06 ; Siete príncipes y su reina
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Había siete tronos ubicados de tal manera que formaban un círculo, cada trono tenía un color diferente y una persona sentada, con el rostro cubierto por una máscara.
— ¡Bienvenido sea, príncipe Rogue! —Dijeron muchas voces al unísono, Sting alzó su mirada y notó que había muchas personas sentadas en butacas que estaban elevadas, observaban el centro como si estuvieran presenciando una obra de teatro o algo parecido.
Rogue arrastró con su cadena a Sting al centro de esa ronda de tronos, quien se resistía bastante.
— ¡HE TRAÍDO CONMIGO, AL RECIÉN LLEGADO PRÍNCIPE STING! —Anunció con una voz solemne, mientras los aplausos no tardaron en llegar. Las personas que lo rodeaban comenzaban a pararse, una por una.
Poco a poco quitan sus caretas, dejando ver sus rostros; los cuales son conocidos para la vista de Sting...
Entre aquellas caras, hay una que lo inunda de tristeza y nostalgia, también de conmoción...
El joven Eucliffe no duda en lanzarse a abrazar a aquella ❝princesa❞ que ha sido su compañera de toda la vida, su preciada y difunta hermana. Ese abrazo cargado de emoción es detenido por Rogue, quien los separa con sus ojos cerrados y seño fruncido. Los demás siguen sentados y con sus carteas puestas; Lucy no reacciona ante el abrazo.
—La reunión de hermanitos puede continuar luego. —Dijo frívolamente, mientras sentaba a Lucy y dejaba al rubio mayor en el centro de la ronda.
—Príncipes y princesas de Maut, le daremos la bienvenida a este príncipe con nuestra ceremonia típica, por favor. Sean gentiles... —Exclama Cheney mientras procede a sentarse en su trono de color rojo.
Una joven se levanta del suyo, vuelve a quitarse su careta. Muestra su rostro bastante herido y su piel putrefacta, su cabello peliazul es reconocido por Sting rápidamente.
— ¿Juvia? ¿Loxar? El caso de desaparición... —Dice mientras ella con ambas manos desata una gran ola de agua que va envolviendo a Sting.
— Arcano número 6, el enamorado. —Son las palabras que pronuncia Juvia mientras su agua ingresa en Sting.
Al hacerlo, imágenes muy confusas se dan en sus memorias.
Otra persona se levanta, quita su máscara y deja ver su rostro. Su cabello es de color azul y lleva una marca roja en la cara. Hace una reverencia para luego extender su mano izquierda.
—Atadura de serpiente... —Susurra mientras de su brazo escapa una serpiente negra, que envuelve a Sting dejándolo inmóvil.
—Arcano número 8, la justicia. —La serpiente ingresa por la boca de Sting, sus ojos se llenan de lágrimas.
Se levanta una jovencita de cabello azul, que al quitar su máscara deja ver una sonrisa ensangrentada. Su cuerpo está lleno de hematomas, avanza y suelta un soplido a Jellal, generando un remolino de viento.
—Arcano número 9, el ermitaño. —El viento se mete por las venas del rubio, causándole dolor. Mira como la siguiente persona se acerca.
Es un joven de cabello negro avanza, se quita su máscara y deja ver su pálido rostro. Tiene la boca cosida con hilos negros, lleva puesta una corona de espinas y rosas. Mira hacia atrás un poco nervioso.
Mueve el cetro que lleva en manos y despliega magia oscura, que encierra a Sting en una gran esfera.
—Arcano número 13, la muerte. — Allí se reproducen cientos de recueros y voces que hacen al pobre taparse los oídos.
Ahora quien se levanta es Rogue, parece muy ansioso. Se acerca y toma a Sting de su cadena, mientras con su cetro comienza a hacer aparecer muchísimas enredaderas cubiertas de espinas.
— Arcano número 15, el diablo. —Sentencia Rogue mientras las enredaderas envuelven a Sting, adentrándose en su cuerpo y dejando marcas en su cuerpo; las mismas parecen tatuajes recién hechos.
Suelta su cadena y lo toma del mentón, mirándolo fijamente.
—Ya casi termina tu coronación, daría mucho por ser yo quien te coloque la corona, pero no me corresponde...
Tras decir aquello lo soltó, dejándolo de rodillas. Lentamente la última princesa se levantaba, quitándose la careta que era mitad sonriente y mitad triste.
Sus ojos marrones sin brillo fulminaban a Sting, mientras de su boca caían delgados hilos de sangre. Su pálida piel dejaba ver muchos hematomas, alrededor de su cuello llevaba una cadena similar a la de Sting, pero dorada. Su corona era de flores rosadas al igual que su vestido. Sus pendientes tenían forma de calavera y de sus ojos caía sangre. Una flor tapaba su ojo izquierdo.
Delicadamente hizo un ademán con su mano derecha, dejando que florezcan grandes gardenias y rosas. Del suelo salen poco a poco calaveras que gritan o lloran, esas plegarias parecen querer volver loco a Sting; o al menos hacerlo sufrir.
Toman a Sting de sus brazos y piernas, mientras enredaderas y las flores pasean por su cuerpo dejando marcas blancas que contrastan las que dejó Rogue.
