Naruto y cierta pelirrosa estaban hablando sobre como les fue a los genin que participaron en el taller de ninjutsu médico. 

Estaban en la azotea de la torre hokage. Sakura estaba a punto de despedirse cuando el rubio dice lo siguiente.

-¡Sakura-chan! - ella se giró para mirarlo-Quiero que sepas que te continuo amando.

Le mostró una de sus sonrisas. 

El semblante de sorpresa de la pelirosa cambió a un ceño fruncido. 

-Creo que ya es tarde para que me digas eso Naruto - dijo en un tono serio.  No lo golpeo, ya no era una adolescente temperamental y si una mujer adulta que sabe la seriedad de esas palbras.

-Nunca es tarde para declararle tu amor a alguien Sakura-chan.

Ella bajo su cabeza en señal de tristeza por él.

-Deberias haberlo hecho antes - sus ojos se humedecieron- Antes de todo esto! 

Levantó su cabeza y lo miró. Estaba llorando.

-No me hubieras correspondido antes y sé que no lo harás ahora-  la miró con seriedad y tristeza- Solo te digo algo que sigue y seguirá atormentadome durante el resto de mi vida.

-Naruto...

-Sakura-chan - sonrió- Yo nunca dejaré de amarte - y luego se puso cabizbajo- solamente acepté que no soy el hombre correcto que podría hacerte feliz. 

-Eres un tonto Naruto - el Hokage se sorprendió por sus palabras- en aquellos tiempos junto a ti y en la busqueda por sasuke-kun. Te di miles de oportunidades para acercarte a mi y... -aprietó los puños- ¡Pero tú no aproechaste ninguna! Siempre soltabas algo tonto que acababa con cualquier clima romántico. 

El Hokage se calló.  Sabía que aún en sus 16 años era algo tonto e inmaduro. Esa inmadurez le impidió de conquistar el amor de su vida.

-Cuando estábamos juntos tus solo decias "Sasuke, Sasuke, Sasuke..." nunca hablabas sobre otra cosa.

Otra vez tenía razón.

-Por ello llegué a la conclusión de que tú amor por mi era tan solo un fruto de tu rivalidad con mi esposo. 

Empezó a caminar hacia la salida y cundo estaba cerca de la puerta la voz del rubio la detuvo. 

-Sakura-chan, eso no es verdad. Yo solo queria hacerte feliz.

-¿Por un segundo pensaste que yo podría ser muy feliz a tu lado? - puso su mano sobre el pomo- ¿Sabes que? Eso ya no importa. No se puede cambiar el pasado, Naruto. 

Salió de allí dejando al hokage solo con sus pensamientos.  

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Ya era de noche y Naruto contemplaba la ciudad desde la cabeza del cuarto Hokage.

-Es una ciudad preciosa, ¿verdad?

Él miró a su lado derecho y allí estaba sentada junto él.

- ¡ Mamá!- el rubio dio un salto de sorpresa- ¡Es imposible tú estás...!

-Asi es - confirmo con su cabeza seguido de una sonrisa- Soy un fantasma, ¿ te assusta?

-No, la verdad es que no -- le devuelve la sonrisa-¿Como os va allá arriba? 

-Muy bien - continuó con una expresión feliz que cambió en una de preocupación- pero veo que a ti no del todo, cielo.

Su madre tenía razón.

-Apesar de toda esa felicidad, de tener una esposa que me quiere y dos hijos preciosos yo...

-Dilo querido.

Kushina le miraba con comprensión.

El Hokage puso su mano en donde estaba su corazóaldeaj.i8
-Hay una espina  en mi corazón. Una espina  que yo nunca he podido quitar - Su madre asintió y éste continuo- He sido Hokage, he sido reconocido y respetado por mi propia aldea, pero hay un sueño que no he podido cumplir y hay veces que...

-Sigue

-A veces me siento muerto por dentro.

-¿Y cual seria tu último sueño?- preguntó Kushina con curiosidad.

-El amor de Sakura-chan.

-Sakura-chan, Sakura-chan... - la pelirroja se puso a pensar- ¡¿Es esa niña que Minato me dijo que se parecia a mi!?

-Asi es .

- A ver... -suspiró profundamente- ¿Quieres una segundo oportunidad de conquistarla?

-Mama eso es pasado, no se puede cambiar.

-Te estay proponiendo exactamente eso. Ademas, volverás con tus habilidades actuales.

-¡Espera mamá! Si hago esto Boruto y Himawari dejaran de existir y...

-Las decisiones difíciles requieren voluntades fuertes cariño- Le aconsejó- Dime ¿eres feliz? Por lo que me acabas de decir no del todo.

-pero... Son mis hijos...

-Temgo nietos preciosos hijo - le interrumpió- pero tu estarás viviendo bajo una máscara de falsa felicidad y cuando se te note caerás en una depresión y... Yo no podría verte haciéndote esto contigo mismo.

-Hinata, cuidará de mi. Ella siempre...

-¿Siempre qué Naruto?- El rubio la miró con confusión- ¿Siempre estuvo contigo? 

