Karin se estaba arreglando para ir a trabajar cuando escuchó a alguien llamando a la puerta.

Después de mudarse Naruto decidió darle su antiguo departamento a su prima, ya que no lo volvería a necesitar.

-¡Ya voy, ya voy! - gruñó la pelirroja- ¿ Quien osa interrumpirme en mi horario de descanso? - murmuró.

Al  abrir la puerta se encontró con un tipo de pelo blanco y largo con una bandana con el kanji de aceite en su frente.

-¿Y tú quién matriosca eres? - preguntó la Uzumaki.

-Hola joven, soy Jiraiya el galante, el ninja más guapo y hermoso de toda Konoha - dijo Jiraiya con un drama exagerado.

-¿Ya has conseguido conquistar a una chica de esa manera?- preguntó Karin con vergüenza ajena.

-Solo una y es el amor de mi vida - dijo con una sonrisa el peliblanco.

-En fin - dijo la Uzumaki de brazos cruzados- ¿Que quieres "Jiraiya el galante"? - preguntó haciendo comillas con las manos.

-Vine en busca de Naruto Uzumaki, ¿podrías llamarlo?

-Lo siento, pero mi primo ya no vive aquí - respondió la Uzumaki- él se mudó a una casa en el bosque con su novia.

-Ah... con que eres su prima - comentó el peliblanco- No sabía que mi ahijado tenía una prima.

-Ni yo que mi primo tenía un padrino - comentó Karin de buen humor- En fin, ¿ que quieres?

-Lo siento, es un asunto que debo compartir solamente con mi ahijado - dijo en un tono serio- ¿Sabes dónde se encuentra esa casa?

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Naruto y Sakura se encontraban en la cocina comiendo un poco de ramen para el almuerzo, algo que se había convertido en su rutina.

Ambos no decían nada, apenas disfrutaban del cómodo silencio cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta

-¿Quien será a esas horas ? - gruñó el rubio levantándose en contra de su voluntad.

Al caminar hacia la puerta se encontró con su maestro y padrino.

-Ero-senin, ¿qué haces aquí? - preguntó el rubio al verlo.

-Hola, muchacho - le sonrió el peliblanco- ¿ puedo entrar?

-¡Oh claro! - se puso a un lado- Adelante.

Al entrar Jiraiya se encontró con aquella casa de estilo rústico y una pelirrosa con el pelo por debajo de los hombros y comiéndose tranquilamente su ramen

-Buenos días Jiraiya- Sama - le saludó Sakura.

-Buenos días pequeña Sakura- le saludó el sabio de los sapos.

Jiraiya se sentó en la punta de la mesa y le habló a su pupilo.

-¿Podemos hablar en privado? -le pidió.

Sakura iba a su habitación, pero Naruto la detuvo.

-No hace falta que lo hagas Sakura-chan- le dijo el rubio antes de hablarle a su maestro- Ero-senin, todo lo que tenga que decirme que sea delante de ella.

-Está bien - Sacó un pergamino- necesito que firmes estos documentos como líder del clan Uzumaki.

- No es nada relacionado con el CRA, ¿verdad? - preguntó el rubio- por declino esa oferta, Sakura-chan es lo único que necesito en mi vida.

-Nah... tranquilo, no es eso - luego susurró- eres un inepto por no aceptar una oferta de este tipo.

Naruto le hizo caso omiso a su maestro y empezó a leer su documento y Sakura apenas sonrió al saber que ella era la única para él.

-Con que la abuela Tsunade decide renovar los miembros del consejo - comentó el rubio.

-Asi es - dijo el peliblanco- Y como líder del clan Uzumaki necesito tu firma para mostrarla al daimyo del fuego.

-Firmaré el documento, pero no pienso hacer nada más, ¿ entendido? - dijo el rubio con el ceño fruncido.

-Naruto...

-Recuerdo haberte prometido quedarme contigo hasta que nuestra hija venga al mundo y eso haré.

-Pero si es una misión importante...

-¡No me importa! - dijo con una cara seria- Una promesa es una promesa.

-¿Me has gritado? - ella se puso a llorar- Nunca me has gritado en la vida - dijo antes de salir corriendo.

-Ya han empezado sus cambios de humor - comentó Jiraiya con pena de su pupilo.

Naruto suspiró profundamente y firmó el documento.

-¿Sabes? - comentó antes de pasarle el pergamino al sabio de los sapos- Hace unos días Shizune-san vino a mi antiguo departamento hablando sobre una apuesta peligrosa, ¿esto tiene que ver con dicha apuesta?

-Si - asintió Jiraiya- ¿ Quieres haberlo?

