Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Prólogo: Muerte.

Antes de empezar pido disculpas por cualquier error ortográfico

Aviso: Antes de empezar con este nuevo fic, quiero darle las gracias a mi amiga kelzakov por hacer la portada, y de paso, un separador que siendo sincero también quedó facherito. 😎✌🏾

●Personajes hablando: -Hola-
●Personajes pensando: - (Hola) -
Pánico.
●Voces de personajes en la mente de otros: "Está lloviendo"

Caos.

Fuego.

Cenizas.

Shinobis.

Humo.

Muerte.

Temor.

Odio.

Tristeza.

La gran Aldea escondida entre las hojas la Aldea más fuerte entre las grandes tras haber ganado las últimas guerras de Shinobi hecha polvo, cenizas, destruida en gran parte gracias a una sola fuerza...la fuerza del kyuubi.

El pelaje naranja del zorro, su tamaño colosal, sus garras enormes, sus ojos rojos como la sangre y el aura que desprendía...de poder...

Mientras los shinobis llevaron a la gente a los refugios de la aldea, el legendario 4to Hokage se llevó al kyuubi con ayuda de Gamabunta a un lugar alejado de la aldea...lo que la gente no sabía era que también llevó a su esposa y a su hijo recién nacido.

Lágrimas...

Llanto...

Dolor...

Tristeza.

Mientras Minato preparaba todo para sellar al kyuubi en su hijo, Kushina retenía a la bestia con sus cadenas de chakra, pero en un pequeño fallo de concentración de esta última provocó que el zorro intentara matar al niño en un intento desesperado por no ser sellado de nuevo.

Dolor.

Angustia.

Miseria.

Ira.

Añoranza.

Miedo.

Tristeza.

-Lo siento Minato...no te dejé hablar- dijo Kushina entre lágrimas, ella y su esposo atravesados por un uña del kyuubi la cual estaba a nada de golpear al pequeño niño, el cual estaba en una especie de cuna improvisada.

Minato, llorando en silencio aunque con una sonrisa mirando a su hijo y a su esposa dijo -Está bien...Naruto...solo recuerda una cosa...tus padres te aman...- dijo y notó que su esposa empezaba a cabecear señal de que estaba literalmente en las últimas.

Minato juntó sus palmas sin rastro de duda en sus ojos y susurró con la poca energía que le quedaba.

-Sello de la parca- dijo y mientras sentía que su alma dejaba su cuerpo miró a su hijo, una cabellera idéntica a la suya, un rostro como el de Kushina, unos ojos azules como los suyos y unas marcas de bigotes que Minato alcanzó a tocar él mismo.

- (Es perfecto...Kushina...es nuestro hijo después de todo) - pensó el rubio.

El gigantesco zorro empezó a deshacerse en una luz de color naranja que rápidamente se dirigió hacia el niño, más específicamente hacia el estómago del niño, la luz chocó contra el estómago del pequeño y se formó un extraño sello...

Un zorro tan gigante como el kyuubi encerrado en un niño tan pequeño...algo poético incluso.

Minato con su último aliento cayó al suelo junto a su esposa y mientras el shinigami succionaba su alma logró ver que todo parecía estar en orden con su hijo con una sonrisa cerró los ojos abrazando su triste destino.

Hiruzen llegó a la escena con un Anbu con máscara de Zorro a su lado y se temió lo peor, corrió hacia Minato y vió que ya no estaba con ellos, se acercó a Kushina y para su sorpresa la mujer aún estaba viva de milagro...aunque no seria así por mucho. Parecía estar forzando las milésimas de chakra que le quedaban para aumentar su factor de curación por breves segundos y seguir con vida.

La pelirroja miró al viejo y solo alcanzó a pronunciar una frase.

-Su nombre es Naruto.

Hiruzen creó un clon y junto a su Anbu recogieron ambos cuerpos mientras el viejo hacia una breve oración en silencio. Mientras su clon y el clon del Anbu se iban los originales se pararon frente al niño.

Inmediatamente Hiruzen dedujo todo al ver el sello, lo inspeccionó a pesar de no ser un maestro y todo parecía estar en orden...

