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Capítulo 2: Mes de Supervivencia

Primera semana

Si Naruto tuviera que describir su primera semana de supervivencia en ese bosque de mala muerte, sería “cruel”. La crueldad tanto del bosque cómo de su maestro eran de lo peor. Tener que lidiar con peligros las 24 horas del día y sin absolutamente nada más que lo que el mismo bosque te ofrece, era lo más cruel del mundo.

El primer día en ese bosque fue de lo peor. Nada más entrar, una horda de sanguijuelas cayeron sobre él y casi le chupan toda la sangre si él no hubiera usado los kunais que le dejaron llevar. Luego de eso, vago por el bosque con extrema cautela cuando se topó con una enorme serpiente que quiso comerselo. Logró escapar de ella a duras penas, pero la carrera por escapar de ella con vida lo dejó con mucha hambre. Ya que no tenía ramen consigo, decidió buscar algo de comer en el bosque y tras una exhaustiva búsqueda, logró encontrar frutas, peces, hongos y, para su desgracia, ranas, sapos e incluso las mismas sanguijuelas que mató. No fue la mejor comida que pudo disfrutar, pero le sirvió para poder sobrevivir. Luego de eso, busco un lugar donde dormir y cómo temía que las bestias lo encontraran mientras dormía, busco un buen escondite para la noche. Lo encontró en un agujero en un árbol que podía ocultarlo con los arbustos alrededor y terminó su día mientras dormía bajo la noche fría.

En el segundo día, al levantarse, su día comenzó igual o peor que el anterior. Para empezar, una jauría de lobos lo encontró mientras dormía y lo despertó de la peor manera cuando uno de ellos lo mordió en la pierna. Tuvo que escalar un árbol para poder escapar de ellos y debido a que tenía la pierna lastimada, fue un verdadero calvario. Cuando pudo alejarse de ellos y pudo descansar, el alivio duró poco ya que la misma serpiente de antes apareció ante él y quiso continuar la cacería de antes. Naruto tuvo que huir cómo mono al columpiarse de las lianas hasta llegar a un río donde pudo limpiar su herida. Luego de vendar su pierna con un trozo de su chaqueta, continuó su día con una pierna herida. En resumen, fue más difícil que el día anterior, pero de alguna manera lo logró.

En el tercer día, había despertado dentro de una cueva vacía y se sorprendió al ver a una osa que entraba a la misma. Dedujo que era su hogar y tuvo que huir de ella ya que se había enfurecido. Luego de escapar de ella, vagó por el bosque en busca de artículos que pudiera usar para sobrevivir, sólo para volver a encontrarse la misma serpiente de los dos días anteriores ante él y la cacería se reanudó. Cuando pudo escapar por tercera vez de ella, encontró un claro donde no había peligro, un claro con un hermoso río, varios árboles con frutas y unas hermosas flores alrededor. No creía que existiera un lugar tan hermoso cómo ese y decidió tomar ese lugar cómo su base para poder descansar ya que parecía que las bestias y los peligros no pasaban por ahí. De ese modo, terminó su tercer día mientras dormia con una fogata. Poco sabía él que era observado tanto por su maestro, cómo por una joven de cabello púrpura.

Al cuarto día, el rubio salió del claro mientras marcaba su ubicación para poder saber por dónde regresar y siguió explorando el bosque con la determinación de superarlo. Su herida se había curado bastante y ahora estaba listo para enfrentar cualquier peligro. Y lo primero que se encontró fue a la maldita serpiente que quería continuar con la cacería, pero el rubio ya se conocía sus trucos y estaba listo. El juego entre los dos terminó más rápido que antes y Naruto pudo ver cómo la serpiente se retiraba tranquilamente cómo si estuviera satisfecha. Luego de eso, el día continuó con varios peligros por el bosque y el rubio haciendo todo lo posible por sobrevivir hasta que regresaba al claro.

Y de ese modo pasó la primera semana hasta el séptimo día con el rubio un poco más cauteloso de su alrededor y una sonrisa astuta en su cara. 

