🎶 . | Canción del capítulo en multimedia; 'FINE' by Yugyeom [Got7]

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En el reino del cadáver de agua, donde Juvia habitaba, se preparaba junto con su amado para así cruzar aquel portal que se presentaba en forma de agua.

De ellos dependía usar el arcano del enamorado para salvar almas en pena que anhelaban ser entendidas y amadas una vez más.

En el reino de la nieve y el viento, se hacía presente un gran portal en forma de bloques de hielo, que indicaban a Wendy que era hora de ir al mundo a salvar a quienes que se juraban amistad eterna, para eliminar la culpabilidad de las almas y hacer que puedan soltarse y vivir en paz.

De ella dependía hacer un balance entre lo eterno y lo pasajero.

El reino de aquel que trajo a su amada del mundo humano presentaba el portal oscuro, donde Jellal debía de cruzar para dirigirse a eliminar los pecados que eran cometidos por traición, inclusive por amor.

Él, que había hecho lo mismo, era el indicado para enmendar las situaciones funestas de los demás. De su lado y sin separarse iba Erza, dispuesta a acompañarlo hasta el último rincón de cualquier mundo que se presentase.

Zeref, quien era el príncipe del reino de la contradicción, era el encargado de hacer un balance entre el bien y el mal; su deber era mantener a esos demonios y ángeles unidos, y si eso significaba que debían destruirse entre sí, lo permitiría.

Para él las soluciones eran fáciles, si no pueden existir a la par, deben dejar de estar. Debía equilibrar a la muerte y a la vida. Su primera tarea, era tratar con esa reina enloquecida que había logrado lo que quería...

―¿Sigues deseando que yo sea tú rey?

―Cada segundo que pasa hace crecer un poco más el deseo, pero no niego que también aumenta el querer que seas mi esclavo eterno...

La sonrisa de Zeref se formaba en sus labios transmitiendo una mezcla entre felicidad y ansias por devolverle todo su sufrimiento a aquella reina, para saber si dentro de ella aún quedaba un poco de humanidad.

Lucy, parada en el lago de su bello reino, rodeada de flores de cerezo, sostenía la llave dorada mientras observaba la puerta que tenía enfrente. Había llegado el momento en el que Sting por fin la soltaría, y para ello debía volver a donde su amado la rescataría. Porque era la única que tenía esa posibilidad, de estar aquí y estar allá.

Abrió la puerta y su cuerpo comenzó a desvanecerse en forma de pétalos de colores, mientras susurraba unas últimas palabras:

❝Si el destino no se puede cambiar, quémalo y deja a las cenizas volar.❞

El arcano número 22 traía de nuevo a Sting a su reino, donde en el límite lo esperaba con ansias su contrario príncipe de oscuridad.

― ¿Has comprendido todo, Sting?

― No puedo creer que tú armaste todo aquello, ¿tanto anhelabas que venga aquí? Hacerme creer que mi hermana estaba muerta. Es caer bajo...

―Al menos deberías de agradecerme, tu hermana puede volver a la vida. ―Decía extendiendo su mano derecha, mientras Sting miraba sin comprender.

―Cumpliré la promesa, ¿o acaso lo olvidas?

Esas palabras hacían que las memorias mostrasen el trato de sangre y beso que habían hecho esos dos. Significaba que Sting podría volver al mundo de donde vino, y de cierto modo, podría acompañar una vez más a su hermana.

Tomó esa mano sin dudar, mientras los reinos temblaban sin cesar.

―Es el pacto más fuerte que pudo haber existido, aunque no haya durado una eternidad.―Dicho aquello Rogue lo volvió a besar. Las cartas giraban alrededor de ellos, y poco a poco todo se desvanecía en negro.

― Narración por Sting.

Abro mis ojos lentamente, el parpadeo rápido no me deja ver nada más que algo marrón. Olfateo y siento el aroma a ébano, también al formol.

Por fuera escucho llantos, y reconozco su voz.

La voz de Lucy, la voz de Natsu.

¿Por qué siento que todo este tiempo estuve tratando de resolver una muerte falsa, cuando yo mismo parecía estarlo?

Recuerdo a la perfección, que aquel camión llevaba rosas.

Recuerdo con precisión, que los ojos color manzana me miraban y su boca susurraba ❝he venido por ti.❞

Pieza por pieza se une una vez más, formando un nuevo veredicto que me hace pensar y deducir, que todo este tiempo fui parte de...

Una narración muerta.

―Fin de la narración de Sting.

Grita con furia y desesperación dentro de su cajón, golpea la dura madera tratando de salir. Que pena que esté tantos metros bajo tierra...

Sus plegarias ahora mismo son inaudibles; su llanto no hace más que mojar su muerto cuerpo.

Sus golpes siquiera pueden hacer una diferencia.

« Quiero que me saques de aquí, por favor, Rogue... » Son los pensamientos que se vuelven en deseo, y para aquel que representa al arcano del diablo eso se vuelve completamente innegable.

Poco a poco, brazos lo rodean por detrás.

La frialdad de un cuerpo se hace sentir, y estremece cada centímetro del de Sting.

―Pensé que jamás me pedirías eso... ―Susurraba Rogue mientras comenzaba a hundirlo en la tierra mediante su abrazo.

Las lágrimas de Sting empapaban su rostro, mientras sonreía y sus ojos quedaban sin brillo...

―El mundo de muerte es más divertido si hay luz y oscuridad. ―Dice mientras menea su cabeza, disfrutando de aquella sensación de ser rodeado por enredaderas, cadáveres y voces que dicen ❝pasado, presente, futuro.❞

Pero por sobre todo, disfrutando el abrazo del diablo que nunca le soltó la mano durante la trágica narración muerta. 

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