Parecía...

Si bien, los Uzumakis habían sido elegidos durante muchos años para albergar al Kyuubi, lo cierto es que, esos Uzumakis eran Uzumakis cuyos genes Uzumakis eran dominantes, el indicativo es su color rojo de pelo y una que otra habilidad Uzumaki, como pueden ser las cadenas de chakra. En este caso, el cual es excepcional, el gen Uzumaki no es dominante indicado por el color del pelo del niño. Por ende, su cuerpo no es del 100% apto para contener tal magnitud de poder, debido a esto, el sellado del kyuubi había alterado un poco la genética del chico.

¿Qué había cambiado?

Estaría por verse.

Hiruzen cargó al niño y el Anbu habló.

-Hiruzen-Sama, permiso para hablar con libertad.

-Concedido.

- ¿Alguna idea de que hacer con el niño? Está más que claro que es el hijo del...- el Anbu se detuvo abruptamente. -Estamos siendo observados- El Anbu casualmente continuó caminando cuando de repente sacó un Kunai y lo lanzó a unos arbustos, Hiruzen saltó a un lado mientras el Anbu se lanzaba en una ráfaga de velocidad hacia el borrón que salió del lugar.

El Anbu golpeó contra el piso con un agarre del hierro un sujeto con máscara blanca, similar a la de Anbu.

Hiruzen abrió mucho los ojos, reconoció ese tipo de máscara...era idéntica a la de los Anbus de Danzo, pero se habían disuelto hace años...

- ¿Hace cuanto está observando? - preguntó el viejo.

-Ni idea, solo sentí una breve presencia porque soy el mejor sensor de la aldea, de otra forma no habría podido sentirlo- respondió Zorro.

El Anbu hizo un sello con la mano pero antes de poder hacer algo Zorro le dió un golpe tan fuerte que destruyó la máscara del sujeto, de paso su nariz y de paso lo dejó inconsciente.

-Llévalo a Ibiki- dijo el viejo con seriedad.

Homura y Koharu habían convocado una reunión de asesores de emergencia por obvias razones, Hiruzen llegó después de dejar a Naruto en el hospital que gracias a Dios seguía en pie, dejó a alguien cuidandolo por si las dudas. Al llegar vió a Danzô y a los antes mencionados esperándolo, entrecerró los ojos hacia el liciado pero decidió hacer algo luego.

Luego de que hicieran un control de daños y que dieran la información que tenían, que pensaran en su próximo curso de acción, de declarar alerta máxima en el pueblo y declarar a Hiruzen como Hokage interino Homura habló.

-Hiruzen, ya evitamos el tema lo suficiente, ¿qué hizo Minato con el Kyuubi? - Homura preguntó teniendo una idea de la respuesta.

Hiruzen suspiró con pesar, pensó su respuesta y habló -Minato intentó sellar al kyuubi en su hijo...pero ocurrió un error, al ser un sello experimental no tenía certeza de si funcionaría, pero al final terminó llevándose al kyuubi junto con él al estómago del Shinigami- la sala estuvo en silencio por varios segundos, casi 1 minuto. Hiruzen los miró, especialmente a Danzô quien se veía serio pero nada que le indicara que sospechara.

-Es una pena, al final usó ese Kinjutsu del que habló hace meses...es triste que haya tenido que irse tan pronto- dijo Koharu con pesar -Kushina...- Koharu habló e Hiruzen asintió y la mujer dió una sonrisa triste.

Homura estaba en la misma línea de pensamiento.

-Ciertamente es una pena sus muertes, sin embargo, debemos asegurarnos que no se sepa que no poseemos el kyuubi, podría ser motivo de ataque tanto de Kumo como de Iwa sobre todo- dijo Danzô con una mano en la barbilla sin mostrar el más mínimo pésame hacia la muerte del matrimonio Namikaze-Uzumaki, de hecho, claramente le interesaba más el tema del kyuubi.

- ¿El hijo de Minato también...? - Koharu realmente temía la respuesta.