Segunda semana

En su segunda semana, su instinto de supervivencia estaba más desarrollado y el bosque ya no era tan peligroso para él. Aunque tuvo que lidiar con la misma serpiente durante la semana anterior, pero ya se lo estaban tomando cómo un juego de persecución entre amigos. Lo curioso sucedió durante la mitad de la segunda semana durante ese mismo juego.

En el cuarto día de esa segunda semana

Naruto estaba corriendo por el bosque para escapar de la serpiente que lo perseguía a mayor velocidad que la semana pasada para escapar de ella. Actualmente, Naruto llevaba un atuendo hecho de la piel de un tigre que tuvo que matar debido a que trató de comerselo y en la batalla, le destruyó su mono naranja con los pantalones. La carrera ya estaba en su punto final, cuando el rubio pudo escuchar algo cerca de su ubicación.

-¿Eso es… un aullido? ¿Será algún lobo o algún animal herido?- dijo él deteniéndose.

La serpiente también se detuvo junto a él, mirándolo con la cabeza ladeada cómo si se preguntara porque no seguía el juego, cuando Naruto salto hacia la ubicación del ruido con la serpiente siguiéndolo. Luego de un recorrido por el bosque, ambos llegaron a una zona donde vieron una escena que lo dejo inmovil. Ante él, había un enorme zorro tendido en el suelo con un gran charco de sangre debajo de él y ante el mismo había un enorme oso que miraba a un cachorro de zorro que le ladraba con lo que parecía furia.

-Debe haber sido herida cuando protegía a su cachorra. No puedo dejar que su sacrificio sea en vano.- dijo el rubio con ojos determinados.

Vio cómo el oso lanzaba un zarpaso hacia el pequeño zorro para atacarlo y el rubio salto a una gran velocidad para tomar al cachorro en su brazos y salvarlo del ataque. Aterrizó cerca de la zorra herida y miró al cachorro con preocupación, sólo para verlo mirándolo con curiosidad y sin miedo.

-Que alivio. Me alegro que estés bien.- dijo Naruto con un suspiro.

Pero vio cómo el oso se lanzaba contra él en un arranque de furia y cuando estuvo a punto de atacarlos, la serpiente se enroscó a su alrededor mientras le mordía el cuello con furia. 

-¿Serpiente-chan me está ayudando? ¡Así se hace, serpiente-chan!- grito el rubio animando a la serpiente.

El oso luchó durante un tiempo contra la serpiente para salir de su agarre, pero luego de un rato, cayó al suelo sin vida. El rubio vio cómo la serpiente lo miraba fijamente y le asentía mientras se iba del lugar. Cuando estuvieron solos, Naruto miró al pequeño zorrito en sus brazos, quien ahora estaba lamiéndole la mano cómo si estuviera agradeciendole.

-Es bueno ver que estás bien. Oh si, vamos a ver cómo está tu mamá.- dijo Naruto con una sonrisa.

Ambos fueron hacia la herida zorra en el suelo y el cachorrito se acercó a ella para empujarla con su patita. La madre pudo abrir los ojos un poco y miró a su cachorro fijamente para luego mirar al rubio, el cual sólo pudo poner una mano en su lomo mientras decía:

-No se si pueda entenderme, pero lamento lo que pasó. Si hubiera llegado antes, habría evitado esto.-

La madre sólo movió su hocico y empujo a su cachorro hacia el rubio, lo cual dejó en shock al mismo Naruto, pero luego puso un rostro determinado mientras decía;

-No se preocupe. Lo cuidare por usted. Se lo prometo y nunca rompo mi palabra porque ese es mi camino ninja.-

La zorra sólo mostró una sonrisa de zorro y cayó sin vida delante de ambos. El cachorro la empujó unas cuantas veces con pequeños ladridos mientras el rubio lo miraba con tristeza y luego se puso a aullar con dolor al cielo. Naruto sentía dentro de sí el dolor del pequeño y decidió dejar que se despidiera de la madre en silencio.

Dentro de la mente de Naruto

Cierta zorra de nueve colas observaba esto con una mirada triste y unas lágrimas bajaron por su gran pelaje mientras decía:

-El mocoso Ningen ha demostrado lo que los demás no han hecho. Ese simple gesto merece que lo respete y se ha ganado el derecho de que lo ayude. Es tiempo de que nos conozcamos.-

De vuelta con Naruto

“Oye, mocoso.” dijo una voz en su cabeza.