—Arcano número 20, el juicio. —Dice dulcemente Lucy, mientras las calaveras comienzan a desaparecer.
El joven está exhausto y sumamente estupefacto, trata de recuperar el aire perdido y concentrarse en comprender que sucede allí.
Un sonido estruendoso se presenta en todo el palacio, Zeref parece tener miedo ante aquello y tapa sus oídos. Poco a poco un gran trono aparece en medio, un trono que es más grande que los demás.
El octavo trono y el más importante, el de la reina del lugar.
Una mujer de cuerpo pequeño, piel blanca y cabello rubio que llega hasta el suelo; vestido blanco muy delicado. Lleva un cetro en manos de color dorado con una terminación en forma de tridente, cada punta tiene un cráneo diferente:
León, humano y búfalo. Cada uno está adornado con una flor amarilla en donde deberían ir sus ojos. Su máscara muestra una cara muy sonriente. Poco a poco se la quita dejando ver sus ojos verdes; su cabeza lleva una corona de oro con algunos muérdagos y espinas.
Los ojos de Sting se quedan sin brillo alguno, su pulso parece detenerse al igual que el tiempo...
—No puede ser...
— ¡BIENVENIDA, REINA MAVIS! —Ese grito que sueltan todos es lo que a Sting hace comprender, que quien está delante de sus ojos era quien pensaba...
Su propia madre; al igual que está su hermana.
Se acerca a paso lento pero seguro, mientras Lucy le entrega una caja. Tras eso, coloca una corona al joven Eucliffe, una corona de oro que lleva varias gemas azules, tiene varias enredaderas secas que la adornan.
—Príncipes y princesas de Maut, es un honor tenerlos reunidos para celebrar la llegada del último que nos faltaba. Antes de que pregunten algo quiero aclararles que en este mundo no hay reglas, pero si hay un proverbio que no me cansaré de repetir.
—No hay respuestas claras, los límites no los detienen, la locura los contiene y el amor sugiere que con la muerte congenien. —Esas palabras traen más confusión en Sting, en esos momentos su mente es un frenesí de recuerdos e imágenes mezcladas.
— ¡¿Qué dices, mamá!? —Grita con enojo levantándose— ¡Basta de juegos, quiero llevarme a Lucy!
— ¿Mamá? Aquí no es lugar para llamarme así. Lastimosamente eres al único al que no pude traer sin recuerdos...
— ¿Sin recuerdos? De qué hablas...
—Aquella que llamas hermana no te recuerda y no lo hará por bastante tiempo, a menos que tú quieras colaborar, cariño.
—No entiendo nada, ¿qué es este lugar?
—Es el mundo de Maut, donde no hay límites pero a la vez sí. Donde el tiempo fluye de una manera diferente, no hay pasado, presente o futuro...
—Es un mundo contradictorio, príncipe de la luz. Siéntate y termina de escuchar. —Al decir aquello le entregó la última carta que faltaba.
—Arcano número 22, el loco... —Musitó mientras se sentaba en su trono, Mavis estaba en el centro y todos miraban y escuchaban con atención.
—Cada uno de ustedes ha venido aquí sin saber muy bien el porqué, para que puedan comprender deben realizar la única misión que este mundo tiene como condición...
—Deberán de volver al mundo del que vienen, para cortar el lazo que los retiene...
— ¿Lazo, de qué habla, reina? —Pregunta Jellal arqueando cejas.
—Ustedes ahora mismo son personas que no saben mucho de sí mismas, porque alguien o algo en aquel mundo humano aún los anhela. Por eso no son soltados y no recuerdan con claridad.
—Para poder recordar, superar y olvidar van a tener que volver y encontrar...
Lentamente frente a cada uno una esfera se hizo presente, contenían objetos diferentes.
Un gato negro para Juvia.
Una espada para Jellal.
Un muñeco para Wendy.
Un libro para Zeref.
Una llave dorada para Lucy.
Una rosa para Rogue.
Y por último, una manzana para Sting.
Cada uno tomaba el objeto que le correspondía, permitiendo que los recuerdos llovieran en sus mentes.
— Para soltarse del mundo humano deben lograr que las personas que no los dejan de anhelar los suelten también...
—De lo contrario, deberán de traerlas aquí. —Esa no era una solución para nada convencional.
Sting miraba esa manzana, mientras en el brillo se reflejaban recuerdos de su infancia.
—Si no cumplen con la misión, serán borrados de cada rincón existente en cuanto a tiempo, espacio y memorias...
Dicho aquello Mavis sonrió, mientras pasaba a reírse frenéticamente, la sangre caía de su boca por ello. Zeref tapaba sus oídos y cerraba sus ojos fuertemente, estaba sucumbido en terror por aquella mujer.
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¡Más personajes entran en juego! ❤
¿Alguien recuerda cuál es el nombre de ese gato negro? 😊
❥ La misión de los príncipes de Maut es revelada.
❥ La reina es Mavis, Zeref le tiene bastante miedo.
He visto que se preguntan si la historia tiene relación a Una Oportunidad, eso se los dejo a su razonar; pero me gustaría ver sus argumentos. <3
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