-Por suerte no- respondió rápido Hiruzen.

- ¿Qué haremos con él? - preguntó Homura.

-Olvídense de él de momento, debemos concentrarnos en la Aldea- dijo Danzô.

-Ya tengo un plan provisional para él- dijo Hiruzen -No se preocupen- dijo el viejo y Homura y Koharu no tocaron más el tema.

Hiruzen entró al hospital con un rostro cansado y sombrío, al ver a su alrededor a las familias juntas, los niños llorando, los adultos nerviosos, incluso ver a adultos llorar con niños en sus manos, ver a esposas llorar a sus esposos e hijos, no solo civiles, los shinobis en el lugar ni se molestaron en seguir el código, lloraron en silencio, otros consolarnos. El rostro del viejo se tornó sombrío, caminó hacia una de las habitaciones VIP que solo se usaban en caso de que el Hokage y gente autorizada por el Hokage como en el caso de Hiruzen lo permitiera y solo un grupo selecto tenía acceso a ella.

Una vez estuvo ahí entró a la habitación y ahí la vió, una mujer de avanzada edad, de cabello canoso que antes fue castaño, una cara arrugada, estaba conectada a múltiples máquinas que la mantenían con vida. Biwako Sarutobi, la esposa de Hiruzen había estado presente en el parto de Kushina como médico en jefe, el enmascarado que irrumpió en el lugar la había atacado con un Kunai en un área vital para quitarle a Naruto de sus manos y usarla como rehén.

Uno de los Anbus sobrevivientes la encontró cuando ya se había ido tanto Kushina como Minato y el enmascarado, parece que Minati había creído que estaba muerta al igual que la asistente, pero no fue así, el Anbu, casualmente estaba bien versado en jutsu médico y pudo mantener con vida a Biwako hasta llevarla al hospital.

Hiruzen miró al doctor quien estaba parado al lado de la cama. Era un hombre alto de aproximadamente unos 30 años.

-Hiruzen-Sama- el doctor hizo una reverencia a la que Hiruzen solo asintió, el viejo se quitó el casco de su armadura que aún llevaba puesta y se sentó en la silla más cercana sintiendo su cuerpo quejarse de manera poco agradable.

-Te agradezco que hayas venido aquí a pesar de todo lo que está sucediendo...no tengo forma de pagarte- dijo el viejo mirando al hombre y después de vuelta a su esposa.

-Hiruzen-Sama usted le salvó la vida a toda mi familia, estaré eternamente en deuda con usted- dijo el hombre con una pequeña sonrisa que Hiruzen correspondió aunque realmente no tenía motivos para sonreír.

Se quedaron unos minutos en silencio mientras el viejo estaba perdido en sus pensamientos, aunque más que todo, tomando valor para preguntar.

- ¿Cómo está ella?.

El doctor no respondió inmediatamente, de hecho, pensó su respuesta y como la diria.

-Hiruzen-Sama...

-Se directo- interrumpió el viejo con una voz ronca sin confiar en que no se fuese a quebrar su voz normal.

El doctor tomó aire -Está bien, el agresor claramente quiso asesinarla, tiene 2 cortes de Kunai en la espalda, uno que golpeó levemente su pulmón y uno que causó daño a su corazón, no murió gracias a ser una shinobi, según se, el Anbu logró mantenerla con vida, pero tenemos la teoría de que, luego de recibir el golpe fingió desmayarse y enfocó cada milésima de su chakra en curarse a sí misma de esa herida, evidentemente no fue capaz por obvias razones, pero si fue capaz de mantenerse unos minutos hasta que el Anbu llegó- dijo el doctor y antes de que Hiruzen pudiera hablar -Sin embargo, ella solo pudo mantenerse con vida por esos minutos, sino hubiese fallecido, lo mismo con el Anbu, aquí las máquinas la mantendrán con vida pero dudo que despierte, parece haber sufrido también un golpe severo en su cuello y su cabeza por parte del atacante, también pudo haber sido por la caída y un golpe posterior, no podemos decir con certeza- dijo el doctor e Hiruzen relleno los vacíos y entendió lo que podía llegar a proponer el doctor.