El rubio miro a todos lados al oír esa voz y preguntó alterado:

-¿Quién es? ¿Quien esta ahí?-

“No es necesario que grites tanto. Estoy en tu interior. Puedes hablar conmigo con tus pensamientos.” dijo la voz en su cabeza.

Naruto miró hacia arriba con una expresión complicada mientras el pequeño zorrito lo miraba con una expresión confusa en su rostro.

“¿Dices que estás en mi interior? ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso estoy volviendome loco?” dijo él con más confusión.

“Lo entenderas todo si vienes aquí a tu mente. Ah y trae al cachorro también.” dijo la voz con autoridad.

“¿Hablas en serio? ¿Pero cómo entro a tu mente y con alguien más?” preguntó Naruto no muy convencido.

“Sólo debes poner tu mente en blanco en pose de meditación y para que traigas a alguien, sólo debes estar en contacto con él mientras también pone su mente en blanco. Te será muy fácil con el cachorro ya que sólo debes estar en contacto con él y con tomarlo en tus brazos será suficiente.” dijo la voz con seriedad.

Naruto sólo miro al pequeño zorro con una mirada en blanco y dijo con resignación:

-No tengo idea de quién seas o si en realidad estoy alucinando… pero bueno, no pierdo nada con probar. Vamos, amigo.-

Tomó al pequeño zorro en sus brazos y puso toda su concentración para poner la mente en blanco. Rato después, su consciencia abandonó el mundo real junto al cachorro y se adentro en su paisaje mental.

Arriba de él, las dos personas lo miraron con el ceño fruncido por la escena pero permanecieron en su lugar.

Paisaje mental

Naruto abrió los ojos y se vio a sí mismo en una alcantarilla y al mirar sus brazos pudo ver al cachorro con él mientras miraba a todos lados con curiosidad.

-Vaya, pues parece que era real. ¿Esta es mi mente? Pues menuda locura tengo yo en mi cabeza. ¿Por qué mi mente está formada por una alcantarilla?- dijo el rubio mirando todo con los ojos entrecerrados.

-No pierdas el tiempo en preguntas tontas y ven aquí.- dijo la misma voz delante de él.

Naruto miró hacia el pasillo delante de él y en ese momento, el pequeño zorro saltó de sus brazos para correr hacia esa dirección.

-¡Espera! ¡No te alejes de mí!- gritó el rubio corriendo detrás de él.

Lo siguió todo el camino hasta que ambos llegaron a una enorme jaula que dejó sin palabras al rubio.

-¿Y esta jaula? ¿Que hace una jaula dentro de mi cabeza?- se preguntó él con asombro.

Pero vio cómo el pequeño zorrito entraba por las rejas y en ese momento, dos enormes ojos rojos con rendijas aparecieron en la oscuridad y la misma voz imponente dijo:

-Veo que has llegado, mocoso.-

El rubio miró con los ojos abiertos cómo una enorme figura se alzaba sobre él, con pelaje naranja, dos orejas enormes y nueve grandes colas que se balanceaban por todas partes.

-Tu… Tu… Tu… ¡Tu eres el Kyubi!- grito Naruto señalando a la enorme criatura con el dedo.

El Kyubi sólo lo miró con los ojos entrecerrados y dijo con claro orgullo:

-Así es, Ningen. ¡Yo soy la todopoderosa Kyubi, la más poderosa de las Bestias con Cola! ¡Debes estar honrado de estar ante tan majestuosa criatura!-

-Pe… Pe… ¿Pero cómo es esto posible? ¡El Yondaime te mato!- grito Naruto aún más alterado.

-¡Humano tonto! ¡Las Bestias con Cola no podemos morir! ¡Somos formas de chakra y nos reformamos en años si perecemos! Lo que hizo tu Yondaime fue sellarme en un bebe recién nacido para que pudiera mantenerme a raya.- dijo el Kyubi con molestia.

Esto hizo que el rubio permaneciera inmovil en ese instante y el gran zorro suspiro al saber que esto sería mucho para el pequeño.

