Jeon Jungkook era un chico amable, cálido y sobre todo muy ingenuo y porque no decirlo; habido de cariño y amor, como muchos de nosotros. A veces, tal vez por eso es por lo que muchas veces sufría de más. Sabía que aquello tenía un poco que ver por el abandono de su padre cuando era pequeño, pues necesitaba de aprobación masculina con demasía.

Le gustaba tratar bien a sus novios, siempre atento y dispuesto a complacer a sus parejas en turno. Pero por desgracia generalmente lo terminaban abandonando, ya fuera por infidelidad, falta de interés o simplemente porque eran unos imbéciles.

Sin embargo, esto no desmotivaba al joven para seguir adelante con su vida, entendía que a veces así ocurría, estaba convencido que algún día llegaría la persona correcta a su vida. Y el creyó que así había sido.

Pobre, pobre e iluso Jungkook.

El día que conoció a quien sería tanto su salvador como su verdugo, era uno soleado, se encontraban en un taller de lectura y redacción, Jungkook amaba leer y escribir, no era su empleo formal, era más bien como su pasatiempo, pero él le dedicaba demasiado esfuerzo y tiempo. Aquella tarde no esperaba conocer a aquel chico de sonrisa cuadrada y ojos color avellana, voz profunda y un increíble sentido del humor, además claro de poder encantar a quien fuera con aquellas historias tan inverosímiles pero que juraba eran completamente ciertas, porque él las contaba tan increíblemente reales.

Kim Taehyung podría convencer al mismísimo Copérnico que la tierra era plana si quisiera.

A Jungkook al principio el rubio no le atrajo de nada, era cierto que sí, a la vista era guapo, no estaba ciego, pero Jungkook era más de afinidad personal. Y Kim Taehyung no es que estuviera potencialmente interesado tampoco en el joven pelinegro. Ambos eran compañeros de taller y listo. Compartían algunos comentarios en clases, algunas platicas referentes a un libro o a una especifica forma de escritura.

No eran amigos de nada.

Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando el profesor encargado del taller pidió que se hiciera una dinámica en equipo, estúpidas dinámicas en equipo. ­— palabras que después diría Jungkook— Ambos pudieron haber elegido a alguien más, quien fuera, pero Jungkook era tan... a veces podríamos llamarlo ¿estúpido? ¿buena gente? Ya que vio a Kim Taehyung sentado hasta el último lugar de la sala. Solo y sin intenciones de siquiera levantarse para poder hacer pareja con alguien.

—Hola, Taehyung ¿cierto?

—Sí — Fue lo único que dijo — ¿Qué deseas?

—Bueno, me preguntaba si ¿ya tienes pareja?

—Oh, no aun no, ya que nadie ha querido emparejarse conmigo desde...bueno...nunca. — el azabache frunció el ceño— Entiendo, ¿eres nuevo cierto? Te pondré en contexto, aquí nadie me quiere, generalmente las prácticas en equipo las hago yo solo, perdona creo que no me recuerdo tu nombre.

—Jungkook, Jeon Jungkook.

—Ya, bueno Jungkook, no te sientas mal por mí, además que creo que hay una chica que no deja de verte insistente — Le hizo señas — Puedes ir con ella, no te preocupes por mí.

Jungkook giró y efectivamente una chica no dejaba de mirarlo, le hizo señas para que se unieran, sin embargo...

—Me gustaría trabajar contigo, Taehyung ¿o acaso crees que no sería tan bueno como tú?

—Nada de eso — Taehyung suspiró — Prohibido escaparse a mitad de la actividad. — y sonrió, con esa sonrisa de caja que Jungkook jamás había visto.

—Deja de ser dramático, iré a anotarnos como pareja en la lista, ya vengo — El rubio asintió y pudo ver como la chica le dedicaba una cara de furia, pero poco le importó a ninguno. Jungkook debió elegir a la chica, sin duda.

Pero el destino era así, dicen por ahí que cuando te toca ni, aunque te quites y cuando no, aunque te pongas. Nunca sabremos que hubiese pasado si Jungkook hubiera hecho equipo con es chica en lugar de con Kim Taehyung, tal vez se hubiesen vuelto grandes amigos, tal vez no. Al menos en esta línea temporal jamás lo sabremos. 

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PRIMER CAPITULO DE NARCISISTA

SERAN ALGUNOS CAPITULOS CORTITOS, YA SABEN QUE NO SE ME DAN CAPITULOS LARGUISIMOS.

BESOS MORADOS.

YAYIS  💜💜💜💜💜💜💜💜