Sakura estaba con su prometido en el Ichiraku Ramen y esta le había contado todo lo que sucedió en el encuentro con Hinata.

-Sabía que esto pasaría tarde o temprano- decía Naruto mirando hacia adelante.

-¿Tú crees que debemos de decirle la verdad o estás con Ino esto vez? - le preguntó la pelirrosa.

-La Hinata de esta época en verdad tenía un complejo de inferioridad muy grave debido a los abusos de su padre para con ella y analizando las palabras de Ino... - Naruto hizo una pequeña pausa- No tengo más remedio que estar de acuerdo con ella.

- Por favor Naruto - le imploró la Haruno mientras ponía su mano en el balcón- Ayúdame en esto.

Naruto captó la indirecta y puso su mano por encima de la de la pelirrosa.

-Sakura-chan, déjame lo a mi - le sonrió- Hablaré con ella después del almuerzo.

- ¿ Sabes con quién más debes hablar? - Naruto le miró confundido- Con mis padres. Debes pedirle su bendición para que nos podamos casar.

En ese momento Naruto sintió un leve sudor frío en la nuca, mientras tiraba del cuello de su camiseta.

-Una cosa de cada vez, Sakura-chan.

Sakura apenas se rió y volvió a conocer su ramen.

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Después de almorzar con su prometido y hablar de asuntos triviales con ella Naruto se dirigió al complejo Hyuuga y Sakura volvió a casa para descansar, ya que curiosamente sus pies se habían inchado sim motivo aparente.

Al llegar en la casa de Hinata, Naruto fue recibido por una de las empleadas de la casa.

-Tú debes de ser Naruto-kun- le dijo la empleada- Hinata-sama me habló mucho de ti.

-Me lo imagino- le sonrió Naruto- ¿ Me puede decir dónde está?

-Está en su habitación- explicó la chica- Ella se encerró allí y no quiere salir, ni siquiera para comer.

-Entiendo- Naruto asintió- ¿ Puedo hablar con ella?

-Claro - le dijo la joven- Creo que se pondrá contenta al verte.

La mujer le guío hasta la habitación de Hinata, aunque Naruto ya supiera el camino.

-¡ Hinata-Sama! - le gritó la chica- ¡ Usted tiene visita!

-¡ Dile que... que venga más tarde! - le dijo la heredera Hyuuga.

- ¡ Necesitamos hablar Hinata ! - este vez fue Naruto el que gritó.

Al oír la voz de Naruto Hinata abrió la puerta y le preguntó:

-¿Es verdad que te vas a casar  con Sakura-san?

Al ver que sobraba la dama de llaves hizo una reverencia.

-Creo que me voy- dijo antes de marcharse- llamenme si necesitáis algo.

-Si, señora- dijo Hinata amablemente.

Al quedarse solos los dos Hinata y Naruto se miraron en un incómodo silencio.

-¿Puedo entrar? - le pidió Naruto.

-Cla-claro - Hinata se puso a un lado para que Naruto pasara.

Naruto entró en la habitación y se quedó de espaldas a la peli morada.

-Es verdad- dijo después de un suspiro- Sakura-chan y yo nos vamos a casar, todavía no se donde ni cuando, pero nos vemos a casar.

Al oír eso Hinata le abrazó por detrás mientras lloraba.

-¡¿Que tiene ella que no tenga yo?! - le preguntó- ¡Puedo mejorar.... puedo...!

-Hinata... - Naruto se zafó del abrazo de la ojiperla- Eres perfecta, sólo no eres la chica indicada para - le dijo mirándole directamente a los ojos- Yo no te veo como me ves tú a mi.

-¡Yo... yo  prometo hacerte feliz! - decía la Hyuuga- ¡ Dame una oportunidad...!

-No va a funcionar- dijo Naruto serio- Hinata, eres una chica preciosa y me alegra mucho que tengas estos sentimientos por mi, pero yo no te amo de la misma manera que me amas a mi. La única persona que siempre amé, amo y amaré será Sakura-chan.

Ella le volvió abrazar y volvió a llorar.

-¡Esto es injusto! - dijo Hinata.

