XI
Naomi se encontraba molesta, su hija había vuelto a escapar y lo peor era que no se había molestado en volver temprano como otras veces, ni una llamada y ningún mensaje.
Mientras agregaba chispas de chocolate a la masa de galletas, hablaba bajo y se preguntaba cuando ella le diría al menos donde iba, era mayor de edad, podía salir a donde quisiera, pero lo mínimo que pedia era que le dijera donde y con quien estaría y la hora a la que volvería para no estar asustada.
No escuchó la campanilla de la puerta mientras reclamaba, así que no vio cuando se acercaron a ella, lo único que sintió fue una mano sobre su hombro, totalmente asustada levantó la mirada topandose con Toga.
-Hola, ¡lo lamento no le escuché llegar!
-Tranquila, pero ¿está bien?- ella lo miró esperando que siguiera- pues...es que estaba reclamando mientras hace las galletas
-Oh, eso- se ruborizo por ser atrapada- solo es mi hija, nada más
-¿Se peleó con ella?
-No, solo no se donde estuvo anoche y si esta bien- se oía preocupada- solo pido un mensaje ¿es mucho pedir?
-Claro que no- le respondió con una radiante sonrisa- es normal preocuparse por sus hijos
-Madre te llaman- Sota llegó con celular en mano, y al ver a Toga fue rápidamente junto a su madre- es mi hermana
-Esa niña...- tomó el celular y fue hasta dentro de la cocina para hablar con ella
-¿Que le puedo ofrecer?- preguntó Sota cuando perdió de vista a su madre- ¿o quiere que le traiga el menú?
La sonrisa de Toga se volvió una de vergüenza, aquel chico si que podía asustar a pesar de su edad, pero lo entendía, no quería que se acercara a su madre de manera amorosa, pidió el menú y fue hasta la mesa junto a la ventana.
Sota entró en la cocina enojado, bueno, más bien dicho celoso, no le gustaba como los hombres miraban a su madre, ya habían intentado pedirle una cita, pero su madre siempre se negaba por él, y eso le gustaba, ya que no quería verla sufrir, se imaginaba que solo querían jugar con ella.
-¿Mamá?- la llamó ya que no la veía, se suponía que había entrado aquí ¿no?, la siguió buscando y cuando llegó al mesón la vio en el suelo- ¡Mamá, despierta!- gritó desesperado y con preocupación- ¡ayuda!
Afuera habían solo tres clientes y dos estaban por marcharse, Toga se había levantado con la intención de hacer su pedido, pero al escuchar el grito de Sota entró rápidamente en la cocina, la imagen de Sotq llorando y la mujer en el suelo fue muy triste para él, y el recuerdo de su hijita vino a su mente.
-¡Que le sucedió!- salió de su letargo y se acercó borrando la imagen tan dolorosa de su mente- su respiración es lenta
-Cuando entré estaba desmayada- decía Sota con lágrimas- ¡ayudela!
-La llevaré al hospital, vamos.
Toga tomó a Naomi en brazos y la sacó, Sota fue tras él no sin antes tomar su celular, fue también por las llaves y cerró el local.
Se subió atrás del auto de Toga y puso la cabeza de su madre sobre sus piernas, llegaron rápidamente al hospital, cuando bajaron pidieron una camilla y entraron junto a ella, claro que les pidieron quedarse en la sala de espera mientras la revisaban.
Sota caminaba de un lado a otro, sus manos temblaban y tenia el ceño fruncido, Toga estaba diciéndole al doctor como fue que la encontró Sota, luego fue junto a él y tocó su hombro tratando de calmarlo.
-Tienes que respirar y estar tranquilo- le dijo mientras lo invitaba a sentarse- y debes pensar que todo saldrá bien
-No es la primera vez que le pasa- admitió mirando el suelo y suspirando, no le gustaba hablar de aquello, y menos con un extraño- aún no se recuperaba del todo
-¿Le has avisado a tu hermana?- cambió de tema al ver que no le agradaba mucho hablar de aquello- después de todo estaba hablando con ella ¿no?
-Le mandé un mensaje- dijo mostrando la pantalla, "mamá está mal, ven al hospital" ese había sido todo el mensaje y aun no había respuesta- espero que no tarde mucho
-Estará en camino- su celular anunciaba un llamado, lo sacó y el nombre de Inuyasha parpadeaba en la pantalla- ¿me disculpas?- Sota asintió y el fue a responder.
"Nankurunaisa" esa la única palabra que pasaba por su mente, recordaba que la vez anterior su madre se la había dicho, asegurando que se cuidaría y no volvería a pasarle nada, llevó ambas manos a su cabeza y pedía que nada le pasara.
-¡Sota!- la voz agitada de Kagome le hizo levantar la cabeza y luego fue hasta ella, la abrazó y suspiró con tristeza- ¿y mamá?
-Está en observación, tal parece que empeoró- respondió mientras sentía las suaves caricias de su hermana- ¿donde estabas? Mamá estaba preocupada y de muy mal humor
-Ya hablé con ella- respondió totalmente roja al recordar donde y con quien había despertado- además, yo soy la mayor, no me pidas explicaciones
-¡Las pido por que mamá estaba mal!- le levantó la voz y eso sorprendió a Kagome, su hermano no era así, se acercó y lo abrazó, pidió perdón y Sota solo devolvió el abrazo- estoy preocupado por ella, solo es eso.
Kagome lo abrazó unos minutos más y luego fue a recepción para preguntar por su madre, solo le dijeron que estaban a la espera de resultados.
Por otro lado, Toga había pospuesto sus reuniones para quedarse con los hermanos Higurashi, quería asegurarse de que Naomi estuviera bien y pudiera volver con sus hijos pronto a casa.
•••
Sesshomaru estaba en su sala respondiendo los email de sus inversionistas, todos le preguntaban con respecto a no demoler los locales del centro.
Suspiró estresado al tener que responder uno por uno, decidió que seguíria mañana en su oficina, ahora solo quería un trago y descansar.
Miró la hora y notó que su padre debía haber llegado, lo llamó para consultar, ya que tenia dos horas de retraso, se sorprendió cuando este simplemente le dijo "estoy en el hospital, hablamos mañana", ¿estaría bien?
Buscó sus llaves y salió rumbo al hospital, tuvo que buscarlo por GPS, ya que había tres hospitales en toda la ciudad, luego de conducir diez minutos llegó a su destino.
Entró y lo vio hablando con un niño, se acercó y cuando estuvo frente a él le tocó el hombro.
-¿Que haces aquí?- preguntó alzando una ceja y viendo al niño, le parecía familiar- creí que algo te había pasado
-Yo estoy bien- se levantó y cruzó sus brazos- solo les estoy acompañando
-¿A quien más?- Toga le hizo la señal de mirar tras el, y así lo hizo, Kagome venía caminado sin mirarlos, y se veía triste- ¿que pasó?
-Su madre está mal- respondió a penas se volteó- estaba en el local y aproveché de traela.
Kagome chocó contra la espalda de Sesshomaru, levantó la mirada para pedir perdón, pero lo único que hizo fue ahogar un grito de sorpresa, él la miraba con una sonrisa traviesa y de burla, definitivamente no era su día de suerte.
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