-No - el rubio meneó la cabeza- si me entero de que de lo que apostó la abuela Tsunade me veré obligado a tomar cartas en el asunto - explicó- y no quiero tomar cartas en el asunto Ero-senin.

-Entiendo - dijo Jiraiya mientras se levantaba con el pergamino en manos- Te prometo que me encargaré de que mi amada gane su apuesta.

-¿Que planeas? - le preguntó el rubio.

-Nada de lo que debas saber - contestó mientras caminaba hacia la puerta - No quieres tomar cartas en el asunto, ¿ verdad?

-La verdad es que no - dijo mientras le acompañaba hasta la salida- buena suerte Ero-senin.

-Lo mismo digo muchacho- dijo mientras se despedía- Nos vemos.

-¡Naruto! - El rubio se giró se encontró con un coscorrón de Sakura- ¡No vuelvas a gritarme Idiota!

- Lo-lo siento Sakura-chan - tartamudeó el Uzumaki.

Luego recibió un abrazo de la pelirrosa.

- ¡ Lo siento! - volvía a llorar- ¿Te hice daño?

-No, tranquila - se río nerviosamente.

-Solo no me vuelvas a gritar o te mato - dijo de mal humor otra vez.

-Esto es problemático -comentó Naruto haciendo que cierto Nara estornudara.

-¿¡ Me estás llamando problemática?! - ella se separó del abrazo- ¿Esto es lo que soy para ti? ¿Un problema?

-¡No, yo...!

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Sasuke fue el primero en despertarse.

Estaba completamente desnudo al igual que el cuerpo peli azul a su lado.

Sasuke y Hinata se habían convertido en buenos "follamigos" o como le gusta decir ella "amigos con derechos" .

Hinata siempre pasaba la noche con Sasuke y Sasuke agradecía su compañía, por más que sus sentimientos hacia ella eran de pura amistad y sin ningún compromiso admitiría que la compañía de la Hyuuga le hacía bien.

Después de vestirse, decidió caminar hacia la cocina y preparar el "desayuno" - está entre comillas, ya que eran las 12:30 de la tarde.

Después de unos minutos Hinata salió de la habitación con el pelo desaliñado y con una cara de sueño.

-Buenos días -saludó en un tono perezoso.

-Toma - dijo Sasuke mientras se le acercaba un plato de huevos fritos y zumo de naranja.

-Gracias - decía mientras se sentaba en un taburete y empezaba a comer- ¿Tú  no vas a comer nada?

-No tengo hambre por las mañanas  - comentó el Uchiha en su tono neutral.

-Venga Sasuke-san - ella partió su huevo a la mitad y se le acercó el plato- Como un poco al menos - le dijo con una sonrisa tierna.

Sasuke estaba a punto de ceder cuando escuchó que alguien llamaba a la puerta.

-Voy a atender, espera aquí- le dijo a la ojiperla mientras se levantaba.

Al abrir la puerta se encontró con el pervertido sabio de los sapos.

-Yo -saludó el peliblanco.

-Tu eres el maestro de Naruto, recuerdo haberte visto aquella vez en el hotel - dijo Sasuke mientras salía de su casa y cerraba la puerta- ¿ Que haces aquí?

Jiraiya notó que el azabache estaba con alguien en casa, pero decidió ignorarlo, ya que no era para husmear en la vida íntima del Uchiha el motivo de su visita.

-Ha llegado a mis oídos que tienes un odio profundo hacia los consejeros de Konoha  - comentó el peliblanco mostrando un pergamino- te doy la oportunidad de acabar con ellos políticamente hablando.

-Lo que pasa es que no quiero acabar con sus carreras y si con sus vidas, de manera literal - dijo activando su mangekyou.

-Tus ojitos mágicos no me asustan chaval- hizo una posición de manos y el chakra de Sasuke fue sellado- Como ves llevas un sello inhibidor de chakra que se activa con una posición de manos específicas, cortrsias de tu maestro; Kakashi Hatake.

-Maldito Kakashi- murmuró Sasuke.

-Bendito Kakashi, querrás decir - dijo el sabio pervertido- Si no fuera por el no estarías en libertad condicional.

-Hump - Sasuke le frunció el ceño- ¿ Que quieres que haga?

-Necesito que firmes estos documentos y que vengas conmigo a ver el señor feudal - dijo el peliblanco.

-¿Y por qué debería ir contigo? - preguntó el Uchiha.

-Porque estos ojitos tuyos me serán muy de extrema utilidad y también recibirás créditos positivos para con Konoha.