El doctor notó como la mirada del viejo se llenó de lucidez cuando entendió.

-Lo dejaré solo un momento, necesito buscar unas cosas y ver a otro paciente, cualquier cosa presione el botón al lado de la cama- y con eso el doctor dejó la habitación.

Hiruzen acercó la silla hacia la cama de su esposa, tomó la mano de la mujer mientras sentía que su corazón se apretaba. Se acomodó un poco en la silla y a los pocos minutos se quedó dormido sosteniendo la mano de su esposa, sus consejeros le habían recomendado descansar.





Vaya noche de mierda.

Había pasado casi 1 hora y media desde que Minato selló al Kyuubi en Naruto, Homura y Koharu habían informado al Jounin y al Anbu de la situación, luego les dieron la versión que le dirían a los civiles y a los chuunin y genin.

"El cuarto usó un jutsu prohibido y sacrificó su vida para eliminar a la bestia"

Luego de que todos fueran informados de las medidas de seguridad del pueblo a casi todos los shinobis se les asignó a algo, y a otros que no estaban haciendo nada se les puso como relevo para más tarde e incluso como reserva en caso de otro ataque.

Gai, quien estaba asignado como relevo buscó a Kakashi en el segundo en que los shinobis lo dejaron, tanto a él como a él resto de sus amigos salir del refugio, habían sido llevados ahí a la fuerza por los ninjas de mayor edad argumentando que, la generación más joven debía ser protegida por la antigua. Kakashi era un Anbu así que no seguía órdenes de Jounin.

Gai empezó a buscar como loco hasta que llegó a dar con el hospital, el chico estaba preocupado por su rival, Gai no tenía familia, su padre había fallecido, solo le quedaban sus amigos, y Kakashi era el más cercano de todos.

Buscó por todos los lugares del hospital principal hasta que llegó a la sala de las incubadoras. Ahí vió al peli plateado, parado como un soldado frente al vidrio que permitía ver a los niños en las máquinas. El chico tenía su vista fija en una incubadora específica. Gai vió la ferocidad en la mirada de Kakashi, un fuego ardiente que nunca hasta había visto ahí, una convicción que no parecía propia de Kakashi.

Gai se acercó y tomó el hombro de su amigo, y le dió una sonrisa que se chocó de golpe contra el rostro de Kakashi que reflejaba esa convicción, pero también una profunda tristeza.

-Kakashi...¿que haces aquí? - dijo con su voz normal aunque varios decibelios más abajo. Gai no tenía pensando hablar sobre la muerte del cuarto, no se le había informado sobre la muerte de Kushina pero tampoco hablaría de eso, lo último que necesitaba Kakashi era que la gente simplemente le recordara a su amado maestro.

-Hokage-Sama me asignó aquí- dijo refiriéndose a Hiruzen, no dió más explicaciones recordando la charla de hace un rato con Hiruzen.

"Kakashi, nadie salvo 3 personas además de tu y yo sabe que es el hijo de Minato y Kushina, no puedes decirle a nadie al menos de momento, luego pensaremos que hacer"

Gai notó que Kakashi no estaba de humor para hablar. Se puso al lado de Kakashi y puso su mano alrededor del hombro del chico más alto, Kakashi no pareció molestarse y se quedaron en silencio, un silencio agradable a pesar de que Gai y el silencio no eran buenos amigos. Gai se limitó a mirar a la misma dirección que Kakashi.

Los ojos de los 2 jóvenes fueron atraídos hacia un punto específico de la habitación.

Un niño rubio, con 3 marcas de bigotes en las mejillas parecía mirarlos...con unos ojos rojos como la sangre curiosos que parecían atravesar el alma de ambos.

FIN DEL CAPÍTULO.

Palabras: 2534.

Espero les haya encantado,
déjenme sus estrellitas acá abajo y sus comentarios para mejorar mis fallos y síganme para estar al tanto de mis actualizaciones.
Un saludo y
hasta la próxima 👋🏽

-Echo-Sempai.

09/12/2020

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro