto sintió la resistencia del mundo, parece que sabia lo que estaba por hacer, pero no podía retroceder. Con el espada que había creado flotaban frente a él, una manifestación de su voluntad y imaginación estaba por romper el lazo que lo ataba al planeta.


Al sostener la espada, sintió cómo la energía del mundo trataba de impedir su movimiento, pero no podía detenerlo. Con un balanceo firme, lanzó un corte que atravesó el aire cortando la cadena de energia que lo conectaba al mundo. El corte siguió abriendo una masiva grieta en el suelo, pero no fue solo eso. Al usar su poder, la espada generó una cadena de tierra que comenzó a rodear al mundo: la Red Line.


El impacto fue abrumador. La cadena se extendió, separando tierras y creando una barrera de roca y tierra que delimitaba todo el planeta. Naruto observó cómo la Red Line surgía, delineando un nuevo mundo en el que se había creado un espacio de separación.


Con cada latido de su corazón, sintió cómo el lazo con el planeta se debilitaba. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, la conexión que había formado a lo largo de los siglos se rompió por completo.


—Lo logré... —murmuró, sintiendo cómo su energía fluía sin restricciones. La interferencia había desaparecido. Ya no estaba atado al planeta ni a su voluntad.


Miró la Red Line que lo rodeaba, consciente de las millones de vidas que se perdieron, era un daño irreparable, y si bien podría traer de vuelta a la vida a alguien no lo haría por cualquiera, aparte de que no se quería enfrentar al Shinigami por traer a todas las personas del mundo a la vida. Ahora que se había liberado, tenía un objetivo claro, eliminar al ser llamado Sukuna.


SUKUNA

Naruto respiró hondo mientras la energía fluía sin restricciones por su cuerpo. La sensación de liberación era nueva, pero la realidad del daño que había causado lo golpeaba fuerte. A pesar de la devastación que dejó atrás, su misión seguía siendo clara.

Gojo observaba todo en silencio, aún impactado por lo que acababa de presenciar.

—¿Qué acabas de hacer? —preguntó Gojo, sin poder apartar la vista de la Red Line que ahora rodeaba al planeta.

Naruto guardó silencio por un momento, sabiendo que cualquier explicación no aliviaría el peso de sus acciones.

—Tenía que romper el lazo que me ataba al planeta —respondió Naruto con frialdad, sin apartar la vista del horizonte

Gojo cruzó los brazos, todavía evaluando lo que acababa de ver.

—¿Así que ahora estás completamente libre? —preguntó, sin ninguna emoción en su voz.

—Sí —afirmó Naruto, con el Rinne Sharingan ahora desactivado—. Pero no es momento de hablar de eso. Tengo que detener a Sukuna.-

—Claro —dijo Gojo, aunque no podía ocultar su curiosidad—. Pero déjame preguntarte algo... esos ojos, ¿Qué son?

Naruto lo miró bien por primera vez desde que comenzó todo, notando la mezcla de interés y seriedad en Gojo.

—Es el Rinne Sharingan —respondió Naruto— Que me permite hacer mucho más de lo que imaginas.

Gojo soltó una pequeña risa, casi burlona.—Interesante. Creía que había visto todo lo que la energía maldita podía hacer, pero parece que me equivoqué.-

Naruto no respondió, simplemente asintió iba a preguntar que es la energia maldita pero sabía que no había tiempo para preguntas. Sukuna debía ser eliminado, y cada segundo que pasaba era un segundo en el que el maldito espíritu podía estar causando más caos.

—¿Sabes dónde está? —preguntó Naruto.

Gojo se dio la vuelta y comenzó a caminar.

—He sentido su presencia cerca —dijo Gojo—. No va a ser fácil enfrentarlo, pero con tus habilidades... puede haber una oportunidad.

Naruto lo siguió.—No me importa lo fuerte que sea —dijo con firmeza—. Voy a acabar con él.-

Gojo sonrió de lado, sintiendo la confianza en Naruto.—Sukuna no es cualquier enemigo, ha existido por mil años por una razón.