-Entonces… ¿el Yondaime me uso cómo un simple pergamino? ¿Incluso no soy nada para él siendo un bebe? ¿Es que todos en esta aldea no me ven cómo otra cosa?- gritó Naruto con ira.

El Kyubi no pudo evitar sentir compasión del chico por todo lo que tuvo que pasar y dijo con un suspiro:

-Yo no lo diría así, gaki. Hay gente que al menos te aprecia por lo que eres en realidad por lo que he visto y son ellos los que deben merecer tu respeto. Toma a esos humanos del ramen, a ese pirata con sus nakamas y a esa niña que siempre está observandote. Ellos son los que debes apreciar.-

-¿En serio? ¿Pero qué hay de Hokage Jiji?- preguntó Naruto mirando al zorro un poco más calmado.

-Mira, niño. Ese anciano te ha estado ocultando muchas cosas durante toda tu vida y eso lo hace también culpable. Podrá ser un buen abuelo y te ha ayudado con lo que puede, pero eso no le quita la culpa de haberte ocultado muchas cosas y no cuidarte cómo se debe. Además, ante mis ojos mereces respeto y ellos no te lo han dado.- dijo el Kyubi con mirada serena.

Naruto lo miró con el ceño fruncido y preguntó con interés:

-¿Por que dices que merezco respeto?-

El Kyubi miro debajo de él para encontrar al pequeño zorrito acariciando una de sus patas con cariño y dijo con una sonrisa zorruna:

-Protegiste a este pequeño y le prometiste a su madre que lo cuidarias con tu nindo de por medio. Eso hace que seas digno ante mis ojos y es por eso que te ayudare en tu camino.-

El rubio abrió mucho los ojos ante esto y preguntó con esperanzas:

-¿Lo dices en serio? ¿De verdad me ayudaras con mi sueño?-

-Así es, mocoso. Y para empezar, ven aquí.- dijo el Kyubi mirándolo fijamente.

El rubio vaciló un poco en hacerlo y el enorme zorro sonrió divertido mientras decía:

-Tranquilo, no voy a hacerte nada. Te ganaste mi respeto y por eso te doy mi promesa de Nueve Colas que no actuare en tu contra.-

-¿Lo dices en serio?- preguntó Naruto aun no convencido.

-Chico, cuando hago una promesa de Nueve Colas es una promesa sincera. Sólo la hago con personas que considero dignas y sólo han habido dos que de verdad lo fueron. Si rompo esta promesa, manchara mi orgullo cómo Kyubi por el resto de mi existencia y eso es algo que a alguien orgulloso cómo yo no se me permite.- dijo el Kyubi con los ojos entrecerrados.

Naruto comprendió sus palabras y caminó lentamente hacia la jaula para estar delante del enorme zorro en su interior.

-Te daré algo que te servirá actualmente y formará un vínculo con este cachorro. Pero para eso…- dijo el enorme zorro mientras lo miraba fijamente.

De un momento a otro, comenzó a encogerse en tamaño mientras un humo rojo lo cubría y al momento siguiente, el rubio tenía los ojos bien abiertos por lo que veía. Delante de él había una hermosa mujer de cabello rojo carmesí, un cuerpo que hechizaria a cualquier hombre en el mundo con pechos copa DD y un trasero regordete. Lo que demostraba que era el Kyubi eran las orejas y las nueve colas de zorro que se balanceaban detrás de ella.

-... debo tomar mi forma humana.- dijo la mujer con una voz tan melodiosa cómo la de una diosa.

El rubio no pudo evitar mirar a otro lado y gritar con pánico:

-¿Eres una chica? ¿Y por qué estás desnuda?-

La Kitsune sólo se miró a sí misma con calma y dijo:

-¿Qué tiene de malo? Cómo he tomado forma humana después de tanto tiempo, no poseo ropa incluida. Y sobre mi forma humana, todos los Bijuus poseemos forma humana y si preguntas sobre nuestro género, elegimos uno en cierto tiempo y yo elegí el femenino. Sin embargo, no podemos cambiar nuestro género una vez elegido.-

El rubio sólo asintió, pero dijo con su cara aun roja:

-¿Pero podrías ponerte ropa?-

La Kitsune sólo sonrió con diversión y con un chasquido de sus dedos, un atuendo de Miko color rojo con estampados de zorros blancos apareció sobre ella.