El rubio iba a responder de manera positiva, pero su madre puso su mano en su cabeza y luego dijo. 

-Ella no es la chica que siempre estuvo contigo. 

De repente el rubio empzó a recordar cosas ocultas de su pasado:

-¡Naruto! -  decía una Sakura en llantos- Para, yo buscaré a Sasuke-kun por ti

-Ese es el momento que yo la golpeé en forma de 4 colas

-Asi es - confirmo su madre- pero lo que me gusta esta parte. 

Sakura se encontraba curando a naruto despues de su transformación. 

-Se te nota en la cara Sakura- dijo el capitán Yamato- Es evidente que tu...

-Y luego me desperté. -suspiró Naruto.

-Podrías decirle muchas cosas hijo - esta le tira de la oreja- ¡pero lo único que le dijiste fue!

-¿Por qué estás triste Sakura-chan? ¿Es que Sai de llamó de vaca o algo así?

-Esta era una oportunidad para ser romantico o algo así.-  le tira aún más de la oreja- ¡Pero a quien se lw ocurre semejante burrada?

-Ai, ai, ai. Lo siento mamá.

-Hay muchas más cosas que te encantaría mostrar, pero está es la más importante.

Sakura se encontraba reanimando a Naruto, que estaba al borde de la murte tras la extracción de Kurama.

La pelirrosa se allaba desesperdada despues de hacerle un RCP, bombeaba su corazón manualmente.

-No...! Tu no pueded morir, ¿ Me oyes? ¡Naruto!  No te mueras - decía entre lágrimas.

-Ella siempre se preocupó por ti hijo- dijo en un tono cariñoso- Hinata es una buena chica, pero ella nunca estuvo junto a ti en los momentos tristes.

-¡Hubo la batalla contra Pain! - argumentó con desespero.

-La batalla contra Pain fue tan solo un granito de arena comparado a lo que esa chica, Sakura Haruno, hizo por ti!

Al analizar tan solo esos recuerdos Naruto comprendió que Sakura siempre estuvo ahí para apoyarle y no Hinata.

Le dolía admitirlo, pero la pelirrosa siempre estuvo ahi para el en su adolescencia e incluso sentia que había algo más que solo amistada entre ellos, cosa que el no pudo notar debido a la obsesión por traer a Sasuke de vuelta.

Al final de la guerra ellos se alejaron el uno del otro y así tomaron rumbos diferentes. 

De vuelta a la realidad, Naruto estaba llorando. 

-¡Tonto, tonto, tonto! - decía mientras se tiraba del pelo.

Kushina lo abrazó. 

-Mamá
-Si, cariño.
-Acepto la propuesta. 

-Bien -ella se separó- Pero hay reglas que quiero que cumplas

-¿Y esas son? - dijo con una sonrisa.

-Tratarás de ser más maduro y no estropearas momentos en los que ella de una señal de interés en ti.

-Te irás con todas tus habilidades y conocimientos actuales, talvez te ayude a evitar ciertos, incidentes.

-Y por último no puedes decirle a nadie que vienes del futuro.

-¡Entendido mamá!- le sonrió y le mostró una señal de positivo. 

-Esta bien-  le dedica una última sonrisa antes de empujarlo al vacio. 

-Mamaaaaaaaaa.....

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-Eh chico - Naruto escucho una voz familiar- Despierta.

Esa era la voz de Jiraya.

-¡Ero senin! - corrió a abarazarlo- Te he echado de menos.

El rubio ni siquiera notó que estaba durmiendo en el suelo, ahora lo único que le importadaba era ver a su padrino con vida.

-Oye chico -le da unas palmaditas a la espalda- Que no me he ido a ningún lado, ni siquiera busqué algo de "información" en los ultimos dias.

-Si -se separaron- "Esta vez te salvaré ero-sanin"

-Ok - le da unos golpecitos en el hombro-  es hora de irnos a la aldea.

El rubio no dijo nada, apenas se cepillo los dientes, se vistió y en pocos minutos estaba listo.

-Listo para volver a casa -dijo con su típica sonrisa. 

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En el camino a la aldes de la hoja Naruto reflexionaba su nueva oportunidad. 

He sido un egoista, he hecho esto por Sakura-chan, pero ahora me doy cuenta que puedo salvarlos.

Miró al Ero-senin que caminaba despreocupadamente a su lado.

Ero-senin. Esta vez usted me verá siendo Hokage.  Lo prometo.

-¿En que piensas chico? - le preguntó curioso.

-Oh, en nada - respondió rápidamente. 

-Mas te vale - dijo en tono burlón-  pensar no es lo tuyo. De hecho creo que huele humo, seguro que viene de tu cabeza.

-¡Oye!

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Al llegar a la alde Naruto y Jiraya estaban de camino a Tsunade para avisarle de que ya estaba aqui. Los dos caminaban tranquilamente hasta que el rubio se percato de una voz que lo llamaba.

-Naruto, ¿ eres tú?  - él se giró y se encontró con la pelirrosa que tanto amaba.  

Esto es todo por ahora. Es la primera vez que escribo sobre esta pareja. Gracias por leer y espero vuestro apoyo.