Naruto aceleró el paso—No importa cuánto tiempo haya existido. Todos caen al final.

—Tienes confianza, eso me gusta —comentó Gojo—, pero cuidado con subestimarlo.

Naruto frunció el ceño.—No lo subestimo. Sé lo que es enfrentarse a enemigos poderosos. No es la primera vez.-

Gojo alzó una ceja.

—¿De verdad? —preguntó con un tono ligero—. Y, ¿a qué tipo de "enemigos poderosos" te has enfrentado antes?

Naruto lo miró de reojo, manteniendo el ritmo.

—Una diosa llamada Kaguya Otsutsuki —dijo, como si fuera un hecho obvio—. Y Madara Uchiha un seudo dios antes de ella.-

Gojo girándose hacia Naruto.

—Dioses, ¿eh? Eso suena interesante.

Naruto suspiró.—No es momento para hablar del pasado. Tenemos que encontrar a Sukuna.-

Gojo sonrió de nuevo, esta vez más relajado.

—Está bien, está bien. Solo asegúrate de que esa espada tuya esté lista —dijo, con un toque de humor—. No quiero hacer todo el trabajo.-

Naruto lo ignoró, pero no pudo evitar sentir una pequeña chispa de respeto por el hechicero de cabello blanco. Claramente, no era un novato en el combate, y su actitud relajada, aunque extraña, indicaba que sabía bien a qué se estaban enfrentando.

A medida que se acercaban a la ubicación de Sukuna, la atmósfera cambió. Una presión maligna se sentía en el aire, densa y opresiva. Naruto frunció el ceño.

—¿Es esto energía maldita? —preguntó, sintiéndolo en si mismo y como es esta a diferencia del chakra, pareciéndose a como era su chakra cuando su ira sacaba el chakra de Kurama, aunque sus emociones no estaban tan conectada a su energia como lo es ahora.

—Sí, y no es cualquier energía maldita. Es la presencia de Sukuna.-

Naruto, sintiendo cómo esa energía lo rodeaba.

—Vamos a detenerlo —dijo con firmeza.

Gojo sonrió, pero su tono era ahora más serio.

—Sukuna no es solo fuerte, es pura maldad. No hay que tener un margen de errores.-

Mientras caminaban Gojo notó el cambio en el ambiente , y aunque la energía maldita de Sukuna se hacía más densa, Naruto mantenía una calma inquietante. Gojo lo observaba de reojo, notando cómo no mostraba señales de tensión, lo que no cuadraba con la actitud de alguien que iba a enfrentarse a una amenaza tan temida.

—No pareces preocupado —comentó Gojo, sin apartar la mirada del horizonte.

Naruto respondió con firmeza, sin cambiar su expresión.

—No es cuestión de estar preocupado —dijo—. Lo que sea que esté haciendo Sukuna, tengo que detenerlo. estoy aquí porque el planeta quiere que lo elimine.

Gojo se detuvo un momento, cruzando los brazos.

—¿El planeta? —preguntó, algo curioso—. Así que eso es lo que te impulsa.

Naruto asintió, mirando al frente.

—No me interesa lo fuerte que sea Sukuna. Lo que me preocupa es lo que sucederá si no termino esto ahora.-

Gojo soltó una risa ligera, pero sin perder la seriedad del momento.—Entonces, ¿te lo tomas en serio porque el planeta te lo pide? —bromeó.

—Aunque no lo creas, es más complicado que eso —respondió Naruto — viste cuando corte mi conexión con el mundo .

Gojo asintió prestando atención

-El mundo estaba interfiriendo con mi energía, no lo se aun, pero creo que quería eliminar a la mayoría sino todas las personas que lo habitan... Ya no podía permitir que eso continuara. Pero también me había dicho que matara a Sukuna.-

Gojo lo miró por un momento, reflexionando.—Interesante. Entonces, ¿Qué tan fuerte eres en realidad? —preguntó, más como curiosidad que como un reto.

Naruto lo miró de reojo.—Suficiente para hacer esto rápido —respondió—. Pero quiero asegurarme de que no haya errores. No puedo permitir que este ciclo de caos continúe.-

Gojo asintió, más consciente de la magnitud de la situación.—Parece que este será un enfrentamiento interesante. Sukuna no sabe lo que se le viene encima.-

Naruto mantuvo su mirada firme hacia adelante.

—Estamos cerca —murmuró Naruto, manteniendo la calma mientras sentía la energía maligna concentrándose.

De repente, tres figuras emergieron de un edificio. Gakuganji, Utahime e Ijichi estaban allí, pero en sus rostros había una mezcla de sorpresa y dolor al ver a Gojo caminando junto a Naruto. Ijichi parecía incapaz de hablar, mientras que Gakuganji y Utahime miraban a Gojo, aún procesando la escena frente a ellos.

—Gojo... —susurró Utahime, su voz rota—. Pensé que... ¡Sukuna te mató!

Gakuganji, más serio pero igualmente impactado, habló con dureza. —¿Cómo es posible? ¿Es un truco? ¿Eres real?-

Naruto se detuvo, observando brevemente a las tres personas. No los conocía, pero algo en sus expresiones le decía que la situación era más complicada de lo que pensaba.

Gojo, con una pequeña sonrisa de lado, simplemente se encogió de hombros. —Lo siento si los hice preocupar. Estoy aquí, pero no hay tiempo para explicaciones.-

—¿Cómo estás vivo? —preguntó Ijichi, casi sin aliento, dando un paso hacia atrás, claramente todavía en estado de shock.

Naruto miró a Gojo, pero no dijo nada. Sabía que esa parte no le concernía.

—No es relevante ahora —respondió Gojo con una seriedad poco habitual en él—. Sukuna está cerca, y tenemos que enfrentarlo. Eso es lo único que importa.

—Pero, ¡acabas de regresar de la muerte! —Utahime se encontraba entre la confusión y la preocupación—. ¡No puedes simplemente...!

—Lo sé, lo sé —la interrumpió Gojo—, pero no tengo tiempo para explicaciones. Este de aquí —dijo señalando a Naruto— es nuestra mejor oportunidad para detener a Sukuna.-

Gakuganji, visiblemente molesto, cruzó los brazos. —¿Y quién demonios es él?

—No me interesa quién sea Sukuna ni lo que haya hecho —intervino Naruto, cortante, sin desviar la mirada del camino—. Estoy aquí porque la tierra me pidió que lo elimine.-

Los tres conocidos de Gojo lo miraron, incrédulos. No era solo la idea de que Gojo estuviera vivo de nuevo, sino que este extraño, con una misión tan vaga como "eliminar a Sukuna", caminara tan seguro de sí mismo.

—¿El planeta te lo pidió? —murmuró Gakuganji, desconfiado—. Esto no tiene ningún sentido.-

—No importa si tiene sentido o no —respondió Gojo con un tono más serio—. Este tipo es diferente. Si alguien puede detener a Sukuna, es él.-

—Vimos lo que hizo Sukuna... cómo te... —Ijichi seguía en shock—. Si ese monstruo pudo matarte a ti, Gojo-sensei, ¿cómo...?

—Vamos a detenerlo —interrumpió Naruto—. Lo que pasó antes no importa. Lo único importante ahora es que Sukuna debe ser eliminado, y lo será.-

Utahime tragó saliva, todavía en conflicto, pero la determinación en Naruto y Gojo era palpable. No entendían del todo lo que estaba pasando, pero la gravedad de la situación no podía ser ignorada.

—Bien —dijo Gakuganji finalmente, aunque con escepticismo—. Si dices que él puede hacerlo, lo seguiremos. Pero más vale que esto no sea una locura.-

Gojo asintió, mirando a sus colegas- bien, pero es mejor que vayan con los demás-

Naruto, sin mirar atrás, continuó caminando. —No hay tiempo, esto acabara ahora.-

Los tres intercambiaron miradas, asintiendo a Gojo, y se fueron por otra dirección. Sabían que no podían permitir que Sukuna siguiera causando estragos, y si Gojo confiaba en este desconocido, ellos no tenían otra opción.


Momentos antes de que Naruto reviva a Satoru

Kashimo apareció en la escena, lanzándose a la pelea con una velocidad increíble. Se mantenía firme frente a Sukuna, sus ojos brillaban con deleite por la pelea. Aunque Sukuna parecía relajado, su mente evaluaba cuidadosamente a su enemigo, el en su estado actual no podía seguirle el paso por la anterior pelea que tuvo. El dios del trueno sin mostrar piedad, estaba emocionado por enfrentarse al Rey de las maldiciones, el ser más temido de la historia.

Ambos combatientes se alejaron considerablemente del cuerpo de Gojo, moviéndose a velocidades que desafiaban la percepción.

En un momento de la pelea, un bloque gigante de hielo apareció encima de ellos, y sobre el hielo estaba Uraume, quien dejó caer el bloque. Sukuna, relajado, levanta la mano mientras el hielo se parte, y a su vez, Sukuna agarra algo que era... una de sus herramientas maldita la Kamutoke

—¿Así que esa es la Kamutoke? —preguntó Kashimo, con una sonrisa despectiva—. No servirá de nada contra mí.-

Sukuna entrecerró los ojos, evaluando la situación.

—Inmune a la electricidad... —murmuró Sukuna, más para sí mismo que para Kashimo—. Interesante, pero no me preocupa.-

Kashimo rio, la energía eléctrica a su alrededor chisporroteaba mientras lo envolvía. Sukuna, sin inmutarse, permanecía en su lugar, como si estuviera esperando algo.

—Vamos, Sukuna. No te andes con rodeos. Muéstrame lo mejor que tienes —dijo Kashimo, con una chispa de emoción en su voz.

Sukuna observó el entorno por un momento antes de responder.

—No tienes idea de lo que estás pidiendo —replicó con una sonrisa cruel—. Pero ya que estás tan ansioso por morir...-

De repente, Sukuna dejando de lado la Kamutoke, el bloque de hielo en el que había sido entregada se derritió completamente. Sukuna había tomado una decisión. -"Si la electricidad no funciona, no queda de otra"-

—He estado conteniéndome —dijo Sukuna, mientras su energía maldita comenzaba a elevarse—. No quería usar esto, pero parece que me has obligado.-

Kashimo frunció el ceño, sintiendo que algo estaba cambiando en el aire. Sukuna, con una sonrisa siniestra, comenzó a desencadenar su técnica oculta.

—Reiniciar el proceso de reencarnación... —susurró Sukuna mientras su cuerpo brillaba intensamente—. Volver a mi forma original.

Kashimo dio un paso atrás, sorprendido por la cantidad masiva de energía que emanaba de Sukuna. Era como si el aire mismo se deformara bajo la presión de su poder.

—¿Qué estás haciendo...? —murmuró Kashimo, preparándose para lo peor.

El cuerpo de Sukuna comenzó a cambiar. La apariencia física que había adoptado en el cuerpo de Megumi estaba siendo reemplazada por algo mucho más antiguo y peligroso. Era como si el Sukuna original, el rey de las maldiciones, hubiera vuelto completamente.

Cuando la transformación terminó, Sukuna sonrió, sus ojos brillando con una mezcla de poder y satisfacción.

—Esta es mi verdadera forma, Kashimo —anunció, su voz resonando con una maldad inconfundible—. Ahora, ¿listo para enfrentarte al auténtico Rey de las Maldiciones?-

Kashimo sonrió, aunque ahora parecía más cauteloso.

—Esto es lo que quería —dijo, aunque en el fondo sabía que esta batalla sería mucho más dura de lo que había anticipado.