-¿Contento?- preguntó ella con burla.

-Gracias. ¿Si sabes que sólo soy un niño de 9 años, ¿verdad?- dijo el rubio mirándola acusadoramente.

-Vamos, no me trates de engañar. Se que esa fachada de niño tonto es sólo una mascara para que no te hagan más daño que del que recibes. Incluso esos humanos que ahora son tus maestros deben saberlo.- dijo la Kitsune con tono acusatorio.

Luego, tomó al pequeño zorro en sus brazos y lo miró con una sonrisa maternal mientras continuaba:

-Pero dejando eso de lado, permíteme otorgarte el regalo por tu acción de hace un rato.-

-¿Y cuál sería ese regalo?- preguntó el rubio con emoción.

Ella sólo se acercó a él y le dio un cálido beso en la frente que lo dejó algo rojo. 

-Te he otorgado la capacidad de hablar con los zorros. Tómalo cómo la comunicación de los Inuzukas con sus ninkens. Esto también será de algún modo hereditario en tu familia por lo que puedes tomarlo cómo un Kekkei Genkai. De ese modo, podrás hablar con este pequeño y se convertirá en tu compañero.- dijo ella mientras le extendía el cachorro.

Naruto lo tomo con los ojos bien abiertos y lo miro mientras decía:

-¿En serio puedo hablar con él? Oye, ¿cómo te llamas?-

El zorrito ladro y él abrió mucho los ojos mientras decía:

-¿Shippo? Pues encantado, Shippo. Espero que seamos compañeros toda la vida.-

El zorrito ladro con alegría ante sus palabras y el rubio miro a la mujer con una sonrisa mientras decía:

-Muchas gracias, Kyubi.-

-Kurama.- dijo la mujer con una sonrisa.

-¿Eh?- preguntó el rubio sin comprender muy bien.

-Ese es mi nombre. Te has ganado el derecho de saberlo y desde ahora me tendrás cómo compañera en tu vida. Anda, vuelve al mundo real que tienes que terminar esta semana. Y cuida muy bien del pequeño Shippo.- dijo la ahora nombrada Kurama con una sonrisa cálida.

Naruto sonrió genuinamente y dijo mientras se despedía con la mano:

-Nos vemos, Kurama-chan. Gracias por lo que has hecho por mí. Ah, ¿y sabes algo? No me parece mal que hayas sido sellada dentro de mi si asi puedo tener a una gran amiga conmigo todos los días.-

Desapareció del espacio mental, dejando a una Kurama sonrojada por sus palabras mientras decía:

-Baka Ningen.-

De vuelta en el mundo real

Tanto Naruto cómo Shippo habían regresado y el rubio miro por todos lados para ver que ya había anochecido.

-Vaya, pues sí que nos tomamos nuestro tiempo. Vamos, Shippo. Vamos a la base para descansar para el siguiente día.- dijo el mientras se levantaba.

El zorrito ladro de acuerdo y luego de enterrar a la madre cómo homenaje a su sacrificio, caminaron de vuelta a la base del rubio para continuar con el mes de supervivencia.

Arriba de ellos, Luffy sonrió ante la escena que vio y dijo:

-Ese chico realmente es especial. Siento que puede alcanzar la voluntad. Tambien, seria buena idea darle un poder cómo el de mi mundo para que le ayude en el suyo. Creo que hablare con Reiju-chan y Lilith-chan para que puedan ayudarme con eso.-

No muy lejos de ahí, una mujer de cabello morado estaba observando al niño con una sonrisa mientras la misma serpiente que perseguía al chico estaba a su lado.

-¿Así que el chico te agrado? Pues ahora veo porque. El gaki tiene madera para llegar a grandes cosas. Y los aldeanos lo atacan sin saber realmente cómo es. ¡Esos ingratos! Además, el chico es lindo y aunque sólo nos llevemos unos 8 años, me gusta. Sigue vigilandolo y continua el juego con el. Si eso hace que crezca más, entonces lo estamos ayudando. Cuidate, gaki. Espero grandes cosas de ti.- dijo la chica con una sonrisa sincera en su rostro.

Continuará

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