-No me interesa que tener créditos positivos con Konoha  - explicó el Uchiha- por mi podéis iros a la mierda.

Jiraiya se quedó sin palabras.

-Pero hay alguien que si le importa y mucho esta aldea...

-Naruto no está disponible - le interrumpió Jiraiya.

-No hablo de Naruto- explicó el Azabache- Su clan la considera una molestia y si ella viene con nosotros y si esto sale bien quizás Hiashi la vea con otros ojos.

-¿Hablas de Hinata Hyuuga? - le preguntó el sabio de los sapos.

Sasuke apenas abrió los ojos de par en par.

-¿Como...?

-Muchacho, me pasé la semana visitando los clanes principales de Konoha y escuchó al lider del clan Hyuuga hablar mal de su hija mayor, Hinata; llamándola de inútil y alabando a su hija menor; Hanabi diciéndole que ella será la futura sucesora de su legado - explicó Jiraiya.

- ¿Podrás ayudarla o no? - preguntó el azabache sin paciencia.

-Claro que sí  - le sonrió Jiraiya- Siempre estoy dispuesto a ayudar un enamorado - le espetó el sanin.

-No estoy enamorado, tan solo tenemos una relación especial, nada más - explicó el Uchiha.

-Amigo mío esta  es la primera fase del luto - dijo Jiraiya con una mano en su hombro- Negación.

-No soy tu amigo, tan solo soy  alguien que le hace trabajos voluntarios a Konoha con la esperanza de que te dejen en paz de una vez por todas.

-Bueno hablaré con Hiashi-san y le convenceré, no te preocupes- dijo el sanin- nos vemos está noche Sasuke Uchiha.

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Karin estaba algo aburrida en la florería, ya que no era un día de muchos movimientos por allí.

Ella estaba con el codo sobre el balcón y apoyaba su cabeza sobre su mano.

Dio un largo bostezo cuando escuchó a alguien entrar en la tienda.

-Bienvenido a la florería Yamanaka en que puedo ayudarle - decía en un tono formal y amable.

-No hace falta que me ayudes Karin - dijo Ino, la persona que acababa de entrar en la tienda- ¿Sabes por qué? Porque la vida es bella - luego suspiró- es muy bella.

-Déjame adivinar- le pidió la Uzumaki- ¿Has comprado ese estuche de maquillaje que tanto querías?

-No, es eso - dijo la Yamanaka- ¿ Te crees que me pondría así por algo material?

-¿Si te digo la verdad seguimos siendo amigas? - le preguntó la Uzumaki.

-Claro - luego le mostró una sonrisa maligna- aunque tendrás que buscarte un nuevo empleo.

-Entonces será mejor que no diga nada- gruñó la pelirroja- Anda, dime que te ha dejado así.

- El amor amiga mía- dijo la Yamanaka con una tonta sonrisa- el amor me ha dejado así.

-Asi que vas a tener una cita con Sai - concluyó la Uzumaki- felicidades.

-No es una cita cualquiera- dijo la Yamanaka- Sai-kun me ha invitado al restaurante más caro de la ciudad.

-Me alegro por ti - dijo la Uzumaki- Este Sai parece ser muy romántico.

-Y lo es - dijo con una sonrisa en su rostro- Aunque no te preocupes, Karin. De seguro pronto te encontrarás con el amor de tu vida.

-No, gracia -respondió la Uzumaki- Estoy bien sola.

-Aunque estarías mejor en los brazos de cierto Inuzuka, ¿verdad? - le espetó Ino.

-Si... Digo no... digo... digo... - Karin tartamudeó sin decir nada coerente- Kiba y yo no somos novios, solo amigos.

-Ah... me encanta cuando las personas están en fase de negación- dijo Ino mientras caminaba hacia la salida- Adiós Karin, ten cuidado cuidado para no coger pulgas .

-¡Eres muy molesta Ino! - exclamó la Uzumaki haciendo que cierto Nara estornudara una vez más.

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-Déjame ver si lo entendí- dijo Hiashi a su honorable visitante- Quieres llevarte a mi hija mayor en una misión  diplomática de alta sensibilidad, ¿ es eso?

-Asi es Hiashi-sama - dijo el sabio de los sapos.

-¿Y por qué no te llevas a mi hija menor? - preguntó el líder Hyuuga- La otra es una inútil.

-Tsunade-sama quiere a ella - dijo Jiraiya- y a además su hija menor es una genin recién graduada, no está preparada para una misión así.

-Mi hija mayor tampoco - gruñó el Hyuuga.

-Señor Hiashi- Jiraiya se arrodilló- Le pido que confíe en su hija al menos una vez en su vida.