Sukuna lanzó el primer ataque, su velocidad y poder eran abrumadores. Kashimo apenas tuvo tiempo de reaccionar, esquivando por los pelos un golpe que habría acabado con él en un instante. La batalla había alcanzado un nuevo nivel, y ahora Kashimo enfrentaba al verdadero poder de Sukuna.

Sukuna avanzó de nuevo a una velocidad aterradora, desapareciendo de la vista de Kashimo por un momento. Antes de que Kashimo pudiera reaccionar, sintió un golpe devastador en su costado que lo hizo volar hacia atrás, atravesando una pared de roca.

Kashimo se reincorporó rápidamente, limpiando la sangre de su boca con el dorso de la mano. Su cuerpo chisporroteaba con energía eléctrica mientras se preparaba para el siguiente asalto.

—Nada mal —dijo Kashimo, con una sonrisa torcida—, pero no eres el único que puede aumentar su poder.-

Sukuna lo miró con una sonrisa desdeñosa.

—¿De verdad crees que puedes mantener el ritmo? —preguntó, con su tono lleno de arrogancia.

Kashimo no respondió, pero su cuerpo comenzó a emitir una cantidad aún mayor de energía. Las chispas alrededor de su figura crecían en intensidad, su piel ahora parecía brillar con una luz azulada mientras la electricidad circulaba sin descanso.

De repente, desapareció en un destello de luz, apareciendo detrás de Sukuna y lanzando un golpe cargado con toda su fuerza. Sukuna logró girarse para bloquearlo, pero el impacto aún lo empujó hacia atrás, creando un cráter bajo sus pies.

—¡Eso fue mejor! —exclamó Kashimo, su voz cargada de emoción—. ¡Muéstrame más de lo que tienes!-

Sukuna, recuperando el equilibrio, sonrió de forma siniestra. Había algo en Kashimo que le recordaba a los guerreros más feroces que había enfrentado en su vida anterior, aquellos que se deleitaban en el combate, sin importar las probabilidades.

—Muy bien... —dijo Sukuna mientras una energía oscura comenzaba a envolver su cuerpo. -Pero no digas que no te advertí.-

Sukuna estiró una mano hacia adelante, y de pronto, el aire alrededor de ellos comenzó a distorsionarse. Kashimo frunció el ceño, sintiendo la presión de la técnica maldita de Sukuna incrementándose. El campo de batalla se deformaba bajo la influencia del Rey de las Maldiciones.

¡Malevolent Shrine!exclamó Sukuna, desplegando su dominio de manera repentina.

El área a su alrededor se transformó en un paisaje de ruinas y caos, donde cada rincón estaba cubierto de energía maldita afilada y cortante. Kashimo se encontró en medio de una tormenta de ataques invisibles, sintiendo cómo las hojas malditas de Sukuna cortaban su piel y carne.

—¡Tsk! —Kashimo apenas tuvo tiempo de protegerse mientras las heridas comenzaban a abrirse en su cuerpo. Sabía que estaba dentro del dominio de Sukuna, un lugar donde la técnica de este era absoluta.

—Este es el final, Kashimo —dijo Sukuna, con una satisfacción fría en su voz—. No puedes escapar de mi dominio.-

Kashimo, sin embargo, no mostró signos de rendirse. A pesar del dolor, seguía sonriendo.

—He esperado mucho tiempo por esta pelea, Sukuna —dijo, apretando los dientes mientras la sangre brotaba de las heridas en su cuerpo. —No pienso rendirme tan fácil.-

Apretando los puños, Kashimo canalizó todo el poder eléctrico que le quedaba en su cuerpo. La electricidad empezó a chisporrotear con furia, rebotando por el terreno mientras él se preparaba para un último ataque.

—No me importa si tienes un dominio o no. ¡Voy a destrozarlo todo!-

Kashimo se lanzó hacia Sukuna con una velocidad impresionante, convirtiéndose en un rayo viviente. Sukuna, por primera vez, pareció sorprendido por la ferocidad del ataque. Kashimo impactó contra él con una explosión de energía pura.