-Lo sé Hinata, pero así es como debe ser- -dijo Naruto mientras correspondía al abrazo- Nunca jamás dejes de ser esa chica tan tierna y amable. Encontrarás un amor que te corresponda algún día, esto te lo aseguro.

-¿En serio?

- Claro que si  - se separó del abrazo y le puso las manos en los hombros mientras sonreía- Eres una chica preciosa, estoy seguro que en algún lugar de Konoha hay un hombre que se fije en ti..

-Gra-gracias- le dijo con una sonrisa- Ya me siento mejor.

-Solo prometeme que no vas a llorar más - le dijo Naruto con una sonrisa antes de ir hacia la puerta.

-¡ Na-Naruto-kun ! - el rubio se detuvo- Quiero pedirte un último favor.

-Dime.

-He notado que la tripa de Sakura-san está algo abultada, ¿ Es lo que creo que es?

-Si, Sakura-chan está embarazada de tres meses, más o menos.

-¿Puedo... puedo ser tú madrina? Prometo que que cuidaré muy bien de tu hijo.

-Hija - le corrigió mientras le miraba con una sonrisa- Y por supuesto que puedes ser la madrina de Kasumi-chan.

-¿Kasumi-chan? - le sonrió- es un nombre muy bonito.

En ese momento recordó que la Hinata de su línea temporal original le dijo lo mismo, pero aún así le imploró para ponerle el nombre de Himawari a su hija menor.

-Me alegra que te haya gustado- -dijo mientras se dirigía a la salida- Nos vemos Hinata.

-Adiós, Naruto-kun  - se despidió Hinata.

Al ver que el rubio abandonaba la alcoba ella se tumbó en la cama y pensó en llorar, pero se limpió las lágrimas de inmediato.

"No puedo llorar, le prometí a Naruto-kun que no iba a llorar " - luego puso la mano en su corazón- " Por más que me duela, no debo llorar".

Mientras caminaba por el pasillo de la residencia Hyuuga, Naruto recordó que él hizo algo parecido con la Sakura de su tiempo.

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Naruto acababa de casarse y Sakura le estaba felicitando por ello.

-Enhorabuena Naruto - decía la Haruno mientras se acercaba a él- Hinata es un excelente partido.

-Oh Sakura-chan -Naruto se alejó de sus amigos Sai y Shikamaru para poder hablar con ella.

-Espero que cuides muy de Hinata - decía Sakura mientras se crujía los nudillos- O si no te daré  la peor paliza de tú vida.

-La-la trataré lo mejor que pueda- decía el rubio con un sudor frío sobre la nuca.

-Asi me gusta- le dio unos golpecitos en su mejilla- Sé un buen chico, mi Idiota rubio.

Naruto sintió un calor en el corazón a oír eso.

-Sakura-chan yo... - ella le miró con curiosidad y el rubio meneo la cabeza- " Decirle eso ya no tiene sentido"  - luego le volvió a sonreír- Si algún día tienes un hijo, ¿ puedo ser su padrino?

-¡Claro que sí! - le sonrió la pelirrosa- Me encantaría.

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Ino caminaba hacía la casa de Sai para disculparse.

Al llegar en la casa del ex ANBU llamó a la puerta.

-Amor yo querría...
-Sai-kun yo querría...

Los dos hablaron al unísono y empezaron a reírse.

-Tú primero - le dijo la Yamanaka.

-Quisiera pedirte perdón por lo que pasó ayer, no es que crea que eres fea ni mucho menos - explicó el pálido- Lo que pasa es que quiero que nuestra primera vez sea algo especial y no algo espontáneo.

-Está bien- dijo Ino con una sonrisa- Yo también he ido demasiado rápido, así que te pido perdón.

-¡ Ah es verdad! - Sai se va corriendo hacía adentro de su casa y vuelve con un paquete pequeño- ¡Es un regalo! - le sonrió genuinamente.

Al abrir su regalo Ino sonrió de oreja a oreja.

-¡Es un retrato mío! - ella corrió para abrazarlo- ¡Muchas gracias Sai-kun!

-De nada, amor - dijo con una sonrisa mientras correspondía al abrazo.

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Naruto volvía a casa después de hablar con Hinata.