-Está bien - dijo Hiashi - Si ella consigue cumplir la misión quizá empiece a respetarla - luego su ceño se frunció aún más- pero si falla, ella jamás volverá a ser mi hija y la culpa será suya, Jiraiya-sama.

-Ella no fallará señor- Jiraiya se levantó e hizo una última reverencia- le doy mi palabra.

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Sai había ido ver su novia para llevarla a una noche especial, su corazón le decía que ahora era el momento para dar un paso más en su relación.

Con un traje de alta calidad y una rosa roja en la mano Sai llamó a la puerta.

Él ex ANBU raíz daba vueltas de un lado a otro algo nervioso.

-Puedes asesinar a miles de personas a sangre fría, pero no puedes enfrentarte a una cita con mi hija - dijo una voz masculina detrás de él.

Sai se dió la vuelta y le hizo una reverencia.

-Señor Inoichi- le sonrió- es un placer conocerle personalmente.

-Déjate de formalismos chaval- dijo Inoichi con la mano sobre el hombro- Solo quiero que me prometas una cosa.

-Lo que sea - dijo el pálido con una sonrisa verdadera.

-Cuida de mi princesa - le pidió el líder Yamanaka.

-Lo haré señor - dijo Sai haciendo una reverencia.

-Espero no le estés asustando papá- dijo una voz femenina detrás de ellos.

-Nada, solo le estaba pidiendo para cuidar de mi prin... - el rubio Yamanaka se detuvo al ver a su hija.

Sai no dijo nada, apenas se quedó boquiabierto ante tal perfección.

Ino llevaba un vestido violeta con un escote entre los pechos y la espalda desnuda.

-Hey, que se os cae la baba - le espetó Ino con una sonrisa burlona.

-Estás preciosa cariño - le sonrió genuinamente el pálido.

-Gracias Sai-Kun - dijo Ino mientras se sujetaba al brazo del pelinegro- Papá, no me esperes despierto.

-Mi niña... - Inoichi estaba llorando de manera exagerada- se está convirtiendo en una mujer.

-No exageres - dijo la Yamanaka algo enfadada.

-Bueno, diviértete cariño- le dijo Inoichi a su hija mientras se despedia de ellos.

-Gracias papi - dijo Ino con una sonrisa.

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-¿Estás seguro que yo debo ir contigo? -le preguntó Hinata a su amigo azabache.

-Si quieres ganarte el respeto de tu clan si - dijo el azabache .

Hinata iba a continuar hablando hasta, pero cierto peliblanco les interrumpió.

-Hola jóvenes  -les saludó Jiraiya- perdón la tardanza es   que mi novia me estaba dando un regalo de despedida  - dijo con una sonrisa pervertida- un regalo que empieza por paí y termina con zuri.

-No me interesa tu vida privada - dijo Sasuke algo incómodo con la declaración del sabío de los sapos- En que lado se encuentra el Palacio Real.

-Yo os guiaré- dijo Jiraiya- Tsunade tan solo me dio a mi esa dirección.

-Está bien Jiraiya-sama  - Hinata le hizo una reverencia- Prometo no defraudarle, Jiraiya-sama.

-Confio en ti pequeña - dijo Jiraiya con una mano sobre el  hombro de la peli azul- Tanto que serás la que le hablará al señor feudal.

-¡¿Yo-yo?! -tartamudeó asustada- ¡Yo-yo cre-creía que tan solo iba venir como guardaespaldas!

-¡Bien! - dijo el peliblanco tomando la delantera- dicho esto, marchemonos.

Hinata se asustó al saber de su misión y no creyó capaz de hacerlo.

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Sai e Ino estaban disfrutando de su cena.

Ambos habían perdido un espagueti con un vino de buena calidad.

Ambos se divertían de las anécdotas que Ino le contaba.

-Lamentablemente no tengo ninguna historias divertida para contarte - dijo el pálido- Mis historias son de puro sangre y dolor - dijo con una sonrisa falsa.

-Lo entiendo - dijo Ino mientras se tomaba un sorbo de su vino- ser un ANBU de raíz no debe de ser nada fácil.

-No te lo imaginas- dijo Sai con una sonrisa falsa.

-Sai-kun - le pidió Ino de manera dulce- ¿Puedes hacerme un favor?

-Lo que sea por ti preciosa- le dijo el pelinegro.

-Deja de mostrar tus sonrisas falsas - dijo la rubia- Solo sonríe cuando realmente lo necesites.

-Lo haré, preciosa- dijo el peliblanco sacando un pequeño escuche- pero, tan solo si te casas conmigo.

Continuará