Sin embargo, cuando el polvo se asentó, Sukuna aún estaba de pie, aunque había recibido daño. Sonriendo, Sukuna habló:

—No está mal... pero sigues estando por debajo de mí.-

Kashimo respiraba pesadamente, su energía estaba casi agotada. Sabía que no podría seguir mucho más.

—Pero... aún no he terminado —murmuró Kashimo, preparándose para otro ataque.

Sukuna lo miró con una mezcla de respeto y desprecio.

—Te has esforzado, pero no es suficiente. Ahora es mi turno de acabar esto —dijo Sukuna, mientras canalizaba todo su poder en un último ataque, dispuesto a destruir a Kashimo de una vez por todas.

La energía maldita de Sukuna alcanzó un nuevo pico, y el aire comenzó a vibrar con el poder puro que estaba a punto de desatar.

Sukuna levantó su mano, y en un instante, un corte invisible atravesó el aire. El suelo bajo Kashimo se partió con un crujido ensordecedor, mientras el cuerpo del dios del trueno quedaba dividido en dos. Una grieta se extendió por el campo de batalla, como si el mundo mismo hubiese sido partido en pedazos. Kashimo no tuvo tiempo de reaccionar. Su cuerpo cayó al suelo, inerte, y la energía eléctrica que lo rodeaba se desvaneció lentamente.

Sukuna observó su obra por un momento, con una expresión de satisfacción oscura. No había sido una pelea fácil si el no se reencarnaba por completo, y al final, Kashimo no había sido rival para él. Con un movimiento de su mano, la grieta se estabilizó, el paisaje roto parecía una marca permanente de su poder.

En ese momento, dos presencias hicieron su entrada, rompiendo el silencio que seguía a la destrucción. Sukuna levantó la mirada y vio a dos figuras acercarse.

—Así que ahí estás, Sukuna —dijo Naruto con voz firme, su tono no mostraba miedo.

Sukuna lo miró de reojo, sin reconocer la figura frente a él. No tenía idea de quién era este nuevo oponente, pero podía sentir la inmensa energía que emanaba de él. Sin embargo, no mostró signos de preocupación.

Gojo, por otro lado, aún recuperándose de su regreso, sonrió con una mezcla de arrogancia y satisfacción.

—Pensaste que habías acabado conmigo, ¿eh? —murmuró Gojo, estirando los brazos con una confianza renovada, su energía maldita empezaba a manifestarse a su alrededor.

Sukuna frunció ligeramente el ceño, viendo cómo Gojo se reincorporaba, aparentemente habiendo desafiado a la muerte.

—Gojo Satoru... parece que subestimé tu tenacidad— comentó Sukuna con su propia sonrisa arrogante. Luego, su mirada se desvió hacia Naruto. -¿Y tú quién demonios eres?-

Naruto se quedó en silencio por un momento, evaluando a Sukuna. No era un enemigo tan poderoso como Madara y menos Kaguya pero podía sentir el mal en su energía, era desagradable -"ahora entiendo porque el mundo quiere que lo mate"-. pensó para si mismo.

—No importa quién soy —respondió Naruto finalmente. -Estoy aquí porque el mundo me pidió que te mate.-

Sukuna soltó una risa burlona.

—¿El mundo? Qué tontería. Solo los débiles buscan justificaciones como esa —dijo Sukuna, mientras su energía maldita comenzaba a envolver su cuerpo nuevamente. -Si realmente crees que puedes detenerme, adelante. Te aplastaré igual que a los demás.-

Naruto lo miró sin inmutarse.

—No tienes idea de lo que está en juego-

Gojo interrumpió, cruzando los brazos y sonriendo con confianza.—Sukuna, parece que tu día está a punto de empeorar. Y esta vez, no vas a salir de esta tan fácilmente. Tienes a dos problemas enfrente ahora-

Sukuna no mostró miedo, solo una oscura satisfacción ante el desafío.

—Parece que las cosas se van a poner divertidas —murmuró, mientras se preparaba, listo para enfrentarse a los dos.