-Buenos tardes Naruto - le saludó Sakura tumbaba en el sofá leyendo una revista sobre la maternidad.

-Buenas tardes Sakura-chan- le sonrió- ¿Que tal ha sido tu tarde?

-Quitando el hecho de que mis pies estén iguales a los de un elefante y que he vomitado todo el ramen que vomité en el almuerzo - puso la revista en su pecho- Estoy bien. - le sonrió.

-¿Hay algo que pueda hacer por ti? - le preguntó el rubio mientras se adentraba en la casa.

-Hummm - ella se masajeó la barbilla- Si, hay algo- Sakura empezó a mover los dedos de los pies.

Naruto entendió el mensaje y sentó al lado de la pelirrosa poniendo las piernas de Sakura encima de las suyas.

-Creo que sé a lo que te refieres - comentó antes de masajear sus pies.

-¿ Que tal la conversación con Hinata? - Ella dejó la revista al suelo.

-Ha ido bien dentro de lo posible - explicó el rubio- Sabia que esto iba suceder tarde o temprano así que decidí pensar bien lo que planeaba decirle.

-¿ Y cómo crees que ella se siente?

-Rota por dentro- dijo el rubio con la voz ronca- lo sé por qué yo también me sentí así.

-¿ Y cómo te sientes tú?

-Siento como si hubiera hecho los deberes- explicó el rubio- Ella es una chica genial y espero que un día encuentre a alguien que la ame de igual manera.

-Lamento que la Sakura de tu tiempo no haya hecho algo así.

-Eso no funcionaría Sakura-chan - dijo mientras le sonreía- Soy muy terco y lo sabes.

-Nunca lo sabremos  -le sonrió antes de cambiar de asunto- Tú masaje es genial Naruto, ¿ tienes dedos mágicos o algo así?

-Puede ser - Dijo Naruto mientras dejaba de masajear uno de los pies y empezaba a acariciar su tobillo- ¿A lo mejor puedo masajearte algún otro sitio?

-¿Ah si? - le sonrió.

Naruto empezó a acariciar su muslo mientras se ponía encima de ellas.

-¿Quieres hacerlo ahora? - le preguntó la Haruno.

-¿Y tu no? -le sonrió antes de besarla.

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La noche caía sobre Konoha y Sasuke acababa de volver del  despacho de Tsunade.

Algunos minutos antes.

Sasuke y Kakashi se habían presentado ante la Hokage para dar su informe.

-¿Así que Itachi no quiso volver a Konoha? - le preguntó Tsunade.

-No -dijo Kakashi- Dice que quiere pasar desapercibido por un tiempo.

-Lo siento chico - le dijo Tsunade a Sasuke- No sabía que el consejo le haya obligado a hacer dicho masacre.

-Le prometí a mí hermano que no caería en la oscuridad, por eso no le haré nada a Konoha, por más que esos viejos merezcan morir.

-Se nota que tendré mucho trabajo durante los próximos días- Suspiró Tsunade- Está bien, Sasuke te ganarás la libertad condicional; no podrás andar por fuera del  perímetro de Konoha y no podrás utilizar tú chakra. ¿ Estás de acuerdo con mis condiciones?

-Si, señora.

Al salir del despacho de la Senju, Sasuke se acercó a Kakashi.

-No deberías haberle dicho el verdadero motivo de la masacre, esto es asunto del clan Uchiha y no  tuyo.

-Sé lo que hago Sasuke- le dijo el Hatake- Tsunade-sama podrá ayudarte.

-¿Con qué exactamente? - le preguntó Sasuke con furia en su voz.

-Ella puede encargarse de derrotar a los consejeros políticamente.

-Yo no quiero derrotarlos políticamente, quiero asesinarlos- le miró con el ceño fruncido y habría activando su mangekyou si su chakra no estuviera sellado.

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De vuelta al presente Sasuke pasa por un bar.

Al llegar en la barra pide un litro de Sake. El Uchiha necesitaba beber un poco.

-Esto... - Sasuke se sorprendió al oír esa voz- ¿ Puedo sentarme contigo?

-Hinata, ¿ Qué haces aquí?

Continuará

Fin de la maratón.

5/5