Naruto y Gojo intercambiaron una mirada rápida, Sin necesidad de palabras, ambos se lanzaron al ataque al mismo tiempo.

Gojo fue el primero en moverse, creando una distorsión en el espacio frente de Sukuna. "Rotación Inversa: Rojo " Pero el Rey de las Maldiciones solo sonrió, burlándose de la técnica.

—¿De nuevo esa molestia? —dijo Sukuna mientras levantaba una mano. Con un gesto rápido, lanzó una ola de energía maldita hacia Gojo, quien, sin pestañear, la desvió con facilidad.

Naruto apareció detrás de Sukuna, moviéndose a velocidades increíbles. Con un "Estilo de viento: Rasen Shuriken" cargado de energía natural en mano, lo lanzó directamente hacia Sukuna, quien apenas lo notó. Sin embargo, justo antes de que el ataque impactara, Sukuna desapareció en una nube de energía maldita.

—¿Crees que con eso me alcanzarás? —dijo Sukuna desde arriba, cortando el aire con uno de sus cortes invisibles.

Naruto esquivó el ataque con facilidad.

—¡Gojo, cúbreme! —gritó Naruto.

Gojo, sin perder tiempo, extendió su "Dominio Infinito" una técnica que deformaba el espacio donde los oponentes aparentemente pueden ver y sentir todo, pero la información que reciben es interminable. y mantenía a Sukuna bajo control por unos breves instantes. Sukuna sintió la presión, pero no flaqueó. Con un rugido, liberó una ráfaga de energía maldita, haciendo que el dominio de Gojo comenzara a desestabilizarse.

—Este no es tu día, Gojo —se burló Sukuna mientras sus cortes invisibles rasgaban el aire.

Gojo, sonriendo, respondió con calma —¿Ah sí? ¿Y quién dijo que vine solo?

Naruto aprovechó el momento. Activó el Rinne Sharingan, y de inmediato, el aire a su alrededor cambió. Sukuna sintió una presión diferente, una que no había experimentado antes.

—¿Qué es esto? —preguntó Sukuna, mientras notaba que su cuerpo comenzaba a sentirse más pesado y viendo como una cabeza emergía del suelo.

Naruto no respondió. En su lugar, posó la mano sobre Sukuna, y de repente, una luz roja oscura rodeó al Rey de las Maldiciones. Sukuna intentó moverse, pero algo lo detenía.

—Esto... esto no es posible... —murmuró, mientras sentía una fuerza invisible tirando de él.

—Te advertí —dijo Naruto con calma, sus ojos brillando con el poder del Rinne Sharingan—. El mundo me pidió que te eliminara, y eso es exactamente lo que voy a hacer.-

Sukuna intentó resistir, invocando todo su poder, pero no era suficiente. Naruto estaba separando su alma de su cuerpo, arrancándola lentamente mientras Sukuna gritaba de furia y desesperación.

—¡No puedes hacerme esto! —gritó Sukuna, su voz llena de odio—. ¡Soy el Rey de las Maldiciones!-

Pero Naruto no se detuvo. Con un movimiento final, arrancó el alma de Sukuna, dejando su cuerpo inerte en el suelo y tirando su alma a la boca del rey del infierno.

—Eso fue por el bien del mundo —murmuró Naruto mientras el cuerpo de Sukuna caía al suelo sin vida.

Gojo, viendo cómo la energía maldita de Sukuna se desvanecía y la cabeza extraña desaparecía en el suelo, suspiró y se acercó a Naruto.

—Bueno, eso fue algo... diferente —dijo Gojo, sin perder su tono despreocupado—. No pensé que alguien pudiera derrotar a Sukuna de esa manera.-

Naruto, respirando profundamente, desactivó el Rinne Sharingan.

—No fue fácil, pero el mundo lo necesitaba —respondió, mirando a Gojo—. Ahora... hay otras cosas que tenemos que resolver.

Gojo sonrió y asintió.


Y FIN

Espero que les haya gustado el capitulo. El Cap contiene 5750 palabras.

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